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X. LA CUESTION DE LA RESPONSABILIDAD DE LOS GOBERNANTES SERVIOS EN EL ATENTADO DE SARAJEVO [continuación]
4. Atentado de Sarajevo y la opinión pública de Serbia
El destacado político serbio Milan Stojadinovic, fiel seguidor de la
política de Nikola Pasic, describió el clima creado en Serbia a raíz
del atentado en sus memorias publicadas recientemente (110). Creemos
oportuno referirnos a los datos que contiene ese libro para la
información de quienes se ocupan del problema de responsabilidad
por la primera guerra mundial.
(nota 110) Ver Studia Croatica, Nos. 1-2, Añ V, que contienen amplio análisis de las memorias de Stojadinovic.
Stojadinovic dice que tan pronto se enteró del atentado de Sarajevo
pudo conocer cómo y porqué fue perpetrado. Se puso en contacto con
los miembros de las organizaciones patrióticas serbias. Los serbios
tomaron las maniobras militares austro-húngaras como una provocación
insoportable".
Stojadinovic prosigue: "Que ambos atentadores debieron tener
vinculaciones con nuestra Narodna Odbrana (Defensa Nacional) o con la
organización de los chetniks y la Mano Negra, lo veíamos con toda
claridad en Serbia antes de iniciarse la instrucción judicial en Sarajevo.
Unicamente Belgrado pudo proporcionar bombas y armas".
Stojadinovic, lejos de lamentar ese crimen alevoso, subraya que
fue "una manifestación justificada de la rebeldia de todo un pueblo
contra la ocupación austro-húngara" Mas le faltan argumentos para
probar que Bosnia es una provincia serbia. Por cierto, invoca la
oposición de los musulmanes y los ortodoxos a la ocupación de 1878,
pero pasa por alto el hecho notorio de que los musulmanes de Bosnia
y Hercegovina se percataron con el tiempo del peligro granserbio, que
protestaron acerbamente contra el atentado y que hubieran preferido cien
veces el Estado croata dentro de la monarquía danubiana al sometimiento
de Bosnia a Gran Serbia.
Sobre los ejecutores del atentado, Stojadinovic dice: "Mientras
Gavrilo Princip era un nacionalista serbio, Cabrinovic-juzgando por
lo que declaró en el proceso-era un anarquista internacional, pero
imbuido con las ideas del nacionalismo serbio".
Refiriéndose al fondo político del atentado, Stojadinovic-quien
en 1938 aplaudio el Anschluss como presidente del gobierno
yugoeslavo-(111) trata de situar los motivos políticos de los
conspiradores en el nivel de la oposición de ciertos círculos
políticos austríacos y húngaros a los planes de Francisco Fernando
referentes a la supresión del sistema dualista. Los húngaros y
los austríacos, subraya Stojadinovic, no querian la supresión
del dualismo y los serbios deseaban su unión bajo la dinastía de
los Karageorgevic y no de los Habsburgo.
(nota 111) Les archives secretes de la Withelmstrasse. I De Neurath a Ribbentrop, París 1950, pp. 306, 319, 329.
"Visto desde ese ángulo político-concluye Stojadinovic-el atentado
de Sarajevo parece una conjura preparada serbio-húngaro-alemana...
El análisis de los momentos políticos llega a esta absurda conclusión".
Los serbios entraron en la guerra "contentos alegres, exultantes,
cantando". En el ministerio de finanzas de Belgrado, dónde Stojadinovic
desempeñaba alto cargo, "resonaba durante dos dias y dos noches sólo
una canción, constantemente repetida, entonándola un grupo de
empleados mientras el primero ya estaba cansado. La cantaban
con los ojos enfurecidos y a voz en cuello". (112). La canción aludida
se refería a la derrota de Bulgaria en la segunda guerra balcánica y
anunciaba el mismo destino a Austria.
(nota 112) Milan Stojadinovic, Ni rat ni pakt, Buenos Aires, pp. 63, 68, 71.
De la Mano Negra que organizó el atentado de Sarajevo, Stojadinovic
dice: "En Serbia la Mano Negra era una suerte de organización militar
patriótica con el propósito de liberar a los serbios y con el lema Unión
o Muerte. Hacía lo que el gobierno y las autoridades serbias no pudieron
ni debieron hacer por efectos y ecos en el exterior. Se ocupaba,
por ejemplo, del envío de chetniks a las regiones serbias bajo el
gobierno turco, luego mantenía contacto y remitía material
propagandístico y otro a organizaciones afines en Bosnia y Hercegovina,
etc. Pero esta organización tenía también sus objetivos en
la política
interna, tendientes a subir al poder" (113).
(nota 113) Ibid., p. 133.
El proceso de Salónica-según Stojadinovic-fue montado por Pasic
y el regente Alejandro para acusar a los jefes de la Mano Negra que
se aprestaba a tomar el poder y por ello intentaron asesinar al regente.
"Por consiguiente-prosigue Stojadinovic-ese atentado, real o
imaginario vino bien para saldar definitivamente cuentas con los
miembros de la Mano Negra, que interferían en los asuntos políticos
del gobierno. Pasic aguantaba pacientemente hasta que llegó el momento
justo, como cuando el cazador espera con paciencia en el bosque
que el animal se le acerque y se ponga a tiro".
Alejandro sabía que su padre debió el trono a los conjurados
de la Mano Negra que mataron al último Obrenovic, pero no le
gustaba ser deudor. "De acuerdo a la doctrina de Maquiavelo,
los liquidó (114).
(nota 114) Ibid., p. 137.
Stojadinovic reafirma la opinión generalizada de que el proceso
fue montado cuando se esperaba la paz negociada con Austria, con
el fin de deslindar la responsabilidad por el atentado de Sarajevo,
y de esa manera el Regente y el gobierno podían defenderse que ellos
mismos habían liquidado a los culpables del atentado (115).
(nota 115) Ibid., p. 135.
Stojadinovic no pudo no mencionar la revisión del proceso, promovida
en 1953 por los comunistas yugoeslavos, declarando inocentes a los
acusados, sin tratar de desmentir las conclusiones de los jueces.
Del fallo absolutorio habla con ironía, pero no refuta sus considerandos.
(116).
(nota 116) Ibid., p. 132. ContinúaPrincipio de Artículo
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