Cardenal Stepinac
CARDENAL STEPINAC: Mártir de los Derechos Humanos
M. Landercy
[continuación]

El problema de los "rebautizados"

Por circular del 30 de abril de 1941, el gobierno del Estado Croata Independiente obligaba a los ortodoxos a convertirse a la religión católica. Mons. Stepinac se oponía a esta arbitrariedad: la gente debía decidir por sí misma, con plena conciencia, después de haber comprendido el sentido de la fe católica, gracias a la explicación que los sacerdotes daban del catecismo.

Después de la Conferencia Episcopal que se llevó a cabo desde el 16 al 20 de noviembre de 1941, los Obispos, por intermedio de Mons. Stepinac, dirigieron un memorandum a Pavelic en el que le exponían el punto de vista de la Iglesia católica respecto de esta espinosa cuestión. Este memorandum coincidía plenamente con las declaraciones precedentes del Arzobispo Stepinac. Los Obispos rechazaban el pretendido derecho de las autoridades civiles a tomar decisiones en este aspecto. Mons. Stepinac puso al corriente de este memorandum al Santo Padre, quien lo autorizó.

Pero grande fue el descontento provocado en medios oficiales; se llegó a hablar, incluso, de arrestar a Mons. Stepinac. Dada la situación política, este memorandum era un acto de coraje, por su apelación al respeto de los derechos, de las propiedades y de la libertad de los serbios que habitaban Croacia.

Una historia objetiva no puede desconocer estos hechos. Como el gobierno continuaba presionando a los ortodoxos para que se convirtieran al catolicismo por vías irregulares, en 1941, Mons. Stepinac envió a los sacerdotes instrucciones confidenciales, pidiéndoles que facilitaran la conversión, aunque ésta sólo se realizara con el objeto de huir del peligro mortal; agregando que los ortodoxos o los judíos podrían retomar su religión, cuando el peligro hubiera pasado: "Como lo he explicado anteriormente, un pueblo forma su religión en el curso de los siglos; no se puede, en un día, cambiarlo ideológicamente, es necesario respetar este antecedente psicológico".

Frente al nazismo

Si quisiéramos estudiar los sermones o las predicaciones de Mons. Stepinac, deberíamos transportar nuestro espíritu al medio en el que vivió el Arzobispo. Su vida era completamente evangélica, a pesar de vivir en medio de dos tendencias revolucionarias contrarias al catolicismo: el nacional-socialismo alemán que recurría a los peores atropellos para "preservar" la supuesta raza alemana, y el comunismo con su agresivo ateísmo.

Para Mons. Stepinac, las principales cuestiones de su época que era necesario resolver se resumían en las siguientes: En principio, si es natural que se ame el pueblo en el cual se ha nacido, un católico puede y debe amar a su pueblo y a su patria. El catolicismo no destruye la ley natural, la perfecciona y la ennoblece. Cristo mismo habló en principio a su pueblo, Israel. El canto del Magnificat manifiesta el amor espiritual de la Madre de Dios por su pueblo. La fe católica enseña al pueblo croata la honestidad. Durante siglos rechazó, al precio de numerosas víctimas, a los turcos y a otras invasiones o herejías. En cuanto a la libertad, puede ser utilizada en provecho del hombre, pero para ello, el hombre debe liberarse en principio interiormente, para acercarse a la libertad de los hijos de Dios y respetar la moral, la justicia y la honestidad. Una libertad que no está regida por la ley evangélica, está llamada a desaparecer y no tiene posibilidad de exisitir. Nunca se ha hablado tanto de la libertad como en tiempos de la Revolución Francesa... Y sin embargo, Mme. Roland llegó a decir: "ĦOh Libertad, que de crímenes se cometen en tu nombre!".

Cristo dijo: toda persona que está por cometer un pecado, es esclavo de ese pecado. El nos ha dado el conocimiento del bien y la capacidad de cumplirlo. Mons. Stepinac agregaba: "Si queremos ver días mejores en el futuro, la primera regla que debemos cumplir es rendir a Dios el respeto que le es debido, con humildad; este es el único camino para alcanzar la paz". Y en ocasión de un peregrinaje a Marija Bistrica, habló también de las relaciones con el prójimo, relación que ha sido maravillosamente ilustrada por Jesucristo con la historia del Buen Samaritano.

"Sin amor todo se destruye, nada sólido puede ser establecido, pero allí donde reina el amor, éste brinda la fuerza para soportar las grandes cargas de la vida a pesar de todos los obstáculos".

La ley de Nüremberg contra los judíos se impuso en Croacia. El 14 de marzo de 1943, Mons. Stepinac decía en la Catedral: "Uno de los más grandes errores de nuestro tiempo, consiste en que el valor de la persona humana ha bajado a cero. En todo el mundo se pisotea el respeto por la persona humana. Incluso el más ardiente defensor del materialismo siente en lo más profundo de sí, que ha nacido para algo más que su perro o que la rueda de una máquina. Así todos, sin distinción de raza, nación u otras diferencias, lleva en sí el sello del Dios Creador y tiene sus propios derechos que no pueden ser conculcados ni limitados por la fuerza".

INDICE| HOME| CONTINUA

______________________________________
Studia Croatica Studia Croatica Blog Croatian Culture Hrvatska Kultura Videos by Studia Croatica Studia Croatica - Facebook Studia Croatica - Twitter www.croacia.com.ar Adriana Smajic Glagol Press