STUDIA
CROATICA
Año XXVIII – Abril – Junio 1987 - Vol. 105
Juan Pablo Ii - El Peregrino de la Esperanza
Proclamación de la independencia croata a la luz
de los documentos internacionales
La Iglesia Católica y los croatas fuera de su
patria
Crónicas - Glosas - Comentarios
Ola de huelgas y paros obreros en Croacia,
Eslovenia y otras repúblicas yugoslavas
Los croatas en el congreso del PEN Club
Proceso contra 4 jóvenes eslovenos
Conmemoración del 42avo aniversario del genocidio
de Bleiburg
El director de Hrvatska Revija (La Revista Croata)
en Buenos Aires
Australia - Croatian Community Center en Geelong
En Sydney el primer hogar de ancianos
Se inauguró sección croata en la biblioteca de
London, Ontario
Hondas raíces de los inmigrantes croatas en Nueva
Zelanda
En defensa de los derechos humanos
Segundo juicio a Dobroslav Paraga - otra farsa de
la "justicia" yugoslava
Mientras estuve condenado a cuatro años de
infierno...
Petición de los congresales estadounidenses
La television belga revela la cara oculta de
Yugoslavia
Memorandum de la Unión de las Asociaciones Croatas
en la República Argentina
La culpa es del sistema y no de los obreros
Piden la renuncia del Primer Ministro Mikulić
Presidente del Consejo Nacional Croata en el
Parlamento Europeo
Más valen como unidades que como conjunto
Bicentenario de la muerte del jesuita croata
Rudjer Bošković
Instan al Secretario General de la ONU a interceder
a favor de los disidentes en Yugoslavia
Nora Beloff: Tito fuori della leggenda
Poesias de Vesna Parun traducidas al francés
Aporte croata a la pintura ingenua
En ocasión de
su visita al Uruguay, Chile y la Argentina
El significado
de la trascendental visita pastoral del Papa Juan Pablo II a los países del
cono sur americano fue destacado por él mismo en el momento de tocar los
confines australes de nuestro continente: "Mi visita pastoral a Chile, y
la que haré en breve a la Argentina, ha querido ser un servicio a la paz...
Este servicio asume hoy la forma de una acción de gracias y de un llamado universal.
En primer lugar acción de gracias; porque esta tierra, que hace unos años pudo
haber sido escenario de un conflicto sangriento entre naciones hermanas, ha
sido testigo, por la gracia de Dios, de una paz fraterna y honrosa".
Pero esa acción
de gracias está intercalada en un llamado universal, un nuevo llamado de paz
dirigido por el Papa desde este extremo sureño de Latinoamérica: "Os
exhorto, pues, con todo mi corazón, a ser artífices de la paz que es fruto de
la justicia, pero que sólo se afianza por el amor y el perdón..."
Su llamado de
paz es esencialmente diferente de aquellos que la claman solamente para
asegurar su victoria sobre los demás; que conciben la paz de ellos como la
subordinación de otros. El llamado de paz del Papa es más bien el grito de
dolor que surge del amor por los hombres, que implora perdón, erradicación de
la violencia, justicia, dignidad de la persona humana.i
Lo hemos
comprendido con más claridad, aquí, en este encuentro directo entre centenares
de miles de hombres y mujeres que nos apresuramos a escuchar su mensaje, sentir
el contagio de su personalidad carismática, el mensaje de un sucesor auténtico
de Pedro, antorcha viva de evangelización, Peregrina de esperanza.
Como digno
seguidor de Cristo visitó a los pobres y a los ricos, a los poderosos y a los
débiles y marginados, también a los presos. Dirigió sus mensajes a los
instruidos y a la gente sencilla, a los creyentes y a los ateos. Se reunió con
los gobernantes, los dirigentes politicos y los diplomáticos; con los empresarios
y los obreros, con la gente del mundo cultural, con los sacerdotes, religiosos,
religiosas y laicos católicos; con los hebreos, islámicos y con distintos
grupos étnicos. Los exhortó a crear una sociedad justa y solidaria que tenga
como la ley fundamental de toda actividad el servicio al hombre.
En Paraná el
Papa ofició la misa dedicada a los inmigrantes. Ondearon las banderas de sus
patrias de origen, entre éstas también las croatas. Al saludar a varios grupos
étnicos el Papa no omitió mencionar a los croatas presentes. Ellos a su vez le
demostraron su afecto a lo largo de toda su visita pastoral. Emotivo e
ingenioso fue el saludo de los jóvenes croatas, durante la Jornada de la
Juventud, impreso sobre una enorme tela sostenida en el aire por globos, que decía:
"Juan Pablo II - Croacia te ama" y debajo de la insignia croata se
leía: "Cardenal Stepinac - Mártir", mención que evocaba el destino
del pueblo croata. El Papa tuvo un gesto especial para con los croatas durante
la reunión con sus connacionales polacos en el estadio de Luna Park, al
dirigirse a ellos y decirles en croata: "Saludo a los croatas aquí
presentes, así como a todos los croatas en América Latina. La fe y la cultura
que habéis traído de Croacia, transmitidla a vuestros descendientes para que
sea fiel al pueblo en el que ahora vivís. ¡Alabados sean Jesús y María!" A
excepción de los polacos, fue éste el único grupo étnico al que el Papa se
dirigió en su idioma nacional, una atención que nos honra y obliga a gratitud.
La visita
pastoral del Papa culminó con la Jornada Mundial de la Juventud —establecida
por él mismo en enero de 1988— celebrada en esta oportunidad en el cruce
simbólico de las avenidas Santa Fe y 9 de Julio el Día del Domingo de Ramos en
presencia de más de un millón de jóvenes argentinos y extranjeros (unos 60.000
eran jóvenes procedentes de las más diversas partes del mundo).
El diálogo entre
los jóvenes y el Pontífice se desarrolló en un clima de emotiva espontaneidad.
Un joven argentino lo inició ofreciéndole al Papa un mate, gesto que a su
manera simbolizaba los propósitos esenciales de esa Jornada. El joven dijo:
"Esta es la bebida tradicional que se ofrece cuando un amigo viene a
casa... Desde ahora, querido amigo, le decimos: Junto con los jóvenes de
América Latina y del mundo aceptamos el desafío de construir desde los valores
del Evangelio, una patria de hermanos al servicio de un mundo donde reine la
civilización del amor".
Tras esta
introducción comenzó el diálogo, desarrollado en tres círculos concéntricos: el
primero estuvo dedicado a los problemas de la Argentina, el segundo a los del
continente latinoamericano y el tercero a los problemas mundiales. Participaron
en las exposiciones los jóvenes de la Argentina, Perú, Chile, Camerún, Japón y
Australia.
"Me habéis
preguntado —contestó el Papa a los jóvenes— cuál es el problema de la humanidad
que más me preocupa. Precisamente éste: pensar en los hombres que aún no
conocen a Cristo, que no han descubierto la gran verdad del amor de Dios. Ver
una humanidad que se aleja del Señor, que quiere crecer al margen de Dios e
incluso negando su existencia. Una humanidad sin Padre y, por consiguiente, sin
amor, huérfana y desorientada, capaz de seguir matando a los hombres que ya no
considera como hermanos y así preparar su propia autodestrucción y
aniquilamiento. Por eso, mis queridos jóvenes, quiero de nuevo comprometeros
hoy a ser apóstoles de una nueva evangelización para construir la civilización
del amor".
Particularmente emotiva
en su profundo simbolismo fue la lectura del testimonio del joven Aldo Monti,
postrado en una silla de ruedas: "Estoy ante usted, Santo Padre, en nombre
de los incapacitados, para dar testimonio de nuestras vivencias. Vivimos en una
sociedad que es víctima de su incapacidad de amor, así la cruz del incapacitado
sólo se diferencia de la de las demás por su evidencia..." Después de
haberlo escuchado, el Papa bajó del palco, se acercó a él y lo estrechó
fuertemente contra su pecho como si estrechara a toda la humanidad doliente.
La Jornada
terminó con dos actos simbólicos: los jóvenes de los cinco continentes
presentaron al Santo Padre un árbol de olivo procedente de Asís, como recuerdo
de la histórica Jornada de oración por la Paz celebrada en la ciudad de San
Francisco, el 27 de octubre del año pasado, pidiendo que "esté árbol se
quede en la Argentina como símbolo evidente del compromiso por construir la paz
sabre las raíces de la justicia y de la solidaridad".
Luego se trajo
una lámpara que había sido encendida en la tumba de San Pedro, y el Papa pidió
a los jóvenes que renovaran el compromiso de ser testigos de la luz. La
asamblea respondió con un rotundo "sí". Entonces empezaron a
encenderse otras luces, como símbolo de la luz de Cristo que ilumina todos los
continentes. Era ya de noche, miles y miles de jóvenes mantenían en alto los
pequeños cirios como si quisieran iluminar el mundo, intentando apagar la sed
de libertad y de justicia de tantos seres humanos —comenta el cronista del Osservatore
Romano. Algo nuevo estaba naciendo en los corazones de todos los
presentes...
Quisimos
conservar algunos de estos momentos inolvidables en las páginas de Studia
Croatica como nuestro homenaje y agradecimiento al gran Papa —El Peregrino
de la esperanza.
La Redacción
Kazimir
Katalinić, Buenos Aires
En su lucha por independizarse y
liberarse del yugo al cual fueron sometidos en Yugoslavia, formada luego de la
Primera Guerra Mundial, los croatas se dividieron en dos corrientes. Una era la
corriente legalista, mayoritaria, encabezada por el Dr. Vlatko Maček, jefe
del Partido Campesino Croata y la otra fue la corriente revolucionaria,
minoritaria, llamada "Ustaša" ("Insurrecto"), cuyo jefe
visible, el Dr. Ante Pavelić, estaba exiliado en Italia.
Los "Ustaša" tuvieron
en un comienzo cierto respaldo de Hungría y de Italia, pero a medida que
Yugoslavia se alejaba de sus aliados (Gran Bretaña y principalmente Francia),
acercándose a la Alemania de Hitler y a la Italia de Mussolini, los
"Ustaša" se quedaron sin aliado alguno.
Al firmar Yugoslavia el Pacto
Tripartito, el 25 de marzo de 1941, parecía que la corriente revolucionaria
croata hubiera recibido un golpe mortal. Pero solamente dos días más tarde, un
grupo de oficiales yugoslavos, todos ellos servios, instigados por el servicio
secreto inglés, da un golpe de estado desatándose en Belgrado, capital de
Yugoslavia y de Servia, violentas manifestaciones anti-alemanas.
Si bien el nuevo gobierno
yugoslavo trató por todos los medios de evitar la guerra con Alemania e Italia,
Hitler quiso tener completamente controlada y clarificada la situación en los
Balcanes, antes de emprender su ya planeado ataque a la Unión Soviética. Quiso
además vengarse de los servios, por la bofetada que recibió su orgullo, y el
mismo día del golpe militar decidió atacar Yugoslavia, ataque que empieza el 6
de abril de 1941.
Aunque buena parte de los jefes
del movimiento revolucionario croata estaba en las cárceles yugoslavas y su
jefe, el Dr. Ante Pavelić, en el exilio, la organización aprovecha la
oportunidad y empieza su lucha. Un grupo de "ustaša" subleva las
tropas, captura la ciudad de Bjelovar y proclama la independencia ya el 8 de
abril de 1941, apenas dos días después del ataque alemán y cuando las tropas
alemanas estaban todavía lejos. Pero este hecho, por falta de medios de
difusión masiva, no tuvo eco.
Mientras tanto, los alemanes a
los efectos de debilitar internamente a Yugoslavia, habían enviado dos
emisarios a Zagreb, capital de Croacia, donde se contactan primeramente con
Maček y luego, al no ponerse de acuerdo con éste, con el representante de
Pavelić, el ex coronel austro-húngaro Slavko Kvaternik, el cual luego, el
10 de abril de 1941, proclama en nombre del Dr. Ante Pavelić la
instauración del Estado Independiente de Croacia.
Mientras que la proclama del 8
de abril, en Bjelovar, no tuvo eco, la nueva proclama, al ser divulgada por la
radio de Zagreb, fue un verdadero detonante que produjo levantamientos en toda
Croacia donde los seguidores de ambas corrientes croatas, los de Maček y
los de Pavelić, mancomunados, desarmaban al ejército yugoslavo y
establecían autoridades revolucionarias croatas.
Desgraciadamente, los croatas
perdieron nuevamente, en el año 1945, su libertad, y ahora su historia la
escriben los vencedores. La versión oficial yugoslava es que el Estado
Independiente de Croacia fue fruto de Hitler y Mussolini y no del esfuerzo y de
la lucha del pueblo croata.
Este estudio trata de analizar
cuál fue la verdad histórica. Centra su atención en el hecho revolucionario de
la proclamación del Estado Independiente de Croacia y trata de explicar a qué
se debió el cambio de postura de Hitler, quien primeramente no pensaba en una
Croacia libre, pero finalmente aceptó los hechos revolucionarios producidos por
los croatas. Analiza también la postura italiana y la húngara. El análisis
realizado en este trabajo se basa en las obras históricas publicadas mayormente
por distintos historiadores adictos al actual régimen yugoslavo, todos ellos
enemigos de la independencia de Croacia y con una postura adversa al Estado
Independiente de Croacia. También se aprovechó abundante documentación secreta
de distintos países, hoy accesible a los historiadores.
Implicancias
políticas del análisis del pasado
Aclarar quién fue el artífice
del establecimiento del Estado Independiente de Croacia no es solamente de
incumbencia histórica, sino que tiene sus implicaciones políticas. Es que no da
lo mismo si el Estado Independiente de Croacia fue obra del pueblo croata y si
el pueblo croata luchó contra todos para conservarlo, relegando a un segundo
plano su eventual oposición al régimen y a los errores o fallas del mismo, o si
en realidad se trataba de un estado títere, creado por Hitler y Mussolini. No
da igual que la Yugoslavia titoísta haya surgido a raíz de la derrota militar
del pueblo croata, el cual al perder la guerra perdió también su Estado
soberano, o que en realidad no se trataba de un Estado croata, sino de algo que
le fue impuesto al pueblo croata y a lo cual éste se oponía, luchando no
solamente contra el régimen imperante, sino también contra el mismo Estado
Independiente de Croacia, en pos de una nueva y mejor Yugoslavia, en pos de una
Yugoslavia titoísta.
Es, por lo tanto, imperioso
investigar a la luz de documentos oficiales, hay en día hechos públicos, cómo
fue realmente instaurado el Estado Independiente de Croacia: si fue obra de los
croatas o si fue una mera creación de los ocupadores alemanes e italianos.
Características
de una típica creación artificial alemana
Para poder vislumbrar mejor si
el Estado Independiente de Croacia fue o no obra artificial germano-italiana,
es útil analizar de qué manera y bajo qué condiciones fue instaurada en 1941
una típica creación alemana, la "Servia antigua", que abarcaba el
territorio que ya antes de las guerras balcánicas pertenecía al Reino de
Servia.
Sus características más
salientes son:
a) Surgió como decisión
exclusiva de Hitler, o sea, de Alemania;
b) No existió previamente ninguna
corriente política servia que luchara por separar a Servia del resto de
Yugoslavia, y menos aún para que Servia cayera bajo la dominación alemana;
c) No hubo una sola persona en
el mundo que antes de este hecho, o después del mismo, supusiera o creyera que
tal solución fue meta de algún servio.
Por el contrario, el Estado
Independiente de Croacia no fue proclamado inesperadamente, ni tampoco fue
sorpresa para nadie en el mundo. Mencionaré solamente algunos documentos de los
cuales surge claramente, que todos los círculos políticos importantes en el
mundo entero, sabían cuál era la meta de la lucha croata y cuáles eran los
deseos del pueblo croata.
La revolución
croata no sorprendió a nadie
En noviembre de 1928, solamente cinco
meses después del atentado contra el líder croata Stjepan Radić,
perpetrado en el mismo parlamento yugoslavo durante una sesión, solamente tres
meses después de la muerte de Radić y dos meses después de que el rey de
Yugoslavia Alejandro Karageorgević proclamara su dictadura, dirigida
especialmente contra los croatas, se encuentra el mismo rey en París y el 15 de
noviembre informa a Briand, ministro de Asuntos Exteriores de Francia, lo
siguiente:
"Los croatas son pacifistas
y por lo tanto no son peligrosos. (...) No existe peligro de que los croatas
proclamen su independencia. (...) La administración estatal funciona
normalmente, los tribunales también, el pueblo paga sus impuestos sin protestar
y también cumple con el servicio militar. Es decir, que la situación en el país
está dentro del orden constitucional y normal, por lo cual si bien existe el
descontento, especialmente en Croacia, la crisis no es seria y no existe
ninguna razón para preocuparse. La coalición opositora y el pueblo se cansarán
de la lucha verbal, sin hechos concretos"[1]
Pero solamente dos años más
tarde, al comienzo de octubre de 1930, Wickhman Steed, periodista y político
inglés, que durante la Primera Guerra Mundial propagaba, dentro de los círculos
políticos ingleses, la idea de la creación de Yugoslavia, y el cual luego del
establecimiento de Yugoslavia fue uno de sus más prominentes defensores dentro
de los círculos políticos occidentales, advertía al político servio Voja
Marinković: "¿Qué están haciendo? ¿No se dan cuenta que el rey
Alejandro perderá su vida y que Yugoslavia se desplomara?"[2]
Sólo cuatro años más tarde el
rey Alejandro fue muerto en Marsella por un macedonio, que formaba parte de un
grupo revolucionario croata formado para eliminar al rey dictador, mientras que
once años después se cumplía la segunda parte del pronóstico del periodista y
político inglés.
Por el año 1930, los croatas
buscaban en distintos países ayuda para su política. Acababa de volver del
exterior el principal líder croata, Dr. Vlatko Maček, sucesor 'político
del asesinado Stjepan Radić. El Dr. Maček, presidente del Partido
Campesino Croata, se había reunido en el exterior con el Dr. Juraj
Krnjević y con el Ing. August Košutić, secretario general y
vice-presidente del mismo partido, respectivamente, que actuaban en el exterior
como exiliados políticos. También se había reunido con el Dr. Ante
Pavelić, otro político croata exiliado, presidente y ex diputado del
Partido de Derecho Croata. Luego de haberse encontrado con el Dr. Maček,
recién regresado a Croacia, el Dr. Ante Trumbić, conocido político croata,
y ex presidente y diputado del Partido Federalista Croata, anotó en su diario:
"Reparto de papeles:
Pavelić tendrá contactos con los italianos, Košutić actuará con los
italianos y los ingleses, Krnjević con los ingleses y Kežman deberá actuar
legalmente y relacionarse con los franceses"[3].
No es pues de extrañarse que
todos los círculos mundiales políticamente importantes estaban al tanto de los
deseos de los croatas y conocían la finalidad de su lucha. Podemos así leer en
el informe del cónsul alemán en Zagreb, enviado a mediados de febrero de 1935 a
su ministerio de Relaciones Exteriores, que Maček "ha declarado que
los croatas no lucharían para defender a Yugoslavia tal como está contituida
actualmente. Con beneplácito tomó nota de la postura de Italia en el diferendo
entre Yugoslavia y Hungría respecto del atentado de Marsella, así como también
la decisión de Italia de no extraditar a Pavelić y Kvaternik"[4].
En julio de 1936 Mussolini había
concedido una audiencia al político exiliado Ing. A. Košutić. Al
preguntarle a Košutić, cuál es el programa político del Partido Campesino
Croata, éste le contestó que antes que nada quieren conseguir que Croacia sea
un Estado soberano y, si no fuera posible, aceptarían que Croacia formara parte
de una federación de países danubianos (o sea de Eslovenia, Croacia, Hungría y
Austria). Si tampoco esto fuera posible y si Croacia se viera obligada a
permanecer dentro de Yugoslavia, su partido lucharía por conseguir la autonomía
de Croacia. Cuando Mussolini le preguntó, qué debería hacerse con los
seguidores del Dr. Ante Pavelić, llamados "ustaša", cuya
extradición exigía Yugoslavia, la respuesta del Ing. Košutić fue que
"de ninguna manera habría que entregarlos a Belgrado, porque esto
equivaldría a una traición"[5]
por parte de Italia que anteriormente les había dado asilo y ayuda.
El mismo año visitó Yugoslavia
W. Been, miembro de una institución londinense, dedicada a la investigación y
al estudio de los problemas de política exterior para el posterior uso del
gobierno inglés. Entre otros, visitó también al Dr. Maček, quien era
conocido por sus inclinaciones anglófilas y por ser un gran demócrata. Al
preguntarle cuál sería la actitud croata si se llegara a un conflicto armado
entre Yugoslavia y Alemania, Maček le contestó: "Los croatas
aprovecharían la oportunidad para liberarse de Servia"[6],
o sea para salir de Yugoslavia proclamando su Estado soberano.
En julio de 1937 Krnjević
había visitado Londres, y al encontrarse con la duquesa de Atholl le dijo que
"las relaciones entre los croatas y los servios son tan tirantes que, si
ocurriera una guerra y si el gobierno proclamara la movilización, una guerra
civil estallaría entre ellos".[7]
En diciembre del mismo año la
embajada checoslovaca en Belgrado envió el siguiente informe sobre las
conversaciones oficiales mantenidas con el Ing. Košutić y el Dr.
Maček:
"Al preguntársele a
Košutić qué hará el soldado croata en caso de un conflicto bélico (de
alguna potencia con Yugoslavia, N. del Autor) la respuesta fue: "Suponga
Ud. que se proclame en Croacia la movilización. Pegarán los carteles invitando
al pueblo a la lucha y a que vierta sangre peleando contra el enemigo, para que
defienda su libertad, su Estado y su Nación. ¿Ud. cree acaso que habrá alguien
en Croacia que responderá a ese llamado? A uno le han roto las costillas en la
cárcel, a otro le asesinaron al padre, etc. y ¿esta gente debería ahora ir a la
guerra? (...). Será suficiente un solo ataque para que todo se acabe"[8].
La respuesta de Maček a la
misma pregunta fue:
"Pruebe enviar a los
croatas al frente. Habria que preguntarse si es realmente posible realizar la
movilización en Croacia. Yo no lo creo. Y si nos obligaran a tomar las armas,
nos pasariamos al bando enemigo. No importa quién sería éste. No tiene
importancia contra quién luchara Belgrado. Nos pasaríamos hasta al bando
alemán, aunque no los queremos. Hubo épocas cuando teníamos en estima hasta a
los alemanes y cuando nos llevábamos bien con los italianos, solamente porque
éstos estaban entonces en contra de Belgrado. Hoy en día se han acercado a
Belgrado y por esto estamos contra ellos. Puede ser que Ud. considere nuestra
actitud ideológicamente incorrecta, pero esto es un hecho que hay que tomar en
cuenta (...). El pueblo me sigue, pero mi autoridad tiene limites. Los
campesinos están indignados, me vienen a ver y me preguntan cuándo les daremos
las armas para que ataquen a Belgrado. El gobierno me pidió que haga todo lo
posible para que las actuales maniobras militares prosigan en paz y en orden y
que participen de las mismas también los soldados croatas. Lo pude conseguir,
pero los campesinos no me obedecieron cuando les sugerí, a pedido de Belgrado,
que entreguen al ejército alimentos y animales de tiro. Nuestra gente me ha
preguntado si el 19 de diciembre (fecha del establecimiento de Yugoslavia, N.
del A.) podrían hacer las manifestaciones de protesta, quemar las banderas
yugoslavas e izar las croatas. Como puede Ud. apreciar, el sentir del pueblo
está cercano a la rebelión"[9].
Y cuando en abril de 1938 el Dr.
Krnjević expresó en París a un funcionario del Partido radical-socialista,
que en caso de una guerra los croatas "iniciarán una revolución"
contra Servia, luego de lo cual este funcionario corrió a informar sobre lo
oído al Estado Mayor francés, allí le dijeron "que no se trata de nada
nuevo, y que el ejército yugoslavo no está preparado ni técnica ni moralmente,
especialmente debido al problema croata"[10].
Un año después, a comienzos de
abril de 1939, Hugh Seton-Watson, el hijo de R. W. Seton-Watson, luego de
visitar Yugoslavia escribía en su informe al ministerio de Relaciones
Exteriores inglés (Foreign Office):
"Cuando el Dr. Maček,
jefe del Partido Campesino Croata, visitó Belgrado el 14 de agosto de 1938,
pronunció un discurso ante unos 80.000 servios de Belgrado y de Šumadija
(región central de Servia) sobre las injusticias que se cometen en Croacia.
Mencionó una isla en Dalmacia donde reinaba un ilimitado terror policial y
preguntó a la multitud: Puede acaso esperarse que estos croatas de Dalmacia
tomarían en caso de guerra las armas para defender a este Estado?', a lo que la
multitud de servios respondió: '¡No, y tampoco lo haríamos nosotros!' (si
estuviéramos en su lugar, N. del A.)"[11].
El testimonio de H. Seton-Watson
tiene especial significación, porque tanto él como su padre fueron afamados
periodistas ingleses (y muy probablemente informantes del servicio secreto
británico, pero de alta categoría); además, ambos deseaban proteger y mantener
intacta a Yugoslavia.
Concluyendo: el mundo conocía la
situación existente en Yugoslavia y hasta los propios servios, el pueblo
dominante, comprendían que los croatas no podrían luchar en defensa de un
Estado que los oprimía.
La Alemania de
Hitler protege a Yugoslavia
Es bien conocida la política
amistosa de la Alemania nazista hacia Yugoslavia. He aquí unos pocos datos
comprobatorios:
Luego de haber anexado Alemania
el 12 de marzo de 1938 el territorio de Austria (hecho conocido bajo el nombre
de "Anschluss"), "un emisario de Maček visitó al ministerio
de Relaciones Exteriores en Berlín. Fue recibido por un funcionario del
ministerio, al cual preguntó si el gobierno alemán estaría dispuesto a apoyar
al movimiento que trataba de conseguir un estado independiente croata. El ministerio
de Relaciones Exteriores en Berlín informó en seguida sobre esta proposición al
gobierno yugoslavo"[12].
Y, para agravar todavía más las
cosas, "esta información el príncipe Pablo la remitió confidencialmente a
Campbell, embajador británico en Belgrado"[13],
quien a su vez informó a lord Halifax, ministro de Relaciones Exteriores
británico.
Por lo tanto: los alemanes nos
denuncian a Yugoslavia, y el príncipe Pablo, que gobernaba Yugoslavia como
regente en nombre del rey Pedro II, aún menor de edad, nos denuncia a los
ingleses.
El 23 de marzo de 1938,
inmediatamente después del "Anschluss", Freundt, cónsul general de
Alemania en Zagreb, informó a su ministerio de Relaciones Exteriores que
Maček se entrevistó con el cónsul húngaro (que estaba por dirigirse a
Budapest, a los efectos de presentar personalmente su informe). Maček le
dijo al cónsul húngaro "que deseaba incluir la política croata en el eje
Berlín-Roma. Tal vez el gobierno húngaro podría averiguar y constatar si esto
era viable. Unicamente si el eje Berlín-Roma abandonase completamente a los
croatas, él se orientaría hacia la línea franco-checoslovaca, y recién como
última posibilidad emprenderia las negociaciones con Belgrado"[14]
Von Heeren, embajador alemán en Belgrado, acotó en este informe de Freundt la
siguiente observación: "A Alemania le conviene que Yugoslavia se consolide
internamente, o sea, que Maček se vea obligado a emprender las
negociaciones que lo lleven a celebrar un acuerdo político con Belgrado"[15].
A raíz del anterior informe, el
ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania envió el 11 de mayo de 1938 a
su cónsul general en Zagreb y a su embajador en Belgrado la siguiente
instrucción: "Nuestra actitud de no inmiscuirnos en el problema croata no
cambió en nada luego de anexar Austria al Reich. Todo lo contrario: ahora nos
conviene aún más que Yugoslavia no se debilite ni interna ni externamente, lo
que ocurriría en el caso de la secesión de una Croacia, más o menos
independiente. Nosotros, en realidad, quisiéramos tener como vecino en las
nuevas fronteras del Reich a una Yugoslavia fuerte y amiga nuestra"[16].
Tal actitud proyugoslava de la
Alemania hitlerista no cambió ni siquiera después de la caída del gobierno de
Stojadinović, de tendencia filonazista y filofascista, ocurrida el 4 de febrero
de 1939. Podemos leer, por ejemplo, en la carta que el 22 de febrero de 1939
envía Ernst von Weizsacker, secretario de estado alemán, a von Heeren,
embajador alemán en Belgrado: "Aquí llegan por distintas vías comentarios
pesimistas sobre la solidez interna de Yugoslavia. Parece que existen de manera
especial ciertas tendencias de los croatas para obligarnos de una u otra manera
a que estemos de su lado. No es necesario asegurarle que al oír tales cosas
siempre exclamo: 'Lejos de mí tal actitud'."[17]
Alemania trataba además de
influir sobre Italia para que ésta no atacase a Yugoslavia. Al comienzo de
octubre del 1940, o sea apenas seis meses antes del conflicto con Yugoslavia,
dijo von Heeren al encargado de negocios de la embajada eslovaca en Belgrado
que "Italia tiene sus reivindicaciones territoriales respecto de
Yugoslavia, pero Alemania está apaciguándola, pues desea paz en aquella parte
de Europa. (...) Parece casi paradójico, declaró, pero el hecho es que en
realidad Alemania es un protector de la integridad territorial de Yugoslavia.
(...) Al preguntarle el encargado de negocios sobre cual es su posición frente
al problema del establecimiento de una Croacia independiente, von Heeren
contestó que Alemania consideraba que le convenía más tratar con una Yugoslavia
íntegra que con una desmembrada. Por esta razón Alemania no deseaba ejercer
ninguna prešión ni prestar ayuda al movimiento de croatas de postura radical
cuya meta es un Estado independiente croata."[18]
Dos líneas de
la política exterior italiana
A diferencia de Alemania, la
cual, a excepción de una parte de Eslovenia, no tenía reclamos revanchistas
respecto del territorio yugoslavo, Italia continuamente deseaba conquistar
Dalmacia y reinar sobre el mar Adriático. Paralelamente, Italia vivía con
constante miedo frente a Alemania y estaba obsesionada por el temor de que ésta
pudiera salir al mar Adriático. De un lado deseaba arrebatar Dalmacia a
Yugoslavia, pero simultáneamente quería que Yugoslavia fuera fuerte para que
ambas unidas formasen una valla contra la salida alemana al Adriático. Debido a
estas dos posturas opuestas, existían en su política exterior dos líneas
contrarias que se alternaban según la necesidad: una postura de amistad hacia
Yugoslavia y otra de enfrentamiento. Su actitud respecto del Dr. Ante
Pavelić y sus seguidores ("ustaša"), que se encontraban en
Italia, al igual que respecto de los croatas en general, dependía de cuál de
las dos líneas prevalecía en un momento dado.
Podemos visualizar por lo menos
tres diferentes actitudes de Italia respecto de los "ustaša" y de los
croatas en general: una postura es la ayuda a la lucha croata que deberia
desembocar en un levantamiento revolucionario contra Yugoslavia, la segunda
actitud es el aprovechamiento de esa lucha como factor de presión que induciria
a Yugoslavia a comenzar una política de acercamiento a Italia, mientras que la
tercera actitud consiste en la concreción de un pacto de amistad con
Yugoslavia, acompañado de una persecución simultánea de los "ustaša"
y del Dr. Ante Pavelić, y seguido de una política filoservia. La
culminación de esta política filoservia es el pacto secreto entre Giano y
Stojadinović, según el cual en el caso de un conflicto bélico Yugoslavia
permitiria a Italia ocupar casi toda Dalmacia (desde Sušak hasta algo más al
sur de Split), como así también la zona de Gorski Kotar, todos estos
territorios croatas, mientras que Italia, como recompensa, apoyaría la creación
de una Gran Servia, la cual anexaría el puerto griego de Salónica y una parte
de Albania, permitiéndole así la salida al mar Egeo, viejo sueño de los
expansionistas servios.
Hay varias fuentes que revelan
la existencia de este pacto secreto. Entre otros, el Dr. Vlatko Maček e
Iván Meštrović escriben sobre este pacto en sus memorias. Este último, que
era amigo del príncipe-regente Pablo Karageorgević, supo de la existencia
de este pacto ya en el año 1940, de boca del mismo príncipe Pablo. Este le dijo
a Meštrović que la verdadera causa por la cual se había exigido la
renuncia a Stojadinović, quien era primer ministro de Yugoslavia, fue
justamente este pacto secreto ítalo-yugoslavo. El diplomático alemán von
Hassel, posteriormente uno de los principales implicados en la tentativa de
atentado contra Hitler, habla también de eso en sus memorias. Al referirse a
una conversación que tuvo a principios de noviembre de 1940 con el príncipe
Pablo, menciona que éste le dijo que "se vio obligado a separar a
Stojadinović debido a su actitud hacia los croatas. (...)
Stojadinović era demasiado íntimo con Ciano y el príncipe Pablo considera
que, esencialmente, le cedió a Italia la suerte de Croacia."[19]
Carácter
proservio de la firma del Pacto Tripartito
La mejor prueba de la política
filoservia de las fuerzas del Eje es la firma del Pacto Tripartito por parte de
Yugoslavia. Al firmar ésta su adhesión a dicho pacto, Alemania e Italia
garantizaron que respetarian su soberanía y su integridad territorial y, al
mismo tiempo, mediante una cláusula secreta, le prometieron la salida al mar
Egeo, o sea "la extensión de la soberanía yugoslava sobre la ciudad y el
puerto de Salónica."[20]
Si se toma en cuenta que la
salida al mar Egeo y a Salónica era una antigua aspiración servia, y que además
esto significaba que la costa croata y los puertos croatas perdieran
parcialmente su importancia, mientras que la garantía de la integridad
territorial de Yugoslavia significaba simultáneamente la garantía del
sometimiento croata (pues dificultaba la posibilidad de que Croacia se separara
de Yugoslavia), cabe afirmar que con la firma del Pacto Tripartito los servios
ganaban y nosotros perdíamos, o sea que la firma del Pacto Tripartito fue
realizada en función y en cumplimiento de la política granservia, política de
una afirmación todavía mayor del poder servio dentro de Yugoslavia. Estoy tentado
de creer que justamente aquí hay que buscar la explicación del ataque de
histeria de Hitler, cuando vio que los servios, solamente dos días después de
haber firmado este pacto de notorias ventajas para ellos, hicieron un golpe de
estado, "inspirado" por el dinero proveniente del servicio secreto
inglés, mientras que las masas servias realizaban violentas manifestaciones
antialemanas marchando por las calles de Belgrado, al grito de: "¡Mejor la
guerra que el Pacto!"
Solamente a este ataque de
histeria del maníaco Hitler podemos agradecer su ataque contra Yugoslavia,
hecho que nos ha permitido realizar nuestro propósito: la independencia de
Croacia. La historia es a veces fruto de hechos menos pensados. A los pueblos
oprimidos no se les presenta muy a menudo la oportunidad de liberarse, por lo
cual deben aprovechar toda posibilidad que aparezca. ¿Acaso debían los pueblos
sudamericanos dejar que pasara desaprovechada la gran oportunidad que les
brindaba la historia para realizar sus sueños de libertad y de soberanía, al
atacar Napoleón a España, país que dominaba y explotaba a los pueblos
sudamericanos? Y para los colonos ingleses, que luchaban en América del Norte
por independizarse del yugo inglés, ¿no fue acaso de gran provecho la guerra de
Francia contra Inglaterra?
Hav además otros hechos que
demuestran que la firma del Pacto Tripartito servía a los propósitos del
fortalecimiento del dominio servio y de la consolidación de nuestra cárcel -
Yugoslavia:
El día 29 de noviembre de 1940
tuvo lugar en Berghof una reunión secreta entre Hitler y el ministro de
Relaciones Exteriores yugoslavo, Cincar-Marković, en la cual Hitler trató
de atraer a Yugoslavia lo más que pudo, pensando en conseguir finalmente que
firmara el Pacto Tripartito. En esa oportunidad Hitler "expuso sus planes
sobre la consolidación de Europa y sobre la formación de una coalición mundial
que se extendería desde Yokohama hasta España. Hitler dijo que había llegado el
momento en que cada estado europeo tomara su posición respecto de estos planes.
Hacía poco tiempo que, en Viena, había tenido la oportunidad de hablar
detalladamente con el conde Ciano (...) sobre la consolidación de los Balcanes
(...). Hitler destacó que consideraba importante para Alemania la existencia de
Yugoslavia y que entre el Reich y Yugoslavia no había discordancias políticas
(...). Para mantener el equilibrio de fuerza en los Balcanes, Alemania deseaba
que Yugoslavia fuera fuerte. Luego de exponer largamente las consecuencias
negativas del choque armado entre Italia y Grecia, Hitler dijo que quizás
Alemania debería intervenir a raíz de la situación militar. (...) Sea como
fuere, él le aconsejaba a Yugoslavia 'que rápidamente aproveche la situación
creada, antes que la suerte esté echada'. Subrayó que si la consolidación se realizase
en ese momento, con el consentimiento de su aliado italiano, no sería posible
realizar más cambios en el futuro. 'La ayuda que le está dando a Italia le
otorga el derecho de exigirle esto'. Ahora le era posible persuadir a Italia de
que acepte aquella política hacia Yugoslavia, la que él siempre sostuvo, sin
que le hubiera sido posible hasta ahora conseguir que la aceptase también su
aliado. Pero, gracias a los hechos militares acaecidos en Grecia, ahora se le
abría esta posibilidad. Y cuando Yugoslavia recibiese de parte de Alemania la
garantía de su independencia, podrá estar bien tranquila. (...) La política
respecto de Yugoslavia, acordada conjuntamente entre Alemania e Italia, 'no
podrá cambiarse más incluso si en un futuro no fuera conveniente para Italia'.
(...) Si fuera ahora factible que su aliado, Italia, se obligase a aceptar la
consolidación, ésta estaría asegurada para todos los tiempos"[21].
En otras palabras, la adhesión
de Yugoslavia al Pacto Tripartito, acompañada con una obligación dada por
escrito de parte de Italia y Alemania de que "siempre respetarán la
soberanía y la integridad territorial de Yugoslavia"[22]
permitía a Hitler proteger a Yugoslavia de presentes y futuras pretensiones
italianas. La cárcel croata debería ser perpetua.
Actualmente los servios y los
que apoyan a Yugoslavia tratan de justificar la firma del Pacto Tripartito con
la explicación que se trataba de una medida provisoria cuya única finalidad era
evitar que Yugoslavia entrase en un conflicto bélico con Alemania e Italia, y
que posteriormente, cuando el desarrollo de los acontecimientos bélicos lo
permitiera, Yugoslavia pasaría al lado de los Aliados. Pero, si esta politica
tenía solamente esta finalidad, si de veras era provisoria y si su intención
secreta era pasarse luego al otro bando beligerante, ¿qué fin cumplía la
cláusula secreta que prometía a Yugoslavia la ciudad y el puerto de Salónica?
Es evidente que Yugoslavia podría quedarse con estos territorios solamente en
el caso de la victoria de las fuerzas del Eje, y no si vencieran los Aliados.
En otras palabras: el hecho de que Yugoslavia exigiera, al firmar el Pacto
Tripartito, como parte de su botín a Salónica, prueba que el gobierno yugoslavo
no sólo creía en la victoria del Eje, sino que (por lo menos en el momento de
firmar el Pacto Tripartito) hasta deseaba la victoria final de Italia y de
Alemania.
Razones
"patrióticas" del golpe de estado del 27 de marzo
Hemos visto que la firma del
Pacto Tripartito reportaba beneficios a Yugoslavia y a la corriente dominante
servia, mientras que no podía convenir a los croatas. ¿Cómo entonces explicar
que apenas dos días después de este hecho estallara un golpe de estado, dado
por militares servios, golpe que fue ampliamente apoyado por las masas servias?
No seríamos objetivos si no
reconociéramos la importancia que tuvo el sentimiento antialemán (y no tanto
antinazi) de las masas servias. Esta gente reaccionaba de acuerdo con sus
sentimientos y éstos merecen nuestro respeto. Es que las masas no sabían lo que
realmente había sido firmado el 25 de marzo, ni tampoco conocían las cláusulas
secretas, por lo cual no estaban en condiciones de vislumbrar cuán provechosa
era para los servios la firma de este Pacto.
Es interesante analizar quién
dirigía a estas masas, quién manejaba los hilos de los golpistas, quién azuzó a
esta gente. Es también útil conocer las razones íntimas de aquellos que
manejaban y dirigían los acontecimientos.
Seguramente entre ellos hubo
varios que actuaban siguiendo sus convicciones y posturas politicas. Pero los
hechos nos demuestran que estaban también aquellos cuya actuación no se debió
solamente a razones ideológicas o políticas. Veamos lo que dicen algunos
documentos y testigos, como así también algunos escritores servios, ingleses e
italianos:
"El primer testimonio
pertenece a sir Cecil Parrott, educador del rey Pedro II, que posteriormente
fue embajador británico y profesor de Historia en la Universidad de Lancaster.
El 12 de enero de 1977 dictó una conferencia en BBC-radio III, sobre el tema:
`El ocaso de una dinastía', la dinastía de los Karageorgević. Hablando
sobre el golpe de estado del 27 de marzo, sir Cecil dijo: 'A fines de marzo de
1941 visité mi vieja universidad de Cambridge. Allí, en compañía de mis
antiguos profesores y de sus colegas, tuvimos una conversación sobre el golpe
de estado en Belgrado. Algunos de los docentes presentes manifestaron: `No
fueron los yugoslavos los que realizaron el golpe, sino nosotros'. ¿Quiénes son
`nosotros'?, les pregunté. La respuesta fue: `Nosotros, SOE (Special Operation
Executive), o sea, servicio secreto británico perteneciente al ministerio de
Guerra Psicológica'"[23]
"Según la declaración del
publicista e historiador británico Robert William Seton-Watson, `los británicos
gastaron medio millón de libras esterlinas para financiar la revuelta servia'
"[24]
"En un documento del
archivo oficial británico (F.O. 371-224892) se habla que hacia fines de 1940
hubo una reunión entre representantes del Foreign Office y de SOE, en la cual
se analizaron las acciones contra el Eje a ejecutarse en la parte sur-este de
Europa. Allí se discutió y decidió usar el sistema de sobornos en gran escala
tanto en Yugoslavia como en Bulgaria. Fue globalmente acordada la suma de 5.000
libras mensuales, como ayuda al Partido Agrario Servio, la suma que éste empezó
a recibir ya seis meses antes. Se decidió también subvencionar al Partido
Independiente Demócrata, sin especificar el monto. La organización `Defensa del
pueblo' también fue tomada en cuenta, decidiéndose subvencionarla mediante el mismo
fondo"[25].
"Durante el año 1940 estuvo
muy activa en Belgrado la Sección D (luego llamada SOE), que trataba de
persuadir a los políticos y a los jefes de organizaciones patrióticas,
distribuyendo ayuda monetaria al Partido Agrario Servio, al Partido Independiente
Demócrata y a la organización "Defensa del pueblo". Mantenía
contactos también con los miembros del ala izquierda del Partido Agrario
Búlgaro, que se encontraba en el exilio"[26].
"Las autoridades de
Belgrado trataron de explicar a la población que el gobierno está obligado a
firmar el Pacto Tripartito, dado que Yugoslavia no estaba militarmente
preparada, mientras que Gran Bretaña no estaria en condiciones durante unos
meses de abastecer a Yugoslavia. (...) El embajador británico Campbell pidió a
su gobierno que contestara a esta argumentación a través de emisiones radiales
servio-croatas de la BBC, subrayando que Gran Bretaña había dado y estaba dando
su ayuda a Grecia, y que también Yugoslavia recibiría la ayuda tanto de Gran
Bretaña como también de los Estados Unidos, viniéndole además muy bien el botín
que podría obtener en Albania. Los agentes del Intelligence Service apoyaban
eficazmente esta propaganda, inundando el país con prospectos y volantes
anti-alemanes, abonando así el clima revolucionario. Ellos también daban ayuda
financiera a algunos grupos opositores servios, centrando sus esfuerzos en las
personas que debían realizar el golpe de estado"[27].
"El 21 de marzo se realizó
la histórica reunión del Consejo de la Corona. Tres miembros del gobierno
presentaron sus renuncias por no querer firmar el Pacto. Ellos eran: Branko
Čubrilović, del Partido Agrario Servio, Srdjan Budisavljević,
del Partido Independiente Demócrata (SOE entregaba ayuda monetaria a estos dos
partidos y mantenía estrechas relaciones con ambos ministros dimitentes) como
así también Mihajlo Konstantinović, que no pertenecía a ningún partido y
fue elevado a su cargo gracias al príncipe Pablo; tanto Budisavljević como
Tupanjin (del Partido Agrario Servio, que también estaba en continuo contacto
con la SOE) ejercían sobre Konstantinović una fuerte influencia."[28]
"A mediados de mayo de 1941
la mayor parte del gobierno yugoslavo en el exilio se encontraba en Palestina.
A través de su ministro que se encontraba en la corte británica, el gobierno
yugoslavo expresó su deseo de trasladarse cuanto antes a Londres. (...)
El ministerio de Información
británico se encargó de preparar la lista de todos los yugoslavos, exiliados en
Palestina, con breves datos biográficos. (...) En esta lista los empleados del
Foreign Office al lado de cada nombre escribían sus notas. (...) Sobre Miloš
Tupanjanin escribieron: 'A sueldo del servicio de inteligencia británico, SOE
2'. (F. O. 371-30282)".[29]
"A pesar de que SOE lo
había colmado con sus sobornos, el Estado Mayor (yugoslavo) era muy cauto y
estaba demasiado asustado como para decidirse a actuar (...) El 26 de marzo
informó MacDonald que al frente de la organización que planeaba dar el golpe de
estado se encontraba Simović, y agregó que 'no habrá que esperar más que
unos días'. En realidad, Simović estaba sólo formalmente al frente de la
organización, mientras que el verdadero motor era Mirković, quien postergó
la fecha del golpe para el 27 de marzo.
Al año siguiente, cuando
Mirković ya estaba en el Cercano Oriente, se publicó que él había
declarado que, antes del golpe de estado había sido 'agente británico'. Al oír
esto Campbell (que por entonces era embajador en Washington), comentó:
realmente fue «agente, yo no lo sabía. Pero sabía que mantenía relaciones
confidenciales con el agregado militar de las Fuerzas Aéreas británicas, al
cual dijo que se estaba preparando el golpe de estado, sin revelar nunca
detalles o fechas, por lo cual dudo que haya estado trabajando a sueldo para
alguno de nuestros servicios de información o para otro servicio nuestro.'
"[30]
"Hasta la
última bala"
Los alemanes tenían gran estima
por el ejército yugoslavo. El día anterior al ataque a Yugoslavia, el 5 de
abril de 1941, "Hitler le escribe a Mussolini que está consciente que habrá
que luchar contra un enemigo excepcionalmente valiente y resistente, al cual
además favorecerá la configuración montañosa del terreno."[31]
Algo antes, el 30 de marzo de
1941, el mariscal Walter von Brauchitsoh, jefe del Comando Supremo del Ejército
(OKH), también pensaba que "es de esperar que las tropas yugoslavas se
defenderán con mucho denuedo y que lucharán tenazmente en el terreno, hasta
agotar sus municiones y sus alimentos"[32].
Pero, los alemanes estaban
completamente equivocados, pues el frente sur yugoslavo, donde las tropas
estaban compuestas en su gran mayoría por los servios, fue quebrado ya unos
tres días después del primer ataque alemán (Skoplje, principal ciudad de esa
zona, cayo después de solamente un día y medio), con lo cual la guerra ya podía
darse por concluida. "Según el informe del Comando Supremo alemán, del 9
de abril, con la penetración de las fuerzas armadas alemanas en la llanura de
Skoplje y con el paso del río Vardar, 'las tropas yugoslavas (fueron) separadas
de las tropas griegas e inglesas', por lo cual los especialistas militares
alemanes consideraban que con estos hechos la guerra en Yugoslavia realmente ya
había terminado (`Der Feldzug auf dem Balkan, pp. 43-45)."[33]
A las 9 horas de la mañana del
14 de abril, o sea solamente ocho días después del comienzo de las
hostilidades, el general Simović, Primer Ministro yugoslavo, le entregaba
al general Kalafatović por escrito la orden de pedir "el
armisticio", el cual en realidad se transformó en una capitulación
incondicional. Pero la capitulación pudo ser firmada recién el 17 de abril, a
las 21 horas, debido al caos que reinaba dentro de lo que quedaba del ejército
servio. (Luego del 10 de abril de 1941, fecha de proclamación del Estado
Independiente de Croacia, no se puede hablar más del ejército yugoslavo, sino
del resto del ex ejército yugoslavo o del resto de las tropas servias
pertenecientes a ese ejército. Pero, dado que Alemania emprendió la guerra
contra Yugoslavia y no contra Servia, que entonces no existía, los alemanes, probablemente
por razones formalistas, exigieron que la capitulación incondicional fuera
firmada en el nombre del ejército yugoslavo, que real y legalmente ya no
existía.)
Fulminante
derrota yugoslava - principal objetivo de Hitler
No importando lo que ocurrió
realmente, el hecho es que Hitler estaba convencido de que la lucha con
Yugoslavia duraria bastante tiempo, si es que no se tomaban ciertas medidas.
Hitler, a su vez, quería que la guerra con Yugoslavia fuera realmente
fulminante, con la finalidad que "con esto Alemania asustara
suficientemente a Turquía, lo que luego, durante el ataque a Grecia, tendria
consecuencias favorables"[34].
Asimismo, "era necesario
terminar la guerra en los Balcanes cuanto antes, para poder empezar a tiempo el
ya planeado ataque a la URSS, cuyo comienzo fue previsto para los primeros días
de junio de 1941. Además, el Comando Supremo alemán quería evitar la unión de
las fuerzas yugoslavas, griegas y británicas, para impedir que éstas formen un
nuevo 'Frente de Salónica' que podría impedir el avance alemán y su llegada a
la zona del Mediterráneo"[35].
Todo lo realizado por Hitler en
esos días estaba subordinado a su decisión de terminar cuanto antes el
conflicto bélico con Yugoslavia. Durante esos días no le interesaban mucho los
objetivos politicos, pues su principal objetivo era militar. Así podemos ver
que, para convencer a los húngaros de que ataquen a Yugoslavia, les había
prometido imprudentemente y a la ligera la rica provincia de Banat. Sin
embargo, una vez terminado el conflicto yugoslavo, Hitler no pudo cumplir su
promesa justamente debido a razones políticas, pues a esto se oponían los
rumanos y los 140.000 alemanes que vivían en esa provincia.
Hitler, teniendo en mente su
principal objetivo, una rápida victoria sobre Yugoslavia, ya el 27 de marzo por
la mañana (antes de reunirse con su Consejo de Guerra y antes de avisar sobre
sus planes a Mussolini, su principal aliado, al cual además le había cedido ya
en el año 1936 la supremacía en el Mediterráneo, y por lo tanto en el Adriático,
o sea en la parte costera de Yugoslavia) hace llamar "al embajador de
Hungria, Dome Sztójay, y al de Bulgaria, Pervan Draganov, para comunicarles que
preparaba un ataque fulminante contra Yugoslavia, lo que posibilitaría a sus
paises realizar conquistas territoriales, siempre y cuando participaran de la
guerra"[36].
Por entonces Hitler no tenía en
mente al estado soberano croata, sino que consideraba que Croacia deberia en
realidad pertenecer a Hungría, reconociéndole solamente cierta autonomía. Según
la historiadora yugoslava doctora Fikreta Jelić-Butić, "Hitler
buscaba la solución de la 'autonomía croata' guiado por razones estratégicas,
formando parte de Hungría o por lo menos bajo influencia húngara. Probablemente
vislumbraba en esta solución también la posibilidad de contrarrestar la
expansión italiana"[37].
Desde las 13 hasta las 14 horas
del mismo día tuvo lugar la reunión del Consejo de Guerra Alemán, durante la
cual Hitler expone que "hay que tener en cuenta que, durante el ataque a Yugoslavia
los croatas se pondrán del lado alemán. Habrá que asegurarles un tratamiento
político apropiado (después la autonomía)"[38].
Según se ve, Hitler en ese
momento no supone que Croacia pudiera independizarse, sino solamente considera
que durante el conflicto y para aprovechar los sentimientos antiyugoslavos de
los croatas, habría que darle a éstos un "tratamiento político
apropiado" que desembocaría luego en una "autonomía"
(probablemente dentro de Hungria), todo esto siempre y cuando los croatas apoyasen
durante el conflicto armado a las fuerzas alemanas.
"En cuanto terminó la
reunión del Consejo de Guerra, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas
(OKW/WFSt), siguiendo los lineamientos de la exposición de Hitler, elaboró las
instrucciones para la operación militar contra Yugoslavia. Estas instrucciones
(Weisung) fueron dadas bajo el número 25, por lo cual al ataque contra
Yugoslavia se lo designó como "Operación 25'."[39]
En este plan de acción se dice
entre otras cosas: "Habrá que aumentar la tirantez política dentro de
Yugoslavia haciendo promesas a los croatas"[40].
Según se ve, la intención es
azuzar a los croatas contra Yugoslavia, para debilitar de este modo su defensa,
pero no existe ningún plan sobre la instauración de un Estado croata soberano.
Esto queda todavía más en
evidencia si se analizan las instrucciones sobre la manera de enfocar la
propaganda contra Yugoslavia. Estas instrucciones fueron dadas ya el 28 de
marzo por el jefe del Comando Supremo de las Fuerzas Armadas (OKW), el mariscal
Wilhelm Keitel. En su punto e) se dice: "Es necesario divulgar que el
ejército alemán no viene a los territorios croatas, bosníacos y macedonios como
enemigo. Al contrario: viene para impedir a los chovinistas servios que los
envíen al frente de batalla donde perderian sus vidas inútilmente, en provecho
de los intereses británicos. Pero si, bajo influencia de la propaganda
anglo-servia, también los pueblos no servios presentaran resistencia, el
ejército alemán la quebraria, no importando quiénes y donde resistieran"[41].
Vemos que la finalidad de la
propaganda alemana fue convencer a los pueblos no servios a que no
intervinieran en la lucha. La argumentación usada apuntaba en hacer resaltar el
interés personal mezclando esto con la amenaza, o sea, que no les convenía luchar
pero sí, sin embargo, trataban de hacerlo, que supieran que serían liquidados.
Si, empero, hubiera ya existido la intención de ayudar a los croatas a
independizarse, ¿no hubiera sido más lógico y de mayor efecto usar en la
propaganda este argumento?
Que no se pensaba ni remotamente
en la posibilidad del resurgimiento del Estado croata, puede verse todavía más
claramente en el punto b) de estas instrucciones: "En diferentes partes
ocupadas de Yugoslavia, especialmente en Croacia, podrá permitirse editar los
diarios bajo la censura alemana"[42].
Croacia, por lo tanto, debería
haber sido ocupada (no independiente), pero la intención era someterla a un
trato algo más benigno, porque se pensaba permitir "especialmente en
Croacia" la edición de diarios, claro que sometiéndolos a la censura
alemana (y no croata). Estas instrucciones encajan perfectamente en lo que
Hitler había expuesto un día antes, durante la reunión del Consejo de Guerra, o
sea que a los croatas se les asegurarfa durante las acciones bélicas "un tratamiento
politico apropiado" y "después la autonomía".
Esa misma noche Hitler envía una
carta a Mussolini haciéndole saber que había tomado la decisión de atacar a
Yugoslavia y que ya había propuesto a los embajadores de Bulgaria y de Hungría
que sus países también participen en el ataque. "Porque, Duce —escribe
Hitler— sin la ayuda de Hungría y de Bulgaria no podremos operar con la
velocidad que podrían exigir los acontecimientos"[43].
Mussolini contestó en seguida a
Hitler, siendo especialmente interesaste el siguiente párrafo de su carta:
"Amén de la colaboración búlgara y, especialmente, húngara —escribe
textualmente Mussolini— hay que tener en cuenta las tendencias separatistas de
los croatas, a las cuales representa el Dr. Pavelić"[44].
O sea que recién Mussolini le
hace ver a Hitler la importancia de los croatas. Sin embargo, tampoco Mussolini
menciona la independencia de Croacia, sino que solamente subraya que para que
la guerra contra Yugoslavia termine cuanto antes hay que tomar en cuenta,
además de los húngaros y de los búlgaros, también a los croatas.
Al día siguiente (el 28 de
marzo) el embajador húngaro Sztójay, luego que Hitler le volviera a ofrecer
Croacia, "responde a Hitler, que Hungría no tiene pretensiones sobre
Croacia y que no desea recibir a este país dentro de sus límites"[45],
a lo que Hitler insiste en "que se puede encontrar una solución, que
podría consistir, por ejemplo, en que Croacia tenga en Hungría un apoyo
amistoso y de tipo económico'[46].
Recién el 31 de marzo, o sea
cuatro días después de haber Hitler decidido atacar a Yugoslavia y luego de
haber Mussolini avisado a Hitler sobre la importancia de los croatas, habiendo
a su vez los húngaros rechazado la idea de que Croacia entrase a formar parte
de Hungria, como un territorio autónomo, "puede verse por primera vez más
claramente la opinión alemana respecto de la idea de una `Croacia
independiente"[47].
Ese día el ministro von
Ribbentrop envía un telegrama al cónsul alemán en Zagreb, en el cual le hace
saber al Dr. Maček, que en caso del derrumbe de Yugoslavia, Alemania tiene
en vista una Croacia independiente[48].
Pero, ¿qué había que
sobreentender como independiente? Esto no lo ve claramente ni el mismo Hitler,
quien seis días después, el 6 de abril, imparte sus directivas sobre la
posterior organización del territorio yugoslavo, entre las cuales podemos
encontrar que: "Croacia será un estado independiente, probablemente bajo
influencia húngara"[49].
"La zona costera en la
parte norte-occidental de Yugoslavia, Dalmacia y Montenegro pertenecerán a
Italia"[50].
Recién más de dos días después
de haber los croatas proclamado (el 10 de abril por la tarde) su Estado
independiente, podemos encontrar en las "Instrucciones provisorias sobre
la repartición de Yugoslavia", elaboradas en la noche del 12 al 13 de
abril, en el Art. 6, que "dentro de los límites étnicos, Croacia será un
estado independiente", y que además "Alemania no se inmiscuirá en sus
relaciones políticas internas"[51].
Pero, sin embargo, el Art. 7 de
estas instrucciones dice que Bosnia (e implícitamente tampoco Dalmacia) no
pertenece a Croacia, sino que sobre su futuro status politico decidirá Italia[52].
Es, por lo tanto, evidente que
cuando Hitler habla de Croacia, entiende bajo este nombre solamente "el
histórico Reino de Croacia y Eslavonia, antaño parte constitutiva de la
monarquía austro-húngara"[53].
Tres
falsificaciones de historiadores yugoslavos
Es de suma importancia
determinar con la mayor exactitud posible la fecha en la cual fueron concebidas
las "Instrucciones provisorias". Es que, si fueron formuladas después
de la proclamación del Estado Independiente de Croacia, serían una prueba de
que éste fue proclamado e instaurado gracias a la lucha croata y que Hitler
solamente reconoció los hechos consumados. Pero si estas "Instrucciones
provisorias" fueron previas a la proclamación de la independencia de
Croacia, podria este hecho servir a los enemigos de la causa croata para
sostener su tesis de que el Estado Independiente de Croacia fue una creación
alemana.
De lo anterior somos conscientes
no solamente nosotros, los croatas, sino también aquellos que ponen su pluma al
servicio de nuestro opresor. Es útil ver hasta qué extremo pueden llegar
algunos "historiadores" oficiales yugoslavos.
Así el Dr. Ferdo
Čulinović, renombrado historiador y profesor universitario en
Yugoslavia, en su libro "Yugoslavia entre dos guerras", editado en
Yugoslavia en el año 1961, escribe que Hitler dio las "Instrucciones
provisorias" "todavía antes de atacar a Yugoslavia"[54],
o sea antes del 6 de abril de 1941. Y para que los lectores no descubran tan
burda mentira, el autor no menciona la fecha de estas instrucciones (que fue el
12 de abril de 1941, o sea, seis días después del ataque alemán).
Al Dr. Čulinović le
molesta especialmente que en estas instrucciones podamos leer que los alemanes
no se inmiscuirán en las relaciones políticas internas del Estado croata, por
lo cual él caracteriza a esta instrucción como muestra de 'hipocresía de la
cúpula del Tercer Reich"[55].
Pero el Dr. Čulinović
sabe perfectamente que estas instrucciones no han sido dirigidas a los croatas,
ni escritas para el consumo de la opinión pública, sino que fueron dedicadas a
los comandantes superiores del ejército alemán, con el rótulo de "Muy
secreto"; él sabe que fueron preparadas y firmadas por el jefe del Comando
Supremo de las Fuerzas Armadas alemanas (OKW), el general Keitel, quien para su
elaboración siguió las directivas impartidas por Hitler. No se trata, pues, de
una declaración con fines propagandísticos, sino de instrucciones oficiales de
un alto jefe militar alemán, dirigidas a sus subordinados, también jefes de
alto rango militar.
Otro "historiador
imparcial" yugoslavo, el general Velimir Terzić, fue mucho más
"contundente". El general Terzić no entra en sutiles
disquisiciones y cavilaciones sobre la "hipocresía". En lugar de
esto, en la página 549 del segundo torno de su voluminosa obra "Derrumbe
del Reino de Yugoslavia en 1941", podemos encontrar el texto completo de
las "Instrucciones provisorias", en las cuales, empero, Terzić
omite la instrucción relativa a no inmiscuirse en las relaciones de política
interna del Estado croata, omisión que representa una evidente falsificación.
Es interesante analizar porqué
tanto el Dr. Čulinović como el general Terzić tratan de
menoscabar o directamente no mencionar esta instrucción. Sería, por supuesto,
ridículo afirmar o tratar de demostrar mediante esta instrucción que realmente
los alemanes no tenían ingerencia en los asuntos políticos internos del Estado
Independiente de Croacia. Sin embargo, esa instrucción demuestra qué es lo que
Hitler y los alemanes pensaban en un dado momento, en el momento de la
proclamación del Estado Independiente de Croacia, como así también qué tipo de
estado estaban dispuestos a reconocer. Es evidente que pensaban en un estado
con plena soberanía y que en ese momento no pensaban inmiscuirse en sus
problemas internos. No es el tema de este estudio analizar los hechos
posteriores que distaban mucho de lo expuesto en las "Instrucciones
provisorias". Aquí simplemente queremos subrayar que existió un gran
cambio del pensamiento de Hitler, que concibía el 27 de marzo de 1941 a Croacia
como un territorio autónomo dentro de Hungria, y que el 6 de abril de 1941, el
día del ataque a Yugoslavia, consideraba ya que Croacia debería ser un estado
independiente, pero todavía creía que debería estar "bajo influencia
húngara", para cambiar bruscamente el 12 de abril de 1941 llegando a
considerar que Croacia debía ser un "estado independiente" en cuyas
relaciones políticas internas Alemania no debería inmiscuirse. Es evidente que
los hechos que se habían empezado a desarrollar ya el 6 de abril, o sea el
desarrollo de la revolución croata, cuya culminación era la proclamación de la
independencia de Croacia, realizada el 10 de abril de 1941, han tenido gran
impacto sobre la opinión y la actitud de Hitler y de Alemania.
Pero, volvamos al general
Terzić. Parece que él consideró que no era suficiente para un
"buen" historiador yugoslavo falsificar solamente un documento
relacionado con la proclamación del Estado Independiente de Croacia. Así, en
las páginas 722-723 del mismo tomo de su obra podemos leer: "El Estado
Independiente de Croacia fue creado por la decisión del Comando Supremo alemán,
o sea por la decisión del ejército alemán, cuyo deber era concretar esta
decisión. Esto lo confirma también el comandante del Segundo Ejército alemán,
el mariscal Weichs, quien el 4 de abril formuló así la orden a sus tropas: `El
Führer dio la orden de establecer el nuevo estado de Croacia, que permanecerá
en relación amistosa con Alemania'." Desgraciadamente para él, Terzić
se olvidó por completo que en el mismo torno de su libro, en las páginas 58-60,
había publidado el texto completo de la mencionada orden del comandante del
Segundo Ejército, expedida el 4 de abril. Pero en este texto no aparece la cita
que Terzić publica en las páginas 722-723. Esta "Orden sobre las
Operaciones", según puede desprenderse ya de su título, es solamente de
índole militar, a excepción del Art. 1 que dice textualmente: "A raíz del
cambio de la situación política en los Balcanes, producida luego del golpe de
estado que dieron los militares en Yugoslavia, hay que considerar también a
Yugoslavia como nuestro enemigo, aunque haya declarado su lealtad. El Führer y
Jefe Supremo ha decidido que a Yugoslavia hay que destruirla lo más pronto
posible. Esta operación se designará con el nombre clave 'Operación 25'."
Según podemos ver, aquí no se habla de "establecer el nuevo estado de
Croacia", como lo afirma Terzić, sino que se habla de destruir (o sea
derrotar o aniquilar) militarmente y lo más pronto posible al ejército
yugoslavo. Pero, ¿cuántos lectores podrán recordar, al leer la página 722, lo
que está escrito en la página 58?
"Instrucciones
provisorias": ¿causa o consecuencia de la revolución croata?
Trataremos ahora de analizar en
qué momento fueron redactadas las "Instrucciones provisorias",
especialmente su Art. 6 que se refiere a Croacia. En ellas se afirma
explícitamente que se basan en las instrucciones de Hitler del 3 de abril de
1941, las que son anteriores al 10 de abril, fecha de la proclamación del
Estado Independiente de Croacia. Debido a esto, una parte de ellas es
simplemente una formulación nueva y más completa de las anteriores
instrucciones de Hitler. Si esto ocurriera también con el Art. 6, relativo a
Croacia, no importaría en absoluto si la fecha cuando fueron formuladas fuera
anterior o posterior a la proclamación de la independencia croata. Pero en las
anteriores instrucciones de Hitler ("Instrucción N 26" del 3 de abril
de 1941) no se menciona en absoluto al futuro Estado croata ni se discute la
problemática croata. Ni siquiera se menciona el nombre de Croacia y solamente
se habla implícitamente de los territorios croatas en el Art. 5, donde figura
que "El Segundo Ejército italiano emprenderá sus movimientos recién cuando
empiece a manifestarse el ataque del 2 Ejército alemán y del XXXI grupo móvil
del Cuerpo de Ejército. En esta meta puede volverse imperioso que el ataque se
deba realizar en una dirección más hacia el sur que hacia el sureste.
(...)"[56].
Debemos, por lo tanto, llegar a
la conclusión que en lo que a Croacia se refiere las "Instrucciones
provisorias" del 12 de abril no tienen ninguna relación con las anteriores
instrucciones del 3 de abril de 1941, ni derivan de ellas.
A la luz de los documentos
oficiales, hoy en día accesibles al público, es posible determinar no solamente
la fecha sino hasta la hora en la cual fueron redactadas las
"Instrucciones provisorias". Para esto debemos basamos en dos
artículos de las mismas, que son los artículos 1 y 6.
Según el Art. 1, "El Führer
del Reich se pondrá de acuerdo por escrito con Duce sobre la cesión de los
territorios que ya han sido ocupados por las tropas italianas"[57]
y los cuales deberían pertenecer a Alemania. Se trataba de una parte de
Eslovenia, que pretendía Alemania, mientras que la otra parte la pretendía
Italia. Pero estos territorios fueron ocupados por las tropas italianas recién
el 12 de abril de 1941 por la tarde, pues ese día "a las 18,20 hs. el jefe
del Estado Mayor del 2 Ejército (alemán) informó telefónicamente al jefe de
distrito (Gauleiter) en Graz, que los italianos habían ocupado una parte de la
zona prevista para ser anexada a la Carintia meridional"[58],
de lo que se desprende que las "Instrucciones provisorias" no podían
haber sido formuladas antes de las 18,20 hs. del 12 de abril de 1941.
El Art. 6 permite determinar con
mayor exactitud todavía, cuándo fueron formuladas las "Instrucciones
provisorias". El punto clave está en aquella parte de dicho artículo en la
cual se da la instrucción que los alemanes no deberán inmiscuirse en las
relaciones políticas internas del Estado de Croacia. Debemos preguntarnos cuál
habrá sido la razón para que este tema haya sido incluido en las
"Instrucciones provisorias", dirigidas a los comandantes superiores
alemanes, pues debería haber sido suficiente que contuvieran esa parte del Art.
6 que decía que "dentro de los límites étnicos Croacia será un estado
independiente". Pero, si se agregó además la instrucción sobre la no injerencia,
a simple vista innecesaria, significa que debía haber existido una razón
valedera para su formulación. Y la razón, efectivamente, existió.
Según se desprende de los
documentos oficiales alemanes, Slavko Kvaternik, revolucionario croata que el 10
de abril de 1941 proclamó, en nombre del Dr. Ante Pavelić, el Estado
Independiente de Croacia, pidió el 12 de abril al gobierno alemán el
reconocimiento diplomático del nuevo Estado[59].
El pedido de reconocimiento fue
cursado por medio del Comando Supremo del 2 Ejército alemán. Eso le dio pie al
mismo para pedir a través del Comando Superior de las Fuerzas Armadas (OKW)
alemanas aclaración al ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania sobre
quién deberia ser considerado jefe croata, Pavelić o Kvaternik[60],
La pregunta llegó al ministerio
de Relaciones Exteriores a las 20,45 horas del 12 de abril de 1941 [61],
pero el ministerio no tenía instrucciones y no sabía qué responder. Recién
alrededor de las 22 hs.[62]
de la misma noche recibió el ministerio de Relaciones Exteriores respuesta
telefónica de Hitler, enviada por intermedio del jefe del Estado Mayor de las
Fuerzas Armadas (OKW), general Alfred Jodl. La respuesta textual de Hitler fue:
"No hay que inmiscuirse en absoluto en las relaciones internas de Croacia.
Que los croatas elijan como su jefe a quien quieran"[63].
Si las "Instrucciones
provisorias", especialmente la instrucción sobre la no injerencia alemana,
ya hubieran sido formuladas, no hubiera sido necesario esperar hasta las 22 hs.
para dar la respuesta, lo que significa que esa instrucción se incluyó recién
entre las 20,45 hs. y las 22 hs. del 12 de abril de 1941, a raíz de la pregunta
del Comando Supremo del 2 Ejército alemán.
Esto se desprende además de la
similitud entre la respuesta de Hitler y esa frase del Art. 6, como así también
del hecho de que ambas formulaciones pertenecían a la esfera de OKW y que ambas
instrucciones habían sido dirigidas a los comandos superiores alemanes, para su
mejor proceder.
Concluyendo: por lo menos la
instrucción que explica cómo será el Estado croata, o sea, que los alemanes no
se inmiscuirán en sus relaciones polticas internas, fue formulada más de dos
días (exactamente entre 53 a 54 horas) después de la proclamación del Estado
Independiente de Croacia. Luego: la proclamación de la independencia croata no
fue la consecuencia sino la causa de tal formulación del Art. 6 de las
"Instrucciones provisorias".
Coincidencias
entre intereses croatas y húngaros
Según ya fue expuesto, el 27 de
marzo de 1941, Hitler no planeaba reconocer a los croatas el derecho de tener
un Estado soberano. Sus planes eran bien diferentes. ¿Cómo, pues, acaeció que
pese a ello haya reconocido al Estado Independiente de Croacia„ proclamado por
los croatas?
Las causas fueron varias, pero
todas obedecen a una gran verdad: la política internacional se rige solamente
por los intereses comunes. El Estado Independiente de Croacia fue proclamado e
instaurado gracias a la lucha y al esfuerzo de los croatas, pero fue reconocido
por Alemania e Italia a raíz de que en ese momento coincidieron los intereses
croatas no solamente con los de Alemania e Italia, sino además con los de
Hungría. Sin embargo, entre los que analizaron esos acontecimientos no se le
dio suficiente importancia a la incidencia de los intereses húngaros, que fue,
a mi parecer, fundamental.
Según vimos anteriormente,
Hitler trataba por todos los medios de convencer a los húngaros de que atacasen
a Yugoslavia, prometiéndoles concesiones territoriales. Pero Hungría y
Yugoslavia habían firmado solamente cuatro meses antes un pacto de eterna
amistad, por lo cual le resultaba muy engorroso a Hungría actuar en contra de
ese pacto. A Hungria, deseosa de adquirir nuevos territorios, no le quedaba
otra solución que buscar algún pretexto para poder atacar a Yugoslavia. En su
reunión del 1 de abril de 1941, el gabinete húngaro decidió atacar a Yugoslavia
y que como pretexto tomarían la probable secesión de Croacia, arguyendo que con
esto Yugoslavia ya dejó de existir, habiéndose así extinguido el pacto de amistad
entre Yugoslavia y Hungría. Pero dos días después de la reunión de gabinete, el
conde Teleki, presidente del gobierno húngaro, se suicida. La causa fue su
remordimiento por no haberse opuesto más firmemente a la decisión de atacar a
Yugoslavia. Es que Teleki había recibido desde Londres un telegrama en el cual
se le avisaba que un personaje que ocupaba un alto cargo inglés había
manifestado que el buen nombre húngaro quedaria completamente manchado si
Hungría se volviera cómplice de Alemania atacando a Yugoslavia. A raíz de todo
esto Teleki se pegó un tiro, dejando una carta dirigida al Regente Horthy donde
le decía que había decidido suicidarse pues "su conciencia y su honor se
oponían al proceder que justamente estaba por adoptar el gobierno húngaro"[64].
Luego de este desenlace tan
trágico y que tuvo gran repercusión, a Hungría le resultaba todavía más difícil
atacar a Yugoslavia. Por eso, apenas ocurrido el suicidio (el 3 de abril de
1941), el Regente Horthy envió "a Hitler una carta explicándole lo ocurrido
y la dificultad que el hecho representa para Hungría. Del contenido de la carta
se desprende, que la actitud de Croacia durante el conflicto bélico podría
aligerar muchísimo la postura húngara"[65].
Es que en la carta Horthy
escribe a Hitler que en la reunión del gabinete húngaro todos "compartían
la opinión que, luego de penetrar las tropas alemanas, probablemente Croacia se
separaría del estado yugoslavo, con lo cual (en realidad) el Reino de
Yugoslavia dejaría de existir (para Hungría) como otra parte firmante del
tratado"[66].
Los húngaros, buenos conocedores
de los croatas, sabían bien que éstos aprovecharían la oportunidad del ataque
alemán contra Yugoslavia para sublevarse y proclamar su Estado independiente.
Pero sabían también cuál era el pensamiento de Hitler, pues éste se lo había
manifestado al embajador húngaro Döme Sztójay siete días antes. Sabían, por lo
tanto, que Hitler no pensaba en la independencia croata. Es por esto que la
carta de Horthy a Hitler no era más que una propuesta velada de Hungría para
que Alemania reconozca el futuro Estado croata, una vez que los croatas lo
proclamen, pudiendo de esta manera justificar Hungría su ataque al territorio
yugoslavo. Los húngaros siguieron insistiendo con esta idea y así, ya al día
siguiente, el embajador húngaro en Alemania hace una visita al ministerio de
Relaciones Exteriores alemán donde se entrevista con el secretario del estado
von Weizsacker. "También en esta ocasión se menciona a Croacia, indicando
el embajador húngaro, que la proclamación de la independencia de Croacia podría
ser un motivo para que comience el ataque húngaro contra Yugoslavia"[67].
El 9 de abril, solamente un día
antes de la proclamación de la independencia croata y fires días después de
haber empezado el ataque alemán contra Yugoslavia, aún no había señales del
inminente ataque húngaro. Por el contrario, en un comunicado húngaro podemos
leer: "Hungría no tiene otro propósito que el de tratar que la guerra
tenga lugar lo más lejos posible del territorio húngaro"[68].
Pero solamente unas pocas horas
después de la proclamación de la independencia croata, o sea, el 10 de abril,
"a las 21.00 hs. el oficial húngaro de enlace informó (al 2 Ejército
alemán, N. del A.) que Hungría tiene la intención de avanzar con una brigada
hacia la ciudad de Osijek"[69].
Y ya la misma noche del 10 de
abril, Horthy dirige una proclama al pueblo y al ejército húngaro, expresando:
"Con el nacimiento del Estado croata independiente y soberano, Yugoslavia
dejó de existir, dividiéndose en sus partes constitutivas. De esto surge
simultáneamente el deber que nos obliga a tomar nuevamente en nuestras manos el
destino de los territorios sustraídos a Hungría en el año 1918, y además
asegurar la situación de la población húngara que allí habita"[70].
Efectivamente, al día siguiente,
"en la madrugada del 11 de abril las unidades del 'Ejército meridional'
húngaro (4 y 5 cuerpo de infantería y el 1er. cuerpo de caballería motorizada)
han empezado su avance (...)"[71].
Pero, ¿cómo justificar el ataque
húngaro sin el reconocimiento alemán del Estado Independiente de Croacia? ¿Qué
actitud podría tomar Alemania frente al inmediato reconocimiento de la
independencia croata, efectuado por Horthy en su proclama del 10 de abril?
El peso de estos argumentos y el
papel importante que jugaron en la decisión alemana de reconocer a la
independencia croata, puede vislumbrarse en la misiva de Ribbentrop, ministro
alemán de Relaciones Exteriores, enviada el 14 de abril de 1941 a Mussolini.
Allí Ribbentrop expone que Hitler y él consideran que había llegado el momento
de reconocer al Estado Independiente de Croacia y que esta decisión se basaba
en dos razones: una era "que este reconocimiento persuadiría hasta al
último soldado croata a dejar de usar las armas"[72]
contra las tropas alemanas e italianas, y la otra razón era que los húngaros
habían tomado la proclamación del Estado Independiente de Croacia "como
una justificación de su avance sobre el territorio yugoslavo, considerando que
ya no existía el Estado yugoslavo como tal"[73].
El porqué del
reconocimiento alemán
Analizaremos ahora cómo es que
llegaron a coincidir los intereses alemanes con los croatas y cuál fue la causa
por la cual se adaptaron a las posturas croatas.
Empecemos por preguntarnos,
cuáles fueron los objetivos de Hitler al atacar a Yugoslavia. Sabiendo que
Yugoslavia era en realidad un pequeño imperio servio y que el golpe de estado
era obra exclusiva de los servios, Hitler decidió castigarlos destruyendo su
pequeño imperio, o sea a Yugoslavia. Quería, además, que antes de su ya planeado
ataque a la Unión Soviética la situación en los Balcanes quedara completamente
clara. Finalmente quería que el conflicto con Yugoslavia fuera lo más breve
posible, fulminante.
Sabía cómo desmembrar a
Yugoslavia y qué hacer con sus territorios, pero su único problema era Croacia.
Como austríaco, no podía olvidar sus recuerdos provenientes de la ex
Austro-Hungría. Esa fue la causa por la cual consideraba que el territorio
croata no existía como una unidad, sino que se trataba (como lo fue en Austro-Hungría)
de tres territorios diferentes: Dalmacia, Bosnia-Herzegovina y
Croacia-Eslavonia. Las dos primeras provincias croatas pensaba entregarlas a
Italia y la tercera quena verla dentro de Hungría, acaso para contrarrestar así
la tendencia expansionista italiana, según lo supone la historiadora yugoslava
Dra. Fikreta Jelić-Butić.
Pero cuando los húngaron
rechazaron incluir a Croacia dentro de su Estado y le explicaron además a
Hitler que el restablecimiento de una Croacia independiente justificaría el
ataque húngaro contra Yugoslavia; cuando Hitler además vio que a raíz de la
acción revolucionaria croata se esfumaba el ejército yugoslavo, que él (como
austríaco y recordándose de la Primera Guerra Mundial) no solamente respetaba
sino hasta temía un poco; cuando vio que sus tropas entraban en el territorio
croata casi sin luchar, que alli por doquier encontraban ya instaladas a las
autoridades croatas y al régimen revolucionario; cuando se dio cuenta que el
reconocimiento del Estado Independiente de Croacia posibilitaba a Hungría
justificar su ataque a Yugoslavia y que además obtenía que hasta el último
soldado croata dejara de empuñar sus armas contra los alemanes, Hitler aceptó
como solución el Estado Independiente de Croacia.
Pero, si no hubiera sido por el
proceso revolucionario croata, que empezó el mismo 6 de abril, día del ataque
alemán a Yugoslavia, para dar su primer fruto importante ya el 7 de abril, al
rebelarse el 108 regimiento de infanteria y al conquistar el 8 de abril la
ciudad de Bjelovar proclamando alli el mismo día por la tarde por primera vez
el Estado Independiente de Croacia; si este proceso revolucionario no hubiese
prácticamente destruido, sin la intervención de las tropas alemanas, el frente
septentrional yugoslavo; si la proclamación del Estado Independiente de Croacia
efectuada el día 10 de abril en Zagreb, capital de Croacia, no hubiera
provocado inmediata reacción en toda Croacia; si la chispa revolucionaria no se
hubiera transformado rápidamente en una indomable llama revolucionaria, que
devoraba al ejército yugoslavo y a Yugoslavia, es difícil saber si Hitler
hubiera reconocido al Estado Independiente de Croacia, o si la proclama de
Kvaternik no hubiera sido solamente un episodio aprovechado por los artífices
de la guerra psicológica alemana en su lucha contra la moral de las tropas
yugoslavas.
Amén de todo lo expuesto,
existía todavía un argumento más en favor del reconocimiento del Estado
Independiente de Croacia, o sea otra coincidencia de los intereses alemanes con
los croatas: Hitler preparaba su ataque contra la Unión Soviética, por lo cual
necesitaba poder disponer de la mayor parte de sus tropas. Debido a esto
deseaba mantener en los territorios de la ex Yugoslavia la menor cantidad de
sus tropas. Sabía que debía mantener militarmente ocupada a Servia, pero
prefería evitar lo mismo en el territorio croata por lo cual le convenía más
una Croacia independiente que una militarmente ocupada. Si igualmente tuvo que
mantener sus tropas en el territorio croata, la culpa fue de los italianos: En
la reunión entre el canciller alemán y el italiano, mantenida en Viena el 21 y
el 22 de abril de 1941, Ribbentrop le había manifestado a Ciano que los
alemanes pensaban retirar lo antes posible sus tropas del territorio croata.
Pero, al responderle Ciano que en cuanto esto ocurriera enviarían ellos sus
tropas a ese territorio, los alemanes cambiaron de opinión y al día siguiente
Ribbentrop le participó a Ciano que Hitler había decidido mantener sus tropas
en el territorio croata[74],
probablemente para preservar sus intereses frente a las pretensiones italianas.
El
reconocimiento italiano
También los italianos tuvieron
sus razones y sus intereses en reconocer al Estado Independiente de Croacia.
La politica italiana fue
continuamente contraria al Estado Independiente de Croacia y a esa politica
cabe atribuir prácticamente todos los males posteriores, incluso la guerrilla
de Tito que sin ayuda italiana (directa e indirecta) no hubiera podido
subsistir y que encontraba siempre en el territorio ocupado por las tropas
italianas su refugio, al escaparse de la persecución alemana y/o croata. No es
el tema de este trabajo, por lo cual no vamos a demostrarlo, pero sí
consideramos necesario afirmar, que a Italia le debemos en buena parte incluso
la pérdida de nuestra independencia, pues ella fue la que creó y ayudó al
crecimiento de nuestros problemas internos, que finalmente se volvieron
incontrolables.
El primer golpe, casi mortal,
infligido por Italia al joven Estado croata, fueron "los Acuerdos de
Venecia", un conjunto de acuerdos impuestos a Croacia por Italia que entre
otras cosas significaban la pérdida de Dalmacia y de casi todo el litoral
adriático. Los enemigos de los croatas y de la lucha libertadora croata culpan
al Estado Independiente de Croacia y lo proclaman traidor, imputándole que
"vendió" a Dalmacia. Pero en ese tiempo los italianos podían poseer a
Dalmacia sin reconocimiento del Estado Independiente de Croacia. Hitler les
había cedido la primacía sobre el Mediterráneo ya en el año 1936, lo cual implicaba
que también el Adriático (y Dalmacia) entraban en su zona de influencia. En
varias oportunidades Hitler les dio a entender a los italianos que tenían las
manos libres respecto de Dalmacia. Hemos visto ya que en todos sus planes de
guerra, a partir del 27 de marzo de 1941 en adelante, él consideraba que
Dalmacia deberia pertenecer a Italia. Además, Italia había ocupado militarmente
Dalmacia, mientras que el ejército croata por esos días aún no existía. ¿Quién
y cómo podría, entonces, impedir a Italia anexar Dalmacia? ¿No hubiera sido,
acaso, lo mismo para Italia reconocer o no al Estado Independiente de Croacia,
si ya de cualquier manera tenía asegurada a Dalmacia como su botín?
Efectivamente, en cuanto a
Dalmacia, Italia no tenía ninguna necesidad de reconocer al Estado
Independiente de Croacia, y hasta hubiera sido para ella más conveniente no
reconocerlo. Pero, si no fuera reconocido, ¿a quién le pertenecería ese
territorio? Los húngaros lo único que les interesaba era obtener la salida al
Adriático (o sea, justo lo que los italianos no querían darles ni a ellos ni a
nadie). Luego, los únicos que podrían quedarse con ese territorio hubieran sido
los alemanes. Es que éstos de ninguna manera hubieran permitido que cayera en
manos italianas, dado que los alemanes ya durante la existencia de Yugoslavia
obtenían de ese territorio materias primas, muchas de suma importancia para su
industria bélica. Además sus comunicaciones, militarmente muy importantes,
pasaban también por ese territorio, por lo cual no hubieran permitido que sea
italiano. Ya hemos visto que algunos historiadores yugoslavos suponen que
Hitler ofrecía a Hungría los territorios croatas justamente para evitar que
cayesen en manos italianas.
A su vez, los italianos tenían
un miedo casi pánico de que los alemanes pudieran llegar al Adriático, o muy
cerca. Preferían al mismo diablo, preferían incluso al Estado Independiente de
Croacia, que a una Alemania.
Es debido a esto que Italia
reconoció a Croacia, aunque los hechos posteriores demostraron que fue nuestra
gran enemiga.
¿A quién se debe la instauración
del Estado Independiente de Croacia?
Según hemos visto, en base a los
documentos publicados, el Estado Independiente de Croacia no fue el fruto de la
decisión, el deseo o la actuación de los fascistas italianos o de los nazis
alemanes, sino que fue el resultado de la larga lucha del pueblo croata, lucha
que conocía todo el mundo, pero a la cual nadie quiso prestar ayuda. En un
momento histórico, en nuestro territorio se entrecruzaron cuatro intereses: el
croata, el alemán, el italiano y el húngaro. Estos intereses no eran iguales
sino bien diferentes, pero en algo coincidían. Coincidían en aquel momento en
reconocer al Estado Independiente de Croacia como solución territorial.
Solamente a esto se debe que el Estado croata, surgido gracias a la lucha de su
pueblo, fuera reconocido como tal.
Vladimir
Stanković, Zagreb
INTRODUCCION
El título de esta exposición en su
formulación es idéntico al título del digesto "La Iglesia Católica y los
Croatas fuera de su patria", que fuera editado en 1980 con motivo del 10
aniversario del documento pontificio "De pastorali migratorum cura" y
la fundación del Consejo de la Conferencia Episcopal de Yugoslavia para las
Migraciones Croatas (1969-1979) por el citado Consejo. Como fui el director
responsable de dicho libro, en este informe me fundaré principalmente en el
mencionado digesto (agregando naturalmente datos más recientes), cuya aparición
despertó gran interés tanto en el plano interno como en el externo, cosa que
puede concluirse del hecho que en sólo siete meses fueron arrebatados los 4.500
ejemplares de la edición. Siendo el tema tan amplio y el material reunido más
que inmenso, no pude detenerme citando libros y artículos sino opté por hacer
un compendio de la más importante literatura que utilicé en la elaboración de
este informe.
Dicho informe subdividí en cinco
capítulos; 1. Exposición general de los documentos de la Iglesia Católica que
regulan la cura pastoral entre los migrantes católicos; 2. Comienzos de la
organizada cura pastoral croata en el exterior; 3. Las parroquias y misiones
croatas en el exterior hoy en día; 4. Administración de la cura pastoral en el
exterior, y 5. Algunos problemas y perspectivas.
I. LA IGLESIA CATOLICA Y LAS
MIGRACIONES.
PRINCIPALES DOCUMENTOS
El Consejo Pastoral Pontificio
para los Migrantes y Turistas editó en otoño (boreal) de 1985 un libro con el
título "Chiesa e mobilitá umana", que contiene documentos de la Santa
Sede del año 1883 hasta el año 1983 acerca de cuestiones migratorias. Son
muchos esos documentos y no podemos tratarlos en este trabajo en detalle, sino
brevemente analizar siete de ellos anás recientes. Son éstos: 1) La constitución
apostólica "Exsul familia"; 2) El motuproprio "Pastorali
migratorum cura"; 3) La instrucción "De pastorali migratorum
cura"; 4) El motuproprio "Apostolicae caritatis"; 5) La carta
dirigida a las conferencias episcopales "Chiesa e mobilita umana";6)
La encíclica' "Laborem Exercens", y 7) El nuevo "Código de
Derecho Canónico".
1. La constitución apostólica
"Exsul Familia"
Esta es la Carta Magna de la
cura pastoral de los emigrantes, documento fundamental de extraordinaria
importancia para la historia de los migrantes católicos. Fue publicada el 19 de
agosto de 1952. En ella se pueden apreciar muchos detalles de lo realizado en
el pasado por la Iglesia para los migrantes, especialmente en los dos últimos
siglos. Se citan allí nombres ilustres, asociaciones laicas y religiosas y
muchas actividades y documentos de ciertos pontífices. En cuanto a las normas,
allí se dice: "Era necesario exponer en una colección sistemática las
leyes anteriores que deben ser adaptadas a las circunstancias actuales de lugar
y tiempo, y otras anuladas, modificadas o completadas de suerte de poder de
esta manera velar más adecuadamente por todas las clases de inmigrantes y
emigrantes". La constitución destaca: hay que velar por los migrantes por
medio de una cura pastoral específica, con sacerdotes de un mismo idioma, a
quienes hay que elegir y preparar adecuadamente, hay que crear estructuras
eclesiásticas para la cura pastoral general, como lo son las parroquias
personales y misiones pastorales, que se equiiparan a las parroquias. Toda esta
labor debe realizarse de acuerdo con instrucciones del obispo diocesano y con
el derecho general.
2. El motuproprio
"Pastoralis Migratorum Cura"
Lo promulgó el 15 de agosto de
1969 el papa Pablo VI estimulado por el Concilio Vaticano II que, en el punto
18 del decreto "Christus Domminus" dice: "Es menester velar
especialmente por los fieles que, debido a sus oondiciones de vida, no se
hallan en condiciones de aprovechar debidamente los servicios pastorales
regulares y generales de los párrocos o bien carecen por completo de
ellos". El papa dispone "proceder a una adecuada revisión de las
normas pastorales atinentes al auxilio espiritual de los migrantes, que
contiene la constitución "Exsul Familia", revisión que efectuará la
Santa Congregación para los Obispos, a la cual encomendamos la tarea de
promulgar dichas normas en una Instrucción especial".
3. Instrucción "De
Pastorali Migratorum Cura"
La Santa Congregación para los
Obispos promulgó esta Instrucción sobre la cura pastoral de los migrantes el 15
de agosto de 1969. Dicho documento establece los lineamientos fundamentales de
la cura pastoral para los migrantes y marca un avance indudable en relación con
la constitución "Exsul Familia". Especial atención dedica a las
distintas formas de migraciones, con especial énfasis en los aspectos
religiosos del problema, aun cuando menciona también cuestiones de índole
política, económica, juridical y social. La instrucción destaca en especial el
derecho de los migrantes a conservar su idioma materno y su acervo cultural.
Por ello "la cura pastoral de los migrantes aportará frutos más abundantes
si la realizan aquellos que conocen esos factores y dominan plenamente la
lengua de dichos migrantes" (N° 11).
La instrucción agrega: "Es
de provecho evidente y confirmado que la cura pastoral debe encomendarse a
sacerdotes del mismo idioma y durante todo el tiempo que requiere ese verdadero
provecho". La definición pastoral del migrante abarca todas las categorías
de migrantes "que se hallan en condiciones especiales de vida que difieren
grandemente de aquellas que les eran propias en su patria, de suerte que apenas
sí pueden sacar provecho de lo que les puede brindar el párroco del
lugar". Por ello el concepto de migrante "abarca a todos aquellos que
por cualquier razón están ausentes de su patria y fuera de su comunidad étnica,
y necesitan por ello, a causa de verdaderas necesidades, una especial
atención". Para esta atención pastoral se proponen las siguientes
estructuras: parroquia personal, misión pastoral equiparada en derechos a la
parroquia, misión adjunta a una parroquia territorial y capellanía simple. La
responsabilidad pastoral por los migrantes recae sobre toda la Iglesia, en
especial las conferencias episcopales y los obispos diocesanos tanto de la Iglesia
de emigración como la de inmigración. Todos tienen que incluirse en dicha
actividad: los sacerdotes, las órdenes y los laicos. La instrucción enumera
también los deberes de la Santa Sede, de las conferencias episcopales y los
ordinarios locales, y puntualiza las distintas clases de misioneros.
4. El motuproprio
"Apostolicae Caritatis"
Con este documento promulgado
por el Papa Pablo VI el 19 de abril de 1970 se dieron los fundamentos del
Consejo Papal para la Cura Pastoral de Migrantes y Turistas (Pontificia
Commissio de Spirituali Migratorum atque Itinerantium Cura) que engloba
distintas administraciones de la Curia Romana que se ocupa de los migrantes.
Este nuevo Consejo depende de la Santa Congregación para los Obispos.
5. La carta dirigida a las Conferencias
Episcopales sobre la Iglesia y los Migrantes - "Chiesa e Mobilità
Umana"
Fue dirigida por el Consejo
Papal para la Cura Pastoral de Migrantes y Turistas a todas las conferencias
episcopales del mundo entero el día 4 de mayo de 1978. Su finalidad consiste en
explicar una vez más los documentos existentes sobre los migrantes poniendo de
resalto algunas particularidades más importantes en esta problemática. Se ha
dirigido un llamado urgente a las conferencias episcopales a que se dediquen a
la cura pastoral para los migrantes y respeten su acervo cultural. La carta
destaca también "que en muchos casos la movilidad humana fue decisiva o
por lo menos muy influyente en el nacimiento o desarrollo de nuevas
iglesias".
6. La Encíclica "Laborem
exercens"
En esta encíclica sobre el
trabajo humano, que fue promulgada por el Papa Juan Pablo II el 14 de setiembre
de 1981, el punto 23 está dedicado, exclusivamente, a los problemas que
enfrentan los trabajadores extranjeros o los ,migrantes en general. A continuación
presentamos el texto íntegro de este punto.
"Finalmente, cabe por lo
menos brevemente consignar algo sobre la cuestión de la emigración por motivos
de trabajo. Es éste un fenómeno antiquísimo que se repite constantemente,
asumiendo en la actualidad grandes dimensiones a causa de lo complejo de la
vida contemporánea. Al hombre le asiste el derecho de abandonar —por varias
razones— su suelo natal, como asf también el de regresar a su patria, y de esta
forma ir en busca de mejores condiciones de vida en algún otro país. Este hecho
viene por cierto acompañado de dificultades de variada índole; en primer lugar,
porque en la mayoría de los casos implica una pérdida para el país que
abandona.
Se aleja un hombre que es
miembro de una comunidad unida por la historia, tradición y cultura. y que a su
vez comienza una nueva vida en medio de una sociedad con otra cultura, y muy a
menudo con otra lengua. Se pierde de esta manera un sujeto de trabajo que con
la fuerza de su mente o sus brazos podría contribuir en mucho al crecimiento
del bien común de su propio país; mientras tanto, ese esfuerzo y esa
contribución se brinda a otra sociedad que en cierto sentido tiene menor
derecho a ello que el país natal. Si bien el hecho de tener que emigrar aparece
bajo cierta óptica como un mal, en determinadas circunstancias es. como se
dice, un mal forzoso. Debe hacerse todo —y por cierto es mucho lo que se está
haciendo en esa dirección— para que dicho mal en el sentido material no acarree
males mayores en el ámbito moral, y que incluso, dentro de lo posible, se
convierta en un bien para la vida personal, familiar y social del emigrante.
Esto atañe tanto al país de su
llegada como al de la patria que abandona. En este ámbito mucho depende de la
legislación justa, particularmente en cuanto a los derechos del trabajo. Es
comprensible oue dicho problema entra en el contexto de este razonamiento,
especialmente desde tal punto de vista. Lo más importante es que el hombre que
trabaja fuera de su país natal, sea como emigrante estable o bien como trabajador
temporario, no vea cercenados sus derechos laborales en relación con los demás
trabajadores de la respectiva sociedad. La migración por razones de trabajo de
ninguna manera debe convertirse en oportunidad para la explotación pecuniaria o
social En cuanto a las relaciones de trabajo frente al trabajador inmigrante
deben regir los mismos criterios para los demás trabajadores en esa sociedad.
El valor del trabajo debe medirse con la misma vara y no de acuerdo con la
diferencia de nacionalidad. religión o raza. Aún más, está vedado explotar la
situación de emergencia en clue se halla el emigrante. Todas estas
circunstancias deben incondicionalmente ceder paso —por supuesto después de
ponderar singulares particularidades— al valor básico del trabajo, valor que
está vinculado con la dignidad de la persona humana. Cabe una vez más repetir
el principio fundamental: la jerarquía de valores y el profundo sentido del
trabajo en sí exigen que el capital esté al servicio del trabajo y no el
trabajo al servicio del capital".
7. El nuevo "Código de
Derecho Canónico"
El Nuevo Código de derecho
eclesiástico fue promulgado el 25 de enero de 1983 por el papa Juan Pablo II y
entró en vigencia el 27 de noviembre del mismo año. El nuevo Código está por
cierto abierto a las necesidades pastorales de la Iglesia actual. Declara la
igualdad entre cristianos como lo destaca el canon 208: "Entre todos los
cristianos existe, por su renacimiento en Cristo, una verdadera igualdad, tanto
en lo que atañe a su dignidad como con respecto a su actuación, igualdad que
les hace posible, a cada uno de ellos de acuerdo con sus condiciones y
responsabilidades, participar en la edificación del Cuerpo de Cristo". Los
migrantes hallarán en el canon 215 la proclamación de los derechos fundamentales
que les pueden resultar verdaderamente útiles: "Los cristianos tienen
derecho a fundar y conducir libremente asociaciones de carácter caritativo y
piadoso que promuevan la ordenada vida cristiana en el mundo; tienen derecho a
convocar reuniones al efecto". En el canon 383, que trata de la
responsabilidad pastoral del ordinario diocesano, el nuevo Código dice:
"En el ejercicio de sus obligaciones pastorales, el obispo diocesano
tendrá que velar por todos los fieles cristianos que le son confiados, con
prescindencia de su edad, posición social o nacionalidad tanto en relación con
los que habitan dentro de su jurisdicción como con los que moran allí
pasajeramente, extendiendo por igual su acción pastoral apostólica a aquellos
que, por sus condiciones de vida, no pueden hacer debido uso de las facilidades
pastorales regulares, como así también a los que abandonaron la práctica
religiosa".
En cuanto a las estructuras
pastorales, el canon 568 establece: "Para aquellos que por las condiciones
en que viven no pueden hacer uso de las facilidades pastorales parroquiales
normales, como es el caso de emigrantes, refugiados, expulsados, nómades,
marinos, se nombrarán capallanes si fuera posible". Lo original del nuevo
Código se aprecia también en los cánones 294-297 que tratan de prelaturas
personales que se prevén para distintas áreas o conjuntos humanos. De esta
manera, los sacerdotes que actúan entre migrantes, pueden contar con su propio
obispo ordinario quien tendrá a su cargo la preparación de los mismos para esa
tarea, y quien a tal efecto los nombrará y acompañará en su desempeño. También
se desea la creación de parroquias personales, según lo establece el canon 518:
"Las parroquias son por lo general territoriales; ellas reúnen a todos los
fieles cristianos sobre un determinado territorio. Sin embargo, allí donde ello
resultare útil, podrán crearse parroquias personales en razón del rito
particular, idioma o nacionalidad de residentes cristianos de un determinado
territorio, o por cualquier otra razón valedera". Este nuevo Código es
mucho más flexible que el del año 1917, en el cual ni mención se hacía del
mundo de los migrantes. Ahora queda la tarea de adaptar los documentos
existentes al espíritu del nuevo Código.
II. COMIENZOS DE LA ORGANIZADA
CURA PASTORAL CROATA EN EL EXTERIOR
Si dejamos de lado la
preocupación de la Iglesia por los católicos croatas residentes en los países
limítrofes, la cual perdura desde hace varios siglos, los primeros inicios de
una organizada cura pastoral entre los croatas católicos fuera de su patria se
registran en relación con la construoción del Canal de Suez (1859-1869). El
vicario apostólico en Egipto, el franciscano Pascual Vujčić (en dicho
país entre 1859 y 1866) dispone que su secretario, padre Elías Tvrtković,
actúe como visitador y brinde asistencia espiritual a numerosos obreros croatas
allí ocupados. El nuevo obispo en Egipto Luis Čurčija, miembro de la
provincia franciscana de Dubrovnik, en acuerdo con la Propaganda de Roma, trae
en calidad de pastor para los trabajadores croatas al padre franciscano de
Hercegovina Gerónimo Karačić, que permanece en ese país hasta la
apertura del Canal.
El primer cura enviado
oficialmente al Nuevo Mundo por el obispo de Dakovo José Jorge Strossmayer, fue
el ex franciscano de Bosnia Dobroslav Božić, quien en 1894 fundó en
Pittsburgh la primera parroquia croata en los EE.UU., la cual aún existe.
El arzobispo coadjutor de Zagreb
Antonio Bauer envió en 1910, a pedido del obispo de Cleveland, al seminarista
Miguel Domladovac quien alli fue ordenado, trabajando a continuación
fructíferamente. De la misma manera llegó a los EE.UU. el joven sacerdote Juan
Stipanović, a quien siguieron otros sacerdotes enviados por obispos
croatas.
Desde hace ya mucho tiempo los
franciscanos croatas vinieron prestando especial atención a los sufrimientos
del hombre común croata, de suerte que no sólo sirvieron a sus feligreses a lo
largo de Hungría, sino que muy pronto tomaron parte en la cura pastoral de la
emigración croata hacia los EE.UU. Ya en el año 1912 ingresan al Comisariato de
los Eslavos, fundado en Roma para desarrollar la actividad pastoral entre
Eslovenos, Eslovacos y Croatas en dicho país, institución que a partir del año
1926 se transforma en Comisiariato Croata, y hoy se denomina Custodia de la
Sagrada Familia, con sede en Chicago, la cual, con sus cincuenta miembros,
depende de la provincia franciscana de Hercegovina.
En Croacia el arzobispo Bauer en
1912 funda la Sociedad de San Rafael para la protección de emigrantes croatas,
figurando entre sus socios más activas los padres franciscanos de Zagreb y una
cantidad de destacadas figuras de la Iglesia y laicos. Esta asociación
languideció después de finalizada la Primera Guerra Mundial pero la reactivó el
arzobispo Stepinac, quien además fundó la revista "Croata en el
extranjero". La sociedad "tratará en especial conservar y fortalecer
la conciencia de pertenecer a la Iglesia Católica, y el convencimiento vivo y
activo de los emigrantes croatas y sus descendientes, por lo cual tendrá que
preocuparse de que no falte la cura pastoral entre los emigrantes croatas
mediante la obtención y empleo de sacerdotes y regulares, la construcción de
iglesias, la fundación de parroquias y distintas instituciones y asociaciones
religiosas, culturales, educativas y de beneficencia" (Croata en el
extranjero, Zagreb, 1940, pág. 6-7).
La sociedad estrechamente
coopera con la jerarquía eclesiástica, de manera que el provincial franciscano
de Zagreb, más tarde arzobispo de Belgrado, Rafael Rodić, viaja en
representación de dicha asociación a los EE.UU. para estudiar in situ las
condiciones en que viven nuestros emigrantes. Posteriormente fue el obispo
Miguel Pušić quien mantenía, en nombre del episcopado croata, los
contactos oficiales con la asociación, la cual se encargaba de seguir de cerca
lo que acontecía con los emigrantes croatas y formulaba a los obispos y los
responsables de las distintas órdenes religiosas propuestas de envío de
sacerdotes y monjas a distintas regiones del mundo. Incluso, en vísperas de la
II Guerra Mundial se estaba contemplando la posibilidad de enviar un sacerdote
croata a Constantinopla. En realidad, en ausencia de las constituciones,
motuproprios y decretos conciliares oficiales del Vaticano —que naturalmente
siquiera existían en esa época—, la Iglesia en Croacia promovió una serie de
acciones que varios decenios después se convirtieron en una tarea regular de la
Dirección Pastoral para los Croatas en el extranjero y del Consejo de la
Conferencia Episcopal para las Migraciones Croatas.
En la Facultad de Teología de
Zagreb fundó, en 1930, el Congreso de la Juventud Espiritual de Zagreb la
"Sección de Defensa Nacional", cuya tarea estaba orientada en dos
direcciones: por un lado, informar a los mismos seminaristas sobre la
problemática de la emigración mediante conferencias y observaciones, y por el
otro, prestar ayuda a nuestras minorías en los países vecinos en materia de
libros, instrumentos y otras cosas.
Esta sección a lo largo de sus
siete años de actividad estableció vínculos con los croatas de Gradišće
(Burgenland) en Austria, en Hungría, Rumania, Italia (Istria), EE.UU.,
Argentina y Nueva Zelandia. Esta acción podría denominarse antecesora de la
incorporación en nuestras facultades de teología de una materia especial sobre
la teología pastoral de las migraciones.
El clero regular croata, que
también hoy en día tiene a su cargo la mayor parte de nuestra acción pastoral
en el exterior, hace mucho tiempo se integró a las filas de sus pastores.
Aparte de la Custodia de la Sagrada Familia en EE.UU. y Canadá, ya en 1922
llegan nuestros dominicos a Chicago, en 1926 los franciscanos de la tercera
orden toman a su cargo la administración de nuestra más antigua parroquia de
San Nicolás, en 1929 los franciscanos de Zadar llegan a la Argentina, el mismo
año el provincial franciscano de Split visita oficialmente a muchos obreros
croatas en Bélgica con el propósito de fundar misiones y parroquias. En 1932
los estudiantes de la Compañía de Jesús tratan de reunir a nuestros obreros
radicados en los Países Bajos, mientras sus hermanos mayores ya en 1925 tenían
un cierto tiempo a su cargo la conducción de nuestra parroquia en St. Louis,
realizando al mismo tiempo una labor misionera popular entre nuestros
emigrantes. Los franciscanos conventuales llegan en 1937 a Gary. Muchas fueron
las comunidades de órdenes religiosas femeninas que entre las dos guerras
fueron a actuar entre nuestros emigrantes: la Orden de la Misericordia, las
Hijas de la Misericordia, las Hermanas franciscanas docentes, las franciscanas
de Dubrovnik (Danče), las Hijas del Amor Divino, las de la Adoración de la
Sangre de Jesús.
Sería menester revisar los
archivos de las mencionadas órdenes y los de las curias episcopales de Croacia
para poder contar con un verdadero panorama sobre la viva actividad de la
Iglesia croata entre nuestros fieles en el extranjero. Sin embargo, si
comparamos el ritmo del ordenamiento de la situación de nuestra labor pastoral
en el exterior (especialmente en Europa Occidental) en los últimos 25 años,
cuando centenares de miles de nuestros fieles partieron al exterior, con los
esfuerzos realizados por nuestra Iglesia en los primeros cuatro decenios de
este siglo, cuando un número aún mayor de croatas emigró, cabe lamentar que en
dicho lapso no ha sido realizado algo más de lo hecho, por cuanto en esa
oportunidad las condiciones políticas y sociales eran más favorables. Sin
embargo, cabe reconocer el mérito también a la Iglesia oficial, los obispos y
los responsables de las órdenes religiosas, como así también a los valerosos
pioneros solitarios, quienes sin el nuevo Código y sin la Comisión Papal para
la Cura Pastoral de los Migrantes y todo ese instrumental oficial —y por sobre
todo en esa época en que en la comunidad social aún no había madurado la
conciencia que hoy en día ostenta la mayoria de los países de inmigración—
habían sentado las bases tan profundas de acción pastoral croata, sobre las
cuales ésta aún hoy en día vive. Al respecto, cabe aquí rendir un gran
reconocimiento a uno de los pioneros, aún en vida, el padre Ireneo
Petričak, quien reside en Chicago y que en el lejano año 1913 fundó la
parroquia croata en Nueva York.
III. LAS PARROQUIAS Y MISIONES
CROATAS EN EL EXTERIOR
La labor pastoral entre los
emigrantes y trabajadores temporarios en el extranjero no puede ser
correctamente apreciada ni descripta exclusivamente bajo la óptica de los
documentos eclesiásticos enumerados, sobre todo de aquellos de los tiempos más
recientes. En la evolución de esa labor pastoral han influido muchos factores y
ello en distintas formas según las naciones en cuestión. Uno de los más
importantes fue el hecho de que a finales del siglo pasado y comienzos del
presente no existía en la suprema administración de la Iglesia en Roma, ni en
las iglesias locales de los países de emigración ni de aquellos de inmigración,
la conciencia actual de la necesidad de una acción pastoral especializada para
la gente en movimiento, por lo cual no pudieron desarrollarse las respectivas
estructuras. Por lo demás, en esa época predominaba en los países de
inmigración la política del "crisol' más que del multiculturalismo
contemporáneo. Esto no significa empero que la Iglesia se mantenía pasiva ante
el fenómeno de migraciones masivas, cosa que atestiguan numerosas parroquias étnicas
nacionales fundadas precisamente en esos tiernpos, en las cuales aún hoy en día
—como es el caso de Ios Estados Unidos— la labor pastoral étnica vive todavía.
Mas de manera especial cabe destacar el rol de la Iglesia local entre los
croatas residentes en países vecinos, Iglesia que ya desde hace muchos siglos
era un factor activo y decisivo que actuaba en dicho campo. Al brindar una
descripción de las parroquias y misiones fuera de la patria, comenzaremos con
los croatas en los países limítrofes, para ocupamos, después de pasar revista
de los países de ultramar, con mayor atención a la acción desarrollada entre
los trabajadores croatas temporarios en los países de Europa Occidental y
Septentrional.
1. Países vecinos
Los croatas residentes en los
países limítrofes son aquellos segmentos del ser nacional croata que, con
motivo de la disgregación de la Monarquía Ausrohúngara, quedaron fuera de los
confines de Yugoslavia, de la cual forma parte la R.S. de Croacia, donde vive
la mayoria de los componentes del pueblo croata. Se trata de croatas que viven
en Austria, Hungría, Checoslovaquia y Rumania, a Ios que cabe agregar los
croatas de Molise, en Italia meridional. Sabemos que ellos habitan esas tierras
desde hace más de 450 años (conjuntos más pequeños llegaron más tarde) y que no
arribaron allí exclusivamente como fugitivos ante los turcos, sino también en
forma organizada como siervos del sistema feudal vigente en aquel entonces. Con
ellos llegaban en forma organizada también sus sacerdotes, especialmente de la
orden franciscana, que no sólo eran pastores espirituales rurales de numerosos
inmigrantes croatas, sino que también constituían en la Hungría Occidental y la
Baja Austria la muralla de contención ante el avance del protestantismo.
Los sacerdotes croatas en dichas
regiones aún hoy en día ocupan en las Iglesias locales puestos de importancia,
al tiempo que también tratan con ahínco de conservar étnicamente las parroquias
que, a causa de la mayoria de sus habitantes de origen croata, se denominan croatas.
En el libro "El destino de los croatas de Gradišće a lo largo de 450
años", que fue editado por la Sociedad Cultural Croata de Gradišće en
1983, hay un capítulo entero dedicado al tema "Importancia de la Iglesia
Católica para los Croatas de Gradišće", en el que se puede leer
acerca de la actividad permanente del clero croata en la región austríaca de
Gradišće, que continúa realizándola tanto en el campo religioso como en el
nacional y cultural a través de una amplia labor editorial en lengua croata de
esa región. Allí se señala: "Por ahora, hay 39 sacerdotes encargados de la
actividad pastoral en nuestra diócesis. Todas las parroquias croatas y
bilingües están ocupadas por sacerdotes croatas". Esta misión de
renovación religiosa y nacional en las 33 parroquias en la región de
Gradišće austríaco es especialmente respaldada por el obispo de Željezno
(Eisenstadt) monseñor Stefan Laszlo, descendiente croata por parte de madre y
conocedor de la lengua croata.
La Iglesia de Gradišće
mantiene vivos vínculos con la Iglesia en Croacia donde se imprimen libros
litúrgicos en idioma actual de los croatas de Gradišće. Estos y otros
libros envían los croatas de Austria a sus hermanos residentes en Hungría y
Checoslovaquia. En cambio, los croatas en Hungría y Checoslovaquia se hallan
diseminados a lo largo y lo ancho de estos países, aun cuando la mayoría de
ellos se encuentran en las diócesis de Györ, Szombathely, Pecs y Kalocsa, donde
más de cuarenta parroquias pueden denominarse croatas, ya sea por la población
íntegra o predominantemente croata, ya por el uso en la liturgia del idioma
croata. Hay muchos croatas en las diócesis de Veszprem (sobre el río Drava) y
de Szekesfehervar, al sur de Budapest, si bien en esas comarcas han sido
eclesiásticamente asimilados.
El diocesano de Kalocsa es el
arzobispo Jozsef Ijaš, nacido Ikotić, croata, quien habla perfectamente el
idioma croata. Muchos otros importantes dignatarios eclesiásticos en Hungría
son de origen croata, hablan su idioma y mantienen buenas relaciones con la Iglesia
en Croacia. Existen en la actualidad cuatro parroquias en el Banat rumano que
tienen una población casi exclusivamente compuesta de croatas de Karaševo, y
otras dos que son mixtas. En todas ellas se emplean libros litúrgicos impresos
en Zagreb, que los feligreses de esos lugares comprenden perfectamente, ya que
pertenecen a la rama idiomática croata del "što", si bien sus cantos
litúrgicos son antiguos y en Croacia ya no se usan. Tienen en este momento
cinco sacerdotes croatas que son todos nativos de Karaševo y pertenecen a la
diócesis de Temiszvar.
Estos sacerdotes visitan
temporariamente Croacia. Si bien aún hoy en día existen grupos croatas
afincados en Checoslovaquia (especialmente alrededor de la ciudad de Bratislava
en Eslovaquia), no se posee información acerca de si en sus iglesias los ritos
litúrgicos se realizan en croata. No cabe excluirlo, por cuanto se han enviado
allá numerosos libros litúrgicos desde Croacia. Pero la Iglesia en Croacia
envía muchos libros litúrgicos y religiosos y revistas de esta índole no
solamente a croatas de Checo-Eslovaquia, sino también a los de Hungría y
Rumania, como asimismo a los radicados en Italia meridional. En el transcurso
de los últimos diez años fueron enviados a esos países toneladas de libros y
revistas croatas, de carácter religioso, con lo cual se llena un vacío de
lectura religiosa en los países de Europa Oriental, al tiempo que se vigoriza
el interés por la lengua contemporánea croata. El mayor éxito en esta materia
fue alcanzado en Rumania, donde las autoridades de Bucarest permitieron la
importación de 500 ejemplares de la popular "Biblia Ilustrada para la
Juventud", 1.000 ejemplares del libro de oraciones —misal— cancionero y
1.000 piezas del libro "Enseñanza Cristiana Media".
Será sufragada desde Croacia la
mitad del costo de la impresión en Rumania del primer libro de oraciones en
croata, que se halla en la etapa de preparación. Hasta el presente ha sido
impreso libremente en Rumania, en cuanto a material de lectura religiosa
croata, solamente un calendario mural en una edición de 2.000 ejemplares. Por
su parte, los envíos individuales por correo a Rumania tropiezan mayormente con
la censura, mientras todas las remesas con destino a Hungria y Checoslovaquia
llegan puntualmente. Toda esta tarea de envío de libros y periódicos a croatas
residentes en países vecinos sería imposible de imaginar sin el incansable
trabajo realizado por el prof. Milutin Juranić, quien a lo largo de 10
años de colaboración con nuestro Consejo para las Migraciones Croatas ha
llevado al correo 5.754 envíos, de un peso total de 3.421 kilogramos.
Las tres aldeas habitadas por
croatas en la provincia italiana de Molise tienen cada una su parroquia, pero
tan sólo en el poblado más importante, Aequaviva Colle Croce (Živa voda Kruć)
se halla un sacerdote croata, franciscano de Split (Croacia), y dos hermanas de
la Misericordia. No existen constancias acerca de cuándo fueron enviados por
última vez sacerdotes desde Croacia a los croatas molisanos, mientras en el
caso actual se trata de que, debido a una drástica reducción en el número de
sacerdotes en la diócesis de Termoli, a la cual pertenecen las mencionadas
aldeas, el obispo diocesano solicitó la concurrencia de sacerdotes croatas. La
liturgia se realiza allí en idioma italiano, pero al mismo tiempo surge cada
vez más la conciencia nacional croata y el amor para con las antiguas
costumbres y con el pueblo "del otro lado del mar".
Se ha provisto a la Biblioteca
de la Ciudad de numerosa lectura croata de carácter religioso, cultural y
literario en general. De tal suerte, si bien la Iglesia de Croacia no ejerce
jurisdicción alguna sobre las parroquias y sacerdotes entre croatas en los
países vecinos —ya que ello corresponde a la cura pastoral regular de la
Iglesia local desde hace siglos— ella trata sin embargo mantener nexos con los
obispos de las respectivas diócesis, los sacerdotes y fieles mayormente a
través del envio de variada literatura religiosa en idioma croata. De demostrar
interés por esta acción religiosa y cultural los croatas residentes en otras
partes del mundo, apoyándola con sus aportes, podría hacerse mucho más en este
sentido a favor de nuestros hermanos que viven en países vecinos.
2. Países de ultramar
a) EE.UU.
El obispo de Djakovo, monseñor
José J. Strossmayer, fue el que envió al primer sacerdote a los croatas
residentes en los Estados Unidos. Se trata de Dobroslav Božić, oriundo de
Bosnia, quien fundó en 1894 en Pittsburgh, la primera parroquia croata en el
Nuevo Mundo, al tiempo que emprendió una serie de otras iniciativas pastorales
y culturales. Desde 1894 hasta 1914 fueron fundadas en los Estados Unidos en
total 22 parroquias croatas, durante la Primera Guerra Mundial otras 4, entre
las dos contiendas seis y después de finalizada la última una más, junto con
tres misiones y una estación pastoral. A todo esto hay que agregar dos
parroquias estadounidenses en las que actúan sacerdotes croatas que fueron allí
enviados para trabajar con los croatas.
De tal suerte, actualmente
tienen los croatas en los Estados Unidos 39 centros de reunión religiosos. Los
primeros sacerdotes pioneros croatas fueron enviados a principios del siglo
actual por los obispos diocesanos de Croacia. Como una característica peculiar
de la cura pastoral croata en los Estados Unidos cabe mencionar a la Custodia
Franciscana Croata de la Sagrada Familia para Estados Unidos y Canadá, que
depende de la Provincia Franciscana de Mostar (Hercegovina). Sus comienzos se
remontan al Comisariato Eslavo de la Sagrada Cruz que fuera creado en 1912 por la
Santa Sede para los franciscanos eslovenos, croatas y eslovacos que actuaban
entre sus connacionales en los Estados Unidos.
Los franciscanos croatas se
independizaron en 1926 en el Comisariato de la Sagrada Familia, que fue
confiado a la Provincia Franciscana de Hercegovina, la cual le otorgó en 1970
una amplia autonomía. La Custodia (así se llama desde 1967) tiene unos
cincuenta sacerdotes que actúan en una veintena de parroquias croatas
norteamericanas y en cinco canadienses. En su sede central de Chicago los
miembros de la Custodia han desarrollado una amplísima actividad cultural y de
enseñanza. Poseen su propia imprenta donde se edita el periódico mensual
"Hrvatski katolički glasnik" (Mensajero Católico Croata), el
semanario "Danica", "Hrvatski kalendar", como así también
una cantidad de libros litúrgicos y otros en idioma croata. Allí actuó durante
muchos años el conocido historiador croata padre Dominik Mandić, allí pasó
su vejez el famoso misionero padre David Zrno y muchos otros más. En Chicago
fundó el padre Ljubo Krašić el "Instituto Etnico Croata" e
inició la actualmente muy difundida actividad de "HIŠAK" (Las
Escuelas Croatas en el Extranjero de los EE.UU., Canadá y Australia).
Cabe destacar que la Custodia
obtiene su aporte vocacional no sólo de Hercegovina, sino también de familias
de los emigrados croatas. Los franciscanos croatas de la tercera orden llegan
en el año 1926 a Pittsburgh (Pennsylvania) donde regentean 3 parroquias croatas
y una misión pastoral en Washington. Los franciscanos conventuales llegan en
1937 a Gary, y en 1982 toman a su cargo la parroquia en Lackawanna.
Los dominicos croatas llegaron a
Chicago en el año 1922, donde aún hoy en día administran una parroquia, pero en
1973 fundaron, en la parte septentrional de la ciudad, también una misión que
—gracias en particular al empeño del padre Francisco Eterović— se
convirtió en un importante centro cultural croata. Los franciscanos de Split
llegan en 1954 a Portland y en 1975 a San José, donde administran nuestras
misiones. En cuanto a las hermanas religiosas que actúan entre nuestros
emigrantes, cabe mencionar en primer término aquellas que vinieron allí entre
las dos grandes guerras, es decir, las Adoratrices de la Sangre de Cristo y las
Hijas del Amor Divino, mientras que después de la última contienda bélica
llegaron las Hijas de la Misericordia, las hermanas franciscanas de
Hercegovina, las Dominicas y las Hijas de la Misericordia. Sin embargo, en
ciertas parroquias actúan también hermanas de algunas otras órdenes religiosas
norteamericanas.
Más de la mitad de las
parroquias croatas en los Estados Unidos son conducidas por sacerdotes en su
mayor parte nacidos en Croacia, mientras en las restantes actúan sacerdotes
obispales nacidos por lo general en Norteamérica. Debido a que la emigración
croata con destino a los Estados Unidos no experimentó una importante
renovación en la posguerra, la asimilación y el proceso de integración natural
en la población local produjeron sus efectos. Tal es así que más de una tercera
parte de las parroquias croatas no cuenta ya con misas en idioma croata sino
tan sólo con cantos litúrgicos croatas; otras en cambio tienen misas en croata
y en inglés, mientras sólo unas pocas —gracias a un mayor número de inmigrantes
más recientes— otorgan priori-dad en la liturgia al idioma croata. Esto, sin
embargo, no significa que hayan por ello perdido su carácter étnico, dado que
en su seno se desarrolla una viva actividad de carácter religioso a la vez que
nacional.
b) CANADA
A diferencia de lo que ocurrió en
los Estados Unidos, prácticamente todas las parroquias y misiones croatas en
Canadá fueron fundadas después de la Segunda Guerra Mundial, en su mayoría en
los últimos 25 años. Actualmente existen en dicho país 18 centros católicos
croatas, 13 parroquias y 5 misiones, con 24 sacerdotes y 17 hermanas. De estos
sacerdotes 10 son obispales, 7 son franciscanos de Split, 6 de Chicago y
finalmente uno es de la orden de los conventuales. Las religiosas pertenecen a
las comunidades de las Siervas del Pequeño Jesús, las Hijas de la Misericordia,
las de la Divina Misericordia, las franciscanas de Dubrovnik y las domínicas.
Todo este personal de nuestras parroquias y misiones es nativo de Croacia,
donde recibieron su formación sacerdotal o de órdenes. De igual manera la
mayoría de los Croatas en Canadá nacieron en la "vieja patria" y les
viene muy bien el hecho de que sus sacerdotes sean oriundos de allí, porque así
se entienden muy bien con ellos.
Lo que lograron realizar en los
Estados Unidos los sacerdotes croatas con sus feligreses en los dos primeros
decenios de este siglo, los que actuaron en Canadá lo consiguieron mucho más
rápido y eficazmente, medio siglo más tarde. En la actualidad, todas las
parroquias croatas en Canadá (con excepción de la de Ottawa) poseen centros
pastorales con hermosas iglesias, sedes parroquiales, amplios salones y
también, en muchos casos, grandes terrenos para la realización de pic-nics. Es
especialmente muy movida la actividad en las escuelas croatas sabatinas, que
conducen sacerdotes con ayuda de religiosas y numerosos maestros; se cultiva el
folklore y los demás valores del acervo cultural croata; las parroquias
difunden a través de emisoras de radio noticias de interés para los feligreses
y enseñanza religiosa, imprimen textos escolares y para la enseñanza de la
religión, todo en idioma croata; las parroquias editan boletines que a veces
son verdaderos periódicos; el periódico "Nuestra Comunidad" reúne a
todas las parroquias de Ontario; sacerdotes y religiosas celebran reuniones pastorales,
mientras muy frecuentes visitas de obispos croatas a distintas peregrinaciones
y festividades jubilares reúnen verdaderas multitudes.
La vida pastoral en Canadá está
fuertemente ligada a la Iglesia en Croacia, de suerte que los grandes festejos
religiosos de los últimos años realizados en la patria tuvieron importante eco
en este país del norte. Los sacerdotes se proveen de numerosos libros e
impresos croatas de contenido religioso y cultural, a la vez que distribuyen
discos y cassettes de carácter religioso provenientes de Croacia. Las hermanas
religiosas y los sacerdotes con frecuencia realizan visitas a su patria. La
cantidad de sacerdotes, por lo general, es suficiente, aun cuando se espera un
refuerzo con un nuevo sacerdote en Ottawa, al tiempo que sería bienvenida la
llegada de un cierto número de religiosas en algunas parroquias. Cabe aún
destacar, que hace unos treinta años los pioneros de la acción pastoral croata
en Canadá fueron los sacerdotes Dr. Rudolf Hrašćanec, Dragutin Kamber,
Jure Vrdoljak, msgr. Stjepan Šprajc y otros.
e) SUDAMERICA
La actividad pastoral en la
América del Sur no se ha desarrollado al mismo ritmo que aquella en los Estados
Unidos. Responsable de ello es en parte también la Iglesia en Croacia, aunque
cabe buscar las causas de ello en las condiciones generales en que se halla la
Iglesia en esa parte del mundo. El padre Leonardo Rusković fue el primer
misionero croata que en 1929 fue oficialmente enviado a los croatas de la
Argentina. A continuación llegaron otros cofrades procedentes de la Provincia
Franciscana de Zadar. Ellos trajeron a la Argentina a las Hermanas de la
Misericordia de Zagreb y a las Hijas de la Misericordia de Blato
(Korčula), que se afirmaron muy bien y ampliaron sus actividades mediante
la incorporación de vocaciones locales tanto en la Argentina como en Uruguay,
Paraguay, Chile y Perú, integrándose al trabajo regular de la Iglesia local.
Algo parecido sucedió con las Hermanas Docentes Franciscanas, mientras que las
hermanas franciscanas de Dubrovnik (Danče) regresaron a Croacia. Al igual
que las hermanas, nuestros franciscanos en la Argentina erigieron institutos de
enseñanza, pero para la juventud argentina en general.
Si bien en el año 1934 el
arzobispo de Sarajevo, Šarić visitó las colonias croatas de América del
Sur, nuestra acción pastoral no experimientó con ello un mayor impulso. La gran
esperanza la constituyó la importante cantidad de sacerdotes refugiados de la
segunda contienda bélica que se dispersaron a lo largo y lo ancho de este continente,
pero fueron muy pronto absorbidos por la acción pastoral de la Iglesia local,
que siempre careció de suficiente clero vernáculo. No obstante, se ha
desarrollado una importante actividad en algunos centros, entre los cuales cabe
destacar a Buenos Aires en la Argentina, San Pablo en Brasil y Caracas en
Venezuela.
Hoy en día en la Capital
argentina actúa un centro espiritual croata "Sveti Nikola
Tavelić" (San Nicolás Tavelić) que es conducido por el
administrador de la acción pastoral en la Argentina, padre Lino Pedišić,
quien a lo largo de muchos años dirigió el periódico religioso-cultural
"Ognjište" (Hogar). En los alrededores de Buenos Aires, en la
localidad Barrio Vučetić, existe una capilla de la Madre Divina de
Bístrica. Es digna de mención la actividad desarrollada en la Argentina por los
universitarios católicos croatas, de cuyas filas salieron numerosos destacados
intelectuales de este país. Al tiempo que cabe subrayar la muy importante
contribución de los croatas al auge económico y cultural de la Argentina, Chile
y otras naciones de este continente, es de destacar también que hoy día hay en
la Argentina dos obispos de origen croata (Ognjenović y Karlić), uno
en Paraguay (Maričević) y otro en Chile (Goić). Corresponde, sin
embargo, reconocer que la cura pastoral entre los croatas de América del Sur es
actualmente bastante modesta y tiene pocas chances de revitalizarse. La causa
cabe buscarla en el hecho de que los emigrantes croatas se han ya asimilado y
que nuevos no llegan, de manera que la Iglesia en Croacia ya no envía allá
nuevos sacerdotes.
d) AUSTRALIA y NUEVA ZELANDIA
La actividad pastoral croata en
Australia en muchos aspectos es similar a la existente en Canadá: una
importante cantidad de nuevos inmigrantes que en gran número se reúnen en torno
a sus sacerdotes, todos nacidos en Croacia, quienes se dirigen allí para erigir
grandes centros pastorales croatas. En 1983 fueron constituidas las dos
primeras iglesias croatas, en Wollongong y Melbourne-Springvale; a fines de
1985 fueron consagrados dos nuevos templos en Sydney y se están por construir
otros dos, uno en Camberra y otro en Melbourne-Sunshine. Otras misiones poseen
también iglesias, pero en su mayoría se trata de viejas iglesias australianas o
bien se reúnen los feligreses croatas en iglesias locales australianas.
Actualmente existen en ese país 13 misiones, de las cuales dos carecen por el
momento de sacerdote. En estas misiones actúan 17 misioneros y 12 hermanas,
todas de la comunidad de las Adoratrices de la Sangre de Cristo. Hay cinco
franciscanos de Zagreb y cuatro de Sarajevo, cuatro sacerdotes diocesanos de
Sarajevo, uno de Split, uno de la tercera orden, mientras dos se hallan
integrados a dos obispados locales. Se necesitarán más sacerdotes y religiosas,
dado que la vida espiritual se halla en pleno auge, lo que hace que haya una
acentuada actividad social y pastoral entre los croatas residentes en esa
nación, cosa que da lugar, a ciertas tensiones. Aun cuando Australia se halla
bastante alejada de Croacia, nuestros obispos y jefes de las órdenes religiosas
viajan asiduamente a ese país.
En Nueva Zelandia no existen
parroquias croatas oficialmente organizadas, pero hay cuatro sacerdotes que se
preocupan por reunir a la feligresía croata para las misas que se celebran en
ocasión de festividades importantes y fechas religiosas. Unos cuantos obispos
croatas visitaron Nueva Zelandia en el transcurso de los últimos 15 años, de
manera que con ello se dio la oportunidad para despertar la conciencia
religiosa y nacional. Se destacan en esta actividad especialmente los
sacerdotes Jorge Marinović en Auckland y Mateo Kolić en Wellington.
En la iglesia local hay varios sacerdotes de origen croata y aun muchas más
hermanas religiosas. De todas maneras, los inmigrantes croatas en este país
tienen la fama de buenos empresarios y gente trabajadora, al igual que de
buenos católicos.
e) SUDAFRICA
En el dilatado espacio de la
República Sudafricana existe, para 6.000 croatas, una Misión Croata con sede en
Johannesburgo, mientras asisten a las misas regulares croatas otros feligreses
en las siguientes ciudades: Pretoria Vanderbijlpark, y de vez en vez en Durban
y Capetown. La Misión se halla a cargo de los franciscanos de Zadar, habiendo
iniciado sus actividades por primera vez en 1969 con la llegada del padre Ivo
Perović, a quien se le unió más tarde otro sacerdote. La tarea pastoral en
la Misión es muy intensa y tiene buenas perspectivas para el futuro, ya que en
torno a ella se reúnen muchos croatas que carecen de todo tipo de actividad
social. Sin embargo, al igual que en otras partes del mundo, no les resulta
fácil a los sacerdotes reunir a gente de varias edades provenientes de
distintas regiones de Croacia y de distintas convicciones políticas. El boletín
que se edita "Noticias parroquiales" aparece regularmente hace ya 12
años, siendo dirigido con gran sagacidad, pues, aparte de las informaciones
dirigidas a los feligreses, contiene instructivos y sólidos artículos sobre
hechos históricos croatas. También visitaron este país en dos oportunidades, en
los últimos cinco años, obispos croatas.
f) ORIENTE MEDIO Y PAISES
AFRICANOS
Es de general conocimiento que
muchos expertos y trabajadores de Yugoslavia trabajan en Iraq, Siria y varios
países africanos. Entre ellos hay un gran número de croatas católicos. A estos
inmigrantes en países islámicos no pueden visitarlos los pastores espirituales
croatas, mientras que con aquellos residentes en países africanos se han
producido sólo algunos contactos esporádicos. En forma oficial visitó a
nuestros fieles en Trípoli, en Libia, en oportunidad de la Pascua de 1972, el
padre Marinko Leko, franciscano que cursaba estudios en Roma, a invitación del
obispo de Tripoli. Por su parte, los jesuitas croatas, que actúan entre la
gente de color en Zambia, mantuvieron varios contactos con nuestros
trabajadores celebrando para ellos misas, cosa que puede decirse también en
relación con nuestros misioneros en Kenya y Zaire.
g) EUROPA OCCIDENTAL
Los comienzos de la organizada
acción pastoral croata en los países de Europa Occidental y Septentrional se
ubican en la época de la Segunda Guerra Mundial cuando el arzobispo Aloisius
Stepinac envió algunos sacerdotes para actuar entre numerosos trabajadores
croatas en el Reich Alemán. Inmediatamente después de finalizada dicha contienda,
la acción pastoral estuvo estrechamente ligada a los campos de refugiados en
Italia, Austria y Alemania, y con el tiempo comenzaron a formarse varias
misiones que reunían a los refugiados de posguerra y aquellos croatas que hasta
inclusive el comienzo de la década del sesenta llegaban ilegalmente de
Yugoslavia. También los sacerdotes croatas en ese tiempo eran refugiados o bien
se encontraban durante la guerra estudiando y no regresaban a su patria. Cabe
en este orden especialmente mencionar a Guillermo Cecelja, Domingo Šušnjara,
Mirko Čović, José Borošak, Ante Kosina y otros. La cantidad de
refugiados de la inmediata posguerra y posteriores continuamente decrecía por
cuanto emigraban a países de ultramar, hacia donde se fueron también numerosos
sacerdotes.
Cuando en la década del sesenta
comenzaron a llegar de a poco trabajadores de Yugoslavia, los católicos croatas
empezaron a reunirse en torno a las misiones existentes y sus sacerdotes, que,
en 1965, eran tan sólo una veintena. En ese año llegó de Croacia el primer
sacerdote con pasaporte, enviado por el episcopado croata y la provincia
franciscana de Split. Fue él el actual delegado para nuestra acción pastoral en
Alemania Federal, el padre Bernardo Dukić. Le siguieron otros sacerdotes,
buena parte de los cuales fueron enviados por el director nacional Vladimir
Vince. Así en el año 1969 fueron en total 38. Es justamente ese año el de la
salida masiva de trabajadores a países de Europa Occidental. En dicho año fue
nombrado el nuevo director nacional en la persona del actual conductor de la
acción pastoral en el exterior Vladimir Stanković. Ese mismo año fue
fundado en Zagreb, en la Conferencia Episcopal de Yugoslavia, el Consejo para
la Migración Croata, a través del cual, a partir de entonces, salen los religiosos
croatas para el desempeño de la labor pastoral en el extranjero. Los datos
estadísticos señalan que en 1969 había en Europa Occidental 38 sacerdotes y 26
colaboradores pastorales (sociales) que actuaban en 26 misiones católicas
croatas. Mientras tanto, en 1985, la actividad pastoral en esa parte del mundo
cuenta ya con 112 misiones y 146 sacerdotes, 100 trabajadores sociales y 123
colaboradores pastorales. Así pues en el transcurso de 16 años hubo un aumento
de 86 misiones, 108 sacerdotes, 100 trabajadores sociales y 97 colaboradores
pastorales, es decir que la cantidad total de personal oficialmente empleado en
nuestras misiones allí alcanza a 369 personas. Se trata de sacerdotes
provenientes de todas las diócesis croatas y comunidades religiosas, de muchas
hermanas de distintas comunidades de órdenes religiosas y de laicos católicos
formados. Por países se hallan distribuidas nuestras misiones de la siguiente
manera: Alemania Federal 81 misiones, Austria 8, Suiza 6, Francia 4, Suecia 3,
Bélgica 2, mientras que en Noruega, Dinamarca, Gran Bretaña, Países Bajos,
Italia y España hay una en cada uno de ellos. Las misas en idioma croata se
celebran en forma regular en más de 500 ciudades; de ellas sólo en Alemania
alrededor de 300.
El punto central de la acción
pastoral la constituye la misa dominical. Ella, aparte de su significado
religioso, tiene un sentido sociológico, poirque en esa oportunidad se
encuentran amigos, parientes y conocidos. A la misa está ligada siempre la
confesión, a menudo también el bautismo e incluso se celebran casamientos. En
1975 y años posteriores hubo en nuestras misiones alrededor de 4.000 bautismos
de chicos croatas. En muchas partes se dicta los domingos catecismo, y es
frecuente que después de celebradas las misas la gente recurre a pedir consejo
en torno a varios problemas sociales. En muchas misiones la gente ingresa en
las dependencias de las misiones donde puede tomarse una copita y merendar,
escuchar discos, leer diarios, entretenerse, tomar prestado algún libro o simplemente
intercambiar ideas con amigos. Las misiones más grandes cuentan con grupos
folklóricos, conjuntas vocales-instrumentales y de tamburitzas, mientras en
otras se imparte a los chicos enseñanza de harmónica, flauta y otros
instrumentos musicales. En las fines de semana se realizan conferencias de un
muy amplio espectro: de contenido teológico, de medicina, jurídico, literario,
histórico, pedagógico y similares. Se organizan cursos de idioma croata y del
respectivo país, de costura, corte y confección y otros. Se han vuelto ya
habituales las fiestas del Día de la Madre, de San Nicolás, de Navidad, del Día
del Emigrante, de Carnaval, del Día de la Misión. Son muy populares las
peregrinaciones marianas donde se reúnen miles de feligreses. En tales oportunidades
suelen llegar de la patria nuestros obispos, que de todas maneras muy seguido
visitan nuestras misiones impartiendo la santa confirmación o presidiendo
muchas celebraciones. Allí se entablan encuentros provechosos con la jerarquía
local, la cual tiene en gran estima a los croatas como fervorosos católicos. A
la par de grandes reuniones, se organizan festejos con conciertos en que actúan
coros, conjuntos y cantantes populares provenientes de Croacia.
Se ha perfilado en particular el
Encuentro de la Juventud Católica Croata en Alemania Federal que ya se ha
celebrado 14 veces; en él se efectúa, como punto central, el concurso en torno
al conocimiento de la Biblia y de la historia de la iglesia croata, al tiempo
que se realizan también competencias deportivas, de folklore, canto y música en
general, etc. Algo parecido se organiza en Suiza con la denominación de
"Hoja bermeja". En los últimos años nuestras misiones se han
incorporado activamente a las celebraciones en la patria del jubileo de 13
siglos de la cristianización de los croatas. Además, todas las misiones
distribuyen importantes cantidades de diarios y libros de contenido religioso
impresos en la patria, mientras las más grandes editan periódicos propios con
un tiraje de varios miles de ejemplares. Se destacan sabre todo "La
Comunidad viva" de Frankfort, "Vinculación" de Mosbach,
"Movis" de Zurich y "Nuestra voz" en París. Sin embargo,
también otras numerosas misiones editan bien dirigidos boletines. Cabe destacar,
además, el especialmente importante éxito alcanzado por la edición de un libro
de oraciones y cantos litúrgicos en croata "Alabemos a Dios", que con
un tiraje de 50.000 ejemplares fue preparado por la oficina pastoral croata de
Frankfort.
Aparte de miles de biblias, las
misiones obtienen desde Croacia muchos libros de contenido literario general,
principalmente los de la conocida edición de "Cinco siglos de literatura
croata". Nuestros misioneros realizan regularmente charlas espirituales
por Radio Colonia (Alemania Federal), nuestra misión en París tiene a su cargo
un programa de media hora por semana por la Radio Católica de esa ciudad, en
los noticieros de las estaciones de TV cada vez más frecuentes pueden verse y
oírse noticias de nuestras misiones, al tiempo que algunas emisoras de TV
transmiten nuestras misas (París) o películas del pasado de nuestra iglesia. En
las misiones se dictan clases de enseñanza religiosa en idioma croata, mientras
en Alemania Federal en muchas Escuelas Yugoslavas complementarias —de acuerdo
con las disposiciones de la enseñanza alemana— nuestros sacerdotes, hermanas
religiosas y catequistas mantienen clases de catecismo.
A la actividad pastoral regular
corresponden también las visitas de hospitales y cárceles. Los trabajadores
pastorales croatas tienen oportunidad en esta tarea de encontrarse con
musulmanes y ortodoxos provenientes de Yugoslavia, que suelen frecuentar
incluso nuestras misas y festejos. Hasta el año 1973, cuando aún podían
ingresar sin mayores limitaciones en Europa Occidental los trabajadores
extranjeros, nuestros sacerdotes y trabajadores sociales ayudaron a muchos de
ellos encontrar trabajo, vivienda y ubicarse en general al comienzo de su
estadía en el exterior. Hoy en día, cuando ya no llegan nuevos trabajadores y
los más viejos de a poco vuelven a su país de origen, se presentan nuevos
problemas que requieren solución: desocupación, jubilación, indemnización por
accidentes de trabajo, adicional por hijos y cosas similares.
Un problema muy especial lo
constituyen los jóvenes. De un total de un millón cien mil ciudadanos
yugoslavos residentes en países de Europa Occidental y Septentrional,
corresponde a los jóvenes de menos de 16 años la cantidad de 250.000
individuos. Los expertos sociólogos entienden que la mayor parte de éstos
250.000 jóvenes no regresarán a su patria. A ellos dedican especial atención
los sacerdotes, los cooperadores pastorales y los trabajadores sociales. De
estos últimos hay justo un centenar trabajando en el "Caritasverband"
alemán, quienes por lo general tienen sus consejerías en edificios de las
respectivas misiones. Allí todos nuestros trabajadores, con prescindencia de su
nacionalidad y religión, reciben servicio gratuito, consejos y traducciones. En
esta tarea se presta especial atención a las familias que, en un número
importante, se hallan separadas, otras en crisis, y casi todas enfrentan
problemas por los hijos que se sienten crucificados entre Alemania, donde
nacieron, y el hogar paterno y la patria hacia donde los atraen sus
progenitores.
Esta segunda generación se
encuentra socialmente amenazada por cuanto no tiene las mismas oportunidades
que la juventud del país anfitrión, al tiempo que en su patria paterna tiene
aún menores chances para obtener trabajo. Los trabajadores sociales y los
colaboradores pastorales, junto a los misioneros, desempeñan una serie de
actividades sociales, humanitarias y culturales-educativas. Todos ellos acuden
a menudo a reuniones regionales o generales en que se discuten problemas
corrientes en busca de adecuadas soluciones nuevas. Todos los misioneros en
Europa Occidental mantienen reuniones de ejercicios espirituales una vez al
año, a las que acuden conductores y obispos de Croacia, coma así también se
realizan encuentros parecidos en materia de instrucción permanente. Lo mismo ocurre
con los trabajadores sociales que dependen exclusivamente del
"Caritasverband" alemán y la Iglesia alemana.
La actividad de nuestras misiones varía de
acuerdo con las condiciones imperantes en cada uno de los países en cuestión,
con la duración de la estadía en el exterior de nuestra gente, con las
posibilidades materiales de la Iglesia local, con la composición de los fieles
en cada misión, con la magnitud de la misión y con una serie de otros factores,
entre los cuales los de índole política desempeñan también un papel
determinado. Ello no obstante, puede decirse que en lo organizativo se ha
alcanzado un altisirno nivel pues existe un número suficiente de misiones y
misioneros; sólo haría falta en algún que otro lugar una mayor cantidad de
hermanas religiosas. El número de fieles croatas en Europa Occidental no
aumenta, no parten hacia países de ultramar por cuanto no los reciben, algunos
regresan a su patria, pero la gran mayoría se queda, aún cuando no se gana como
antes. De no producirse un brusco vuelco de manera que la mayoría de los
trabajadores extranjeros se vieran forzosamente obligados a regresar a sus
países de origen, los trabajadores croatas que se hallan ocupados
ternporariamente en Europa Occidental y Septentrional necesitarán nuestras misiones
y sus servicios durante mucho tiempo más.
Reproducimos en versión
castellana la primera parte de este trabajo publicado en "Bogoslovska
Smotra" (Cuaderno teológico), Zagreb, año 1986, vol. 1-2. El autor, Msgr.
Vladimir Stanković, desempeña desde 1969 el cargo de Director Nacional
para los Croatas Católicos radicados en el extranjero y desde 1986 es Delegado
Pontificio en la Comisión Católica Internacional para la Migración en Ginebra.
En las páginas de esta revista
con frecuencia hemos analizado la creciente crisis política y económica en que
se debate Yugoslavia, y sus causas mediatas e inmediatas. Es sabido que bajo
los regímenes de la dictadura marxista no se permiten las huelgas, o sea los
obreros y los trabajadores en general están privados de su derecho básico y
legítimo, a defender sus intereses mediante huelgas y paros, el derecho
reconocido en todos los regímenes democráticos. En Yugoslavia, en el curso de
los últimos años, el recrudecido descontento de los obreros se manifestaba en
frecuentes paros, trabajo a desgano, trabajo con brazos cruzados y trabajo con
protesta. Ello ocurría principalmente en las repúblicas más industrializadas y
desarrolladas, es decir en Croacia y Eslovenia.
Cuando en Belgrado fueron
proclamadas el 27 de febrero último varias "leyes de intervención",
en virtud de las cuales quedaron congelados sueldos y salarios y además se
prescribió que a partir de marzo habrá que devolver los aumentos abonados en el
último trimestre de 1986 y en enero de 1987, se sabía que esas medidas iban a
provocar reacciones violentas de todos los asalariados, máxime si se tiene en
cuenta que el país está soportando una inflación galopante. En todo el país más
de la mitad de los trabajadores cobran sueldos mínimos, muy bajos que no
alcanzan cubrir las necesidades básicas de un hogar.
Las huelgas estallaron apenas
pocos días después. Primero en los centros industriales de Croacia. Se confirmó
la tesis de los que afirman que en Croacia hay menos disidentes públicos (por
razones de una severa represión) pero más huelgas.
Todavía no se sabe a ciencia
cierta el número de huelgas, paros y de huelguistas. El semanario Danas
(Zagreb, 24 de marzo) consigna que en Croacia se plegaron a la huelga 36
empresas, en Eslovenia 11, en Servia 10, en Bosnia-Herzegovina 5, en Voivodina
2, en Kosovo 2 y en Montenegro 1. Pero, según todos los indicios, trátase de
datos incompletos. El mismo semanario admite que el sindicato en
Bosnia-Herzegovina no "analizó" todos los paros y por ello no los
puede dar a la publicidad.
Los datos oficiales sobre las
huelgas, su número y sus alcances, no reflejan el significado real de lo
acontecido que parecía preludio de una "revolución social", según la
apreciación del periódico Die Welt. Pero lo grave de lo ocurrido fue
indirectamente confirmado por el primer ministro Branko Mikulić, quien, en
una entrevista concedida al semanario Der Spiegel, del 23 de marzo
ppdo., amenazó reprimir las huelgas con las fuerzas armadas. Esta dura e
insólita amenaza no fue consumada todavía, pero ha suscitado la indignación y
la condena unánimes en el país y en el mundo occidental.
En nuestra sección Ecos de la
Prensa Mundial transcribimos extensos párrafos dedicados a las causas,
extensión y consecuencias de las recientes huelgas, vistas por los observadores
extranjeros.
ARGENTINA
Los actos conmemorativos de las víctimas
de Bleiburg, organizados por las Asociaciones Croatas de la República Argentina
—en Buenos Aires—, se iniciaron con una misa en la Basílica metropolitana de
San Francisco celebrada por el Rev. Padre Lino Pedišić, quien destacó en
su homilía el significado de la tragedia de Bleiburg y la voluntad
inquebrantable del pueblo croata en su lucha por la independencia nacional.
Finalizado el acto religioso,
una delegación de jóvenes croatas, vestidos con trajes folklóricos y llevando
banderas argentinas y croatas, se dirigieron a la Catedral donde depositaron
una corona en la tumba del Soldado Desconocido.
Luego se formó una columna entre
los asistentes que marchó desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso llevando
banderas y estandartes con inscripciones alusivas a las persecuciones de
aquellos que lucharon por la libertad de Croacia desde Bleiburg hasta nuestros
días. También se distribuyeron volantes y se explicó por altavoces la finalidad
de esta manifestación.
Cabe destacar que esta acción
fue promovida principalmente por los jóvenes argentinos de origen croata,
quienes demostraron así su solidaridad hacia sus padres y el pueblo de sus
antepasados.
Al llegar la columna a la Plaza
del Congreso, la joven Ljiljana Terrazas pronunció en nombre de la juventud argentino
- croata unas palabras alusivas al acto conmemorativo. Luego todos los
presentes entonaron los himnos argentino y croata, concluyendo así esta
manifestación digna de respeto y elogio.
El día anterior una delegación
de jóvenes había hecho entrega de un memorándum firmado por las Asociaciones
Croatas de la República Argentina dirigido al Presidente del Senado, Dr. Víctor
Martínez; al Presidente del Parlamento, Dr. Juan Carlos Pugliese y al
Secretario General de las Naciones Unidas, Sr. Pérez de Cuéllar, cuyo texto
reproducimos en nuestra sección Documentos.
Los croatas empezaron a emigrar
a Nueva Zelanda por los años 70 del siglo pasado. Muy pronto organizaron allí
una intensa vida cultural y social, de modo que ya en 1899 empezó a editarse el
primer periódico de la colectividad, Bratska Sloga (La Unión Fraternal). La
biblioteca municipal de Auckland conserva los microfilms de ese periódico, como
asimismo de Napredak (El Progreso), fundado en 1906 en Auckland.
Los croatas trabajaron en
principio como excavadores de lesina, generada por el árbol kauri
(Agathis Australis). En todos los museos neocelandeses se exhiben fotografías y
objetos, relacionados con los primeros inmigrantes croatas, y en el cementerio
Waikumete, en los alrededores de Auckland, hay una calle denominada
"avenida dálmata", donde yacen los pioneros croatas en Nueva Zelanda.
Pero el monumento más hermoso legado por
los croatas a su nueva patria es el "Calvario" en la catedral
católica de Auckland. Dicho monumento fue erigido en 1908 gracias a los aportes
de los obreros croatas. En 1979 fue colocada al pie del Calvario una placa que
reza:
"Rogad por el descanso eterno
de los pioneros croatas y de sus descendientes en Nueva Zelanda y en su patria
de origen, Croacia. Los aportes voluntarios de los excavadores croatas de
Lesina (Hvar) posibilitaron la erección de este Calvario en 1908. Esta placa
conmemorativa fue habilitada —con motivo del centenario de la misa jubilar
croata— por el mons. John Mackey, obispo de Auckland".
Esta rica herencia croata en las
tres islas que forman Nueva Zelanda (North, South, y Stewart Islands) la
promueven especialmente los misioneros croatas: en Auckland, mons. Jure
Marinović (la parroquia en Point Chevalier), rev. Ivan Lunjević (Beach Haven), rev. Dr. Sebastián Palić (Onehung) y en Wellington: rev. Dr. Mate
Kolić. Junto a ellos se muestra muy activa la Sociedad Histórica Croata en
Nueva Zelanda, encabezada por su presidente Petar Božić y el secretario,
prof. Ante Čulav.
Hemos informado en varias oportunidades
sobre la persecución cruel sufrida por los estudiantes croatas Dobroslav Paraga
y Ernesto Brajder en Yugoslavia. El "crimen" cometido por ellos
consistió en recolectar firmas para solicitar la amnistia de presos politicos
en Yugoslavia (ver Studia Croatica, año 1980, vol. 78-79; año 1984, vol.
94-95; año 1986, vol. 1, 2 y 4).
Brajder sucumbió a las torturas
que le fueron infligidas durante el interrogatorio policial que precedió al
juicio. Su muerte fue oficialmente declarada como suicidio.
Paraga llegó a ser juzgado y
sentenciado en 1981 a cuatro años de reclusión. Pero en Yugoslavia la condena
de un preso político no significa solamente la privación de la libertad sino
algo mucho más grave, el sometimiento a toda una serie de vejámenes inhumanos.
Paraga cumplió su condena de 4
años en las siniestras cárceles de Goli Otok y de Lepoglava alcanzando su
"libertad" con la salud seriamente deteriorada a consecuencia de los
maltratos y torturas sufridos. Por ese motivo inició en 1986 un juicio al Estado
yugoslavo exigiendo una indemnización material por su salud quebrantada (SC,
1986, vol. 2, pág. 153).
"Delo", semanario de
la juventud eslovena, pidió a Paraga una entrevista para que aclarase a sus
lectores la situación real de los presos politicos en las cárceles yugoslavas.
Las revelaciones estremecedoras publicadas luego por Paraga también en la
revista eslovena "Nova Revija", referentes a los sufrimientos y a las
torturas soportados personalmente y por otros presos que conoció en las llamadas
"instituciones de reeducación", despertaban una leve esperanza de que
el omnipotente aparato represivo, una vez levantado el telón que ocultaba sus
crímenes, seria sometido a juicio y obligado a retractarse.
Pero la estructura de un régimen
tiene sus leyes intrínsecas que no pueden ser cambiadas por simples
revelaciones acerca de su funcionamiento. Así ocurrió que, en lugar de
producirse un juicio a los responsables, de los crímenes cometidos, enjuiciaron
a aquel que había sido su víctima.
El anuncio del nuevo juicio a
Paraga suscitó profunda indignación tanto en el país como en el extranjero
donde esta pudo ser expresada libremente y sin rodeos por la diaspora croata,
como también por las instituciones de defensa de los derechos humanos y por las
personalidades destacadas del ámbito político y cultural. Amnesty international
avisó en seguida a Yugoslavia que enviaría sus representantes a presenciar el
proceso. El Comité Americano para los Derechos Humanos promovió una importante
actividad informativa para aclarar debidamente el caso Paraga. Washington
Times publicó la protesta del presidente de la Organización de los croatas
de Norteamérica para los derechos humanos. El célebre astronauta John Glenn,
actualmente miembro del Senado de los Estados Unidos, pidió la ayuda de la
cancilleria norteamericana. En Suecia, veintidós destacadas personalidades,
firmaron una carta de protesta dirigida al presidente de la República
Socialista de Croacia, entre las cuales figuraban escritores, sindicalistas y
obispos.
En Australia, Europa y America,
el Consejo Nacional Croata difundió millares de volantes informando a la
opinion publica sobre la suerte de Paraga y de presos politicos en las cárceies
yugoslavas. En Ottawa, Kitchener y Hamilton, al igual que en Toronto fueron
organizadas reuníones públicas de protesta contra el régimen represivo en
Yugoslavia. En Mississauga el Comité Croata para los Derechos Humanos dirigió
solicitudes a todos los miembros del Parlamento canadiense pidiéndoles que
intervinieran en el caso Paraga.
Durante el acto realizado en
Toronto frente al Parlamento, en presencia de destacadas personalidades de la
vida pública canadiense, el diputado nacional Yuri Shymco condenó severamente
el régimen yugoslavo responsable de las graves violaciones de los derechos
humanos. Destacó la heróica figura del joven Paraga diciendo que "su
valentía, más que la amenaza de las armas, llena de miedo a los gobernantes
yugoslavos".
Fue particularmente emocionante
la vigilia de un grupo de croatas en Toronto frente al edificio de la Corte
Suprema de Justicia, iniciada en el dia y en el momento del comienzo del
proceso a Paraga, lo que correspondía a las 2,30 horas en Canadá. Esas
vigilias, continuadas luego durante el día, prosiguieron durante una semana,
hasta el 30 de abril, el día del pronunciamiento de la sentencia.
La prensa occidental comentaba
ampliamente los precedentes y el desarrollo del proceso iniciado el 22 de abril
en el Tribunal Comunal de Zagreb. Una fuerte custodia policial anotaba
rigurosamente los nombres de cada persona que quería presenciar las audiencias.
A pesar de que la prensa oficial trataba de restarle importancia a este
proceso, la concurrencia de los observadores extranjeros indicaba lo contrario.
Llamaba la atención la presencia inusual de los cónsules de los Estados Unidos,
Alemania Federal y Gran Bretaña con sede en Zagreb, de los dos representantes
de Amnesty International, de los corresponsales de la agencia Reuter y de la
agencia oficial francesa AFP, entre otros. Es significativo que por unos minutos
de demora, a raíz del retraso de sus respectivos aviones, no fuera autorizada
la entrada al edificio del Tribunal al representante del Helsinki Watch
Committe de New York y al corresponsal de la más grande agencia noticiosa
alemana, la DPA.
En estas circunstancias el juez
Ranko Marijan inició el proceso a Dobroslav Paraga. Luego de la lectura de la
acusación Paraga observó que las "pruebas" que presentó el fiscal
estaban contenidas en el informe de la Secretaría de Justicia de la República, la
institución que es jurídica y politicamente responsable por el régimen
carcelario vigente. Es evidente, dijo, que dicha Secretaría no reconocerá tal
responsabilidad. Luego destacó la incompetencia del foro judicial, ya que la
acusación se refería a sus declaraciones en dos periódicos eslovenos y la
fiscalía de la República de Eslovenia, no había considerado estas publicaciones
sujetas a la censura ni de responsabilidad penal. Por último destacó que sus
declaraciones no revestían carácter politico alguno, sino el afán de ayudar a
los presos que permanecían en Goli Otok, considerándolo un deber que cumplir
aun corriendo el riesgo de ser sentenciado.
En el curso del proceso amplió
las declaraciones efectuadas en los periódicos eslovenos. Le Monde,
citando las noticias de la agencia AFP, relata en su edición del 24 de abril
que Paraga describió las persecuciones que había soportado, agregando que los
responsables de la cárcel Goli Otok planeaban "liquidarlo
físicamente". Propuso descubrir su espalda que mostraba todavía las marcas
de las torturas.
"La voz casi se le había
quebrado —prosigue Le Monde— mientras recordaba el tiempo transcurrido
en la celda solitaria: 'Siendo católico, rezaba a Dios para que muriera lo más
pronto. En la celda la temperatura llegaba a más de cinco grados bajo cero en
la escala de Celsius. Los carceleros me habían quitado toda mi ropa. Me sacudía
una fiebre fuerte. Pero nadie me llevaba el apunte'. El enjuiciado —prosigue Le
Monde— contaba luego cómo golpeaban a los presos que gritaban de dolor a
causa de las llagas producidas por el excesivo frío solamente porque pedían
mantas. Pero, en pleno verano, afirmaba Paraga, obligaban a un preso a beber
dos litros de agua de mar".
The Washington Post, del 23 de
abril, reproduce las declaraciones de Paraga, quien decía que durante sus
varias huelgas de hambre en protesta por los tratos inhumanos a los que fue
expuesto lo alimentaron por la fuerza de la manera más brutal: 'me pusieron la
porra policial entre las mandíbulas para empujarme luego un tubo al estómago.
Pero no acertaron, de manera que vomité sangre durante tres días'. Tratando de
evitar torturas, continua The Washington Post, muchos presos se
lastimaban a ellos mismos, afirmó Paraga. Enumeró una decena de violaciones
cometidas por parte de los policías de la cárcel, varios asesinatos, intentos
de asesinatos y 15 suicidios".
El fiscal, Jasna Novak, presentó
como testigos a los mismos responsables de los hechos cuestionados: Josip
Lopac, encargado del "servicio de reeducación en Goli Otok; Dr. Andjelko
Orihovac, director del hospital carcelario de Zagreb; Dr. Ivo Košuljandić,
colaborador de policía en neuropsiquiatría y Dr. Miroslav Stanković,
médico que maltrataba a Paraga con la alimentación forzosa y quien durante su
declaración, todo confundido, no osaba mirar a Paraga a los ojos. Figuraba
también como testigo un preso con evidentes signos de trastornos mentales.
La farsa de este juicio en el
que los inculpados eran presentados como testigos llegó a su punto culminante
cuando el juez rechazó a cinco testigos y más de ochenta pruebas que ofrecía la
defensa, como así también la lectura de la carta de los 11 presos de la cárcel
de Lepoglava dirigida al semanario "Mladina" en la que atestiguaban,
a raíz de las experiencias personales vividas en Goli Otok, que todo lo
expresado por Paraga es verídico y que él había mencionado solamente una parte
—la más pequeña—de las crueldades a las que están sometidos los presos en las
cárceles yugoslavas. Para confirmarlo se ofrecían como testigos presenciales a
favor del acusado.
Rechazados los testigos de la
defensa, Paraga manifestó que este juzgado no buscaba la verdad y que por eso,
en signo de protesta se retiraba de la audiencia.
Al día siguiente, el 30 de
abril, no apareció más en la sala del Tribunal. Hablaron solamente sus
defensores, el Dr. Srdja Popović, Dr.. Stane Kleb y Dr. Slobodan Budak. Luego
el juez declaró a Dobroslav Paraga culpable por haber cometido un acto penal
contra el orden público divulgando noticias falsas y pronunció la sentencia: 6
meses de reclusión, condicional durante tres años, lapso en que Paraga no debía
actuar públicamente bajo ningún concepto, ni hacer declaraciones, verbales o
escritas, referentes a la causa tratada. En el caso de no cumplir con la
obligación impuesta, se procedería a la materialización de la condena
estipulada.
"Esta sentencia
relativamente leve —comenta Le Monde del 2 de mayo—(sobre Paraga pesaba
el peligro de reclusión hasta tres años), está al parecer inspirada por el
deseo de tranquilizar a la opinión pública que era en su totalidad contraria a
ese juicio. Hasta el cardenal Kuharić, arzobispo de Zagreb, intervino en
favor del enjuiciado". En su edición anterior, del 24 de abril. Le
Monde citó la parte de la homilía pascual en la que el Cardenal apoyó al
acusado Paraga sin mencionar su nombre: "este hombre joven no culpó a
nadie en sus declaraciones, sino que buscó simplemente 'la defensa del hombre
en el interés de todos nosotros'. Esperamos —concluyó el Cardenal según Le
Monde— que el hecho de haber revelado públicamente los abusos de los que
fue víctima él mismo, encaminará al juzgado para que sea justo, para que
defienda la verdad y al hombre y que no preste defensa a aquellos que abusan de
su poder sobre el hombre'.
Inevitablemente ocurrió lo
contrario conforme al sistema de mentiras institucionalizadas que representa el
orden estatal yugoslavo. Pero, a pesar de todo, Paraga triunfó y sus jueces
quedaron en el banco del acusado condenados por la VERDAD que se trasluce con
toda la claridad en estas farsas de la "justicia" yugoslava.
55430 OKUČANI
REDACCION Y DIRECCION
Vjesnik SSRHN
Avenida de la Fraternidad y
Unidad 4
41001 ZAGREB
Reproducimos a continuación el
texto del
con motivo del 42 aniversario
del genocidio de Bleiburg:
Dr. Javier Pérez de Cuéllar
Secretario General de las
Naciones Unidas S/D.
De nuestra consideración:
Las entidades firmantes, que
nuclean a los croatas residentes en la República Argentina y a sus hijos
nacidos en esta generosa tierra, nos dirigimos a Ud., en su carácter de máximo
dirigente de la organización mundial que es la esperanza de los pueblos que
desean una organización libre y justa de todo el mundo, para hacerle saber que
en el mes de mayo los croatas y sus descendientes conmemoran la Tragedia de
Bleiburg, masacre del ejército croata y de los civiles que huían con él al
terminar la Segunda Guerra Mundial, cuando las huestes de Tito, aliados
coyunturales de las grandes potencias vencedoras, arrasaron el Estado croata y,
además de incorporarlo por la fuerza en el nuevo Estado yugoslavo, hostigaron
con sangre y fuego a todos los que habían luchado para que Croacia quedara
libre e independiente y se negaban a aceptar el régimen totalitario y anacional
que se les imponía.
Desde aquellos días de mayo de
1945, cuando un gran número de croatas perdió su vida —las crónicas nunca
llegaron a establecer el número exacto de víctimas, oscilando las apreciaciones
entre cien mil y trescientos mil personas—, hasta ahora, las persecuciones no
han cesado. Bleiburg nombre de una pequeña localidad austríaca donde comenzó la
masacre del ejército croata que se había rendido a los ingleses los que lo
entregaron a los guerrilleros de Tito, se ha transformado en símbolo de un
sistema de represión continua. Sólo cambiaron los medios, que se hicieron más
sofisticados, pero aún hoy Yugoslavia sigue aniquilando todo rebrote de
resistencia croata.
Con el correr de los años, aún
aquellos croatas que en la guerra de 1941 a 1945 lucharon en las filas de los
guerrilleros de Tito contra el Estado croata, se vieron obligados a levantar su
voz de protesta por estas persecuciones y un número considerable de ellos, pese
a sus así llamados méritos revolucionarios, también ha sufrido estadas en las
cárceles yugoslavas y otras persecuciones.
La nueva generación, nacida
décadas después del Bleiburg original, se ve postergada por el solo hecho de
defender la nacionalidad croata y bregar por la libertad. Uno de los últimos
casos de esta larga serie de victimas es el estudiante croata Dobroslav Paraga,
quien ya había purgado una pena de cuatro años en la cárcel por haber
organizado la recolección de firmas para una petición dirigida al Gobierno
yugoslavo en la cual se requería la amnistía para todos los presos políticos en
Yugoslavia, que suman varios miles, en su mayor parte de origen étnico albanés
o croata, pero también, aunque en menor número, servios y eslovenos. Ahora, por
haber informado a las organizaciones defensoras de los derechos humanos en
Europa occidental sobre lo que habfa sufrido en la cárcel y las torturas que
vio estando preso, de nuevo está enjuiciado, esta vez acusado de difamar al
régimen socialista. En una audiencia memorable del tribunal, en presencia de
decenas de corresponsales extranjeros, ratificó lo denunciado, sin tomar en
cuenta que su salud gravemente comprometida por la primera condena difícilmente
resistiría una nueva estadía en las cárceles yugoslavas.
Señor Secretario General: Aunque
gozamos de la libertad y el bienestar en la República Argentina, donde los
mayores de nosotros hemos podido rehacer una vida de trabajo digna y próspera,
y nuestros hijos gozan de una educación esmerada, no podemos encerrarnos en
nuestros intereses personales. Fieles al pasado y a nuestros antepasados y, en
especial, a nuestros hermanos y hermanas de sangre que han dado su vida para
que Croacia fuera libre y a los que ahora sufren por la falta de libertad e
independencia nacional, aprovechamos la libertad argentina para levantar
nuestra voz ante Ud. y protestar por los atropellos que sufren nuestros
hermanos croatas en la tierra de nuestros antepasados.
Rogamos al señor Secretario
General se sirva hacer conocer el contenido de esta Nota a los Estados miembros
de las Naciones Unidas, al solo efecto de información, y desde ya agradecidos
por la atención prestada, saludamos al señor Secretario General con nuestra
mayor estima.
Buenos Aires, 18 de mayo de
1987.
Idéntico texto fue remitido al
Dr. Víctor Martínez, Presidente del Senado y al Dr. Juan Carlos Pugliese,
Presidente de la Cámara de Diputados de la República Argentina.
Con el título "En
Yugoslavia hay humo" SUDDEUTSCHE ZEITUNG del 18 de marzo ppdo. publica su
artículo de fondo que reproducimos íntegro:
"El gobierno yugoslavo
juega con el fuego; no lo hace por ignorar cuál es la situación política o por
petulancia. El intento del primer ministro Branko Mikulić para superar los
problemas económicos del país es inaplazable para que no se acumulen mayores
dificultades. El jefe del gobierno, es verdad, no tiene muchas opciones, pero
se puede dudar si eligió el camino correcto. El día 27 de febrero congeló los
sueldos con efecto retroactivo, al nivel del último trimestre del año 1986. El
aumento del sueldo deberia depender del aumento de la productividad. Los
adicionales a los sueldos, aprobados a principia del año, se volvieron
inoperantes, mientras que la inflación está galopando con una tasa anual de 100
%...
Los obreros de las grandes
plantas industriales recurrieron a las huelgas que por el momento son una
advertencia al gobierno. Por cuanto el paro es más extenso en Croacia, allí
podemos entrever también a una fuerza de protesta que se alimenta con los
motivos nacionales. En Croacia, desde hace tiempo, está arraigada la noción de
que todos los desarrollos fracasados se deben a Belgrado y si se permite que
los croatas se ocupen de sí mismos vivirían mucho mejor que en la comunidad con
otras nacionalidades en Yugoslavia.
Otro giro peligroso para el
gobierno lo constituye la solidaridad de los gerentes de las empresas con los
obreros —y eso en el punto donde el incremento de la producción debe
convertirse en el único criterio de una buena administración. De alli, en forma
simulada, brota la acusación de que con la politica económica vigente y con el
aparato productivo existente no va más. Si ahora se llega a que una gran
alianza entre los gerentes y los obreros pida reformas, el humo podria
convertirse en incendio".
(Las tentativas del Estado
Independiente de Croacia para establecer relaciones diplomáticas con Turquía
1941-1943), en 'Istorija 20. veka' (Historia del siglo XX), Año I, N. 1,
Belgrado 1983, pp. 59-73.
En el primer número de la
revista Historia del siglo XX, publicada en el idioma servio, órgano del
Instituto para la historia contemporánea, fundado en Belgrado en 1983 a la
manera del Institut für Zeitgeschichte de Munich (1953), Milan Ristović,
integrante de dicho instituto científico, investiga las tentativas del gobierno
del Estado Independiente de Croacia durante los tres primeros años de su
existencia, para establecer las relaciones diplomáticas con Turquía. A
diferencia de España, también neutral en el conflicto bélico como lo fue
Turquía, que había reconocido de jure al Estado Independiente de Croacia (en
adelante: E.I.C.) e intercambiado las representaciones diplomáticas de ambos
países en Madrid y Zagreb[75] —manteniendo simultáneamente en Madrid la representación
diplomática del gobierno yugoslavo con sede en Londres— el gobierno de la
República de Turquía, en cambio, se mostraba un tanto reacio a los intentos del
gobierno croata de establecer tales relaciones entre ambos países que, a través
de la población musulmana de Bosnia y Herzegovina, tuvieron intereses comunes
por lo menos en lo cultural y lo religioso. Sin embargo, el gobierno turco se
negaba a comprometer su neutralidad durante la guerra, en el curso de la cual
fue restablecido el Estado croata como un nuevo sujeto de la comunidad
internacional, en aquel tiempo dividida en cuanto al reconocimiento de cambios
en el sistema de Estados existente durante la época de preguerra.
La fuente de investigaciones
históricas de M. Ristović es el Archivo de Yugoslavia, que contiene los
informes diplomáticos y telegramas del Dr. Ilija Šumenković, embajador
yugoslavo en Angora, luego el Archivo del Instituto histórico militar, que
guarda el Archivo del E.I.C. con los informes diplomáticos de la embajada
croata en Sofía, y, por fin, el Archivo diplomático del Secretariado federal de
asuntos exteriores: Colección E.I.C. con los informes diplomáticos del
embajador croata en Sofía, Dr. Vladimir Židovec, uno de los más lúcidos
intelectuales croatas, que fue capturado en Génova, en 1947, por el nefasto
mayor británico, Stephen Clissold, y entregado a los comunistas yugoslavos
quienes lo condenaron a muerte y fusilaron. Es digno de atención que todas
estas fuentes de investigación se hallan concentradas en Belgrado, centro del
poder político del conglomerado multinacional yugoslavo, sin tener en cuenta
que los archivos políticos y militares del Estado Independiente de Croacia
pertenecen al Archivo Nacional en Zagreb.
El primer contacto entre el
gobierno croata y el gobierno turco fue establecido "informalmente"
en otoño de 1941 al entrevistarse Fursan Selquk, un alto funcionario del
Ministerio de relaciones exteriores de Angora, con el embajador croata en
Sofía, Dr. Vladimir Židovec. Durante esa entrevista el diplomático turco señaló
que "en ese preciso momento se encuentran en Croacia dos funcionarios
turcos con el propósito de indagar la situación con miras al establecimiento de
relaciones diplomáticas entre ambos países, aunque la misión de ellos aparenta
solamente una delegación comercial".
Más o menos en este mismo tiempo se
registra la primera misión inoficial de Zagreb a Constantinopla. Se trata del
viaje de Munir Šahinović Ekremov, escritor y periodista croata de
Sarajevo, emprendido con el fin de informar las autoridades turcas acerca de la
situación de los musulmanes a la luz de la actividad de los chetniks servios y
los comunistas en Bosnia, región meridional del Estado Independiente de
Croacia. Respecto a ese viaje el autor del ensayo que reseñamos sostiene —sin
alegar prueba alguna para ello— que el embajador alemán en Sofía, Beckerle,
había sido previamente informado acerca de los planes de Šahinović y que
éste viajó con "permiso, ayuda y protección" de Berlín, o sea del
Ministerio de relaciones exteriores del Tercer Reich.
Luego M. Ristović describe los
empeños del embajador yugoslavo en Turquía, Ilija Šumenković, a fin de
paralizar y malograr la primera misión croata: sus intervenciones ante el
ministro de relaciones exteriores, Saragoglu, para que no otorgue audiencia a
Šahinović. Ristović conjetura que debido a la actitud de
Šumenković, la insistencia de Šahinović para que se le conceda la
audiencia solicitada ha sido "enérgicamente rechazada". Además,
señala Ristović, la "buena voluntad" de los diplomáticos turcos
en Sofía demostrada hacia Šahinović, en el suelo turco ha sido sustituida
por el "aparente desinterés (...) y por cierta dosis de desprecio".
Por fin, el embajador yugoslavo
había instado repetidas veces ante las autoridades turcas para que el emisario
croata sea expulsado de Turquía, imputándole "que con anterioridad había
escrito contra Kemal-bajá y el nuevo régimen turco". Saragoglu —escribe
Ristović— no accedió al pedido del embajador yugos-lavo "temiendo una
eventual reacción alemana". En realidad, Munir Šahinović Ekremov
había publicado el libro "Turquía, hoy y mañana" en el cual describió
"la grandiosa obra de Kemal Ataturk y de su generación" -como lo
califica el profesor Vinko Nikolić en La Revista Croata, Vol.
4/1955, pág. 399—. Munir Šahinović Ekremov fue asesinado en Zagreb, en 1945,
por los comunistas yugoslavos.
También los contactos entre los
embajadores croatas y los turcos en distintas capitales europeas, especialmente
en Berlín, "que podrían ser interpretados como algo parecido al
reconocimiento de tales Estados" (i.e. Estado títere!), han sido objeto de
protestas por parte del "cauteloso" embajador yugoslavo
Šumenković, escribe Ristović. Sin embargo, el poco éxito que tuvieron
estas protestas yugoslavas lo demuestra el caso del embajador turco en Berlín,
en verano de 1943, quien, devolviendo la visita protocolar al embajador croata,
el profesor Stjepan Ratković. vino acompañado por el consejero de la
embajada turca para que éste conozca al embajador croata que sabía expresarse
en idioma turco. (Ver: La Revista Croata, Vol. 1-2/1969, p. 151).
Después de Šahinović, en
junio de 1942, llegaron a Turquía Hivzi Košarić y Mohamed Mujagić con
el propósito de juntar fondos para la mezquita de Zagreb, pero —según relata M.
Ristović— volvieron a casa muy descontentos. Al respecto, cabe aclarar que
el pabellón artístico, construido en Zagreb por el escultor croata Ivan
Meštrović, fue convertido en mezquita al agregársele tres minarets de 45
m. de altura y otras construcciones e instalaciones; esta mezquita fue decorada
con inscripciones sagradas, realizadas por Mohamed ef. Mujarić, Juez
supremo en lo religioso (šari'a) y uno de los más conocidos calígrafos en
letras arábigas. Los minarets y las construcciones adicionales de la mezquita,
abierta en 1943, fueron destruidos por los comunistas yugoslavos al ocupar
Zagreb, en 1945.
Más tarde, nuevamente llegó
Mohamed Mujagić a Turquía, esta vez acompañado por Ismet Muftić,
muftí de Zagreb y miembro del Consejo Nacional Croata, solicitando ayuda para
la población musulmana de Bosnia, damnificada por la guerra, y, a tal efecto,
la audiencia con el presidente de la república, Ismet Inđny. AI enterarse
de estas intenciones —escribe M. Ristović— el embajador yugoslavo protestó
ante el presidente del gobierno Saragoglu, quien derivó la delegación croata a
las autoridades religiosas turcas, por ser su presencia en el país de
"índole religiosa" y la República de Turquía un estado laico. El
autor no informa, sin embargo, con qué resultado financiero Mujagić y
Muftić volvieron a Croacia, menos aún que el muftí de Zagreb, Ismet ef.
Muftić, ha sido ultimado por los comunistas yugoslavos en la puerta
principal de la mezquita de Zagreb, en 1945.
Con más éxito visitó
Constantinopla y Angora, en 1942, el agregado cultural de la embajada croata en
Sofía, Stipe Mosner. A pesar de los empeños del embajador yugoslavo
Šumenković por entorpecer la actividad del diplomático croata, Mosner
logró entrevistarse con altos funcionarios del Ministerio de relaciones
exteriores quienes accedieron a la "cooperación cultural", lamentando
no poder, dadas las circunstancias, permitir la apertura del consulado croata
en Constantinopla. Además, Mosner estableció contactos con los más importantes
periódicos turcos de orientación pro-Eje y los proveyó de material informativo
a fin de contrarrestar la propaganda yugoslava. Luego de la visita del agregado
cultural, a fines de diciembre de 1942, apareció en Turquía una misión croata
compuesta por Hasan Šuljak y Vinko Mandekić, dos periodistas que hablaban
el turco. Después de haber visitado varias redacciones de diarios "también
la actividad de esta misión terminó sin gloria por expulsión" —escribe M.
Ristović con un dejo de malevolencia mal disimulada— pues el oficial de
inteligencia yugoslava en Constantinopla, el mayor Vladimir Perić, facilitó
a la policía turca un artículo de Mandekić sobre el sistema penal turco.
En la segunda mitad de 1942
empieza a publicarse en Zagreb la revista Dogu ve Bati (El Oriente y el
Occidente) en el idioma turco. En 1943 fue fundada "La Editorial Musulmana
- Zagreb-Sarajevo", en la cual cooperaba la redacción del periódico Osvit
(Aurora) que en Turquía tenía muchos suscriptores. Todas estas tentativas
periodísticas ponen ahora énfasis en lo cultural e histórico, evitando lo
político-nacional, a fin de no provocar temores de las autoridades turcas
respecto a la posible irredenta croata entre los ciudadanos de Turquía,
inmigrantes de Bosnia y Herzegovina, después de la Primera guerra mundial.
Todas estas consideraciones las
elabora el autor en las dos primeras secciones de su estudio, señalando que no
hay datos que hacen a las nuevas misiones del Estado Independiente de Croacia
en Turquía después de la segunda mitad del año 1943. Las derrotas alemanas en
el frente oriental y la caída de Italia han producido un franco cambio en la
política turca respecto a la "coalición antifascista", de modo que el
gobierno "ustasha", "cuyo fin se vislumbraba en virtud de los
crecientes embates del NOB (i.e. "Lucha de liberación nacional") —
escribe enfáticamente Ristović, dejaron de insistir sobre el reconcimiento
internacional de su "creación estatal, condenada al rápido
naufragio". No obstante, el Estado Independiente de Croacia fue de jure
reconocido por 12 Estados (9 europeos y 3 asiáticos) y de facto por 3 Estados;
él mismo otorgó 5 reconocimientos de Estados y/o gobiernos. "El
naufragio" del E.I.C. se produjo recién dos años más tarde, en mayo de
1945.
En la tercera parte de su ensayo
el autor aborda el problema de los efectos que los relatados intentos del
E.I.C. ejercieron en el gobierno turco para despertar su interés por la suerte
de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina. Ristović reconoce que "las
tradicionales afinidades históricas y confesionales", que el E.I.C.
invocaba en sus contactos con las autoridades turcas, inevitablemente surtieron
el incremento de la "preocupación" turca pur sus posesiones de
otrora. (B. y H. formaban parte del Imperio turco durante 400 años
[1463-1878]!) Además —sigue explicando el autor—, el movimiento revolucionario
y la lucha de "los pueblos yugoslavos", debido a sus "claros
fines y repercusiones" en los demás países balcánicos (i.e. de implantar
el régimen comunista!), "forzosamente contribuyeron a los recelos respecto
a la posibilidad de la propagación del ardor revolucionario hacia Turquía".
Buscando justificativos a
evidentes resultados positivos de los empeños croatas, el autor no pudo pasar
por alto 'la inquietud que en las filas del gobierno yugoslavo en exilio
suscitaban las noticias, que por distintas vías llegaban del país, sobre los crímenes
cometidos por los chetniks servios sobre la población musulmana que se había
incrementado en la segunda mitad de 1942 y la primera mitad de 1943, fomentando
la formación del falso concepto de la opinión pública en el Occidente sobre el
ejército real en la patria". Las noticias de la prensa croata, las quejas
provenientes de Bosnia y Herzegovina y dirigidas al gobierno turco y al
presidente de la república, y los informes de los cónsules turcos
"incitaron a los cautelosos políticos turcos a investigar más
detenidamente los acontecimientos en Bosnia* mediante su propia misión.
Efectivamente, basándose en el
informe del embajador croata en Sofía, Dr. Vladimir Židovec, al gobierno
croata, de fecha 30-11-1942, Ristović describe la misión del periodista e
integrante del servicio de información turco, Cegene, a Zagreb y Sarajevo.
"Las operaciones de los chetniks contra la inocente población musulmana
(iniciadas so pretexto de "venganza" por las matanzas perpetradas por
los ustasha) movieron a Angora, en la primavera de 1943, a llamar la atención
sobre las mismas del gobierno británico y yugoslavo en exilio" —escribe
Ristović, quien señala que el gobierno británico informó a su delegado en
el cuartel del general Draža Mihailović, ministro de guerra del gobierno
yugoslavo en exilio y comandante supremo de los chetniks servios, de que
"el gobierno turco está inquieto por los rumores que llegan a
Constantinopla sobre el trato de que son objeto los musulmanes a manos de los
chetniks".
Aunque el gobierno británico
"considera que tales noticias son falsas y producto de la propaganda
enemiga", no obstante ello "una desmentida del general
Mihailović encontraría cálida acogida en Turquía". A pesar de las
instrucciones impartidas por el gobierno yugoslavo en Londres al general
Mihailović "de que, en vista de la importancia de Turquía en los
acontecimientos militares inminentes, debe evitarse todo lo que pudiera parecer
como una guerra religiosa entre nuestros ortodoxos y musulmanes ... ",
todas estas instrucciones enviadas a D. Mihailović "naturalmente, no
surtieron ningún efecto serio en la 'política' de los chetniks para con los
musulmanes" —admite Ristović, evidentemente a pesar suyo, sin
embargo, siguiendo la vieja política comunista de repartir los `crímenes de
guerra" entre los chetniks y los ustasha por partes iguales, excluyendo,
naturalmente, a los partisanos comunistas.
¿Por qué de esta conducta de los
chetniks servios para con los musulmanes croatas? - ¿Tienen los supuestos
crímenes de los ustasha algo que ver con las matanzas de los musulmanes por
parte de los chetniks? — como lo insinúa M. Ristović. ¡Por cierto, no! He
aquí algunos testimonios que demuestran que la idea fija de los servios acerca
del exterminio de los musulmanes es de larga data (sociológicamente
comprensible en vista de la larga [cca 400 años] ocupación de Servia por los
turcos; para la mayoría de los servios, aún hoy en día, ¡todo musulmán es
turco!):
a) En 1875, cuando se preparaba
el alzamiento de los cristianos en Bosnia y Herzegovina para liberarse de los
turcos, el franciscano bosníaco fray Antonio Knežević visitó en Belgrado
al ministro servio Blaznavac quien sintetizó su pensamiento del modo siguiente:
"Prestad atención a lo que le voy a decir. Tan pronto os alcéis, dad inmediatamente
una proclama a los turcos: o bautizarse en el acto o emigrar en seguida donde
quieran, si no quieren verse degollados".
b) En 1917, durante una reunión del
"Comité Yugoslavo" en Cannes, cuando se abordó el problema de Bosnia
y Herzegovina, Stojan Protić, delegado del gobierno servio, declaró que el
gobierno y el pueblo servio tienen ya lista la solución para estas provincias.
A la pregunta del croata Dr. Ante Trumbić, presidente de dicho Comité, en
qué consistía esta solución servia, según escribe Ivan Meštrović en sus
memorias, Protić contestó: "Cuando nuestro ejército cruce el río
Drina, dará a los turcos 24 horas de tiempo, tal vez 48 horas, para volver a la
religión de sus antepasados, y quienes no quisieran, los masacraremos como lo
hicimos en su tiempo en Servia".
c) El Dr. Juraj Krnjević,
otrora secretario general y ahora presidente del Partido Campesino Croata,
escribió en 1963 en el periódico de este Partido, que en 1924 le manifestó en
el parlamento de Belgrado, un diputado nacional servio, que en Servia seguían
deplorando que el plan, expuesto por Protić, no haya sido ejecutado.
Estos conceptos servios con
respecto a los musulmanes de Bosnia y Herzegovina, étnicamente de origen
croata, conservaron su vigencia también durante la contienda de la Segunda
Guerra Mundial, cuando se enfrentaron entre si los servios (chetniks), los
croatas (ustashas) y los comunistas (partisanos yugoslavos). Por ejemplo: Draža
Mihalović, comandante supremo de las fuerzas nacionales servias en el
país, cursó el 20 de diciembre de 1941 una extensa "instrucción" a
los comandantes de los chetniks servios, en la cual (en el punto 5) se expresa
que el objetivo de la lucha servia es: "Crear fronteras directas y comunes
entre Servia y Montenegro, como también entre Servia y Eslovenia mediante la
limipeza de la población musulmana en Sandzak y de la población musulmana y
católica en Bosnia y Herzegovina". (Véase el artículo del Dr. Dominik
Mandić "Bosnia y Herzegovina dentro del futuro Estado de
Croacia", en: Bosnia y Herzegovina - Aportes al esclarecimiento del origen
de la Primera Guerra Mundial, edición especial de Studia Croatica, 1965,
p. 294-298) .
Prescindiendo citar los informes
de los comandantes de los chetniks sobre el cumplimiento, en invierno de 1943,
de las instrucciones citadas, para no prolongar este paréntesis, tan necesario
para la correcta justipreciación de las relaciones nacionales y acontecimientos
bélicos en los Balcanes, pasemos a la conclusión final del autor sobre la
importancia de la renuencia de Turquía a establecer relaciones diplomáticas con
el E.I. de Croacia. En efecto, Ristović concluye: "El éxito eventual
de los empeños del régimen ustasha en este asunto hubiera tenido efecto
importante y hubiera fortalecido los intentos alemanes para atraer a Turquía al
Eje, deteriorando de tal modo las posiciones británicas en el Cercano y Mediano
Oriente, acercándose peligrosamente por la espalda a la Unión Soviética".
Discrepamos con el autor respecto a la
importancia política o estratégica que atribuye al eventual reconocimiento del
Estado de Croacia por un estado euro-asiático no vecino y neutral. Consideramos
que el único beneficiario del reconocimiento de Croacia por parte de Turquía
hubiese sido la población croata de religión musulmana al verse moral y
materialmente apoyada por una nación grande de religión y lazos culturales
comunes, en la conflagración bélica global que le fue impuesta. Tampoco
coincidimos con la aseveración de M. Ristović, sintetizada en el sumario
en el idioma inglés, de que Turquía se negaba a establecer relaciones con
Croacia que pudieran interpretarse como reconocimiento de un Estado "que
las potencias del Eje lograron establecer mediante conquistas".
Sin entrar en disquisición sobre
el problema de reconocimiento de Estados, que no es una cuestión de índole
moral ni tampoco jurídica, sino puramente un asunto político y de interés
nacional, agreguemos que Turquía tampoco reconoció a la República Eslovaca,
proclamada antes de la Segunda guerra mundial (14-3-1939) y reconocida de jure
por casi toda la comunidad estatal europea, incluida Suiza (19-4-1939),
Yugoslavia (8-6-1939) y la Unión Soviética (16-9-1939); y de facto por Gran
Bretaña (4-5-1939), Francia (14-7-1939) y Bélgica (14-7-1939), según nos
informa el Prof. Dr. Ferdinand Durčansky m su voluminosa obra "Biela
Kniha - Právo Slovákov na samostatnost vo svetle dokumentov' (Libro blanco - El
derecho de los eslovacos a la independencia a la luz de los documentos), Buenos
Aires 1954, pág. 249. En todo el ensayo su autor no cita ningún documento del
cual resultaría la posición de Angora "hacia los regímenes 'quisling'
surgidos dentro del marco del 'nuevo orden europeo'", como argumento
determinante para su política de neutralidad. Tal aseveración parece ser un
invento del señor Ristović a fin de justificar términos "embajador
ustasha", "quisling Estado Independiente de Croacia" y
"títere" en un trabajo supuestamente científico.
Así, a pesar de la enfática
advertencia del autor, o de la redacción de la revista Historia del siglo XX,
que encabeza el texto y reza: "Trabajo científico original", este
ensayo, en su composición y forma de expresión, lamentablemente adolece de
imparcialidad científica en todo lo que atañe al Estado Independiente de
Croacia y a los croatas en general. Sin embargo, eso es el caso de todos los
autores servios o comunistas del territorio de Yugoslavia. En este sentido
Milan Ristović no constituye excepción alguna. Pero sí constituye
excepción su voluntad y valentía de investigar una parte de la historia
diplomática del Estado Independiente de Croacia —generalmente considerado tema
tabú aun después de cuarenta años de desaparecido el Estado croata—. ¡Quizá en
ello debe buscarse el significado de la frase inicial: Trabajo científico
original!
Milan
Blažeković
Riverdito Editore, 1987.
Trece dibujos originates
conforman en una cuidadosa carpeta el intento de atrapar los grandes mitos del
universo borgiano.
Reproducimos de la Revista Siete
Días del 21-27 de mayo de 1987 la nota referente a la carpeta Homenaje a
Borges:
"Desde Gutemberg hasta acá,
pese a las predicciones apocalípticas de muchos, los libros han sido y serán,
sin duda por mucho tiempo, el vehículo privilegiado de la comunicación
cultural. Artesanía mágica y maravillosa que descubre nuevos mundos a la
imaginación y la sensibilidad del lector, su capacidad se expresa en casos como
los de este Homenaje a Borges editado por Gregorio Gordon, que combina dos
universos próximos: el, de la literatura y el de las artes plásticas. Su autor,
el maestro de origen croata Zdravko Dučmelić, nacido en Vinkovci en
1923, se propuso una magna tarea: plasmar en imágenes los mitos que conforman
el mundo de sombras y luces reflejado en la obra de Jorge Luis Borges.
Objetivo, a no dudarlo, logrado
en cada uno de los trece dibujos originales que forman parte de esta suerte de
lujosa carpeta en la que aparecen obsesiones tales como el oro de los tigres,
los sótanos que se bifurcan, los hexágonos secretos y los mil laberintos del
escritor. El volumen —cuyo valor es de 120 australes— tiene, entre otras
características inusuales, 45,5 centímetros de alto por 34 de ancho,
dimensiones que resultan apropiados para una obra como ésta, especialmente
dedicada a coleccionistas. La edición consta de quinientos ejemplares numerados
y firmados por el autor, y a modo de prólogo contiene un texto de Ernesto
Sábato, que sirve de introducción a un trabajo única en su género."
Cartas de lectores
Buenos
Aires, febrero 9 de 1987
Señor
Secretario de Redacción
de
STUDIA CROATICA
Don
Ljeposlav Perinić
Carlos
Pellegrini 743 -3er. piso— 18.
Capital
Federal
Estimado
señor:
He recibido con grata satisfacción
la revista STUDIA CROATICA, con importantes contribuciones literarias,
políticas y culturales. Agradezco mucho este valioso envío producto de la
calificada sensibilidad del pueblo croata, y felicito a sus inspiradores por la
calidad de la revista y el estilo de su mundo cultural.
Lo saludo con mi mayor
consideración.
RODOLFO
S. FOLLARI
Paraguay
1307 -6 piso— 51
1057
Buenos Aires
Buenos Aires, 21 abril 1987
Al Señor Director de STUDIA
CROATICA
Dr. Radovan Latković
Carlos Pellegrini 743
Capital Federal
Por la presente me complazco en
hacerle llegar mi más expresivo agradecimiento por la gentileza de enviarme la
interesante revista de su digna dirección, la cual logra brindar, a través de
su valioso contenido, en especial en el nivel histórico, un aporte importante y
signiicativo para nuestra cultura nacional.
Sumo a este
agradecimiento, mis sinceros deseos de que STUDIA CROATICA logre alcanzar un
éxito siempre creciente, no sólo entre los miembros de la colectividad croata,
sino también entre los lectores de habla hispana. ¡"Semper ad astra"!
Hago propicia
esta circunstancia para saludar al señor Director con la más distinguida
consideración.
Pasaje Uriburu 975
(1225) Capital
[1] "Izvještaj od 29.X. do 17.XI.1928" (Informe
del 29 de octubre al 17 de noviembre de 1928", escrito por Ante
Trumbić luego de su vuelta del exterior.) AJAZU, los escritos de
Trumbić, fascículo 60; citado según Bogdan Krizman "Ante Pavelić
i ustaše" ("Ante Pavelić y los 'ustaša'"), Zagreb, 1978, p.
35.
[2] Ljubo Boban: "Maček i politika Hrvatske
Seljačke Stranke 1928-1941" ("Maček y la política del
Partido Campesino Croata 1928-1941"), Zagreb, 1974, T. I, p. 63.
[3] Zbirka Trumbić (Colección Trumbić), anotación
del 5 de noviembre de 1930, sobre su conversación con Maček, no
registrada; según Lj. Bohan, op. cit. I. p. 53.
[4] Politischer Archie des auswärtigen Amtes (Archivo
político del ministerio de Relaciones Exteriores), (en adelante PA), DK Zagreb
VI A Bd. 13, 12 de febrero de 1935. Según Lj. Bohan, op. cit., I, p. 400.
[5] Zbirka Trumbić (Colección Trumbic), anotación del
26 de abril de 1935, según Lj. Boban, op. cit., I, p. 402.
[6] Ibídem, anotación del 24 de diciembre de 1936 sobre su
conversación con Maček, no registrado según Lj. Boban, op.
cit., I, p. 239.
[7] Lj. Boban, op. cit., I, p. 419; según Public Record
Office (Oficina de documentos públicos), archivo del Foreign Office (Ministerio
de Relaciones Exteriores), Londres (en adelante F .0.) -371, f-21198 R 5201,
carta de la duquesa de Atholl del 27 de julio de 1937.
[8] Embajada de la República de Checoslovaquia en Belgrado,
Nv 1461/confidencial 37. Informe político regular, número 103. Belgrado el 10
de diciembre de 1937. Según Lj. Boban, op. cit., I, p. 309.
[9] Ibídem; según Lj. Boban, op. cit., I, pp. 314-315.
[10] Lj. Boban, op. cit., I, p. 429, según Colección
Trumbić, anotación del 23 de abril de 1938 sobre su conversación con
Jančiković.
[11] Hugh Seton-Watson, "Položaj u Jugoslavijt"
('Situación en Yugoslavia"), F.O.-371, f-23875, R2704, 7 de abril de 1939.
Según Lj. Boban, op. cit., U, p. 102.
[12] Lj.
Boban, op. cit., I, p. 423.
[13] Ibídem, 11, p. 453, F .O. 371, f.22476, R 5193, Informe
de Campbell a Halifax del 23 de mayo de 1938.
[14] PA DK Zagreb Pd IV 60 Bd. 1, 23 de marzo de 1938; según
Lj. Boban, op. cit., I, p. 424.
[15] Ibídem.
[16] PA Pol. IV 60 Bd. 1, 11 de abril de 1938; según Lj. Boban, op.
cit., I, p. 424.
[17] Lj.
Boban, op. cit., II. p. 81.
[18] Lj. Boban, op. cit., II, p. 420. Según Archie
Ministerstva zabraničnych ved Slovenskej republiky, Zprávy politicke
(Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Eslovaquia,
Documentos políticos), Bratislava, Č. 3564/P-141/40, Informe del encargado
de negocios de la embajada eslovaca en Belgrado del 9 de octubre de 1940.
[19] Según Lj. Boban, op. cit., I, p. 474.
[20] F.O. 371-37851. Según
Staniša R. Vlahović: "Zbornik dokumenata iz Britanske arhive.
Anglo-jugoslavenski odnosi 1941-1948" ("Colección de documentos del
archivo británico. Las relaciones anglo-yugoslavas 1941-1948"), Birmigham
1985, p. 30.
[21] Velimir Terzič: "Slom Kraljevine Jugoslavije
1941" ("Derrumbe del Reino de Yugoslavia en 1941"), segunda
edición, Belgrado 1984, I, pp. 302-303.
[22] Ibídem, I, p. 420 y p. 422.
[23] S.R. Vlahović, op. cit., p. 40.
[24] V. Terzić, op. cit., I, p. 453, nota citada según
el libro de Breccia Alfredo: "Jugoslavia 1939-1941, Diplomazia della
neutralitá" ("Yugoslavia 1939-1941, Diplomacia de la
neutralidad"), Roma 1978, p. 548.
[25] S.R. Vlahović, op. cit., p. 314.
[26] Elisabeth Barker: "Britanska politika prema
jugoistočnoj Evropi u Drugom svjetskom ratu" ("La política
británica para con el sudeste europeo durante la Segunda Guerra Mundial"),
Zagreb, 1978, p. 93.
[27] V.
Terzić, op. cit. I, p. 406.
[28] E.
Barker, op. cit., p. 97.
[29] S.R. Vlahović, op. cit., pp. 31 y 32.
[30] E. Karker, op. cit., p. 99.
[31] Dr. Vjekoslav Vrančić: "Branili smo
Državu" (Defendíamos al Estado"), Barcelona-München, 1985, I, p. 235.
Según "Akten zur deutschen auswärtigen PoIitik 1918-1941"
("documentos sobre la política exterior alemana 1918-1941"), (en
adelante ADAP), D.XII/1, p. 383, N 281.
[32] "Zbornik dokumenata i podataka o
narodnooslobodilačkom ratu naroda Jugoslavije" ("Colección de
documentos y datos sobre la guerra de liberación de los pueblos de
Yugoslavia"), II, 2, pp. 500-502, según V. Terzić, op. cit., II, p.
48.
[33] Ferdo Čulinović: "Jugoslavija između
dva rata" ("Yugoslavia entre dos guerras"), Zagreb, 1961, II, p.
240.
[34] B.
Krizman, op. cit., p. 352.
[35] V.
Terzić, op. cit., II, p. 277.
[36] V.
Vrančić, op. cit., I, p. 219, según ADAP, D.XII/1, pp. 304-307, No
215, 216.
[37] Dra. Fikreta Jelić Butić : "Ustaše i
Nezavisna Država Hrvatska 1941.1945" ("Los 'ustaša' y el Estado
Independiente de Croacia, 1941-1945"), segunda edición, Zagreb, 1978, p.
63.
[38] V. Vrančić, op. cit., I, p. 222, según las anotaciones
del mayor Christian, publicadas en ADAP, D.XII/1, pp. 307-309, No 217. Ver
también V. Terzić, op. cit., II, p. 31, el protocolo del mayor Christian.
[39] V. Vrančić, op. cit., I, p. 222, según ADAP,
D.XII/1, pp. 324-326, No 223.
[40] "Zbornik dokumenata NoB-a" ("Colección de
los documentos de la Guerra de Liberación Nacional"), II 2, 427 y sig.
Según Dra. Jelić-Butić, op. cit., p. 63.
[41] V.
Terzič, op. cit., II, p. 43.
[42] V.
Terzič, op. cit., II, p. 43.
[43] B. Krizman, op. cit., p. 353, según ADAP, XII, 1, pp.
328-327.
[44] Ibídem, p. 354, según ADAP, XII, 1, pp. 328-329.
[45] V. Vrančić, op. cit., I, p. 226; según ADAP,
D.XII/1, pp. 331-333, No 228
[46] V. Vrančić, op. cit., I, p. 226; según ADAP,
D.XII/1, pp. 331-333, No 228
[47] Dra. F. Jelić-Butić, op. cit., p. 64.
[48] V. Vrančić, op. cit., I, p. 227, según ADAP,
D.XII/1, p. 350, No 239.
[49] B. Krizman, op. cit., p. 377, según PA, Büro
Unterstaatsselretár, Jugoslawien, Band .1.
[50] B. Krizman, op. cit., p. 377, según PA, Büro
Unterstaatsselretár, Jugoslawien, Band .1.
[51] ADAP, D.XII/ 1, No 334, según V. Vrančić, op.
cit., I, p. 238.
[52] Ver V. Vrančić, op. cit., p. 238.
[53] Ibídem, p. 239.
[54] F. Čulinović, op. cit. p. 210.
[55] F.
Čulinović, op. cit. p. 210.
[56] V.
Terzić, op. cit., II, p. 64.
[57] Ibídem, p. 549.
[58] Ibídem, p. 413.
[59] ADAP, D.XII/2, pp. 440-441, Nro. 324; según V.
Vrančić, op. cit., p. 244 y B. Krizman, op. cit., p. 421.
[60] ADAP, D.XII/2, pp. 436-437, Nro. 319; según V.
Vrančić, op. cit., p. 245.
[61] Ver V. Vrančić, op. cit., p. 245.
[62] Ver V. Vrančić, op. cit., p. 245.
[63] B. Krizman, op. cit., p. 420 y V. Vrančić, op.
cit., p. 245.
[64] E.
Barker, op. cit., p. 79.
[65] V. Vrančić, op. cit., I, p. 2.33; según ADAP,
D .XII/1, p. 369, N. 261.
[66] V. Vrančić, op. cit., I, p. 2.33; según ADAP,
D .XII/1, p. 369, N. 261.
[67] Ibídem, p. 233. Según la misma fuente, p. 372, N. 284.
[68] AVII, NAV-N-T-312, 423/800 13) 3-1304; Archie der
Gegenwert 1941" ("El archivo del tiempo presente, 1941"), p.
4968. Según V. Terzić, op. cit., II, p. 358.
[69] V.
Terzić, op. cit., II, p. 368
[70] B. Krizman,
op. cit., p. 431.
[71] "Drugi svetski rat (Pregled operacija)"
("La Segunda Guerra Mundial - Revista de las operaciones"), I, p.
472. Según V. Terzić, op. cit., II, p. 389.
[72] B.
Krizman, op. cit., p. 422-423.
[73] Ibídem, p. 423.
[74] Según B. Krizman, op. cit., pp. 452-453, en base a ADAP,
XII, 2, p. 515 y pp. 505-509.
[75] Embajadores:
Conde Pedro Pejacsevich; Vicente González-Arnao y Amar de la Torre,
respectivamente.