Como he aportado pruebas irrefutables de la inautenticidad de la copia, no es necesario, y no me creo obligado a hacerlo, que explique el origen de esta falsificación ustachista. Sólo quiero mencionar la explicación que han dado los círculos eclesiásticos de Zagreb.
El célebre ustachi, el fraile Radoslav Glavas, era el director de la sección religiosa del ministerio ustachista. Probablemente fue él quien habría intentado convencer al Arzobispo para que enviara un informe semejante, informe que habría redactado él mismo para posteriormente presentarlo al pretendido Ministerio de Relaciones Exteriores ustachistas.
Ahora bien, o su proposición no fue aprobada por el Ministerio o sus gestiones ante el Arzobispo fracasaron, o bien él ya había comprendido que no lograría su propósito. La cuestión es que la copia permaneció en los archivos del Ministerio y el original, naturalmente sin firma alguna, en la casa de Glavas. La verosimilitud de esta versión está reforzada por el contenido de la copia, pues ésta contiene una abundante documentación histórica sobre Bosnia, y me permito recordar que Glavas había realizado profundos estudios sobre la historia de esta región. Por otra parte, Glavas tenía reputación de ser más versado en Historia que en Teología. Permítaseme agregar: si el Arzobispo tal como el Procurador lo ha presentado, si él hubiera sido verdaderamente el autor de este "informe", del cual no existe más que la copia, hubiera podido fácilmente hacerla desaparecer de los archivos del Ministerio ustachi en el período en que estos archivos se encontraron en depósito en su casa. Pero el Arzobispo no es capaz de prestarse a tal maquinación, ni de enviar informes de esta clase. Es un hombre fundamentalmente sincero y no hay ninguna razón para dudar de la verdad.
Termino aquí con el examen del Capítulo de la Acusación. Mi colega, el Dr. Natko Katicic examinará los capítulos 2 y 3, que se relacionan con las supuestas conversiones religiosas y con el vicariato militar. Paso entonces inmediatamente al capítulo 4.
Este se relaciona con la acusación tocante a los hechos acaecidos en la segunda mitad de 1944 y comienzos de 1945, es decir en la época precedente a la desaparición del Estado Independiente de Croacia.
Derecho del pueblo croata a ser un Estado
En el capítulo 4 de la acusación se cita, en primer lugar, el discurso que el Arzobispo habría pronunciado el 7 de julio de l944 ante la asociación "Domagojci" (Ex-alumnos de la Facultad de Teología de Zagreb). A pesar de todas mis investigaciones, no he logrado encontrar este discurso y en consecuencia no puedo ni confirmar ni negar su existencia.
Pero si este discurso fue realmente pronunciado, sólo puedo interpretarlo como una respuesta a las incesantes amenazas de los Tchetniks (combatientes voluntarios serbios), quienes afirmaban que exterminarían a todo el pueblo croata y que le impedirían así fundar su propio Estado. En efecto, este discurso no habla del Estado Croata Independiente, y en líneas generales únicamente se menciona un Estado del pueblo croata, el cual sin duda tiene derecho a constituirse como Estado. Por otra parte, en la actualidad, es una de las repúblicas yugoeslavas.
Contra la dictadura del proletariado
El pasaje incriminado del discurso del 18 de marzo de 1945 dirigido a los estudiantes de la Universidad, expresa la disconformidad con la dictadura del proletariado. Ahora bien, nuestros aliados, es decir todas las democracias occidentales se oponían también a esta dictadura. ¿Se puede calificar como un crimen a este pasaje y responsabilizar al Arzobispo, sobre todo considerando la época en que fue pronunciado? Por otra parte, el acta de acusación no reproduce la frase que precede inmediatamente a la frase incriminada. Me permito entonces citarla: "¿Puede considerarse como obra de paz por parte de los grandes pueblos y Estados el hecho de imponer por la fuerza de las armas su voluntad a los pequeños pueblos para anunciar seguidamente al mundo: `nos hemos puesto de acuerdo'?"
Esta frase ¿no manifiesta el mismo punto de vista, sostenido por nuestra Delegación en la Conferencia de la Paz de París, a saber, la negativa a aceptar de los cuatro "Grandes" una paz que nuestra Delegación no quería, puesto que arrancaba del cuerpo viviente de Yugoslavia los territorios de Trieste, gran parte de Istria y Gorica, cuyas poblaciones son mayoritariamente croatas y eslovenas? ¿Por qué no se juzga este discurso del Arzobispo según esta frase, y tomar en consideración eventualmente el resto en lugar de basarse exclusivamente en el pasaje incriminado?