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II. LA CONFUSION ACERCA DE "LA CUESTION SURESLAVA
EN EL IMPERIO DE LOS HABSBURGO"
Teorías linguísticas - arma del
panservismo
La idea rectora de las primeras obras sobre Europa oriental,
mayormente de autores rusos, coincidía con la concepción de que
entre los pueblos eslavos merecen atención únicamente los ortodoxos.
Cuando se mencionan los países sureslavos, se habla exclusivamente
de los serbios, y a veces de los búlgaros. Los croatas y eslovenos,
católicos, no se toman en cuenta como individualidades nacionales.
Dada la gran similitud del idioma popular de croatas y serbios,
que muchos linguistas consideran idéntico, llamándolo serbio-croata
o croata-serbio, bajo el nombre serbio se comprende también a
los croatas. No se tuvo presente que el croata-gracias a su ubicación
en una zona que pertenecía al imperio romano del Occidente-fue
el primer pueblo eslavo en fundar su Estado propio hace más de
1300 años, el primero en cristianizarse y desarrollar su cultura
nacional de tipo occidental y que siempre vivió separado de los
serbios y en comunidad con los pueblos católicos occidentales.
Precisamente, circunstancia de que los croatas son predominantemente
católicos, fue razón suficiente para que en las obras rusas se
los silenciara sistemáticamente y proclamara su idioma y su país,
en forma expresa o indirecta como serbios.
En ese sentido Jovan Rajic, sacerdote serbio de Voivodina, alumno
ruso, publicó ya en 1794 un extenso libro: Istorija raznih slavenskih
narodov, najpace Bulgar, Horvatov y Serbov (Historia de varios
pueblos eslavos, especialmente de los búlgaros, croatas y serbios),
que por mucho tiempo servirá de fuente y orientación a otros
autores. Ya en esta obra se presenta no sólo a Bosnia y Hercegovina,
donde vive una nutrida minoría ortodoxa, sino también a las provincias
netamente croatas de Eslavonia y Dalmacia como serbias. Cuando
poco después la opinión pública europea mostró interés por el
levantamiento en Serbia en contra de los turcos, las simpatías
del Occidente cristiano estaban del lado de los pueblos balcánicos.
Los autores que escriben acerca de Serbia toman los datos de
la obra de Rajic y otros escritores por el estilo. Tal el caso
del historiador alemán Engel, quien en 1808 publicó en Halle
su Geschichte von Serbien und Bosnien (Historia de Serbia y Bosnia),
y hasta de Leopoldo von Ranke, una de las máximas autoridades
en aquel entonces en el campo de la historiografía, autor de
Geschichte Serbiens (Historia de Serbia, 1835). Con la ayuda
de Ranke, las concepciones serbias y rusas entraron victoriosas
en la historiografía europea.
Cosa parecida ocurrió en el campo de la filología. Las tesis
rusas sobre los pueblos eslavos penetraron en la ciencia europea
a través de Dobrovski, uno de los fundadores de la filología
eslava. Siguió sus pasos Safarik, protestante de origen eslovaco,
profesor y director del liceo serbio en Novi Sad, Voivodina actual.
Safarik publicó en 1826 Povijest slavenskog jezika i knjizevnosti
na temelju svih narjecja (Historia del idioma y literatura eslavos
en base a todos los dialectos). En el tercer capítulo trata del
idioma y la literatura de los grecoorientales, y en el cuarto
habla de los "eslavoserbios y croatas católicos". Para él los
croatas son únicamente los que viven en la comarca de Zagreb,
mientras que varias provincias con predominante mayoría croata
son serbias. Para Safarik son "eslavoserbios" incluso los croatas
católicos de Bosnia Hercegovina. Los búlgaros serían una tribu
serbia.
En 1837 Safarik publicó su obra principal Slovanske Starozitnosti
(Las antiguedades eslavas), traducida a otros idiomas. En este
libro, en el que amplió y completó sus trabajos anteriores, reconoce
al pueblo e idioma búlgaros. Amplió un tanto la zona de habla croata extendiéndola
a Bosnia y Hercegovina occidental, a Lika y Dalmacia septentrional.
Pero Eslavonia y Dalmacia meridional, como asimismo la parte
principal de Bosnia y Hercegovina, siguen siendo, en su opinión,
territorio serbio en lo linguístico y nacional.
En dicha obra Safarik sostenía que el nombre nacional "serbio"
era el nombre originario para todos los pueblos eslavos. Aunque
la ciencia hizo trizas de esa teoría, ella hizo fuerte impacto
en la conformación de la idea granserbia. Según esa teoría, todos
los sureslavos -los búlgaros, los croatas, los montenegrinos,
los eslovenos- serían serbios y sus países en virtud del principio
nacional deberían anexarse a Serbia.
Esa teoría hallará su tenaz paladín en el filólogo
autodidacto
serbio Vuk Stefanovic Karadzic, considerado con razón padre de
la literatura e idioma literario nacional serbios. Según él,
los croatas son únicamente quienes hablan los dialectos cakavski
y kaikavski, mientras quienes se expresan en el dialecto stokavski
son serbios puros, vale decir la abrumadora mayoría de los croatas.
Se incluirían así como serbios todos los croatas de las provincias
de Eslavonia, Bosnia-Hercegovina y de gran parte de Dalmacia.
Al destacarse Vuk Stefanovic Karadzic como recopilador de la
poesia popular, que durante el romanticismo europeo llamó poderosamente
la atención de los entendidos, pudo influir sobre los estudiosos
europeos de nota. Toda una escuela de la filología eslava en
Alemania, Austria y Francia todavía hoy está influida por las
ideas de este filólogo autodidicto balcánico. Simplemente se
borraron varios siglos de literatura croata (nota 17). No sólo los
serbios, sino también los croatas presuntamente deben su idioma
literario al ovejero-linguista Karadzic. En 1914, en vísperas
de la guerra motivada por la Cuestión de Bosnia y sureslava,
el destacado linguista Leskien adopta en su magistral "Gramática
de la lengua serbiocroata", publicada en Heidelberg, las teorías
granserbias.
(nota 17) Ante Kadic, La literatura croata renacentista, Studia Croatica, Año III, Nø 4, (9)."Mediante varios cambios políticos-dice ese sabio-fueron suprimidos nombres tribales y suplantados por el nombre serbio, que es ahora el nombre colectivo para los habitantes eslavos de Montenegro, la Dalmacia meridional, Hercegovina, Bosnia, ex vilayeto turco de Kosovo..., del Reino de Serbia, Eslavonia, Srijem y Banato."
Leskien pasa por alto que el profesor Miklosic, mentor y protector
de V. S. Karadzic, había afirmado que los católicos de Bosnia
y Hercegovina hablan el croata y que entre los buenos entendidos
nunca se discutió el carácter croata de Dalmacia y Eslavonia.
Ambas provincias hoy, en la Yugoeslavia comunista que por cierto
no favorece a los croatas, figuran dentro de la República Socialista
de Croacia y su población, al igual que los católicos de Hercegovina
(la mayoría absoluta de su población), figuran en las estadísticas
oficiales como croatas de nacionalidad.
El de Leskien no es un caso aislado. Toda una serie de publicaciones
alemanas y austríacas respaldaba las mistificaciones de Serbia
en los momentos en que se afirmaba que Austria-Hungría, como
instrumento de la política germana del Drang nach Osten, tiende
a exterminar al pueblo serbio y que a tal efecto "había inventado
y creado a los croatas". Semejantes afirmaciones absurdas aparecían
también en las publicaciones de Italia, a la sazón miembro de
la Triple Alianza. Los irredentistas italianos sostenían que
los croatas de Dalmacia-centro del Reino de Croacia en la Edad
Media-no existieron hasta que los "creó Austria".
Después de tantas experiencias y tantos comicios plebiscitarios,
conducidos por los serbios en que la abrumadora mayoría de los
croatas de todas sus provincias -inclusive en Bosnia-Hercegovina-,
como asimismo en el campo de batalla durante la pasada contienda,
evidenció y demostró no querer la unión forzosa con Serbia,
todavía
aparecen algunos representantes de la filología eslava, quienes
respecto a los pueblos eslavos siguen aferrándose al racismo
linguístico y de ese modo, queriéndolo o no, apoyan las teorías
oficiales de la Yugoeslavia comunista sobre la compelida "fraternidad
y unidad" entre Croacia y Serbia. Así comparten las concepciones
paneslavistas, arma peligrosa de Rusia contra los pueblos de
cultura occidental, amenazados por el expansionismo soviético.
Si en el enfoque de las tensiones políticas en la parte meridional
de Austria-Hungría y particularmente en Bosnia y Hercegovina,
en el período crítico antes y durante la primera guerra mundial,
los bien ponderados representantes de la ciencia en Alemania
y Austria imitaban a los rusos y serbios, respaldando de ese
modo las pretensiones de Serbia a Bosnia y Hercegovina, en virtud
de la presunta mayoría étnica serbia en dichas provincias, no
hay que extrañarse si en los países de la Entente se sustente
el criterio de que la ocupación de Bosnia en 1878 y su anexión
en 1908 constituía una gran injusticia en detrimento de la pequeña
Serbia, amenazada en su existencia por la expansión germana y
que el grupo de los fanáticos nacionalistas serbios, autores
del atentado de Sarajevo, tuvo suficientes y justificados motivos
Dara cometer su irresnonsable acto. | |