Nuevas confrontaciones en Yugoslavia

Jure Petričević, Brugg – Suiza

 

Studia Croatica, Año XVII – Octubre – Diciembre 1976- Vol. 62-63

 

 

Después del sofocamiento de la "primavera croata" y de la destitución del liderazgo comunista croata a intervención de Tito y de los generales pro-soviéticos yugoslavos en 1971, fueron puestas marionetas de segunda mano a la cabeza de la Liga comunista en Croacia. La conducción fue tomada por los croatas Milka Planinc, Josip Vrhovac, Jakov Blažević, Sirotković, Perisin y otros bajo el mando de los servios de Croacia encabezados por Dušan Dragosavac (secretario del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia), Milutin Baltić (presidente de los sindicatos de Croacia) y los generales servios.

El nuevo equipo croata comprobó rápidamente su impotencia en Croacia ante la dictadura de Servia y de la minoría servia en Croacia como también ante la explotación de la economía croata. El terror en Croacia, los encarcelamientos y procesos masivos, una nueva ola de exilados croatas hacia los países occidentales, la crisis económica y un alto porcentaje de desempleo, la prolongación de la destrucción de aldeas y de campesinos croatas constituyen la principal característica de la nueva era del "socialismo de autogestión" en Croacia.

Cuatro años después de la subida al poder, el nuevo equipo de comunistas croatas reconoce públicamente su impotencia y considera la actual situación en Croacia sin solución. Este reconocimiento lo encontramos en el libro Suvremeni Hrvatski Nacionalizam — El Nacionalismo Croata contemporáneo, escrito por el Dr. Ivan Perić, director del "Centro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia para la actividad ideológico-teórica", y es una "monografía", preparada dentro del cuadro del proyecto científico-investigador: El carácter multinacional de la comunidad yugoslava y su transformación socialista de autogestión. Este proyecto está realizándose en el seno del Centro para las investigaciones sociales del Comité Central de la Liga Comunista Yugoslava". De acuerdo con esta observación que se halla en el comienzo de dicho libro parece que, dentro del mencionado proyecto del Comité Central de la Liga Comunista de Yugoslavia, también las demás repúblicas y regiones autónomas de Yugoslavia están elaborando sus monografías del mismo tenor. Este estudio tiene carácter de posición oficial de la Liga Comunista de Croacia, referente al problema nacional croata.

El problema central de dicho elaborado es la cuestión nacional croata. A pesar de las afirmaciones de que dicha cuestión estaría solucionada, el análisis del libro de Perić llega a la conclusión que Tito y su Yugoslavia no han solucionado ese problema nacional, sino que allí impera el granservismo y el unitarismo. En la pág. 146 de dicho libro con relación a la falta de solución del problema nacional croata se expresa:

"En la actual Yugoslavia existe una tendencia que en las condiciones de pos-guerra (presión exterior y la inevitable centralización de medios para una rápida industrialización) llegó a realizarse en gran medida. Se trata del unitarismo yugoslavo. El portador de esta tendencia es la cúspide estatal federal y tiene sus protagonistas en todas las repúblicas. Desvirtuar esta tendencia redunda en el interés de Yugoslavia. de todos sus pueblos. Es asimismo una condición necesaria para la estabilización y el desarrollo del socialismo. La insistencia en la idea del granservismo como en la expresión del unitarismo yugoslavo no sólo tiene su fundamento en la concepción de los problemas actuales como se los concebía entre las dos guerras, sino que está orientada también hacia la negación de Yugoslavia como el cuadro dentro del que resultaría imposible la existencia de Croacia y de los demás pueblos no servios en su calidad de individualidades nacionales. La llamada oposición democrática croata no considera a la actual Yugoslavia como una comunidad estatal en la que todos los pueblos que viven en ella podrían sentirla como su comunidad y no se identifican con ella, sino que la consideran como una comunidad forzada bajo la dominación servia, y por eso se dirige a los servios como el factor fundamental que, según su opinión, mantiene esta comunidad forzada. Hacemos un llamado a los representantes de Servia y de los servios en general, para que reconozcan el derecho de autodeterminación a los pueblos no servios en Yugoslavia y para que no obstaculicen la concreción de su libertad nacional.

El espíritu de comprensión servia podría llegar a ser un sólido fundamento para el futuro, mientras que no podrá impedir su liberación y empeoraría y envenenaría más aún las relaciones por un largo tiempo[1]. Aquí tenemos el verdadero sentido con el que señala al granservismo como el obstáculo principal para la realización de las aspiraciones "nacionales" de los croatas y de otros pueblos no servios en Yugoslavia. Se hace una apelación a los representantes de los servios para que permitan la destrucción de Yugoslavia. Si esto lo desean los croatas y los demás pueblos que viven en ella, no se cuestione, sino que simplemente se lo presupone como un hecho cabal".

De acuerdo con lo antedicho, el libro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia llega a las mismas conclusiones a que llegó la oposición democrática croata en su Programa del año 1968, citado varias veces por Perić, como "la solución occidental" del problema croata en caso del derrumbe de Yugoslavia. Este programa, de acuerdo con el elaborado por el "Centro del Comité Central de la Liga Comunista Croata para la actividad ideológica - teórica", representaría, en caso de una partición de Yugoslavia, una solución progresista, y democrática tanto para los croatas como para los servios y las demás minorías en el Estado croata, incluyendo también a los pueblos del "complejo adriático-danubiano". Esto constituiría, según dicho documento del Comité Central de la Liga Comunista Croata, la cumbre de la evolución del nacionalismo croata moderno en el espíritu democrático y de Una sociedad social-económica adelantada. Para el autor del libro y el Comité Central de la Liga Comunista de Croacia con cuyo permiso fue elaborada la mencionada monografía para la central partidaria comunista en Belgrado, está claro que ese programa parte desde la partición de Yugoslavia y se encamina hacia la solución del problema croata fuera de Yugoslavia.

El trabajo de Perić señala que el programa de la oposición democrática croata fue el fruto de la colaboración de las fuerzas externas (la emigración) y las internas de oposición en Croacia", y reconoce la actualidad de su posición con respecto a la "creación de las posibilidades de afirmación de una categoría de hombres, portadores de la orientación del mercado libre, respetando las capacidades económicas organizadas socialmente, con sacrificios del pueblo entero" (pág. 173).

Tierras y límites de Croacia

El territorio del futuro Estado croata, el papel de las actuales repúblicas de Croacia y de Bosnia-Herzegovina como también la solución del problema servio dentro de los límites del Estado croata ocupan un lugar importante en el estudio del Comité Central de la Liga Comunista Croata sobre la cuestión nacional croata. En contraposición a la actual solución que desmenuza el territorio croata, en el libro "El Nacionalismo Croata Actual", se expone la solución de acuerdo con el Programa de la oposición democrática croata. Este programa está acompañado por el comentario del escritor (Perić) de la siguiente manera: "La emigración política (que no tiene en cuanto a la expresión y formulación de sus posturas limitación alguna impuesta por las soluciones constitucionales en Yugoslavia, presenta en este sentido aspiraciones más amplias. El Estado croata debe abarcar a la república de Croacia y las partes separadas por la fuerza; a saber: a Srijem, Bačka, Boka Kotorska. Además, la solución actual de las dos repúblicas, es decir de Croacia y de Bosnia-Herzegovina, territorio en que los católicos y los musulmanes constituyen una enorme mayoría, es la base concreta para el arreglo del Estado croata en que entraría Bosnia-Herzegovina como una unidad separada y de acuerdo con la voluntad democrática libremente expresada por la mayoría de la población de Bosnia-Herzegovina. (El Programa de la oposición democrática croata). Aquí tenemos la idea de la homogeneidad territorial de Croacia en su aspecto más extremo. Pero, justamente esta extensión no es posible, ya que el definir el territorio croata, se insistiría literalmente en el principio de la homogeneidad étnica también. Naturalmente, la política "ustacha" que este principio representaba al pie de la letra, con las consecuencias conocidas, significa una carga pesada que hay que rechazar. Pero, en la formulación de estas pretensiones territoriales dei nacionalismo croata no pudo pasarse por alto el hecho de que dentro de dichos territorios viven grandes individualidades étnicas no croatas y que era indispensable determinar la posición ante este hecho. El Estado croata debe garantizar los derechos fundamentales a las minorías, entre las cuales la mayor es la servia. Los servios, antiguos pobladores en algunas regiones croatas constituyen una parte integrante de la tierra y la vida croatas, nuestra patria Croacia es también su patria (Ibidem)".

El análisis de la cuestión croata que se halla en el segundo capítulo "El nacionalismo como continuación y reproducción del pasado", termina con una cita del Programa de la oposición democrática croata sobre la organización del Estado croata apoyándose sobre Occidente: "Posiciones más radicales aún de ese documento que las que formularían las fuerzas burguesas (cívicas) en el interior, se refieren a la negación de Yugoslavia. Se insiste en la necesidad de su disgregación para formar después de la misma un nuevo complejo "adriático-danubiano".

El curso que seguirá la partición de Yugoslavia según Programa de la oposición democrática el libro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia en su capítulo tercero y final lo describe de la siguiente manera: "Croacia, con Bosnia-Herzegovina (que debe ser incluida en Croacia) y Eslovenia como una república independiente forman un bloque natural frente a Servia. Aquí se hace presente la famosa idea del entendimiento Stalin-Churchill, referente a la limitación de las esferas de influencia en Yugoslavia (50:50), o mejor dicho, se especula con la posibilidad de su reactualización (pág. 205).

Este proyecto del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia destaca la existencia de una coincidencia entre los puntos de vista en Croacia y en su emigración en cuanto a los problemas fundamentales y a su solución: "Dos casi idénticas opiniones acerca de las posibilidades de Croacia están formuladas por parte de los representantes del nacionalismo croata en las filas de la emigración como también en el país. Tal interpretación de las posibilidades de Croacia se hace tanto en función de la idea de desintegración de Yugoslavia, como también en función de otra concepción: la incorporación de Croacia en el complejo capitalista europeo occidental" (pág. 205/206). Con el análisis de la idea que incluye a Croacia dentro del mundo occidental termina la principal parte del libro del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia y expresa las siguientes formulaciones: "Croacia se desarrolla realmente en el complejo euro-occidental. Ella recibía de Europa y daba a su vez (en proporciones modestas) su contribución al desarrollo de la cultura y la civilización europeo-occidental. Pero, el nacionalismo croata ignora el hecho de la existencia de Yugoslavia durante más de medio siglo. Dentro de su territorio, a pesar de las condiciones desfavorables y de inigualdad de los pueblos no servios antes de 1941, durante todo el tiempo de su existencia, desenvuelve la comunicación entre los pueblos que viven en ella, y Croacia es una parte de esa conformación participa en el intercambio de bienes culturales y de otras conquistas y contribuye de esta manera a la creación de una cultura general "yugoslava". El énfasis especial que se da a la idea de la pertenencia al círculo cultural occidental a que, por cierto, pertenece también Yugoslavia en su conglomerado desde su comienzo, se da en función de la desintegración de Yugoslavia y de la obstaculización de los procesos de integración espiritual entre los pueblos que allí viven. La Yugoslavia actual es un espacio y un cuadro dentro de los cuales están organizados procesos de formación de las relaciones socialistas. La tendencia de su desintegración tiene como finalidad justamente imposibilitar la misma. La integración de Croacia y de las demás partes occidentales de la Yugoslavia desintegrada en el bloque occidental capitalista es otro aspecto de la misma tendencia. Tal es el proyecto que se ha formulado en el Programa de la oposición democrática croata, que anuncia la integración de Croacia, con sus vecinos en Europa y el resto del mundo. La unión aduanera entre Bačka y Srijem, Bosnia-Herzegovina y Eslovenia, como la primera fase de la futura creación de los Estados esloveno y croata respectivamente y su inclusión en "una gran comunidad económica en el espacio adriático-danubiano", está expresamente dicho en el mencionado proyecto" (pág. 206/207).

La actualidad del problema

Así termina el último capítulo del documento del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia — "El Nacionalismo Croata Contemporáneo" dirigido a la dirección del Comité Central de la Liga Comunista de Yugoslavia. Este documento-petición de los comunistas croatas en el poder a la Liga Granservia Comunista de Yugoslavia llega a la misma conclusión: nosotros somos impotentes, nuestra y vuestra solución a la cuestión croata, signada como "fraternidad y unidad" o como el "socialismo de autogestión" vio su fracaso. En Yugoslavia domina "el granservisrno como la expresión del unitarismo", nosotros estamos al borde de nuestras posibilidades y de nuestras fuerzas. Como una alternativa y una solución de la cuestión croata actual los comunistas proponen a la opinión pública el Programa de la oposición democrática croata. El meollo de esta solución consiste en la partición de Yugoslavia en dos partes y en la incorporación de la mitad occidental con el Estado croata y de Eslovenia en la Europa Occidental o en la comunidad adriático-danubiana.

El problema es de gran actualidad y el elaborado del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia no pudo pasarlo por alto. Su actualidad es tanto más grande por cuanto el equilibrio muy precario de las fuerzas dentro del cuadro del orden de posguerra creado en el espíritu del convenio de los Estados Unidos, la Gran Bretaña y la Unión Soviética, está desequilibrado. La intervención soviética en los asuntos de Yugoslavia en 1971 y una progresiva integración de Yugoslavia en el bloque soviético llevan a la revisión del orden imperante hasta ahora. La posibilidad que más se impone en la situación actual, es la partición de Yugoslavia en la parte oriental y la occidental. Esto surge como muy claro, leyendo el elaborado del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia, denominado, como ya dijimos varias veces "El nacionalismo croata contemporáneo".

A fin de solucionar este problema pacíficamente, hace falta dialogar entre Belgrado y Servia por un lado y los representantes de Croacia, Bosnia-Herzegovina, Eslovenia, Kosovo, Montenegro, Vojvodina y Macedonia por el otro. ¿Aceptarán Belgrado y Servia el diálogo sobre esta base? Lo dirá el futuro. Pero el problema está claramente planteado. Soluciones nuevas son necesarias e inevitables.

El mismo problema fue formulado en una forma más suave en 1971. Belgrado dio su respuesta por intermedio de los generales con respaldo soviético y bajo la égida de Tito, usando primero la fuerza en Croacia, luego en Eslovenia, Macedonia, Servia y en otras regiones. Los comunistas liberales y los nacionalistas fueron destituidos del poder. Esta vez la situación es mucho más grave y más complicada. En el interior de Yugoslavia, como también en el campo internacional c n formándose y confrontando fuerzas opuestas de consideración.

Bloques contrarios

En cuanto a la cuestión nacional sin solución, se enfrentan dos bloques: 1) las fuerzas que militan por sostener a la Yugoslavia granservia y su régimen, 2) las fuerzas que propician una reforma de Yugoslavia o partición. En la primera categoría entran estas tres agrupaciones: 1) La Liga Comunista Yugoslava de Tito que retiene la mayor parte del poder, pero que está fuertemente infiltrada por elementos pro-soviéticos. 2) El Partido comunista pro-stalinista encabezado por Vlado Dapčević, que está en la oposición, pero que a la vez retiene puestos de poder muy importante. 3) El bloque socialista granservio de orientación pro-occidental, cuyo ideólogo es Milovan Djilas y que, apoyado por los círculos tradicionales granservios y montenegrinos, tiene también gran participación en las esferas de poder del régimen actual.

Todas estas agrupaciones desean mantener la hegemonía servia sobre los croatas. La actual Liga Comunista de Yugoslavia —y el régimen de Tito— tratan de salvar la existente estructura estatal como también el poder, apoyándose cada vez más en la Unión Soviética, pero continuando también su colaboración con los Estados Unidos y contando con su ayuda tanto política como material. El nuevo Partido comunista stalinista fundado sobre una concepción expresamente granservia y deja eventualmente a los soviéticos una "solución" ulterior de la cuestión nacional en Yugoslavia. La concepción de Djilas sobre el arreglo de Yugoslavia, contando con Occidente, incluye a Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Kosovo en Servia, mientras reconoce a los croatas, a los eslovenos y los macedonios el derecho, en principio, a sus propios Estados, pero hace todo por mantenerlos dentro de Yugoslavia. También esta concepción de Djilas cuenta con el mantenimiento de Yugoslavia mediante la ayuda extranjera, concretamente con la americana. Si. no obstante. se produjera la partición de Yugoslavia, entonces la concepción de Dilas, incluyendo a Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Kosovo en Servia, provocaría un enfrentamiento con los intereses de Occidente, porque los soviéticos obtendrían por la incorporación de las partes orientales (Servia agrandada y Macedonia) no sólo la salida al Adriático sino también una importante base económica y estratégica.

La actual política de Tito, como así también los programas del Partido Comunista Stalinista, junto con la solución del problema nacional de Djilas, se enfrentan con los intereses de Croacia, de Bosnia-Herzegovina. de Kosovo. de Montenegro, de Eslovenia y de Vojvodina. El conflicto más agudo se plantea con los croatas, los albaneses y los eslovenos. Todas las tres variantes de solución del problema nacional basándose en la política granservia llevarían necesariamente a grandes conflictos internos. Eso resulta visible de la "solución definitiva" del problema nacional de Tito.

A diferencia de la intervención de los generales pro-soviéticos y de Tito en 1971 en la República de Croacia, la actual crisis debe sacudir a todas las repúblicas y regiones incluso a Macedonia a causa de la necesidad de un arreglo con Bulgaria.

El factor francés

Dentro de los cauces políticos exteriores en Yugoslavia se entrecruzan los intereses de la Unión Soviética y de los Estados Unidos o mejor, de la NATO. Como un factor en aquel espacio aparece Francia, a la que podemos considerar como representante de la solución de la crisis actual del problema nacional en Yugoslavia dentro del ámbito europeo, en vez de aquel americano-soviético. La dinámica política francesa en la Europa oriental y en el Mediterráneo (traslado de la sede de la Marina de guerra francesa de Brest a Tulon, adaptación de la política francesa de defensa de Europa) vio justamente en el cm-so de este año una importante metamorfosis en el interés de Europa. En tal sentido se abandonó la concepción estratégica de De Gaulle de la defensa en dirección de "todos los asimutos" y se señaló como punto más importante de la defensa de Europa en el mar al Mediterráneo y en la tierra firme los límites orientales de la República Federal de Alemania. Francia en esta línea suplanta sola a las fuerzas del Pacto de la NATO y para esta política global cuenta con el apoyo de China con sus aliados europeos — Rumania y Albania.

En caso de aplicarse la fórmula Stalin-Churchill (50% - 50%) en cuanto a las zonas de influencia, existe la posibilidad en la actual crisis de la repartición territorial de Yugoslavia de acuerdo con un nuevo entendimiento de Washington y Moscú en la parte oriental y la occidental, con la correspondiente influencia de las dos superpotencias. De acuerdo con la intención francesa y su influencia, existe la posibilidad y una mayor probabilidad de que se llegue a la división de Yugoslavia en lo que respecta al derecho de autodeterminación y de creación de los Estados neutrales en el espacio de la actual Yugoslavia. Esta solución cabría dentro de las soluciones europeas en lugar de la repartición en zonas de influencias americana y soviética respectivamente.

El Mediterráneo constituye hoy el centro de la crisis política en Europa y de la posible confrontación de Occidente con el bloque soviético. Dentro del marco de esta crisis y el conflicto de intereses, tendrá su lugar también la solución del problema nacional en Yugoslavia. Una vez más la suerte de aquellos pueblos será decidida, y por un tiempo mucho más largo.

Dentro del dicho marco de las confrontaciones de las fuerzas internas y externas, se replantea en una forma muy aguda el problema croata. Por el estado actual insostenible, el equipo dirigente de los comunistas croatas en Zagreb hace una constancia pública y en un documento oficial, como es el libro de Perić, declara que es absolutamente necesario buscar una nueva solución a la cuestión croata. Se trata de un mensaje público de los comunistas croatas a la Liga Comunista de Yugoslavia, esta última de carácter granservio y con sede en Belgrado. Por parte de los croatas están señaladas las fuerzas, el programa y las posibilidades con que los representantes de Servia deben contar, si desean la paz y un futuro feliz para su propio pueblo. El libro de Perić ubica claramente por parte de los croatas las fuerzas democráticas fuera y dentro de la Liga Comunista de Croacia con las que los representantes servios deberían entablar conversaciones. Dichas conversaciones, inauguradas en Zagreb y Sarajevo sobre una nueva posible solución del problema nacional en base al derecho de autodeterminación, deberían ampliarse y llevarse a cabo paralelamente con los albaneses de Kosovo. con los eslovenos, con los macedonios, como también con los representantes de Vojvodina.

De esta manera resultaría más factible evitar la intervención desde el exterior. A cada uno de esos pueblos debe reconocérseles el derecho de la libre decisión sobre su futuro marco estatal y sobre su orden interno. Cualquier tentativa de recurrir al uso de la fuerza por la parte servia, provocaría automáticamente no sólo conflictos abiertos internos sino también la intervención extranjera. Los que realmente tienen en sus manos las riendas del poder en Yugoslavia o sea, los representantes servios, deben examinar bien hacia donde llevaría a su país y a su pueblo una guerra con los croatas y los otros pueblos no servios que viven actualmente en Yugoslavia.

La reaparición de Brezhnev en 1976 como nuevo aliado de Tito después de su intervención en Yugoslavia de 1971, hace conjeturar que podría continuar la política fatal de Moscú, de los generales pro-soviéticos y de Tito con un nuevo intento de intervenir por la fuerza en los acontecimientos. La crisis no se resolverá "pacíficamente" como en 1971. Esta vez tomarán parte activa en la solución de la crisis todos los pueblos y el triángulo de las fuerzas extranjeras —la Unión Soviética, los Estados Unidos y Francia con China—. En efecto, las consecuencias dentro del marco de la activación de todas las fuerzas internas y externas en el trasfondo del conflicto servio con los pueblos no servios en Yugoslavia, están fuera del campo visual.

 

 



[1] El Programa de la oposición democrática croata exterior e interna. El manuscrito mimeografiado, en la Documentación del Comité Central de la Liga Comunista de Croacia, pág. 10.