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VIII. ¨COMO Y POR QVE SURGIO LA "CUESTION SURESLAVA"
DENTRO DE AUSTRIA-HUNGRIA?
12. El despertar tardío
Recién con la desintegración de Austro-Hungría y la anexión de
Croacia a Serbia los adoradores de la Dresunta democracia serbia
se percataron de cuán errados estaban. Tras la fachada de la
constitución democrática
y del sistema parlamentario del Reino de Serbia de la época de
las Guerras Balcánicas se ocultaba la reahdad de un gobierno
autócratico, de la violencia y la corruptela. Este sistema fue
luego trasladado a Yugoeslavia, y eso fue una de las causas de
la violenta reacción croata, tergiversada como "separatismo",
y de la desviación de la joven inteligentsia serbia hacia el
comunismo.
Nos tomaría mucho espacio el citar todos los autores serbios,
decepcionados con la presunta democracia en Serbia. Uno de ellos,
integrante de Ia minoría serbia en Croacia, dice:
"Serbia ni antes de la guerra estaba democratizada. Tampoco había
elecciones limpias, ni seguridad personal; la arbitrariedad de
los órganos estatales era a menudo insoportable, mientras en
las aldeas reinaba la usura, y no había protección ni seguridad
alguna para los obreros. El verdadero contenido de la lucha política
no se reflejaba en la vida parlamentaria, sino tras los bastidores
y en conciliabulos, de modo que surgían fácilmente tendencias
y movimientos revolucionarios. Todavía hoy se siente y por mucho
tiempo se sentirán las consecuencias terribles de esa situación
de la preguerra en Serbia y de la traición radical de 1903" (68).
(nota 68) Dr. R. Djermanovic: Jugoslavenska demokratija i socijalno pitanje, "Nova Evropa", Knjiga XVII, N~ 1, Zagreb 1928, p. 5.El autor citado acusa al partido radical serbio de Nikola Pasic, que llegó al poder tras el asesinato del último Obrenovic, de "haber implantado meramente formas democráticas sin contenido alguno" y de "perpetuarse en el poder a toda costa". "Recurren a la fuerza y la violencia... la tiranía se vuelve imprescindible para ellos... Hasta la guerra consiguen engañar a la gente y encubrir su traición invocando siempre su lucha hasta 1903" (69).
(nota 69)Ibid., p. 4-5Los radicales serbios practicaron tanta violencia en las regiones "liberadas" en 1913 que la población, "sin exceptuar a los verdaderos luchadores por la causa serbia, empezó a añorar la época turca"...
"Cuando se levantaron acerbas protestas, Pasic dimitió, pero
el rey Pedro, a raiz de la expresa demanda de Nicolás Hartvig,
embajador ruso en Belgrado y de la intervención del heredero
al trono (luego rey Alejandro), encargó nuevamente a Nicolás
Pasic la formación de nuevo gobierno (...) Los disparos de
Gavrilo Princip y la iniciación de la guerra salvaron al gobierno
de Pasic del golpe de estado" (70)
(nota 70)Marco: Drzavna kriza juna 1914 i juna 1818, "Nova Evropa",
Tomo XVIII, N§ 9, Zagreb 1928, p. 266. (Bajo el seudónimo "Marco"
se oculta un ex oficial serbio, amigo del coronel Dimitrijevic
Apis, jefe del grupo de los oficiales serbios que dieron el golpe
de Estado en 1903, organizador principal del atentado de Sarajevo,
principal enjuiciado en el proceso de Salónica en 1917, donde
fue condenado y fusilado)
Svetozar Pribicevic, uno de los glorificadores más entusiastas
de Serbia en Croacia antes de la primera guerra mundial, líder
de la minoría servía, uno de los culpables principales de la
liquidación de la soberanía estatal de Croacia en 1918, partidario
fanático del centralismo yugoeslavo y portavoz del terror contra
la oposición croata, chocó con el rey Alejandro cuando se dio
cuenta de que era una mera figura dentro del sistema autocrático
del poder real. En el destierro publicó un libro sobre la dictadura
del rey Alejandro (71) y hasta su muerte luchó contra la hegemonía serbia
y la dinastía. "Si los serbios lo quieren, entonces allá ellos,
que se arreglen en su casa, y nosotros aquí, unidos en el territorio
que formaba parte de Austria-Hungría" (72).
(nota 71)La Dictadure du Roi Alexandre, París 1932.Svetozar Pribicevic, primero fanático nacionalista serbio, educado en el ambiente occidentalista croata, enfrentándose con la realidad del poder y la tradición autocrática de Serbia, ve la salida en la separación de Croacia de Yugoeslavia como antes la veía en su separación de Austro-Hungría.
Más trátase de un repliegue tardío. En la vida política y social
incluso las convicciones erróneas constituyen hechos que a veces
ejercen influencia predominante en el desarrollo de los acontecimientos.
Así ocurrió también en el año crítico de 1918, aunque la idea
de separación de Austria-Hungría no había calado en las masas
populares croatas. Hasta los ortodoxos de Croacia combatieron
con lealtad durante la guerra también en el frente serbio. A
despecho de toda agitación de los nacionalistas serbios, el prestigio
de la monarquía de los Habsburgo entre los pueblos que la integraban
y sus vecinos era muy grande. Pues se trataba de la potencia
que quebró el poderío turco. Sólo en una constelación
política
internacional harto propicia para Serbia después de la derrota
de las Potencias Centrales, cuando en Occidente, caída la Rusia
zarista, creían ilusoriamente en la desaparición del peligro
del expansionismo ruso y del paneslavismo, pudo llegarse al
desmembramiento de la Monarquía danubiana y a la incorporación
de Croacia a un Estado balcánico.
Hoy no cabe duda alguna que la mayoría de los croatas no deseaba
esa incorporación. La Dieta (Sabor) croata que en 1918 ratificó
el hecho consumado de la desintegración de la Monarquía y dejó
que la engañasen los serbios, no sólo actuó bajo el impacto de
los cambios revolucionarios operados en la Europa Centro-oriental
y de la acción del Presidente W. Wilson, sino que de hecho no
era la expresión genuina de la mayoría del pueblo. Fue elegida
con un derecho de voto restringido, teniendo la palabra principal
la inteligentsia, asaz desorientada. En cambio, la situación
favoreció a los nacionalistas serbios, que sabían lo que querían:
mediante la unificación con Serbia pasar de minoría tolerada
a pueblo rector. En los primeros comicios celebrados en el flamante
Estado yugoeslavo, las masas populares en Croacia propiamente
dicha eligieron como diputados a hombres nuevos que defendían
el programa de la república campesina, democrática y pacifista
croata. Así, ya en vigor el sufragio universal, la Croacia entera
votó en todas las elecciones entre las dos guerras, pese al terror
y las persecuciones, contra la unión compelida con Serbia.
Si ciertos autores estiman que la actitud de la Dieta croata
en 1918 significó el vuelco del frente croata contra la Monarquía
danubiana, es decir, como la victoria de la orientación balcánica
entre los croatas, aunque momentánea, eso debe atribuirse al
papel muy importante de la Dieta (Sabor) en la vida política.
Los croatas fueron leales a los monarcas de la Casa austríaca
de los Habsburgo por haber sido elegidos legítimamente y reconcidos
por la Dieta croata. El detentor verdadero de la legitimidad
política, tal como la concibe Guglielmo Ferrero en su libro "El
Poder", fue la Dieta croata. Extin guida la dinastía nacional, los Habsburgo,
elegidos reyes de Croacia y Hungría, residían lejos de Croacia, que era una de
sus numerosas tierras. Por eso el detentor de hecho de la soberanía
y de la legitimidad era la Dieta, lo que quedó subrayado de modo
particular en la era moderna cuando la Dieta defendia el derecho
histórico-constitucional croata frente a las tendencias centralizadoras
del poder dinástico que aparecen en toda Europa occidental.
Si bien la Dieta croata no fue elegida mediante sufragio universal,
tras la abolición del antiguo régimen, y aunque bajo el sistema
dualista dentro del Acuerdo húngaro-croata se ejercían presiones
sobre el cuerpo electoral, el prestigio de Sabor (Dieta) en Croacia
permaneció muy alto. Por eso, ni esta Dieta ni los exiliados
croatas antiaustríacos, agrupados en torno al Comité Yugoeslavo,
pese a la confusión reinante y la situación adversa en 1918,
nunca aprobaron ni ratificaron la liquidación del Sabor y con
él del reino croata, existente desde hace mil doscientos años.
Especialmente Sabor nunca dió su consentimiento a la simple anexión
de Croacia al Reino de Serbia.
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