
[continuación]
Mons. Stepinac rechaza el poder que le ofrecen
No hay razones valederas, al menos desde el punto de vista jurídico, que nos expliquen la parte del acta de acusación en la que se responsabiliza al Arzobispo Stepinac de los esfuerzos desplegados los últimos días de la ocupación para salvar las vidas de Paveliæ, Rupnik y Rozman. Si estos acusados concibieron en esa ocasión algún proyecto que luego propusieron a Stepinac, por qué responsabilizar a este último? Lo esencial en este asunto es que Stepinac nunca se prestó a esos manejos y que rechazó todas esas propuestas inmediatamente, sin siquiera discutirlas. Su actitud a este respecto era pasiva y no activa, como lo afirma el acta de acusación. En efecto, Paveliæ le propuso al Arzobispo la Regencia, el gobierno, pero éste rechazó absolutamente y en forma inmediata tal ofrecimiento. En primer lugar, por principios: no quería mezclarse en los asuntos públicos; en segundo lugar, porque no quería aceptar nada de Paveliæ; y en tercer lugar, porque consideraba que, según sus principios democráticos, el gobierno debía emanar de la voluntad del pueblo, no de Paveliæ. El testigo Alajbegoviæ explicó por cuáles razones se había ofrecido precisamente a Stepinac el poder, entre otras cosas debido a la gran autoridad y confianza de que gozaba en la opinión pública del país. Pero el Arzobispo merecía y había ganado esa autoridad y esa confianza por su actitud correcta y, al mismo tiempo hostil hacia el ocupante durante los cuatro años de la ocupación. Días antes de la liberación, comenzó a cernirse sobre la población de Zagreb el peligro de que se produjeran masacres, tanto por parte del ejército alemán, pues se creía que defenderían hasta el final Zagreb, como por parte de los ustachas que amenazaban con masacrar a 40.000 ciudadanos de la capital croata antes de su huída (lamentablemente ejecutaron parcialmente esta terrible masacre).
Como quería preservar a Zagreb de esas masacres, el Arzobispo aceptó las sugerencias de Bulat y de Alajbegoviæ, y a tal efecto pidió a Macek una entrevista. Stepinac se presentó acompañado del general ustacha Moskov, pues de otra manera no hubiera podido verlo dado que Macek estaba confinado en su casa bajo régimen de vigilancia a cargo de Moskov.
Una vez más, vemos al Arzobispo desplegando su incansable actividad para salvar vidas humanas, ayudar a la gente a intentar, en cuanto fuera posible, alejar mayores males. El Arzobispo Stepinac niega que el Dr. Macek le haya dicho que se refugiaría en el extranjero; al contrario, el Arzobispo afirma que Macek declaró que se quedaría en Zagreb. En todo caso, el Arzobispo Stepinac se quedó aquí, y después de hacer todo lo posible para impedir las masacres, esperó aquí la liberación del país.
Actividad contra el Estado?
La liberación se produjo el 8 de mayo de l945. Eso nos conduce al capítulo 5 del acta de acusación, que incrimina la actividad del Arzobispo después de la liberación, en la nueva Yugoslavia. Se lo describe entonces como el enemigo más activo del Estado y del pueblo, el inspirador de todas las acciones terroristas de los "krizari" (los cruzados) y de los ustachas, el ejecutor del plan sistemático en favor del regreso del Dr. Macek, de los ustachas, reacción del rey Pedro II. Pero cuáles son las pruebas que se aportan para apoyar estas terribles acusaciones? Se ha denunciado que, cinco meses después de la liberación, el Arzobispo habría recibido a Lisak, a Lela Sopianec y al general ustacha Moskov, y que había tomado parte en la Conferencia de los Obispos; que adoptó, el 20 de julio de l945, la Carta Pastoral de la cual hemos hablado ya. Estas serían entonces las pruebas, es decir los hechos que se le incriminan ya como tales y de los cuales se concluye que el Arzobispo habría realizado una actividad antinacional y a tentatoria de la seguridad del Estado. Exceptuando las Cartas Pastorales, verdaderamente no es necesario analizar estos pequeños hechos, tan mínimos y tan escasos que a primera vista nos damos cuenta que no pueden servir de base a acusaciones tan graves. No obstante, quiero examinar todos estos hechos minuciosamente.
