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VII. LA EQUIVOCADA POLITICA REFERENTE A SERVIOS EN EL SIGLO XV[l 3. De que manera los serbios liquidaron el movimiento unionista entre
los inmigrantes arumanos en Croacia
Contrariamente a los de Rasa, otros fugitivos ortodoxos en Croacia,
mayormente los de origen arumano, adhirieron a la Unión. Así
en el convento de los Basilianos en Marca tenía su sede la di6cesis
uniata donde entre 1611 y 1734 se sucedieron 12 obispos, trabajando
con gran espíritu de concordia y bajo la protección de los obispos
católicos. Pero, llegados los de Rasa con Arsenio Crnojevic,
el clero serbio, tergiversando el alcance de los privilegios
imperiales, inició una lucha despiadada contra la Unión. Entre
las dos guerras mundiales, el Mons. Janko Simrak, profesor de
teología oriental en la Facultad de Teologia de la Universidad
nacional de Zagreb, luego obispo de la diócesis greco-católica
en Croacia, publicó una serie de detalles espeluznantes sobre
ese tema. En 1735 irrumpieron a Marca jinetes armados, conducidos
por dos monjes serbios. Ocuparon el convento y encerraron a los
monjes uniatas en el sótano de su propio monasterio, torturándolos
cruelmente. Tras varios años de ocupado, tuvieron que devolverlo
a los monjes uniatas. Para vengarse, los ortodoxos enviaron a
Marca a grupos de bandoleros y merodeadores que saquearon, incendiaron
y destruyeron dicho convento. Resulta simbólico el destino que
le cupo al obispo uniata Ljubibratic de Pakrac. Por intervención
de Arsenio III fue expulsado, luego llevado a Rusia, donde lo
"juzgaron como renegado de la santa ortodoxia" (48). Casi todos
los uniatas en la católica monarquía de los Habsburgo tuvieron
que pasar a la ortodoxia con la ayuda de los mandos militares
austríacos, que en las zonas liberadas de los turcos creaban
organizaciones militares especiales, llamadas en la historia
militar "Confines o Marcas militares" (Die Militargrenze). Las
zonas liberadas, en lugar de reintegrarse a Hungría y Croacia,
se consideraron patrimonium domus Austriacae, gobernadas por
la "Comisión ilírica de la Corte", creada ad hoc en Viena
(nota 49).
(nota 48) Análoga suerte le tocó al citado Mons. J. Simrak en la Yugoeslavia comunista. En 1945 los comunistas lo encarcelaron y murió por los suplicios sufridos. Tal proceder comunista contra el jefe de los uniatas en Croacia es tanto más llamativo cuanto que J. Simrak siendo aun sacerdote jóven había abrazado la idea de la unión política serbio-croáta e integraba en 1918 el Cónsejo Nacional revolucionario que el 1/12/1918 solicitó, al Regente serbio Alejandro, la proclamación de la "union" de Croacia con Serbia. (nota 49) Dr. J. Schwicker, Politische Geschichte der Serben in Ungarn, Budapest 1810, p. 52.Los estamentos en Hungría y Croacia, afectados directamente, conocían mejor que los austríacos a sus vecinos y advertían repetidamente que semejante política daría frutos siniestros. Así, los delegados croatas en la Dieta conjunta húngaro-croata se quejan en 1764 de que los refugiados de Rasa no respetan la ley de 1741 que restringe la jurisdicción del metropolitano griego no uniata.
"Por ello tememos con razón que la expansión de ese organismo
que se extiende desde las fronteras moscovitas hasta el Adriático
y que el metropolitano mantiene unido, ahogue con el tiempo a
nuestra religión y a nuestro Estado, sobre todo si tomamos en
cuenta la relación íntima entre esos cismáticos y las autoridades
militares. Entre ellos se creó comunidad de intereses; las autoridades
militares tratan de ampliar las fronteras de su jurisdicción
mediante los atropellos de estos cismáticos, y viceversa esos
disidentes griegos se acostumbraron a ensanchar cada vez más
la zona de sus privilegios gozando de la poderosa protección
militar" (nota 50).
(nota 50) Dr. A. Pichler, Geschichte der kirchlichen Trennung zwischen den Orient und 1925, p. 290.Luego, por parte serbia y austríaca, se sostenía que la nobleza de Croacia y Hungría trataba de hacer siervos a esos fugitivios de Turquía y de que únicamente por esa razón protestaba contra el obrar de las autoridades militares austríacas. Eso no se ajusta a la verdad histórica, por cuanto ya el 21/2/1629 la Dieta croata resolvió otorgar privilegios a los fugitivos arumanos de religión ortodoxa, exiliados de los Balcanes. No serán adscriptos a la gleba ni a la servidumbre (nota 51). Gran número de esos fugitivos se adaptó tan bien en el Estado nobiliario croata que participaron en la rebelión de la nobleza croata-húngaro-estiria contra el centralismo envolvente de Viena, encabezados por el ban de Croacia, conde Pedro de Zrin (nota 52). "El obispo ortodoxo Mijakic se hizo tan gran amigo del ban Pedro de Zrin, que lo proclamó su amado hijo, mientras que Pedro de Zrin llamaba al obispo Gabro su querido padre... A poco, Mijakic fue capturado y encarcelado y murió en la cárcel el 15/10/1686... Durante los 16 años de presidio sus carceleros no lograron sacarle una sola palabra contra Pedro de Zrin..." (nota 53). "Austria tuvo con el Confín Militar y con las migraciones sus cuentas políticas especiales. En Viena creían que mediante las migraciones Austria obtendría el protectorado de todos los pueblos eslavos y sobre otros cristianos balcánicos, y que así podría eliminar la influencia rusa en la península balcánica y países vecinos. Tal fue el norte de la política de la corte imperial y especialmente del consejo militar de Graz, desde el emperador Fernando hasta Leopoldo (1517-1705) (nota 54).
(nota 51) V. Klaic: Hrvatski sabori do godine 1790, "Zbornik Matice Hrvatske", Zagreb, 1295, p. 290. (nota 52) Sobre Pedro de Zrin ver "Croacia en la Geografía Blaviana" de Pedro Vukota, "Studia Croatica", Año I, No 1, pp. 55-56. (nota 53) Janko Simrak, 'Trojica ideologa migracija', "Hrvatska Straza", Zagreb, 27/3/1939. (nota 54) J. Simrak, 'Katolicizam i migracije', "Hrvatska Straza", Zagreb. 25/4/1939.La liquidación de la Unión en Croacia y Hungría por parte del clero serbio inmigrado coincide con los esfuerzos malogrados del papa Inocencio XI, en tiempos de la Santa Liga, de hacer replegar a los turcos a Asia y de esa manera incluir a los Balcanes a la zona de intereses de una potencia europea occidental. Luego será Rusia y no Austria la gran potencia que se empeñará en destuir el Imperio turco. Las potencias europeas verán en la existencia del Imperio turco a un factor del equilibrio europeo de difícil sustitución. Entre enemigos seculares, los imperios de los Habsburgo y el otomano, habrá muy buenas relaciones de vecindad. Se echarán al olvido todos los planes de expansión hacia los Balcanes. que reaparecerán en el clima del absolutismo ilustrado y serán actualizados recién bajo el impacto del "torbellino napoleónico" y del ingreso de Rusia en el concierto de las potencias europeas, pues entretanto Moscú se había adueñado de la costa del Mar Negro y emorendido la realización de sus planes bizantinos.
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