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VIII. ¨COMO Y POR QVE SURGIO LA "CUESTION SURESLAVA"
DENTRO DE AUSTRIA-HUNGRIA?
11. El espejismo de la propaganda serbia
Frente a ese cuadro sombrío, la situación imperante en Serbia
fue descripta con color de rosa. Se explotaron hasta el máximo
los éxitos de Serbia en las Guerras Balcánicas (1812-13) e indirectamente
de Rusia, por cuanto la Alianza Balcánica fue concertada de conformidad
con las intenciones de Rusia y contra los anhelos de Austria-Hungría.
Las victorias de los países cristianos balcánicos sorprendieron
a la opinión pública europea y alteraron en los Balcanes la relación
de fuerzas en detrimento de la Monarquía danubiana. Las victorias
de Serbia fueron interpretadas como la revancha tras la humillación
sufrida en 1908, cuando se vio constreñida a reconocer la anexión
de Bosnia y Hercegovina. La victoria de Kumanovo sobre los turcos
fue glorificada, según el mito de Kosovo, como la venganza por
las derrotas serbias medievales. La victoria sobre Bulgaria en
la II Guerra Balcánica le valió a Serbia la posesión de la Macedonia
de Vardar con la dominación de la línea estratégicamente
importante de Morava-Vardar. Además, los
serbios se apoderaron del territorio de la antigua Rasa habitado
por los albaneses. Todo ello embriagó a los serbios y a la vez
impresionó a los demás cristianos balcánicos, que vivieron esos
éxitos como el final victorioso de la epopeya de los cristianos
balcánicos en la lucha contra la dominación otomana de cinco
siglos.
Las victorias serbias lavantaron el espíritu de autoconfianza
de la minoría serbia en Croacia y a la par sirvieron de aliciente
a los secuaces croatas de la orientación balcánica. Los croatas
durante siglos defendieron a Europa de los asaltos turcos y sin
embargo Bosnia y Hercegovina escapaban a su influencia. Mientras
tanto, los serbios con sus propias fuerzas duplicaron su territorio
estatal. Para el desaliento que imperaba entonces en Croacia
es característico este contraste que tanto subrayaba el cononocido
escritor A. G. Matos en vísperas de la primera guerra mundial.
Este escritor de gran talento, que se consideraba un auténtico
partidario de Starcevic y se enorgullecía por haber popularizado
entre los croatas y los serbios, como lo hizo Maurice Barres
en Francia, la expresión y el pensamiento del nacionalismo moderno,
constata que Croacia está retrocediendo mientras Serbia está
desplegando con éxito sus energías nacionales (67).
(nota 67) A. G. Matos: Hrvatski Nacionatizam, "Sabrana djela", Knjiga XYII, Zagreb, ed. "Binoza". pp. 282-7.El descontento de la "inteligentsia" croata, era determinado no sólo por el panorama político negativo sino también por factores de orden social. Mientras las amplias capas sociales y los obreros de la industria incipente" pese a las dificultades políticas, gozaban de ciertas ventajas en una comunidad económicamente fuerte como lo era la Monarquía danubiana, la numerosa inteligentsia, al asumir la dirección política de los manos de la clase aristocrática, heredó también su repulsión por las actividades económicas y aspiraba a los cargos administrativos. Ante la vigorosa oposición al dualismo se encontraba en una situación harto difícil. Conseguir un empleo público entrañaba en cierto sentido traicionar la lucha nacional y además ofrecía perspectivas muy pobres de hacer una buena carrera en la doble Monarquía, donde predominaban la aristocracia austríaca y la húngara, y los altos círculos militares. Esta inteligentsia, busca salida en la separación de Croacia de la Monarquía de los Habsburgo y en la comunidad política con Serbia, país de habla eslava que abre todas las puertas a la inteligentsia nacional.
Los especialistas occidentales en cuestiones balcánicas al referirse
a Serbia no toman en cuenta de que se trataba de una sociedad
carente de estructuras sociales, que en Occidente son el resultado
de una evolución políticosocial específica. No es extraño, pues,
que los integrantes de la minoría serbia en Croacia, adeptos
incondicionales de Serbia, creyesen que Serbia era, en efecto,
un país democrático ejemplar y que la ausencia de aristocracia,
de burguesía y de alta clase media, y por ende de las formas
culturales y políticas que estas clases afirman, es una prueba
de que Serbia es una democracia popular ideal. Este convencimiento
trataron de comunicarlo también a sus amigos croatas de las filas
de la inteligentsia descontenta.
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