STUDIA CROATICA
Año XVI – Enero – Junio 1975- Vol. 56-57
Fortalecimiento del centralismo y ofensiva contra la
oposición en Yugoslavia
"...La autogestion obrera existe más sobre el papel
que en la realidad"
"Praxis" - Una revista falsamente liberal
Causa de las revueltas en Kosovo
Roko Matjašić, pintor en Chile
Opiniones francesas sobre la obra de un comunista croata
Croacia, un pueblo cuyo espíritu no quebrantó Tito
Ivo Andrić falleció en Belgrado
Los nazis casi tenían la razón
La "ausencia" de servios en la actual
Yugoslavia de Tito
El 70 aniversario del Partido Campesino Croata
Aleksa Benigar: Alojzije Stepinac — hrvatski cardinal —
Smail Balić: Kultura Bošnjaka - muslimanska
komponenta
Dionyslus Lasić, O.F.M.: De vita et operibus Sancti
Jacobi de Marchia
El rinconcito de poesia: Ana Maria Petričević,
monja y poetisa
Reflexiones con
motivo del trigésimo aniversario de la tragedia de Bleiburg
Franjo
Nevistić
En mayo de 1945 empezó una de las más grandes tragedias en la historia del pueblo croata, la de Bleiburg (que se prolongaría durante los meses siguientes). Unos 200.000 soldados y otros tantos civiles fueron entregados por las tropas inglesas en Austria a los comunistas de Tito o impedidos de cruzar las fronteras austro-yugoslavas en procura de encontrar amparo en los aliados occidentales. Estos eran los que hablan prometido la libertad "a todos" para el fin de la guerra. Los comunistas de Tito, considerados aliados de los ingleses, se encargaron de la "misión". Interpretándola a su modo, los servio-comunistas[1] exterminaron prácticamente a la flor de la juventud croata alistada en el ejército de su país. Su tarea fundamental fue la defensa tanto del derecho de autodeterminación de su pueblo, considerado condición previa de todas las demás libertades, como de la independencia de Croacia contra la reocupación servia mediante el pretexto revolucionario comunista. El verdadero encargado de esta "misión" fue el Partido Comunista Yugoslavo, un partido de tinte granservio[2].
Este Partido era
a la vez un instrumento, dócil y entusiasta, da la expansión del poder
soviético. Enemigos mortales de la independencia de Croacia, los comunistas de
Tito, disfrazados de "libertadores" nacionales y sociales de los
pueblos de Yugoslavia, desencadenaron contra los croatas —soldados desarmados y
civiles— furia de humillaciones, suplicios y matanzas. En lugar de la libertad
prometida "para todos", se cometieron crímenes que sólo una fantasía
morbosa y un fanatismo infrahumano pueden imaginar[3].
Terminada esta
operación directa de "liberación" de centenares de miles de
prisioneros, Belgrado implantó en el país, especialemnte en la Croacia ocupada,
un régimen totalitario y de discriminación nacional; un régimen de explotación
neocolonial que perdura hasta el presente, con variantes de aspecto y de
táctica, pero intacto en su carácter de régimen efectivamente genocida[4].
Más de un millón y medio de croatas exterminados o desterrados de sus hogares
son la consecuencia y el fruto más auténtico de la "misión
libertadora" que los comunistas de Tito llevaron y están llevando a cabo
después de la última guerra. Actualmente las víctimas de aquel régimen
granservio son los intelectuales croatas comunistas: filósofos, poetas,
escritores, periodistas, economistas, estudiantes, etc. Hombres y mujeres,
están "hospedados" en las cárceles de Tito. Irónicamente podríamos
escribir en sus frontispicios: Escuela de Unidad y Fraternidad, como a su
tiempo estaba, también con un amargo sarcasmo histórico, incisa la palabra
Libertas sobre las cadenas de los esclavos de la República de Génova. Allí los
alumnos son la flor y nata de los intelectuales croatas y sus
"profesores" son ex pastores servios armados, "reeducándolos"
como se reeduca en el Archipiélago Gulag de Soljenitsin[5].
¿Hay justicia en
el mundo? No nos sorprende la crueldad del ocupador y del régimen de Tito. Allí
la palabra decisiva es la de los servios, enemigos mortales de la existencia
misma de Croacia. Nos sorprende, sí, el silencio, sordo y permanente, del mundo
libre. En cada oportunidad, y repetidas veces, se intenta encubrir aquellos
crímenes y a su verdadero autor. Después de 25 y 30 años, primero en Francia, y
ahora en Inglaterra[6],
empiezan a escribir tímidamente sobre aquella tremenda e indiscutible realidad.
Nadie intentó llamar oficial y públicamente la atención de la opinión pública
mundial sobre aquellos crímenes, ¡y ni soñar de acusar a los responsables!
Incluso, leyendo la documentación británica al respecto, se aconsejó al
ministro británico de Guerra no dar ninguna respuesta a una carta documentada
de denuncia de dichos crímenes preparada por el ministro monárquico yugoslavo,
el Dr. M. Krek. Ello "significaría la lesión de Protocolo y un gesto de
enemistad respecto del régimen reconocido de Belgrado", informa Nova
Hrvatska, Londres, 1975, periódico antes mencionado. Además: Documento
británico R 15888 de Foreing Office.
Gracias al
respeto por el Protocolo y a este atraso de reacción (¡si es que la hubo
verdaderamente!), esos horrendos crímenes fueron come-tidos y silenciados
oficialmente durante treinta años[7].
Y para colmo, y como testimonio evidente de burla a los derechos humanos y la
justicia, el régimen de Belgrado "inauguró" los festejos de los 30
años de su victoria matando el 17 de febrero de este año a Nicolás
Martinović, un croata de 63 años que sobrevivió a la tragedia de sus
compañeros en 1945. Durante todo este lapso organizaba en Bleiburg actos
religiosos en conmemoración de los caídos. Una vez más, una parte del
periodismo occidental presentó el caso, bajo la influencia de Belgrado, como
consecuencia de riñas internas entre los restos de los "fascistas
croatas".
Se había
solicitado del Gobierno de Washington, también en aquel entonces, para que las
Naciones Unidas interviniesen en el asunto. Pero todo se postergó a calendas
graecas, es decir, se perdió esa voz como la de quien clama en el desierto.
¡Hasta hay! ¿Hay justicia en el mundo? ¿Cumplieron las Naciones Unidas con sus
obligaciones? ¿Oyeron la voz de aquella comisión norteamericana que fue sólo
como un destello de la conciencia moral y jurídica de la Humanidad? ¡Destello y
nada más! Actualmente, este supremo organismo político mundial,
"reforzado" masivamente por los votos de las ex colonias
afroasiáticas, intenta edificar una nueva estructura mundial elevando a las
masacres al pedestal de los métodos más adecuados para el triunfo de la
liberación nacional y social. Los crímenes viejos se olvidan, pero la Humanidad
se enfrenta con otros nuevos. ¿No es ésta una situación como para desesperar?
Conmemorando el
trigésimo aniversario de aquella gran tragedia, nuestra y del mundo, ese
holocausto humano, no tenemos la intención de aportar nuevas y sensacionales
pruebas al respecto. Matar a 54.000 ó 100.000 hombres nada cambia
substancialmente en el crimen cometido. Tampoco los testimonios de 100 ó 200
testigos. No queremos acusar a nadie en esta oportunidad. Ni llorar podemos[8].
¿Debemos, pues,
escribir una nueva filosofía de la tragedia? ¡No! No nos sentimos en
condiciones. Es demasiado débil nuestra voz. Rendimos sólo un homenaje a los
hermanos caídos. Entre ellos hubo —lo decimos enfáticamente, ahora y siempre
aquí y ante cualquier tribunal de justicia independiente— muchos "pequeños
seres", por su inocencia y por su inculpabilidad. Todos los integrantes,
aún los pecadores, de esa masa humana tan tremenda y bestialmente masacrada
estaban al servicio de una idea y de un derecho que son considerados columna
vertebral de todos los derechos y de todas las libertades: el derecho de
autodeterminación. Es éste el derecho que constituye la subsistencia misma de
la democracia y la civilización occidentales, de Civilización en su significado
más genuino. No lloramos tampoco, aun cuando podríamos tener el sentido
depositado justamente en su sinsentido[9].
Aquí, en estas
palabras, en el sentido de su sinsentido, está el motivo de estas líneas
nuestras. Lloraríamos porque no hay sentido donde debería haberlo. Lo haríamos
a pesar de la debilidad del eco de nuestro llanto, donde sólo la voz de los
grandes es escuchada[10].
¿Hay justicia en el mundo? No nos cansamos de repetir la pregunta. Si ya
estamos con los sabios y la sabiduría, preguntamos con Job: "Mas ¿en dónde
se halla la sabiduría? Y ¿cuál es el lugar en que reside la
inteligencia?..." ¿En donde se halla la justicia? y ¿cuál es su Tribunal?,
podemos preguntar y preguntarnos a nosotros mismos. Podríamos continuar no sólo
con las "conversaciones" de Job con Elifaz, Sofar y Eliu, sino también
con las de Sócrates y sus adversarios, encabezados por Trasímaco. La actualidad
de aquellas discusiones acerca del concepto amigo-enemigo, justo e injusto,
justicia y derecho, a pesar de los milenios transcurridos, es de suma
importancia en este momento histórico, tanto desde el punto de vista de la
confrontación Occidente-Oriente en general, como también de nuestro caso
croata, pequeño por fuera y enorme por dentro. La huida de los soldados
norteamericanos de Vietnam, Camboya y el sudeste asiático hace recobrar el sentido
de aquellas discusiones lejanas contra todas las opiniones contrarias posibles.
Ellas tocan en lo vivo, lo esencial de las civilizaciones. Más, de la
Civilización misma[11].
A pesar de las
opiniones contrarias acerca de si la Grecia clásica pertenece a Occidente o a
Oriente, algo es seguro : Las discusiones entre
Sócrates y Trasímaco, que heredamos gracias a la pluma de Platón en-vuelven el
núcleo del problema con los dos criterios de división entre Occidente y
Oriente. Ambos, pues, son producto del espíritu auténticamente griego, clásico.
Occidente ha elegido el sendero socrático y Oriente se ha encaminado por el
sendero de Trasímaco. Después de haber llevado ad absurdum la opinión de
Trasímaco de que el derecho es la utilidad del más fuerte, Sócrates explica
también el concepto amigo-enemigo. El amigo "sería quien muestra buena
disposición de ánimo", pero realmente el amigo es "quien la muestra y
la tiene. Quien la muestra sólo como apariencia, es un amigo aparente",
decía Sócrates. Es necesario, agregaba, examinar los conceptos[12].
Sin acusar a
nadie, cabe decir lo siguiente, que puede servir también como nuestra
conclusión final. Los británicos fueron, hasta entonces, los representantes más
descollantes de la concepción y el arte político y la civilización socráticos.
Sin embargo, en 1945 hicieron todo para desmentir a sí mismos. Sucumbieron a la
opinión de Trasímaco, aceptando la opinión de que derecho era lo que quiere el
más fuerte y el concepto amigo-enemigo de quien muestra y no tiene sentimientos
de amistad y no de quien los tiene pero, por circunstancias adversas, no los
puede abiertamente evidenciar.
Se está
discutiendo acerca de la verdadera voluntad británica en aquel momento y se
seguirá discutiendo. Para nosotros la siguiente opinión de Churchill, considerado
un genio político, es una piedra fundamental de orientación al respecto. Cuando
lo informó el jefe de la misión británica en los comandos de guerrilla de Tito
que éste era comunista, y que instalará un régimen totalitario, Churchill
contestó: "¿Tiene Ud. la intención de radicarse en Yugoslavia después de
la guerra?" "No, señor", le contesté. "Tampoco yo" —me
dijo—. "Siendo así, cuanto menos nos preocupe a Ud. y a mí la forma de
gobierno que establecerán tanto mejor..." Esta fue la contestación de Churchill [13].
El comandante británico, al entregar a los croatas decía que los mismos estaban
"del lado equivocado" y que los comunistas de Tito eran sus amigos, y
agregaba: "He recibido seguridad de que todos iban a ser repatriados y que
pierda cuidado porque él (el comisario de Tito, el servio Milan Basta. — N.
Obs.) se encargará de ello. Pero si se atuvieron a
esto o no, yo no lo sé realmente. No sé si los mataron a todos. Pero no me
sorprendería si lo hubieran hecho... [14].
N. Bethell relata
sobre las circunstancias atenuantes para su general P. Scott. Conocemos también
las circunstancias similares que inspiraron a Churchill a expresarse con un
evidente desprecio por las libertades humanas, nacionales y la forma de
gobierno. Pero, en el momento de la victoria, hablar y proceder con tal
desprecio e ironía constituye un síntoma de transcendencia inmensa. Se trata
del abandono de los criterios de la civilización occidental en el momento más
crítico de la confrontación de las dos civilizaciones mencionadas. Churchill y
Scott retrocedieron, entregaron territorio occidental al Oriente despótico y
posibilitaron la "orientalización" de una parte de Occidente[15].
Después de esta
aberación general, ¿qué podemos esperar todos y no sólo nosotros los croatas?
Dimitry Merejkovsky escribía poco antes del comienzo de la segunda guerra
mundial: "Europa se salvó de una guerra universal, y he aquí como hoy día
se prepara para otra. Nada después de la guerra ha cambiado como no sea para
empeorar". Ante el empeoramiento actual, se habla de la muerte de nuestra
civilización y el nacimiento de otra. Puede ser que sea así. Pero si esta nueva
civilización quiere ser la evolución y no la involución del mundo, no podrá
prescindir del Derecho en la libertad. Por este ideal murieron las víctimas
croatas en la traegdia de Bleiburg. Los vencedores aceptaron el papel de
arquitectos del nuevo orden internacional, de una comunidad internacional de
libertad y de paz, sin consideración alguna por las lágrimas de los inocentes.
Pero la precipitación de los acontecimientos asiáticos y la subversión
universal nos autorizan a decir con Merejkovsky que nada ha cambiado después de
la última gran guerra "como no sea para empeorar". El desarrollo es
lógico, ya, que Occidente está abandonando el camino socrático, su propio
camino de derecho y justicia, dirigiéndose por el sendero de Trasímaco, por el
sendero ajeno que conduce al despotismo, donde el derecho del más fuerte
subyuga a todos. Por eso huyen los norteamericanos del Lejano Oriente. El
problema central del mundo actual es ¿quién es el más fuerte? Por ahora el
centro del mundo está deslizándose. Los deslizamientos en la naturaleza
provocan catástrofes. Allí no hay ni ética ni derecho, lo que Hesíodo proclamó
ya al comienzo de nuestra civilización como nota específica del hombre y de su
sociedad. Si se olvida esto, y parece que se ha olvidado, la catástrofe no será
el traslado del centro del mundo sino el imperio del más fuerte, donde los
grandes peces se comerán a los chicos cum summo naturali iure, coma decía
Spinoza. Y ¿después? Los grandes se comerán entre sí, también "con sumo
derecho natural".
Es por eso que
tenemos todos, y no sólo los croatas, la razón pro-funda de llorar. Llorar
porque ya nadie queda que pueda entender el llanto. Ante el enfrentamiento
Occidente-Oriente debe prevalecer la razón. El misterio de dos mundos, dice
Merejkovsky, "es el misterio único de un Desconocido".
Misterio único
del Oriente y del Occidente quiere decir la unidad del mundo. Pero ¿en qué? ¿En
el espíritu de la comunidad de Derecho o en aquel del derecho del más fuerte?
Las víctimas de Bleiburg, como Sócrates, optaron por la primera. ¿Habrá de su
sangre, de aquella semilla y de tantas otras naciones tocadna por la misma
suerte —eslovenos, macedonios, albaneses, polacos, .húngaros, rumanos,
letonios, estonios, litvanos, búlgaros, etc.— una
cosecha para la verdadera comunidad internacional de Derecho en la Libertad?
El Desconocido de
Merejkovsky es el Dios de los judíos y los cristianos. También de los
musulmanes. El Padre de todos, de la misma comunidad del Oriente y del
Occidente. Alguna de nosotros, puede pensar lo que quiera de la actual politica
judía, pero aquella enseñanza de su historia y la creencia proporcionan a la
Humanidad una vez más la luz y el sendero que conduce a una comunidad
internacional más feliz que la actual. Allí depositamos la esperanza también
nosotros los croatas, al recordar a nuestra tremenda tragedia de Bleiburg. No
lo diríamos, si también el cardenal Stepinac no fuera el testigo, el defensor
de las víctimas y la víctima misma de dicha tragedia. No obstante, los
comunistas de Tito siguen tildando públicamente a esa "imagen del Pastor
Divino" (Juan XXIII) de "criminal de guerra". Una actitud lógica
por parte de los conacionales de G. Princip. Uno de ellos, al enterarse del
atentado contra Franz Ferdinand en Sarajevo anotó: "Hijos de Yugoslavia,
no sienten, que sólo el atentado es el dios más grande... La vida de una raza
subsiste por la sangre. La sangre es Dios de una nación..."
[16].
De este ambiente servio, especialmente del seno de su minoría en Bosnia,
surgieron atentadores, el racismo, la violencia y la guerrilla, fenómeno cabal
de la maldad humana, elevada al pedestal de una nacionalidad divinizada.
Stepinac a su vez decía a los alumnos de la Academia Militar Croata:
"...porque quien se atrevería mirar con desprecio a quien es la imagen de
Dios... y eso es cada uno de los hombres sin distinción alguna..." A los
soldados croatas dijo: "Tomen la espada del Espíritu... En vano son
nuestras armas, si con ella no está la fuerza de Dios". Si están con esta
fuerza "entonces pueden contar con Uds. la Iglesia y la patria según el
Apostol: «Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros?»".
Si el mundo libre
no desea reexaminar el concepto amigo-enemigo ni 30 años después de Bleiburg ni
cambiar el rumbo de su política, nosotros tenemos que enmudecer. ¡Que se cumpla
la ley del más fuerte! La ley poco promisoria para el futuro de la Humanidad.
Una visión sinóptica de la reciente situación en aquel país comunista
Jure
Petričević
En un marco de
relaciones cordiales y sin mayores inconvenientes se desarrolla y ahonda la
cooperación yugoslavo-soviética en todos los terrenos. La visita a Moscú del
ministro yugoslavo de policia, el general F. Herljević, con el propósito
de coordinar su actividad con el aparato policial soviético, la profundización
de la colaboración del mismo Herljević con las autoridades policiales húngaras
y la presencia del canciller húngaro en Belgrado son exteriorizaciones de la
creciente cooperación de Yugoslavia con el bloque soviético en tan sensible
ámbito. La visita del canciller húngaro a Yugoslavia sirvió para mostrar a la
opinión pública que en las relaciones húngaro-yugoslavas no hay dificultades,
sino que por el contrario ambos países colaboran estrechamente en lo político y
económico. Por otra parte, la visita a Moscú de B. Šefer, vicepresidente del
gobierno yugoslavo, significa un nuevo paso en la amplia cooperación económica
yugoslavo-soviética. La creciente vinculación entre Yugoslavia y el bloque
soviético se reflejó en un comunicado de las autoridades yugoslavas sobre el
uso del puerto marítimo de Kotor por parte de navíos de guerra soviéticos con
fines de reparación y aprovisionamiento. Se trata de la confirmación formal de
un hecho preexistente que el régimen yugoslavo había legalizado a través de una
ley especial.
Paralelamente con
este giro en las relaciones recrudecen las medidas en contra de la oposición.
Aunque los círculos liberales, allegados a la revista "Praxis",
además de Mihailov y Djilas, son blanco de los ataques
del régimen de Tito, se los considera adversarios del régimen pero no del
Estado de Yugoslavia, a diferencia de los croatas y albaneses. Esos círculos no
desean la desintegración del Estado y constituyen un grupo moderado de
oposición. El proceso montado contra dieciséis croatas en Zadar, la muerte de
dos croatas en supuestos combates librados en Velebit, la explosión misteriosa
de una encomienda del exterior en Zagreb, los rumores acerca de la guerrilla
urbana en Croacia, todo es utilizado! por el gobierno para justificar las
enérgicas medidas adoptadas en un marco de cooperación con el bloque soviético.
También las manifestaciones y perturbaciones de los albaneses en Kosovo y una
zona de Macedonia a fines de 1974 señalan más bien una respuesta organizada al
malagrado golpe prosoviético servio-montenegrino que un ataque del nacionalismo
albanés contra Tito y Yugoslavia, según pretende una intriga soviética.
De todos modos,
los frecuentes enfrentamiento de Yugoslavia con los nacionalismos croatas y
albanés significan el comienzo de una nueva fase de perturbaciones y sucesos
que desbordan el marco del acontecer interno yugoslavo.
La honda crisis
económica que desgarra a Yugoslavia y la política dirigista del gobierno de
Belgrado perjudican gravemente a la economía de Croacia. De ahí surgen nuevos
motivos de descontento para los croatas y de conflictos con el Estado
yugoslavo. La intervención norteamericana y sus dólares no alteran el curso de
los acontecimientos políticos. Eso lo saben bien tanto los soviéticos y sus
aliados en Yugoslavia, como también la oposición.
1. — Cooperación
con el bloque soviético
La Asamblea
Federal de Belgrado reconoció y legalizó mediante una ley del 26 de abril de
1974 la visita de la flota de guerra soviética a los puertos adriáticos can el
fin de efectuar reparaciones y de aprovisionarse. En principio, esta facilidad
se brinda también a las demás flotas de guerra, con exclusión de los
"agresores" y "de los países que ayudan a los agresores".
Por esta cláusula los puertos de guerra de la costa adriática son accesibles
sólo a los navíos soviéticos y a los de sus aliados.
Aunque con
anterioridad a la promulgación de la antedicha ley los navíos soviéticos
entraban a los puertos adriáticos y se quedaban allí por largo tiempo, recién
en diciembre de 1974 se informó, por intermedio de los corresponsales
extranjeros, que los navíos soviéticos con fines de abastecimiento y reparación
se hallaban en el puerto de Tivat. Con ello, la visita y la estada de esos
barcos en los puertos adriáticos aparecen como una cosa normal e innocua por
tratarse de un convenio comercial. Al mismo tiempo la gente se acostumbra a las
visitas "amistosas" de buques de guerra soviéticos.
Sin embargo, el
reconocimiento oficial de Belgrado de la visita de la marina soviética a Tivat
causó inquietud, sobre todo en Albania, que después del malogrado golpe
prosoviético servio-montenegrino en el verano de 1974 había restablecido con
Yugoslavia relaciones "normales". Los dirigentes políticos de Tirana
consideran que la presencia de la flota de guerra rusa en los puertos
adriáticos es no sólo una medida de afianzamiento de las posiciones soviéticas
conquisItadaç en Yugoslavia sino también un peligro directo para Albania. Las
visitas de los navíos soviéticos a puertos adriáticos fueron muy frecuentes
durante el año último. La intensidad de esas visitas y la cooperación
yugoslavo-soviética no menguó después del "affaire" cominformista
servio-montenegrino del verano de ese año.
Al respecto,
resulta interesante acotar que Belgrado interpuso su protesta ante los
gobiernos de EE.UU., Gran Bretaña, Italia y Turquía por haber participado en
las maniobras de la NATO en el Adriático en noviembre del año pasado. En esa
ocasión Belgrado destacó que el gobierno yugoslavo se opone enérgicamente a que
el Adriático se transforme en un "polígono militar" y sostiene que
"el Adriático debe ser una zona de paz". La utilización de los
puertos adriáticos de Yugoslavia por buques de guerra soviéticos habla en
contra de la tesis yugoslava sobre "el mar de paz". El gobierno de
Belgrado introduce la flota de guerra soviética como un factor de perturbación
en el mar Adriático y rebate directamente su aserción sobre la amenaza de paz
en el Adriático por otra potencia. Yugoslavia en colaboración con la Unión
Soviéticas viene transformando sistemáticamente el Adriático en una zona de
potenciales conflictos bélicos.
La visita de Herljević
sirvió para la coordinación entre Belgrado y Moscú de la labor de la policía y
el servicio de información. Sus declaraciones poco antes de su viaje a Moscú
contra "las fuerzas contrarrevolucionarias burocrático- dogmáticas",
"contra los conspiradores imform-burovistas" [17]
y "las acciones terroristas- diversionistas en Yugoslavia" sirvieron
como maniobra para encubrir la verdadera situación. Mientras la policía
política yugoslava y el ejército colaboran estrechamente con los cominformistas
y con ellos organizan las "acciones diversionistas" y golpes
pro-soviéticos, Herljević censura esas acciones. El propósito de esas
declaraciones es, en primer lugar, engañar a Occidente, que nuevamente debería
creer en la "no alineación" de Yugoslavia. De hecho, el mismo
Herljević pertenece al grupo de los elementos prosoviéticos en Yugoslavia.
En nombre del ejército yugoslavo desempeñó un papel importante en la
organización y la liquidación de la "diversión de Bugojno" de 1972.
(Un grupo de jóvenes croatas, engañados por los agentes de Tito, regresó de
Australia a Yugoslavia con intención de organizar la guerrilla, y fue entregado
a la fuerza militar comunista que los esperaba emboscada. Todos fueron matados.
Obs. de la Red. de S. C.)
Por lo demás,
Herljević también visitó oficialmente a Hungría, concertó una estrecha
cooperación con sus jefes policiales y limó las "divergencias provocadas
por el "affaire" cominformista del verano de 1974, en el cual Hungría
habría jugado papel importante. Ya con anterioridad Hungría sirvió a los
soviéticos como palestra de las maniobras de tropas del Pecto de Varsovia en
relación con loa sucesos en Yugoslavia. La prensa occidental calificó esas
maniobras como un peligro directo para Yugoslavia, aunque en realidad servían
para el robustecimiento de las fuerzas prosoviéticas en Yugoslavia, en su
gradual y sistemática conquista del poder. A estas fuerzas pertenece también el
jefe de la policía yugoslava, el general Herljević.
Tras una leve
condena de los golpistas servio-montenegrinos, tanto Belgrado como Moscú
hicieron toda la responsabilidad de esta conjura sobre los círculos
occidentales. La visita de Herljević a Moscú y Budapest confirmó la
cooperación amistosa de la policía yugoslava con la soviética y la húngara. Por
otra parte, la visita del canciller húngaro, Frigyes Puja, a principios de
enero de este año confirmó la existencia de una estrecha y amistosa cooperación
yugoslavo-húngara en los ámbitos exterior, económico,
interestatal y partidista. Puja mantuvo conversaciones no sólo con su colega
yugoslavo, M. Minić, sino también con el vicepresidente del Estado, P.
Stambolić; con el secretario del Partido Comunista yugoslavo, S. Dolanc, y
con el primer ministro, M. Bijedić. La finalidad de la visita de Puja era
"promover las relaciones políticas, económicas y otras entre Yugoslavia y
Hungría, que desde hace años son cordiales y están en permanente ascenso"
(Vjesnik 8-1-1975). Hungría participa en varios proyectos económicos en
Yugoslavia (por ejemplo, el oleoducto Omišalj-Sisak-Madjarska-Bratislava, el
gasoducto procedente de la Unión Soviética, en el marco de los intereses
estratégicos soviéticos). Con motivo de la visita de Puja la prensa yugoslava
informó que Hungría se proponía invertir importantes sumas en ciertos programas
yugoslavos, de tal modo "que durante los siguientes 20 años invertiría
cien millones de dólares por año". También se propone ampliar la
cooperación y la especialización, ya que "los arreglos convenidos hasta
ahora, resultaron económicamente justificados para ambas partes
contratantes".
Esta íntima
vinculación de Hungría y Yugoslavia sirve, en primer lugar, a la total
inserción económica de Yugoslavia en el bloque soviético y a la supeditación
del Adriático a los intereses políticos, económicos y militares soviéticos.
Durante la visita del canciller húngaro a Belgrado, se puso especial énfasis en
destacar que entre Yugoslavia y Hungria no había dificultades ni problemas
insolubles.
La cooperación
soviético-yugoslava en el nivel de partidos sigue a ritmo acelerado, a pesar de
los intentos de constituir "un partido stalinista". La estada en
Yugoslavia del secretario del Comité Central del Partido Comunista de la Unión
Soviética, Katušev, a mediados de diciembre es una prueba evidente de dicha
cooperación. Katušev llegó invitado por el Comité Ejecutivo de la Presidencia
del Comité Central de la Liga Comunista de Yugoslavia y, según el comunicado
oficial, al cabo de la entrevista con Dolanc se celebraron conversaciones
"sobre el ulterior desarrollo de los vínculos entre los dos países y los
dos partidosl y sobre ciertos problemas actuales de las relaciones
internacionales". Parece que esas "actuales relaciones
internacionales" se referían en primer lugar a "los preparativos para
la conferencia de los partidos comunistas y obreros europeos".
Entre tanto
siguen las visitas de las delegaciones partidarias soviéticas a Yugoslavia, y
la cooperación entre ambos países se incrementa. A mediados de enero último se
hallaba en Yugoslavia una delegación de estudio del Partido Comunista Soviético
"que analizaba la actividad de la Liga Comunista de Yugoslavia después del
X Congreso". Esta delegación fue encabezada por V. Borikov, subjefe del
Departamento para la Labor Organizativo-partidaria.
También la. cooperación cultural es muy activa y recíproca. Es
interesante observar que Moscú rindió especiales honores al escritor comunista
croata Miroslav Krleža, representando su drama "Glembajevi". Por otra
parte, también admiró la cultura servia durante la "Semana de Belgrado".
Toda esa actividad cultural sirve para encubrir la penetración soviética en
Yugoslavia y para hacer ingresar a la Yugoslavia "no alineada de
Tito" en el bloque soviético.
Algo más se sabe
en cuanto a la cooperación económica yugoslavo-soviética, si bien muchos
proyectos se están ejecutando con discreción y las concesiones otorgadas a
Moscú las conocen sólo personas encumbradas en la cúspide partidaria y estatal.
La estada en Moscú en diciembre de 1974 de B. Šefer, vicepresidente del
gobierno yugoslavo y presidente de la parte yugoslava del comité mixto para la
cooperación económica entre Yugoslavia y la Unión Soviética, reafirmó la
importancia de la inclusión de Yugoslavia en el bloque soviético en el marco de
amplios planes políticos y estratégico- militares. Šefer celebró en Moscú
conversaciones con el vicepresidente del gobierno soviético, V. Novikov, quien
a su vez ejerce la presidencia de la parte soviética de la comisión mixta
económica soviético-yugoslava. Šefer fue recibido también por el presidente del
gobierno soviético, A. Kosigin.
Al regresar de
Moscú, Šefer declaró el 25 de diciembre que sus conversaciones con la Unión
Soviética habían sido positivas: "La evaluación recíproca es que la
cooperación económica se desarrolla bien". El intercambio comercial en
1974 alcanzó 1.400 millones de dólares y este año su valor llegaría a 1.900
millones de dólares. En 1975 será alcanzado el volumen del intercambio de
bienes, previsto en el acuerdo quinquenal. "Durante las negociaciones se
ventilaron también los problemas de la promoción a largo plazo de la
colaboración económica entre Yugoslavia y la Unión Soviética, especialmente en
lo concerniente a la cooperación industrial y la acción común en los mercados
de terceros", declaró Šefer. Se conversó también sobre la "presencia
de constructores yugoslavos en obras de edificación en la Unión Soviética y
también se discutieron las cuestiones relacionadas con la mayor cooperación en
los ámbitos turístico y agrícola". La labor de "nuestros
constructores" en la edificación de complejos hoteleros en Yalta fue
encomiada, ya que se terminó antes del plazo fijado, y calificada como muy
buena". Con respecto a la próxima reunión de la comisión mixta económica,
Šefer manifestó: "Esperamos que en esa oportunidad se consideren los preparativos
para la conclusión del futuro plan quinquenal de colaboración, luego ciertos
aspectos de estrecha colaboración en la fabricación de máquinas, la acción en
los mercados de terceros, así como también el otorgamiento de créditos a
Yugoslavia aprobados por el gobierno soviético en 1972".
La Unión
Soviética se está convirtiendo en el más importante socio económico de
Yugoslavia.
En las
conversaciones de Šefer con Kosingin se discutieron los problemas y la
promoción a largo plazo de las relaciones económicas. Fue calificada de
positiva la cooperación anterior y se expresó la convicción de que muchas
posibilidades no están suficientemente aprovechadas.
Poco después del
regreso de Šefer, visitó a Moscú Emerik Blum, conocido empresario industrial
prosoviético de Yugoslavia, quien responde a los grandes intereses
soviético-yugoslavos. El mismo Novikov, quien negoció con Šefer, recibió en el
Kremlin a Blum el último 2 de enero en su calidad de representante de
"Jumel" y de presidente de la comisión operativa de "Energoinvest".
Según el despacho de la agencia Tanjug, ambos discutieron "sobre la
cooperación de las respectivas organizaciones soviéticas y yugoslavas en la
producción de implementos".
Una delegación
económica soviética especial, encabezada por J. F. Vlaskin, subsecretario del
Ministerio de Química, suscribió el 20 de diciembre en Belgrado un documento
especial referente al comercio con el complejo químico —salinero Soda— So de
Tuzla. Los soviéticos le compraron hasta ahora a dicha empresa varios productos
por valor de unos 60 millones de dólares. La delegación soviética presidida por
Vlaskin fue a Tuzla, y con ese motivo la prensa escribió que "la
inauguración de nuevas instalaciones en el establecimiento químico de Tuzla
abrirá nuevas posibilidades para el intercambio de bienes con la Unión
Soviética". "El verdadero negocio se desarrollará cuando el año
venidero se termine la construcción del complejo cloro-alcaloide, que
anualmente producirá 30.000 toneladas de TDI. La mitad de la producción será
entrega-da a la URSS. Los economistas soviéticos manifestaron su interés por Ia
adquisición de creosol de la fábrica `Boris Kidrić", en Lukavac,
donde se está levantando uno de los complejos más grandes de Europa para su
producción.
La cooperación
soviético-yugoslava debió ser realzada especialmente con la visita a Belgrado
de Brezhnev a fines del año pasado o principios de éste. Pero parece que la
enfermedad de Brazhnev o la crisis en la conducción soviética imposibilitaron
esta entrevista con Tito. No obstante ello, en la cooperación Moscú-Belgrado no
hubo pausas.
Frente a esta
sistemática, inclusión política, militar y económica de Yugoslavia en el bloque
soviético, Estados Unidos, como potencia líder occidental, se siente bastante
impotente. Washington considera que en Yugoslavia la relación de fuerzas no
cambió sustancialmente. Las maniobras de las tropas de la NATO en el Adriático
en noviembre de 1974 mostraron, es verdad, el interés de Occidente por lo que
ocurre en la costa oriental adriática. Un importante instrumento de la política
norte-americana es la intensificada ayuda económica a Yugoslavia. El interés de
Washington por lo que sucede en Yugoslavia se refleja también en la anunciada
visita del presidente Ford el año actual, quien en esta ocasión piensa visitar
también a Rumania.
La debilidad y la
impotencia de la política norteamericana ante la sovietización de Yugoslavia
consisten en que este proceso no se desarrolla mediante una acción de afuera
sino mediante cambios operados en la misma Yugoslavia. De ese modo, en el plano
exterior puede mantenerse algún tiempo el aparente status de la "no
alineación" de Yugoslavia y el orden creado en virtud del acuerdo de Yalta
de 1945.
2. — Severas
medidas contra la oposición
La sovietización
de Yugoslavia y el recrutamiento del centralismo no toleran oposición alguna.
El rasgo distintivo de la nueva fase de la política yugoslava es la incesante
persecución de los enemigos internos y la ofensiva simultánea contra los
exilados. El ajustar cuentas con la oposición procede de la naturaleza misma
del nuevo régimen militar-policial prosoviético. En ese sentido el régimen
actúa contra dos frentes, uno constituido por los comunistas liberales,
agrupados en torno a la revista "Praxis", de Zagreb, por publicistas
de tendencia liberal como Mihailov y Djilas. El otro frente lo constituyen los
nacionalistas croatas y albaneses. En ambos grupos las autoridades yugoslavas
ven a sus adversarios principales. Pero el grupo de "Praxis" y
Mihailov y Djilas son considerados adversarios ideológicos, pues sostienen la
concepción del Estado yugoslavo y se oponen a las demandas de los croatas y
albaneses en cuanto a la autodeterminación nacional y al Estado propio, como
asimismo a la partición de Yugoslavia. Esos grupos liberales coinciden con el
régimen en cuanto a la conservación del conglomerado yugoslavo, y por eso
contra ellas no se aplicaron medidas tan severas como contra los croatas y los
albaneses. Incluso Mihailov y Djilas defienden y favorecen en sus artículos en
la prensa norteamericana el ordenamiento político-estatal de Yugoslavia, pues
ambos abogan por la concepción granservia de Yugoslavia y escriben en favor del
paneslavismo.
Muy diferente es
la actitud frente a la oposición nacional croata y albanesa, que constituye la
fuerza más peligrosa para el Estado centralista yugoslavo, que en la lucha por
su existencia se vincula a la Unión Soviética, y se incorpora de este modo al
bloque soviético. Tanto Belgrado como Moscú saben que los croatas y albaneses
constituyen el mayor obstáculo para el afianzamiento de la Unión Soviética en
el Adriático y por eso unen sus fuerzas para librar contra ellos una lucha
despiadada.
Los gobiernantes
prosoviéticos de Belgrado buscan una confrontación abierta y conflictos armados
con los albaneses y los croatas. Provocan el descontento nacional entre esos
pueblos y tratan de aumentarlo en determinados puntos hasta sumo grado, nasa
luego con premeditación tomar contramedidas, como detenciones, procesos
montados y severísimas penas, y procuran "destruir" mediante extraños
y no explicados choques armados a sus enemigos, es decir, el nacionalismo y el
"separatismo" albanés y croata.
Del nuevo
proceder del gobierno yugoslavo contra los croatas y los albaneses se coligen
algunos motivos básicos de esta política de "fraternidad y unidad".
Belgrado trata, con la ayuda soviética, de mostrar a la opinión pública que los
croatas y los albaneses son los principales oponentes a la unidad y la paz en
esa parte de Europa. Además, desea incitar a los croatas y a los albaneses a un
alzamiento nacional prematuro y, proclamando la más mínima resistencia croata y
albanesa como una "diversión separatista" y atribuyendo a esas
acciones un alcance que no tienen, trata de aniquilar a sus más peligrosos
enemigos "en el terreno ya borrado". Con ello quieren demostrar la
importancia y la insignificancia de las demandas croatas y albanesas por la
liberación nacional, como asimismo el seguro fracaso de lo futuro de acciones
parecidas.
Por otra parte,
los procesos montados contra los croatas y las acciones diversionistas sirven
para justificar las medidas de mano dura. En Croacia explican esto como el
anuncio de nuevas presiones y persecuciones. Al mismo tiempo, esas maniobras
sirven para distraer la atención de la creciente cooperación con Moscú.
Así, resulta
aparentemente contradictorio el desarrollo político en Kosovo y la relación
Belgrado-Tirana desde el verano de 1974. Es muy probable que la prosoviética
conducción militar yugoslava y la policía política hayan intentado el verano
pasado, a través de los círculos stalinistas servio-montenegrinos, dar un golpe
prosoviético (con la colaboración de B. Balluk, ministro albanés de Ejército). derrocar a Tito y Enverver Hodza y llevar rápidamente a
Yugoslavia y Albania "mediante un vuelco interno" al bloque
soviético, sin alterar el formal status quo de Yalta. Ese golpe fue dirigido en
primer término contra los albaneses. Pese al acercamiento de Tito a Hodza y a
China después de fracasar este golpe y pese al mejoramiento de Ias relaciones
entre Belgrado y Tirana a fines de diciembre último, se produjeron en Kosovo y
en las zonas albanesas de Macedonia manifestaciones y revueltas en las que
pedían la inclusión de Kosovo y de una parte de Macedonia en el territorio de
Albania, vitoreaban a Enver Hodza y exteriorizaban su desagrado contra Tito y
Yugoslavia. Ni Belgrado ni Tirana explicaron esas manifestaciones. Poco después
las autoridades yugoslavas comunicaron que en Kosovo se había condenado a un
grupo de albanses de tres a nueve años de cárcel debido a la acción separatista
y la instigación de la intolerancia nacional. Aunque Belgrado calificó esas
manifestaciones como "irredentistas" e incluso
"informburovistas", y hasta vanamente trató de negarlas, parece con
todo que esas manifestaciones eran una respuesta planeada y bien preparada al
fracasado golpe de estado servio-montenegrino del verano de 1974. Como por el
momento Albania no desea perjudicar la reciente "amistad" con
Yugoslavia, Tirana no suministra una explicación clara de las manifestaciones
de su minoría en Yugoslavia. Es poco probable, sin embargo, que las fuerzas
prosoviéticas yugoslavas se manifiesten hoy públicamente en favor de Enver
Hodza y de la inclusión en Albania de Kosovo y de una parte de Macedonia, esr
decir, que pidan públicamente la partición de Yugoslavia, mientras los
gobernantes prosoviéticos en Yugoslavia tratan, cueste lo que costare de
conservar esos territorios, derrocar el régimen de Enver Hodza en Albania y su
alianza con China.
Otro hecho arroja
una extraña luz sobre la reciente "amistad" de Yugoslavia con Albania
y China. Cuando a comienzo de diciembre pasado Yu Chan, subsecretario de
Releciones Exteriores de China, llegó a Belgrado vía Tirana, distintos círculos
políticos esperaban que Tito lo recibiera para evidenciar su no alineación para
con Moscú. Pero Yu Chan no fue recibido por Tito y nada se sabe acerca de la
invitación de Pekín para que Tito visite China. Parece que de ese modo los
chinos y los albaneses hábilmente pusieron a prueba a Tito en una fase muy crítica
de las relaciones yugoslavo-chinas. Es interesante acotar también que a fines
de noviembre China inauguró la línea aérea Pekín-Tirana vía Teherán y Bucarest,
quedando Belgrado fuera de esa red.
En Croacia se
sabía desde el comienzo que el sonado proceso de Zadar contra 16 croatas era
totalmente montado y que toda la actividad de ese presunto grupo ustacha
consistía en innocuas conversaciones.
Asimismo, la
publicitada liquidación del "dúo ustasha terrorista" en la zona de
Velebit a fines de noviembre suscitó varias dudas en los círculos locales y
extranjeros. Llama ia atención que los "terroristas" croatas
Prpić y Matićević dieron muerte en los combates en Velebit al
servio Milan Vucinić y que en 1972, en una emboscada, habrían dado muerte
al servio Djuro Uzelac, comandante de la milicia en Karlobag. Además, como el
15 de ese mes un explosivo contenido en una encomienda internacional mató en
Zagreb a un empleado de correos (claro, las autoridades culparon a los exilados
croatas) y como por ese entonces corrían insistentes rumores sobre la guerrilla
urbana en Zagreb, resulta obvio que el proceso en Zadar, la
"diversión" en Velebit, el explosivo, la guerrilla urbana, el
supuesto "ejército croata de liberación", inventado por ciertos círculos
anónimos yugoslavo-soviéticos en el exilio y parecido al "ejército croata
revolucionario de liberación", que se menciona en el proceso de Zadar,
forman una red planeada y montada por Belgrado para justificar el
recrudecimiento de las medidas persecutorias contra los croatas y para lograr
indirectamente otros fines políticos. (Uno de los acusados logró escanar al
mundo libre y explicó el caso en todos los pormenores como un proceso montado
oficialmente. - Obs. de la Red. de
S.C.)
Las fuerzas
militares y policiales prosoviéticas en Yugoslavia reciben para su actividad
terrorista el reconocimiento del llamado Politburó del Buró exterior del
Partido Comunista de Croacia, que integra un puñado de provocadores soviéticos
y yugoslavos en los países occidentales. Esos oscuros individuos actúan en
forma provocativa y se hacen llamar "socialistas croatas". El
"presidente" de ese Politburó aprobó en el periódico La Croacia
Socialista, Nro. 3, noviembre de 1974, en un comunicado especial, el intento de
golpe de estado servio-montenegrino en Bar (verano 1974) y calificó a ese grupo
gran servio y a su acción como un "núcleo positivo de comunistas
yugoslavos". Su llamado, dirigido a la clase obrera croata en el
extranjero y a la Patria fue desoído por los obreros croatas.
Esa acción prueba
también cómo Moscú resolvería la cuestión croata!
Tito anunció con
motivo de la visita en enero último del primer ministro australiano G. Whitlam,
que la persecución de los croatas emigrados era la parte substancial de su
política, exterior. En el brindis de Tito en el almuerzo en honor de Whitlam,
el 10 de ese mes, y en la respuesta de éste, los inmigrantes croatas en
Australia constituyeron el tema principal. Tito calificó a los inmigrantes
croatas en Australia como renegados. Belgrado por razones políticas postergó el
desarrollo de la economía y exportó coma mercadería a Australia cerca de
200.000 croatas sacados de Croacia por ser opositores peligrosos y que ahora
sirven como fuente de divisas. Pero esos croatas conservaron su conciencia
nacional y no se olvidaron de la política antisocial y anticroata de
Yugoslavia. Ellos manifestaron públicamente en Australia su conciencia y sus
convicciones.
3. — El régimen
militar y policial yugoslavo explota y destruye la economía croata
Croacia no está
sólo oprimida y esclavizada políticamente. En lo económico se halla en una
situación colonial con respecto al gobierno central yugoslavo. La grave
situación de la economía trota se refleja en el presupuesto local para 1975. El
Consejo Ejecutivo. es decir el gobierno de la
República Socialista de Croacia elevó al Parlamento a principio de diciembre el
presupuesto para este año por un monto de 11.400 millones de dinares. De esa
suma 7.000 millones, o sea el 61%, son la contribución de Croacia al
presupuesto federal, quedando para sus necesidades sólo 4.400 millones de
dinares, es decir el 39% de todos sus egresos (Vjesnik, 7-XII-74). La
República de Croacia debe recaudar fondos para entregarlos al gobierno central
de Belgrado.
Al mismo tiempo
el Parlamento de Belgrado aprobó el presupuesto federal para 1975 por la suma
de 58.000 millones de dinares. Según los datos oficiales, el incremento del
presupuesto federal en relación con el del año anterior fue del 22%. Pero como
el presupuesto original para 1974 importaba 41.500 millones de dinares y en el
curso del año llegó a 47.300 millones, de hecho el presupuesto aprobado para
1975 fue incrementado en comparación con el del año pasado en 17.000 millones,
o sea el 41%. Por consiguiente, los gastos de la "federación" son la
causa principal de la inflación y de la gran carestía de los bienes de consumo.
Según el primer
proyecto del presupuesto federal para 1975, para la "defensa
nacional", o sea las fuerzas armadas de Yugoslavia, se prevé la suma de
26.500 millones y para los "inválidos y ex combatientes" 8.400
millones, es decir casi el 60% del presupuesto total. Si a eso sumamos los
egresos para "las necesidades de los órganos federales", por un monto
de 3.800 millones, entonces el servicio militar y administrativo de la
"federación" absorbe casi el 67% de los gastos del gobierno central.
Pero como el verdadero fin de muchos asientes en el presupuesto federal está
oculto, los gastos reales para los servicios militares, administrativos y
policiales son mayores.
Este presupuesto
también confirma el hecho de que Yugoslavia es un Estado típicamente militar y
policial.
Hemos visto que
la actual República de Croacia debe ceder al gobierno central en Belgrado el
61% de su presupuesto para 1975. Con ello evidencia nuevamente, de modo fehaciente,
su posición colonial y su impotencia en el marco de la Yugoslavia granservia.
En el debate
parlamentario acerca del presupuesto central para 1975 fueron publicados los
datos referentes a las obligaciones de la "federación" en los años
anteriores. Esas obligaciones alcanzarían a 105.000 millones) de dinares, y se
acordó cubrirlas "tomando medidas especiales de conformidad con las
repúblicas y provincias". Eso quiere decir que la mayor parte de esa carga
será absorbida por las comarcas croatas. Una parte de esas obligaciones se
cubre mediante la emisión de bonos y títulos que, debido a la creciente
inflación, representan una onerosa carga para sus tenedores, que son las capas
más bajas del pueblo. Esos bonos y títulos se hallan sin respaldo real y se
convierten en papeles sin valor. Una parte de las obligaciones viejas de la
"federación" se cubre con los préstamos y créditos internos y
externos, lo que a su vez aumenta el déficit de la "federación" y, en
última instancia, son cargados a la economía croata.
Con motivo de la
discusión sobre el presupuesto "federal" para 1975 no se publicaron
los datos sabre el balance extrapresupuestario de la "federación", es
decir, el presupuesto secreto de la "federación". En la época de la liberalización
y la reforma, bajo la presión de la oposición, se publicaron ciertos, datos
sumarios según los cuales ese presupuesto secreto alcanzaba el monto del
presupuesto público. Ese presupuesto secreto sigue existiendo, ya que el
presupuesto público se denomina "Los ingresos realizados y distribuidos
del presupuesto del balance". Lo que quiere decir que hay un presupuesto
fuera del balance, del que dispone un reducido círculo de dirigentes de
Belgrado. ¿A cuánto asciende ese presupuesto? ¿Cuáles son sus ingresos y
egresos? La opinión pública no lo sabe, pero es seguro que su monto es elevado
y que sirve para afianzar el régimen militar y policial en perjuicio de la
economía croata.
En Croacia se
sigue discutiendo sobre las organizaciones no económicas que "perciben los
excedentes de los recursos económicos, mientras que la economía que genera esos
recursos debe buscar nuevas técnicas de cálculo para asegurarse la
liquidez". Los títeres políticos actuales en Zagreb, presionados por la
crisis económica, lo reconocen públicamente.
Así el presidente
del Sabor (Parlamento) croata, Dr. Ivo Perišin, en una entrevista publicada en
el diario Komunist y contestando la pregunta sobre la autogestión obrera
en la total inversión social, reconoce que las enmiendas constitucionales no
han cambiado nada en esa materia ni hay visos de cambios futuros. Según
Perišin, sobre la economía, las inversiones y los resultados económicos inciden
los factores centralistas. Perišin califica a esas fuerzas como "la
dominación de un intervencionismo muy robusto que determina la suerte de las
organizaciones obreras... Y ese intervencionismo, se manifieste en la política
de precios, en el régimen del comercio exterior, cambiario o aduanero,
significa la alienación de las condiciones que determinan la suerte de los
productores" (Vjesnik, 24 y 25-XI-1974).
Un papel predominante siguen desempeñando los bancos centrales de Belgrado, que sirven como un poderoso instrumento de la política granservia para con los croatas. Perišin se lamenta de la preponderancia de esos bancos en Croacia: "Al sector económico le faltan crónicamente los recursos adicionales para resolver sus problemas, y precisamente esos recursos adicionales que determinan el proceso de inversión figuran como alienados, totalmente separados de los productores de esos medios, o sea recursos anónimos que se distribuyen. Aunque la liquidación del capital estatal básicamente se llevó a cabo al igual que la liquidación del capital anónimo en los fondos bancarios, todo ello no ha modificado las relaciones... A los bancos convergen los recursos de la emisión primaria, créditos del extranjero, remesas de nuestros obreros, ahorros de los ciudadanos. Y todos esos recursos, como si hubieran caído del cielo, son anónimos, y de allí las decisiones anónimas sobre ellos... Los bancos como un depósito en el que se concentran todas las posibilidades para resolver todos los problemas corrientes y de desarrollo de la base hambrienta y en posición dependiente, y alguien tiene el rol dominante en la decisión sobre el uso de esas fuentes adicionales".
Ese
"alguien" es el omnipotente poder central granservio en Belgrado, que
a través de sus serviles confidentes Perišin, Sirotković, Milka Planinc,
Vrhovec, el general Ćorković, Dušan Dragosavac y otros gobiernan en
Croacia sin responsabilidad ni control alguno. De esa manera se asegura el
ilimitado poder granservio sobre los croatas, si bien de vez en cuando Perišin,
Sirotković o algún otro critican ese poder, lo que hace también al
gobierno.
A parte de este
sistema centralista monetario-crediticio que decide sobre las inversiones, los
créditos y el uso de las divisas en detrimento de la economía croata, la
"federación" practica consecuentemente una política. de explotación y destrucción en otros sectores básicos en.
Croacia. Las grandes inundaciones producidas en Posavina en otoño de 1974, con
sus secuelas catastróficas, son consecuencia de la postergación de la
regulación del río Sava y de sus afluentes en la Croacia superior y en
Eslovaquia. Ya desde la época de la administración austrohúngara. es sabido que la regulación de las aguas y la protección de
las inundaciones constituyen la condición ineludible para el progreso de esa
zona. El mal secular sigue flagelando las aldeas croatas a lo largo del curso
del río Sava, ya que ni la Yugoslavia monárquica ni la comunista hicieron las
obras básicas de regulación de aguas ni de mejoramiento de tierras. Después de
la última inundación los representantes satélites de las autoridades de
Belgrado en Croacia declaran cínicamente que saben muy bien lo que deben hacer,
pero que la "falta de dinero sigue siendo el obstáculo principal para
regular y ordenar a nuestro río más largo (Vjesnik, 29-X-1974). Eso
declaran los hombres que han sostenido y siguen sosteniendo que representan al
pueblo trabajador y especialmente a los campesinos. ¡Esa declaración proviene
del actual jefe de los recursos hidricos de Croacia!
Esta política, del gobierno yugoslavo llevó a una grave crisis a la flota mercante croata, amenazada en su existencia. En Croacia se escribe mucho en los últimos tiempos sobre esa crisis y se reclaman medidas enérgicas para sanearla, pero la "federación" contesta con promesas ambiguas en cuanto a la elaboración de los planes. Aunque el aporte en divisas que realiza la flota mercante es notable —para 1974 se calcula en 395 millones de dólares—, la "federación" frena el desarrollo de la flota mercante.
La flota mercante
de Yugoslavia, de la que corresponde a Croacia el 80% de sus unidades, debe
adquirir sus barcos en el extranjero, mientras que los astilleros locales
construyen casi exclusivamente para las empresas navieras extranjeras. Los
astilleros locales deberían construir en primer lugar para las empresas navieras
nacionales, pero no pueden hacerlo porque carecen de créditos que otorgan los
bancos centrales. La "federación" sigue esa política por motivos
especiales. Exportando los barcos el Estado, o sea Belgrado, recibe grandes
importes de divisas que no utiliza para fomentar la economía croata sino para
cubrir sus necesidades, mientras que para la compra de los barcos en el
extranjero que hacen Ias empresas la "federación" no otorga la
garantía ni asume obligación alguna, pues la operación se realiza privadamente
mediante Ios préstamos hipotecarios y con pagos a largo plazo. De ese modo la
flota mercante croata no puede adquirir ni renovar todas las unidades
necesarias. Los buques obsoletos y el tonelaje insuficiente son la causa de que
la flota mercante croata se halla relegada en el comercio internacional.
Es evidente que
las autoridades yugoslavas siguen con premeditación una política,
discriminatoria para perjudicar a este sector vital de la economía croata.
Por otro lado, la
política, de inversión daña seriamente a los puertos croatas, que por falta de
fondos no pueden renovarse ni modernizarse. Eso se aprecia especialmente en la
construcción de ciertas instalaciones y depósitos en los puertos terminales, en
los buques y las instalaciones ferroviarias. La construcción de la terminal de
containers en Rijeka debió terminarse en 1975 y se hizo, por falta de fondos,
apenas el diez por ciento (VUS, 11-XII-74). Además de Rijeka solicitaron
préstamos del BID, en Washington, para la construcción de la terminal para containers
los puertos de Bar, Kopar y Ploče. Ganó el puerto de Bar y obtuvo un
préstamo de 44 millones de dólares. Ese puerto juntamente con la línea férrea
Belgrado-Bar fue construido para fines estratégico-militares granservios, y
soviéticos. El gobierno norteamericano, deseando tal vez participar en ese
proyecto de la penetración soviética, en el Adriático, subvenciona la
ampliación del puerto de Bar, periférico y económicamente injustificable, en
detrimento del puerto de Rijeka, que posee todas las condiciones para
convertirse en el puerto principal en la costa oriental del Adriático.
El gobierno de
Washington otorga recientemente mayores préstamos a Yugoslavia. Esta ayuda
económica norteamericana se intensificó después que la Unión Soviética apareció
como partícipe, acreedor y comprador de las grandes operaciones y proyectos
económicos en Yugoslavia a partir de 1971. Es obvio que Washington desea de ese
modo contrarrestar la influencia política soviética en Yugoslavia. Pero Moscú
vinculó su influencia y su participación en la economía yugoslava con una
estrecha cooperación con Belgrado en el ámbito politico, militar y policial. En
cambio, Washington presta su ayuda económica, sin influencia política..
Por lo demás,
Washington debería acordar una asistencia anual de 2.000 a 3.000 millones de
dólares para que Yugoslavia pudiera satisfacer sus corrientes obligaciones
internacionales. Yugoslavia se debate hoy en la mayor crisis económica después
de la guerra. Lo demuestra la evolución sumamente desfavorable del movimiento
de exportación e importación, que acusó un déficit de 3.000 millones de dólares
en los primeros diez meses de 1974, lo que supera en 2,4 veces el déficit del
mismo período de 1973. De ese modo, el déficit total en el intercambio
comercial con el exterior en 1974 llegará probablemente 3.600 millones, de
dólares, es decir que se incrementará en 2.00 millones en relación con el año
1973. Si a eso sumamos los pagos de la deuda exterior con sus intereses
pertinentes por un monto de 1.500 millones de dólares, el pasivo en el comercio
exterior ascendería en 1974 a 5.000 millones de dólares. El activo, es decir la
afluencia de divisas, en 1974 ascenderá probablemente a 2.500 millones, de modo
que se producirá un déficit de 2.500 millones de dólares, comparadas con 1.000
millones en 1973. El gobierno yugoslavo no publica el cuadro de su
endeudamiento externo por lo que es muy difícil dar un balance completo de las
relaciones económicas con el exterior. Belgrado, además, falsifica los
balances.
El déficit en
este cuadro sumario de la banalanza de pagos de Yugoslavia en 1974 resulta muy
alto, sobre todo si se toma en cuenta su gran endeudamiento externo, que impone
el pago de altas anualidades en divisas por mucho tiempo. Esta situación
empeorará en 1975, pues por un lado el déficit exterior aumenta y por el otro
el flujo de divisas disminuye debido al regreso de gran número de obreros de la
Europa occidental. A ello débese agregar la incertidumbre en cuanto al
desarrollo turístico.
Debido al
creciente desempleo y a la galopante carestía, la crisis económica se refleja
cada vez más en la vida política. En ese sentido es ejemplo la huelga en el
astillero de Split, en diciembre de 1974, a causa del gran encarecemiento de
los víveres. El empeoramiento de las condiciones de la vida de las amplias
capas populares se refleja también en la acuciante falta de viviendas. Mika
Špiljak declaró, como presidente de la Federación de Sindicatos de Yugoslavia,
en el séptimo congreso, celebrado en diciembre de 1974, que hacía falta casi
medio millón de departamentos nuevos, mientras que según Berislav Šefer,
vicepresidente de gobierno yugoslavo, se construyeron en 1974 sólo 140.000
viviendas. Eso quiere decir que con el ritmo actual de edificación la falta de
vivienda podrá ser colmada recién en 3 o 4 arios, sin contar un aumento de la
demanda a causa del crecimiento natural de la población. Si se torna en cuenta
el gran número de obreros que regresan de la Europa occidental por falta de
trabajo, entonces la falta de vivienda en Yugoslavia asume proporciones
espeluznantes. Según ciertos cálculos, hasta fines de 1974 regresaron del
extranjero a Yugoslavia más de 100.000 obreros.
La honda crisis
económica es síntoma de la crisis política en Yugoslavia. En sus proporciones
actuales esta crisis puede resolverse únicamente si se modifican las
estructuras políticas del Estado y del régimen. Eso lo vieron los factores
políticos decisivos y empezaron, a partir de 1971, a practicar un riguroso
centralismo en vinculación estrecha con la Unión Soviética. Ese proceso debió
acelerarse con la intentona servio-montenegrina en el verano de 1974. El curso
principal de este proceso no fue modificado pese al abortado golpe. Mientras
que el gobierno de Washington cree que puede detener ese proceso con unos
cuantos centenares de millones de dólares, opinan lo contrario los aliados
soviéticos en el ejército, la policía, la Liga Comunista y en otros puestos de
envergadura en Yugoslavia. Ellos gozan de un apoyo firme de Moscú. Lo saben los
pueblos amenazados que integran la Yugoslavia multinacional y sus vecinos, y en
primer lugar los croatas, los albaneses y los rumanos. Las revueltas albanesas
de fines de 1974 en Kosovo y en Macedonia son signos premonitorios de los
próximos conflictos en este área donde se entrecruzan
y chocan no sólo los intereses de los pueblos afectados sino también de las
grandes potencias.
Brugg, Suiza, 21 - I - 1975.
Rudi Supek (*)
DESPUES de
señalar que la existencia del sistema de autogestión obrera en Yugoslavia
cumplió su vigésimo primer aniversario (en 1971 — Ob. del traductor), el autor
dice que se trata, en efecto, de un lapso por demás suficiente para analizar su
desarrollo y que nos autoriza a reexaminar la capacidad del mismo.
"Intentaremos —dice— contestar críticamente esta pregunta." Luego
continúa: "Nosotros no sabemos si nuestra respuesta será diferente de la
de los demás, pero ella coincidirá con otras por Io menos en un punto: en el
conocimiento general obtenido de que en nuestra autogestión han surgido algunas
dificultades y que hay que cambiar algo. Eliminaremos todas las circunstancias
y momentos típicos para nuestro país que podrían desviar incluso al mejor
sistema y conducirlo al fracaso. A despecho de todas las dificultades
subjetivas y adversidades, ya conocidas, abordaremos todo lo que se considera
racional e ideal en este sistema y lo examinaremos sobre la base de su propia
lógica y de su desenvolvimiento. De esta manera nos protegeremos de antemano
contra todo reproche de hacer una «crítica destructiva» en perjuicio de nuestro
sistema socialista. Una consideración crítica de este sistema no es necesaria
solamente por nuestra actual situación interna, sino todavía más por el alto
interés del movimiento obrero contemporáneo y por los espíritus progresistas
del mundo entero, que propician la democracia participativa o, mejor, el
sistema de autogestión como única alternativa, hasta ahora, ante la versión
estatista del socialismo.
"Minimalismo"
y "Maximalismo"
A pesar de
haberse iniciado en medio de una aguda ais4lación política e ideológica, el
movimiento de la autogestión obrera se ha mostrado —junto con la suspensión de
la división del mundo en bloques— como el instrumento más eficaz de decisiones
políticas locales para la construcción de Ia sociedad socialista. La posición
inicial repecto del "propio camino hacia el socialismo", aceptado
verbalmente por todos, no quedó limitada a la elección de una vía neutral entre
las muchas que conducen hacia el socialismo y son modelos de la sociedad
socialista, sino más bien se reveló como el camino para Ia superación de un
socialismo que no lo es, como la recusación de cierta práctica socialista, como
opuesto al socialismo estatista y burocrático tomando el carácter netamente
ofensivo.
Dentro de la
crítica del socialismo estatista y de su deformación más conocida —la forma
stalinista—, hay dos corrientes en el movimiento obrero contemporáneo. Una que
defiende el punto de vista "minimalista" y otra que podríamos llamar
"maximalista".
1) El punto de
vista "minimalista" se apoya en la importancia que se da al principio
de "un propio camino hacia socialismo", es decir, deslinda los
fenómenos negativos aparecidos en algunos países socialistas y promete hacerlo
mejor en su propia país, lo que por sí mismo implica formas diferentes o un
cierto pluralismo en la interpretación marxista de la realidad socio-política.
La mayoría de los partidos comunistas ha aceptado prácticamente este principio,
a pesar de que no han sacado las consecuencias teóricas necesarias para no
afectar ia "unidad del movimiento obrero".
2) La corriente
"maximalista" pone especial empeño en superar, crítica y
teóricamente, el socialismo estatista, partiendo de la teoría marxista sobre la
"extinción" paulatina del Estado y de la alienación (las
instituciones político-estatales son formes de la alienación en la sociedad
humana), y en Yugoslavia (también prácticamente). En este contexto la idea de
la autogestión choera es un problema que se impone compulsivamente.
Mientras el punto
de vista "minimalista" queda en el nivel de una táctica política,
intentando justificar su oportunismo con explicaciones no siempre corrientes,
el "maximalismo" es una crítica teórica consecuente, que cuestiona
incluso la naturaleza del socialismo como tal, el contenido mismo de la
revolución socialista y los caminos de su realización, por lo cual tiene un
carácter general teórico y político-estratégico.
Por eso no es de
extrañar que justamente los teóricos marxistas más prominentes desde G. Lukacs
hasta R. Garaudy, hayan rechazado la filosofía dogmática y apologética que,
bajo el nombre "marxismo-leninismo" y como tal, presenta el
fundamento del socialismo estatista, reclamando por sí sola una revisión
indeclinable de las ideas marxistas. Los reforzados ataques de los ideólogos
oficiales soviéticos, especialmente después de la ocupación de
Checo-Eslovaquia, contra el llamado "revisionismo" y contra los más
destacados filósofos marxistas, tales como E. Bloch, E. Fromm, G. Lukacs, E.
Fischer, H. Lefevre, J. Habermans, K. Kosik, L. Goldmann, H. Marcuse y R.
Garaundy, entre otros, además de los que se agrupan alrededor del periódico
"Praxis", confirman sólo que el socialismo estatista ha perdido la
batalla en el campo teórico, por lo menos en nuestro continente, donde tuvo su
origen.
El porqué de
la autogestión obrera
La crítica
filosófica de los fundamentos teóricos del socialismo estatista se inició
simultáneamente con el robustecimiento de la idea de la autogestión obrera, que
se está imponiendo a partir de las formas ya existentes de la participación
obrera en el movimiento sindical de los países europeos occidentales, como la
presión hacia un cambio cualitativo en el seno del mismo. Esta idea fue
aceptada por los estudiantes, especialmente los de nueva izquierda, así como
también por los demás intelectuales, y de manera evidente por parte de la tan
llamada "inteligentzia asalariada". Así se ha producido una
convergencia entre el movimiento obrero y las corrientes izquierdistas en el
sentido de la idea de la autogestión obrera.
Si quisiéramos
exponer brevemente las razones de la aceptación del movimiento de autogestión
dentro de los círculos intelectuales de izquierda, como también dentro de una
parte de la burguesía progresiva para la cual se convirtió en tema del día,
deberíamos mencionar las siguientes:
1) Después del
descubrimiento del "factor humano" en la producción, la sociología y
la psicología social moderna han dedicado numerosos estudios de investigación a
"la motivación y participación" obrera y de empleados en la
producción, llegando en la mayoría de los casos, prescindiendo del marxismo, a
la conclusión de que la participación de los obreros es indispensable en el
proceso de decisiones en las empresas. Pero de la participación a la
autogestión hay sólo un paso (revolucionario).
2) Tras la
conquista por parte de los sindicatos, mediante los con-tratos colectivos, del
derecho de participación en casos particulares en las decisiones de las
empresas (derecho de voto, joint consultacion, comité d'entreprise),
especialmente cuando se trata de las condiciones del trabajo mismo, llegó,
lógicamente, y como paso próximo, el momento de ir desde una
"reivindicación cuantitativa" (aumento salarial) hasta la "reivindicación
cualitativa" (a incremento de la participación hasta llegar a la misma
autogestión). Este esfuerzo se manifiesta especialmente duran-te el turbulento
año 1968 en Francia.
3) La extensión
de las actividades terciarias, el surgimiento del "proletariado intelectual",
del sindicalismo de la empresa en las empresas tecnológicamente adelantadas,
con sus nuevas formas de integración de los obreros manuales e intelectuales,
el crecimiento de la anonimidad del capital corruptivo (llamada también
"manager revolution"), todo esto ha contribuido para que la idea de
autogestión vaya imponiéndose como una consecuencia de la democratización y la
"normalización" administrativa en las empresas.
4) El carácter
visible y creciente de coerción y de terror que impone el socialismo estatista
(graves castigos por las opiniones de oposición, falta de derechos del
ciudadano, envío de los intelectuales que critican a manicomios, antisemitismo,
ocupación de Checo-Eslovaquia, etc.) hizo cada vez más necesaria la existencia
de otra alternativa socialista, que no condujera necesariamente a la democracia
burguesa o a la social-democracia, sino a una forma realmente nueva de la
democracia socialista.
La idea de
autogestión
5) Ha madurado la
convicción de que los países altamente desarrollados que aplicaron un estatismo
o centralismo en las decisiones sociales deben buscar la salida en la
participación o en la democracia directa. La revolución científico-tecnológica
ofrece aquí, con el desarrollo de la cibernética, la automatización y los medios
modernos de comunicación, la posibilidad de una descentralización mayor que en
los países no desarrollados. La tecnología se convierte en la
"infraestructura de la sociedad", la libera de las necesidades
económico-técnicas y ofrece posibilidades mucho más grande para su organización
conforme a las necesidades del hombre.
6) La idea de la
autogestión hizo necesaria la formulación de una estrategia ofensiva del
movimiento obrero en los países desarrollados, donde no obstante está en su
comienzo, significa un rompimiento decisivo con aquella pasividad que se deduce
de la espera de que los países europeos o la "Armia soviética"
liberarían "las fuerzas del tercer mundo". El carácter ofensivo de
esta estrategia se hace visible en los esfuerzos convergentes hacia la
autogestión tanto en las filas obreras como en amplias capas de la
"inteligentzia asalariada". Estos dos factores, desgraciadamente, no
han encontrado la necesaria sincronización en sus ideas y acciones, de manera
que el movimiento obrero está todavía bajo el dogmatismo y los movimientos
intelectuales bajo el "izquierdismo" de la izquierda radical, sin una
clara visión de sus objetivos y de una estrategia, lo que les podría facilitar
una firme relación con el movimiento obrero, a pesar de las claudicaciones de
algunos liderazgos partidarios.
7) La vanguardia
intelectual marxista toma conciencia de que la idea le da autogestión es un
elemento esencial en el desarrollo de una estrategia ofensiva y por eso no la
sorprenden los ataques por parte de los liderazgos burócratas,.
Algunos de ellos, en los países socialistas, re-claman cada vez más
abiertamente la rehabilitación del stalinismo. Como antes, la vanguardia
marxista sabe también ahora que la verdad histórica está de su lado y que es su
deber y responsabilidad poner al socialismo y al movimiento obrero en
consonancia con los anhelos progresistas de la humanidad contemporánea.
Sin exagerar. podemos decir que en Europa múltiples razones, tanto de
naturaleza política y científica como humanístico-filosófica, hablan en favor
del socialismo de autogestión. Estas razones son tan eminentes que incluso un
total fracaso de la autogestión obrera en Yugoslavia no las podría conmover. A
propósito, podríamos, parafraseando, decir: si "la verdad sobre Stalin"
no pudo afectar la fe en el socialismo, sino solamente incitó articular su
contenido y sus objetivos en forma más aguda, así también "la verdad
acerca de la autogestión obrera yugoslava" no puede sacudir la fe en la
autogestión obrera, sino solamente formular con más claridad la cuestión de la
forma de su realización.
¿Pero estamos hoy
en situación de poder decir "la verdad acerca de la autogestión obrera
yugoslava"?, es decir, ¿disponemos actualmente de una amplia y suficiente
perspectiva para conocer sus "buenos y sus malos aspectos" y saber
objetivamente lo que hay que eliminar y lo que hay que conservar, tanto en
nuestro país como en otros que intentan de realizarla? Creemos que ciertas
cosas se nos han hecho claras y que tenemos la obligación de decirlas en nuestro
propio interés y en el de los demás.
Es evidente que
los principios sobre los que está edificada la autogestión obrera no son falsos : el hombre —el productor— tiene el derecho de
decisión sobre el resultado de su trabajo; el Estado no debe, por su propio
poder, disponer del plusvalor que ha creado la clase obrera; todos los que
están en la relación de trabajo —los obreros y los empleados—tienen el derecho
a la conducción de la organización del trabajo (es decir, de la empresa. Obs. de la Redac. del periódico que
mencionamos al final). Falsa puede resultar sólo su elaboración insuficiente y
su incorporación en el sistema social.
La concepción
de Proudhon
Parecería que en
la elaboración y la aplicación de nuestra autogestión obrera domina una
concepción democrático-liberal o la concepción proudhoniana. ¿Cuáles son las
características de esta concepción?
1) La libre asociación de los productores es la base de la sociedad (Organización mutual); ella no necesita de ningún, intermediario político en forma de Estado o de un partido político (el Estado se "extingue"). Estas organizaciones deben disponer de cierta "posesión", que es la síntesis de la propiedad privada y la de colectiva. Proudhon tenía dificultades, como también nuestros juristas,para definir el "status" de derecho de una organización de este carácter de acuerdo con el derecho romano, y sin embargo responde a lo mejor a lo que nosotros designamos corno la "propiedad de grupo", es decir una mezcla de la propiedad privada y la colectiva.
2) Las relaciones
de producción entre las asociaciones de producción descansan sobre el
intercambio libre de productos y las relaciones contractuales entre las partes
interesadas, sin la intervención de un tercero. La sociedad que se basa sobre
la asociación mutua se desenvuelve de acuerdo con el siguiente principio:
"Servicio por servicio, producto por producto, préstamos por préstamos,
seguro por seguro, crédito por crédito, garantía por garantia... En este
sistema el obrero no es más esclavo del Estado, es un hombre libre, realmente
si propio señor, que está actuando por su propia iniciativa y por su propia
responsabilidad" (P. J. Proudhon, Select Writing, Doublesday, 1969,
pág. 59).
3) Una vez puesto
el acento sobre el libre intercambio como principio de la libertad personal y
la autonomía de la asociación, aparece entonces el mercado como el medio
esencial para ese intercambio, y la oferta y demanda como los reguladores de la
producción. Los defensores del mutualismo conocen bien, como todo el mundo, la
ley de la oferta y la demanda, y por eso harán todo lo posible para no
contravenirla". Las in-formaciones detalladas y corrientes, una precisa
instrucción acerca de las necesidades y del estandard de vida, un análisis
honrado e íntegro de los gastos de producción, de la previsión de
eventualidades, la determinación del máximo y el mínimo de las ganancias
después de una amistosa discusión, la consideración de los riesgos que están en
conexión con todo esto, la organización de la sociedad de coordinación: la
totalidad de estas medidas, hablando en forma general, son medios con cuya
ayuda esperamos arreglar el mercado. Aquí habrá tanta libertad cuanta deseemos;
pero mucho más importante que la libertad es, sin embargo, la franqueza, la
mutua comprensión y la instrucción de todos" (Ibid., pág. 70).
Resulta
innecesario indicar cómo son las discusiones sobre la autogestión en la
realidad yugoslava, cómo la determinación de la cuota de ganancias, cómo
también la franqueza y la reciprocidad. Proudhon fue un claro liberal burgués
en cuanto al papel del mercado, a pesar de que había comprendido que el mercado
debe ser controlado mediante la ayuda de los análisis de los procesos
económicos y, en consecuencia con tales análisis, también intervenido. Nuestra
práctica en este sentido es todavía más liberal que la que Proudhon tenía en su
mente. Acerca de sus consecuencias hablaremos más tarde.
4) Las relaciones
contractuales deben dominar no sólo en el campo económico sino también en el
campo político de la vida social. "En lugar de leyes tendremos contratos.
Ninguna ley se hará con la mayoría de votos o con unanimidad. Cada ciudadano,
cada comuna o la asociación hará sus propias leyes". (Ibid., pág. 99). Un
consecuente principio de la descentralización política excluye las leyes de la vigencia
general.
5) La integración
social se hará desde abajo sobre la base de las relaciones económicas y no
sobre la base de las decisiones políticas comunes. "En lugar del poder
administrativo tendremos las fuerzas económicas". (Ibid., pág. 99).
Contradicciones
previstas
6) La división en
clanes de la sociedad será eliminada por la sociedad socio-profesional o
corporativa. "En lugar de la vieja división de clase de los ciudadanos en
nobles y pueblo, burguesía y proletariado, tendremos categorías y clases que se
decidirán de la diferencia de fracciones :
agricultura, industria, comercio, etc." (Ibid., pág. 99).
7) Proudhon fue
suficientemente dialéctico y no le faltó la capacitación para una política
zig-zag, lo que le permitió ver que su sociedad basada en la asociación libre
de autogestión no podría escapar a las contradicciones internas. Por haber
igualado el cambio democrático-liberal de mercancias, mediante el mercado, con
la libertad y la independencia de las fuerzas productivas, tuvo que reconocer que
el mercado destruye tanto la igualdad de los productores como su solidaridad.
Además, pensaba que una igualdad sin la intervención legal, es decir sin
algunas leyes o reglamentos generales que arreglarían el intercambio, no es
conseguible. Por eso exigía: "La comunidad reclama necesariamente la
igualdad y la ley. La propiedad que surge de la autonomía racional y el respeto
del servicio personal postula ante todo la independencia y la
proporcionalidad... La uniformidad entendida como ley e identificada hacia
abajo como la igualdad convierte a la sociedad en tiránica e injusta. La
propiedad por su carácter despótico y por su naturaleza destructora del derecho
se convertirá, dentro de poco, en el opresor y actuará contra los intereses de
la sociedad... Lo que la comunidad y la propiedad quieren es bueno, pero lo que
de facto producen es malo. ¿Por qué eso es así? Porque cada uno de los dos es
excluyente y pasa por alto dos cosas en la sociedad: la comunidad rehúsa la
independencia y la proporcionalidad, mientras que la propiedad no cumple con
las condiciones de la igualdad y la ley". (en ¿Que
es la propiedad?, 1840., pág. 342).
Proudhon propone
prestar atención a una balanceada dosificación de estos cuatro elementos que
tienen por característica excluirse el uno al otro: la igualdad, la ley, la
propiedad y la proporcionalidad.
Contradicciones
en el modelo yugoslavo
Nosotros
encontramos en nuestra autogestión obrera las mismas contradicciones y dilemas.
Por un lado, tenemos garantizada la plena autonomía económica a las
organizaciones de autogestión individuales, lo que necesariamente conduce en la
economía de mercado a la desigualdad de compras personales (la oposición a la
"moda de igualdad" o a la observación de la
"proporcionalidad": la compensación conforme al efecto del trabajo en
la organización y no de acuerdo con el trabajo personal) ; por el otro, y en
nombre de la comunidad, la presión de los obreros para un pago y posición en la
sociedad igualitarios. Nuestro sistema ha llevado esta plena libertad a las
relaciones económicas de mercado, es decir, mercancía-dinero. (Ciertas
restricciones que provienen de la entrega de una parte del plusvalor al Estado
las omitimos aquí por tratarse de una cuestión de principio). Se ha inventado,
por cierto, una ideología especial de las "relaciones socialistas
mercancía-dinero" y del "mercado socialista", prescindiendo de
que las leyes del mercado actúan de igual manera tanto en el capitalismo como
en el socialismo y en todas las sociedades que han conservando el cambia mercancía-dinero
de mercado.
Este tipo
democrático-liberal de la organización de autogestión se parece sin duda alguna
y en una alta medida a nuestra autogestión obrera, lo que llama la atención
sobre algunos problemas y contradicciones en nuestro sistema. Veamos, pues, qué
dificultades y consecuencias concretas produciría la aplicación del concepto
democrático-liberal de la autogestión obrera en nuestra sociedad.
Ante todo, en el
espíritu del liberalismo burgués se concibe a la organización social como individualista
o "atomista", es decir, todas las asociaciones en la economía son
iguales en su "status" de derecho y se hallan en el mismo nivel
social ideal (como fue el casco de cada uno de los ciudadanos-burgueses en su
calidad de propietarios de los medios de producción en la democracia clásica).
La organización de la producción fue primero definida políticamente en el
espíritu de la libertad democrática y no en el económico-funcional, como es
necesario, tomando en consideración la complejidad de la división del trabajo
social y los diferentes papeles en el sistema económico.
Así, tenemos
casos en que un cierto tipo de democracia política de-termina también la
naturaleza de la "democracia económica", lo que trae como
consecuencia que la igualdad jurídico-política, conduce rápidamente a la
desigualdad económica de las organizaciones de producción. En nuestro país,
corno en el liberalismo burgués clásico, sucedió precisamente esto. gracias al nivel más bajo del desarrollo de la organización
social en general y respecto de la división del trabajo, en especial (y de
acuerdo con esto la determinación del concepto "el trabajo
socializado"), como también mediante el formalismo jurídico que equipara
legalmente y de una forma perfecta a todas las organizaciones de producción o
económicas sin estar en condiciones de comprender su función, que las
diferencia esencialmente en la sociedad. (En nuestro sistema este formalismo
jurídico es una consecuencia del papel dominante que tiene todavía en la vida
política, el "fiscal" frente a la inteligentzia especializada, como
son los economistas, sociólogos e ingenieros que actúan en las organizaciones
sociales).
La ideología
"socialista" de mercado
La libertad de la
actividad social fue entendida en primer término como la libertad de empresa,
cuya tarea principal es el cambio de las mercancías de un mercado donde domina
la competencia y en condiciones tales que la demanda y la oferta son realmente
los mejores dispositivos del desarrollo económico. No se acepta la opinión de
que el factor decisivo del desarrollo económico es el propio desarrollo de la
tecnología y de que es necesario disponer de unos principios sanos con respecto
a la estrategia del desarrollo y la distribución de las entradas colectivas y
personales.
Todavía más, a
pesar del conocimiento general de que el mercado no posee más aquel papel que
tenía en el siglo pasado, que debe adoptar varias restricciones y que en
general no es más el regulador principal del desarrollo económico, se hizo del
mismo una "ideología socialista" : las relaciones mercancía-dinero se
convirtieron en las "relaciones socialistas de mercancía-dinero" y el
mercado en el "mercado socialista"; incluso el capital se transformó,
gracias a la lógica, del beneficio, en el "capital socialista".
Los sinsentidos
de esta clase se señalan para olvidar que el mercado con su ley de la oferta y
la demanda ya en el capitalismo había experimentado considerables
restricciones, no sólo por la socialización de la producción y la distribución
(el control social de los medios de producción) sino también gracias al papel
de los sindicatos (el control de los llamados "salarios-indirectos" o
rendimiento social). La intervención social, que es muy diferente según se
trate de los productos de consumo o de los medios de producción, especialmente
si se trata del desarrollo de las fuerzas de producción en forma de factores
científico-tecnológicos (instrucción de los equipos de trabajo, organización de
la producción, etc.), condujo actualmente a una estructura económica polimorfa,
de tal manera que el mercado tiene sólo un significado secundario
(especialmente si tomamos en consideración la importancia de medios contemporáneos
para la promoción del desarrollo de las fuerzas de producción y de
investigación).
La descentralización
política no es solamente puesta al mismo nivel del distendimiento de la
economía administrativa y centralizada, sino también del abandono de cualquier
plan de desarrollo, que en las condiciones del crecimiento tecnológico moderno
es conditio sine qua non si se desea un desarrollo rápido y armónico en
la sociedad. Se entiende, además, que la lógica de mercado no puede impedir
contradicciones internas y desigualdades en las empresas individuales o en
diferentes ramos de la producción, como tampoco la competencia desleal y los
conflictos de la más variada naturaleza, esto especialmente si consideramos
nuestras "circunstancias balcánicas", que exigen compromisos
permanentes y que, para solucionar los conflictos que surgen, necesitan de un
mediador.
¿Quién debe
mediar?
Pero ¿quién tiene
que cargar con este papel de mediador? ¿Tal vez cierta "organización
coordinadora", como lo propone Proudhon? ¿O un representante político de
los "intereses permanentes de la sociedad" —es decir, el Partido
Comunista—, como se propone en nuestro caso-? ¿O quizás, será la
"burocracia mediadora", cuya existencia se justifica precisamente por
la atomización política, económica, y cultural de la sociedad? Hay que decir
claramente que detrás de la autogestión obrera yugoslava se esconde una
"organización vertical del poder social", concretizado en el Partido
Comunista, que pretende desempeñarse en esas tareas. Más adelante veremos con
qué consecuencias.
Si quisiéramos
caracterizar a nuestro actual sistema de autogestión obrera, deberíamos señalar
los siguientes rasgos: a) el formalismo jurídico; b), el antifuncionalismo en
relación con el papel social de la organización de la producción; c) el
liberalismo burgués con respecto al mercado y la autogestión del desarrollo
económico, y d) la combinación de la organización de autogestión en el nivel
horizontal con la estructura del poder estatal vertical. En síntesis, se trata
de una concepción que permanece dentro, del marco de la teoría
democrático-liberal y que todavía no alcanzó el nivel de una organización de la
producción democrático-humanista y funcional.
Consecuencia
del formalismo jurídico
Una de las
consecuencias negativas más visibles del formalismo jurídico para la
autogestión obrera fue la equiparación jurídica y social de las organizaciones
de la producción y las de la mediación, es decir, del las que producen el
plusvalor, y de las que disponen de este bien alienado en la esfera de la
circulación (bancos, comercio, empresas del exterior, etc.). Esta equiparación
jurídica condujo rápidamente a la sujeción de las organiaciones de la
producción, en las condiciones de la economía de mercado por parte de las
organizaciones de la mediación, que empezaron a explotarlas sin ninguna
contemplación. La reforma económica (el autor se refiere a los cambios
efectuados por el gobierno comunista de Belgrado en 1966. Ob. del trad.) Llevó
a muchas organizaciones de la producción a una grave situación monopolista en
la estructura financiera. Mientras los bancos y el comercio en el período anterior
rendían servicios, en el actual sólo contribuyen al robustecimiento del poder
económico de los centros financieros, en detrimento naturalmente de los
intereses de la clase obrera y de una política sana de desarrollo.
Las consecuencias
de la equiparación no funcional y jurídico-formal de las organizaciones de la
producción con las de la mediación son: a) la posición monopolista de las
organizaciones de la mediación respecto de las organizaciones de la producción;
b) las ganancias inadmisibles devengadas de las organizaciones de la
producción. (En el Informe de una asamblea se comprueba que este capital
financiero y comercial "explota brutalmente" la falta de medios para
la corriente de inversión y que ha tomado la lógica forma de usura, explotación
y lucro. Esa actitud, por sus formas y dimensiones, sorprende incluso a
economistas del actual sistema capitalista); c) el entorpecimiento del aumento
normal de la reproducción en las organizaciones de la producción mediante la
colocación de los medios en las empresas que garantizan ganancias más rápidas,
especialmente mediante la negligencia en la modernización de la producción de
acuerdo con la tecnología actual (la cual, por los cortos plazos de
amortización, sin ayuda de los fondos sociales o sin una estrategia de
desarrollo de la economía entera, no se puede conseguir); d) con esta
orientación de inversiones la misma politices ha frenado el desarrollo
económico (y en esto también la reforma económica tiene su gran parte de
responsabilidad) y ha causado el éxodo masivo al exterior de la mano de obra,
como también la inflación y el balance negativo de pagos gracias a las
importaciones de bienes en su mayoría, inútiles (la importación asegura
evidentemente altas provisiones a una pequeña capa de la sociedad); e) el
enriquecimiento demasiado rápido de la tan llamada "capa media" y de
una élite que surgió con el capital financiero y comercial y, asimismo, como mi
fenómeno concomitante, el empobrecimiento y la emigración de amplias masas
obreras durante los últimos años; f) como los nuevos centros del poder
financiero ocuparon el mismo lugar que dejó el capital del Estado
desestatizado, el estilo de los negocios condujo rápidamente a la agudización
de las relaciones entre las nacionalidades en Yugoslavia. (Algunos análisis
recibidos de Dalmacia hablan precisamente de la "explotación
colonial").
"El
espíritu empresarial" y "la cultura de consumo"
Todo lo antedicho
demuestra a las claras que la clase obrera en nuestro país estuvo, durante los
últimos años, expuesta económicamente a grandes dificultades. Esto lo confirman
también las mil huelgas que hubo durante ese período. Simultáneamente, las
calles repletas de autos, el alza de precios (un par de zapatos —eso fue en
1971. Obs. del trad.— costaba 30.000 dinares, la mitad
del sueldo de un obrero), la proliferación de las casas de fin de semana, etc.,
demuestran que una capa social se enriqueció rápidamente. La gente que visita a
nuestro país reconoce a primera vista que éste no es un país de obreros y de
autogestión obrera sino más bien el país de los "nuevos ricos".
Muchos de nuestros periódicos, en su mayoría los más leídos, han contribuido al
surgimiento no sólo del "espíritu empresarial" sino también a la
psicología de la "cltura de consumo".
Hemos ya señalado
que la concepción democrático-liberal de la autogestión descansa sobre cierta
atomización de la sociedad. Lo mismo vale también para la clase obrera. Ella
fue incorporada a las organizaciones de la autogestión (es decir, a las
empresas. Obs. de la Redac.), las que gozaban
aparentemente de los mismos derechos y libertades y que se convirtieron
rápidamente en el mercado en desiguales y extremadamente de-pendientes. Además,
las mismas adoptaron una propensión a dar su conformidad a las retribuciones
que resultaban de acuerdo con la diferencia de las entradas desiguales, todo
bajo el imperio del espíritu empresarial y en el mercado competitivo. (En
algunas empresas el obrero gana el doble o el triple por el mismo trabajo de lo
que gana un obrero en una otra fábrica). A los sindicatos les fue prohibido
lucha por criterios idénticos de retribución, pues esto estaría en
contradicción con la lógica de la realización de las entradas mediante la
competencia, enfáticamente pro-clamada como "entradas de acuerdo con el rendimiento
del trabajo" (por lo que la posición monopolista de algunas empresas no
fue tomada en consideración).
De esta manera la
clase obrera quedó fraccionada, ligada a los intereses del "capital de
grupo" y, en la relación de ganancias —mercancía-dinero—, también sometida
(el hombre al hombre, la comunidad a la comunidad —lobo—) ;
aún más, fue obligada a reconocer a aquellos intereses por los cuales era
explotada bajo formas típicamente capitalistas como organizaciones "de
trabajadores" y de "autogestión". Esta atomización trajo dos
consecuencias fundamentales: una, la de menor importancia, que la clase
trabajadora no estaba incluida en la "igualación" de las entradas
promedio del mercado, que se consideraba como estímulo del desarrollo, y la
otra, que la representación obrera, en cuanto clase, fue totalmente
desorganizada, pues el papel de los sindicatos resultó prácticamente nulo.
Las formas del
socialismo estatal por haber conservado la organización vertical del poder
político, los sindicatos mantuvieron en nuestro país su papel típicamente
estatal-socialista, es decir, se convirtieron en "educadores y
maestros" de la disciplina para la clase obrera. El sindicato, no servía
más para instruir a los obreros, porque todo esto quedaba en manos de los expertos
de las empresas. El sindicato, en tales condiciones, no asumía su tradicional
papel de defensor de los intereses inmediatos de la clase obrera, lo que
provocó muchas huelgas —"huelgas salvajes"— que no contaron con la
participación de los líderes de los sindicatos y que fueron hechas pese a su
oposición. Esta actitud de los sindicatos llevó a una economía de grupo en las
empresas, de tal manera que la autogestión obrera existía más en los papeles
que en la realidad.
¿Quién
defiende los intereses de clase?
… No hay duda
alguna de que en nuestra sociedad, que ha perdido las características de la
sociedad de clases, se ha quitado, a los sindicatos, gracias a la economía de
mercado, el papel de defensores de los intereses inmediatos de la clase obrera.
Si debiera efectuarse en un futuro próximo una corrección, especialmente en el
sentido de que los productores no sólo controlen la ampliación de la
reproducción sino también la circulación del capital social (se trata aquí de
los medias para la alta instrucción de los equipos y la promoción de los
avances científicos y técnicos), entonces la rehabilitación del papel de clase
de los sindicatos debe ser uno de los primeros objetivos.
Esto resulta
necesario por el hecho de que, paralelamente con la división de la clase obrera,
se produjo la creación de numerosos grupos y asociaciones de directores de
comercio y finanzas. Los obreros son conscientes de que su influencia sobre la
conducción en una economía de mercado es menor que sobre las relaciones
sindicales y la idoneidad del aparato de comercio y de mercado. Eso los obliga
a una pasividad cada vez mayor y a la sumisión ante los técnicos y directores,
de quienes depende muy a menudo la suerte de su misma existencia.
Por eso, la
mayoría de las "huelgas salvajes" no fueron dirigidas, como afirma la
prensa, contra la "conducción burocrática de las empresas", sino
contra la real situación en que se hallan esas empresas en la economía
socializada; la desorganización de la clase obrera llevó a que sus protestas a
menudo se convirtieran en rebeliones (destrucción de la maquinaria, agresiones
al personal superior, etc.).
El capitalismo
pequeño-burgués
Si se toma en
consideración que el status no funcional de las organizaciones económicas
condujo a relaciones de explotación entre las mis-mas, no sorprenderá que los
obreros tuvieran fundamentos para aceptarlo como expresión del respeto de la
ley de la oferta y la demanda (me-diante el otorgamiento de status de
organizaciones independientes de auto-gestión también a las organizaciones de
mediación, a pesar de que nuestra Constitución prevé esa definición —"la
administración social"—, que hasta ahora sólo encontró aplicación en la
Universidad y en organizaciones sin importancia, tales como museos y escuelas
inferiores, porque el liderazgo está más interesado en el control de la
inteligentzia que en el de la gente de comercio y bancas!) . Esto trajo coma
consecuencia la pérdida no sólo de la solidaridad obrera y de su igualdad, sino
que también se promovió el espíritu empresarial en el sentido de la competencia
de mercado (léase: capitalista), todo lo cual contribuyó a que se desarrollase
inevitablemente el "egoísmo de grupo" y el espíritu del pequeño
hombre de negocios capitalista. Así. se aceptó no sólo
el empobrecimiento de ciertos estratos obreros sino también el enriquecimiento
de las capas mediadoras como un fenómeno normal. Las protestas y las huelgas de
los obreros fueron por eso declaradas ilegales.
La autogestión
obrera en nuestro país trajo, de esta manera, en vez de un "socialismo de
autogestión" algo completamente diferente, es decir un "capitalismo
pequeño-burgués". Esto puede parecer paradójico para aquellos que
desconocen el pensamiento democrático-liberal y de Proudhon sobre las
características de la sociedad de autogestión. (A pesar de que este capitalismo
con respecto a la concentración de los medies ha tomado en nuestro país formas
del "gran capital", aún se halla muy por debajo de la concentración
de capital contemporáneo existente en los países capitalistas; en nuestro caso
falta una política moderna de organización y desarrollo, es decir de tecnología
avanzada, en lugar del sentido pequeño-burgués de la usura y del beneficio del
momento).
Al surgimiento de
la mentalidad pequeño-burguesa han contribuido considerablemente también los
massmedia que se orientaron inmediatamente hacia la nueva política de las
"relaciones de la economía. de mercado",
creyéndose que eran más progresistas si propagaban una "sociedad de
consumo" de tipo europeo occidental. Se empezó a argumentar que la ley de
la oferta y la demanda rige tanto para la cultura como para la venta de
"chorizos", por lo que desapareció de las columnas de los periódicos
todo lo que recordara al marxismo (la burocracia política dio el tono para la
batalla contra el marxismo) y así aparecieron nuevos conceptos de valor: la
promoción del sensacionalismo, formas de la patología social, erotismo, música
ligera, snobismo, muchachas desnudas, últimos modelos de automóviles, y todo
aquello que gusta a un pequeño-burgués, a un nuevo rico y que puede
interesarlo.
Si comparamos el
estilo dominante en nuestra sociedad con aquel de la sociedad occidental
"de consumo", tenemos que decir en seguida que estamos por debajo de
su nivel. La sociedad burguesa nunca hizo una ideología de la relación
mercancía-dinero, sino que siempre trató de oponer a las consecuencias
negativas del régimen capitalista "valores superiores", morales e
ideológicos, destacados como de "interés general" (contrarios al
interés particular) —por ejemplo la consideración y resuelto de un
"honrado hombre de negocios" y de "la competencia leal" en
contraposición con nuestra orientación balcánica de la usura y la astucia
campesina, del enriquecimiento sin esfuerzo y sin trabajo)—como también el
trasplante de la moral puritana a la vida económica y la modestia religiosa y
el sentimiento del deber ético a la vida privada y la administración, de tal
manera que los principios morales y sociales e oponían constantemente a la
práctica del mercado capitalista.
Cada vez menos
"de la conciencia socialista"
Esta
contradicción del hombre capitalista o burgués es bien conocida por múltiples
análisis de la sociedad burguesa. En nuestros días se buscó un arte más
consecuente del pensar ideológico para solucionar estas "contradicciones
burguesas" en el nivel de las ideas, no en el sen-tido de lo que en la
burguesía hay de positivo (su moral de negocio) sino en el sentido negativo
(enriquecimiento y creación de las diferencias sociales). De aquí resulta claro
por qué a algunas críticas —por cierto muy moderadas— de parte de nuestros
filósofos y sociólogos marxistas, refiriéndose a las consecuencias negativas de
la sociedad de competencia y de consumo, se opusieron los "ideólogos
oficiales" con la "espada reluciente".
Se entiende que
los procesos sociales de esta clase condujeron a la disolución de la conciencia
de clase del hombre trabajador y al rejuvenecimiento y la afirmación de la
conciencia de clase de la capa social de los medios y las ganancias. Se hacía
cada vez más claro, especialmente en el campo de la conciencia social y en
aquel de las fuerzas comunitarias que crean la conciencia social (mas-media,
ideología oficial de la sociedad, la creación cultural) que esta sociedad tiene
cada vez menos conexión con una "conciencia socialista" y que además
no quiere tenerla. En días más recientes los ideólogos del renacimiento de la
pequeño-burguesía tratan también de convencernos que la conciencia socialista,
junto con el marxismo, ponen en peligro a la sociedad y que por ende hay que
erradicarla con más energía de lo que se hizo hasta ahora. ¿Quién podría
afirmar que, sabre la base de un serio análisis sociológico, la auto-gestión
obrera en el nivel social global no se ha vuelto contra la clase obrera?
Consecuencias
de la descentralización política
Las recientes
medidas de descentralización mediante la transferencia de la mayor parte de las
competencias (asuntos) de la Federación a las repúblicas han provocado —como se
sabe— preocupaciones en los países del ambiente europeo occidental, aun cuando
fueron bien recibidas en nuestro país. Esta preocupación no hay que limitarla
sólo a los fracasos de nuestro sistema económico, conocido en el exterior —una
inflación galopante, el estancamiento del crecimiento económico, el éxodo
masivo de la mano de obra, el crecimiento constante del déficit comercial, etc.
—sino que hay que extenderla también al miedo de que Yugoslavia puede, por sus
dificultades internas, perder el rol de "puente" entre Occidente y
Oriente como factor neutral en la política de las grandes potencias y bloques,
en que hasta ahora se desempeñó con éxito…
Desde el punto de
vista de nuestro desarrollo interno, deberíamos entender esta descentralización
política como un desenvolvimiento natural de aquellos procesos que son
definidos en la teoría de la extinción del Estado, es decir, como el
robustecimiento de la base de la autogestión de nuestra sociedad y del proceso
de integración de sus diferentes zonas. Pero se han revelado justamente las
tendencias contrarias, es decir: el surgimiento de los antagonismos entre
nuestras repúblicas; la publicación de los datos económicos sobre relaciones de
igualdad entre las repúblicas y la acentuación del carácter estatal de las
mismas, sin los cambios correspondientes en la autogestión ; la movilización de
los "intereses nacionales" en presencia de tensiones políticas para
ejercer presión por otro lado; la reactivación de los temples nacionalistas en
una parte de los intelectuales (así como también en una parte de los obreros
desorganizados); el manejo de los rumores y de otros factores de tensión entre
nacionalidades. Todo esto demuestra que los gobernantes de este país no saben
de la "estrategia de la innovación social", que presupone una
introducción razonable y bien ponderada de los cambios por emprender...
Como hemos dicho,
la descentralización política y económica responde perfectamente al espíritu no
sólo de nuestra teoría de la extinción del Estado, sino también a las
concepciones modernas acerca de un manejo dinámico e inmediato del desarrollo
de la sociedad. Lógicamente, bajo una condición: debemos saber qué podemos
racionalmente descentralizar; en qué condiciones de una organización muy
complicada de la sociedad moderna; de qué manera y con qué objeto debemos
realizarlo, cuando se desea desarrollar esta sociedad rápidamente para poder
ocupar el puesto deseado entre las naciones industrializadas.
Pero justamente
nos falta una concepción semejante y por eso se trata de suplantar una
argumentación racional por una demagogia barata. Resulta claro que no se pudo
encontrar un idioma común en los procesos de desarrollo de una comunidad
multinacional mientras los nuevos centro& de finanzas y de comercio
amenazaban con destruir definitiva-mente el equilibrio en las relaciones entre
las nacionalidades. Así resucitó "el problema nacional", realmente
junto con el problema de clase. Por eso el desenvolvimiento de nuestras
relaciones nacionales dependerá, en alto grado, de cómo resolvamos el contenido
de clase de esta cuestión. Aquellos que hoy intentan dirimir esta situación con
medios políticos no hablan, naturalmente, con mucha gana acerca de cómo se
llegó a esto, de cómo se produjo la alienación del plusvalor de la clase obrera
(obs. del trad.) mediante las decisiones políticas en el "grupo de
capital", o sea, cómo se convirtió el capital dos veces alienado en el
capital que se "normaliza" en sus tradicionales funciones
capitalistas...
Tendencias del
separatismo nacional
Además de la idea
del carácter estatal de las repúblicas (dentro de la Federación Yugoslava — Obs.
de la Redac. de Wissenschaflicher Dienst Suedosteuropa), se está
hablando ahora de la "economía nacional" en cada una de las
repúblicas por separado, aun cuando se señala, por lo menos en forma
declarativa, la unidad dei sistema económico yugoslavo. Es por eso que no se
puede descontar del todo la tendencia a la separación dentro del cuadro de las
republicas en el momento actual y que es evidentemente instigada por parte de
los círculos de orientación nacionalista y separatista. Si se trata de naciones
pequeñas, tales como los pueblos unidos hoy en Yugoslavia, entonces es
necesario tener una clara idea de unas cuantas alternativas del desarrollo, que
aparecen a cada paso en la descentralización tanto política, como económica.
En primer
término, se debe entender claramente que en la descentralización del sistema
económico en loa países capitalistas más desarrollados hay una práctica bien
adelantada justamente respecto de los objetivos que se deben alcanzar mediante
la eficiencia del potencial de producción. Por eso, no hay que tomar coma un
debilitamiento de dicho potencial toda forma de descentralización. La
descentralización de las decisiones económicas se realiza bajo condiciones de
una mayor integración del sistema económico (una división adelantada de trabajo,
coordinación de las tareas de producción). La descentralización no está en
contradicción con la mayor integración del sistema económico. Hay que tener
presente que el sistema económico contemporáneo es una creación heterogénea y
multiforme que se extiende desde las zonas fuertemente integradas de
"grandes sistemas", como son el campo energético, las
telecomunicaciones, los transportes, pasando por los campos de las industrias
básicas, hasta las empresas de la industria de consumo completamente integrada.
La integración real va más allá del control y la regulación del sistema
integral mediante la ayuda de una intervención funcional de los fondos
estatales o de la sociedad; su objetivo no es sólo el mantenimiento de cierto
balance (equilibrio) de los procesos económicos, sino también la preparación de
la seguridad para los procesos de desarrollo en los sectores más importantes
del progreso general económico.
Dilema de las
naciones pequeñas
Aquí vemos el
dilema ante el cual están las naciones pequeñas: es de conocimiento público que
la misma descentralización, junto con el tolerar de "lo nacional" y
lo regional, es realizable sólo en aquellos sectores donde no hay grandes
inversiones y donde no se necesita de ningún gran fundamento de carácter
científico-tecnológico altamente desarrollado. En los sectores que necesitan de
grandes integraciones que se basan en el sistema científico-tecnológico
adelantado, hay que respetar ciertas normas de los "grandes
sistemas..."
El peligro para
el progreso económico de las pequeñas naciones estriba en el aislamiento de
economías enteras dentro de los confines regionales, es decir, en la promoción
de la independencia máxima y la autarquía en el nivel de una economía
técnicamente poco desarrollada. Algunos defensores de un proceso de esta
naturaleza, de encerrarse en las "fronteras nacionales", invocan, la
posibilidad de concertar relaciones con las economías desarrolladas fuera de
Yugoslavia, con sus grandes conjuntos (complejos) industriales, pero de ellos sabemos
que entregan a sus parteners patentes y licencias cuyo alto nivel técnico
excluye toda posibilidad de competencia. Por la inclinación de los agentes de
comercio de nuestro país en favor del capital extranjero, las ponderaciones de
esta clase caen sobre un terreno propicio. No es necesario demostrar que una
"independización" de esta clase no sería otra cosa que la
continuación de la dependencia semicolonial del capital ajeno, es decir, el
regreso hacia aquella situación en que se hallaba la Yugoslavia de pregrerra...
Los países de
Europa occidental que a su tiempo fueron "grandes potencias", como
Alemania, Francia, Italia, han comprendido que cada una de ellas, a pesar de
sus 50 o 70 millones de habitantes, son pequeñas si se trata de desarrollar las
empresas con tecnología moderna (así, por ejemplo, la producción de
computadoras, es un monopolio de los EE.UU.) y que necesitan de medidas para la
integración económica. Para los pueblos pequeños que han obtenido cierta
independencia económica y que además desean tener la posibilidad de utilizar en
su desenvolvimiento Ios adelantos científico-tecnológicos, este problema se
plantea en forma mucho más aguda, pues se exponen al peligro de que su gente
más talentosa y capacitada abandone el país, porque no "ve ninguna perspectiva
para su propio futuro..." Para que se quede aquí, en su patria, es
necesario trazar una sana política económico-social de desarrollo; determinar
los sectores de la industria que necesitan tecnología adelantada y que, dentro
del espacio yugoslavo, mejor aprovechan las reservas y potencial productivo;
asegurar la integración con los países europeos en condiciones de igualdad en
cuanto al adelanto tecnológico y promover una amplia red de instituciones de
instrucción de carácter supranacional o de carácter europeo (con la posibilidad
del intercambio de profesores) en nuestro país. Y, por ende, despertar la
conciencia en las filas de los productores y los intelectuales de que vale la
pena sacrificarse por este país...
Esto es
alcanzable, a mi parecer, sólo si los ciudadanos de los pequeños pueblos en
vías de desarrollo tienen una conciencia social desenvuelta, poniéndose en este
sentido en un puesto de avanzada entre los pueblos más desarrollados. En
nuestra patria esto puede suceder solamente si tenemos una concepción especial
de la revolución social, es decir un anhelo de realizar el socialismo de
autogestión.
Dos períodos
de la revolución
Cada una de las
revoluciones sociales tiene su dinámica y, lógicamente, la tiene también la
revolución socialista. Se la puede limitar a la clase total, si la
identificación con sus objetivos es máxima, si el "Yo" individual se
incorpora en el nuevo "Nosotros" social, si el ideal utópico de la
realidad social se acerca a la máxima proximidad. Se la puede limitar también a
la fase destotalizada, si el plan individual empieza a diferenciarse del nuevo
"Nosotros" social (y "Nosotros" se convierte en aquel
primero); si se abre el abismo entre la realidad utópica y la de la sociedad
(abismo entre palabra y hechos); si la estructura real, con sus
estratificaciones sociales e ideológicas, empieza nuevamente a resquebrajarse y
en lugar de los objetivos comunes se empieza a hablar de la rectitud o no de
las instituciones sociales. El futuro empieza a desaparecer del horizonte, y el
pasado en nuestro país renueva, con recuerdos tan espantosos, su pedido de
derecho a la vida.
Es natural que
precisamente en la fase de destotalización se haga patente cómo muchos cambios
revolucionarios fueron cambios "reales" y cómo la nueva conciencia social
fue una "conciencia socialista" y no solo una fase vacía, detrás de
la cual, en una nueva forma, se escondían los viejos y conocidos fenómenos:
pequeña burguesía, el egoísmo individual y pequeño-burgués, el fanatismo, el
nacionalismo y el chovinismo. Podríamos parafrasear a Nietzsche y decir que
también el socialismo es como aquella fuerza que siempre quiere lo nuevo y
siempre engendra lo viejo. Los conservadores, lógicamente, están entusiasmados
por eso... ¿Son las revoluciones los más grandes consumidores del elan y las
ilusiones humanas? ¿No dejan detrás de sí un montón de esqueletos humanos,
terribles por su aspecto, que corren a las monturas y armaduras de los
caballeros medievales? Evidentemente no hay todavía tan brillantes monturas del
pasado que podría cubrir la desnudez de aquellos espíritus que han perdido las
ilusiones de su juventud. La pérdida de las ilusiones puede todavía cubrirse
solamente con el poder conquistado y esto esi sólo un embozo de la impotencia
mediante un poder aparente.
El sentimiento
nacional
La psicología de
los "acompañantes" de la revolución, su entusiasmo y su declinación,
si se trata de la revolución y del comunismo, nos plantean el problema de la
orientación humana. La misma revolución evidentemente no se puede medir de
acuerdo con dicha oscilación, porque ella tiene una dimensión transcendental y
no la afectan rebeliones superficiales. En cuanto al comunismo hay que decir
que para aquel que tiene el coraje de reconocerse comunista, el comunismo
existe no sólo como la confrontación de clases, como el conflicto entre el
comunista y los capitalista, que no desaparece con la desaparición de la lucha
de clase, con la derrota y la desaparición del capitalismo, ni con la
transformación de todos los hombres en el "pueblo trabajador". Existe
no solamente como lo contrario del nacionalismo burgués, y no está aquí tampoco
para dar la libreta roja al "nacionalismo progresista" (que todavía
no pudo definirse a sí mismo). Antes bien, el comunismo sobrepuja tanto la
orientación clasista como la nacional...
Muchos consideran
actualmente que el "sentimiento nacional" es el elemento esencial no
sólo de la identificación nacional sino también de la identificación social sin
más. Pensando así, el sentimiento nacional se usa en una forma indeterminada e
irracional para defender con su ayuda desde las posiciones izquierdistas hasta
las más extremas de la derecha. De hecho, esto sirve en la actualidad para
disimular y mistificar las posiciones y las ideas reales que con su ayuda
deberían ser protegidas. Pero hay que decir en seguida que el "sentimiento
nacional" de ninguna manera presenta un misterio dende el punto de vista
de la psicología y la sociología modernas. Sobre la base de múltiples estudios
de carácter tanto teórico como experimental, se puede hoy determinar con
precisión cuando se esconden detrás de él las tendencias y las posiciones
progresistas y cuándo las reaccionarias. El "sentimiento nacional",, pues, puede, como cualquier otra identificación de grupo,
descansar sobre dos especies de identificación, entre las cuales una puede
oscilar ora por uno, ora por otro lado, lo que da al sentimiento nacional un
carácter de variados significados, un carácter ambivalente. Se funda, así,
sobre el mecanismo de la solidaridad interna del grupo (Gruppen intern,
expresión alemana. — Obs. del traduc.) y del antagonismo con el grupo externo (Gruppen-extern). Uno
se identifica, con su grupo, se siente perteneciente a él y se encuentra
atrapado por sus relaciones internas, sin tomar en consideración si se trata de
la familia, de la tribu, de la nación o de la raza. El husmea e indica las
fronteras ante aquellos que no pertenecen a su grupo, que están Gruppen-extern,
es decir fuera de su propio grupo...
"Etnocentrismo"
y nacionalismo
Se plantea el problema
de si existe en general una identificacióin in-terna de grupo sin un
antagonismo con el grupo externo, es decir, si el sentimiento nacional se puede
manifestar sin la enemistad con otra nación. Las investigaciones demuestran que
hay identificaciones internas de grupo que no son fruto incondicionalmente del
antagonismo con un grupo externo. Tenemos un caso especial, en este sentido,
cuando la identificación del grupo interno no es; solamente la propia nación o
el propio pueblo sino la humanidad entera. El romanticismo, que había reanimado
el sentir nacional, se esforzaba al mismo tiempo por desarrollar este
sentimiento interno de grupo para toda la humanidad. Si en el "sentimiento
nacional" predomina como condición para la identificación nacional la enemistad
con otros pueblos, entonces se habla de "etnocentrismo", de una
permanente tendencia de destacar la superioridad de su propio pueblo y de
difamar al otro. Este etnocentrismo constituye la esencia del nacionalismo y
por eso nunca puede ser progresista, como lo afirman ciertos ignorantes...
¿ Cómo podemos
reconocer el etnocentrismo? Un nacionalista no puede, por ejemplo, entender que
se puede ser leal a la vez a una creación social más restringida y a una más
amplia, que uno puede ser al mismo tiempo un buen croata o un buen servio, un
buen yugoslavo o europeo y por fin, un buen ciudadano mundial...
A pesar de las
diferencias dentro de una sociedad o de un pueblo, que son más grandes que
entre pueblos que alcanzaron una similar escala de desarrollo, los
nacionalistas tratan de destacar las diferencias entre los pueblos y disimular
las diferencias dentro del propio. Están convencidos de que las diferencias
dentro de su pueblo no son consecuencia de las relaciones sociales reales, sino
más bien de no sé qué "ideas importadas"... "El
patriotismo" presiona a su etnocentrismo hacia el odio a las "ideas
ajenas" y los "agentes ajenos" que las están importando.
Lógicamente, estos agentes ajenos y estas ideas ajenas sirven como chivo expiatorio
para los inconvenientes y adversidades propias... El nacionalismo y el
chovinismo en una sociedad adelantada son siempre un signo de neurosis
colectiva, por lo cual no hay que extrañar que ellos unan un número grande de
personas tan desiguales e inmaduras, produciéndose así fusiones entre
"mentalidades primitivas" o de "primitivos". que se desempeñan de buena gana de tribunos, y los
intelectuales que, desilusionados en sus ambiciones, dislocados por sus
conflictos sin aclarar e inseguros con respecto a su objetivo, desean una
fuerte autoridad social y un "firme orden social..."
Mussolini y
Hitler consideraban como su deber transformar los sindicatos de clase de los
obreros en "sindicatos nacionales", es decir, liberarlos del
internacionalismo proletario. Para los nacionalistas, el internacionalismo de
la clase obrera y aquel de la Iglesia católica fue el "enemigo principal
del pueblo alemán". También en nuestro país algunos nacionalistas exigen
la supresión de los sindicatos de clase, es decir la eliminación de su internacionalismo,
piden la lucha contra "el comunismo internacional" y el
"catolicismo internacional". Muchos de estos ideólogos llevan en su
bolsillo la libreta de la Liga Comunista de Yugoslavia (del Partido Comunista.
— Obs. del traductor) ...
La experiencia
histórica nos enseña que los nacionalistas no son capaces de resolver el
problema de las relaciones de igualdad entre los pueblos. Ahora se nos revela
por qué es así. Este problema puede resolverse únicamente desde un punto de
vista internacionalista, desde la posición de la gran comunidad de los pueblos,
de la que hay que expulsar a todo etnocentrismo, todo odio recíproco y a toda
otra clase de prejuicios..."
Zlatko Markus (*)
DESPUES de
señalar las dudas y confusiones que causó la revista Praxis en el
ambiente de Zagreb y en el "yugoslavo" en general por sus ideas y
terminología filosófica incomprensibles, el autor expresa: "No obstante,
el papel y el significado de Praxis se hicieron claros en las
situaciones concretas. Si algunos individualmente no entendieron lo que Praxis
escribió, las acciones concretas, digámoslo abiertamente, de sus hombres
aclararon lo que realmente piensan acerca de toda una serie de cuestiones de suma
importancia. A saber: cuando estos hombres en 1968 intentaron convertir la
revuelta estudiantil (movimiento de junio) en un polígono exclusivamente anti-titoista,
por un lado, y de la oposición unitarista-granservia, por el otro, desde ese
momento el "sistema" de pensamiento de Praxis no necesitó más
ser descifrado en los laboratorios alquimistas de los seminarios de filosofía
acerca del joven Marx. No destacaron como el peligro principal ni al unitarismo
ni al dogmatismo staliniano, sino a los movimientos nacionalistas en Croacia
por sobre todas las cosas. Así empero mostraron la tarjeta de presentación de Praxis,
y la cara que apareció ante el público croata, mirada desde la amplia
plataforma de su lucha por la libertad nacional y social, no resultó ni simpática
ni aceptable en lo más mínimo. Muchos sintieron alivio al comprender que ante
sus ojos se estaba deshaciendo una ilusión más: Praxis pues, no fue un
mensajero de la libertad y, esto es más importante, no tenía, ni remotamente,
elaborada su posición con respecto la preparación y la ejecución de la lucha
por la libertad nacional. El socialismo para aquella gente fue y quedó sólo un
problema teórico: unas entidades abstractas que en sus textos flotaban en el
vacio tanto nacional como social. Pero, no obstante, el pueblo vivía, vivía de
hecho, sufriendo injusticias tanto en lo nacional como en lo social,
principalmente si se trataba de los croatas en Yugoslavia. Para este aspecto
concreto del problema, para ese continuo llenar de las cárceles con presos
croatas, Praxis, ridiculizando así su propio nombre, no tenía oído ni
genio. Incluso, todo acto anticroata encontraba en las páginas de este
periódico aprobaciones manifiestas. Pero para despejar la neblina teórica que
encubría las intenciones de Praxis resulta necesario, como ocurre
siempre en casos análogos, recurrir a la ayuda de hechos incontroversibles y
conocidos por todos.
1) Praxis
apareció por primera vez en septiembre de 1964 como el periódico de la Sociedad
de Filosofía Croata. Al comienzo, la palabra principal fue de filósofos
croatas, quienes intentaron dar un sentido humanista como componente de la
teoria económica marxista. Se intentó dar al marxismo un significado concreto y
humano. Pero sin éxito. Algunos de dichos textos de aquel momento quedarán en
la historia de la filosofía como un aporte a la humanización y concretización
de las abstracciones marxistas, que tuvieron un sentido en el tiempo en que
nacieron y que a partir del siglo XIX y paralelamente con los cambios
económicos y políticos lo empezaron a perder. Por lo demás, las previsiones
generales de la revolución de Marx en la Europa occidental se mostraron como
fundamentalmente equivocadas.
2) En las fechas
10/VI/65 y 11/XII/66 Miko Tripalo (el número 2 del liderazgo comunista croata,
destituido por Tito en 1971 apoyándose en la fuerza militar. — Obs. del
traductor) decía acerca de Praxis y su gente "no participaron en la
liquidación social del stalinismo, sino que se incluyeron verbalmente en esa
lucha cuando la principal batalla ya había sido ganada..." que "al
grupo de Ranković, naturalmente, no le convenía el rol que tenía el
liderazgo croata (Tripalo se refería a los intentos de "aportar en la
forma más eficaz a la realización de una real igualdad del pueblo croata y de
nuestra República dentro de la Federación Yugoslava". — Obs. del autor). Por eso se intentó dirigir a una parte de los
intelectuales contra el Comité Central de la Liga Comunista de Croacia, y con
esto provocar su descrédito. Desgraciadamente, algunos, quizá sin saberlo,
desempeñaron un papel poco grato..."
En aquella misma
época se abre también la primera polémica entre M. Tripalo y Danilo
Pejović, a la sazón redactor de Praxis. Hoy el mismo Pejović
("depurado" también después de la "purga" contra la
"primavera croata" en 1971. — Obs. del
traduc.) reconoce que jamás hubo una polémica más
honesta entre un hombre político y un filósofo. Tripalo tenía suficiente
fuerza, inteligencia y convicción para una polémica abierta, aunque no llegó a
que Praxis fuese perseguida, por los croatas, a pesar de que
constantemente actuaba contra sus conductores comunistas. Intuyó bien la trampa
que se le preparaba a él y al liderazgo croata, en la opinión internacional, si
hubiera perseguido las ideas filosóficas. Además, Tripalo sabía de sobra que la
política de los líderes croatas era mucho más popular y aceptada por el pueblo
que todo lo que aparecía en las páginas de Praxis.
En 1967, con la
aparición de la "Declaración sobre la denominación y la situación del
idioma literario croata", Praxis tuvo que mostrar sus cartas. Para Praxis
un acto de esta índole resultó sumamente sospechoso. En Croacia y en Yugoslavia
en general se habló abiertamente de que Praxis recibía ayuda de Belgrado por
intermedio de la gente de Ranković (temible jefe policial de entonces. —
Obs. del traduc.), que permaneció inconmovible en el
aparato federal. Además, no es un secreto que algunos de les más destacadas
hombres de Praxis estuvieron presos en Goli Otok (una pequeña isla
desierta en el Adriático, lugar de expiación de tantas víctimas del régimen de
Tito. — Obs. del trad.) por
stalinistas o seguidores del Informburo. (Actualmente el régimen aprovecha este
argumento en su desquite con ocho filósofos de Belgrado).
3) En 1968 Praxis
intentó imponer a la rebelión estudiantil un contenido oposicional donde
figuraba como punto principal el unitarismo. En segundo lugar, el voto contra
la reforma económica, iniciada en Croacia. La fuente y la inspiración de las
soluciones de Praxis, lo que su gente no escondía en lo más mínimo, fue
la vieja "economía planificada" de Ranković. El grupo de
Ranković estaba interesado en llevar a los estudiantes de Zagreb al
alcance de las palizas policiales. He participado en dichos acontecimientos muy
activamente y escrito acerca de la real necesidad del pensamiento
neoizquierdista en Croacia. En la asamblea estudiantil en Zagreb, en el mes de
junio de 1968, el derramamiento de sangre fue impedido sobre todo por Ivan
Supek y Vanja Sutlić (Vanja Sutlić es hasta ahora, y después de la
última guerra, uno de Ios más destacados nombres en la filosofía croata). Yo
estaba entre la masa estudiantil de entonces junto con la hija de Sutlić,
quien —al escuchar hablar a su padre a Ios estudiantes y advertirles que las
fuerzas oscuras stalinistas por intermedio de Praxis deseaban aprovechar
la rebelión para sus objetivos— tomó posición contra él, por lo menos al
comienzo. Fue un discurso de suma importancia y gran decisión. Sutlić no
balbuceaba, a pesar de ver la gravedad de los hechos y de sentirse obligado a
levantar Ia voz contra sus propios colegas filósofos. Lo hizo con tranquilidad
y dignidad. Intenté convencer a su hija de que Sutlić salvaba en aquel
momento literalmente la piel de la juventud croata, al igual que a la
inteligentzia política y nacional croata. En las demás facultades de la
Universidad de Zagreb hablaron el Dr. Marko Veselica y el Dr. Šime Djodan, en
servicio del objetivo de Sutlić, es decir planteando a los estudiantes
croatas la opción del unitarismo o la libertad.
4) Entonces sobrevino
"la primavera croata", período en el que Praxis se hundió
paulatinamente en aguas intrascendentes y agotó su actividad
"filosófica" en las borracherías de Korčula. (Se trata de los
congresos filosóficos internacionales, inaugurados y efectuados por la gente de
Praxis en la isla croata de Korčula durante varios años seguidos. —
Obs. del trad.). Luego interviene Karageorjevo. Praxis
se encontró otra vez en lo "suyo". Uno de los más mórbidos del nuevo
grupo quisling, Marinko Gruić, en un seminario efectuado en Krapinske
Toplice, entregó a Praxis la más grande distinción unitarista señalando cómo
este periódico, en período ya pasado de la "primavera croata",
"defendió tesis correctas en cuento a lo nacional y lo nacionalista".
En vez de sentir vergüenza por la mano benéfica de un representante del régimen
sectario stalinista, Praxis se hinchó de regocijo y su redactor explicó
públicamente cómo Praxis nunca actuaba políticamente, excepto en 1971
contra los dirigentes croatas (comunistas, se entiende. — Obs. del trad.), cuando intentó presentar a la "primavera
croata" como un movimiento de ia "clase media". En la
terminología marxista la clase media es siempre reaccionaria, entre otras
cosas.
5) Después del
conflicto por la declaración acerca del idioma nacional, los filósofos croatas
abandonaron a Praxis uno tras otro. Se fueron: Danilo Pejović, Ante
Marin, Zlatko Posavac, Vladan Švacov, Muhamed Filipović y, recientemente,
Besim Ibrahimpašić. Mientras tanto, Praxis no había terminado su
misión unitarista. Al alejarse los filósofos croatas, se convertía cada vez más
en el vocero de los filósofos servios, fundamentalmente de los profesores de
Belgrado, hoy destituidos. (En el mes febrero del año en curso. — Obs. del trad.). El enjuiciamiento de los mismos no debe ser
global. Entre ellos hay filósofos y sociólogos encumbrados. El trabajo y el
pensamiento de Ljubo Tadić y de Svetozar Stojanović merecen y
despiertan admiración. Se trata de hombres honestos y lúcidos que con su
trabajo se aseguraron a un número no pequeño de amigos y admiradores,
especialmente en Croacia. El caso de Mihajlo Marković es otro cantar, por
ejemplo. No es un secreto ni una revelación que Marković, al finalizar la
guerra, fue desmovilizado como oficial de OZNA (policía secreta) y mereció
"la denominación" de nacionalista gran-servio. Al fundarse en Zagreb
el periódico Enciclopedia Moderna, y mientras se preparaba el proyecto de la
Enciclopedia de Nuestro Tiempo, le fue encargado a Marković redactar la
sección filosófica. Venía a menudo a Zagreb y nosotros, que trabajábamos en la
redacción del periódico, lo recibíamos y almorzábamos con él en el hotel
Palace, donde discutíamos con frecuencia. Marković nos habló acerca de los
motivos de su engagement. Nos dijo una vez que hay en Zagreb tres órganos
importantes que difunden ideas a modo de Strossmayer (el gran orador en el
Concilio I de Vaticano, ver SC N° 32-35, pág. 44-88. ensayo de I. Tomas. Obs. del trad.) por toda Yugoslavia. Es
decir, el Instituto Lexicográfico o la Enciclopedia Yugoslava, la Academia
Yugoslava y, actualmente, la Enciclopedia de Nuestro Tiempo. Según él, tendrá
el poder y la influencia en Yugoslavia aquel lugar que dirija estas
instituciones o empresas, eminentemente espirituales y por nada menos
políticas, y éste es, sin duda, Zagreb. Es por esto que él sostenía que debía
empeñarse en nombre de Servia. Le contesté que nosotros los croatas con gusto
desearíamos llamar con nombre croata a la Academia Yugoslava de Ciencias y
Artes. Ya después de la publicación de los primeros textos de Sime Djodan (ex
combatiente de Tito, profesor croata especialista en cuestiones de economía
política, actualmente en precarias condiciones de salud, condenado por Tito a 6
años. de reclusión. — Obs. del trad.), Marković
hizo muy ruidosamente su protesta.
Le advertimos,
especialmente el Prof. Supek (ex rector "depurado" de la Universidad
de Zagreb, uno de los especialistas más destacados en cuestiones de energía
atómica en Yugoslavia, profesor de física teórica. — Obs. del
trad.), que no había razón para su protesta y que exigía cosas
antidemocráticas, es decir, el derecho de escribir para sí y la prohibición del
mismo derecho a Djodan. El odio con que Marković habló en aquella
oportunidad sobre Djodan salió fuera de las normas de comportamiento de un
académico.
Uno de los
redactores de Praxis —hasta el último momento de su existencia—, Gajo
Petrović se encontraba en 1945 en la Facultad de Filosofía de Zagreb junto
a aquellos que llegaron con pistolas en los cinturones y camisas militares
americanas. El mismo en aquel momento exigió la derogación de la Lógica como
materia de estudio por ser "una disciplina burguesa". El Dr. Vladimir
Filipović, el filósofo croata más conocido, advirtió a los recién llegados
que este asunto no era una cosa tan simple. Y no pasó mucho tiempo antes de que
el Dr. Filipović apareciera ante el tribunal por haber dictado cursos de
filosofía durante la existencia del Estado Independiente de Croacia.
Petrović, mientras tanto, se recibió de doctor en filosofía y fue nombrado
profesor de la materia que precisamente quiso derogar en 1945. El Dr. V.
Filipović nos contó el hecho como testigo del mismo, informando a los
estudiantes sin malicia, profundamente consciente de que fue él justamente
quien educó y enseñó a pensar filosóficamente a aquel grupo que apareció con
pistolas en los cinturones en los seminarios de filosofía.
6) Justamente del
círculo filosófico croata salió una aguda y poco agradable crítica de Praxis
durante la "primavera croata". En la misma, entre otras cosas, se habló
de la "masturbación del marxismo del joven Marx". (Intencionalmente
omito el nombre del filósofo que pronunció dicha apreciación, porque sé que Praxis
tiene todavía muchos amigos en el mismo régimen).
Luego el autor
reproduce las conocidas opiniones de Marx y Engels acerca de su desprecio
respecto de los pequeños pueblos, calificando especialmente al pueblo croata
como "reaccionario". Los Habsburgo se sirvieron de los soldados
croatas para estrangular la revolución de Viena. Luego continúa textualmente:
"El hecho de que Marx y Engels pensaran de esta manera y que escribieron
estas opiniones según las cuales un pueblo pudo ser por naturaleza
«contrarrevolucionario», no es indicio de la brillantez intelectual ni madurez
política de sus autores. Les parecía normal la negación a los croatas de su
idioma y de su patria. Además, y no sólo para consolarme, Marx y Engels, me
atrevo a decir, fueron pre-cursores de Hitler en cuanto a su oscura teoría
racista, según la cual los eslavos serían, de acuerdo con el criterio
revolucionario, seres inferiores. Así escribían: "Repetimos, exceptuados
los polacos, los rusos y, quizás, los eslavos en Turquía, ningún otro pueblo
eslavo tiene futuro propio por la simple razón de que no tienen condiciones
elementales históricas, geográficas, políticas e industriales para la
independencia, que podría resultarles vitales..." Precisamente de estas
ideas del joven Marx se alimentaba Praxis cuando se trataba de Croacia. En sus
múltiples viajes al exterior los colaboradores de Praxis —Marković
sobre todos, los demás menos— decían después del golpe de Karageorjevo que la
encarcelación de los intelectuales y los obreros croatas fue un "asunto
interno de Yugoslavia". Todo este tiempo, ellos instruían en tal sentido a
sus amigos en Occidente y no sin resultado. En esta maniobra dieron preferencia
a los EE.UU., considerando a América como decisiva en la política de Occidente
respecto de Yugoslavia. Se ponía especial atención en el exterior a cada
palabra, a cada paso que ellos daban. El decano de la Facultad de Filosofía de
Belgrado, Sima Ćirković, presentó la renuncia por la separación de
esa gente de la facultad. Hay que decir también algunas palabras sobre este
personaje. Es "conocido" como el autor de la historia de Bosnia,
donde, según sus propias palabras, trató de lograr que "los croatas no se
adueñaron de Bosnia". Este criterio revela el carácter científico dei
historiador Ćirković.
7) Luego se
levantó tormenta en torno de dichos profesores. Olvidemos el hecho de que el
régimen de Belgrado no mostró ni una centésima parte de la paciencia que tuvo a
los profesores servios cuando se trató de los profesores croatas, y miremos lo
que escribió NIN (un periódico de Belgrado, órgano policial-militar servio. —
Obs. del trad.) en su edición
del 2 de febrero de 1975: "La decisión de la Asamblea de la República
Socialista de Servia del martes pasado priva a este grupo de la posibilidad
para que continúen sirviéndose de estudiantes en vista de sus objetivos
políticos. No obstante, sus sueldos personales y las demás posibilidades para
los trabajos científicos quedan intactos. Sólo recibirán, desde ahora, sus
sueldos de la tesorería del Secretariado de la República para la
Instrucción". ¿Tiene, en consecuencia, sentido hacer una comparación entre
lo que sucede con los profesores de Belgrado y lo que se hizo con los
profesores y estudiantes croatas? Ningún profesor croata recibe su sueldo;
familias enteras quedaron de golpe a merced de condiciones económicas más que
graves. Los profesores croatas fueron encarcelados en lugares donde se los
envenena paulatinamente. A los profesores servios los alcanza sólo el cambio de
puestos, pues siguen recibiendo sus sueldos anteriores y tienen la posibilidad
de continuar con sus trabajos científicos. Dos criterios yugoslavos están aquí
presentes en todas sus dimensiones...
Repito que, lo
que nos dolió a Ies croatas fue la despreciable maniobra de la gente de Praxis
a nuestras espaldas; se trató de una permanente instigación al régimen para que
golpee a los líderes croatas; también, de denuncias de la misma gente en el
exterior contra la lucha croata tildándola de "fascistas". A donde
llegaban Praxis y su grupo declaraban que los croatas son fascistas. En
el semanario alemán Der Spiegel del 3 de febrero de este año fue publicada
una entrevista con Ernest Bloch. Se trata de un nonagenario que no puede, aun
en caso de que así lo quisiera, tener conocimiento real de las condiciones en
Yugoslavia. No obstante, el nombre de E. Bloch tiene actualmente gran
repercusión en Europa. Lo hemos visto en Croacia, en Korčula, en los
seminarios de Praxis. Gajo Petrović y otros lo llevaban del brazo
hablándole con suavidad y conscientemente, no de problemas filosóficos, sino de
los malos y corrompidos croatas —de los croatas "fascistas"—. Ahora
el viejo repite estas "informaciones" a Der Spiegel.
Contestando a la pregunta de si en Yugoslavia "se confunden la miseria
económica con emociones nacionalistas propias de un Estado multinacional",
Bloch contestó: "Si, éste es un momento peligroso en el caso croata. Pero
la prohibición está dirigida contra los profesores de Belgrado y no los de
Zagreb. Los croatas, como fascistas, fueron peligrosos, yo me lo puedo
imaginar..." Evidentemente se refiere aquí a la "primavera
croata", al período anterior a 1971, bautizándolo, contra la opinión
pública generalizada aquí en Occidente, de "fascistas". ¿Qué
contestar a Bloch por esta desconcertante acusación? Vale la pena poner
atención en las informaciones del Time, tanto en el londinense como en
el de Nueva York, que destacaban que en Croacia no hay fascismo, pero sí que lo
hay en Servia, especialmente en el movimiento de Stojadinović. Los
corresponsales americanos e ingleses destacaban que Zagreb tomaría una
dirección contraria a Belgrado suceda lo que sucediere, y así fue. Pero que en
nombre de los croatas la mejor contestación a Bloch está contenida en una idea
de Camus, pronunciada después del estrangulamiento de la revolución húngara de
1956: "Si la verdad absoluta pertenece a no sé quién en este mundo, ella
no pertenece al hombre o al partido que afirman poseerla. Si se trata de una
verdad histórica, cuanto uno más afirma poseerla, tanto
más miente. En el análisis final, uno se convierte en verdugo de la verdad. La
rebelión húngara explotó contra la mentira generalizada. Fue, pues, necesario
matar a los hombres que lucharon contra la mentira y luego denigrarlos mediante
una mentira contraria declarándolos fascistas". Estas palabras no
necesitan explicación. Fueron pronunciadas por uno de "los espíritus más
lúcidos de este siglo", y coincidían con la mayoría de las opiniones. Hay
que acordarse que en Occidente la rebelión húngara, como hoy la croata por boca
de Bloch, fue tildada de "fascista". Agrego que un libro de Bloch fue
publicado en Yugoslavia. Fue traducido por Davor Rodin, croata, y la
introducción fue escrita por otro filósofo croata, Danilo Pejović. El
libro fue impreso en idioma croata en una edición de Nolit. de
Belgrado. Entre los pocos libros que llevé conmigo al exilio se halla también Introducción
Tübingena a la filosofía. Lo llevé ante todo porque anunciaba al hombre
como posibilidad. Al final de su libro Bloch dice: "El hombre que está
erigiéndose y es posibilidad real que todavía no está completamente
determinada; éstas son, por cierto, categorías incontrovertibles para el
desarrollo de nuestra vida. la literaria, la
filosófica y la práctica. Mantenerlas abiertas en el experimento hombre y en
experimento mundo, éste es el objetivo de la presente introducción".
Preguntaría
públicamente a Bloch: ¿ha excluido él de su "experimento hombre" a
los croatas? ¿Son ellos también hombres? Según él son "fascistas".
Sea como fuere,
no hay que instigar emociones en este caso, porque se trata... de una cosa
bastante simple: Bloch ha repetido lo que había oído de parte de la gente de
Praxis y. ante todo, de Gajo Petrović. Que esto es así, podemos
demostrarlo también materialmente. En 1968, Petrović atacó a Veselica (ex
diputado federal, ex profesor en la Universidad de Zagreb, croata, condenado a
siete años de prisión. Obs. del trad.) después de habérsele frustrado todos sus intentos en
servicio de Rankoviéć para atraer a la juventud croata. En aquel momento
escribía Petrović: "La verdadera cara de Veselica aparece tanto en la
desconfianza policial con que se interesa por los «diversos motivos políticos y
otros» que están presentes detrás del borrascoso estribillo estudiantil
«estudiantes - obreros» y «Zagreb - Belgrado» (a Veselica, quizás, le gustaría,
oír "obreros - capitalistas" o "Zagreb - Madrid") como en
el entusiasmo con que habla acerca del discurso de Šime Djodan en la Facultad
de Filosofía, que fue imposibilitado por un prolongado cantar:
"Fraternidad - Unidad". Al momento de ser llevado a la cárcel en 1972
el Dr. Veselica, Mata Rajković, un hombre poseído patológicamente por el
odio a los croatas, citó justamente este fragmento del texto de Praxis. En
cuanto a las mentiras de Petrović sobre los supuestos estribillos,
muchísimos estábamos allí presentes cuando un par de gritones del gastado slogan
"fraternidad - unidad" fue silenciado. ¿No se acuerda Gajo
Petrović que los estudiantes croatas cantaban: "Zagreb plače,
Beograd se smije, ubiše nam naše najmilije"? ("Zagreb llora, Belgrado
se ríe, nos mataron a los más queridos").
No queda pues
ninguna duda de que Petrović habló a Bloch de que los croatas están
soñando con el eje Zagreb - Madrid. No hay duda alguna, y la fuente de esta
diminuta malicia dicha por boca de Bloch recibe otras dimensiones, pues aquel
que lo dijo lo dijo simplemente por odio, es decir, que no tiene tampoco valor
cuando lo repite un nonagenario de renombre mundial.
Aquí está cerrándose el círculo de Praxis. Tito es la persona, última instancia, cuyo juicio en este asunto podría tener importancia decisiva. Pero no se puede decir lo mismo acerca de las informaciones que él está recibiendo y que le permitieran decir en el IX Congreso de la Liga Comunista de Yugoslavia: "Aquí tenemos varios filósofos de Praxis, varios dogmáticos, incluidos los que hacían diferentes deformaciones en la administración de la seguridad de Estado, etc. Todos éstos actualmente se han unido. Tito, si no hubiera tenido fundamento real para su declaración, no lo habría dicho justamente en el Congreso del Partido, poniendo juntos a los filósofos y funcionarios de UDBA (incluso los peores...) (UDBA es el servicio policial omnipotente de la Yugoslavia. — Obs. del traductor).
Así regresamos
finalmente al comienzo de Praxis, es decir, al hecho ya señalado por
Tripalo de que algunos de sus integrantes empezaron su trabajo únicamente para
desacreditar a los dirigentes croatas. Regresamos al comienzo de Praxis,
cuando esta gente en nombre de la economía planificada de Ranković atacó
la reforma económica croata y la economía de mercado. La magnitud reaccionaria
de este hecho y la idea son cada vez más confirmadas por la opinión pública
mundial. Hace poco, uno de los redactores del semanario Newsweek, Andrew
Nagorski, viajó por toda la Europa oriental llegando a la siguiente conclusión:
"Dicho en términos simples, la reforma económica era siempre elemento
detonante en la Europa oriental" (Newsweek, 10/11 /1975).
En efecto, se
trató en primer término en Croacia de esta clase de "dinamita
política", detrás de la cual estaban Tripalo, Crvenkovski,
Dabčević-Kučar, Kavčić y otros. Contra ellos estaba el
viejo equipo federal de Ranković, que encontró a sus voceros, amigos y
mercenarios en un periódico filosófico, cuyo editor figura hasta hoy en la
Asociación Filosófica Croata.
Por fin, y desde
hace poco, Dobriša Ćosić, hoy líder de los escritores servios se
convirtió en inevitable parte del cuento relativo a Praxis. Por su culpa
fue retirado de circulación el último número de Praxis. Ćosić
esteribió sobre su país y dijo que su historia sería una "historia de
cuchillo". (Con estas palabras empieza su novela Deobe (Divisiones), donde
con pleno derecho y convicción intentó descubrir motivos, inspiraciones y la
energía de los četniks en el suelo servio. Mejor que cualquier otro,
Ćosić sabe que en Croacia no se pudo imprimir un libro acerca de los
motivos del fenómeno "ustaša" en ningún momento después de la última
guerra, incluso en el año 1971. Por lo demás, el mismo Ćosić niega el
derecho de escribir y publicar un libro de esta índole, lo que dio origen al
problema de su relación con los croatas). En Hrvatski Tjednik (El
Semanario Croata), N° 32, del 26 de noviembre de 1971 (periódico suprimido por
Tito. — Obs. del Trad.), he publicado una crítica del
libro de Ćosić, titulada "El poder y el miedo". Este libro
representó en aquel momento una clásica provocación al desarrollo democrático
en Croacia. Su autor no era más que un servio-comunista, escritor de la mítica
lucha servia, de partizanos, durante la segunda guerra mundial. No, éste fue un
libro de otro Ćosić. Este nuevo Ćosić regresaba no sólo a
Vuk (Karadžić, un autodidacta servio del siglo pasado, que con un espíritu
de megalómano primitivo proclamó a todos los pueblos, especialmente a su
folklore y canciones populares, como servios y cuya flagrante falsificación
sirvió de la información a la opinión pública de entonces. — Obs. del trad.) y a Dositeo (otro
escritor servio de aquella época de semejante mentalidad megalómana granservia.
— Obs. del trad.), sino también, y ante todo, a
Nicolás Pašić (el presidente del partido radical servio y uno de los
mayores responsables políticos servios por el catastrófico desarrollo político
de la Yugoslavia creada en 1918 mediante el fraude, el terror y la introducción
de un régimen granservio. — Obs. del trad.), a una Servia victoriosa, a una
Servia "con misión". Escribiendo de eso, mencioné que fue más que
característico el tiempo en que Ćosić empezó a escribir su último y,
digámoslo abiertamente, tan desacostumbrado textos del engagement político,
unido todo en un solo libro. Su tema principal es una defensa de la integridad
servia después de Ranković. (Vale la pena decir hoy que fue
Ćosić quien escribió bajo seudónimo un libro sobre Goli Otok en
tiempos del poder de Ranković).
Los motivos de
Ćosić son claros y nosotros podemos fijarlos de la siguiente manera:
Él estaba contento con la Yugoslavia de posguerra hasta aquel momento, que
marcaba el límite del dominio primordial de la idea yugoslava en su filosofía
dictatorial de poder; y cuando decimos idea yugoslava es más que normal pensar
en la idea servia y la granservia como energía básica y lucro principal
provenientes de la idea de yugoslavismo de esta clase. Al abrirse con la
desaparición de Ranković un nuevo horizonte, necesario y sin duda más
democrático para la vida, Ćosić se mostró muy preocupado. Desde ese
momento y de golpe empezó a hablar y escribir acerca del "genocidio
ustaša" y sobre el pueblo servio, que "se empeñó sin especulación y
medida por el futuro". Entonces llegó a la, conclusión de que la
"Declaración sobre la denominación y la situación del idioma literario
croata" es algo "que no resulta difícil identificar al unitarismo
(una parte de los ortodoxos dentro de Croacia que siglos atrás aceptaba la
unión con el catolicismo y se identificaba nacionalmente con la mayoría nacional
croata. — Obs. del trad.) con
el viejo nacionalismo grancroata y que, según mi opinión, últimamente pasó a
una evidente ofensiva". La diagnosis de Ćosić es evidentemente
simple: los servios somos un pueblo honrado y que lucha honradamente "sin
especulación y medida", pero aquí están estos croatas, causantes del
"genocidio" y que ahora nuevamente provocan desórdenes, destruyen y
"desvirtúan el ideal yugoslavo". El hecho de que los croatas
—desgraciadamente— crearon y con un insistente idealismo alimentaron este ideal,
así como también la circunstancia de que el poder granservio tanto en la
Yugoslavia monárquica como en esta de después de la última guerra hizo de el un
matadero para los croatas, no los quiere o no los puede ver Ćosić, lo
que es piedra de toque para su conciencia. Ćosić destaca hasta la
náusea su propia opinión de que hay "un sistema simétrico del
nacionalismo, tanto servio como croata". Pero a la vez, según él, esta
simetría no debería existir, porque el nacionalismo servio es fuerza creadora
de Estado, como lo repiten también los generales en los institutos militares de
Belgrado. Ćosić tampoco ve que el movimiento "Ustaša"
emergió como pura reacción a los tan notorios crímenes de la burguesía de
Belgrado y de su rey Alejandro..." Reproduciré aquí a propósito una
opinión acerca de lo que pasaba en la Yugoslavia monárquica. Justamente en
estos días se está proyectando una serie de emisiones por la televisión
británica denominada "El poderoso continente", con el subtitulo: Una
visión de Europa en el siglo XX. El autor de dichas emisiones es el historiador
inglés John Terraine. Al referirse a la Yugoslavia de entre las dos guerras,
escribe: "Ella (Yugoslavia) tuvo que ser una federación, pero fue
realmente un Estado regido cruelmente por los servios. Nadie resistía a esa
política más que los croatas, quienes creyeron que fueron ellos y no los
orgullosos servios los verdaderos artífices de la independencia yugoslava. En
1928 el mundo sufrió una vez más el impacto de la violencia balcánica: un
diputado nacional servio en el Parlamento yugoslavo sacó su revólver, matando a
los líderes croatas uno trás otro, hiriendo mortalmente a dos de ellos y a
otros tres de gravedad, para abandonar luego libremente el espacio del
Parlamento. Entonces los croatas empezaron a hablar de que lo pasaban mejor
bajo el cetro de los Habsburgos..." (The Mighty Continent, pág. 196, edición
British Broadcasting Corporation and Hutchison). Hay actualmente muchos escritos que describen y aprecian de una manera
similar la vieja Yugoslavia. El tiempo y la distancia con respecto a los
acontecimientos producen su efecto, y la verdad acerca del contrasentido de
Yugoslavia está asomándose cada vez más a la opinión pública mundial. Y para
captar mejor el sentido de dichos textos, hay que destacar que los están
escribiendo hombres a los que no podríamos considerar como amigos de los
croatas. Todo lo contrario. Terraine al finalizar su libro comete un grave
error al decir que los croatas no "han olvidado" sus riñas con los
servios, lo que indica que el autor no comprende que nosotros no tenemos ni la
más mínima posibilidad de olvidar, trátese no sé de qué, porque el terror
granservio y las cárceles yugoslavas nos recuerdan incesantemente donde estamos
y lo que tenemos que hacer, si pretendemos que se nos considere todavía como
una nación, si deseamos subsistir..."
Luego el autor
continúa: "Mientras estaba en vigencia la política de Ranković, que
aseguraba a Servia el puesto y el papel de un dueño sin límites, Ćosić
estaba contento; cuando empezó a cambiarse algo en arte sentido,
Ćosić se puso a llorar amargamente invocando todos los
"ideales" en su ayuda. Y no sólo a ellos.
Ćosić
no se quedó con unos textos de carácter polémico. Escribió también una novela
—Tiempo de Ia muerte—, en que detalladamente aclara su posición. El texto fue
impreso en Viena en un periódico oscuro y por entregas auspiciado por un
pequeño grupo de partidarios de Ranković y apoyado por la embajada
yugoslava. Ahora podemos preguntarle a Ćosić si puede imaginar ¿qué
le sucedería a un escritor croata si hubiera publicado una novela en el
exterior y en un periódico no reconocido por el régimen? Sin más, éste no
podría pasear libremente por Zagreb como lo hace Ćosić por Belgrado.
¿Hay aquí, camarada Ćosić, algo del "sistema de simetría"?
¿Puede él darse el lujo de adular a su pueblo, señalándolo como grande, audaz y
honrado, mientras que su vecino ha sufrido todas las depravaciones del mundo?
¿Puede Ćosić permitirse no ver que los "četniks" y los
"ustaša" son dos caras del mismo problema: del problema del terror
balcánico? ¿Es posible que él no sepa que el número de víctimas del terror de
los "četniks" en Croacia es más grande que aquel de los servios
a manos de los "ustaša"? El debería saber que los
"četniks" de Zlatibor empezaron en la Croacia meridional sus
matanzas. El puede pensar lo que quiera acerca de los musulmanes croatas, pero
la matanza de esta población por parte de los "četniks" ha
provocado (una vez más) represalias por parte de los "ustaša"... Todo
esto que estamos escribiendo acerca de Ćosić me recuerda un detalle
de las memorias de Meštrović. (El autor se refiere al libro del gran
escultor croata I. Meštrović: Uspomene na političke ljude i dogadjaje
— Recuerdos sobre los hombres y acontecimientos políticos, Buenos Aires, 1961,
edición de la Revista Croata — Hrvatska Revija. —
Obs. dei trad.). Meštrović nos relata allí cómo lo alarmaron los servios
al visitar una vez a Belgrado, tratándose de hombres públicos y
"demócratas", porque los croatas "mataban" a los servios en
Croacia. Se trata de un caso en el que perdió la vida un gendarme servio en
ocasión de un sangriento conflicto conocido como "Víctimas de Senj".
(En 1937, en efecto, con motivo de la visita del Coro Croata
"Trebević", de Sarajevo, a la ciudad croata de Senj, el día 9 de
junio de dicho año, los gendarmes servios abrieron fuego en una emboscada
contra la juventud croata de Gospić, capital de la provincia croata Lika,
dando muerte a seis muchachos y una joven, mientras fueron heridos muchos
otros. — Obs. del trad.). En otra trágica oportunidad
fueron matados unos diez croatas, continúa el autor, y un solo gendarme servio,
por lo que en Belgrado reaccionaron como si se trataba de una matanza de
servios. Nadie mencionó a los croatas rnatados tan ferozmente. ¿Por qué?
Posiblemente, porque una vida servia "vale más", ya que los servios
estan permanentemente y "sin límite" detrás del ideal yugoslavo,
etc."
Finalmente el
autor reproduce un largo trecho del texto de Ćosić, publicado en el
último número de Praxis. Nos limitamos a reproducir ó:o
algunas de las ideas de Ćosić, referentes a la situación actual en la
Yugoslavia comunista.
"En este
número no quiero enumerar causas por todos conocidas y esenciales. ¿Par qué,
después de tres decenios de la victoria de la revolución, no se ha cambiado la
situación social de la creación intelectual, porque no se ha realizado la
liberación fundamental del pasado y de tradicional inercia de este suelo, por
qué nos negamos a nosotros mismos y al mundo la esperanza de un socialismo
democrático y de una alternativa a la cultura de consumo?... El abuso de la
libertad es posible, y es lo que se está hacienda cada vez más, pero no desde
la esfera de la creación. En la historia del mundo, así como también de este
país, el más grande abuso de la libertad siempre fue hecho por parte de los
hombres de poder y ias pasiones políticas... El socialismo democrático o,
mejor, la sociedad de autogestión es aquella sociedad en que los representantes
del poder y los fueros políticos no son los únicos representan-tes de la
verdad, jueces de los valores espirituales, especialistas autoritarios para el
socialismo, los que decretan la historia... La búsqueda de las verdades
esenciales de nuestra realidad y el reconocimiento de la verdad se convirtieron
en la sociedad yugoslava en una muy rara pasión... La verdad está hundiéndose
en la ilegalidad cada vez más honda. La moral está subordinada en extremo al
cálculo político y la utilidad material. Las grandes virtudes del hombre
descansan actualmente sobre estantes de bibliotecas. Bajo el nihilismo también
los que están creando algo se convierten en nihilistas por la desesperación
egoísta... Ser intelectual en nuestras condiciones y trabajar por la cultura y
el futuro, actualmente significa ser revolucionario; crear en forma socialista,
y según propia conciencia, significa «crear peligrosamente». Sí
«peligrosamente»!... Estoy convencido de que la
cuestión fundamental de nuestro suelo es cómo convertirnos en la sociedad del
socialismo democrático sin precipitarnos en el stalinismo de consumo. Para
realizar una alternativa más feliz, creo todavía que es necesario... un cambio
de la situación social, del papel del sentido de la cultura..., en, la unión y
la organización de todas las fuerzas intelectuales del pueblo y su conversión
en el sujeto de la historia. Todo esto para que la inteligencia no quede
sirvienta de la burocracia y se tienda un mantel moral para los fracasos
históricos, mientras un pequeño estrato de la misma permanece solo como élite
privilegiada en la miseria y la pobreza espiritual del pueblo. Para mí no hay
otro sendero. .."
Markus termina
sus observaciones : "No hay duda alguna de que
este texto nos muestra a un hombre desilusionado y amargado. En esto nosotros
podemos comprender a Ćosić, pero sólo hasta que él no empiece otra
vez romper el bastón sobre nuestras cabezas, afirmando que todo ha fracasado
por culpa de los croatas, como si nosotros fuéramos causantes de aquel abismo
sangriento balcánico, como si nosotros no fuéramos los primeros que
reaccionaron contra ese abismo, desgraciadamente, también con los mismos
medios. Pero, allí donde Ćosić permanece, con testadurez y suciamente,
como continuador de la política del sangriento abismo balcánico es en la
condenación dei intento croata por conquistar un poco más de libertad, intento
denominado la "primavera croata". Ćosić procede al respecto
cautelosamente, pero para los que conocen el asunto es muy claro. El, en dos
palabras, se "traicionó". Ha escrito, pues, "el socialismo de
consumo". Estas dos palabras de Ćosić se refieren directamente a
la "reforma económica" de Savka (Dabčević-Kučar, ex
presidenta de la Liga Comunista de Croacia, destituida por Tito en 1972. — Obs.
del trad.), de Tripalo y de su "primavera".
Resulta difícil creer que Ćosić no conoce la verdad, tan clara y
generalmente reconocida, es decir, que la "reforma económica" no sólo
en Yugoslavia, sino en toda Europa, fue el sendero hacia las libertades
políticas. Fue condenada sólo por los espíritus oscuros policíacos como
Ranković. Lo hacía también Praxis, un periódico mercenario. Se ha
incorporado, repito, quedando en el abismo balcánico y criminal.
Ćosić no conseguirá engañar a nadie llamando al período de
"primavera" como "el stalinismo de consumo". No hubo
entonces stalinismo. Al revés, desaparecía sobre todo en Croacia, destruyéndolo
las fuerzas democráticas croatas. Así Croacia aparecía nuevamente ante el mundo
con su cara real. Y sólo este nuevo nacimiento de Croacia fue el motivo por el
que Ćosić proclamó aquel periodo como el "stalinismo de
consumo". En aquel tiempo en que entre los meridianos y los paralelos
yugoslavos cabalgaba realmente el stalinismo como el jinete apocalíptico,
Ćosić permaneció en silencio, mudo".
Un elemento
permanente de la inseguridad de Yugoslavia
T. R.
EL acuerdo de paz
ruso-turco en San Stefano (1878) y la Conferencia de Londres (1913) sobre la
terminación de las guerras balcánicas adjudicaron a Servia y Montenegro
importantes zonas albanesas, especialmente Kosovo y Metohija. Simultáneamente,
en 1912, fue establecido el estado independiente de Albania y, como es natural,
desde entonces hasta hoy un millón y medio de albaneses en Yugoslavia aspira a
unirse a su madre patria. Ese anhelo es particularmente fuerte en Kosovo,
actual provincia socialista autónoma, en el marco de Servia, donde la población
albanesa sobrepasa el millón de habitantes, es decir, más del 75 % de la
población total.
Tras la caída de
Ranković en 1966, famoso por su ensañamiento contra los albaneses, se
produjeron en Kosovo violentas revueltas, sobre todo a fines de 1968, en el día
del héroe nacional albanés, Jorge Castriota (Skenderbeg), cuando los jóvenes
albaneses reclamaron en sangrientos enfrentamientos con la policía el status de
una república federal e incluso la incorporación a Albania de Kosovo y
Metohija. Pocos días desnués, en tina entrevista ad hoc aparecida en el diario
belgradense Politika, Tito trató de subestimar esa rebelión manifestando
"que no iba a permitir que diversos elementos hostiles imposibilitaran el
normal desarrollo interno de Kosovo". Un año antes, el mariscal rojo
visitó a Kosmet procurando convencer a los albaneses de oue la declaración
sobre la posición de la lengua literaria croata apuntaba contra "la
fraternidad y la unidad"... Desde entonces hasta ahora las perturbaciones
en Kosovo son periódicas, y últimamente estallaron en forma más violenta,, sobre todo a fines del año pasado con motivo de las
fiestas religiosas islámicas.
A la altura de
Bangladesh
En octubre de
1968, o sea un mes antes de las sangrientas manifestaciones, el representante
albanés en Kosovo, Ismael Bajra, advirtió a Tito sobre la explosiva situación
entre la población albanesa a causa de su pésima situación económica y del
abuso que se hacía en cuanto a créditos económicos. Según su costumbre, Tito
eludió dar una respuesta adecuada, y preguntó acerca de las
"organizaciones partidistas en las regiones rurales", entre otros
temas, sin tocar ni cambiar nada en los problemas esenciales. Bajra luego fue
reemplazado por Veli Deva, partidario de la solución yugoslava del problema
albanés y, recientemente, este papel lo asumió Mahmut Bakal sucesor de Deva en
el cargo de presidente del Comité Provincial de la Liga Comunista de Kosovo.
Los jerarcas del
Partido se suceden, más la situación económica de los albaneses de Kosovo no
mejora. Con un ingrese per capita de 250 dólares, los albaneses de Kosovo tienen
un nivel de vida hasta seis veces inferior a los eslovenos, cerca de 5 veces
inferior a les croatas y casi dos veces y media inferior a sus vecinos
montenegrinos. La relación es análoga en el campo cultural y económico, pues a
cada 160,000 habitantes de Kosovo corresponde un solo hospital, es decir tres
camas por cada 1.000 habitantes. De las 1.400 localidades (aldeas) de Kosovo
sólo 90 disponen de agua corriente; el 50% no cuenta con luz eléctrica; el 6º%
de la población urbana carece de obras de canalización; el analfabetismo
alcanza el 30% entre los adultos, etc.
Debido al elevado
crecimiento vegetativo —hasta 3% anual y a la política colonial económica que
practica Belgrado en Kosovo, la participación de la población activa en el
total no alcanza ni el 30%. La concepción del desarrollo económico y social
después de la guerra tenía en Kosovo carácter colonialista y se basaba en la
explotación de minerales. En estas operaciones se utilizaba mucho capital pero
poca mano de obra, lo que originó que apenas 70.000 albaneses estén empleados
hoy en el sector estatal de la economía. Igual número tuvo que emigrar a Europa
occidental en busca de trabajo, mientras que más de 100.000 familias viven de
la agricultura, en parcelas de 1 a 4 hectáreas, siendo Kosovo la única región
en Yugoslavia donde la población rural va en aumento.
Kosovo y los
Congresos de la Liga Comunista yugoslava
El IX Congreso
Comunista, celebrado en marzo de 1969, es decir pocos meses después de las
sangrientas revueltas en Kosovo, recomendó "dedicar una atención especial
al más rápido desarrollo de la provincia autónoma de Kosovo". Se sabe que
en la VIII Reunión del Presidium de la Liga Comunista de Yugoslavia en 1970 y
en el X Congreso del año pasado se discutió el problema de los albaneses. El
resultado de las "posiciones" y decisiones tomadas fue el llamado
plan a mediano plazo para Kosovo -1970-1975—, según el cual habría que fomentar
un "desarrollo más rápido". Este plan no se realizó, como ninguno de
los anteriores, según se dijo en las deliberaciones en Trogir sobre los
problemas de Kosovo.
En las
deliberaciones de Trogir se puso en evidencia que desde hace decenios el fondo
para los subdesarrollados, al que los croatas y eslovenos contribuyeron con
considerables sumas de dinero, no daba resultado alguno en cuanto a Kosovo y
que era necesario cambiar esa política. Incluso en 1970 declaró Arsian Fazlija,
entonces presidente "de la Liga Socialista del Pueblo Trabajador" de
Kosovo, que el Fondo para las Regiones no Desarrolladas no era adecuado, ya que
de dicho fondo dispone Servia, en virtud de su Constitución y de la
Constitución de Yugoslavia.
Después de la
"primavera croata" (en 1971) Fazlija desapareció, pero los problemas
continuaron. Por eso se propuso en Trogir que la ayuda a Kosovo fuera
trasladada a las empresas, eximiéndolas del pago de impuestos en caso de
invertir más del 50% de su valor en algún establecimiento de allí.
Por supuesto,
esta propuesta constituyó una solución a medias, pues las empresas de Croacia y
Eslovenia deberían, por lógica, asumir todos los riesgos de esa operación en
colaboración directa con las empresas y las autoridades de Kosovo, lo que es
imposible si no se reconoce previamente su "soberanía, aunque esto sea
dentro de los alcances de las actuales "repúblicas" que forman la
Yugoslavia federal. Belgrado no quiere reconocer ese carácter de Kosovo. Por
otra parte, para una ayuda ulterior a Kosovo es necesario el llamado
"acuerdo interrepublicano". Por consiguiente, la actual república de
Croacia podría exigir que se asegure a Kosovo su "particularidad
estatal". Pero ¿quién en Zagreb o Ljubljana tiene tanto coraje político
como para plantear esta cuestión, si bien dentro del marco de la Yugoslavia
federal?
Kosovo no es
Montenegro
En los
lineamientos de la política común del desarrollo a largo plazo de Yugoslavia
hasta 1985, con frecuencia se habla "de la necesidad del desarrollo
acelerado de las regiones subdesarrolladas" y especialmente de Kosovo,
pero de hecho se están asegurando los recursos para otras zonas. Ya se sabe que
hasta 1985 Montenegro invertiría en su economía 50.000 millones de dinares
actuales; de esta suma el 60%, lo aportarán "otras repúblicas" y
créditos foráneos. Mientras tanto, sobre Kosovo se "sigue deliberando" : están previstos unos cuantos centenares de millones
de dinares de fondos que todavía no existen. La central eléctrica
"Kosovo" arroja una pérdida por año de más de 300 millones de
dinares, aunque se hallan allí los yacimientos carboníferos más ricos de
Yugoslavia.
Los treinta años
de la Yugoslavia comunista como los veinte años de la anterior monarquía
demuestran que esta formación estatal no es capaz de asegurar el desarrollo
normal de la minoría étnica albanesa ni de otros pueblos. Por consiguiente, el
conflicto actual entre albaneses y servios en Kosovo se ahondará aún más y se
tornará más frecuente. Tanto más puesto que Albania disfruta de la ayuda de
China, geográficamente alejada pero política, y diplomáticamente muy activa en
el Mediterráneo e incluso en los Balcanes. La primera fase de la liberación
albanesa podría ser la de "república federal" en el marco de
Yugoslavia, y luego su anexión a la madre patria. Semejante proceso favorecería
los intereses de Croacia, pues de esta manera se aceleraría la
"escandinavización" de Yugoslavia y con ello la creación de un
moderno estado croata.
Trad. por bk.
Milan Ivelić
*
Su vida:
En el pequeño
pueblo Pučišće, en la isla de Brač, cuyo rostro mira hacia la
histórica y más que milenaria ciudad de Split nació, junto con el siglo, Roko
Matjašić.
Como la mayoría
de los habitantes de esa isla del Adriático, era hijo de una familia de
agricultores. La isla, que es una gran cantera, proporcionó y sigue
proporcionando al pueblo de Roko, las piedras, que ayer la mano del hombre y
hoy, con la ayuda de las máquinas, las elaboran para transformarlas en piezas
ornamentales, lápidas y material de construcción. Fue aquí, al lado de los
rudos canteros, donde desarrolló su incipiente capacidad artística, dibujando y
tallando la roca con caprichosa imaginación. Al poco tiempo, ni las paredes de
la casa familiar se libraron de su precoz inquietud, dibujando con carboncillo,
cruces, figuras de santos y formas muy variadas. Su paso por la enseñanza
primaria fue un pretexto más para seguir dibujando.
El limitado
horizonte que le ofrece su isla natal es un acicate que lo impulsa a viajar al
continente; por primera vez toma contacto con históricas obras de arte en la
ciudad de Trauguir, antiquísima colonia griega, con numerosos objetos artísticos.
En estos
menesteres lo sorprende la Primera Guerra Mundial; pese a su juventud debió
alistarse en el ejército, participando en el frente italiano; las acciones
militares lo llevaron hasta Udine. El término de la Gran Guerra deja al país en
difícil situación: el Imperio Austro-Húngaro se ha desmoronado, el territorio
"yugoslavo" está ocupado por tropas italianas y las penurias
económicas son intensas. Su isla no ofrece perspectivas, asolada, además, por
una espantosa peste que ha diezmado las plantaciones de viñas, uno de sus
principales recursos, trayendo la ruina y la miseria a muchos hogares.
Frente a un
cuadro tan desolador, Marko Matjašić decide abandonar la patria; a igual
que él, numerosos compatriotas toman una decisión semejante. La isla de
Brač contempla el éxodo de sus jóvenes que, enfrentados a un destino sin
esperanzas, emigran en busca de nuevos horizontes: América es su norte y a este
continente llegará la gran mayoría. Fundan un hogar, constituyen una familia y
aportan su trabajo al desarrollo de los países que los han acogido. Hoy, sus
descendientes contemplan con orgullo la obra de sus padres.
En el año 1919,
Roko llega a Bolivia; durante cuatro años trabaja en las minas de estaño de
Cataví y Siglo XX; en sus ratos libren estudia dibujo y pintura por
correspondencia. Pero, como la inquietud y el ansia por conocer nuevas tierras
están ya muy arraigados en él, emprende viaje a Chile; a fines de 1924 está en
Santiago, su capital.
A estas alturas
de su vida, la vocación artística lo reclama imperiosamente: ingresa como
alumno a la Escuda de Bellas Artes y para subsistir consigue un empleo coma
sereno y cuidador del Cerro Santa Lucia. Durante dos años estudia
incansablemente con los maestros Ricardo Richon-Brunet, Exequiel Plaza y Juan
Francisco González, obteniendo notables calificaciones. Se gana la admiración y
la amistad de este último, que se acrecentaría en los años posteriores. Fue el
discípulo predilecto de ese gran maestro y eximio artista de la pintura
chilena.
Una vez diplomado
y habiendo demostrado su calidad (2" medalla en el Salón Oficial de 19d8; 1er.
Premio en el Salín de Talca, el mismo año) viaja a Valparaíso; el puerto y el
océano lo atraen porque despiertan su recuerdo del Adriático, de su mundo
insular y de sus sueños juveniles; sin embargo, no se establece
definitivamente. Su sed de conocimiento lo lleva a recorrer nuevos paises.
En el año 1932 lo
encontramos en Europa, permaneciendo un año, que lo reparte entre España y
Francia. Su anhelo de viajar lo justifica recordando la recomendación de Rodó:
"Todo el que tenga un ápice de artista debe viajar para acrecentar su
riqueza expresiva. Viajar en cualquier forma, aunque sea a pie". En el
Viejo Continente visita los museos y copia las obras maestras de la pintura
universal, para depurar su dibujo y acrecentar su experineica en el oficio. Es
más bien el trabajo académico, la artesanía, la que perfecciona sólidamente en
su contacto con las obras de los maestros consagrados. Su calidad no pasó
desapercibida en los círculos artísticos: fue invitado a exponer sus obras en
París, en el Salón de Otoño, honor que no era frecuente con respecto a artistas
poco conocidos.
De regreso a
Chile inicia una vastisima producción que exhibe periódicamente en las
exposiciones: recibe numerosas recompensas, el elogio de la crítica y el
aplauso del público. El impenitente viajero recorre infatigablemente el país,
especialmente la zona sur hasta Magallanes, mostrando especial predilección por
la región de Valdivia, cuya naturaleza lo motivó profundamente.
En el año 1936 se
encuentra en Colombia contratado como Director y profesor de la Escuela de
Bellas Artes, que él mismo ha organizado: Cali, Medellín y Manizales conocen
sus bondades artísticas y su calidad docente. Su estadia se prolonga y la
aprovecha para visitar otros paises de América latina, empapándose de su
atmósfera colórica, de las costumbres de sus pueblo y
de la exuberancia tropical de sus campos. Le llegan a su hermano Marko, que
reside en Santiago, recortes de diarios con elogiosos comentarios sobre la
labor artística y docente de Romo.
En 1945 está, una
vez más, de regreso a Chile continuando su vocación de pintor, porque tal como
lo dijera en una ocasión "el día que no pinto sufro un atroz
remordimiento". Exhibe en Santiago y provincias los trabajos realizados en
Colombia con gran éxito, sin descuidar la ejecución de nuevas obras. Su cariño
por la nueva patria lo decide a solicitar la nacionalidad chilena, que le es
concedida por Decreto Supremo del Gobierno el 29 de junio de 1947.
En 1948 es
contratado como profesor en la Academia de Pintura y Dibujo de Valparaiso,
prolongando así la experiencia docente recogida en Colombia.
Un día, muy de
madrugada, Roko Matjašić salió rumbo a las playas de Viña del Mar, como lo
hacía diariamente. Lo hizo con su caja de pinturas y algunos cartones bajo el
brazo para captar directamente la belleza marina. Fue un viaje sin regreso,
desapareciendo misteriosamente, sin que se lograra encontrar su cuerpo. La
inmensidad del mar, que tanto amó, fue su tumba. Era el 11 de noviembre de
1949.
Su obra:
Roko
Matjašić ocupa un sitial de honor en la historia de la pintura chilena.
Fue un artista que supo asimiliar el nuevo mundo que se le proponía a su percepción
artística, liberada de prejuicios visuales o estéticos.
Tuvo la suerte de
llegar a Chile en un momento significativo de la evolución de su pintura:
comenzaba a quedar atrás la pintura conservadora, rígidamente académica, casi
naturalista en su proposición. El impacto de la obra de su maestro Juan
Francisco González y Ias audacias plásticas del grupo Montparnasse formado por
pintores chilenos, que habían asimilado en Europa las tendencias vanguardistas,
fueron influencias que rápidamente y con certera intuición asimiló el
incipiente pintor. No fue por casualidad el que haya elegido a Juan Francisco
González como au maestro preferido. De él aprendió an apostura indócil a
cualquier prejuicio y es sugerente a este respecto su frace: "He resistido
a todo aquello que pueda ser Tina amarra en mi pintura y en mi vida". Por
esta misma razón, siempre se expresó en forma irónica del maestro
Richon-Brunet, que exigía un rigor académico que distaba mucho de ser
compartido por este aventajado alumno.
Hay una interesante
y reveladora coincidencia de pensamiento y de actitud ante el arte entre el
maestro González y Roko Matjašić. En una carta que le enviara el primero,
antes que el discípulo viajara a Europa, le aconseja: "Le deseo rue no
pierda su tiempo en hacer copias en el Louvre ni otra parte, sino que vea acido
lo que pueda: museos, exposiciones y cuanto sea digno de verse; ver es
enriquece-se. Así mismo compenetrarse de lo que contiene la cultura francesa,
de fino y original. Estudiar vivo todo lo que representa. Mucho cuidado con las
influencias de escuelas: sea independiente hasta morir. Eso si que vivir
pintando. Echele mucho croquis todas las noches en la gran chaumier o en
cualquier academia libre..."
Roko
Matjašić estuvo siempre abierto a los movimientos de vanguardia, no para
imitarlos, sino que para adaptar sus técnicas en la medida que lo exigieran sus
propias exploraciones plásticas. De ahí que haya entendido plenamente el
sentido de las corrientes modernas, sin caer en juicio condenatorios producto
de un dogmatismo estético: "Los impresionistas nos trajeron la luz, los
cubistas la construcción. Los primeros tuvieron su borrachera de color; los
enhiestas su afín intelectualista que linda en la pura especulación algebraica.
Lo que vale es le expresión propia del artista y que se sirve de las técnicas
que han aportado las diversas corrientes. Es lo mismo que se desdeñara a
escribir a máquina para seguir escribiendo con pluma de ganso. ¡Absurdo!
Escribir a máquina es mas cómodo y más rápido.
Al seguir
trayectoria pictórica, se puede apreciar una aguda captación de ias cualidades
sensibles de la atmósfera americana, poniendo su fina visión en consonancia con
el mundo que comenzaba a descubrir: "El paisaje de América —di;o en una oportunidad— resulta más rico en formas, en
matices, en vigor, que el europeo". Al referirse a Bolivia expresó en otra
ocasión: "Todo en esta tierra es calor".
En efecto, su
paleta vibró con el cromatismo luminoso del aire americano; en este sentido, su
obra se encadena al luminismo a plein air de Ios franceses de fines del siglo
XIX. En íntima relación con el goce sensorial que le produce la naturaleza, su
dibujo es libre, móvil, cambiante y saturado de color. No elude el desafío que
ella le plantea en sus formas multicolores, en sus cambiantes tonalidades, en
la inestabilidad de sus coloraciones por efectos del paso de la luz: su paleta
mezcla con profusión los colores y con ágil y suelta pincelada deja en la tela
su impronta. No tiene inhibiciones para saturar la tela de materia colórica,
ofreciendo verdaderas topografías plásticas; no se siente intimidado por la
tradición académica, que exige un dibujo depurado que delimite a la perfección
los contornos y no traicione el tema con "excesos imaginativos". Para
Roko, por el contrario, línea y color son su lenguaje y los hace
"hablar" según su designio; así, la línea será inane o firme, el
trazo suave o duro; el color no se acomoda a las exigencias del modelo, sino
que a las solicitaciones que derivan de su creador. Sus obras invitan al
acercamiento o al alejamiento, porque sus formas se deshacen o se rehacen según
el punto de vista y la distancia que tome el espectador con respecto a la tela.
Su ductibilidad
le permitió explorar diversas técnicas: pinta al óleo, al fresco, a la
acuarela. Merodeó también la gran construcción mural, dejando algunas obras
importantes en Colombia. En sus composiciones murales demostró su ahondamiento
y su comprensión del alma americana y su obra Aguadoras es una recreación
humana del continente nativo; así como su Alma Andina es sugerente como
reveladora de las peculiaridades que emanan del pueblo americano.
Roko
Matjasić se ubica, en el contexto de la pintura chilena, en la vanguardia
de su tiempo; supo adecuar las corrientes más renovadoras a su modo original de
expresión. No se dejó arrastrar por la tradición, sino que su innata intuición
le permitió reconocer y seleccionar lo que era mera reiteración de moldes y
concepciones ya agotadas, de lo que era auténtica y legítima proposición
revitalizadora. Y si no coincidió con movimiento netamente vanguardista de
Europa fue, simplemente, porque no respondían a su visión del mundo y a su
personal modo de expresión artística.
Stanko Lasić: Les intellectuels et la contrainte ideologique — Los intelectuales y la coacción ideológica. Deniël, Les lettres nouvelles. La obra tiene su título original croata: "Sukobi na literarnoj ljevici" (Conflictos en la izquierda literaria). La traducción francesa es de la señora J. Matillon, esposa de Lasić, quien actualmente es lector de los idiomas croata y servio en Sorbona.
(Lasić es
croata de nacimiento. — Obs. del traductor) .
Este libro no
debe pasar inadvertido. Por cierto que no hay nada que podría seducirnos de
inmediato: se refiere a las controversias que sacudían a la inteligentzia
comunista y progresista de la Yugoslavia entre 1928 y 1952, y el autor no hizo
muchos esfuerzos para hacerlo agradable; Ias disputas "teológicas"
que relata parecen tan lejanas e irreales como aquellas de la escolástica; este
efecto de alejamiento es sorprendente y confirma que nosotros en los años
cincuenta hemos cambiado de época. No obstante, este es un documento apasionado
sobre un problema esencial y todavía mal explicado y que evoca probablemente
locuras y grandezas de la Europa de después de la primera guerra mundial: el
regreso al medievo, bien sentido por Berdjajev, con su imposición dogmática, la
inquisición de héresis y las interminables discusiones de conceptos, que
evidentemente no se preocupaban por Ia verdad sino por la violencia de un poder
que define la verdad.
S. Lasić se
propone examinar "la teología staliniana del Partido Comunista
yugoslavo", pero ¿se trata realmente de "teologia"? La palabra
deberíamos examinarla y explicarla. Teología no se identifica con el
"espíritu obstinado de afirmación", que caracteriza en efecto los
debates de esa época entre varias tendencias comunistas. Esta afirmación es
tanto más vehemente por cuanto su objeto no existe, no está en ese lugar. Es
justamente esto lo que Lasić entiende por teologia: "hablar acerca de
lo que alli está sin ser".
El arte y la
revolución son dos "trascendencias" que hay que conciliar a toda
costa. Pero ¿por qué esta voluntad tan exigida para hacer la síntesis? Estas
preguntas de carácter teórico, ¿qué clase de relación tienen con las cuestiones
concretas? Si bien este libro es apasionado, no nos da la respuesta. Pero si la
tuviéramos, entenderíamos sin duda alguna la profunda verdad de la época, única
esencia del totalitarismo. El autor nos da a entender que de otra manera no
puedo ser, que la política estética de los partidos comunistas no puede ser
diferente de lo que ella fue: enrolamiento de los artistas y los escritores al
servicio de una estrategia política. Pero ¿por qué? Ante todo porque estos
partidos debían conformarse con el stalinismo para no romper con la Unión
Soviética, sin la cual ellos habrían sido entregados sin recursos al fascismo.
La movilización total presionaba de manera absoluta y el maniqueismo de espíritu
refleja la dicotomia fascismo-antifascismo. Es ésta la opinión de Lasić?
Dado este caso, la cuestión esta trastrocada: ¿qué ha producido esta inexorable
dicotomía? El nazismo, por cierto. Pero ¿no ha prosperado el mismo nazismo
sobre este terreno? Este es el problema central que nunca fue tratado, a pesar
de grandes libros dedicados al totalitarismo.
Yugoslavia
ofrecía para este estudio un campo privilegiado por tres razones: la
inteligentzia allí juega un papel excepcional; el surrealismo propulsó un ramo
especialmente vital, y, por último, el gran escritor croata Krleža llegó, por
la eminencia de su gran talento, a equilibrar el fanatismo del Partido y
mantener a toda costa abierto el espacio de discusión; se puede imaginar, en
este ejemplo, qué papel habría sido el de d'Aragon, en Francia si hubiera
tenido coraje.
Resulta imposible
resumir las peripecias de la discusión, todas las figuras de la combinación
realismo —dialéctica— creación que bailan un pesado balet teórico. Abajo están
las exigencias de una estrategia, la guerra que se prepara. Arriba. este grande, este insoluble problema que retomará Sartre, de
diversas y contradictorias maneras: ¿cómo el artista, el escritor, puede evitar
la traición de la lucha de los oprimidos? Esto es imposible, por fin, contesta
Lasić en una bella conclusión, por-que el arte no avisora solamente la
alienación de clase, una situación concreta, sino también "la constante
tragedia del hombre..., su alienación fundamental del existir... El arte
disuelve y abole todo pragmatismo, incluido también el pragmatismo
revolucionario y, con más razón, la teología revolucionaria".
La historia
política ha destruido lo que había edificado. La inteligentzia yugoslava,
queriendo o no, unida con la teología staliniana mediante la lucha
antifascista, se halló, por la ruptura con Stalin, otra vez, quizás por propia
voluntad, liberada de esta "conciencia absolutista", que se quema por
la creación pero que libera de la cuestión que aprieta: "¿Es posible la
salvación?" ¿La liberación? Por cierto Tito no prescribe normas legales
sobre el arte. Se pinta lo que se quiere en Yugoslavia y se puede leer casi
todo lo que se quiere. Pero el discurso político desangrando, flota sobre un
país donde el consumo anula a la poesia. El Partido Comunista, como la Iglesia,
demuestra cómo resulta difícil salir del dogmatismo y recomponer lo universal
que las síntesis prematuras no han tomado en consideración.
(En Esprit,
octubre de 1974, firmado por Jean-Marie Domenach. Traducido por F N)
El arte y la
revolución
(La imposibilidad
de su conciliación dentro del cuadro de la doctrina marxista. — Redacción de
SC.)
La Quinzaine
litteraire, París, del 1''
al 15 de junio de 1974 publicó también el siguiente artículo de Maurice Nadeau
sobre el mencionado libro de S. Lasić y que reproducimos en versión
castellana:
"Se me
perdonará la libertad con que quiero hablar aquí de una obra publicada por
«Lettres Nouvelles». Se trata en la misma sobre tema que tomo con particular
pasión y que es rico en observaciones, en continuación de reflexiones, de
interrogantes fundamentales y, si bien yo no me siento capaz de relatar sobre
todos los «momentos» de un pensamiento ágil, de una reflexión que nada deja en
la sombra, por lo menos puedo asegurar que su autor aporta una respuesta
decisiva a las cuestiones que se plantea aqui un cierto número de intelectuales
de izquierda.
"Se trata de
las relaciones de estos intelectuales con el marxismo tal como se realiza en
los partidos comunistas, ya sea que estén en la oposición (legal o
clandestina), ya sea que detenten el poder. Con el propósito de eliminar
charlatanerías “liberales” y descartar del campo de nuestro interés a quienes
consideran que el problema está resuelto de antemano, señalamos que los
escritores de quienes se trata en esta obra son los que han aceptado la
perspectiva de un pasaje necesario al socialismo y son parte de esas masas que
esperan poder realizarlo. Ellos no se ven como seres aparte Y no piden para sí
un estatuto especial. Se consideran incluso como escandalosamente
privilegiados. ¿Cómo es que hay problemas en sus relaciones con los partidos
comunistas y por qué razones?
"La
respuesta no sería de orden moral o metafísico. Por lo menos de entrada. Si se
las desea recoger, no hay otro recurso que el estudio, preciso y documentado,
de dichas relaciones en el tiempo y el espacio y para ese propósito de unos
casos bien delimitados y con las componentes del problema netamente
determinadas. Entonces todas las condiciones tienen la chance de ser reunidas
para que el estudio particular y circunscripto al campo más estrecho autorice
conclusiones de orden general.
"A este
estudio se dedicó un escritor croata, afiliado, hasta tiempos recientes, a la
Liga Comunista (el partido). Se refiere a 25 años de la historia: de 1928 a
1952, es decir, a una Yugoslavia donde el Partido Comunista conoció una
existencia difícil y a una república federal socialista, donde el partido de
Tito detenta todos los poderes. Se trata únicamente de la cuestión de los
escritores de izquierda, comunistas en dependencia del partido, tanto antes
como después de la guerra.
"Si bien
algunos de ellos, entre tanto, perecieron en las filas de los partizanos
(guerrilleros de Tito) o en los campos donde fueron asesinados por los «ustala»
(preguntamos a Lasić y al Sr. Maurice Nadeau, ¿por qué no mencionan
también a los asesinados por parte de los «četniks» servios —por ejemplo
Goran Kovaćić!—cargando la responsabilidad sólo a los «ustašia»
quienes tuvieron que luchar por la independencia de su patria contra la minoría
comunista y servia en su propio pais?), sus representantes más eminentes —Marko
Ristić, Mirosiav Krleža, Milovan Djilas—(se enfrentaron) bajo Tito con los
mismos problemas de preguerra, lucharon en las mismas posiciones, manejaron las
mismas armas, con única diferencia, evidentemente de talla, de que unos tenían
a aprobación tácita o expresa por parte del Poder y otros, incluso estando en
pleno acuerdo con el régimen, tuvieron que culdarse de no ser vistos como
opositores politicos, como también evitar toda discusión acerca de un punto
—también literario— que podría atraer la atención de toda una orientación
ideológica. Lo que hay que señalar, a despecho de todo, es que la discusión
entre los escritores fue continuada casi libremente, y si la Yugoslavia
socialista tuvo a sus Zdanov de pequeña talla, jamás, hasta el conflicto croata
de dos años atrás, el Poder usó de la coerción física contra los intelectuales,
quienes no lo cuestionaban públicamente (lo que no es el caso de Mijalov o el
más reciente de Djilas, lo que también hay que lamentar porque no pueden
expresarse libremente). Nada comparable, pues, para Yugoslavia con lo que ha
pasado y continúa pasando en la Unión Soviética y las demás democracias
populares. (Sin embargo, hay voces autorizadas que sostienen que en la
Yugoslavia actual los escritores pasan momentos peores que los que les toca
vivir a los escritores rusos. Toda una serie de escritores croatas severamente
condenados y cruelmente tratados, y la nueva condena de Mihajlov desmienten a
los señores Lasić y Maurice Nadeau. Ver nota en este número de S.C., pág.
75 — Obs. del trad.).
"Stanko
Lasić señala, ante todo, que «la izquierda literaria» yugoslava formaba un
todo: «Todos tenían la obsesión de la salvación... del Hombre. Ellos deseaban
descubrir y vivir con sentido... Entre ellos no hubo ni cínicos, ni
funcionarios... Pertenecían a aquella generación revolucionaria que no pudo
pasar por alto una síntesis universal...» De suerte que la cuestión se plantea
en términos casi puros:¿ésta «obsesión de la
salvación» se podrá realizar en la síntesis hacia la cual todos aspiraban y que
para los escritores de izquierda no pudo ser otra que la síntesis del arte y la
revolución? Para unos, en efecto, que rechazaron el estetismo. se trató de transformar «la universalidad potencial» del
arte en una «universalidad de hecho», que encierra juntos las relaciones
políticas con las sociales, auténticas. Para otros, la revolución es
inconcebible sin la total transformación del ser, con la cual el arte, en su
práctica y su resultado, está asociado. Esta síntesis nadie, antes como después
de la guerra, pudo realizarla. Ella constituye, no obstante, un horizonte para
todos, perdura como «exigencia, como voluntad o como el objeto de estudio». A
despecho de las dudas que tocan algunos, como Ristić y Krleža, en cuanto a
la posibilidad de su realización, la izquierda literaria parte en su conjunto
de este a priori: la revolución no puede ser sino total, es decir debe abarcar
a todas las manifestaciones humanas y todos los campos o, como se decía en
aquella época, transformar el mundo y cambiar la vida.
"En efecto,
muy pronto, unos se ponen del lado del arte, los otros del lado de la
revolución, dedicándose todos, cada uno por su cuenta, a las tentativas de
anexión. No por el gusto, el temperamento o por la posición filosófica, sino
por la práctica de discusiones, manifiestos, congresos, toma de posiciones que
oponen diferentes concepciones de la creación artística, mientras que, del otro
lado, el curso de la revolución en la Unión Soviética y la «bolchevización» de
los partidos comunistas plantean cuestiones concretas. En la marea de los
acontecimientos, los «defensores de arte» tienen por lo menos la seguridad de
posiciones sólidas, que no están sujetas a fluctuaciones. Sus adversarios,
Djilas y Kardelj, quienes propiciaban una «literatura social», es decir un
«neorrealismo» que se convertiría en un «realismo socialista», intentan hacer
salir de estas posiciones a hombres, por cierto escritores y artistas, que se
reconocerían como comunistas. La controversia se prolongó, pero las armas no
son más las mismas para los que sostienen que «el arte realiza la revolución» y
para aquellos que están hablando en nombre de esta revolución, en nombre de la
Historia, que ellos pretenden encarnar. Entonces llega el momento, bajo el
pretexto de definir la función del artista y del arte y la naturaleza de su
trabajo, en que aparecen los términos cortantes, tales como «revisionismo»,
«subjetivismo» y, lo peor de todo, «trotzkysmo». Ristić, para quien la
poesía es, por su esencia, revolucionaria y subversiva, se vio calificado de
campeón de un arte «burgués en su peor forma de decadencia»: el surrealismo. Si
bien se continúa considerando a Krleža como el más grande escritor yugoslavo
actual, se le aconseja, no obstante, tomar algunas lecciones de marxismo. Se
opone a sus concepciones «retrógradas» un arte «más total, más consciente, más
pasional, que lleva en sus entrañas elementos de un futuro más bello, más
verdadero, más humano»: el arte del Partido. Los «revisionistas» de ayer no
tardarán en devenir simples «reaccionarios», seguidores de una «literatura
degenerada» que trabajan para desarmar ideológicamente a «la clase obrera».
Estas expresiones son traducciones directas del ruso y marcan el triunfo del
«realismo socialista» entre los años 1945 y 1952".
La
intervención de Tito
"Ristić,
Krleža, los investigadores científicos como Richtman, los ensayistas como
Bogdanov, no se quedan callados. No se conformaron hasta ahora con defender un
arte «subversivo» y la búsqueda sin cadenas: ellos atacaron, alrededor de los
años 40, el aspecto estrechamente propagandista del arte del Partido, el
disfraz que subyuga a una realidad compleja y concreta, la cadena que impone,
por su orientación única a la «libertad de movimiento y de investigación». Fue
éste el punto en que Tito en persona se vio obligado a intervenir. Se cuidó de
nombrar a su amigo Krleža, pero condenó a sus colaboradores. Krleža optó por
callarse, dejar pasar la vaguedad. Se tomó revancha en el Congreso de la Unión
de Escritores en Ljubljana (capital eslovena. — Obs. del
trad.) en octubre de 1952, que marca el fin del
«realismo socialista», mientras que Stalin, quien después de mucho tiempo, vio
cómo Tito se le escapó de su tutela, iba desapareciendo. Krleža tuvo el coraje
de decir, sin que las murallas se rompieran, que el arte subordinado a la
práctica revolucionaria no sirve más que el arte que se subordina a sus propios
fines. A partir de ese momento, la controversia retornó a la fuente: ¿cómo
realizar la famosa síntesis? Habían pasado veinticinco años de discusiones,
enfrentamientos, de precauciones, de exclusiones, de condenaciones formales por
una parte u otra. Y no puede decirse que han pasado en balde.
"Ellas
permiten, en efecto, al S. Lasić reflexionar sobre este pasado, de
interrogarlo y de interrogarse a si mismo. ¿Es posible la síntesis? ¿Incluso,
es deseable? ¿ Son compatibles la actividad artística
y la práctica revolucionaria? Hay una cuestión todavía más grave: «¿En la revolución la salvación?»
"El
teorético que substituye aquí al historiador rechaza la posibilidad de moverse
en lo abstracto. El parte de la experiencia, de lo vivido, y lo que le enseñó
la supervivencia es que tanto unos como otros habían perdido de vista lo
esencial: el papel y la función del intelectual en las sociedades existentes.
Consciente de sus privilegios y «culpable» por eso ante sus propios ojos, el
intelectual rehúsa el mundo burgués y afirma los valores revolucionarios de la
clase explotada. Si estos valores se «institucionalizan» (por un partido o un
régimen), él cae en otra «alienación»: aquella que lo conduce, sea eso sin la
constricción aparente, a adoptar otro pensa-miento diferente del suyo, a hacer
del pensamiento de otro su propio pensamiento. Si quiere quedar en paz consigo
mismo, es conducido a trocar su «mala conciencia» por la «conciencia
absolutizante»: hacer del arte, de la revolución o de su síntesis imposible un
absoluto, sin que por eso uno se sienta menos fiel con respecto al arte o
respecto de la revolución. Así adquiere lo que Stanko Lasić llama la
«conciencia teológica), la «enfermedad intelectual del socialismo
universalmente difundida» y que reside en el rechazo de todas las cuestiones,
de plantear cuestiones. «El ideal del hombre tranquilo... Un hombre de una muy
seria mala fe, un impostor lúcido, perfectamente consciente de vivir fuera de
la salvación, en las contingencias y en lo absurdo, pero decidido a hacer como
si fuera salvado... esta especie de hombre que encarna ante nuestros ojos, la
más completa alienación, la peor forma de la traición intelectual.
"Si el
pensamiento es una interrogación permanente, ella debe también interrogarse,
pedir por sobre los partidos comunistas y la práctica revolucionaria, al
marxismo mismo para que rechace la implantación de una doctrina que tendría
respuestas para todo, que fuera un absoluto. Si este es la filosofía del hombre
alienada o «la historia del hombre de clase», esta tarea debe serle suficiente,
y aunque nada tenga que ver con la dialéctica de la naturaleza que se mueve de
acuerdo con otras leyes y cae, en el plano del conocimiento, bajo otras
jurisdicciones. En las ciencias no existe un «pensamiento marxista» y un
«pensamiento burgués», sino un pensamiento «exacto» o no. Este es el campo de
la razón analítica. Por otro lado, el hombre que se aprehende desde el interior
como la «totalización en curso» revela su razón dialéctica. No se puede tratar
de la misma manera un objeto «cuya ley es la exterioridad» y una conciencia que
experimenta su libertad en la práctica. Haciendo del arte y de la revolución o
de sus síntesis los absolutos, los escritores yugoslavos han construido
entidades que no tienen lugar en ninguna conciencia artística, porque ésta vive
sus relaciones «como una relación trágica» donde la una y la otra se aparentan,
pero en forma contradictoria. De acuerdo con la elección, no se puede tratar
más que de una «traición»: sea del arte, sea de la revolución. «La conciencia
artística no puede más que asegurarse lúcidamente su traición y buscar
soluciones sabiendo que no existen». Su suerte es la angustia, pero esta
angustia es el signo de su libertad.
"Pasando por
miles de retornos de un pensamiento que lamentamos haber esquematizado, habrá
de reconocerse bien los acentos sartrerianos. Lo interesante resulta que los
mismos son menos prestados al autor de la Crítica de la razón dialéctica que
suscitados por la historia de las relaciones mismas que describe y analiza
Stanko Lasić, dando contiunamente al respecto las explicaciones
pertinentes. La historia y la teoría se compenetran para terminar en la
ausencia de la respuesta que es la veradera respuesta: aquella que pone en
claro la suerte del hombre desheredado, quien no tiene el derecho a la palabra
y en cuyo nombre los artistas y los militantes revolucionarios pretenden
hablar. Una vez limpiado el terreno y preparada la fiesta, ya nos resulta
posible atender otros interrogantes".
La búsqueda
del "homo sapiens"
El mismo
periódico francés y en la edición anteriormente mencionada escribe:
"Hay que
leer varias veces el libro de Stanko Lasić para darse cuenta de su
riqueza. «Los intelectuales y la coacción ideológica» es realmente una obra que
po-demos abordar, con gusto, desde el punto de vista de un historiador o de un
filósofo, de un militante o de un creador.
"El
contenido resulta ingrato para un lector francés: las tesis que sostiene
Lasić vienen elaborándose a partir de aquel clima que existió en la
Yugoslavia después de los años 30 hasta 1954, más o menos. Por su minuciosidad,
intentará ante todo dejar la lectura de la obra. Pero equivocadamente, porque
las conclusiones a las que llega Lasić conciernen a todo lector que
persiste, un cuarto de siglo después de cuestionar a Sartre, en plantearse a sí
mismo el problema de la creación literaria mediante un engagement político.
"Lasić
realmente intenta extraer el sentido de la creación literaria desde
«situaciones extremistas», partiendo de una práctica que se está desarrollando
en el seno de una crisis. Por cierto, en el curso de estos últimos 25 años
nuestro mundo ha sufrido muchas metamorfosis. Pero los textos de Krleža, de
Ristić, etc conciernen (extrañamente» a nuestro porvenir.
"«El arte es
una lucha entre el individuo y la estructura», afirma Lasić. Es ésta la
lucha que hace al artista. «Lo individual, escribe Krleža, no es absurdo, sino
prefundamento de lo humano».
"El hombre
verdaderamente humano no es este pequeño dinosaurio y motorizado que conocemos
nosotros; nos queda por hallar el homo sapiens. Lo mismo que a la revolución.
"El error de
los países comunistas, así como también de los occidentales, surge
probablemente del hecho de que el arte no es considerado cen su movimiento)
como medio de acceso al conocimiento,
"Las
dificultades materiales que han visto los paises de Este explican perfectamente
el aspecto prosaico que puso el comunismo sobre el arte. En 1974, Occidente,
por diferentes motivaciones, paraliza también la riqueza artística y priva la colectividad
de una útil prospectiva. En efecto, toda investigación integral en materia de
literatura choca en todo el mundo contra la mística del trabajo, contra una
concepción que proviene del «trabajo». Nuestro planeta está ya arrimado. a raíz del mismo «progreso», al Conocimiento o al Suicidio.
Toca a nosotros comprender ahora «la ambigüedad de la experimentación y la
investigación artística».
"Que no se
hable más de la mala conciencia (lo que pasa en este mundo que nos puede dar la
náusea y en el que nosotros continuamos viviendo). Lasić percibe que el
creador tiene la obligación de ir hasta el fin de su creación. La timidez de
algunos viejos lobitos disfrazados de marxistas es un lujo: el lujo de aquellos
que no viene a elegir entre la militancia y la creación". (Firmado por
Paul Hordequin, traducido por fn.)
Hace seis meses
hemos intentado, en estas mismas páginas y bajo el mismo título, esbozar una
imagen de la República Argentina en sus rasgos más salientes y más generales de
aquel momento. El diálogo abierto entre el poder político, el sindical y el de
las fuerzas económico-productoras, con las fuerzas armadas, dentro de sus límites
estrictamente constitucionales, ofrecía al país y al pueblo una perspectiva
promisoria, a pesar del fenómeno inflacionario y de la presencia de la
violencia, que producía la inseguridad casi general. Habíamos expresado también
nuestro optimismo personal y moderado, tanto más moderado cuanto más deseábamos
verlo superado positivamente por una evolución cada vez más esperanzada y
genuinamente feliz.
Hoy —seis meses
después— ¿podemos decir que nada ha cambiado substancialmente? En este lapso
fueron substituidos un ministro de economía, notoriamente antiinflacionista,
por otro de inclinación contraria, y un comandante en jefe de las fuerzas
armadas, supuestamente "intervencionista", por otro que se declara
firmemente "legalista". Los dos altos funcionarios substituidos,
parece, no pudieron cambiar nada. La inflación sigue avanzando, como también la
violencia. Uno no pudo detener y hacer desaparecer las causas económicas,
esenciales, como se suele afirmar, del descontento y la violencia, y el otro no
pudo reprimir el brote de la violencia.
Tomando este
aspecto de la realidad, nada ha cambiado substanicalmente en estos seis meses,
salvo que apliquemos aquí, en la política, un conocimiento y un criterio
prestados del campo científico, a saber físico-nuclear. Uno de los expertos en
la materia afirma que entre una unidad subatómica y millones de la misma hay
una diferencia no sólo de cantidad sino también de calidad, una diferencia
substancial. El aumento de la inflación y la violencia en nuestro país ¿alcanzó
las proporciones necesarias como para cambiar substancialmente el curso de vida
de la comunidad? No lo creemos. Pero hay otro elemento que nos inquieta a
todos. Hemos oído, tanto por parte de la oposición (el radicalismo) corno por
parte de un sector de los colaboradores del gobierno nacional, que el diálogo
como método más seguro en el desenvolvimiento normal del país y de su
institucionalización democrática habla sufrido un deterioro considerable,
incluso a veces se había interrumpido. Aquí, nos parece, estriba la razón
principal de la aprensión de los que aman la libertad y la quieren ver
realizada y garantizada dentro de un cuadro pluralista de las fuerzas
socio-políticas. La causa del fenómeno estaría en lo siguiente. Mientras que el
sector obrero-sindical insiste cada vez más en la importancia de su palabra en
la comunidad, el sector empresarial se siente menoscabado en sus derechos, sus
utilidades y, consecuentemente, en el espíritu mismo de la iniciativa creadora
de bienes, en perjuicio de todos. Al ausentismo y al desgano laboral
correspondería la huida de utilidades al extranjero, convertidas en dólares, en
lugar de ser invertidas en el país. Lógicamente, el poder político, de origen
sindical y popular, difícilmente puede mantener el equilibrio e imparcialidad
en estos casos concretos y conflictivos, que no son los únicos. Se trata, en lo
esencial, de determinar lo que corresponde a cada una de las partes del diálogo
nacional, que no es siempre un diálogo o una discusión estrictamente
académicos. Suum cuique tribuere, este viejo principio del derecho romaro
cambia en el curso del tiempo y las épocas. El suum se ha convertido en nuestra
época en el tema más importante y central no sólo en la República Argentina,
sino en todo el mundo.
Un culto y agudo
observador, recientemente fallecido, de la vida moderna (Daniélou), decía en un
enfoque socio-político, que no hay plan que fuere ideal de los hombres en que
el "diablo" no pusiese su pata para destruirlo. Ante la amenaza de la
repetición de esta experiencia casi universal en nuestra comunidad argentina,
no hay premura más importante que evitarla, manteniendo el diálogo y un permanente
esfuerzo para superar criterios parciales y armonizar a las partes en pugna de
la vida pública, naturalmente opuestas pero no necesariamente enemigas. El suum
sectorial debe desembocar en el suum nacional, en el bien común, que es
y debe ser la meta final de todos. Del gobierno, de los obreros y del sector
empresarial. El verdadero "diablo" de Daniélou es la imposición del suum
de un sector con la pretensión del bien común. De aquí brotaron y siguen
brotando las causas de la mayoría de las revoluciones en el decurso de la
historia. A pesar de su regular repetición, Ias revolucviones como fenómeno que
sacrifica a tantos inocentes y causa tantos dolores, es un fenómeno que
contradice a la racionalidad del hombre y lo degrada a un ser que está por
debajo de esta categoría. Bien consciente de la tragedia que provocan ias
revoluciones violentas, una comunidad inteligente puede y debe evitarias a toda
costa. — La Redac. de S. C.
Por GUILLERMO
MARTINEZ MARQUEZ, enviado especial de "La Prensa"
NUEVA YORK, 1975.
— La lucha de los pueblos sojuzgados por el comunismo se extiende por todo el
mundo, pero es casi desconocida.
Los hombres
libres están demasiado ocupados en la solución de sus problemas económicos y
sociales y no tienen tiempo para preocupaciones ajenas. Esta indiferencia
aumenta la angustia de los que, arrojados del suelo donde nacieron, se han
dispersado por tierras extrañas y sólo anhelan la comprensión que podría
sustentar falsas speranzas de retorno.
Los croatas
errantes
Los croatas,
privados de sus derechos nacionales por el gobierno totalitario de Tito,
constituyen uno de esos grupos errantes.
"Somos cerca
de dos millones, de los cuales más de la mitad viven en los Estados Unidos; en
Nueva York pasamos de los cincuenta mil... ", afirma el colega Kruno
Mashina, editor de la revista croata Vjesnik (Noticias) y animador de un
programa radial que se transmite tres veces por semana, con el nombre de «La
voz de Croacia libre».
Mashina es hombre
joven, aunque hace unos diez años que reside en Norteamérica y antes vivió
alrededor de cinco años más en Paris. Tuvo que emigrar de Croacia cuando su
hermano John, condenado a once años de prisión, fue asesinado en la cárcel.
Todo lo que supo la atribulada madre del estudiante estaba sintetizado en un
lacónico telegrama que decía: «Su hijo ha muerto».
Miles y miles
croatas presos
"Hay miles y
miles de croatas presos por el comunismo «titoísta» —dice Mashina—. Muchos de
ellos desde hace años, sin causa justificada; algunos sin juicio ni condena
previa. A nosotros desde afuera, nos es imposible precisar su número".
Los croatas son
tenaces, y prosiguen su lucha sin desmayos, en defensa de sus tradiciones
milenarias, de su cultura, de su religión, de su idioma... En Norteamérica se
han organizado en asociaciones patrióticas y artísticas, se reúnen
periódicamente, trabajan y viven con la mente fija en el retorno a la patria
libre. Tienen una academia, que cuida de la pureza de la lengua de sus mayores.
Se denomina "Matica Croata" (madre croata), y ha establecido filiales
en las grandes ciudades de este país, como Nueva York, Cleveland, Chicago, Los
Angeles. No pierden el contacto con los tres grupos esparcidos por Europa y el
resto del mundo.
Los diarios
del mundo
Recientemente,
"Le Monde", de París, dio cuenta de la protesta formulada por el
escritor alemán Boel durante la reunión del "Pen Club" en Jerusalén
sobre la dramática situación de los presos políticos en Croacia. Hace poco más
de un mes, "Amnesty International", de Londres, proclamó al
estudiante Dražen Budiša, como el "preso del mes", e inició gestiones
por su liberación. Budisa había sido condenado poco antes a cuatro años de
prisión
Noticias de su
encarcelamiento habían llegado a varias capitales europeas en forma inusitada.
Fue uno de los sancionados. Pavle Perovic, el portador de los detalles del
caso. Bajo falsas acusaciones dieciséis estudiantes habían sido sentenciados.
Uno de ellos era Perovic. Por ser hijo de un guerrillero de la época de Tito, y
posteriormente jefe de la policía, quedó en libertad. Le propusieron que se
trasladara al extranjero, para que espiara cuánto hacían los desterrados. Así
se le permitió salir de Yugoslavia. Pero al Llegar a tierras libres, informó a
sus compatriotas desterrados de lo sucedido en Croacia.
Recuerdo del
cardenal Stepinac
Los croatas de
Nueva York tienen un centro para sus reuniones en el corazón de la isla
Manhattan. Este mes conmemorarán el VI aniversario de su fundación. Antes
recordarán la muerte del cardenal Stepinac, condenado a 16 años de cárcel y
fallecido el 16 de febrero de 1960.
El acto revestirá
extraordinaria solemnidad. El cardenal Cooke, de Nueva York, ha prometido
asistir. De remotas regiones norteamericanas vendrán creyentes y patriotas
croatas.
Varias veces al
año, los exilados de esta ciudad organizan desfiles: cientos de automóviles
recorren por horas las calles de la ciudad, con letreros alusivos al inhumano
trato que reciben en Yugoslavia sus compatriotas. Una multitud de más de cinco
mil personas se congregó ante el edificio de las Naciones Unidas, en diciembre
último, para protestar contra la esclavitud comunista.
El "día de
la Croacia libre", los croatas de todo el mundo se juntan para dar
testimonio de su resolución de seguir la lucha, hasta ganar el derecho a volver
a ser un Estado libre e independiente. Desde 1971, ese día recuerdan los
dramáticos incidentes de la llamada "primavera croata", cuando
alentados por la reforma constitucional promulgada por Tito, comenzaron a organizarse
y fueron pronto sometidos a una situación peor que la anterior.
Seguirán
luchando por la independencia
"No tengo
nada personal que agregar —declara Mashina al terminar su exposición
informativa. Proseguiremos la lucha porque la libertad y la independencia de
Croacia es nuestro único fin".
Pero Juan Rojnica
—industrial argentino, nacido en Croacia, que ha presenciado el diálogo con
Mashina— nos da un detalle revelador de la inhumana actuación de los
comunistas: "Cuando las autoridades informaron de la muerte de su hermano
John, los familiares pidieron la entrega del cadáver, y la respuesta fue que no
podían hacerlo porque había sido condenado a once años, y el cadáver tenía que
cumplir toda la condena".
"Cosas como
ésa no pueden perdurar —afirma Rojnica—. Tengo fe en la justicia. Soy optimista
y creyente. A la larga, la democracia y la libertad tienen que triunfar".
La Prensa, 2 - II
- 75.
El final de una
revista con doble cara
El periódico
francés "Esprit", de diciembre de 1974, escribe sobre la
revista "Praxis": Hace ya diez años que esta revista
filosófico-sociológica de Zagreb se ha convertido en blanco principal de Ias
críticas de los dirigentes de la Liga Comunista yugoslava. Los ataques son más
virulentos en Belgrado, a pesar de que se edita en Zagreb (suprimida, como es
ya de público conocimiento, en febrero último, junto con la destitución de ocho
profesores universitarios de Belgrado, sus principales colaboradores. — Obs. del traduc.), capital croata. La explicación de esta
aparente paradoja es muy simple: la revista es considerada por todos como la
revista de Belgrado, porque su redacción si bien es yd constituida
principalmente por profesores servios de Zagreb y por algunos otros considerados
como "unitaristas" yugoslavos, cuenta entre sus colaboradores a un
considerable número de profesores de la Universidad de Belgrado.
Precisamente durante los últimos meses, estos profesores de Belgrado, filósofos y sociólogos, junto con una parte de sus alumnos, Iucharon valientemente contra su expulsión de la Universidad, apoyados por peticiones e intervenciones que llegaban desde la Europa occidental y los EE.UU.
Estos profesores
habían trabado realmente muchas amistades y lazos universitarios fuera de
Yugoslavia. A través de los seminarios estivales de Korčula (la isla de la
República de Croacia en el mar Adriático. — Obs. del
traduc.), que fueron organizados durante muchos años por "Praxis",
en la Croacia meridional, y después de muchos viajes por los países
occidentales, estos universitarios servios habían adquirido el simpático
renombre de los "pensadores más libres" del país "más libre del
mundo socialista". No sin fundamento, porque "Praxis"
desarrolla las ideas "marxistas liberales", ya profesadas en los años
treinta por Theodor Adorno y su grupo: los estudios del "joven Marx"
y la crítica atrevida de la "existente realidad socialista", incluida
también la yugoslava.
Hay, no obstante,
un aspecto de la "realidad socialista yugoslava" que "Praxis"
sistemáticamente olvida, y este es la "cuestión nacional" en general
y en Yugoslavia en especial. Esta es, probablemente, la razón principal por la
cual "Praxis" (y sus traducciones en los idiomas francés,
inglés y alemán) siempre tenía derecho a subvenciones del gobierno. Por la
misma razón "Praxis" fue durante nueve años, el objeto de las
críticas de la izquierda en el interior de Yugoslavia.
"«Praxis»,
se decía, es «liberal», y no obstante sus redactores mantienen excelentes
relaciones con Beria yugoslavo, Alejandro Rankovic (el temible jefe de la
policía secreta yugoslava — UDBA—, servio, destituido en 1966 y actualmente
considerado la cabeza que, invis!blemente, tiene todos los hilos de la
conspiración prosoviética en aquel país. — Obs. del
traduc.); y consideraban la época de terror como el periodo en que Yugoslavia
habia alcanzado «el cenit de su desarrollo democrático».
"«Praxis»
se halla siempre en la primera línea de combate por los intereses de la clase
obrera menos cuando se trata de la clase obrera croata y de otros
subproletariados de la Europa occidental y de la desocupación masiva en el país
mismo;
"«Praxis»
presiona para construir un «socialismo» con semblanza humana, pero se combate
con furor «la primavera de Zagreb» (el intento de los comunistas croatas de
obtener a igualdad de Croacia con Servia, y que culminó en los años 1970-1971
con una huelga masiva de los estudiantes croatas universitarios reprimida con
el golpe de Estado, ejecutado por Tito sirviéndose de fuerza brutal policial y
militar. — Obs. del traduc.);
"«Praxis»
defiende constantemente a los intelectuales perseguidos por su opinión, pero no
a Ios intelectuales croatas bajo el pretexto de tratarse de un asunto yugoslavo
interno»".
Nosotros no
emplearemos este argumento contra "Praxis". Si bien "Praxis"
es liberal en general, pero conservadora en las cuestiones yugoslavas, su
publicación como también la seguridad personal e intelectual de sus
colaboradores constituyen una cuestión de libertad sobre la que resulta
imposible transigir.
Las autoridades
yugoslavas han iniciado múltiples procesos contra estudiantes e intelectuales
amigos de "Praxis". Si terminan con condenas, los amigos de
"Praxis" se encontrarán en cárceles junto con las artífices del "socialismo de semblanza humana"
en la Croacia de 1970, a quienes hablan "olvidado" sostener en los
años 1971-1872. (Los profesores servios, ahora destituidos, viajan libreemnte
al exterior, pueden continuar sus estudios y reciben sus sueldos mensuales
inalterados. — Obs. del traduc.)
Pero las
condiciones de vida de los encarcelados políticos croatas, de estudiantes,
obreros e intelectuales, son actualmente deplorables. En su mayoría están en la
cárcel de Stara Gradiška, reservada, según la reglamentación, para los que
reiteradamente lesionan la justicia del derecho común; estos representantes de
la nueva izquierda croata, condenados por primera vez, están relegados al rango
de criminales comunes y privados de los derechos más elementales. Limitémonos a
algunos ejemplos concretos:
El señor Sime Djodan, profesor de economía política en la Universidad de Zagreb, ex combatiente y ex afiliado al Partido, el más popular del equipo intelectual de la "primavera croata", condenado en 1972 por delitos "verbales" y escritos, a seis años, se halla en peligro de muerte: está gravemente enfermo (hipertensión arterial, cavernas pulmonares, afectados los riñones y una pierna rota), pero, no obstante, es obligado a cargar el carbón. Tras su protesta ("Ustedes quieren a todo precio matarme"), ha sido "aislado" de los demás reclusos.
La solidaridad de
otro recluso con Djodan le costó idéntica "medida disciplinaria": la
aislación; se trata de José Ivičević, profesor universitario de
Zagreb y secretario general de la asociación cultural croata Matica Hrvatska,
autor de una admirable declaración ante el Tribunal de Zagreb que
"Esprit" publicó en enero de 1974 (pág. 140) La misma declaración fue
publicada en "Studia Croatica" N° 48-49 de 1973, págs. '77-78. —
(Obs. del traduc.)
Vlado Gotovac,
filósofo y poeta, ex redactor jefe del vocero de la "primavera
croata", Hrvatski Tjednik, sufre de atrofia de la mano derecha.
Todas las solicitudes por atención médica le fueron rechazadas durante cuatro
meses. Su esposa, también ex combatiente, se vio privada dei derecho de
llevarle medicamentos. Está privado, como los otros "politicos", del
derecho de leer y escribir, excepto una carta por mes. Su esposa tiene
autorización para verlo una vez por mes durante veinte minutos y en presencia
de un guardián. Además, tiene derecho de recibir un paquete de tres kilos y
medio cada dos meses. El Daily Telegraph de Londres escribió al respecto
en noviembre último: "Para un escritor, estar privado de la lectura y de
medios para escribir es peor que verse obligado al trabajo físico. Incluso
Adrey Siniavsky, escritor ruso que actualmente está seguro en Francia, fue
autorizado a escribir y llevar sus notas de la carcel fuera del campo
soviético, que ya han sido publicadas en Occidente".
¡Cuando uno se
acuerda de que el mariscal Tito también fue un recluso político en los años
treinta y que el reglamento de las cárceles e entonces ("monarquía
burguesa granservia") fue tal que Tito en persona pudo aprovechar su
condición para estudiar el marxismo y traducir obras de los
"clásicos" del marxismo!
Hay islas en el
Archipiélago que no se comunican. Toca a nosotros restablecer un puente entre
las mismas y reunir en la misma protesta al grupo perseguido de "Praxis"
y las víctimas, menos conocidas, de la represión en Croacia. Los
"aislados" de Stara Gradiška y de Lepoglava (otra penitenciaria en el
norte de Croacia) no deben sofocar las audaces voces del vicerrector
estudiantil de la Universidad de Zagreb, Ivan Zvonimar Chichak, y del líder
estudiantil croata Dražen Budiša, como tampoco de otros numerosos seguidores
menos conocidos de la práctica de una "primavera" destruida. Porque,
según la ley yugoslava y la práctica común de todos los paises Llamados
socialistas, la categoría "políticos" en la cárcel no existe.
(Trad.F.N.)
(Si articulo de
Z. M. pág. 75 resulta parcialmente inaccesible por muchos elementos y nombres
específicos de aquel ambiente, esta nota de "Esprit" lo sintetiza en
forma muy clara).
Con mal
disimulada ansiedad algunos observadores conectan el atentado del sábado último
contra el vicecónsul yugoslavo en Lyon, Francia, con la inminente celebración
del 34° aniversario de la Restauración de la Independencia de Croacia, hecho
ocurrido el 10 de abril de 1941 y que enfrentó entonces y en la posteridad a
dos hombres de trayectorias antagónicas: el profesor universitario Ante
Pavelić y el jefe guerrillero Josip Broz, Tito, convertido luego en líder
de Yugoslavia.
El martes, un
flamante grupo nacionalista llamado "Resistencia Croata" reivindicó
la autoria de los ocho balazos que remitieron al hospital a Mladen
Djogović en aquella antigua ciudad de tejedores y marineros. Los
resistentes croatas en el exilio acusaron al funcionario de actuar en realidad
como director de la policia secreta yugoslava en su lugar de desempoo
diplomático.
Por su parte, la
poderosa y temible organización nacionalista "Ustaš" advirtió
nuevamente ayer que "los patriotas croatas continuarán la lucha en todos
los campos hasta lograr la libertad de la Madre Patria". Esta amenaza,
está destinada a cubrir una eventual opción política que originaría la
desaparición del presidente Tito, croata de nacimiento, cuyo nombre de combate
es la sigla de una célula comunista a la que perteneció en su juventud.
Croacia, nombre
que significa "Muy libre" en una antiquísima lengua persa, es una de las
cinco repúblicas federativas que componen el inquietante damero yugoslavo,
constituido también por pueblos de raigambres étnicas y culturales tan dispares
y encontradas como Servia, Eslovenia, Montenegro y Macedonia. El territorio
croata es el mayor de todos ellos y su población local orilla los 7.000.000 de
personas. A estos hay que agregarles los 2.000.000 que a partir de 1945
emprendieron la senda del exilio y un número similar de trabajadores
temporarios croatas en distintos países de Europa Occidental, hacia donde
marchan en procura de mejores oportunidades de empleo y estudio.
Región altamente
industrializada, el régimen de Belgrado (antigua capital servia) nunca pudo dominar
per completo el sentimiento nacionalista de sus habitantes, circunstancia que
terminó por extenderse al resto de las repúblicas sin excluir a Servia, de
donde procede el núcleo políticamente predominante bajo el titoismo, ni a la
escasamente desarrollada Macedonia, donde existen fuertes tendencias en favor
de una eventual incorporación a la vecina Bulgaria.
Proclamada la
"primera Yugoslavia" al disolverse el imperio austro-húngaro de
Francisco José, apenas terminada la Primera Guerra Mundial que estalló al ser
asesinado el heredero al trono por terroristas servios de la organización
"La Mano Negra", el poder recayó en el monarca Alejandro I
Karageorgevic, personalidad notoriamente vinculada a su enigmático jefe, el
"coronel Apis".
Alejandro ejerció
una verdadera dictadura de corte fascista hasta que en 1934 la réplica croata
del extremismo servio "Ustaša", lo asesinó en Marsella junto al
canciller francés Louis Barthou. Al frente de ese grupo autonomista estaba Ante
Pavelić, antibolchevique que había cursado sus estudios en varias
universidades europeas y que logró nuclear en torno de su programa a los
principales sectores de la opinión pública de su patria.
Moviéndose con
gran habilidad, Pavelić consiguió el apoyo alemán e italiano —ese último
al precio de algunas estratégicas concesiones sobre el Adriático que le
valieron antipatías entre sus seguidores— y el 10 de abril de 1941 anunció al
mundo envuelto en los fragores de la Segunda Guerra Mundial la
"Restauración de la Independencia de Croacia".
Catorce estados,
entre ellos la República Argentina, Estados Unidos y la Santa Sede,
establecieron relaciones con el flamante gobierno. Fue entonces cuando surgió
Tito, veterano de la Guerra Civil Española, hombre de modestos orígenes y
afiliado a la Internacional Comunista durante su cautiverio en Rusia como
soldado imperial en el conflicto 1914-1918.
Josip Broz
organiza la resistencia contra Pavelić al frente de sus famosos
"partizanos" y, aprovechando las desinteligencias entre el jefe del
Estado Croata y sus aliados del Eje los lleva al triunfo final en 1945,
aniquilando en Bleiburg, Maribor y otros puntos a los restos del ejército
nacionalista, que desde tiempo atrás se batía no solo contra las huestes
"amigas" de Hitler y Mussolini.
Las viejas
organizaciones de la resistencia croata, no obstante, pudieron sobrevivir,
ramificándose por todo el mundo y han inquietado permanentemente los afanes
centralizadores de Tito.
El 15 de marzo de
1967, ciento treinta prominentes literatos y científicos croatas, muchos de
ellos comunistas, firmaron en Zagreb, su capital, un manifiesto exigiendo
-"el fin de la hegemonía servia y la plena soberanía de Croacia". La
respuesta fue una serie de "depuraciones" políticas y administrativas
en esta república que culminó días atrás con el cierre de la revista Praxis,
donde difícilmente se hubieran podido encontrar admiradores del difunto
Pavelić. Este murió en España a fines de 1959, víctima de las balas que le
dispararon en Buenos Aires unos desconocidos.
En este contexto,
el atentado del sábado último contra el vicecónsul de Belgrado, en Lyon seria
la carta de presentación de la renovada resistencia nacionalista croata, que
excede los alcances de su recordatorio patriótico del 10 de abril. El objetivo,
en definitiva, es que no se los olvide al desarrollarse el proceso de
redefiniciones que se abrirá en una Yugoslavia sin Tito.
Martín Allica
(Clarín, Buenos
Aires, 4 de abril de 1975.
(Publicamos este
artículo inspirado, por cierto, por la buena fe y el espíritu de amistad con la
causa croata por parte de su autor. Sin embargo debemos señalar que, de acuerdo
con las informaciones de las autoridades francesas que entienden en el asunto,
el atentado que movió a escribir al Sr. M. Allica, fue perpetrado por los
četniks servios. Hace poco, uno de los suyos fue matado en Bélgica por
parte de los agentes secretos de Tito y el atentado contra M. Djogović
deberla ser la venganza entre los que conocen sólo venganza y contra-venganza
durante siglos. Para despistar a las autoridades, los terroristas hicieron
volantes para acusar a los croatas —Ustacha— que deberían ser un chivo de
expiación eterna para los crímenes de los extremistas servios, cometidos contra
el pueblo croata retribuidos, posiblemente, por parte de "Ustacha".
Además,
Pavelić nunca fue profesor universitario y tampoco estudió en las
universidades extranjeras. Se recibió de abogado en la universidad de Zagreb,
allí ejerció su profesión y fue, en su calidad de hombre político, elegido en
1927 diputado nacional croata en la misma capital de Croacia, Zagreb. Después
de la matanza de las diputados nacionales croatas en
el parlamento de Belgrado en 1928, cuya víctima fue incluso el presidente del
partido campesino croata Esteban Radić, Pavelić se decidió a la
"acción directa". De allí surgió el movimiento de liberación de
Croacia "Ustacha" que más tarde desempeñará un papel histórico,
oponiendo la propia fuerza contra la violencia del ocupador serbio, aquí la
esencia del problema, mientras los demás aspectos quedan supeditados a muchos
intereses y de más variada índole. — Obs. de la
Redacción de S C.).
BELGRADO, 8
(ANSA). — El escritor yugoslavo Ivo Andric, falleció ayer en una clínica de
Belgrado.
El escritor, que
sufría de una grave enfermedad desde hace más de un mes, había empeorado en los
últimos días.
Considerado uno
de los dos mejores escritores yugoslavos de su tiempo —el otro es Miroslav
Krleza—, el nombre de Andric se hizo mundialmente famoso cuando en 1961 se le
concedió el premio Nobel de literatura. Sus obras —dijo entonces uno de sus
críticos— eran las propias de quien "tras asumir plenamente sus
responsabilidad supo tratar con inteligencia el material que la tierra, el
hombre y la historia natal ponían al alcance de su mano"
Andric —prefería
definirse antes que como un creador como un observador—nació en 1892 en Travnik
antigua capital de Bosnia, cuyo ambiente, en el que se mezclaban, sin
confundirse, católicos, musulmanes, ortodoxos y judios, debia proporcionarle
casi todos los temas de sus libros. Vivió más tarde en Sarajevo, donde están
datados sus poemas de juventud y, durante Ios años de la segunda guerra
mundial, en Belgrado, donde escribió sus principales novelas y narraciones.
Ellas, mezcla de crónica y de ficción, expresan el ensimismado horror de un
testigo de aciagos acontecimientos: guerras, persecuciones, masacres,
inseguridad, lucha por la supervivencia. Así su "Crónica de Travnik"
(1962), su "Crónica de Bosnia" (1963) y, antes, "El puente sobre
el Drina" (1945), "La señorita" y sus numerosos cuentos y
relatos breves, que aparecidos a partir de 1920, han sido celebrados por la
perfección de su forma y la fuerza de su expresión. Andric abarcó en su obra la
vida de Bosnia desde la llegada de los turcos hasta la actualidad, pero su
producción total pertenece a la literatura, antes que a la historia. Una
literatura sensualista a veces, tenebrosa otras y a menudo llena de horror y
desesperanza.
De "La
Nación", 9 de marzo de 1975.
IVO ANDRIČ
MURIO EN BELGRADO
BELGRADO, 13
(UP). — El ganador del premio Nobel de Literatura de 1961, Ivo Andric, murió a
los 83 años de edad, tras sufrir un derrame cerebral, informaron médicos del
hospital del ejército yugoslavo.
Era el único
yugoslavo que había logrado ganar el premio Nobel de Literatura.
Viajó extensamente
por el mundo y trabajó bajo una gran variedad de gobiernos. Pero sus crónicas
de su Bosnia natal daban una imagen intima de la
región, que despertaban sentimientos comunes en gentes de todos los países.
El símbolo y
título de su obra más conocida es "El puente sobre Drina", el gran
puente de piedra cerca de Visegrad, en Bosnia, construido durante el apogeo del
Imperio Otomano y que permaneció intacto bajo el régimen del imperio
austro-húngaro, la monarquía yugoslava y la actual administración comunista.
Andrić,
nacido en el antiguo pueblo musulmán * de Travnik en 1892, pasó gran parte de
su niñez en Visegrad, donde se encuentra el puente que le inspiró la novela
épica que le significaria el premio Nobel de Literatura de 1961.
Como muchos
jóvenes de su tiempo, Andric, que pertenecía a una familia pobre, sufrió
persecuciones y arrestos por su actividad contra del imperio austro-húngaro,
que administraba Bosnia antes de la Primera Guerra Mundial.
Educado en las
universidades de Zagreb, Viena, Cracovia y Graz, el escritor también era
miembro de la organización nacionalista revolucionaria "Joven
Bosnia", que planeó y perpetró el asesinato del archiduque austriaco
Francisco Fernando, el 28 de junio de 1914, en Sarajevo, atentado que
desencadenaría la Primera Guerra Mundial.
Este
trascendental hecho en la hostoria de la humanidad, que hizo concentrar la
atención mundial en Bosnia, es el punto culminan=e de la crônica de cuatro
siglos del puente sobre el río Drina.
Después de la
guerra, Andric entró en el servicio diplomático y sirvió en Roma, Bucarest,
Trieste, Budapest, Madrid y Ginebra. Al comienzo de la segunda conflagración
mundial, en 1939, era embajador de Yugoslavia en Berlín.
Durante la guerra
el escritor vivió en retiro en Belgrado, y durante la ocupación alemana de su
país no actuó en asuntos públicos.
Fue en ese tiempo
que produjo sus obras más conocidas, incluyendo la llamada Trilogía Bosniana,
que consiste en la novela "Miss", la "Crónica de Travnik" y
"El puente sobre el Drina".
La guerra civil
entre yugoslavos realistas y las fuerzas del mariscal Tito, que ocurrió durante
el conflicto mundial, hizo que las simpatías de Andric se colearan hacia los
comunistas.
Después de la
Segunda Guerra Mundial, los círculos literarios de Yugoslavia lo aclamaron como
el más grande escritor en la lengua serbio-croata. Andric era miembro del
Consejo Nacional, un organismo parlamentario.
A pesar de sus
años, nunca perdió contacto con su Bosnia natal, visitando a menudo la región,
especialmente Travnik.
("LA
Prensa", Buenos Aires, 14 de marzo de 1915).
* Según el censo
oficial de 1971 hay: 43,9% musulmanes; el 40,6% católicos y el 13,5% ortodoxos
servios).
Alicia Jurado es
en la actualidad una renombrada escritora argentina. Sus obras literarias y sus
artículos en la prensa porteña tienen su público. Ella misma se declara políticamente
como partidaria cie la orientación liberal. Claro, no tiene inconvenientes en
aceptar todos los elementos constitutivos del pasado argentino, donde el
catolicismo representa el eje alrededor del cual se ha estructurado la cultura
y la historia del país. Siendo el autor de estas líneas asiduo lector de los
escritos de Alicia Jurado, debe reconocer que a veces le parece que existe una
contradicción, un conflicto irreconciliable entre su posición general y algunas
enunciaciones suyas parciales.
Así, por ejemplo,
la muy estimada escritora en su artículo El Problema del Poder publicado en LA
PRENSA del 6 de mayo de 1975, nos parece, ha formulado ciertas ideas fundamentales
difícilmente conciliables con las de la orientación cultural, filosófica y
religiosa argentina. En efecto, refiriéndose al problema del poder en la
sociedad humana en conexión con el mismo fenómeno dentro del ámbito animal,
especialmente el de los monos, Alicia Jurado se identifica con la posición de
A. Huxley formulada en su novela "Isla". El artículo a que nos
referimos termina así: "Los habitantes de la isla feliz habían conseguido
mantener a raya las tendencias de los mandones con «diagnóstico precoz y tres
cápsulas rosadas por día, antes de las comidas». Sería más provechoso, sin
duda, que los esfuerzos de los investigadores se dedicaran a descubrir la
composición química de esas cápsulas, que a perfeccionar las armas nucleares;
una vez aplicada esa terapéutica preventiva, es casi seguro que las armas
resultarían innecesarias", concluye A. Jurado.
Nos parece que
aquí el remedio es peor que la enfermedad. La fabricación y el
perfeccionamiento de las armas nucleares es, o puede
ser, un grave mal. Se trata de asegurar así el poder del más fuerte en el mundo
y no del más justo. Pero alterar la naturaleza humana mediante castraciones
bioquímicas, nos parece, es todavía peor. La grandeza moral del hombre consiste
en poseer pasiones provenientes de su naturaleza biofísica y luego dominarlas
por motivos éticos y culturales, en general mediante la libre decisión. Allí
donde tenemos el comportamiento del hombre automáticamente "bueno",
es decir sin posibilidad de someterlo a los criterios éticos de una voluntad
libre, no hay más comportamiento humano. Admitidas las "cápsulas
rojas" hoy, mañana serán admitidas y recomendables negras, blancas o
verdes, variando substancialmente la naturaleza humana en su substrato
material. Y ¿entonces? Los nazis empezaron con castraciones sexuales. El mundo
civilizado los condenó. Ahora deberíamos proseguir ampliando métodos
repudiados. La moral humana y la perfección ética, sin campo de ejercicio,
pierden sentido. Sólo en el superar las fuerzas instintivas a la luz de los
valores superiores es en donde se hallan méritos y el sentido de la moral, el
derecho y la cultura en general. Si no, los nazis casi tenían la razón.
Reproducimos a
continuación el cuadro de los funcionarios del Partido, verdadero dueño
neofeudal del Estado comunista yugoslavo que actualmente rige la suerte de
aquella comunidad política:
Nacionalidad |
Comité Central |
Comisión
estatutaria |
Comisión
control |
Total |
Servios |
46 |
9 |
5 |
60 |
Croatas |
26 |
2 |
2 |
29 |
Eslovenos |
22 |
3 |
2 |
27 |
Montenegrinos |
22 |
3 |
2 |
27 |
Macedonios |
18 |
3 |
2 |
24 |
Albaneses |
13 |
2 |
— |
15 |
Musulmanes |
11 |
1 |
1 |
13 |
Húngaros |
4 |
1 |
— |
5 |
"Yugoslavos" |
2 |
— |
— |
2 |
Rumanos |
1 |
— |
— |
1 |
Eslovacos |
1 |
— |
— |
1 |
Turcos |
1 |
— |
— |
1 |
Totales |
166 |
24 |
15 |
205 |
Estos datos
proporcionados oficialmente por las autoridades de aquel país señalan que al
elegir a los integrantes del Comité Central del Partido y de sus organismos
auxiliares se ha tenido en cuenta "la estricta proporción nacional".
La afirmación es inexacta. El asunto es así: en los tres organismos, los
servios tienen 60 representantes y los croatas sólo 29. Además, para cercar
mejor a los croatas, la disposición de los representantes de las demás
nacionalidades fue efectuada en perjuicio del principio de proporción y en
favor de los servios y de los que gravitan hacia sus intereses. Así los
eslovenos están representados por sus 27 delegados, contra 29 croatas, a pesar
de que el total de la población eslovena es de 1.700.000 contra 4.520.000 de
los croatas. Los montenegrinos tienen igual número de representantes -27— que
los eslovenos, es decir sólo 2 delegados menos que los croatas, y su población
totaliza 508.000. Los macedonios a su vez, simpatizantes naturales de los
croatas, a pesar de su 1.595.000 almas, tienen sólo 24 delegados. Los
albaneses, también aliados potenciales de los croatas, cuentan con sólo 15
delegados, mientras que el número de su población es de 1.310.000. Los
musulmanes, croatas y procroatas, que tienen 1.730.000 de almas, cuentan con
sólo 11 delegados en ese organismo central. En síntesis: a pesar del
monolitismo partidario, el bloque servio-proservio tiene unos 34 funcionarios
más en el centro del poder que el bloque croata-procroata.
En consecuencia, los que están hablando sobre el pretendido ausentismo
servio en la Yugoslavia actual no conocen el asunto.
(1904 - 1974)
El año pasado el
Partido Campesino Croata festejó el 70° aniversario de su existencia. El papel
del Partido en la vida nacional es de importancia histórica. No solamente la
conciencia nacional moderna de las masas campesinas —el 85 % en aquel entonces
(1904)- sino también una concepción democrática, humanitaria y socio-política
está íntimamente ligada con dicho Partido. Esteban Radic, su líder indiscutible,
fue también el político más votado y más amado por su pueblo. Pero el murió a
tiros de revólver en el "parlamento" de Belgrado en 1928. Así murió
también la idea de una comunidad democrática entre los croatas y los servios,
porque fue un servio que disparaba casi impunemente. El comunismo de Tito
significa sólo una empeorada edición del despotismo servio monrárquico. Por
eso, el actual presidente del Partido —el Dr. J. Krnjević— vive en el
exilio. Apoyado por las organizaciones que gravitan hacia él con epicentros en
el Canadá y Bélgica, el Dr. Krnjević desarrolla la actividad en pro de la
liberación de Croacia. La Conferencia de la Seguridad Europea ha recibido
plausiblemente un Memorandum preparado por él; el Dr. M. Zorkin, presidente de
las organizaciones partidarias en el Canadá, consiguió la intervención de las autoridades
canadienses para liberar a un ciudadano canadiense de origen croata que fue
llevado ante el tribunal comunista de Tito al visitar a sus padres en Croacia.
"La Historia de la Humanidad", preparada por UNESCO, registra el
papel de este Partido ignorando la existencia de la Yugoslavia comunista. Esto,
y la atención que dedica esta obra a la cultura y politica croatas más que a la
de Servia, irrita a Belgrado. La verdad y valores auténticos deben triunfar.
Este partido, de una larga tradición democrática sigue siendo el instrumento
más idoneo en la lucha por la liberación de Croacia.
14 mil croatas
"inundaron" a Roma para festejar el Año Santo en mayo último pasado.
El encuentro de los peregrinos con su episcopado y el papa Paulo VI fue más
cordial que nunca. En el discurso del Pontífice fueron valuados la historia de
Croacia (XIII siglos) y sus mártires —eclesiásticos y civiles— de una manera
elogiosa sin precedente. Las estaciones de radio y televisión europeas
destacaron que el grupo croata fue el más numeroso de todas las demás naciones
hasta ese momento. L'Osservatore Romano dio gran relieve al hecho,
dedicándole su editorial y muchas fotografías en la primera página. The New
York Times informa acerca de la presencia de unos 10.000 croatas. La prensa
francesa e italiana habla de unos 14.000. Il Tempo, prestigioso diario de Roma,
dedica elogios a los croatas que llenaron la Basilicia di S. Pietro para
celebrar la Santa Misa con todos sus obispos en la presencia del Sumo
Pontífice. Allí pronunció Paulo VI su significativo discurso. Pero
significativo es también que ciertas agencias noticiosas internacionales o
silenciaron o tergiversaron el hecho. Si no se pasaba por alto, el
"fenómeno" croata se intentó hacer pasar envuelto en el nombre común
"eslavo".
-
El biólogo Julian
Huxley, ex primer director de la UNESCO, falleció el 15 de febrero del año en
curso. Se lo consideraba como uno de los biólogos más destacados de nuestro
siglo. Era integrante a la vez de una familia de biólogos, filósofos y
literatos de renombre mundial. El recién desaparecido científico era partidario
del monismo materialista, contrario al dualismo materia-alma y a la religión.
Hace uno 10 años hubo una vivaz discusión acerca de este tema entre él y su connacional
E. L. Mascall, profesor universitario y sacerdote católico, autor, entre otros
trabajos, también del libro "Cristianismo Secularizado". Con motivo
de esta discusión con eco casi universal, hubo voces en el continente europeo
que indicaban a Sir Julian como su sendero natural al que conduce a Moscú. En
efecto, entre el materialismo dialéctico y un monismo materialista mecánico y
políticamente liberal hay sólo una diferencia de método. Resta por saber ¿hasta
cuándo?
-
A los 83 años de
vida murió repentinamente en Viena -6/V/1975— el cardenal J. Mindszenty,
símbolo católico de resistencia al comunismo. Durante su largo
"exilio" en su Hungría, la política exterior del Vaticano marginó a
los dignatarios de su urdimbre "Ostpolitik" del cardenal Casaroli
sigue marginando a los tradicionalistas, tendiendo la mano a quienes se
excomulgaba hasta hace poco. ¿No toca, discretamente, la misma suerte a nuestro
cardenal Stepinac? Tempora mutantur...
-
"La Revista
Croata" cumple un cuarto de siglo de la existencia en el exilio. Apareció
en 1950 en Buenos Aires y sigue publicándose en München-Barcelona. Se ha
convertido en el órgano central de los escritores croatas literarios, políticos,
sociales, históricos, etc. Su segundo número "europeo" en París de
1967 fue destruido por la policía francesa a instancia de Belgrado. Seis años
después el Tribunal Administrativo francés reconoció el error y pronunció un
fallo dando la satisfacción moral al director de la revista, el Prof. V.
Nikolić, y cubriendo todos los gastos del proceso y el resarcimiento por
la destrucción gráfica de dicho número. Este fallo ahora definitivo hace honor
tanto a la Judicatura francesa como el reconocimiento de rectitud a la
"Revista Croata" y a su director.
-
Los profesores
Bogdan Radica y Christopher Spalatin de la Fairleigh Dickinson University y de
Marquette University, EE.UU., respectivamente, fueron distinguidos por las
instituciones mencionadas. En la Universidad mencionada en primer término
existe ya "The Bogdan Raditza History Award" que anualmente premiará
al mejor alumno de Historia. Spalatin a su vez recibió un diploma "for
teaching excellence" con un cheque de mil dólares. Los dos profesores son
croatas y colaboradores de la revista Studia Croatica.
-
El ex arzobispo
de Zagreb, actualmente prefecto de la Congregación para la doctrina de fe, el
cardenal F. Šeper, hace poco fue nombrado camerlengo del papa Paulo VI. Ahora
insisten rumores que el alto dignatario, a causa de su disconformidad con la
"Ostpolitik" del Vaticano, debería ceder sus posiciones a otro. ¿No
se trata aquí de la conocida práctica eclesiástica promoveatur, ut amoveatur?
Luis Stepinac,
cardenal croata, Edición "Ziral", Roma 1974, páginas 939 con 70
ilustraciones.
"Tomando
todo esto en consideración, especialmente el material probatorio del que una
parte mencioné aquí, mientras el resto lo conoce el tribunal, mi conciencia no
me permite ponerme de acuerdo con la proposición definitiva del fiscal.
"Los periódicos
publicaron en estos últimos días numerosos telegramas, pero yo les opongo no
sólo la declaración de los 150 sacerdotes de Zagreb, presentada al tribunal
desvirtuando la acusación del arzobispo, sino también oraciones de miles y
miles de feligreses del pueblo croata que en sus iglesias y hogares ya hace
algunos días, sin interupción vienen rezando y ahora mismo lo están haciendo
para que Dios le otorgue la liberación como el veredicto más justo posible.
"Yo también
en mi calidad de defensor propongo que el tribunal popular supremo se digne
liberar al acusado, el arzobispo Dr. Luis Stepinac".
Así nos
retrotraemos espiritualmente al año 1946, anotado en la dolorosa historia de
Croacia. Con estas palabras finales del abogado defensor —el doctor Ivo
Politeo— a cuyo cargo estuvo la defensa del arzobispo de Zagreb, más tarde
elevado a la dignidad de cardenal, se cierra un capítulo trágico más en la vida
de este hombre singular y para nuestres días tan excepcional. Las componentes
de dicho capitulo, por cierto múltiples y muy complicadas, pese a su carácter
prevalentemente religioso, llevarán al historiador concienzudo cuando se decida
a escribir y dedicar su pluma a la reciente época de la historia de Croacia
hasta la fecha 1' de diciembre de 1918, es decir a la fecha de la proclamación
de la unión de Croacia con Servia. Allí, según nuestra profunda convicción,
tienen comienzo tanto el caso humanamente trágico del cardenal como la
situación general de su pueblo croata en la actualidad.
El día 11 de
octubre de 1946 el arzobispo fue condenado a la pena de "privación de la
libertad con el trabajo forzado durante 16 años".
Esta condena
estaba ya preparada de antemano y fue proclamada por el tribunal, cuya tarea
consistió en "cumplir con la orden de cierta organización", como lo
dijo el arzobispo mismo a sus jueces. Conociendo bien todo esto, el arzobispo
Stepinac expresó en su corto y condensado discurso lo siguiente:
1")
"Personalmente no me defenderé;
2°) "Declino
(rehúso) toda posible defensa de abogados;
3°) "Contra
la condena, termine como terminare, no voy hacer recurso alguno, porque no veo
utilidad en el mismo como tampoco un sentido posible, porque es sabido que el
tribunal no pronuncia otro que el que quiso una bien determinada
organización".
Es evidente y
claro de qué organización se trataba. La verdad de lo que dijo el arzobispo
será confirmada más tarde tanto por parte de Tito como de Milovan Djilas,
conversando con el escultor croata Ivan Meštrović.
Tito en persona
dijo al mencionado escultor que el arzobispo croata fue condenado para
satisfacer a los ortodoxos granservios, mientras Djilas le dijo textualmente:
"Para decir verdad y con toda honradez —creo que no soy yo sólo que piensa
así— Stepinac es un hombre irreprochable, de carácter firme y que no deja
quebrarse. El fue condenado inocente...
Todo esto lo
conocía casi todo el mundo. Todos los elementos esenciales del proceso montado
contra el arzobispo, individualmente o en su conjunto, fueron publicados por la
prensa libre de Occidente. No obstante todo quedó así como se había previsto por
razones del oportunismo político. Después de 5 años de encarcelamiento en
Lepoglava, el arzobispo fue el 5 de diciembre de 1951
"condicionalmente" excarcelado y confinado en su aldea natal
Krašić, donde murió el dia 10 de febrero de 1960.
Sacamos estos
elementos que nos refrescan la memoria de la monumental obra del padre Aleksa
Benigar, recién publicada en Roma. Se trata de una obra muy bien documentada y
que ninguno que se dedique a la historia de la Iglesia Católica en Croacia,
empezando allí en 1943 y hasta nuestros días, podrá pasarla por alto, incluso
será indispensable para su trabajo. Especialmente será imprescindible para
quien se decida a estudiar la vida de esta gigantesca personalidad, que fue a
su tiempo el centro viviente de toda la vida religiosa, cultural, social y, en
una gran medida, de la vida política de Croacia. No como si Stepinac fuese un
hombre político o se dedicara a la política en el sentido común.
¡No! Su vida
intensamente religiosa — bonum difusivum sui— irradiaba espontáneamente la
entera vida de su pueblo, incluso la política, dándole la orientación
fundamental que radica en los valores éticos invariables. La existencia del
cardenal Stepinac fue muy agitada, pero profundamente incisa y guiada por la
voluntad y designios divinos. En una entrega total a Dios y a la fe de su
pueblo, él dedica todas sus fuerzas a los feligreses, enseñándoles en sus
innumerables pastorales, donde aconseja, pacifica, consuela, advierte, pero
también reprende y protesta siempre y cuando lo considere como deber en su
calidad de pastor de la grey confiada a su cuidado.
Los capítulos de
esta obra del padre Benigar "En el remollino de guerra",
"Stepinac en la Yugoslavia comunista", "Ante el tribunal
comunista" son especialmente conmovedores por la seriedad de los
acontecimientos que se describe y en los que Stepinac es la figura central,
protagonista y portador del peso de los acontecimientos. Sus cartas y sus
pastorales reflejan perfectamente aquella realidad. El arzobispo, en ellas,
interviene y ruega, advierte o con una necesaria decisión rehúsa o rechaza
haciéndose siempre protector de los perseguidos, defensor de los humildes y
aquel que recibe a los privados de sus hogares. En estos documentos se refleja
el alma del arzobispo. Una alma serena, cándida,
magnánima. No hay problema que agobiara al pueblo en aquellos tiempos,
especialmente durante la última gran guerra, que Stepinac no tocó a pesar de
tantos adversarios y enemigos, exponiendo su propia vida al peligro. No conocía
el temor cuando fue necesario exponer públicamente la enseñanza de la Iglesia
acerca del racismo. Haciéndolo, no tomaba en consideración que el
nacionalsocialismo estaba en el cenit de su poder. Igualmente no se sentía
atemorizado para emprender todo lo que estaba a su alcance en pro de la
protección a los ortodoxos. los que injustamente
fueron perseguidos, o judios objetivo principal de la persecución. El mismo
intrépido mostró el valor espiritual oponiéndose al materialismo comunista en
el peor de los momentos de la tiranía de Tito.
Stepinac fue en
aquella época la personalidad eclesiástica acerca de la cual se escribía y
discutía más que de ninguna otra. Su actitud, sus prédicas y sus consejos
fueron recibidos por muchos con entusiasmo, mientras otros los ponían en tela
de juicio.
La mayor parte de
su vida de arzobispo coadjutor la dedicó a la organización interna de su
diócesis, lo que continuó también una vez en el cargo de arzobispo efectivo,
fundando nuevas parroquias y propagando la necesidad de las organizaciones
laicas religiosas (Acción Católica).
Una personalidad
firme que amó la verdad por sobre todas las cosas, su comportamiento fue
consecuente y uniforme tanto en los contactos diarios con fieles o prójimos
como en el púlpito o las cartas pastorales. La verdad, la moral cristiana y la
comprensión general constituyen el fundamento inalterable de todas las
manifestaciones de la vida de este dignatario.
Una simplicidad y
un comportamiento humilde son dos características ulteriores de este hombre de
Dios. El secreto de toda estas virtudes reside en su fe: In Te, Domine, speravi
— Confio en Ti, Señor —, éste es lema de nuestro cardenal. Teniendo ante sus
ojos el ejemplo de Santa Teresa de Jesús, creyó y fue consciente el arzobispo
de Zagreb de que ninguna acción humana puede tener un efecto per-durable sin la
vida espiritual profunda y sentada en la fe. Stepinac en este sen-tido fue un
ejemplo vivo tanto para sus feligreses como para todos sus prójimos.
Estas virtudes
irradiaban lógica y espontáneamente de sus conversaciones con los más
encumbrados igual que con los más humildes. Hay ciertos detalles en su vida que
atraen la atención del atento lector de este libro: un gran amor para con su
madre, hacia los niños y la familia, pero por sobre todo un patriotismo sin
manchas de índole alguna. A pesar de su origen de una familia bastante
pudiente, un sentido y comprensión por la pobreza fueron altamente
desarrollados en él, tan altamente que todo lo que le pertenecía lo dividió
hasta el último momento de su vida con su prójimo.
La vida de cada
uno de los hombres es un gran misterio, casi indescifrable. Pero la vida de
Luis Stepinac, arzobispo de Zagreb, con todos sus sacrificios. su trabajo y un amor desinteresado hacia los hombres en
general, en una palabra, toda la vida de él es un secreto por sobre todos los
secretos, comprensible únicamente a Ia luz de .la gracia divina Así fue él y
así lo presenta en este trabajo de gran valor el padre Benigar. Si vale la
verdad de que el 95% de los libros que actualmente se escriben y publican es
absolutamente innecesario y sólo el 5% necesario, este libro tan documentado,
bien escrito, con seriedad, responsabilidad y el amor por la personalidad que
nos presenta, pertenece, a todo título, a este 5%. Un libro tan útil y
necesario a nuestra generación. Al terminar su lectura nos sentimos más fuertes
y más decididos para la constante superación de nuestras debilidades humanas;
más alentados y más tranquilos en nuestras inquietudes anímicas diarias. La
personalidad de un gigante espiritual nos atrae, nos serena, nos inspira
confianza y el valor necesario para enfrentarnos con todo lo maligno que se
anida en nuestras entrañas, en nuestra naturaleza tan íntimamente ligada con
las leyes fisiológico-materiales en desarmonia con la ley ética y el Amor,
única que nos eleva por encima del mundo animal y nos garantiza a todos un
porvenir más luminoso que debemos merecer. El ejemplo del arzobispo Stepinac es
un signo de la intervención divina en la oscuridad tan caracteristica para la
humanidad actual. La integridad de aquella "imagen del Pastor
Divino", como lo llamó el papa Juan XXIII, resplandece en este libro y
disipa su luz para todos los que quieran ver. La luz y el esplendor que no
conocen limites y a los que hay que abrir nuestros ojos y, sobre todo, nuestros
corazones. La editorial "Ziral" se hizo gran acreedora de todos
nosotros y, en primer término, de los croatas, al publicar este libro de
inmenso valor. Conmemorando el decimoquinto aniversario de su desaparición del
mundo visible, "Ziral" no pudo hacerle un mejor homenaje.
El gobierno
yugoslavo protestó ante las autoridades italianas por la publicación de la obra
del padre Benigar. Este paso yugoslavo tiene un doble significado: la verdad
quita al despotismo de Belgrado la tranquilidad y, todavía peor, ese despotismo
pretende trasplantar sus métodos policiales a Italia!
M. Rakovac
(Cultura de los
bosníacos - componente musulmana), Viena 1973, pág. 247 (Edición propia)
El Dr.
Balić, experto y relator para los asuntos orientales en la Biblioteca
Nacional de Viena, trata de presentar en forma íntegra las realizaciones
culturales del grupo de eslavos del Sur que en la actualidad se denominan
oficialmente "musulmanes en el sentido étnico", por lo que en croata
se escriben con mayúscula, o sea "Musulmanes". El autor parte de la
afirmación de que en la literatura sobre la cultura en Bosnia la componente
musulmana es marginada por completo, dejando la impresión que la época de
ocupación turca de Bosnia, desde el siglo XV hasta fines del siglo XIX,
representa, en lo cultural, una época de atraso y oscuridad. Esta impresión se
debe al poco conocimiento del acervo cultural que nuestros antepasados de
religión mahometana han legado, no solamente a su propio país, sino también al
mundo musulmán en general.
A fin de cumplir
con su propósito, el autor ha esbozado un amplio plan para abarcar todas las
expresiones culturales de los musulmanes bosníacos. Por lo tanto, su obra
comprende las siguientes secciones: A) Introducción; B) Cultura popular; C)
Cultura de tipo escolar (cultura avanzada); D) Cuadro sinóptico del
desenvolvimiento actual; E) Conclusiones; F) Resumen en alemán; G)
Bibliografía; H) Registro de personas. e I) Ilustraciones
(13 tablas).
En la
introducción el autor describa los pocos testimonios existentes de la cultura
en Bosnia con anterioridad a la conquista turca: iglesias católicas en
Bihać y Srebrenica, de estilo gótico, por ejemplo, convertidas en
mezquitas; misal del príncipe Hrvoj (1399); Evangelio de Hrvoj (1404), con
excelentes ilustraciones; el intercambio cultural con los vecinos,
especialmente con el litoral croata, etcétera.
La cultura
popular la trata desde un doble enfoque: espiritual y material. En aspecto
espiritual de la cultura comprende en primer término la poesía popular que se
compone de poemas heróicos, cuyos iniciadores han sido cantores y poetas
residentes casi siempre en las sedes de "agas" y "bajás"
que fomentaban este arte, y de poemas líricos, cuya expresión más cabal son las
"sevdalinke", de carácter amoroso y finos sentimientos líricos en su
mayoría que se cantan en ocasiones alegres y tristes por igual, con o sin
instrumento. Un ejemplo de aceptación, diríamos, universal de la "sevdalinka"
lo testimonia la película alemana "Die letzte Brücke" (El último
puente), donde el fondo musical es la canción "Kad ja pojdoh na Bendbašu
("Cuando me fui a Bendbaša"). Dentro de los poemas líricos, le
corresponde un lugar especial a las baladas, que recitan. La primera balada
musulmana que entró en el ambiente cultural occidental es la
"Hasanaginica" ("La mujer de Hasan-aga"), la que publicó
por primera vez Alberto Fortis, en 1774, en su obra "Viaggio in
Dalmazzia". Esta balada, declamada en el dialecto "ikavski", por
lo que pertenece al acervo lingüístico croata, ha sido traducida a varios
idiomas repetidas veces. En la página 147/7 el autor nos proporciona un resumen
de las traducciones por países y autores, a saber: al checo, 4 veces; al
inglés, 15; al francés, 15; al latín, 1; al húngaro, 1; al malayo, al alemán,
40; al polaco, 7; al ruso. 5: al esloveno, 3; al sueco, 1, y al italiano. 2.
¡Al turco, árabe y persa no ha sido jamás traducida!
El autor
reproduce en forma íntegra, o en parte, otras bellas baladas como "Majka
Bajrambegovica" ("La mujer de Bajram-bey cual madre") y
"Omer y Merirna" que representa la variante bosniaca del amor clásico
de "Romeo y Julieta".
Las demás
componentes de la cultura popular espiritual son: la música popular, en la que
a pesar de las influencias orientales los elementos principales permanecieron
autóctonos; los cuentos populares, como por ejemplo los cuentos cómicos de
Nasrudin-hodža, y el arte dramático popular, en el cual el más representativo
es el teatro de sombras, llamado Haradjoz (Qaragõz), al igual que su personaje
central, y parecido al teatro de títeres.
El aspecto
material de la cultura popular está representado por el arte popular decorativo
en metal y madera, especialmente en la confección de armas, profusamente
decoradas con filamentos y grabados, y por la cultura habitacional, la que el
autor explica a través de sus tres tipos principales: "kula"
(castillos fortificados), "ćardak" (castillo, sede de la familia
del bey) y odiak" (sede de familias pudientes; en realidad, un čardak
con altas chimeneas y con una "manzana" de madera o metal que indica
que el transeúnte encontrará alojamiento gratis). Comparando con las relaciones
habitacionales en la vecina Servia, la cultura habitacional bosniaca de la
época turca representa un verdadero adelanto, dice el doctor Balić.
La segunda parte
de esta obra trata de la cultura de tipo escolar, que comprende sus
manifestaciones literarias a través de las épocas osmanlí, austríaca,
yugoslava, croata (1918-1945) y actual.
El autor presenta
la época osmanli en forma extensa, primero bajo el aspecto de la cultura
espiritual y después de la cultura material, lo que no será igual al tratar las
épocas posteriores.
Disertando sobre
el significado y la ubicación de la componente oriental en la literatura de los
eslavos del Sur, el autor sostiene que es científicamente insostenible la
desfavorable evaluación de su acervo cultural durante la época osmanlí.
Mientras, con razón, se niega a la literatura servia de la época el carácter de
letras, por ser exclusivamente de índole religiosa y mística, la literatura
bosniaca es, además, histórica, lingüística, filosófica, poética, etcétera,
obras qua según todos los criterios constituyen letras en el verdadero sentido
de la palabra. Por ello, el autor, en cierta manera critica la opinión de Salko
Nazečić, en la Enciclopedia de Yugoslavia, de que "cuatro siglos
de dominación turca trabaron completamente todo progreso económico y
cultural". Por la tanto, según el autor, el esclarecimiento del pasado
osmanlí no es solamente una necesidad científica, sino también un aporte para
la eliminación de supersticiones y prejuicios nacionales.
Su crítica en
este sentido se dirige en especial contra el premio Nobel Ivo Andrić,
quien había concebido sus conceptos acerca del atraso intelectual y moral de
los "turcos bosníacos" como un descubrimiento científico, ya que
escribió en este sentido su tesis doctoral en la Universidad de Graz, en 1923,
y la incorporó, apenas un poco modificada, a sus dos obras princnpales, Na
Drini ćuprija ("El puente sobre el Río Drina") y Travnička
kronika ("Crónica de Travnik").
El propósito de
esta obra también es proporcionar un panorama de aportes culturales de los
bosníacos en los idiomas orientales. En efecto, entre 1463 y 1878 los bosníacos
han dado al Imperio Osmanli. Mientras, con razón, se niega a turco, árabe y
persa. La época más fructífera en el campo literario de los bosníacos
corresponde al período en que el Imperio se encontraba en la cúspide de su
poderío (1544-1683). Por razones religiosas los bosníacos dedicaron mucha
atención al idioma árabe, adoptando el alfabeto árabe hasta para anotaciones en
el idioma materno, o sea, en croata. Esta clase de literatura se llama
"aijamiado" o "alhamiado", lo que es una derivación
española del árabe "al-agami" (ajeno), es decir, literatura ajena.
Una discriminación de los escritores según el idioma de que se sirvieron
(turco, árabe, persa) y una lista de escritores y poetas por orden alfabético,
con datos biográficos de cada una y de sus más importantes creaciones, da la
pauta del enorme aporte de los bosníacos a la cultura islámica en general.
La epistolografia
como rama literaria no está suficientemente investigada. Sin embargo, el autor
cita algunos ejemplos, como los fragmentos de la correspondencia del Orner bey
Begzadić, del siglo XVII, con los ragusinos (Dubrovnik).
Dada la
floreciente poesia popular no se sintió mayor necesidad de una poesia
artistica. Creada sobre la base de ia métrica árabe y escrita con letras árabes
adaptadas al idioma croata —"arabica" esta literatura es la ya
mencionada "aljamiado-literatura". El poema más antiguo en esta
categoría data del año 1588 ó 1589 y es de un tal Mehmed, que en aquel entonces
vivia en Transilvania. Está escrito en "ikavski" y se titula "El
poema croata". Es de carácter amoroso-reflexivo, lo que es una rareza pues
la mayoría son de índole religiosa, moral, humana y, en menor medida, política,
y muy pocos de carácter amoroso. Varias páginas dedica el doctor Balić al
poeta Muhammad Uskufi Hawai, el más importante de
"aljamiado-literatura", cuyo poema de 100 versos, dirigido a los
cristianos en Servia, ha provocado, por mala interpretación, distanciamientos.
En efecto, cada una de las veinticinco estrofas termina con el verso
"Hod'te nami vi na vira!", lo que los
servios interpretaron coma incitación a abrazar el Islam ("Vengan a
nosotros, a nuestra religión") en vez de interpretarlo con este sentido:
"Vengan a nosotros, palabra de honor!" También este poema está
escrito en "ikavski", dialecto propiamente croata, aunque el poeta
mismo suele llamarlo "bosníaco".
Un capítulo
dedica el autor a las bibliotecas islámicas públicas, de las cuales una
treintena fundaron los bosníacos. La más importante fue la Gazi Husrevbegova,
fundada en 1537 en Sarajevo. La biblioteca particular del
erudita croata Dr. Safvetbeg Bašagić, especialmente su rica colección
oriental, se encuentra en la biblioteca de la Universidad de Bratislava, adonde
fue vendida. A fines del siglo XVIII en Sarajevo hubo cinco bibliotecas publicas y doscientas bibliotecas privadas.
Después del
aspecto espiritual anterior-mente descripto de la cultura de tipo escolar, el
autor nos proporciona un cuadro del aspecto material de la misma al describir
ias principales características de la arquitectura y de las artes plásticas
(gráficas) en Bosnia.
En lo que atañe a
los edificios, la mayor atención la merecen las mezquitas, lo que no debe
entrañar sabiendo que durante el lapso de 52 años en que el cargo del gran
visir estaba en las manos de los musulmanas bosníacos éstos levantaron en su
patria y en todo el mundo musulmán, especialmente en Istambul (Constantinopla),
mezquitas artísticamente decoradas y magnificamente dotadas. En 1958 había en
Bosnia 946 mezouitas, de las cuales unas 30 tenían cúpulas, siendo diez de un
valor artístico apreciable. "Medrese" (escuelas), "tekije"
(casas de los "derviš" para los actos religiosos —la primera fundada
antes de 1463—) y mausoleos completan la descripción y enumeración de los
edificios sacros. Las construcciones de puentes, de desaparecidos
"karavan-saraji" (albergues para las caravanas),
"bezistani" (mercados techados —solamente en Sarajevo existen hoy—),
"sabat kule" (torres reloj), acueductos, baños y bebederos, sobre
todo, las "imareta" (cocinas públicas gratuitas cerca de las
mezquitas más grandes) complementan el cuadro de los edificios o estructuras
profanas justamente con los nombres de los principales arquitectos y mecenas.
El rubro
"Artes plásticas" (likovna umjetnost) el autor lo inicia con la
aclaración de que, debido al gran significado dei Corán en la vida de los
musulmanes, las letras arábigas y su formación artística pertenecen a las ramas
más elegantes del arte de Oriente. De ahí el gran número de calígrafos y
miniaturistas bosniacos. El autor menciona 234, indicando sus trabajos
principales y el año de deceso de cada uno. Entre otras fuentes para realizar
tan minucioso trabajo, el autor destaca la obra del Dr. Savfet Bašagić Los
ilustres croatas bosníacos en el imperio turco (Zagreb 1931) y la obra de
Djoko Mazalić El arte pictórico en Bosnia y Herzegovina durante la
época turca (Sarajevo 1965). Sobre la base de estos datos el Dr. Balić
refuta enérgicamente ciertas aseveraciones de que el Islam prohibe las artes
plásticas.
En la última subdivisión
de la sección "Cultura avanzada" el autor proporciona un cuadro
sinóptico de la literatura antigua de Bosnia en el mundo, a traves de una
nómina de autores cuyas obras han sido traducida del árabe y turco al inglés,
francés, alemán,húngaro, rumano, ruso y croata. El
rubro siguiente proporciona el cuadro, un tanto incompleto, de los escritores
bosniacos de la escuela osmanli y de sus obras publicadas en idiomas
orientales.
Carácter
enciclopédico reviste el capítulo dedicado a las creaciones culturales en
Bosnia durante la época austríaca, o austro-húngara (1878 - 1918), en que se
manifiestan los primeros cautelosos pasos hacia la modernización y
europeización de la literatura en las obras de los conocidos: Mehmedbeg
Kapetanović-Ljubušak, Sevfetbeg Bašagić, Edhem Mulabdić, Osman
Nuri-Hadžić y Musa Čazim Čatić. Del exiguo rubro sobre la
literatura memorial se desprende que el autor está en posesión del manuscrito
de 727 páginas de memorias de Ademaga Mešić, destacado filántropo y
mecenas de ciencias y de artes, fallecido en 1947.
La época
yugoslava y croata (1918-1945) el autor la trata someramente, enumerando a los
escritores que habían alcanzado cierta reputación literaria, mientras que la
época actual, o sea el desarrollo cultural después de la segunda guerra
mundial, la describe extensamente a través de las secciones: literatura, arte
pictórico, arte dramático y teatral, música y folklore, y la actividad
científica bajo el aspecto de ias ciencias humanísticas, naturales y técnicas.
En el capítulo dedicado al periodismo el autor registra 80 periódicos y
revistas bosniacos, que en una época u otra se publicaban en Sarajero o en
otros centros culturales nacionales o extranjeros.
Por fin, en sus
conclusiones constata que las indagaciones efectuadas hasta la fecha han
demostrado que la parte de la población de Bosnia que en los siglos XV, XVI y
XVII abrazó el Islam ha sido portadora y creadora de valores culturales,
continuando en cierto grado su tradición preislámica y llevando estos valores
culturales más allá de las fronteras nacionales hacia otras partes del Imperio
Otomano, sin que ello signifique valoraziciones sobre la base de criterios de
orden internacional.
Los análisis
realizados en esta obra y las conclusiones que de ellas emanan nos indican el
camino —dice el autor— que tenemos que seguir para intentar una respuesta a
tres importantes preguntas relacionadas con la esencia y el desenvolvimiento de
la cultura musulmana bosniacas:
1) ¿Existe una
relación genética entre la herencia cultural bogomila y bosniaco-musulmana?
El autor sostiene
la existencia de tal relación, basando su afirmación en la viva participación
de los bosníacos islámicos en la literatura mística y en la filosofia gnóstica.
También revelan la presencia de la tradición anterior las casas (tekija) de los
"dervish", que han sustituido las "hìža" de los bogomiles,
y la erección y ubicación de los cementerios.
2) ¿ Cuál es la relación de esta herencia cultural con las
demás componentes de la cultura bosníaca?
No existen
vínculos directos, aunque esporádicamente llegan a encontrarse la componente
musulmana junto a las demás componentes bosniacos, la croata católica, por
ejemplo, en la selección de temas (bíblicos, filosóficos e históricos), en la
forma de pensar y en el estado de ánimo. Lo autóctono en la poesía popular
guarda estrecho vínculo con la poesía "aljamiado", haciéndola así
también autóctona, manifiesta el autor.
3) ¿En general,
hasta qué punto se justifica hablar de cultura musulmana bosníaca?
El autor da
respuesta a esta pregunta con la aseveración de que en lo que hace al tipo
avanzado de ia creatividad cultural la misma pertenece al ámbito de la
civilización islámica, sin que ello excluya la calificación de nacional. Por
sus portadoras, estas creaciones culturales son, sin lugar a dudas, una
herencia bosníaca.
La presente obra
ha sido ya publicada en forma más sucinta en el simposio Croacia: Land, People,
Culture, tomo II (Toronto 1970), con el título "Cultural Archivementes of
Bosnian and Herzegovinian Muslims", y como tal fue reseñada en Stndia
Croatica, Vol. 46-47, 1972, pág. 215/6. En su forma actual revela la amplitud e
importancia del tema, capaz de entusiasmar y cautivar a un historiador de
cultura durante toda su vida, sin haber proporcionado nada más que un esbozo del
temario para los futuros investigadores de la cultura en Bosnia y Herzegovina.
Milan
Blažeković
Biblioteca
Franciscana (Ancona), 1974, pág. 471.
Fray Dionysius
Vicente Lasić es un franciscano croata, profesor en la universidad central
franciscana —Anthonianum— en Roma. Nació en Hercegovina, cerca de široki
Brijeg, localidad que contó con el colegio clásico franciscano, monasterio,
seminario, iglesia monumental y hogar para los alumnos externos. Estas
instituciones y edificios fueron quemados o semidestruidos por los comunistas
de Tito al finalizar la última guerra mundial. Por eso esa localidad es
considerada hoy como el Cassino croata. El padre Lasić tuvo que quedarse
en Roma, donde actualmente desarrolla una actividad múltiple como sacerdote,
profesor y escritor, al igual que muchos de sus compatriotas en otros lugares
del mundo libre.
Se destacó por su
austera vida seráfica y su erudición y las autoridades de su Orden le confiaron
la enseñanza de la doctrina ascética, cultivada intensamente también por los
franciscanos durante siglos.
Después de su
obra Theologia Perfectiva, Roma, 1956, páginas 400 y tantas otras monografías y
artículos publicados en revistas especializadas en teología y filosofía, ésta
es la segunda gran obra científica del padre Lasić. En ella el autor,
además del talento teológico, evidencia también la vocación de un historiador
acabado. Ante la solicitud del renombrado historiador croata, doctor D.
Mandić (ver S C. volumen 50-51, 1973, págs. 120-126 y 127-131, dos
artículos de D. Žanko y de M. BIažeković, respectivamente) de que le
hiciera llegar desde Roma a su residencia en Chicago la fotocopia de la obra
"Dialogus contra hereticos bosnenses", de San Jacobo de Marchia, el
padre Lasić, al no poder encontrarla en ningún manuscrito, se dedicó al
estudio del caso. Después de largas y detenidas investigaciones terminó esta su
obra en latín, preparada con criterio estrictamente científico.
San Jacobo de
Marchia era un franciscano italiano, uno de los famosos predicadores y
especialistas en las cuestiones teológicas de aquella época (1394-1476), que la
Curia Romana, de acuerdo con las Ordenes religiosas, enviaba
a propagar el cristianismo e impedir la divulgación de la doctrina herética en
varias partes del mundo. Luego de efectuar intensa actividad en Alemania,
Bohemia y Hungría, el mencionado predicador llegó también a Bosnia para luchar
contra el patarenismo o bogumilismo en aquella provincia croata que se había
constituido en aquel momento histórico en el reino independiente.
Esta obra de
Lasić —además de interesar a los especialistas —es de importancia para la
historia religioso-cultural croata—. En la obra de San Jacobo — Itinerrarium—
no se sabe a ciencia cierta si fue escrita exclusivamente por él o la hizo en
colaboración con otros, especialmente con San Juan Capistrano, hay una precisa
comparación entre la doctrina de un cristiano romano y un patereno bosniaco que
nos permite ver exactamente los errores doctrinarios y da creencia de aquella
secta cristiana. Allí se menciona también algunos lugars de Bosnia: Sutjeska,
Fojnica, Visoko. Mostar, Gabela, etc. —como también algunos ríos y lagos:
Neretva, Crna Rijeka, etc.—, por donde pasaba y
actuaba el santo. En uno de los monasterios franciscanos que contribuyó a
edificar se asegura que una de las piezas fue de él y Ia otra del padre Angel
Zvizdović. a quien tocó la suerte de enfrentar al
sultán turco Mehmed el Fatih, que conquistó a Bosnia, pero que, a petición de
Zvizdović, aseguró a los franciscanos croatas y a la población católica un
"modus vivendi" tolerable por mucho tiempo. Más tarde, en los
seculares choques y guerras entre el Cristianismo y el Islam. Ia situación
empeoró y trajo una doble consecuencia negativa: una gran parte de la población
croata de Bosnia abrazó el Islam y se alistó en las tropas victoriosas y
conquistadoras otomanas y la otra, la católica, formó parte de los ejércitos
cristianos conducidos primero por jefes croatas propios y luego por húngaros y
austríacos, lo que vulneró considerablemente la unidad espiritual y nacional
del pueblo croata, impacto que se siente hasta el dia de hoy. Además de esto,
las continuas luchas armadas, que duraron cuatro siglos, costaron al pueblo
croata millones de vidas, tanto por las batallas como por las emigraciones a
los países cristianos limítrofes con Croacia o al interior del imperio turco.
La obra de
Lasić está escrita en latín eclesiástico y preparada gráficamente en forma
pulcra y esmerada.
Franjo
Nevistić
(Por qué Croacia?) Edición del autor, Cheltenham, Victoria, Australia, pág.
51, sin indicación de año.
Es natural que
todo grupo de inmigrantes que goza de libertades cívicas y de cierta seguridad
económica en la nueva patria adoptiva comience, tarde o temprano, a actuar
también políticamente. Con ello trata de ganar amistades de personas o de
agrupaciones de igual o similar idiosincrasia política e ideológica en general.
Por otro lado y por las mismas razones, dicha inmigración se hace objeto de
enemistades, de desconfianza o de indiferencia por parte de las corrientes
opuestas en el mismo ambiente. En el nivel gubernamental, empero, no existe
gobierno alguno al que le agradaría la actividad política de grupos de
inmigrados fuera de los límites por él marcados. Traspasados éstos, los
infractores se hacen pasibles de medidas de rigor de acuerdo con las relaciones
políticas y diplomáticas existentes con el gobierno de la patria de origen de
sus nuevos ciudadanos o simples moradores. Además, resulta lógico —y éste es el
caso de todos los emigrados en el mundo— que el Estado contra el cual la actividad
de sus emigrados podría ser dirigida, trate de neutralizarla. Sus agentes
siguen toda la actividad de esta gente, trata de localizarla y denunciarla y,
esto ocurre a menudo, liquidar a los integrantes de la misma. Con el correr del
tiempo, esta táctica toma otras y más pérfidas formas de acción. Tal lo que
caracteriza la acción antiyugoslava de los croatas en el exterior y aquella de
los agentes secretos del gobierno yugoslavo. Esta nueva táctica es visible
especialmente después del fracasado intento de liberalización de Yugoslavia,
cuyos protagonistas fueron los comunistas croatas. En efecto, ahora se trata no
de seguir pautas de la eventual actividad subversiva de los emigrantes, sino,
disfrazados de indomables adversarios del régimen, tomar parte en ella,
organizarla, conducirla y entregar a los engañados idealistas croatas a manos
de sus verdugos.
Este hecho
agrava, y a veces imposibilita distinguir, cuándo se trata de actos genuinos de
la emigración, cuándo de los que realmente emprenden los agentes del gobierno
comunista yugoslavo, infiltrados en las filas de la emigración croata. Esta
dificultad produce confusión e interpretaciones contrarias, también dentro de
las fuerzas activas de la emigración croata, de acuerdo con sus conveniencias
políticas o no del momento. Por eso, el fantasma de la infiltración cuelga cual
espada de Damocles sobre cada acción de la emigración croata. Desconfianza e
inseguridad caracterizan, como consecuencia de esta pérfida acción enemiga, el
ambiente emigratorio, tanto en la relación entre sus miembros como entre ellos
y el ambiente y el gobierno de sus nuevas patrias.
Con tales
problemas e incertidumbres debe haberse enfrentado Douglas Darby, miembro del
Parlamento de New South Wales y presidente del Comité de Naciones Cautivas del
mismo Estado desde 1968, cuando se propuso llamar la atención de sus
conciudadanos sobre el peligro para Australia de la infiltración comunista,
exponiendo el trato del cual fueron objeto los inmigrantes croatas en Australia
con motivo de la explosión en la Agencia Turística Yugoslava en Sydney —el 16
/9/1972— y, en especial, con motivo de la visita a Canberra del ministro
presidente del gobierno yugoslavo, Eijedić, en marzo de 1973. De ahi el
titulo del presente opúsculo: "¿Por qué Croacia?"
Gracias a sus
numerosos contactos con diversos grupos de inmigrantes croatas en Australia,
Douglas Darby, autor de varias obras de tono anticomunista, se convirtió en un
bastante buen conocedor de la historia y de la problemática nacional croata en
la actualidad. Lo demuestra el presente opúsculo, a pesar de algunas
insuficiencias respecto de ciertos hechos históricos. En realidad, esta obra
representa una apologia de la causa croata a veces en forma polêmica y
sacárstica. Por ello, basándose en obras en el idioma inglés sobre la gran
tragedia de Bleiburg (Operation Slaughterhouse, por Ivan Prceia y Stanko
Guldescu; Massacre of the Croatian Army in 1946, por Oton Knezović, y In
Tito's Death Marches and Extermination Camps, por Joseph Hećimović)
reprocha a Miss Phyllis Auty, autora de la obra biográfica Tito, su parcialidad
diciendo: "Ella se aniquila a si misma como historiadora cuando en su obra
ni siquiera menciona lo ocurrido en Bleiburg" (pág. 18).
Los primeros
siete capítulos de la obra tratan de la historia croata, haciendo interesantes
parangones con ciertas épocas de la historia inglesa, especialmente abarcando
las épocas de la convivencia con otras naciones hasta el "Exodo de
1945"; los siguientes tres capítulos describen los sucesos en Australia y
el triste papel de los senadores Murphy y Turnbull al organizar ia persecución
de los croatas con motivo de la visita de Bijedić, mediante medidas que
convirtieron provisoriamente a Australia en un Estado policial para los
australianos de origen croata. En el capítulo "Ei enigma Australiano"
critica severamente al gobierno australiano por su falta total de energía al
tratar el asunto de los ciudadanos australianos Vejsil Kekić, Djuro Horvat
y Mirko Vlasnović fusilados en Yugoslavia, imputándoseles el intento de
invasión de Yugoslavia, lo que organizó la policía secreta yugoslava. Douglas
Darby describe el suceso de la siguiente manera:
"En el
verano de 1972 algunos integrantes de la policía secreta yugoslava, actuando
como miembros de la organización clandestina de liberación croata, encontraron
a un grupo de jóvenes croatas australianos en Austria. Después de intercambiar
confidencias, apareció un camión. Bajo la impresión de perspectivas favorables
para un levantamiento espectacular, se les adhirieron otros. Instigados por sus
nuevos amigos se dirigieron hacia las montañas de Bosnia a 300 millas de
distancia, esquivando a los puestos de control fronterizos y eludiendo a las
ciudades.
"No se
dieron cuenta de que habían sido detenidamente observados todos aquellos que
los saludaban pasando por las aldeas. Estos desgraciados habrán recibido muy
pronto la visita en la madrugada, para ser trasladados a prisión a los efectos
de preatar declaración con el fin de identificar con facilidad a los reales o
potenciales revolucionarios domesticos —como se los suele llamar—.
"En la
región de Bugojno, donde pararon para efectuar reconocimiento, el grupo
australiano empezó a desconfiar Todo resultó tan fácil y hubo situaciones, poco
claras. Comprendieron que habian sido engañados. Decidieron huir. El chofer,
que hasta entonces había sido tan amable con ellos, se opone y lo matan. Con
una rapidez sorprendente aparecen helicópteros armados y numerosa infantería.
Luchas esporádicas sobre una vasta región se llevaron a cabo por un tiempo
considerable".
El autor dice que
esta maniobra reveló a la policía secreta yugoslava que toda Croacia está
potencialmente preparada para levantarse y que una bien organizada y dirigida
guerrilla de invasores podría contar con éxito. Por lo tanto, opina autor, no
hay que sorprenderse de que el señor Bijedić haya tratado que el gobierno
australiano actuara como agente de Yugoslavia en el descubrimiento (pesquisa)
de la eventual actividad croata antiyugoslava en Australia". Ei señor
Whitlam, por mucho que quisiera prestar su apoyo, no pudo convertir a Australia
en un Estado de tipo policial, al que Bijedić está acostumbrado. Si el
gobierno australiano va a tratar oficialmente a los emigrantes croatas de la
manera como espera el señor Bijedić —sigue argumentando el autor—
proporcionará mayor ímpetu a la infiltración comunista en las filas de la joven
generación croata con el propósito de convertirla en «quinta columna» de sus
fuerzas de asalto para la toma del poder en Australia — the take-over of
Australia. Lo lograrán, dice el autor, calumniando a los padres de la joven
generación croata en Australia que lucharon por la independencia de Croacia,
tildándoles de "ustashas" y fascistas, por un lado, encubriendo sus
horrorosos crímenes, especialmente el de Bleiburg, por el otro.
La "acción
Bugojno" el autor no la conecta ni con el plan "Polarka"
(recientemente descubierto por el general checo J. Šejna) ni con el juicio
iniciado en Zagreb, en 1972, contra los protagonistas de la "primavera
croata". Douglas Darby escribió su obra en defensa de los croatas de
Australia, víctimas de una campaña de odio y terror inspirada por los
comunistas en Australia. Por ello, en su último capítulo —"La conclusión
es la libertad"— propone: "1) El gobierno de Australia no debe acatar
las recomendaciones del gobierno yugoslavo contra los croatas, puesto que
traicionaría sus propios principios fundamentales. 2) A pesar de las relaciones
diplomáticas existentes, Australia debería poner claramente de manifiesto su
parecer: tendría que ponerse en práctica la autodeterminación de los croatas y
su separación de Yugoslavia si así lo quieren. 3) Australia debe reconocer que
Croacia quiere ser libre y que en ello debe apoyarla, "pero sin ninguna
actividad terrorista contra las agencias yugoslavas en Australia y sin
preparación de acciones militares de cualquier clase en cualquier lugar que
sea". (Pág. 50).
Con esta última
recomendación el autor admite su propia incertidumbre respecto a quién es
realmente el autor de algunos actos terroristas a los que hemos aludido
incialmente.
Respecto de
algunas incongruencias históricas, hay que lamentar la evidente falta de
cooperación entre los intelectuales lugareños croatas y el autor, de
indiscutible buena voluntad, previa a la redacción definitiva de un libro, pues
no es posible que tenga cabida en la presente obra una frase como ésta:
"En el año
1861, un grupo del parlamento croata conducido por Ante Starčević,
declaró que Croacia debe ser una nación independiente, y se constituyó
efectivamente una organización clandestina" ("...and an undercover organization
was effectively constituted", pág. 8).
¿De dónde extrajo
Douglas Darby este falso dato? No lo sabemos. Pero si sabemos que existen
dentro del servicio secreto yugoslavo reparticiones encargadas de difundir
mentiras históricas con fines políticos, o sea, de difamación política. Pues ¿quién suministró a Jo Franahal, autor del artículo
"Terreur sur les Balkanes — Trois generations de conspirateurs" (L'Histoire
Pour Tous, N° 15, 15/7/1961, París) datos para una mentira histórica como
ésta:
..L'agitateur
croate Starchevitc' i fonda un groupe terroriste, le Parti du Droit, dont le
programme ne visait rien de moins qu'à créer un vaste État Croate, englobant
tous les territoires situés entre l'Allemagne et la Grèce. Le caractère
outrancier de cette doctrine ne lui attira pas un grand nombre de partisans,
mais ceux qu'il allia étaient tous de fanatiques qui n'hésitaient pas à
utiliser la bombe et le poingnard pour propager leur idées". (Por más
detalles al respecto, véase el artículo "El Dr. Ante Starčević
en las recientes publicaciones francesas", Studia Croatica, Vol.
36-37, 1970, págs. 59/62).
La precedente
cita no contiene ni una frase, ni una sola aseveración rescatable siquiera como
semi-mentira. ¡Todo es mentira sin reserva!
De manera
parecida, y a pesar de la literatura precedentemente enumerada en inglés sobre
el exterminio de croatas en 1945 y, más aún, a pesar de numerosas descripciones
de los sucesos históricamente correctas, en las páginas 26 y 27 del capítulo
"Exodus" los distintos episodios de la retirada y extradición se
mezclan entre sí y se presentan de tal manera que todos los factores
intervinientes —los representantes croatas que ofrecieron la rendición, el
general inglés que no la aceptó y los comandantes partizanos culpables de la
matanza— parecen por igual, buena gente. ¡Todos un tanto ingenuos! ¿Cómo y por
qué, entonces, pudo haber ocurrido el crimen más grande que el de Katyn? —se
pregunta el lector.
A pesar de muchos
errores en la parte histórica, esta obra representa un aporte positivo al
conocimiento de la realidad política de la emigración croata en todo el mundo y
en especial en Australia.
Milan
Blažeković
La señorita
profesora Anka (Ana) Petričević es actualmente una monja de la
Segunda Orden de San Francisco, llamada también la Orden de Santa Clara. Vive
en Split, capital de la Croacia marítima o Dalmacia. Su nombre de Clarisa es
María. Después de haber obtenido el título de profesora en la Universidad de
Zagreb y atraido la atención de los especialistas sobre su talento
literario-poético, Ana-María se retiró joven, inesperadamente, detrás de Ias
rejas claustrales y en la semioscuridad de las austeras paredes del monasterio
de clarisas, mientras miles y miles de jóvenes —connacioneles y del extranjero—
exponen sus bellezas al sol, al mar, al amor y las estrellas del encantador
ambiente de aquella antiquísima ciudad adriática, nuestra profesora y poetisa
—ella misma un femenino atractivo— renuncia a todo esto. El sol que se pone, el
mar inestable, el amor pasajero y las estrellas que se apagan —la belleza y el
amor de la juventud que rápidamente marchitan— no son el ambiente auténtico de
este ser excepcional. Ella habrá sentido lo que decía el poeta francés:
"L' automne déjà! — Mais pouquoi regreter un éternel soleil, si nous
sommes engagés à la decouverte de la clarté divine — loin des gens meurent sur
les saisones".
Ana-María sintió
profundamente un otoño universal del mundo visible. Por eso renuncia a lo
pasajero. Habrá sentido un susurro de gracia sobrenatural, susurro discreto,
pero para esta alma fina y sensible significó un verdadero impacto, sellándola
para siempre. Acerca de esta conjetura nuestra nos habla ella misma: nos
comunica su "historia" interna, de esa alma cándida, expiatoria para
toda la juventud del mundo, pero en primer término de su patria Croacia, cuya
juventud está expuesta —además de Ias inclinaciones de una pasión desordenada
general— a las tentaciones que diariamente le prepara un régimen ateo que
oficialmente también intenta destruir en sus corazones a todo vestigio
religioso, transcendental y metafísico. En un libro de poesía, aparecido en
1974 en Split, nos "explica" el comienzo de su drama personal:
"Sacudiste los fundamentos de mi ciudadela
y destruiste todo lo no sostenido por Ti.
Sentada sobre ruinas estoy llorando,
¡CONSUELEME ...
DIGA, qué templos más bellos
y torres blancas de mármol levantarás,
que sus paredes con perlas de mis lágrimas adornarás...
DIGA...
¡Que nunca más llore
por la belleza que muere!
¿No es este el drama de todos? No llorar por las bellezas que pasan pueden sólo aquellos de nosotros que, iluminados por la claridad divina, sienten la presencia de la belleza eterna.
Franjo
Nevistić
[1]
"Las tropas al mando del general Dapčević (Peko) y de
Popović (Koča) están constituidas fundamentalmente por
servios..." Estos dos generales y sus tropas son los principales
responsables de la matanza efectuada en aquella oportunidad. Ver telegrama del
brigadier Maclean al Foreign Office del 2/II/45. En el telegrama del mismo
brigadier del 26 de enero de 1945, punto 3, decía: "Tito me dijo ayer que
el número de Ias fuerzas de Pavelić es de uno 200.000 hombres..."
Ver: "VUS", Zagreb, de julio de 1973, N° 1108. (Doc. británico: F. O.
48809, R. 1987/6/92).
[2] Naša
Reč — Our World, Londres, N° 235/1972, donde D. Tosić, servio y
anticomunista, reconoce abiertamente el hecho. Consulte S.C., vol. 44-45, pág.
5, nota 4, año XIII, Buenos Aires.
[3] Tragedia de Bleiburg, edición especial de S. C., Buenos
Aires, 1963, 391 págs.; luego: Operation Slaughterhouse, Edición de J. Prcela y
S. Guldescu, Dorrence y Cía., Philadelphia, 1970, 557 págs., y Lord Nicholas
Bethell, The last secret — forcible repatriation to Russia 1944-47, Andrés
Deutsch, London 1974, especialmente páginas 87 - 88, referentes al caso croata.
Sañalamos en esta oportunidad que Nova Hrvatska, Londres, N° 9/75, pág. 5 y
págs. 10-15, publicó detalles de gran importancia al respecto. Allí, Edvard
Kocbek, el más renombrado escritor esloveno, ex guerrillero y ex ministro de
Tito, relata acerca de los métodos que los comunistas aplicaron contra los que
estaban en la resistencia para asegurar los "méritos" finales de la
guerra y la lucha exclusivamente para sí. Allí hay también el testimonio de B.
Todorovié, servio y ex guerrillero de Tito. En el momento de la entrega de los
anticomunistas eslovenos, croatas y servios se desempeñó como oficial de enlace
e intérprete con los oficiales británicos, para poco más tarde "elegir la libertad".
Pre-sentando al teniente británico Lockhead en Rosenbach, Austria, oficial de
enlace de la "6' Unidad especial", Todorović relata:
"...Este nos dijo que para el día siguiente a las 10 horas deberíamos
preparar un tren de 30 vagones... y que cargaría en la estación Maria Elend a
unos 1.500 prisioneros... Al dia siguiente llegó ese transporte con atraso. En
él venía la mitad del 3er. batallón, destacado en otro lado del túnel
Hrušćica, en territorio yugoslavo. Estos soldados (nuestros) fueron ubicados
en los vagones de manera tal que no los viesen los prisioneros y no se dieran
cuenta de que los iban a llevar a Yugoslavia, ya que los británicos les habían
prometido enviarlos a Italia. Al llegar el tren a la estación Maria Elend
nuestros soldados se escondieron en la misma hasta que los prisioneros
ascendieron a los vagones y los mismos fueron cerrados. Los prisioneros
subieron al tren bajo el control inglés. Pero cuando aparecieron nuestros
soldados se produjo el pánico entre los prisioneros, lo que pudo bien leérseles
en sus caras. Algunos empezaron a gritar:«Viva los
ingleses». sNo nos entreguen, porque nos van a matar». Pero el tren se puso en
movimiento y 15 minutos después llegamos a Rosenbach. Allí esperaban al tren
más soldados nuestros, quienes lo cercaron. También había centinelas
ingle-ses... Llegados a Hrušćica (territorio yugoslavo. — Obs. de S.C.),
el tren fue cercado por todo el batallón por orden del comandante de la
brigada, transmitida por teléfono". Luego informa Todorović cómo se
presentaron los oficiales de Tito para matar a 54 oficiales seleccionados entre
los prisioneros. Después de tremendos suplicios —golpes des bastones hasta que
caían al suelo— los llevaron al anochecer "a un bosquecito, a unos
centenares de metros de distancia de la sede del batallón. Allí discutieron
acerca de quién iba a matarlos ... Creo que participaron todos.. ." Luego el testigo continúa: "Todos estos
oficiales-asesinos regresaron cantando. Entre ellos estaba un tal Mile, servio,
comandante de una batería ametralladoras del 3er. batallón, el preferido del
comandante. Fue quien más mató. Para ver qué pasó, me dirigí allí y encontré
los cuerpos que los soldados estaban enterrando. Vi charcos de sangre y un
cuerpo degollado, lo que me autoriza a suponer que también los demás fueron
matados a cuchilladas, ya que oí sólo unos dos o tres disparon de revólver y
hubo 54 muertos". El relato de Todorović empezó con la fecha de
24/V/45 y termina con la de 3/VI/45. En esta última, se había organizado una
cena para los oficiales británicos. "Yo creia —dice— que iba concurrir
solo, como represen-tante de los oficiales partizanos. Pero, visto que se
preparaba para el día siguiente otro gran transporte, se presentaron también
aquellos oficiales que ejecutaron la ya mencionada matanza, todos menos el
comandante. De parte de los ingleses esta-ban el capitán Brown y dos capitanes
del regimento estacionado en St. Jacobo, como también el teniente Lockhead y el
teniente Galbraith (?) ... " Ver el documento
británico: F. O. 371/ (48920) R 13674/728/92. Omitimos los demás detalles en
que Todorović narra acerca de los horrores que vio personalmente. Este
último relato —la cena con los británicos y la preparación de otro grande y
triste envío—confirma la suposición de que los transportes continuaban uno tras
otro, esperando a sus "pasajeros" la misma suerte
"liberadora". Confirma este relato también la veracidad de los
testimonios reproducidos en el libro "Tragedia de Bleiburg".
Transportes y masacres aumentaron y el número de los degollados también. Hasta
cifras casi increíbles. Allí terminó la flor de la juventud croata y la
"élite" intelectual de aquel pueblo.
[4] Ver:
Croacia y la actual crisis de Yugoslavia, Edic. esp. de S. C., Bs. As. 1972.
[5] Ver
páginas 75 - 77 del presente volumen de S. C.
[6] Ver:
Bernard George, L'Occident joue et perd la Yougoslavie dans la guerre, París,
1968, Editions de la Table Ronde, 283 págs., y el ya mencionado libro de Lord
Nicholas Bethell, The Last Secret, Londres 1974. 224 págs. Agregarnos aquí: ;. M. Addis, un alto funcionario de aquella época en el
Ministerio de Relaciones Exteriores británico, en un documento de instrucciones
para su sucesor en el cargo, al confiársele otra tarea —actualmente embajador
británico en Pekín— expresó, entre otras cosas: "Pasó un considerable
lapso hasta que nos enteramos que los pobres (subraydo por S.C.) croatas y
eslovenos, desalojados de Carinthia (Austria), fueron en su mayoria degollados
por las tropas de Tito después de cruzar la frontera yugoslava. La mejor
descripción de esos degollamientos se halla en el decumento R.
13674/1728/92..."
[7] En
efecto, en 1951 se había formado una comisión de la Cámara de Represen-tantes
en Washington para investigar el caso de la matanza masiva de los oficiales
polacos en los bosques de Katyn. Al terminar su trabajo en 1952 ese organismo
expresó: "La Comisión tomó declaraciones de testigos que evidencian la
existencia de otros Katyn. Deseamos que, con los medios a nuestra disposición,
la investigación de Katyn llegue a descubrir otros numerosos crímenes contra la
Humanidad, cometidos por los regímenes totalitarios. Esta comisión opina que
habría que for-mar un tribunal internacional para examinar las supermatanzas
dondequiera que fuesen perpetradas. Las Naciones Unidas dejarán de cumplir con sus
obligaciones hasta tanto no anuncien al mundo que el katynismo es un plan
preciso y diabólico para la conquista del mundo". Ver: The Katyn
Forest Massacre, Union Calnedar, N° 762; House Reporter, Nro. 2430, Washington, 1952. Citado por
"La Tragedia de Bleiburg", Ed. esp. de S. C., Buenos Aires, pág. 28.
[8] Dime, te
conmino a que me contestes: imaginate que la suerte de la Humanidad dependiera
de ti, y que tu objetivo fuera el de dar a los hombres la felicidad, la paz. Ia
tranquilidad, pero que para ello fuese necesario que hicieras morir torturando
nada más que a un solo pequeño ser, a ese mismo niño que con sus puños se
golpeaba el pecho, para construir su edificio sobre las lágrimas irredentes, ¿
con-sentirias tú en ser arquitecto en tales condiciones? ;Dilo,
no mientas!" Dostoievsky en Los Hermanos Karamazov. Ver León Chestov: La
Filosofía de la Tragedia, Emece Editores, Buenos Aires, 1949, pág. 139.
[9] Hace
poco. el Dr. C. Cuchetti pronunció una brillante conferencia en el Club
Cultural Croata Argentino, en Buenos Aires, organizada justamente para
conmemorar el 30' aniversario de la tragedia de Bleiburg. En su magistral
exposición el conferenciante recordó a su auditirio el famoso caso del sabio
griego Solón. Al llorar éste por la muerte de su hijo. uno de sus alumnos le
reprendió en cierto modo. El llorar, le decía, de un sabio de su talla no tenía
sentido. El llorar ante la presencia de la muerte no sirve para nada. El sabio
le contestó: "Estoy llorando justamente porque mi llanto no sirve para
nada, incluso ni para conmover a mi propio alumno",
[10] El padre Cuchetti nos dijo en la
misma oportunidad que una voz desconocida le preguntó por teléfono: "¿Ud.
va hablar a los croatas? Pero ¿quiénes son esos trotas? ¿
Cuántos son...?, etc., tratando de que desistiera de dar la conferencia,
insinuando, la misma voz, unas cuantas inexactitudes históricas que se repiten
sólo y únicamente para denigrarnos y desprestigiar la causa por la que luchamos
y morimos.
[11] Vladimir Sergejević Solovjev,
un excelente conocedor de las dos principales civilizaciones que se enfrentan
en la actualidad, dice acerca del criterio de división que las caracteriza lo
que reproducimos: "...Quien es fuerte, tiene también el derecho. En
consecuencia, oponerse al más fuerte es un hecho sin sentido. Los fuertes en el
Oriente sí que pueden competir entre si y luchar también, pero sus luchas
siempre resultan de corta duración y por nada cambia la situación general de
las cosas. El primer signo del predominio de una parte decide la suerte de
lucha, porque los súbditos nada tienen más apurado que correr a someterse a la
parte más fuerte, ya que en ella ven el instrumento del destino o de una
voluntad superior. De esta lucha surgen a veces cambios de los regímenes
despóticos, mientras que el despotismo permanece sin cambiar". Esta sería
la característica fundamental de Oriente y de su civilización, por lo menos
politica. En cuanto a Occidente, acota: "En presencia de la oposición de
las fuerzas politicas, más o menos iguales, en donde ninguna no puede obtener
la preponderancia absoluta sobre las otras, el Estado no puede ser más el
señorío sino una expresión de equilibrio entre fuerzas en pugna. El equilibrio
halla su realización en la Ley. Cada una de dichas fuerzas trata de afirmar a
su derecho. Estos derechos, sin embargo, a pesar de ser en sí indeterminados e
ilimitados, y de excluirse recíprocamente, son sujetables a un equilibrio
poniéndoles condiciones que valgan igual para todos. Este límite general de
todos los derechos, en donde todos son iguales, es la Ley, por lo cual el
Estado de Occidente, realizando el equilibrio de derechos en pugna, es el
Estado de Derecho por excelencia". Ver: R. Maričić: Die Krise
des Staatsgedankens in der Gegenwart — La crisis de Estado en la actualidad. Rottenburg, 1960, pág. 5.
[12] Ver: Platón,
Der Staat, K. Weinbrenner und Sëhne, Stuttgart, 1949, págs. 10-17,
Libro Primero.
[13] F. Maclean, Eastern Approches.
Londres 1956. págs. 322-23. Cit. según La Tragedia de Bleiburg, Buenos Aires
1963, pág. 68.
[14] Nicholas
Bethell, Op. cit. pág. 87.
[15] Ya el clarividente Ortega y Gasset
había dicho a cuenta de esta decadencia británica cosas que dan que pensar. En
efecto: ";Tu quoque! (También tú!) decía yo
dentro de mí a Inglaterra..." Se refería el filósofo español a la
inspección de las cartas postales que le escribían sus hijos desde España
durante la última guerra. "No me importaba... que los censores ingleses
tomasen sobre sí el trabajo de cometer una impertinencia...; lo que me
empavorecia era contemplar la incorrección con que hasta un pueblo como
Inglaterra colaboraba a fondo en la destrucción del último y mínimo derecho que
quedaba..." Más adelante comenta: "...ya los revolucionarios de la
llamada justicia y los autoritarios del llamado orden habían aniquilado casi
todo el derecho que había en el mundo, y he aquí que también un país, ni
revolucionario ni autoritario, como Inglaterra, venía a dar la puntilla al
mínimo resto de él que quedaba..." Ver: Ortega y Gasset: Una
interpretación de la Historia Universal, Madrid, 1960, pág. 337.
[16] F. Heer, Der Glaube des A. Hitler — La Fe de A. Hitler, Munchen 1968, pág. 171.
[17] Los elementos fieles a la línea
política soviética.
* R. S. es
profesor de Sociología en la Universidad de Zagreb. Croata de na-cimiento, su
formación intelectual es marxista y su orentación politico-nacional
"integralista", es decir, acepta la unión política croata-servia a
pesar de todo. Es también uno de los colaboradores croatas de la
"famosa" revista Praxis que se quedaron allí con la mayoría servia
hasta la supresión de la misma, en febrero de este año. Se quedó allí a pesar
de que la casi totalidad de los colaboradores croatas se había retirado de la
Redacción de aquel periódico o había negado su colaboración desde 1971, cuando
Tito inició una espectacular persecución contra el movimiento nacional croata,
conocido como la "primavera croata".
Rudi Supek nos demuestra lo ilusorio de dicha autogestión, señalando,
asimismo la deformación del socialismo en su realización staliniana. Ni la
autogestión yugoslava ni el stalinismo liberan al hombre de su alienación
socio-política. Tampoco la democracia "burguesa". Prescindiendo de
esta ambigüedad, R. Supek sigue creyendo en la misión liberadora del comunismo.
Esta podría ser la razón fundamental por la que abandona el campo científico y
pasa al "profético". Además, su posición respecto dei nacionalismo,
especialmente del nacionalismo croata, carece de seriedad. Sirviendo a una idea
utópica —tanto que se convirtió en un naciolista yugoslavo de la peor condición—
a la idea de la "unidad y la fraternidad" entre los croatas y los
servios, "no vé" los sufrimientos de su propio pueblo croata o los
pasa por alto, se diferencia de su hermano Ivan, quien proclama falsos a los
"universalistas" y "progresistas" que lloran por la suerte
del pueblo de Vietnam y son insensibles por la trágica suerte de su propio
pueblo. Ivan Supek acepta esta idea "de Krleža" y le da cabida en su
comportamiento efectivo en la vida del pueblo croata, mientras Rudi, al igual
que "el maestro" Krleža, continúa por un sendero falsamente
progresista y "universalista", sirviendo tanto a la utopia comunista
como al "yugoslavismo" de edición gran-servia, catastrófico en todos
sus aspectos para el pueblo croata.
Este ensayo fue publicado en Praxis, N° 3-4 /1971 y reproducido, un poco
abreviado, en alemán en la revista Wissenschaftlicher Dienst Südosteuropa,
pág. 20-31, Munich. Nos hemos atenido a este texto por falta del original
croata. Llamamos la atención de los señores lectores de SC sobre este texto que
consideramos de una importancia excepcional y orientadora. (Obs. del trad.).
Trad. por fn.
* Z. M. es
un joven escritor croata que se interesa intensamente por la política, la
cultura y los problemas sociales desde un punto de vista superior —literario y
filosófico— y que participó activamente en el movimiento juvenil croata en los
años 1969-71, para exilarse en Londres, donde actualmente vive, estudia y
escribe. Este artículo fue publicado en croata (Hrvatska Revija, 1/75,
páginas 78-88, München-Barcelona).
* Milan Ivelić es profesor de la Estética en la Universidad Católica,
Santiago de Chile. De nacimiento, chileno; de origen, croata.