Croacia: Mito y Realidad

 

CROACIA: MITO Y REALIDAD

C. Michael McAdams

[continuación]

Slobo, "El Carnicero de los Balcanes"

El largo y arduo camino de Franjo Tudjman, de héroe de guerra partisano a presidente de su país, fue muy distinto al del presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, a quien el New York Times denominó "El Carnicero de los Balcanes". Milosevic, un comunista de línea dura no arrepentido, siguiendo el molde de José Stalin, fue un producto del comunismo y el Estado-Partido yugoslavo.

Conocido por sus pocos amigos como "Slobo", nació en 1941 en Pozarevac, cerca de Belgrado, hijo de un sacerdote ortodoxo serbio de Montenegro y una maestra de escuela comunista de línea dura. Su padre abandonó su familia llevándose consigo al hermano de Slobo, Bora. Ambos padres cometieron suicidio, y Milosevic literalmente creció en el seno del Partido. Se casó con Mirjana Markovic, una profesora de teoría marxista que controlaba a la Liga de Comunistas de Yugoslavia. Ella era miembro de una de las familias de comunistas más conocidas de Yugoslavia.

Milosevic vivía una vida de tan bajo perfil, en una mansión en las afueras de Belgrado, que uno de sus amigos más cercanos admitió a un periodista del New York Times Magazine que en 20 años no había visto nunca la casa de Milosevic o a su mujer.

Bajo la protección de Ivan Stambolic, quien era el anterior jerarca del Partido Comunista de Serbia, Milosevic fue ascendiendo, de ser director de la compañía de energía Technogas, a ser presidente del principal banco de Belgrado. A mediados de los años `80, Ivan Stambolic lo promovió para ser el jefe del Partido Comunista de Serbia. Como agradecimiento, Milosevic organizó un golpe dentro del Partido en el otoño de 1987, deponiendo a su antiguo amigo y mentor, y nombrándose a sí mismo el indisputado jefe del Partido y del gobierno de Serbia.

Milosevic se abocó inmediatamente a la tarea de purgar al liderazgo de Vojvodina, Kosovo y la República de Montenegro, poniendo a estas regiones constitucionalmente autónomas en línea con sus políticas gran-serbias.

Muchos entre quienes se opusieron a sus políticas, incluyendo a Branislav Matic, quien era un líder opositor clave en el Partido de la Renovación Serbia, fueron asesinados. Otro líder de la oposición, Jorge Bozovic, cayó misteriosamente desde un edificio de gran altura.

Mientras el resto de Europa iba abandonando al marxismo, Milosevic reinstituyó cursos de teoría marxista en las escuelas y universidades de Serbia. En enero de 1990, en el último Congreso de la Liga de Comunistas de Yugoslavia, Milosevic tomó violentamente el podio para declarar que el comunismo seguiría adelante, aun sin Eslovenia y Croacia. Pero las realidades de Europa en los años `90 eventualmente dieron vuelta todo, aun para Milosevic. En el otoño de 1990 rebautizó al Partido Comunista como Partido Socialista, antes de ganar el 61 por ciento de los votos en las elecciones "libres" controladas por el Partido. La transformación de Milosevic de stalinista a "demócrata" fue así completa. En abril de 1992, finalmente, accedió a que se quitara la estrella roja de la bandera de Yugoslavia.

Hacia 1996, Milosevic terminó de dar la vuelta completa desde comunista a nacionalista y de vuelta a comunista. El causó el mayor conflicto en la Europa de postguerra. El fue el responsable de cientos de miles de muertes, de campos de concentración, de trabajos forzados, de esclavitud, y del uso de la violación como instrumento de guerra. Aun así, no parece probable que alguna vez deba enfrentarse a juicio como criminal de guerra. En lugar de ello, Milosevic estaba dispuesto a no olvidar lo que llamó "excesos nacionalistas".

En el Congreso de 1996 del Partido Socialista (antiguamente llamado Liga de Comunistas de Serbia), Milosevic estaba de pie frente a casi 2 mil delegados (designados, no electos) cuando se entonaba la International socialista. Triunfó en su reelección, con un voto de 1799 delegados a cuatro, aun cuando no había otros candidatos, y había purgado a dos tercios de la dirigencia del Partido. El prometió llevar a Serbia de vuelta al comunismo poniendo como ejemplo a China, y anunció una nueva dirección para el siglo XXI: "Serbia - 2000". Esa dirección miraba mucho más hacia el pasado comunista y no hacia un futuro democrático.

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Edición electrónica de Studia Croatica, 1998