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VIII. ¨COMO Y POR QVE SURGIO LA "CUESTION SURESLAVA"
DENTRO DE AUSTRIA-HUNGRIA?
1.Los amargos frutos de la constitución dualista
Unos años después la monarquia de los Habsburgo, derrotada por
el nacionalismo italiano y el germano, pudo resistir las tendencias
centrifugas sólo gracias a la benevolencia de los Hohenzollern,
pero al alto precio de la alianza con el Segundo Reich Alemán.
Los Habsburgo, la dinastía más poderosa de Europa a lo largo
de muchos siglos, tuvieron que desempeñar el papel "del segundo
espléndido" frente a los novatos Hohenzollern. Ese apoyo obligatorio
en Prusia impulsó a los Habsburgo a compartir el poder con los
húngaros dentro de la Monarquía. Con la implantación del sistema
dualista, según el cual la posición dominante la tenían
los húngaros
y los germanos austríacos! si bien no constituian ni la mitad
de la población en la multinacional Monarquia Danubiana, los
Habsburgo chocaron con sus súbditos eslavos y con las
ideas de la época que afirmaban los derechos nacionales y democráticos.
De este modo Austria-Hungría se encontró en una posición inferior
frente a la misma Rusia, erigida en la protectora de los pueblos
eslavos.
Los eslavos de Austria-Hungría fueron las víctimas del sistema
dualista, aunque en 1848 estaban del lado de Viena, considerándola
como su defensa natural contra el pangermanismo y las concepciones
húngaras acerca de las tierras de la corona de San Esteban, que
consideraban como Estado nacional húngaro, no obstante el hecho
de que entre los Cárpatos y el Adriático los magyares son una
minoría. Este es el fondo del austroeslavismo que proyectaba
la transformación del Imperio austríaco en una confederación
de sus individualidades históricas y nacionales. Aceptando el
compromiso con los nacionalistas de Austria y Hungría, Francisco
José I chocó con sus pueblos eslavos (checos, eslovacos, croatas,
eslovenos) y con la minoría polaca, ucraniana y serbia, asimismo
con la fuerte minoría rumana de Transilvania. Así se convirtió
en esclavo del dualismo que ayudó a crear. Al mismo tiempo semejante
política posibilitó que la Rusia reaccionaria y autocrática,
al promover la agitación nacionalista entre los pueblos eslavos
dentro de Austria-Hungria y al estimular la resistencia de los
ex súbditos del Imperio turco a las aspiraciones austro-húngaras
en los Balcanes, asumiese a los ojos de los pueblos directamente
interesados el papel de defensora de los derechos y las libertades
nacionales. Hasta a los ojos de las potencias europeas que en
un principio estaban dispuestas a sostener a Austria dentro del
marco del equilibrio político europeo (Congreso de Berlín), frente
al expansionismo ruso, con el tiempo consideraron a Austria por
su papel de "segundo espléndido" de Alemania como un mero instrumento
del expansionismo germano hacia Este, conocido bajo el nombre
de Drang nach Osten.
Por estas razones, los Habsburgo se encontraron en la situación
muy ingrata de buscar el apoyo, en la política interior, de las
fuerzas que los ataban a Alemania, mientras que sus súbditos
eslavos, capaces de asegurarles el papel de árbitro independiente
en la zona de Europa Centro-oriental, se convirtieron en instrumento
de la presión rusa antiaustríaca.
El fracaso de todos los intentos de transformar el Imperio autríaco
en una comunidad de pueblos libres, que en las nuevas circunstancias
serviria de contrapeso a los imperialismos ruso y prusiano, tuvo
graves derivaciones en el plano de la politica exterior de Austria-Hungria.
No sólo los ex súbditos turcos de habla eslava y de religión
ortodoxa aborrecian cada dia más a los Habsburgo y veían a Santa
Rusia como protectora natural de los eslavos ortodoxos, sino
que Austria-Hungría, al depender más y más de Alemania, contrarió
a las potencias democráticas europeas. Como agregado, la Triple
Alianza no pudo ser la contrapartida de la Triple Entente por
la sencilla razón de que la Italia nacionalista y liberal unida
en la lucha contra las concepciones del Imperio romano-germánico,
cúyos titulares eran los Habsburgo, seguían considerando a
Austria-Hungría
como su enemigo hereditario. Estallada la crisis de la primera
guerra mundial, Italia influyó poderosamente para que los vencedores
desmembraran a Austria-Hungria. No pesaba aqui solo el irredentismo
italiano que aspiraba a apoderarse de Trieste, Istria y Dalmacia,
sino ante todo el temor a la presencia de otra potencia en el
Adriatico. Respaldando los anhelos de Bohemia y Serbia, que apuntaban
a las desintegración de Austria-Hungría, los italianos creyeron
que descartarían el peligro de un rival en el área adriático-danubiana
y de hecho obraban en favor de Rusia, doblemente peligrosa en
su actual edición comunista.
Ese apoyo a la monarquía danubiana de los círculos gobernantes
en las potencias que, de hecho, perseguían su liquidación, repercutió
de un modo curioso en la política interna bajo constitución dualista.
Un ejemplo drástico de esa política lo presenta el caso de Croacia,
donde contra la mayoría nacional croata, que trataba de coordinar
sus aspiraciones nacionales con los intereses de la monarquía
de los Habsburgo, se mantenía dualismo innatural e injusto y
aun más contra los croatas básicamente leales se buscó el apoyo
de las minorías serbia e italiana que, por oportunismo, adhirieron
al dualismo, pero en el fondo eran contrarias a la misma existencia
de Austria-Hungría. Tal el aspecto negativo, diríamos trágico,
del dualismo y de las concepciones imperiales, a las que nunca
renunciaron el emperador Francisco José I y sus allegados.
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