Para la apreciación de la Carta Pastoral y de otros numerosos factores que se relacionan con ella, es necesario, Señores Jueces del Tribunal Popular Supremo, tomar en cuenta el hecho de que el Arzobispo Stepinac es el más auténtico representante de la Iglesia y de la religión católica en Croacia e incluso en toda Yugoslavia. En cuanto a la importancia de la religión católica para el pueblo croata, la actitud pública del difunto Stjepan Radic puede también servir de prueba: cuando este antiguo guía del pueblo croata, que conocía a fondo su alma, tenía una reunión pública, comenzaba saludando a la asistencia con estas palabras:
"Alabados sean Jesús y María..." Por otra parte, si en el curso de su alocución la campana de la Iglesia empezaba a tañir, se sacaba el sombrero en señal de respeto y su gesto era imitado por toda la multitud, que a veces se componía de varias decenas de miles de auditores. En la actualidad aún podemos decir que cada vez que el Arzobispo Stepinac toma la defensa de la Iglesia y de la religión católica, tiene a su lado a la mayoría del pueblo croata. Es un hecho que no puede silenciarse.
Tampoco se debe descuidar el pasaje de la Carta Pastoral del 20 de septiembre de 1945, en el que se afirma que los Obispos no desean de ninguna manera provocar una lucha contra las nuevas autoridades, sino por el contrario buscar un entendimiento con los poderes públicos y que, a este respecto, se han esforzado muchas veces (el Arzobispo declaró haberlo hecho quince veces) en informar por escrito a las autoridades competentes sobre el punto de vista de la Iglesia Católica. En esta ocasión han señalado que la última palabra en todas las cuestiones concernientes a la vez a la Iglesia y al Estado le corresponde a la Santa Sede. Me permito agregar que el Arzobispo ha afirmado que él había informado verbalmente de todo este problema al Presidente del Gobierno Federal, el Mariscal Tito y al Presidente de la República Popular de Croacia, Bakaric, en ocasión de las audiencias que le acordaron después de la liberación. Esto es todo lo que quería decir respecto de la Carta Pastoral. Antes de concluir quisiera todavía algunos detalles de este proceso.
Discurso de Bakaric
En el curso de este proceso he hablado, entre otras cosas, del bien conocido discurso, pronunciado por el Presidente del Consejo del gobierno croata Vl Bakaric, en la Cámara de Diputados, el 24 de marzo de 1946, discurso en el que expresamente reconoció que los altos dignatarios del clero no se habían pronunciado en favor de lo alemanes y del Estado Oustachista hasta principios de 1945. A este argumento contundente el Procurador respondió que en esta época el Presidente del Consejo no conocía el asunto de los documentos de los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Verdaderamente no puedo imaginarme que en el mes de marzo de 1946, el Presidente del Consejo no supiera todavía que el gobierno había recibido estos documentos en el mes de octubre de 1945. A pesar de todo esto tomo como legal, en lo que concierne a Bakaric, la respuesta del Procurador. Sin embargo debo responder a este último que ha basado su acta de acusación sobre hechos de los cuales tomó conocimiento no sólo a través de los archivos, sino que los conocía desde antes. El Procurador sacó a relucir los documentos de los archivos sólo en el curso de los debates, y yo creo haber aportado hoy gran cantidad de argumentos lo suficientemente sólidos para denegar la autenticidad de estos documentos. En consecuencia, mi referencia al discurso de Vl Bakaric es aún valdero en lo que concierne a las incriminaciones del acta de acusación, incriminaciones que se remiten al período que se extiende hasta principios de 1945 y que son hasta esa fecha, las más numerosas.
¿Stepinac es un mentiroso?
En el curso del Proceso el Procurador declaró muchas veces que el Arzobispo Stepinac mentía, incluso se lo dijo una vez en la cara. Graves palabras que se dicen únicamente a alguien que miente intencionalmente. A modo de prueba, el Procurador citó la respuesta dada por el Arzobispo Stepinac a la declaración de Bakaric a la prensa. En esta declaración a la prensa Bakaric dijo que el Arzobispo había mentido cuando escribía que no había visto a Lisak en su casa. Leyendo atentamente el discurso de Stepinac, podemos ver que el Arzobispo no dijo esto. En ninguna parte de este discurso Stepinac afirmó que Lisak no había estado en su casa. De hecho otros también comprendieron correctamente la respuesta del Arzobispo, y no como la interpretó el Procurador. He suministrado como prueba el diario Vjesnik del 11 de enero de 1946, en el cual se publicó todo un artículo contra el Arzobispo Stepinac, donde se afirmaba que este último reconocía haber recibido a Lisak en su casa. Este artículo estaba consagrado por entero a atacar al Arzobispo. A instancias del colaborador de Vjesnik, todo el mundo comprendió la respuesta del Arzobispo, salvo el Sr. Procurador.