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STUDIA CROATICA

Año XVI – Enero – Junio 1975- Vol. 56-57

 

 

 

¿Hay justicia en el mundo?. 2

Fortalecimiento del centralismo y ofensiva contra la oposición en Yugoslavia. 6

"...La autogestion obrera existe más sobre el papel que en la realidad". 17

"Praxis" - Una revista falsamente liberal 32

Causa de las revueltas en Kosovo. 41

Roko Matjašić, pintor en Chile. 43

Opiniones francesas sobre la obra de un comunista croata. 47

Noticias y comentarios. 53

La realidad argentina. 53

Croacia, un pueblo cuyo espíritu no quebrantó Tito. 54

Represión en Yugoslavia. 56

Reaparecen los croatas. 58

Ivo Andrić falleció en Belgrado. 60

Los nazis casi tenían la razón. 62

La "ausencia" de servios en la actual Yugoslavia de Tito. 63

El 70 aniversario del Partido Campesino Croata. 63

Micronoticiero. 64

Reseña de libros. 66

Aleksa Benigar: Alojzije Stepinac — hrvatski cardinal —... 66

Smail Balić: Kultura Bošnjaka - muslimanska komponenta. 69

Dionyslus Lasić, O.F.M.: De vita et operibus Sancti Jacobi de Marchia. 73

Douglas Darby: "Why Croatia?". 74

El rinconcito de poesia: Ana Maria Petričević, monja y poetisa. 77

 


¿Hay justicia en el mundo?

Reflexiones con motivo del trigésimo aniversario de la tragedia de Bleiburg

Franjo Nevistić

En mayo de 1945 empezó una de las más grandes tragedias en la historia del pueblo croata, la de Bleiburg (que se prolongaría durante los meses siguientes). Unos 200.000 soldados y otros tantos civiles fueron entregados por las tropas inglesas en Austria a los comunistas de Tito o impedidos de cruzar las fronteras austro-yugoslavas en procura de encontrar amparo en los aliados occidentales. Estos eran los que hablan prometido la libertad "a todos" para el fin de la guerra. Los comunistas de Tito, considerados aliados de los ingleses, se encargaron de la "misión". Interpretándola a su modo, los servio-comunistas[1] exterminaron prácticamente a la flor de la juventud croata alistada en el ejército de su país. Su tarea fundamental fue la defensa tanto del derecho de autodeterminación de su pueblo, considerado condición previa de todas las demás libertades, como de la independencia de Croacia contra la reocupación servia mediante el pretexto revolucionario comunista. El verdadero encargado de esta "misión" fue el Partido Comunista Yugoslavo, un partido de tinte granservio[2].

Este Partido era a la vez un instrumento, dócil y entusiasta, da la expansión del poder soviético. Enemigos mortales de la independencia de Croacia, los comunistas de Tito, disfrazados de "libertadores" nacionales y sociales de los pueblos de Yugoslavia, desencadenaron contra los croatas —soldados desarmados y civiles— furia de humillaciones, suplicios y matanzas. En lugar de la libertad prometida "para todos", se cometieron crímenes que sólo una fantasía morbosa y un fanatismo infrahumano pueden imaginar[3].

Terminada esta operación directa de "liberación" de centenares de miles de prisioneros, Belgrado implantó en el país, especialemnte en la Croacia ocupada, un régimen totalitario y de discriminación nacional; un régimen de explotación neocolonial que perdura hasta el presente, con variantes de aspecto y de táctica, pero intacto en su carácter de régimen efectivamente genocida[4]. Más de un millón y medio de croatas exterminados o desterrados de sus hogares son la consecuencia y el fruto más auténtico de la "misión libertadora" que los comunistas de Tito llevaron y están llevando a cabo después de la última guerra. Actualmente las víctimas de aquel régimen granservio son los intelectuales croatas comunistas: filósofos, poetas, escritores, periodistas, economistas, estudiantes, etc. Hombres y mujeres, están "hospedados" en las cárceles de Tito. Irónicamente podríamos escribir en sus frontispicios: Escuela de Unidad y Fraternidad, como a su tiempo estaba, también con un amargo sarcasmo histórico, incisa la palabra Libertas sobre las cadenas de los esclavos de la República de Génova. Allí los alumnos son la flor y nata de los intelectuales croatas y sus "profesores" son ex pastores servios armados, "reeducándolos" como se reeduca en el Archipiélago Gulag de Soljenitsin[5].

¿Hay justicia en el mundo? No nos sorprende la crueldad del ocupador y del régimen de Tito. Allí la palabra decisiva es la de los servios, enemigos mortales de la existencia misma de Croacia. Nos sorprende, sí, el silencio, sordo y permanente, del mundo libre. En cada oportunidad, y repetidas veces, se intenta encubrir aquellos crímenes y a su verdadero autor. Después de 25 y 30 años, primero en Francia, y ahora en Inglaterra[6], empiezan a escribir tímidamente sobre aquella tremenda e indiscutible realidad. Nadie intentó llamar oficial y públicamente la atención de la opinión pública mundial sobre aquellos crímenes, ¡y ni soñar de acusar a los responsables! Incluso, leyendo la documentación británica al respecto, se aconsejó al ministro británico de Guerra no dar ninguna respuesta a una carta documentada de denuncia de dichos crímenes preparada por el ministro monárquico yugoslavo, el Dr. M. Krek. Ello "significaría la lesión de Protocolo y un gesto de enemistad respecto del régimen reconocido de Belgrado", informa Nova Hrvatska, Londres, 1975, periódico antes mencionado. Además: Documento británico R 15888 de Foreing Office.

Gracias al respeto por el Protocolo y a este atraso de reacción (¡si es que la hubo verdaderamente!), esos horrendos crímenes fueron come-tidos y silenciados oficialmente durante treinta años[7]. Y para colmo, y como testimonio evidente de burla a los derechos humanos y la justicia, el régimen de Belgrado "inauguró" los festejos de los 30 años de su victoria matando el 17 de febrero de este año a Nicolás Martinović, un croata de 63 años que sobrevivió a la tragedia de sus compañeros en 1945. Durante todo este lapso organizaba en Bleiburg actos religiosos en conmemoración de los caídos. Una vez más, una parte del periodismo occidental presentó el caso, bajo la influencia de Belgrado, como consecuencia de riñas internas entre los restos de los "fascistas croatas".

Se había solicitado del Gobierno de Washington, también en aquel entonces, para que las Naciones Unidas interviniesen en el asunto. Pero todo se postergó a calendas graecas, es decir, se perdió esa voz como la de quien clama en el desierto. ¡Hasta hay! ¿Hay justicia en el mundo? ¿Cumplieron las Naciones Unidas con sus obligaciones? ¿Oyeron la voz de aquella comisión norteamericana que fue sólo como un destello de la conciencia moral y jurídica de la Humanidad? ¡Destello y nada más! Actualmente, este supremo organismo político mundial, "reforzado" masivamente por los votos de las ex colonias afroasiáticas, intenta edificar una nueva estructura mundial elevando a las masacres al pedestal de los métodos más adecuados para el triunfo de la liberación nacional y social. Los crímenes viejos se olvidan, pero la Humanidad se enfrenta con otros nuevos. ¿No es ésta una situación como para desesperar?

Conmemorando el trigésimo aniversario de aquella gran tragedia, nuestra y del mundo, ese holocausto humano, no tenemos la intención de aportar nuevas y sensacionales pruebas al respecto. Matar a 54.000 ó 100.000 hombres nada cambia substancialmente en el crimen cometido. Tampoco los testimonios de 100 ó 200 testigos. No queremos acusar a nadie en esta oportunidad. Ni llorar podemos[8].

¿Debemos, pues, escribir una nueva filosofía de la tragedia? ¡No! No nos sentimos en condiciones. Es demasiado débil nuestra voz. Rendimos sólo un homenaje a los hermanos caídos. Entre ellos hubo —lo decimos enfáticamente, ahora y siempre aquí y ante cualquier tribunal de justicia independiente— muchos "pequeños seres", por su inocencia y por su inculpabilidad. Todos los integrantes, aún los pecadores, de esa masa humana tan tremenda y bestialmente masacrada estaban al servicio de una idea y de un derecho que son considerados columna vertebral de todos los derechos y de todas las libertades: el derecho de autodeterminación. Es éste el derecho que constituye la subsistencia misma de la democracia y la civilización occidentales, de Civilización en su significado más genuino. No lloramos tampoco, aun cuando podríamos tener el sentido depositado justamente en su sinsentido[9].

Aquí, en estas palabras, en el sentido de su sinsentido, está el motivo de estas líneas nuestras. Lloraríamos porque no hay sentido donde debería haberlo. Lo haríamos a pesar de la debilidad del eco de nuestro llanto, donde sólo la voz de los grandes es escuchada[10]. ¿Hay justicia en el mundo? No nos cansamos de repetir la pregunta. Si ya estamos con los sabios y la sabiduría, preguntamos con Job: "Mas ¿en dónde se halla la sabiduría? Y ¿cuál es el lugar en que reside la inteligencia?..." ¿En donde se halla la justicia? y ¿cuál es su Tribunal?, podemos preguntar y preguntarnos a nosotros mismos. Podríamos continuar no sólo con las "conversaciones" de Job con Elifaz, Sofar y Eliu, sino también con las de Sócrates y sus adversarios, encabezados por Trasímaco. La actualidad de aquellas discusiones acerca del concepto amigo-enemigo, justo e injusto, justicia y derecho, a pesar de los milenios transcurridos, es de suma importancia en este momento histórico, tanto desde el punto de vista de la confrontación Occidente-Oriente en general, como también de nuestro caso croata, pequeño por fuera y enorme por dentro. La huida de los soldados norteamericanos de Vietnam, Camboya y el sudeste asiático hace recobrar el sentido de aquellas discusiones lejanas contra todas las opiniones contrarias posibles. Ellas tocan en lo vivo, lo esencial de las civilizaciones. Más, de la Civilización misma[11].

A pesar de las opiniones contrarias acerca de si la Grecia clásica pertenece a Occidente o a Oriente, algo es seguro : Las discusiones entre Sócrates y Trasímaco, que heredamos gracias a la pluma de Platón en-vuelven el núcleo del problema con los dos criterios de división entre Occidente y Oriente. Ambos, pues, son producto del espíritu auténticamente griego, clásico. Occidente ha elegido el sendero socrático y Oriente se ha encaminado por el sendero de Trasímaco. Después de haber llevado ad absurdum la opinión de Trasímaco de que el derecho es la utilidad del más fuerte, Sócrates explica también el concepto amigo-enemigo. El amigo "sería quien muestra buena disposición de ánimo", pero realmente el amigo es "quien la muestra y la tiene. Quien la muestra sólo como apariencia, es un amigo aparente", decía Sócrates. Es necesario, agregaba, examinar los conceptos[12].

Sin acusar a nadie, cabe decir lo siguiente, que puede servir también como nuestra conclusión final. Los británicos fueron, hasta entonces, los representantes más descollantes de la concepción y el arte político y la civilización socráticos. Sin embargo, en 1945 hicieron todo para desmentir a sí mismos. Sucumbieron a la opinión de Trasímaco, aceptando la opinión de que derecho era lo que quiere el más fuerte y el concepto amigo-enemigo de quien muestra y no tiene sentimientos de amistad y no de quien los tiene pero, por circunstancias adversas, no los puede abiertamente evidenciar.

Se está discutiendo acerca de la verdadera voluntad británica en aquel momento y se seguirá discutiendo. Para nosotros la siguiente opinión de Churchill, considerado un genio político, es una piedra fundamental de orientación al respecto. Cuando lo informó el jefe de la misión británica en los comandos de guerrilla de Tito que éste era comunista, y que instalará un régimen totalitario, Churchill contestó: "¿Tiene Ud. la intención de radicarse en Yugoslavia después de la guerra?" "No, señor", le contesté. "Tampoco yo" —me dijo—. "Siendo así, cuanto menos nos preocupe a Ud. y a mí la forma de gobierno que establecerán tanto mejor..." Esta fue la contestación de Churchill [13]. El comandante británico, al entregar a los croatas decía que los mismos estaban "del lado equivocado" y que los comunistas de Tito eran sus amigos, y agregaba: "He recibido seguridad de que todos iban a ser repatriados y que pierda cuidado porque él (el comisario de Tito, el servio Milan Basta. — N. Obs.) se encargará de ello. Pero si se atuvieron a esto o no, yo no lo sé realmente. No sé si los mataron a todos. Pero no me sorprendería si lo hubieran hecho... [14].

N. Bethell relata sobre las circunstancias atenuantes para su general P. Scott. Conocemos también las circunstancias similares que inspiraron a Churchill a expresarse con un evidente desprecio por las libertades humanas, nacionales y la forma de gobierno. Pero, en el momento de la victoria, hablar y proceder con tal desprecio e ironía constituye un síntoma de transcendencia inmensa. Se trata del abandono de los criterios de la civilización occidental en el momento más crítico de la confrontación de las dos civilizaciones mencionadas. Churchill y Scott retrocedieron, entregaron territorio occidental al Oriente despótico y posibilitaron la "orientalización" de una parte de Occidente[15].

Después de esta aberación general, ¿qué podemos esperar todos y no sólo nosotros los croatas? Dimitry Merejkovsky escribía poco antes del comienzo de la segunda guerra mundial: "Europa se salvó de una guerra universal, y he aquí como hoy día se prepara para otra. Nada después de la guerra ha cambiado como no sea para empeorar". Ante el empeoramiento actual, se habla de la muerte de nuestra civilización y el nacimiento de otra. Puede ser que sea así. Pero si esta nueva civilización quiere ser la evolución y no la involución del mundo, no podrá prescindir del Derecho en la libertad. Por este ideal murieron las víctimas croatas en la traegdia de Bleiburg. Los vencedores aceptaron el papel de arquitectos del nuevo orden internacional, de una comunidad internacional de libertad y de paz, sin consideración alguna por las lágrimas de los inocentes. Pero la precipitación de los acontecimientos asiáticos y la subversión universal nos autorizan a decir con Merejkovsky que nada ha cambiado después de la última gran guerra "como no sea para empeorar". El desarrollo es lógico, ya, que Occidente está abandonando el camino socrático, su propio camino de derecho y justicia, dirigiéndose por el sendero de Trasímaco, por el sendero ajeno que conduce al despotismo, donde el derecho del más fuerte subyuga a todos. Por eso huyen los norteamericanos del Lejano Oriente. El problema central del mundo actual es ¿quién es el más fuerte? Por ahora el centro del mundo está deslizándose. Los deslizamientos en la naturaleza provocan catástrofes. Allí no hay ni ética ni derecho, lo que Hesíodo proclamó ya al comienzo de nuestra civilización como nota específica del hombre y de su sociedad. Si se olvida esto, y parece que se ha olvidado, la catástrofe no será el traslado del centro del mundo sino el imperio del más fuerte, donde los grandes peces se comerán a los chicos cum summo naturali iure, coma decía Spinoza. Y ¿después? Los grandes se comerán entre sí, también "con sumo derecho natural".

Es por eso que tenemos todos, y no sólo los croatas, la razón pro-funda de llorar. Llorar porque ya nadie queda que pueda entender el llanto. Ante el enfrentamiento Occidente-Oriente debe prevalecer la razón. El misterio de dos mundos, dice Merejkovsky, "es el misterio único de un Desconocido".

Misterio único del Oriente y del Occidente quiere decir la unidad del mundo. Pero ¿en qué? ¿En el espíritu de la comunidad de Derecho o en aquel del derecho del más fuerte? Las víctimas de Bleiburg, como Sócrates, optaron por la primera. ¿Habrá de su sangre, de aquella semilla y de tantas otras naciones tocadna por la misma suerte —eslovenos, macedonios, albaneses, polacos, .húngaros, rumanos, letonios, estonios, litvanos, búlgaros, etc.— una cosecha para la verdadera comunidad internacional de Derecho en la Libertad?

El Desconocido de Merejkovsky es el Dios de los judíos y los cristianos. También de los musulmanes. El Padre de todos, de la misma comunidad del Oriente y del Occidente. Alguna de nosotros, puede pensar lo que quiera de la actual politica judía, pero aquella enseñanza de su historia y la creencia proporcionan a la Humanidad una vez más la luz y el sendero que conduce a una comunidad internacional más feliz que la actual. Allí depositamos la esperanza también nosotros los croatas, al recordar a nuestra tremenda tragedia de Bleiburg. No lo diríamos, si también el cardenal Stepinac no fuera el testigo, el defensor de las víctimas y la víctima misma de dicha tragedia. No obstante, los comunistas de Tito siguen tildando públicamente a esa "imagen del Pastor Divino" (Juan XXIII) de "criminal de guerra". Una actitud lógica por parte de los conacionales de G. Princip. Uno de ellos, al enterarse del atentado contra Franz Ferdinand en Sarajevo anotó: "Hijos de Yugoslavia, no sienten, que sólo el atentado es el dios más grande... La vida de una raza subsiste por la sangre. La sangre es Dios de una nación..." [16]. De este ambiente servio, especialmente del seno de su minoría en Bosnia, surgieron atentadores, el racismo, la violencia y la guerrilla, fenómeno cabal de la maldad humana, elevada al pedestal de una nacionalidad divinizada. Stepinac a su vez decía a los alumnos de la Academia Militar Croata: "...porque quien se atrevería mirar con desprecio a quien es la imagen de Dios... y eso es cada uno de los hombres sin distinción alguna..." A los soldados croatas dijo: "Tomen la espada del Espíritu... En vano son nuestras armas, si con ella no está la fuerza de Dios". Si están con esta fuerza "entonces pueden contar con Uds. la Iglesia y la patria según el Apostol: «Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros?»".

Si el mundo libre no desea reexaminar el concepto amigo-enemigo ni 30 años después de Bleiburg ni cambiar el rumbo de su política, nosotros tenemos que enmudecer. ¡Que se cumpla la ley del más fuerte! La ley poco promisoria para el futuro de la Humanidad.


Fortalecimiento del centralismo y ofensiva contra la oposición en Yugoslavia

Una visión sinóptica de la reciente situación en aquel país comunista

Jure Petričević

En un marco de relaciones cordiales y sin mayores inconvenientes se desarrolla y ahonda la cooperación yugoslavo-soviética en todos los terrenos. La visita a Moscú del ministro yugoslavo de policia, el general F. Herljević, con el propósito de coordinar su actividad con el aparato policial soviético, la profundización de la colaboración del mismo Herljević con las autoridades policiales húngaras y la presencia del canciller húngaro en Belgrado son exteriorizaciones de la creciente cooperación de Yugoslavia con el bloque soviético en tan sensible ámbito. La visita del canciller húngaro a Yugoslavia sirvió para mostrar a la opinión pública que en las relaciones húngaro-yugoslavas no hay dificultades, sino que por el contrario ambos países colaboran estrechamente en lo político y económico. Por otra parte, la visita a Moscú de B. Šefer, vicepresidente del gobierno yugoslavo, significa un nuevo paso en la amplia cooperación económica yugoslavo-soviética. La creciente vinculación entre Yugoslavia y el bloque soviético se reflejó en un comunicado de las autoridades yugoslavas sobre el uso del puerto marítimo de Kotor por parte de navíos de guerra soviéticos con fines de reparación y aprovisionamiento. Se trata de la confirmación formal de un hecho preexistente que el régimen yugoslavo había legalizado a través de una ley especial.

Paralelamente con este giro en las relaciones recrudecen las medidas en contra de la oposición. Aunque los círculos liberales, allegados a la revista "Praxis", además de Mihailov y Djilas, son blanco de los ataques del régimen de Tito, se los considera adversarios del régimen pero no del Estado de Yugoslavia, a diferencia de los croatas y albaneses. Esos círculos no desean la desintegración del Estado y constituyen un grupo moderado de oposición. El proceso montado contra dieciséis croatas en Zadar, la muerte de dos croatas en supuestos combates librados en Velebit, la explosión misteriosa de una encomienda del exterior en Zagreb, los rumores acerca de la guerrilla urbana en Croacia, todo es utilizado! por el gobierno para justificar las enérgicas medidas adoptadas en un marco de cooperación con el bloque soviético. También las manifestaciones y perturbaciones de los albaneses en Kosovo y una zona de Macedonia a fines de 1974 señalan más bien una respuesta organizada al malagrado golpe prosoviético servio-montenegrino que un ataque del nacionalismo albanés contra Tito y Yugoslavia, según pretende una intriga soviética.

De todos modos, los frecuentes enfrentamiento de Yugoslavia con los nacionalismos croatas y albanés significan el comienzo de una nueva fase de perturbaciones y sucesos que desbordan el marco del acontecer interno yugoslavo.

La honda crisis económica que desgarra a Yugoslavia y la política dirigista del gobierno de Belgrado perjudican gravemente a la economía de Croacia. De ahí surgen nuevos motivos de descontento para los croatas y de conflictos con el Estado yugoslavo. La intervención norteamericana y sus dólares no alteran el curso de los acontecimientos políticos. Eso lo saben bien tanto los soviéticos y sus aliados en Yugoslavia, como también la oposición.

1. — Cooperación con el bloque soviético

La Asamblea Federal de Belgrado reconoció y legalizó mediante una ley del 26 de abril de 1974 la visita de la flota de guerra soviética a los puertos adriáticos can el fin de efectuar reparaciones y de aprovisionarse. En principio, esta facilidad se brinda también a las demás flotas de guerra, con exclusión de los "agresores" y "de los países que ayudan a los agresores". Por esta cláusula los puertos de guerra de la costa adriática son accesibles sólo a los navíos soviéticos y a los de sus aliados.

Aunque con anterioridad a la promulgación de la antedicha ley los navíos soviéticos entraban a los puertos adriáticos y se quedaban allí por largo tiempo, recién en diciembre de 1974 se informó, por intermedio de los corresponsales extranjeros, que los navíos soviéticos con fines de abastecimiento y reparación se hallaban en el puerto de Tivat. Con ello, la visita y la estada de esos barcos en los puertos adriáticos aparecen como una cosa normal e innocua por tratarse de un convenio comercial. Al mismo tiempo la gente se acostumbra a las visitas "amistosas" de buques de guerra soviéticos.

Sin embargo, el reconocimiento oficial de Belgrado de la visita de la marina soviética a Tivat causó inquietud, sobre todo en Albania, que después del malogrado golpe prosoviético servio-montenegrino en el verano de 1974 había restablecido con Yugoslavia relaciones "normales". Los dirigentes políticos de Tirana consideran que la presencia de la flota de guerra rusa en los puertos adriáticos es no sólo una medida de afianzamiento de las posiciones soviéticas conquisItadaç en Yugoslavia sino también un peligro directo para Albania. Las visitas de los navíos soviéticos a puertos adriáticos fueron muy frecuentes durante el año último. La intensidad de esas visitas y la cooperación yugoslavo-soviética no menguó después del "affaire" cominformista servio-montenegrino del verano de ese año.

Al respecto, resulta interesante acotar que Belgrado interpuso su protesta ante los gobiernos de EE.UU., Gran Bretaña, Italia y Turquía por haber participado en las maniobras de la NATO en el Adriático en noviembre del año pasado. En esa ocasión Belgrado destacó que el gobierno yugoslavo se opone enérgicamente a que el Adriático se transforme en un "polígono militar" y sostiene que "el Adriático debe ser una zona de paz". La utilización de los puertos adriáticos de Yugoslavia por buques de guerra soviéticos habla en contra de la tesis yugoslava sobre "el mar de paz". El gobierno de Belgrado introduce la flota de guerra soviética como un factor de perturbación en el mar Adriático y rebate directamente su aserción sobre la amenaza de paz en el Adriático por otra potencia. Yugoslavia en colaboración con la Unión Soviéticas viene transformando sistemáticamente el Adriático en una zona de potenciales conflictos bélicos.

La visita de Herljević sirvió para la coordinación entre Belgrado y Moscú de la labor de la policía y el servicio de información. Sus declaraciones poco antes de su viaje a Moscú contra "las fuerzas contrarrevolucionarias burocrático- dogmáticas", "contra los conspiradores imform-burovistas" [17] y "las acciones terroristas- diversionistas en Yugoslavia" sirvieron como maniobra para encubrir la verdadera situación. Mientras la policía política yugoslava y el ejército colaboran estrechamente con los cominformistas y con ellos organizan las "acciones diversionistas" y golpes pro-soviéticos, Herljević censura esas acciones. El propósito de esas declaraciones es, en primer lugar, engañar a Occidente, que nuevamente debería creer en la "no alineación" de Yugoslavia. De hecho, el mismo Herljević pertenece al grupo de los elementos prosoviéticos en Yugoslavia. En nombre del ejército yugoslavo desempeñó un papel importante en la organización y la liquidación de la "diversión de Bugojno" de 1972. (Un grupo de jóvenes croatas, engañados por los agentes de Tito, regresó de Australia a Yugoslavia con intención de organizar la guerrilla, y fue entregado a la fuerza militar comunista que los esperaba emboscada. Todos fueron matados. Obs. de la Red. de S. C.)

Por lo demás, Herljević también visitó oficialmente a Hungría, concertó una estrecha cooperación con sus jefes policiales y limó las "divergencias provocadas por el "affaire" cominformista del verano de 1974, en el cual Hungría habría jugado papel importante. Ya con anterioridad Hungría sirvió a los soviéticos como palestra de las maniobras de tropas del Pecto de Varsovia en relación con loa sucesos en Yugoslavia. La prensa occidental calificó esas maniobras como un peligro directo para Yugoslavia, aunque en realidad servían para el robustecimiento de las fuerzas prosoviéticas en Yugoslavia, en su gradual y sistemática conquista del poder. A estas fuerzas pertenece también el jefe de la policía yugoslava, el general Herljević.

Tras una leve condena de los golpistas servio-montenegrinos, tanto Belgrado como Moscú hicieron toda la responsabilidad de esta conjura sobre los círculos occidentales. La visita de Herljević a Moscú y Budapest confirmó la cooperación amistosa de la policía yugoslava con la soviética y la húngara. Por otra parte, la visita del canciller húngaro, Frigyes Puja, a principios de enero de este año confirmó la existencia de una estrecha y amistosa cooperación yugoslavo-húngara en los ámbitos exterior, económico, interestatal y partidista. Puja mantuvo conversaciones no sólo con su colega yugoslavo, M. Minić, sino también con el vicepresidente del Estado, P. Stambolić; con el secretario del Partido Comunista yugoslavo, S. Dolanc, y con el primer ministro, M. Bijedić. La finalidad de la visita de Puja era "promover las relaciones políticas, económicas y otras entre Yugoslavia y Hungría, que desde hace años son cordiales y están en permanente ascenso" (Vjesnik 8-1-1975). Hungría participa en varios proyectos económicos en Yugoslavia (por ejemplo, el oleoducto Omišalj-Sisak-Madjarska-Bratislava, el gasoducto procedente de la Unión Soviética, en el marco de los intereses estratégicos soviéticos). Con motivo de la visita de Puja la prensa yugoslava informó que Hungría se proponía invertir importantes sumas en ciertos programas yugoslavos, de tal modo "que durante los siguientes 20 años invertiría cien millones de dólares por año". También se propone ampliar la cooperación y la especialización, ya que "los arreglos convenidos hasta ahora, resultaron económicamente justificados para ambas partes contratantes".

Esta íntima vinculación de Hungría y Yugoslavia sirve, en primer lugar, a la total inserción económica de Yugoslavia en el bloque soviético y a la supeditación del Adriático a los intereses políticos, económicos y militares soviéticos. Durante la visita del canciller húngaro a Belgrado, se puso especial énfasis en destacar que entre Yugoslavia y Hungria no había dificultades ni problemas insolubles.

La cooperación soviético-yugoslava en el nivel de partidos sigue a ritmo acelerado, a pesar de los intentos de constituir "un partido stalinista". La estada en Yugoslavia del secretario del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, Katušev, a mediados de diciembre es una prueba evidente de dicha cooperación. Katušev llegó invitado por el Comité Ejecutivo de la Presidencia del Comité Central de la Liga Comunista de Yugoslavia y, según el comunicado oficial, al cabo de la entrevista con Dolanc se celebraron conversaciones "sobre el ulterior desarrollo de los vínculos entre los dos países y los dos partidosl y sobre ciertos problemas actuales de las relaciones internacionales". Parece que esas "actuales relaciones internacionales" se referían en primer lugar a "los preparativos para la conferencia de los partidos comunistas y obreros europeos".

Entre tanto siguen las visitas de las delegaciones partidarias soviéticas a Yugoslavia, y la cooperación entre ambos países se incrementa. A mediados de enero último se hallaba en Yugoslavia una delegación de estudio del Partido Comunista Soviético "que analizaba la actividad de la Liga Comunista de Yugoslavia después del X Congreso". Esta delegación fue encabezada por V. Borikov, subjefe del Departamento para la Labor Organizativo-partidaria.

También la. cooperación cultural es muy activa y recíproca. Es interesante observar que Moscú rindió especiales honores al escritor comunista croata Miroslav Krleža, representando su drama "Glembajevi". Por otra parte, también admiró la cultura servia durante la "Semana de Belgrado". Toda esa actividad cultural sirve para encubrir la penetración soviética en Yugoslavia y para hacer ingresar a la Yugoslavia "no alineada de Tito" en el bloque soviético.

Algo más se sabe en cuanto a la cooperación económica yugoslavo-soviética, si bien muchos proyectos se están ejecutando con discreción y las concesiones otorgadas a Moscú las conocen sólo personas encumbradas en la cúspide partidaria y estatal. La estada en Moscú en diciembre de 1974 de B. Šefer, vicepresidente del gobierno yugoslavo y presidente de la parte yugoslava del comité mixto para la cooperación económica entre Yugoslavia y la Unión Soviética, reafirmó la importancia de la inclusión de Yugoslavia en el bloque soviético en el marco de amplios planes políticos y estratégico- militares. Šefer celebró en Moscú conversaciones con el vicepresidente del gobierno soviético, V. Novikov, quien a su vez ejerce la presidencia de la parte soviética de la comisión mixta económica soviético-yugoslava. Šefer fue recibido también por el presidente del gobierno soviético, A. Kosigin.

Al regresar de Moscú, Šefer declaró el 25 de diciembre que sus conversaciones con la Unión Soviética habían sido positivas: "La evaluación recíproca es que la cooperación económica se desarrolla bien". El intercambio comercial en 1974 alcanzó 1.400 millones de dólares y este año su valor llegaría a 1.900 millones de dólares. En 1975 será alcanzado el volumen del intercambio de bienes, previsto en el acuerdo quinquenal. "Durante las negociaciones se ventilaron también los problemas de la promoción a largo plazo de la colaboración económica entre Yugoslavia y la Unión Soviética, especialmente en lo concerniente a la cooperación industrial y la acción común en los mercados de terceros", declaró Šefer. Se conversó también sobre la "presencia de constructores yugoslavos en obras de edificación en la Unión Soviética y también se discutieron las cuestiones relacionadas con la mayor cooperación en los ámbitos turístico y agrícola". La labor de "nuestros constructores" en la edificación de complejos hoteleros en Yalta fue encomiada, ya que se terminó antes del plazo fijado, y calificada como muy buena". Con respecto a la próxima reunión de la comisión mixta económica, Šefer manifestó: "Esperamos que en esa oportunidad se consideren los preparativos para la conclusión del futuro plan quinquenal de colaboración, luego ciertos aspectos de estrecha colaboración en la fabricación de máquinas, la acción en los mercados de terceros, así como también el otorgamiento de créditos a Yugoslavia aprobados por el gobierno soviético en 1972".

La Unión Soviética se está convirtiendo en el más importante socio económico de Yugoslavia.

En las conversaciones de Šefer con Kosingin se discutieron los problemas y la promoción a largo plazo de las relaciones económicas. Fue calificada de positiva la cooperación anterior y se expresó la convicción de que muchas posibilidades no están suficientemente aprovechadas.

Poco después del regreso de Šefer, visitó a Moscú Emerik Blum, conocido empresario industrial prosoviético de Yugoslavia, quien responde a los grandes intereses soviético-yugoslavos. El mismo Novikov, quien negoció con Šefer, recibió en el Kremlin a Blum el último 2 de enero en su calidad de representante de "Jumel" y de presidente de la comisión operativa de "Energoinvest". Según el despacho de la agencia Tanjug, ambos discutieron "sobre la cooperación de las respectivas organizaciones soviéticas y yugoslavas en la producción de implementos".

Una delegación económica soviética especial, encabezada por J. F. Vlaskin, subsecretario del Ministerio de Química, suscribió el 20 de diciembre en Belgrado un documento especial referente al comercio con el complejo químico —salinero Soda— So de Tuzla. Los soviéticos le compraron hasta ahora a dicha empresa varios productos por valor de unos 60 millones de dólares. La delegación soviética presidida por Vlaskin fue a Tuzla, y con ese motivo la prensa escribió que "la inauguración de nuevas instalaciones en el establecimiento químico de Tuzla abrirá nuevas posibilidades para el intercambio de bienes con la Unión Soviética". "El verdadero negocio se desarrollará cuando el año venidero se termine la construcción del complejo cloro-alcaloide, que anualmente producirá 30.000 toneladas de TDI. La mitad de la producción será entrega-da a la URSS. Los economistas soviéticos manifestaron su interés por Ia adquisición de creosol de la fábrica `Boris Kidrić", en Lukavac, donde se está levantando uno de los complejos más grandes de Europa para su producción.

La cooperación soviético-yugoslava debió ser realzada especialmente con la visita a Belgrado de Brezhnev a fines del año pasado o principios de éste. Pero parece que la enfermedad de Brazhnev o la crisis en la conducción soviética imposibilitaron esta entrevista con Tito. No obstante ello, en la cooperación Moscú-Belgrado no hubo pausas.

Frente a esta sistemática, inclusión política, militar y económica de Yugoslavia en el bloque soviético, Estados Unidos, como potencia líder occidental, se siente bastante impotente. Washington considera que en Yugoslavia la relación de fuerzas no cambió sustancialmente. Las maniobras de las tropas de la NATO en el Adriático en noviembre de 1974 mostraron, es verdad, el interés de Occidente por lo que ocurre en la costa oriental adriática. Un importante instrumento de la política norte-americana es la intensificada ayuda económica a Yugoslavia. El interés de Washington por lo que sucede en Yugoslavia se refleja también en la anunciada visita del presidente Ford el año actual, quien en esta ocasión piensa visitar también a Rumania.

La debilidad y la impotencia de la política norteamericana ante la sovietización de Yugoslavia consisten en que este proceso no se desarrolla mediante una acción de afuera sino mediante cambios operados en la misma Yugoslavia. De ese modo, en el plano exterior puede mantenerse algún tiempo el aparente status de la "no alineación" de Yugoslavia y el orden creado en virtud del acuerdo de Yalta de 1945.

2. — Severas medidas contra la oposición

La sovietización de Yugoslavia y el recrutamiento del centralismo no toleran oposición alguna. El rasgo distintivo de la nueva fase de la política yugoslava es la incesante persecución de los enemigos internos y la ofensiva simultánea contra los exilados. El ajustar cuentas con la oposición procede de la naturaleza misma del nuevo régimen militar-policial prosoviético. En ese sentido el régimen actúa contra dos frentes, uno constituido por los comunistas liberales, agrupados en torno a la revista "Praxis", de Zagreb, por publicistas de tendencia liberal como Mihailov y Djilas. El otro frente lo constituyen los nacionalistas croatas y albaneses. En ambos grupos las autoridades yugoslavas ven a sus adversarios principales. Pero el grupo de "Praxis" y Mihailov y Djilas son considerados adversarios ideológicos, pues sostienen la concepción del Estado yugoslavo y se oponen a las demandas de los croatas y albaneses en cuanto a la autodeterminación nacional y al Estado propio, como asimismo a la partición de Yugoslavia. Esos grupos liberales coinciden con el régimen en cuanto a la conservación del conglomerado yugoslavo, y por eso contra ellas no se aplicaron medidas tan severas como contra los croatas y los albaneses. Incluso Mihailov y Djilas defienden y favorecen en sus artículos en la prensa norteamericana el ordenamiento político-estatal de Yugoslavia, pues ambos abogan por la concepción granservia de Yugoslavia y escriben en favor del paneslavismo.

Muy diferente es la actitud frente a la oposición nacional croata y albanesa, que constituye la fuerza más peligrosa para el Estado centralista yugoslavo, que en la lucha por su existencia se vincula a la Unión Soviética, y se incorpora de este modo al bloque soviético. Tanto Belgrado como Moscú saben que los croatas y albaneses constituyen el mayor obstáculo para el afianzamiento de la Unión Soviética en el Adriático y por eso unen sus fuerzas para librar contra ellos una lucha despiadada.

Los gobiernantes prosoviéticos de Belgrado buscan una confrontación abierta y conflictos armados con los albaneses y los croatas. Provocan el descontento nacional entre esos pueblos y tratan de aumentarlo en determinados puntos hasta sumo grado, nasa luego con premeditación tomar contramedidas, como detenciones, procesos montados y severísimas penas, y procuran "destruir" mediante extraños y no explicados choques armados a sus enemigos, es decir, el nacionalismo y el "separatismo" albanés y croata.

Del nuevo proceder del gobierno yugoslavo contra los croatas y los albaneses se coligen algunos motivos básicos de esta política de "fraternidad y unidad". Belgrado trata, con la ayuda soviética, de mostrar a la opinión pública que los croatas y los albaneses son los principales oponentes a la unidad y la paz en esa parte de Europa. Además, desea incitar a los croatas y a los albaneses a un alzamiento nacional prematuro y, proclamando la más mínima resistencia croata y albanesa como una "diversión separatista" y atribuyendo a esas acciones un alcance que no tienen, trata de aniquilar a sus más peligrosos enemigos "en el terreno ya borrado". Con ello quieren demostrar la importancia y la insignificancia de las demandas croatas y albanesas por la liberación nacional, como asimismo el seguro fracaso de lo futuro de acciones parecidas.

Por otra parte, los procesos montados contra los croatas y las acciones diversionistas sirven para justificar las medidas de mano dura. En Croacia explican esto como el anuncio de nuevas presiones y persecuciones. Al mismo tiempo, esas maniobras sirven para distraer la atención de la creciente cooperación con Moscú.

Así, resulta aparentemente contradictorio el desarrollo político en Kosovo y la relación Belgrado-Tirana desde el verano de 1974. Es muy probable que la prosoviética conducción militar yugoslava y la policía política hayan intentado el verano pasado, a través de los círculos stalinistas servio-montenegrinos, dar un golpe prosoviético (con la colaboración de B. Balluk, ministro albanés de Ejército). derrocar a Tito y Enverver Hodza y llevar rápidamente a Yugoslavia y Albania "mediante un vuelco interno" al bloque soviético, sin alterar el formal status quo de Yalta. Ese golpe fue dirigido en primer término contra los albaneses. Pese al acercamiento de Tito a Hodza y a China después de fracasar este golpe y pese al mejoramiento de Ias relaciones entre Belgrado y Tirana a fines de diciembre último, se produjeron en Kosovo y en las zonas albanesas de Macedonia manifestaciones y revueltas en las que pedían la inclusión de Kosovo y de una parte de Macedonia en el territorio de Albania, vitoreaban a Enver Hodza y exteriorizaban su desagrado contra Tito y Yugoslavia. Ni Belgrado ni Tirana explicaron esas manifestaciones. Poco después las autoridades yugoslavas comunicaron que en Kosovo se había condenado a un grupo de albanses de tres a nueve años de cárcel debido a la acción separatista y la instigación de la intolerancia nacional. Aunque Belgrado calificó esas manifestaciones como "irredentistas" e incluso "informburovistas", y hasta vanamente trató de negarlas, parece con todo que esas manifestaciones eran una respuesta planeada y bien preparada al fracasado golpe de estado servio-montenegrino del verano de 1974. Como por el momento Albania no desea perjudicar la reciente "amistad" con Yugoslavia, Tirana no suministra una explicación clara de las manifestaciones de su minoría en Yugoslavia. Es poco probable, sin embargo, que las fuerzas prosoviéticas yugoslavas se manifiesten hoy públicamente en favor de Enver Hodza y de la inclusión en Albania de Kosovo y de una parte de Macedonia, esr decir, que pidan públicamente la partición de Yugoslavia, mientras los gobernantes prosoviéticos en Yugoslavia tratan, cueste lo que costare de conservar esos territorios, derrocar el régimen de Enver Hodza en Albania y su alianza con China.

Otro hecho arroja una extraña luz sobre la reciente "amistad" de Yugoslavia con Albania y China. Cuando a comienzo de diciembre pasado Yu Chan, subsecretario de Releciones Exteriores de China, llegó a Belgrado vía Tirana, distintos círculos políticos esperaban que Tito lo recibiera para evidenciar su no alineación para con Moscú. Pero Yu Chan no fue recibido por Tito y nada se sabe acerca de la invitación de Pekín para que Tito visite China. Parece que de ese modo los chinos y los albaneses hábilmente pusieron a prueba a Tito en una fase muy crítica de las relaciones yugoslavo-chinas. Es interesante acotar también que a fines de noviembre China inauguró la línea aérea Pekín-Tirana vía Teherán y Bucarest, quedando Belgrado fuera de esa red.

En Croacia se sabía desde el comienzo que el sonado proceso de Zadar contra 16 croatas era totalmente montado y que toda la actividad de ese presunto grupo ustacha consistía en innocuas conversaciones.

Asimismo, la publicitada liquidación del "dúo ustasha terrorista" en la zona de Velebit a fines de noviembre suscitó varias dudas en los círculos locales y extranjeros. Llama ia atención que los "terroristas" croatas Prpić y Matićević dieron muerte en los combates en Velebit al servio Milan Vucinić y que en 1972, en una emboscada, habrían dado muerte al servio Djuro Uzelac, comandante de la milicia en Karlobag. Además, como el 15 de ese mes un explosivo contenido en una encomienda internacional mató en Zagreb a un empleado de correos (claro, las autoridades culparon a los exilados croatas) y como por ese entonces corrían insistentes rumores sobre la guerrilla urbana en Zagreb, resulta obvio que el proceso en Zadar, la "diversión" en Velebit, el explosivo, la guerrilla urbana, el supuesto "ejército croata de liberación", inventado por ciertos círculos anónimos yugoslavo-soviéticos en el exilio y parecido al "ejército croata revolucionario de liberación", que se menciona en el proceso de Zadar, forman una red planeada y montada por Belgrado para justificar el recrudecimiento de las medidas persecutorias contra los croatas y para lograr indirectamente otros fines políticos. (Uno de los acusados logró escanar al mundo libre y explicó el caso en todos los pormenores como un proceso montado oficialmente. - Obs. de la Red. de S.C.)

Las fuerzas militares y policiales prosoviéticas en Yugoslavia reciben para su actividad terrorista el reconocimiento del llamado Politburó del Buró exterior del Partido Comunista de Croacia, que integra un puñado de provocadores soviéticos y yugoslavos en los países occidentales. Esos oscuros individuos actúan en forma provocativa y se hacen llamar "socialistas croatas". El "presidente" de ese Politburó aprobó en el periódico La Croacia Socialista, Nro. 3, noviembre de 1974, en un comunicado especial, el intento de golpe de estado servio-montenegrino en Bar (verano 1974) y calificó a ese grupo gran servio y a su acción como un "núcleo positivo de comunistas yugoslavos". Su llamado, dirigido a la clase obrera croata en el extranjero y a la Patria fue desoído por los obreros croatas.

Esa acción prueba también cómo Moscú resolvería la cuestión croata!

Tito anunció con motivo de la visita en enero último del primer ministro australiano G. Whitlam, que la persecución de los croatas emigrados era la parte substancial de su política, exterior. En el brindis de Tito en el almuerzo en honor de Whitlam, el 10 de ese mes, y en la respuesta de éste, los inmigrantes croatas en Australia constituyeron el tema principal. Tito calificó a los inmigrantes croatas en Australia como renegados. Belgrado por razones políticas postergó el desarrollo de la economía y exportó coma mercadería a Australia cerca de 200.000 croatas sacados de Croacia por ser opositores peligrosos y que ahora sirven como fuente de divisas. Pero esos croatas conservaron su conciencia nacional y no se olvidaron de la política antisocial y anticroata de Yugoslavia. Ellos manifestaron públicamente en Australia su conciencia y sus convicciones.

3. — El régimen militar y policial yugoslavo explota y destruye la economía croata

Croacia no está sólo oprimida y esclavizada políticamente. En lo económico se halla en una situación colonial con respecto al gobierno central yugoslavo. La grave situación de la economía trota se refleja en el presupuesto local para 1975. El Consejo Ejecutivo. es decir el gobierno de la República Socialista de Croacia elevó al Parlamento a principio de diciembre el presupuesto para este año por un monto de 11.400 millones de dinares. De esa suma 7.000 millones, o sea el 61%, son la contribución de Croacia al presupuesto federal, quedando para sus necesidades sólo 4.400 millones de dinares, es decir el 39% de todos sus egresos (Vjesnik, 7-XII-74). La República de Croacia debe recaudar fondos para entregarlos al gobierno central de Belgrado.

Al mismo tiempo el Parlamento de Belgrado aprobó el presupuesto federal para 1975 por la suma de 58.000 millones de dinares. Según los datos oficiales, el incremento del presupuesto federal en relación con el del año anterior fue del 22%. Pero como el presupuesto original para 1974 importaba 41.500 millones de dinares y en el curso del año llegó a 47.300 millones, de hecho el presupuesto aprobado para 1975 fue incrementado en comparación con el del año pasado en 17.000 millones, o sea el 41%. Por consiguiente, los gastos de la "federación" son la causa principal de la inflación y de la gran carestía de los bienes de consumo.

Según el primer proyecto del presupuesto federal para 1975, para la "defensa nacional", o sea las fuerzas armadas de Yugoslavia, se prevé la suma de 26.500 millones y para los "inválidos y ex combatientes" 8.400 millones, es decir casi el 60% del presupuesto total. Si a eso sumamos los egresos para "las necesidades de los órganos federales", por un monto de 3.800 millones, entonces el servicio militar y administrativo de la "federación" absorbe casi el 67% de los gastos del gobierno central. Pero como el verdadero fin de muchos asientes en el presupuesto federal está oculto, los gastos reales para los servicios militares, administrativos y policiales son mayores.

Este presupuesto también confirma el hecho de que Yugoslavia es un Estado típicamente militar y policial.

Hemos visto que la actual República de Croacia debe ceder al gobierno central en Belgrado el 61% de su presupuesto para 1975. Con ello evidencia nuevamente, de modo fehaciente, su posición colonial y su impotencia en el marco de la Yugoslavia granservia.

En el debate parlamentario acerca del presupuesto central para 1975 fueron publicados los datos referentes a las obligaciones de la "federación" en los años anteriores. Esas obligaciones alcanzarían a 105.000 millones) de dinares, y se acordó cubrirlas "tomando medidas especiales de conformidad con las repúblicas y provincias". Eso quiere decir que la mayor parte de esa carga será absorbida por las comarcas croatas. Una parte de esas obligaciones se cubre mediante la emisión de bonos y títulos que, debido a la creciente inflación, representan una onerosa carga para sus tenedores, que son las capas más bajas del pueblo. Esos bonos y títulos se hallan sin respaldo real y se convierten en papeles sin valor. Una parte de las obligaciones viejas de la "federación" se cubre con los préstamos y créditos internos y externos, lo que a su vez aumenta el déficit de la "federación" y, en última instancia, son cargados a la economía croata.

Con motivo de la discusión sobre el presupuesto "federal" para 1975 no se publicaron los datos sabre el balance extrapresupuestario de la "federación", es decir, el presupuesto secreto de la "federación". En la época de la liberalización y la reforma, bajo la presión de la oposición, se publicaron ciertos, datos sumarios según los cuales ese presupuesto secreto alcanzaba el monto del presupuesto público. Ese presupuesto secreto sigue existiendo, ya que el presupuesto público se denomina "Los ingresos realizados y distribuidos del presupuesto del balance". Lo que quiere decir que hay un presupuesto fuera del balance, del que dispone un reducido círculo de dirigentes de Belgrado. ¿A cuánto asciende ese presupuesto? ¿Cuáles son sus ingresos y egresos? La opinión pública no lo sabe, pero es seguro que su monto es elevado y que sirve para afianzar el régimen militar y policial en perjuicio de la economía croata.

En Croacia se sigue discutiendo sobre las organizaciones no económicas que "perciben los excedentes de los recursos económicos, mientras que la economía que genera esos recursos debe buscar nuevas técnicas de cálculo para asegurarse la liquidez". Los títeres políticos actuales en Zagreb, presionados por la crisis económica, lo reconocen públicamente.

Así el presidente del Sabor (Parlamento) croata, Dr. Ivo Perišin, en una entrevista publicada en el diario Komunist y contestando la pregunta sobre la autogestión obrera en la total inversión social, reconoce que las enmiendas constitucionales no han cambiado nada en esa materia ni hay visos de cambios futuros. Según Perišin, sobre la economía, las inversiones y los resultados económicos inciden los factores centralistas. Perišin califica a esas fuerzas como "la dominación de un intervencionismo muy robusto que determina la suerte de las organizaciones obreras... Y ese intervencionismo, se manifieste en la política de precios, en el régimen del comercio exterior, cambiario o aduanero, significa la alienación de las condiciones que determinan la suerte de los productores" (Vjesnik, 24 y 25-XI-1974).

Un papel predominante siguen desempeñando los bancos centrales de Belgrado, que sirven como un poderoso instrumento de la política granservia para con los croatas. Perišin se lamenta de la preponderancia de esos bancos en Croacia: "Al sector económico le faltan crónicamente los recursos adicionales para resolver sus problemas, y precisamente esos recursos adicionales que determinan el proceso de inversión figuran como alienados, totalmente separados de los productores de esos medios, o sea recursos anónimos que se distribuyen. Aunque la liquidación del capital estatal básicamente se llevó a cabo al igual que la liquidación del capital anónimo en los fondos bancarios, todo ello no ha modificado las relaciones... A los bancos convergen los recursos de la emisión primaria, créditos del extranjero, remesas de nuestros obreros, ahorros de los ciudadanos. Y todos esos recursos, como si hubieran caído del cielo, son anónimos, y de allí las decisiones anónimas sobre ellos... Los bancos como un depósito en el que se concentran todas las posibilidades para resolver todos los problemas corrientes y de desarrollo de la base hambrienta y en posición dependiente, y alguien tiene el rol dominante en la decisión sobre el uso de esas fuentes adicionales".

Ese "alguien" es el omnipotente poder central granservio en Belgrado, que a través de sus serviles confidentes Perišin, Sirotković, Milka Planinc, Vrhovec, el general Ćorković, Dušan Dragosavac y otros gobiernan en Croacia sin responsabilidad ni control alguno. De esa manera se asegura el ilimitado poder granservio sobre los croatas, si bien de vez en cuando Perišin, Sirotković o algún otro critican ese poder, lo que hace también al gobierno.

A parte de este sistema centralista monetario-crediticio que decide sobre las inversiones, los créditos y el uso de las divisas en detrimento de la economía croata, la "federación" practica consecuentemente una política. de explotación y destrucción en otros sectores básicos en. Croacia. Las grandes inundaciones producidas en Posavina en otoño de 1974, con sus secuelas catastróficas, son consecuencia de la postergación de la regulación del río Sava y de sus afluentes en la Croacia superior y en Eslovaquia. Ya desde la época de la administración austrohúngara. es sabido que la regulación de las aguas y la protección de las inundaciones constituyen la condición ineludible para el progreso de esa zona. El mal secular sigue flagelando las aldeas croatas a lo largo del curso del río Sava, ya que ni la Yugoslavia monárquica ni la comunista hicieron las obras básicas de regulación de aguas ni de mejoramiento de tierras. Después de la última inundación los representantes satélites de las autoridades de Belgrado en Croacia declaran cínicamente que saben muy bien lo que deben hacer, pero que la "falta de dinero sigue siendo el obstáculo principal para regular y ordenar a nuestro río más largo (Vjesnik, 29-X-1974). Eso declaran los hombres que han sostenido y siguen sosteniendo que representan al pueblo trabajador y especialmente a los campesinos. ¡Esa declaración proviene del actual jefe de los recursos hidricos de Croacia!

Esta política, del gobierno yugoslavo llevó a una grave crisis a la flota mercante croata, amenazada en su existencia. En Croacia se escribe mucho en los últimos tiempos sobre esa crisis y se reclaman medidas enérgicas para sanearla, pero la "federación" contesta con promesas ambiguas en cuanto a la elaboración de los planes. Aunque el aporte en divisas que realiza la flota mercante es notable —para 1974 se calcula en 395 millones de dólares—, la "federación" frena el desarrollo de la flota mercante.

La flota mercante de Yugoslavia, de la que corresponde a Croacia el 80% de sus unidades, debe adquirir sus barcos en el extranjero, mientras que los astilleros locales construyen casi exclusivamente para las empresas navieras extranjeras. Los astilleros locales deberían construir en primer lugar para las empresas navieras nacionales, pero no pueden hacerlo porque carecen de créditos que otorgan los bancos centrales. La "federación" sigue esa política por motivos especiales. Exportando los barcos el Estado, o sea Belgrado, recibe grandes importes de divisas que no utiliza para fomentar la economía croata sino para cubrir sus necesidades, mientras que para la compra de los barcos en el extranjero que hacen Ias empresas la "federación" no otorga la garantía ni asume obligación alguna, pues la operación se realiza privadamente mediante Ios préstamos hipotecarios y con pagos a largo plazo. De ese modo la flota mercante croata no puede adquirir ni renovar todas las unidades necesarias. Los buques obsoletos y el tonelaje insuficiente son la causa de que la flota mercante croata se halla relegada en el comercio internacional.

Es evidente que las autoridades yugoslavas siguen con premeditación una política, discriminatoria para perjudicar a este sector vital de la economía croata.

Por otro lado, la política, de inversión daña seriamente a los puertos croatas, que por falta de fondos no pueden renovarse ni modernizarse. Eso se aprecia especialmente en la construcción de ciertas instalaciones y depósitos en los puertos terminales, en los buques y las instalaciones ferroviarias. La construcción de la terminal de containers en Rijeka debió terminarse en 1975 y se hizo, por falta de fondos, apenas el diez por ciento (VUS, 11-XII-74). Además de Rijeka solicitaron préstamos del BID, en Washington, para la construcción de la terminal para containers los puertos de Bar, Kopar y Ploče. Ganó el puerto de Bar y obtuvo un préstamo de 44 millones de dólares. Ese puerto juntamente con la línea férrea Belgrado-Bar fue construido para fines estratégico-militares granservios, y soviéticos. El gobierno norteamericano, deseando tal vez participar en ese proyecto de la penetración soviética, en el Adriático, subvenciona la ampliación del puerto de Bar, periférico y económicamente injustificable, en detrimento del puerto de Rijeka, que posee todas las condiciones para convertirse en el puerto principal en la costa oriental del Adriático.

El gobierno de Washington otorga recientemente mayores préstamos a Yugoslavia. Esta ayuda económica norteamericana se intensificó después que la Unión Soviética apareció como partícipe, acreedor y comprador de las grandes operaciones y proyectos económicos en Yugoslavia a partir de 1971. Es obvio que Washington desea de ese modo contrarrestar la influencia política soviética en Yugoslavia. Pero Moscú vinculó su influencia y su participación en la economía yugoslava con una estrecha cooperación con Belgrado en el ámbito politico, militar y policial. En cambio, Washington presta su ayuda económica, sin influencia política..

Por lo demás, Washington debería acordar una asistencia anual de 2.000 a 3.000 millones de dólares para que Yugoslavia pudiera satisfacer sus corrientes obligaciones internacionales. Yugoslavia se debate hoy en la mayor crisis económica después de la guerra. Lo demuestra la evolución sumamente desfavorable del movimiento de exportación e importación, que acusó un déficit de 3.000 millones de dólares en los primeros diez meses de 1974, lo que supera en 2,4 veces el déficit del mismo período de 1973. De ese modo, el déficit total en el intercambio comercial con el exterior en 1974 llegará probablemente 3.600 millones, de dólares, es decir que se incrementará en 2.00 millones en relación con el año 1973. Si a eso sumamos los pagos de la deuda exterior con sus intereses pertinentes por un monto de 1.500 millones de dólares, el pasivo en el comercio exterior ascendería en 1974 a 5.000 millones de dólares. El activo, es decir la afluencia de divisas, en 1974 ascenderá probablemente a 2.500 millones, de modo que se producirá un déficit de 2.500 millones de dólares, comparadas con 1.000 millones en 1973. El gobierno yugoslavo no publica el cuadro de su endeudamiento externo por lo que es muy difícil dar un balance completo de las relaciones económicas con el exterior. Belgrado, además, falsifica los balances.

El déficit en este cuadro sumario de la banalanza de pagos de Yugoslavia en 1974 resulta muy alto, sobre todo si se toma en cuenta su gran endeudamiento externo, que impone el pago de altas anualidades en divisas por mucho tiempo. Esta situación empeorará en 1975, pues por un lado el déficit exterior aumenta y por el otro el flujo de divisas disminuye debido al regreso de gran número de obreros de la Europa occidental. A ello débese agregar la incertidumbre en cuanto al desarrollo turístico.

Debido al creciente desempleo y a la galopante carestía, la crisis económica se refleja cada vez más en la vida política. En ese sentido es ejemplo la huelga en el astillero de Split, en diciembre de 1974, a causa del gran encarecemiento de los víveres. El empeoramiento de las condiciones de la vida de las amplias capas populares se refleja también en la acuciante falta de viviendas. Mika Špiljak declaró, como presidente de la Federación de Sindicatos de Yugoslavia, en el séptimo congreso, celebrado en diciembre de 1974, que hacía falta casi medio millón de departamentos nuevos, mientras que según Berislav Šefer, vicepresidente de gobierno yugoslavo, se construyeron en 1974 sólo 140.000 viviendas. Eso quiere decir que con el ritmo actual de edificación la falta de vivienda podrá ser colmada recién en 3 o 4 arios, sin contar un aumento de la demanda a causa del crecimiento natural de la población. Si se torna en cuenta el gran número de obreros que regresan de la Europa occidental por falta de trabajo, entonces la falta de vivienda en Yugoslavia asume proporciones espeluznantes. Según ciertos cálculos, hasta fines de 1974 regresaron del extranjero a Yugoslavia más de 100.000 obreros.

La honda crisis económica es síntoma de la crisis política en Yugoslavia. En sus proporciones actuales esta crisis puede resolverse únicamente si se modifican las estructuras políticas del Estado y del régimen. Eso lo vieron los factores políticos decisivos y empezaron, a partir de 1971, a practicar un riguroso centralismo en vinculación estrecha con la Unión Soviética. Ese proceso debió acelerarse con la intentona servio-montenegrina en el verano de 1974. El curso principal de este proceso no fue modificado pese al abortado golpe. Mientras que el gobierno de Washington cree que puede detener ese proceso con unos cuantos centenares de millones de dólares, opinan lo contrario los aliados soviéticos en el ejército, la policía, la Liga Comunista y en otros puestos de envergadura en Yugoslavia. Ellos gozan de un apoyo firme de Moscú. Lo saben los pueblos amenazados que integran la Yugoslavia multinacional y sus vecinos, y en primer lugar los croatas, los albaneses y los rumanos. Las revueltas albanesas de fines de 1974 en Kosovo y en Macedonia son signos premonitorios de los próximos conflictos en este área donde se entrecruzan y chocan no sólo los intereses de los pueblos afectados sino también de las grandes potencias.

Brugg, Suiza, 21 - I - 1975.


"...La autogestion obrera existe más sobre el papel que en la realidad"

Rudi Supek (*)

DESPUES de señalar que la existencia del sistema de autogestión obrera en Yugoslavia cumplió su vigésimo primer aniversario (en 1971 — Ob. del traductor), el autor dice que se trata, en efecto, de un lapso por demás suficiente para analizar su desarrollo y que nos autoriza a reexaminar la capacidad del mismo. "Intentaremos —dice— contestar críticamente esta pregunta." Luego continúa: "Nosotros no sabemos si nuestra respuesta será diferente de la de los demás, pero ella coincidirá con otras por Io menos en un punto: en el conocimiento general obtenido de que en nuestra autogestión han surgido algunas dificultades y que hay que cambiar algo. Eliminaremos todas las circunstancias y momentos típicos para nuestro país que podrían desviar incluso al mejor sistema y conducirlo al fracaso. A despecho de todas las dificultades subjetivas y adversidades, ya conocidas, abordaremos todo lo que se considera racional e ideal en este sistema y lo examinaremos sobre la base de su propia lógica y de su desenvolvimiento. De esta manera nos protegeremos de antemano contra todo reproche de hacer una «crítica destructiva» en perjuicio de nuestro sistema socialista. Una consideración crítica de este sistema no es necesaria solamente por nuestra actual situación interna, sino todavía más por el alto interés del movimiento obrero contemporáneo y por los espíritus progresistas del mundo entero, que propician la democracia participativa o, mejor, el sistema de autogestión como única alternativa, hasta ahora, ante la versión estatista del socialismo.

"Minimalismo" y "Maximalismo"

A pesar de haberse iniciado en medio de una aguda ais4lación política e ideológica, el movimiento de la autogestión obrera se ha mostrado —junto con la suspensión de la división del mundo en bloques— como el instrumento más eficaz de decisiones políticas locales para la construcción de Ia sociedad socialista. La posición inicial repecto del "propio camino hacia el socialismo", aceptado verbalmente por todos, no quedó limitada a la elección de una vía neutral entre las muchas que conducen hacia el socialismo y son modelos de la sociedad socialista, sino más bien se reveló como el camino para Ia superación de un socialismo que no lo es, como la recusación de cierta práctica socialista, como opuesto al socialismo estatista y burocrático tomando el carácter netamente ofensivo.

Dentro de la crítica del socialismo estatista y de su deformación más conocida —la forma stalinista—, hay dos corrientes en el movimiento obrero contemporáneo. Una que defiende el punto de vista "minimalista" y otra que podríamos llamar "maximalista".

1) El punto de vista "minimalista" se apoya en la importancia que se da al principio de "un propio camino hacia socialismo", es decir, deslinda los fenómenos negativos aparecidos en algunos países socialistas y promete hacerlo mejor en su propia país, lo que por sí mismo implica formas diferentes o un cierto pluralismo en la interpretación marxista de la realidad socio-política. La mayoría de los partidos comunistas ha aceptado prácticamente este principio, a pesar de que no han sacado las consecuencias teóricas necesarias para no afectar ia "unidad del movimiento obrero".

2) La corriente "maximalista" pone especial empeño en superar, crítica y teóricamente, el socialismo estatista, partiendo de la teoría marxista sobre la "extinción" paulatina del Estado y de la alienación (las instituciones político-estatales son formes de la alienación en la sociedad humana), y en Yugoslavia (también prácticamente). En este contexto la idea de la autogestión choera es un problema que se impone compulsivamente.

Mientras el punto de vista "minimalista" queda en el nivel de una táctica política, intentando justificar su oportunismo con explicaciones no siempre corrientes, el "maximalismo" es una crítica teórica consecuente, que cuestiona incluso la naturaleza del socialismo como tal, el contenido mismo de la revolución socialista y los caminos de su realización, por lo cual tiene un carácter general teórico y político-estratégico.

Por eso no es de extrañar que justamente los teóricos marxistas más prominentes desde G. Lukacs hasta R. Garaudy, hayan rechazado la filosofía dogmática y apologética que, bajo el nombre "marxismo-leninismo" y como tal, presenta el fundamento del socialismo estatista, reclamando por sí sola una revisión indeclinable de las ideas marxistas. Los reforzados ataques de los ideólogos oficiales soviéticos, especialmente después de la ocupación de Checo-Eslovaquia, contra el llamado "revisionismo" y contra los más destacados filósofos marxistas, tales como E. Bloch, E. Fromm, G. Lukacs, E. Fischer, H. Lefevre, J. Habermans, K. Kosik, L. Goldmann, H. Marcuse y R. Garaundy, entre otros, además de los que se agrupan alrededor del periódico "Praxis", confirman sólo que el socialismo estatista ha perdido la batalla en el campo teórico, por lo menos en nuestro continente, donde tuvo su origen.

El porqué de la autogestión obrera

La crítica filosófica de los fundamentos teóricos del socialismo estatista se inició simultáneamente con el robustecimiento de la idea de la autogestión obrera, que se está imponiendo a partir de las formas ya existentes de la participación obrera en el movimiento sindical de los países europeos occidentales, como la presión hacia un cambio cualitativo en el seno del mismo. Esta idea fue aceptada por los estudiantes, especialmente los de nueva izquierda, así como también por los demás intelectuales, y de manera evidente por parte de la tan llamada "inteligentzia asalariada". Así se ha producido una convergencia entre el movimiento obrero y las corrientes izquierdistas en el sentido de la idea de la autogestión obrera.

Si quisiéramos exponer brevemente las razones de la aceptación del movimiento de autogestión dentro de los círculos intelectuales de izquierda, como también dentro de una parte de la burguesía progresiva para la cual se convirtió en tema del día, deberíamos mencionar las siguientes:

1) Después del descubrimiento del "factor humano" en la producción, la sociología y la psicología social moderna han dedicado numerosos estudios de investigación a "la motivación y participación" obrera y de empleados en la producción, llegando en la mayoría de los casos, prescindiendo del marxismo, a la conclusión de que la participación de los obreros es indispensable en el proceso de decisiones en las empresas. Pero de la participación a la autogestión hay sólo un paso (revolucionario).

2) Tras la conquista por parte de los sindicatos, mediante los con-tratos colectivos, del derecho de participación en casos particulares en las decisiones de las empresas (derecho de voto, joint consultacion, comité d'entreprise), especialmente cuando se trata de las condiciones del trabajo mismo, llegó, lógicamente, y como paso próximo, el momento de ir desde una "reivindicación cuantitativa" (aumento salarial) hasta la "reivindicación cualitativa" (a incremento de la participación hasta llegar a la misma autogestión). Este esfuerzo se manifiesta especialmente duran-te el turbulento año 1968 en Francia.

3) La extensión de las actividades terciarias, el surgimiento del "proletariado intelectual", del sindicalismo de la empresa en las empresas tecnológicamente adelantadas, con sus nuevas formas de integración de los obreros manuales e intelectuales, el crecimiento de la anonimidad del capital corruptivo (llamada también "manager revolution"), todo esto ha contribuido para que la idea de autogestión vaya imponiéndose como una consecuencia de la democratización y la "normalización" administrativa en las empresas.

4) El carácter visible y creciente de coerción y de terror que impone el socialismo estatista (graves castigos por las opiniones de oposición, falta de derechos del ciudadano, envío de los intelectuales que critican a manicomios, antisemitismo, ocupación de Checo-Eslovaquia, etc.) hizo cada vez más necesaria la existencia de otra alternativa socialista, que no condujera necesariamente a la democracia burguesa o a la social-democracia, sino a una forma realmente nueva de la democracia socialista.

La idea de autogestión

5) Ha madurado la convicción de que los países altamente desarrollados que aplicaron un estatismo o centralismo en las decisiones sociales deben buscar la salida en la participación o en la democracia directa. La revolución científico-tecnológica ofrece aquí, con el desarrollo de la cibernética, la automatización y los medios modernos de comunicación, la posibilidad de una descentralización mayor que en los países no desarrollados. La tecnología se convierte en la "infraestructura de la sociedad", la libera de las necesidades económico-técnicas y ofrece posibilidades mucho más grande para su organización conforme a las necesidades del hombre.

6) La idea de la autogestión hizo necesaria la formulación de una estrategia ofensiva del movimiento obrero en los países desarrollados, donde no obstante está en su comienzo, significa un rompimiento decisivo con aquella pasividad que se deduce de la espera de que los países europeos o la "Armia soviética" liberarían "las fuerzas del tercer mundo". El carácter ofensivo de esta estrategia se hace visible en los esfuerzos convergentes hacia la autogestión tanto en las filas obreras como en amplias capas de la "inteligentzia asalariada". Estos dos factores, desgraciadamente, no han encontrado la necesaria sincronización en sus ideas y acciones, de manera que el movimiento obrero está todavía bajo el dogmatismo y los movimientos intelectuales bajo el "izquierdismo" de la izquierda radical, sin una clara visión de sus objetivos y de una estrategia, lo que les podría facilitar una firme relación con el movimiento obrero, a pesar de las claudicaciones de algunos liderazgos partidarios.

7) La vanguardia intelectual marxista toma conciencia de que la idea le da autogestión es un elemento esencial en el desarrollo de una estrategia ofensiva y por eso no la sorprenden los ataques por parte de los liderazgos burócratas,. Algunos de ellos, en los países socialistas, re-claman cada vez más abiertamente la rehabilitación del stalinismo. Como antes, la vanguardia marxista sabe también ahora que la verdad histórica está de su lado y que es su deber y responsabilidad poner al socialismo y al movimiento obrero en consonancia con los anhelos progresistas de la humanidad contemporánea.

Sin exagerar. podemos decir que en Europa múltiples razones, tanto de naturaleza política y científica como humanístico-filosófica, hablan en favor del socialismo de autogestión. Estas razones son tan eminentes que incluso un total fracaso de la autogestión obrera en Yugoslavia no las podría conmover. A propósito, podríamos, parafraseando, decir: si "la verdad sobre Stalin" no pudo afectar la fe en el socialismo, sino solamente incitó articular su contenido y sus objetivos en forma más aguda, así también "la verdad acerca de la autogestión obrera yugoslava" no puede sacudir la fe en la autogestión obrera, sino solamente formular con más claridad la cuestión de la forma de su realización.

¿Pero estamos hoy en situación de poder decir "la verdad acerca de la autogestión obrera yugoslava"?, es decir, ¿disponemos actualmente de una amplia y suficiente perspectiva para conocer sus "buenos y sus malos aspectos" y saber objetivamente lo que hay que eliminar y lo que hay que conservar, tanto en nuestro país como en otros que intentan de realizarla? Creemos que ciertas cosas se nos han hecho claras y que tenemos la obligación de decirlas en nuestro propio interés y en el de los demás.

Es evidente que los principios sobre los que está edificada la autogestión obrera no son falsos : el hombre —el productor— tiene el derecho de decisión sobre el resultado de su trabajo; el Estado no debe, por su propio poder, disponer del plusvalor que ha creado la clase obrera; todos los que están en la relación de trabajo —los obreros y los empleados—tienen el derecho a la conducción de la organización del trabajo (es decir, de la empresa. Obs. de la Redac. del periódico que mencionamos al final). Falsa puede resultar sólo su elaboración insuficiente y su incorporación en el sistema social.

La concepción de Proudhon

Parecería que en la elaboración y la aplicación de nuestra autogestión obrera domina una concepción democrático-liberal o la concepción proudhoniana. ¿Cuáles son las características de esta concepción?

1) La libre asociación de los productores es la base de la sociedad (Organización mutual); ella no necesita de ningún, intermediario político en forma de Estado o de un partido político (el Estado se "extingue"). Estas organizaciones deben disponer de cierta "posesión", que es la síntesis de la propiedad privada y la de colectiva. Proudhon tenía dificultades, como también nuestros juristas,para definir el "status" de derecho de una organización de este carácter de acuerdo con el derecho romano, y sin embargo responde a lo mejor a lo que nosotros designamos corno la "propiedad de grupo", es decir una mezcla de la propiedad privada y la colectiva.

2) Las relaciones de producción entre las asociaciones de producción descansan sobre el intercambio libre de productos y las relaciones contractuales entre las partes interesadas, sin la intervención de un tercero. La sociedad que se basa sobre la asociación mutua se desenvuelve de acuerdo con el siguiente principio: "Servicio por servicio, producto por producto, préstamos por préstamos, seguro por seguro, crédito por crédito, garantía por garantia... En este sistema el obrero no es más esclavo del Estado, es un hombre libre, realmente si propio señor, que está actuando por su propia iniciativa y por su propia responsabilidad" (P. J. Proudhon, Select Writing, Doublesday, 1969, pág. 59).

3) Una vez puesto el acento sobre el libre intercambio como principio de la libertad personal y la autonomía de la asociación, aparece entonces el mercado como el medio esencial para ese intercambio, y la oferta y demanda como los reguladores de la producción. Los defensores del mutualismo conocen bien, como todo el mundo, la ley de la oferta y la demanda, y por eso harán todo lo posible para no contravenirla". Las in-formaciones detalladas y corrientes, una precisa instrucción acerca de las necesidades y del estandard de vida, un análisis honrado e íntegro de los gastos de producción, de la previsión de eventualidades, la determinación del máximo y el mínimo de las ganancias después de una amistosa discusión, la consideración de los riesgos que están en conexión con todo esto, la organización de la sociedad de coordinación: la totalidad de estas medidas, hablando en forma general, son medios con cuya ayuda esperamos arreglar el mercado. Aquí habrá tanta libertad cuanta deseemos; pero mucho más importante que la libertad es, sin embargo, la franqueza, la mutua comprensión y la instrucción de todos" (Ibid., pág. 70).

Resulta innecesario indicar cómo son las discusiones sobre la autogestión en la realidad yugoslava, cómo la determinación de la cuota de ganancias, cómo también la franqueza y la reciprocidad. Proudhon fue un claro liberal burgués en cuanto al papel del mercado, a pesar de que había comprendido que el mercado debe ser controlado mediante la ayuda de los análisis de los procesos económicos y, en consecuencia con tales análisis, también intervenido. Nuestra práctica en este sentido es todavía más liberal que la que Proudhon tenía en su mente. Acerca de sus consecuencias hablaremos más tarde.

4) Las relaciones contractuales deben dominar no sólo en el campo económico sino también en el campo político de la vida social. "En lugar de leyes tendremos contratos. Ninguna ley se hará con la mayoría de votos o con unanimidad. Cada ciudadano, cada comuna o la asociación hará sus propias leyes". (Ibid., pág. 99). Un consecuente principio de la descentralización política excluye las leyes de la vigencia general.

5) La integración social se hará desde abajo sobre la base de las relaciones económicas y no sobre la base de las decisiones políticas comunes. "En lugar del poder administrativo tendremos las fuerzas económicas". (Ibid., pág. 99).

Contradicciones previstas

6) La división en clanes de la sociedad será eliminada por la sociedad socio-profesional o corporativa. "En lugar de la vieja división de clase de los ciudadanos en nobles y pueblo, burguesía y proletariado, tendremos categorías y clases que se decidirán de la diferencia de fracciones : agricultura, industria, comercio, etc." (Ibid., pág. 99).

7) Proudhon fue suficientemente dialéctico y no le faltó la capacitación para una política zig-zag, lo que le permitió ver que su sociedad basada en la asociación libre de autogestión no podría escapar a las contradicciones internas. Por haber igualado el cambio democrático-liberal de mercancias, mediante el mercado, con la libertad y la independencia de las fuerzas productivas, tuvo que reconocer que el mercado destruye tanto la igualdad de los productores como su solidaridad. Además, pensaba que una igualdad sin la intervención legal, es decir sin algunas leyes o reglamentos generales que arreglarían el intercambio, no es conseguible. Por eso exigía: "La comunidad reclama necesariamente la igualdad y la ley. La propiedad que surge de la autonomía racional y el respeto del servicio personal postula ante todo la independencia y la proporcionalidad... La uniformidad entendida como ley e identificada hacia abajo como la igualdad convierte a la sociedad en tiránica e injusta. La propiedad por su carácter despótico y por su naturaleza destructora del derecho se convertirá, dentro de poco, en el opresor y actuará contra los intereses de la sociedad... Lo que la comunidad y la propiedad quieren es bueno, pero lo que de facto producen es malo. ¿Por qué eso es así? Porque cada uno de los dos es excluyente y pasa por alto dos cosas en la sociedad: la comunidad rehúsa la independencia y la proporcionalidad, mientras que la propiedad no cumple con las condiciones de la igualdad y la ley". (en ¿Que es la propiedad?, 1840., pág. 342).

Proudhon propone prestar atención a una balanceada dosificación de estos cuatro elementos que tienen por característica excluirse el uno al otro: la igualdad, la ley, la propiedad y la proporcionalidad.

Contradicciones en el modelo yugoslavo

Nosotros encontramos en nuestra autogestión obrera las mismas contradicciones y dilemas. Por un lado, tenemos garantizada la plena autonomía económica a las organizaciones de autogestión individuales, lo que necesariamente conduce en la economía de mercado a la desigualdad de compras personales (la oposición a la "moda de igualdad" o a la observación de la "proporcionalidad": la compensación conforme al efecto del trabajo en la organización y no de acuerdo con el trabajo personal) ; por el otro, y en nombre de la comunidad, la presión de los obreros para un pago y posición en la sociedad igualitarios. Nuestro sistema ha llevado esta plena libertad a las relaciones económicas de mercado, es decir, mercancía-dinero. (Ciertas restricciones que provienen de la entrega de una parte del plusvalor al Estado las omitimos aquí por tratarse de una cuestión de principio). Se ha inventado, por cierto, una ideología especial de las "relaciones socialistas mercancía-dinero" y del "mercado socialista", prescindiendo de que las leyes del mercado actúan de igual manera tanto en el capitalismo como en el socialismo y en todas las sociedades que han conservando el cambia mercancía-dinero de mercado.

Este tipo democrático-liberal de la organización de autogestión se parece sin duda alguna y en una alta medida a nuestra autogestión obrera, lo que llama la atención sobre algunos problemas y contradicciones en nuestro sistema. Veamos, pues, qué dificultades y consecuencias concretas produciría la aplicación del concepto democrático-liberal de la autogestión obrera en nuestra sociedad.

Ante todo, en el espíritu del liberalismo burgués se concibe a la organización social como individualista o "atomista", es decir, todas las asociaciones en la economía son iguales en su "status" de derecho y se hallan en el mismo nivel social ideal (como fue el casco de cada uno de los ciudadanos-burgueses en su calidad de propietarios de los medios de producción en la democracia clásica). La organización de la producción fue primero definida políticamente en el espíritu de la libertad democrática y no en el económico-funcional, como es necesario, tomando en consideración la complejidad de la división del trabajo social y los diferentes papeles en el sistema económico.

Así, tenemos casos en que un cierto tipo de democracia política de-termina también la naturaleza de la "democracia económica", lo que trae como consecuencia que la igualdad jurídico-política, conduce rápidamente a la desigualdad económica de las organizaciones de producción. En nuestro país, corno en el liberalismo burgués clásico, sucedió precisamente esto. gracias al nivel más bajo del desarrollo de la organización social en general y respecto de la división del trabajo, en especial (y de acuerdo con esto la determinación del concepto "el trabajo socializado"), como también mediante el formalismo jurídico que equipara legalmente y de una forma perfecta a todas las organizaciones de producción o económicas sin estar en condiciones de comprender su función, que las diferencia esencialmente en la sociedad. (En nuestro sistema este formalismo jurídico es una consecuencia del papel dominante que tiene todavía en la vida política, el "fiscal" frente a la inteligentzia especializada, como son los economistas, sociólogos e ingenieros que actúan en las organizaciones sociales).

La ideología "socialista" de mercado

La libertad de la actividad social fue entendida en primer término como la libertad de empresa, cuya tarea principal es el cambio de las mercancías de un mercado donde domina la competencia y en condiciones tales que la demanda y la oferta son realmente los mejores dispositivos del desarrollo económico. No se acepta la opinión de que el factor decisivo del desarrollo económico es el propio desarrollo de la tecnología y de que es necesario disponer de unos principios sanos con respecto a la estrategia del desarrollo y la distribución de las entradas colectivas y personales.

Todavía más, a pesar del conocimiento general de que el mercado no posee más aquel papel que tenía en el siglo pasado, que debe adoptar varias restricciones y que en general no es más el regulador principal del desarrollo económico, se hizo del mismo una "ideología socialista" : las relaciones mercancía-dinero se convirtieron en las "relaciones socialistas de mercancía-dinero" y el mercado en el "mercado socialista"; incluso el capital se transformó, gracias a la lógica, del beneficio, en el "capital socialista".

Los sinsentidos de esta clase se señalan para olvidar que el mercado con su ley de la oferta y la demanda ya en el capitalismo había experimentado considerables restricciones, no sólo por la socialización de la producción y la distribución (el control social de los medios de producción) sino también gracias al papel de los sindicatos (el control de los llamados "salarios-indirectos" o rendimiento social). La intervención social, que es muy diferente según se trate de los productos de consumo o de los medios de producción, especialmente si se trata del desarrollo de las fuerzas de producción en forma de factores científico-tecnológicos (instrucción de los equipos de trabajo, organización de la producción, etc.), condujo actualmente a una estructura económica polimorfa, de tal manera que el mercado tiene sólo un significado secundario (especialmente si tomamos en consideración la importancia de medios contemporáneos para la promoción del desarrollo de las fuerzas de producción y de investigación).

La descentralización política no es solamente puesta al mismo nivel del distendimiento de la economía administrativa y centralizada, sino también del abandono de cualquier plan de desarrollo, que en las condiciones del crecimiento tecnológico moderno es conditio sine qua non si se desea un desarrollo rápido y armónico en la sociedad. Se entiende, además, que la lógica de mercado no puede impedir contradicciones internas y desigualdades en las empresas individuales o en diferentes ramos de la producción, como tampoco la competencia desleal y los conflictos de la más variada naturaleza, esto especialmente si consideramos nuestras "circunstancias balcánicas", que exigen compromisos permanentes y que, para solucionar los conflictos que surgen, necesitan de un mediador.

¿Quién debe mediar?

Pero ¿quién tiene que cargar con este papel de mediador? ¿Tal vez cierta "organización coordinadora", como lo propone Proudhon? ¿O un representante político de los "intereses permanentes de la sociedad" —es decir, el Partido Comunista—, como se propone en nuestro caso-? ¿O quizás, será la "burocracia mediadora", cuya existencia se justifica precisamente por la atomización política, económica, y cultural de la sociedad? Hay que decir claramente que detrás de la autogestión obrera yugoslava se esconde una "organización vertical del poder social", concretizado en el Partido Comunista, que pretende desempeñarse en esas tareas. Más adelante veremos con qué consecuencias.

Si quisiéramos caracterizar a nuestro actual sistema de autogestión obrera, deberíamos señalar los siguientes rasgos: a) el formalismo jurídico; b), el antifuncionalismo en relación con el papel social de la organización de la producción; c) el liberalismo burgués con respecto al mercado y la autogestión del desarrollo económico, y d) la combinación de la organización de autogestión en el nivel horizontal con la estructura del poder estatal vertical. En síntesis, se trata de una concepción que permanece dentro, del marco de la teoría democrático-liberal y que todavía no alcanzó el nivel de una organización de la producción democrático-humanista y funcional.

Consecuencia del formalismo jurídico

Una de las consecuencias negativas más visibles del formalismo jurídico para la autogestión obrera fue la equiparación jurídica y social de las organizaciones de la producción y las de la mediación, es decir, del las que producen el plusvalor, y de las que disponen de este bien alienado en la esfera de la circulación (bancos, comercio, empresas del exterior, etc.). Esta equiparación jurídica condujo rápidamente a la sujeción de las organiaciones de la producción, en las condiciones de la economía de mercado por parte de las organizaciones de la mediación, que empezaron a explotarlas sin ninguna contemplación. La reforma económica (el autor se refiere a los cambios efectuados por el gobierno comunista de Belgrado en 1966. Ob. del trad.) Llevó a muchas organizaciones de la producción a una grave situación monopolista en la estructura financiera. Mientras los bancos y el comercio en el período anterior rendían servicios, en el actual sólo contribuyen al robustecimiento del poder económico de los centros financieros, en detrimento naturalmente de los intereses de la clase obrera y de una política sana de desarrollo.

Las consecuencias de la equiparación no funcional y jurídico-formal de las organizaciones de la producción con las de la mediación son: a) la posición monopolista de las organizaciones de la mediación respecto de las organizaciones de la producción; b) las ganancias inadmisibles devengadas de las organizaciones de la producción. (En el Informe de una asamblea se comprueba que este capital financiero y comercial "explota brutalmente" la falta de medios para la corriente de inversión y que ha tomado la lógica forma de usura, explotación y lucro. Esa actitud, por sus formas y dimensiones, sorprende incluso a economistas del actual sistema capitalista); c) el entorpecimiento del aumento normal de la reproducción en las organizaciones de la producción mediante la colocación de los medios en las empresas que garantizan ganancias más rápidas, especialmente mediante la negligencia en la modernización de la producción de acuerdo con la tecnología actual (la cual, por los cortos plazos de amortización, sin ayuda de los fondos sociales o sin una estrategia de desarrollo de la economía entera, no se puede conseguir); d) con esta orientación de inversiones la misma politices ha frenado el desarrollo económico (y en esto también la reforma económica tiene su gran parte de responsabilidad) y ha causado el éxodo masivo al exterior de la mano de obra, como también la inflación y el balance negativo de pagos gracias a las importaciones de bienes en su mayoría, inútiles (la importación asegura evidentemente altas provisiones a una pequeña capa de la sociedad); e) el enriquecimiento demasiado rápido de la tan llamada "capa media" y de una élite que surgió con el capital financiero y comercial y, asimismo, como mi fenómeno concomitante, el empobrecimiento y la emigración de amplias masas obreras durante los últimos años; f) como los nuevos centros del poder financiero ocuparon el mismo lugar que dejó el capital del Estado desestatizado, el estilo de los negocios condujo rápidamente a la agudización de las relaciones entre las nacionalidades en Yugoslavia. (Algunos análisis recibidos de Dalmacia hablan precisamente de la "explotación colonial").

"El espíritu empresarial" y "la cultura de consumo"

Todo lo antedicho demuestra a las claras que la clase obrera en nuestro país estuvo, durante los últimos años, expuesta económicamente a grandes dificultades. Esto lo confirman también las mil huelgas que hubo durante ese período. Simultáneamente, las calles repletas de autos, el alza de precios (un par de zapatos —eso fue en 1971. Obs. del trad.— costaba 30.000 dinares, la mitad del sueldo de un obrero), la proliferación de las casas de fin de semana, etc., demuestran que una capa social se enriqueció rápidamente. La gente que visita a nuestro país reconoce a primera vista que éste no es un país de obreros y de autogestión obrera sino más bien el país de los "nuevos ricos". Muchos de nuestros periódicos, en su mayoría los más leídos, han contribuido al surgimiento no sólo del "espíritu empresarial" sino también a la psicología de la "cltura de consumo".

Hemos ya señalado que la concepción democrático-liberal de la autogestión descansa sobre cierta atomización de la sociedad. Lo mismo vale también para la clase obrera. Ella fue incorporada a las organizaciones de la autogestión (es decir, a las empresas. Obs. de la Redac.), las que gozaban aparentemente de los mismos derechos y libertades y que se convirtieron rápidamente en el mercado en desiguales y extremadamente de-pendientes. Además, las mismas adoptaron una propensión a dar su conformidad a las retribuciones que resultaban de acuerdo con la diferencia de las entradas desiguales, todo bajo el imperio del espíritu empresarial y en el mercado competitivo. (En algunas empresas el obrero gana el doble o el triple por el mismo trabajo de lo que gana un obrero en una otra fábrica). A los sindicatos les fue prohibido lucha por criterios idénticos de retribución, pues esto estaría en contradicción con la lógica de la realización de las entradas mediante la competencia, enfáticamente pro-clamada como "entradas de acuerdo con el rendimiento del trabajo" (por lo que la posición monopolista de algunas empresas no fue tomada en consideración).

De esta manera la clase obrera quedó fraccionada, ligada a los intereses del "capital de grupo" y, en la relación de ganancias —mercancía-dinero—, también sometida (el hombre al hombre, la comunidad a la comunidad —lobo—) ; aún más, fue obligada a reconocer a aquellos intereses por los cuales era explotada bajo formas típicamente capitalistas como organizaciones "de trabajadores" y de "autogestión". Esta atomización trajo dos consecuencias fundamentales: una, la de menor importancia, que la clase trabajadora no estaba incluida en la "igualación" de las entradas promedio del mercado, que se consideraba como estímulo del desarrollo, y la otra, que la representación obrera, en cuanto clase, fue totalmente desorganizada, pues el papel de los sindicatos resultó prácticamente nulo.

Las formas del socialismo estatal por haber conservado la organización vertical del poder político, los sindicatos mantuvieron en nuestro país su papel típicamente estatal-socialista, es decir, se convirtieron en "educadores y maestros" de la disciplina para la clase obrera. El sindicato, no servía más para instruir a los obreros, porque todo esto quedaba en manos de los expertos de las empresas. El sindicato, en tales condiciones, no asumía su tradicional papel de defensor de los intereses inmediatos de la clase obrera, lo que provocó muchas huelgas —"huelgas salvajes"— que no contaron con la participación de los líderes de los sindicatos y que fueron hechas pese a su oposición. Esta actitud de los sindicatos llevó a una economía de grupo en las empresas, de tal manera que la autogestión obrera existía más en los papeles que en la realidad.

¿Quién defiende los intereses de clase?

… No hay duda alguna de que en nuestra sociedad, que ha perdido las características de la sociedad de clases, se ha quitado, a los sindicatos, gracias a la economía de mercado, el papel de defensores de los intereses inmediatos de la clase obrera. Si debiera efectuarse en un futuro próximo una corrección, especialmente en el sentido de que los productores no sólo controlen la ampliación de la reproducción sino también la circulación del capital social (se trata aquí de los medias para la alta instrucción de los equipos y la promoción de los avances científicos y técnicos), entonces la rehabilitación del papel de clase de los sindicatos debe ser uno de los primeros objetivos.

Esto resulta necesario por el hecho de que, paralelamente con la división de la clase obrera, se produjo la creación de numerosos grupos y asociaciones de directores de comercio y finanzas. Los obreros son conscientes de que su influencia sobre la conducción en una economía de mercado es menor que sobre las relaciones sindicales y la idoneidad del aparato de comercio y de mercado. Eso los obliga a una pasividad cada vez mayor y a la sumisión ante los técnicos y directores, de quienes depende muy a menudo la suerte de su misma existencia.

Por eso, la mayoría de las "huelgas salvajes" no fueron dirigidas, como afirma la prensa, contra la "conducción burocrática de las empresas", sino contra la real situación en que se hallan esas empresas en la economía socializada; la desorganización de la clase obrera llevó a que sus protestas a menudo se convirtieran en rebeliones (destrucción de la maquinaria, agresiones al personal superior, etc.).

El capitalismo pequeño-burgués

Si se toma en consideración que el status no funcional de las organizaciones económicas condujo a relaciones de explotación entre las mis-mas, no sorprenderá que los obreros tuvieran fundamentos para aceptarlo como expresión del respeto de la ley de la oferta y la demanda (me-diante el otorgamiento de status de organizaciones independientes de auto-gestión también a las organizaciones de mediación, a pesar de que nuestra Constitución prevé esa definición —"la administración social"—, que hasta ahora sólo encontró aplicación en la Universidad y en organizaciones sin importancia, tales como museos y escuelas inferiores, porque el liderazgo está más interesado en el control de la inteligentzia que en el de la gente de comercio y bancas!) . Esto trajo coma consecuencia la pérdida no sólo de la solidaridad obrera y de su igualdad, sino que también se promovió el espíritu empresarial en el sentido de la competencia de mercado (léase: capitalista), todo lo cual contribuyó a que se desarrollase inevitablemente el "egoísmo de grupo" y el espíritu del pequeño hombre de negocios capitalista. Así. se aceptó no sólo el empobrecimiento de ciertos estratos obreros sino también el enriquecimiento de las capas mediadoras como un fenómeno normal. Las protestas y las huelgas de los obreros fueron por eso declaradas ilegales.

La autogestión obrera en nuestro país trajo, de esta manera, en vez de un "socialismo de autogestión" algo completamente diferente, es decir un "capitalismo pequeño-burgués". Esto puede parecer paradójico para aquellos que desconocen el pensamiento democrático-liberal y de Proudhon sobre las características de la sociedad de autogestión. (A pesar de que este capitalismo con respecto a la concentración de los medies ha tomado en nuestro país formas del "gran capital", aún se halla muy por debajo de la concentración de capital contemporáneo existente en los países capitalistas; en nuestro caso falta una política moderna de organización y desarrollo, es decir de tecnología avanzada, en lugar del sentido pequeño-burgués de la usura y del beneficio del momento).

Al surgimiento de la mentalidad pequeño-burguesa han contribuido considerablemente también los massmedia que se orientaron inmediatamente hacia la nueva política de las "relaciones de la economía. de mercado", creyéndose que eran más progresistas si propagaban una "sociedad de consumo" de tipo europeo occidental. Se empezó a argumentar que la ley de la oferta y la demanda rige tanto para la cultura como para la venta de "chorizos", por lo que desapareció de las columnas de los periódicos todo lo que recordara al marxismo (la burocracia política dio el tono para la batalla contra el marxismo) y así aparecieron nuevos conceptos de valor: la promoción del sensacionalismo, formas de la patología social, erotismo, música ligera, snobismo, muchachas desnudas, últimos modelos de automóviles, y todo aquello que gusta a un pequeño-burgués, a un nuevo rico y que puede interesarlo.

Si comparamos el estilo dominante en nuestra sociedad con aquel de la sociedad occidental "de consumo", tenemos que decir en seguida que estamos por debajo de su nivel. La sociedad burguesa nunca hizo una ideología de la relación mercancía-dinero, sino que siempre trató de oponer a las consecuencias negativas del régimen capitalista "valores superiores", morales e ideológicos, destacados como de "interés general" (contrarios al interés particular) —por ejemplo la consideración y resuelto de un "honrado hombre de negocios" y de "la competencia leal" en contraposición con nuestra orientación balcánica de la usura y la astucia campesina, del enriquecimiento sin esfuerzo y sin trabajo)—como también el trasplante de la moral puritana a la vida económica y la modestia religiosa y el sentimiento del deber ético a la vida privada y la administración, de tal manera que los principios morales y sociales e oponían constantemente a la práctica del mercado capitalista.

Cada vez menos "de la conciencia socialista"

Esta contradicción del hombre capitalista o burgués es bien conocida por múltiples análisis de la sociedad burguesa. En nuestros días se buscó un arte más consecuente del pensar ideológico para solucionar estas "contradicciones burguesas" en el nivel de las ideas, no en el sen-tido de lo que en la burguesía hay de positivo (su moral de negocio) sino en el sentido negativo (enriquecimiento y creación de las diferencias sociales). De aquí resulta claro por qué a algunas críticas —por cierto muy moderadas— de parte de nuestros filósofos y sociólogos marxistas, refiriéndose a las consecuencias negativas de la sociedad de competencia y de consumo, se opusieron los "ideólogos oficiales" con la "espada reluciente".

Se entiende que los procesos sociales de esta clase condujeron a la disolución de la conciencia de clase del hombre trabajador y al rejuvenecimiento y la afirmación de la conciencia de clase de la capa social de los medios y las ganancias. Se hacía cada vez más claro, especialmente en el campo de la conciencia social y en aquel de las fuerzas comunitarias que crean la conciencia social (mas-media, ideología oficial de la sociedad, la creación cultural) que esta sociedad tiene cada vez menos conexión con una "conciencia socialista" y que además no quiere tenerla. En días más recientes los ideólogos del renacimiento de la pequeño-burguesía tratan también de convencernos que la conciencia socialista, junto con el marxismo, ponen en peligro a la sociedad y que por ende hay que erradicarla con más energía de lo que se hizo hasta ahora. ¿Quién podría afirmar que, sabre la base de un serio análisis sociológico, la auto-gestión obrera en el nivel social global no se ha vuelto contra la clase obrera?

Consecuencias de la descentralización política

Las recientes medidas de descentralización mediante la transferencia de la mayor parte de las competencias (asuntos) de la Federación a las repúblicas han provocado —como se sabe— preocupaciones en los países del ambiente europeo occidental, aun cuando fueron bien recibidas en nuestro país. Esta preocupación no hay que limitarla sólo a los fracasos de nuestro sistema económico, conocido en el exterior —una inflación galopante, el estancamiento del crecimiento económico, el éxodo masivo de la mano de obra, el crecimiento constante del déficit comercial, etc. —sino que hay que extenderla también al miedo de que Yugoslavia puede, por sus dificultades internas, perder el rol de "puente" entre Occidente y Oriente como factor neutral en la política de las grandes potencias y bloques, en que hasta ahora se desempeñó con éxito…

Desde el punto de vista de nuestro desarrollo interno, deberíamos entender esta descentralización política como un desenvolvimiento natural de aquellos procesos que son definidos en la teoría de la extinción del Estado, es decir, como el robustecimiento de la base de la autogestión de nuestra sociedad y del proceso de integración de sus diferentes zonas. Pero se han revelado justamente las tendencias contrarias, es decir: el surgimiento de los antagonismos entre nuestras repúblicas; la publicación de los datos económicos sobre relaciones de igualdad entre las repúblicas y la acentuación del carácter estatal de las mismas, sin los cambios correspondientes en la autogestión ; la movilización de los "intereses nacionales" en presencia de tensiones políticas para ejercer presión por otro lado; la reactivación de los temples nacionalistas en una parte de los intelectuales (así como también en una parte de los obreros desorganizados); el manejo de los rumores y de otros factores de tensión entre nacionalidades. Todo esto demuestra que los gobernantes de este país no saben de la "estrategia de la innovación social", que presupone una introducción razonable y bien ponderada de los cambios por emprender...

Como hemos dicho, la descentralización política y económica responde perfectamente al espíritu no sólo de nuestra teoría de la extinción del Estado, sino también a las concepciones modernas acerca de un manejo dinámico e inmediato del desarrollo de la sociedad. Lógicamente, bajo una condición: debemos saber qué podemos racionalmente descentralizar; en qué condiciones de una organización muy complicada de la sociedad moderna; de qué manera y con qué objeto debemos realizarlo, cuando se desea desarrollar esta sociedad rápidamente para poder ocupar el puesto deseado entre las naciones industrializadas.

Pero justamente nos falta una concepción semejante y por eso se trata de suplantar una argumentación racional por una demagogia barata. Resulta claro que no se pudo encontrar un idioma común en los procesos de desarrollo de una comunidad multinacional mientras los nuevos centro& de finanzas y de comercio amenazaban con destruir definitiva-mente el equilibrio en las relaciones entre las nacionalidades. Así resucitó "el problema nacional", realmente junto con el problema de clase. Por eso el desenvolvimiento de nuestras relaciones nacionales dependerá, en alto grado, de cómo resolvamos el contenido de clase de esta cuestión. Aquellos que hoy intentan dirimir esta situación con medios políticos no hablan, naturalmente, con mucha gana acerca de cómo se llegó a esto, de cómo se produjo la alienación del plusvalor de la clase obrera (obs. del trad.) mediante las decisiones políticas en el "grupo de capital", o sea, cómo se convirtió el capital dos veces alienado en el capital que se "normaliza" en sus tradicionales funciones capitalistas...

Tendencias del separatismo nacional

Además de la idea del carácter estatal de las repúblicas (dentro de la Federación Yugoslava — Obs. de la Redac. de Wissenschaflicher Dienst Suedosteuropa), se está hablando ahora de la "economía nacional" en cada una de las repúblicas por separado, aun cuando se señala, por lo menos en forma declarativa, la unidad dei sistema económico yugoslavo. Es por eso que no se puede descontar del todo la tendencia a la separación dentro del cuadro de las republicas en el momento actual y que es evidentemente instigada por parte de los círculos de orientación nacionalista y separatista. Si se trata de naciones pequeñas, tales como los pueblos unidos hoy en Yugoslavia, entonces es necesario tener una clara idea de unas cuantas alternativas del desarrollo, que aparecen a cada paso en la descentralización tanto política, como económica.

En primer término, se debe entender claramente que en la descentralización del sistema económico en loa países capitalistas más desarrollados hay una práctica bien adelantada justamente respecto de los objetivos que se deben alcanzar mediante la eficiencia del potencial de producción. Por eso, no hay que tomar coma un debilitamiento de dicho potencial toda forma de descentralización. La descentralización de las decisiones económicas se realiza bajo condiciones de una mayor integración del sistema económico (una división adelantada de trabajo, coordinación de las tareas de producción). La descentralización no está en contradicción con la mayor integración del sistema económico. Hay que tener presente que el sistema económico contemporáneo es una creación heterogénea y multiforme que se extiende desde las zonas fuertemente integradas de "grandes sistemas", como son el campo energético, las telecomunicaciones, los transportes, pasando por los campos de las industrias básicas, hasta las empresas de la industria de consumo completamente integrada. La integración real va más allá del control y la regulación del sistema integral mediante la ayuda de una intervención funcional de los fondos estatales o de la sociedad; su objetivo no es sólo el mantenimiento de cierto balance (equilibrio) de los procesos económicos, sino también la preparación de la seguridad para los procesos de desarrollo en los sectores más importantes del progreso general económico.

Dilema de las naciones pequeñas

Aquí vemos el dilema ante el cual están las naciones pequeñas: es de conocimiento público que la misma descentralización, junto con el tolerar de "lo nacional" y lo regional, es realizable sólo en aquellos sectores donde no hay grandes inversiones y donde no se necesita de ningún gran fundamento de carácter científico-tecnológico altamente desarrollado. En los sectores que necesitan de grandes integraciones que se basan en el sistema científico-tecnológico adelantado, hay que respetar ciertas normas de los "grandes sistemas..."

El peligro para el progreso económico de las pequeñas naciones estriba en el aislamiento de economías enteras dentro de los confines regionales, es decir, en la promoción de la independencia máxima y la autarquía en el nivel de una economía técnicamente poco desarrollada. Algunos defensores de un proceso de esta naturaleza, de encerrarse en las "fronteras nacionales", invocan, la posibilidad de concertar relaciones con las economías desarrolladas fuera de Yugoslavia, con sus grandes conjuntos (complejos) industriales, pero de ellos sabemos que entregan a sus parteners patentes y licencias cuyo alto nivel técnico excluye toda posibilidad de competencia. Por la inclinación de los agentes de comercio de nuestro país en favor del capital extranjero, las ponderaciones de esta clase caen sobre un terreno propicio. No es necesario demostrar que una "independización" de esta clase no sería otra cosa que la continuación de la dependencia semicolonial del capital ajeno, es decir, el regreso hacia aquella situación en que se hallaba la Yugoslavia de pregrerra...

Los países de Europa occidental que a su tiempo fueron "grandes potencias", como Alemania, Francia, Italia, han comprendido que cada una de ellas, a pesar de sus 50 o 70 millones de habitantes, son pequeñas si se trata de desarrollar las empresas con tecnología moderna (así, por ejemplo, la producción de computadoras, es un monopolio de los EE.UU.) y que necesitan de medidas para la integración económica. Para los pueblos pequeños que han obtenido cierta independencia económica y que además desean tener la posibilidad de utilizar en su desenvolvimiento Ios adelantos científico-tecnológicos, este problema se plantea en forma mucho más aguda, pues se exponen al peligro de que su gente más talentosa y capacitada abandone el país, porque no "ve ninguna perspectiva para su propio futuro..." Para que se quede aquí, en su patria, es necesario trazar una sana política económico-social de desarrollo; determinar los sectores de la industria que necesitan tecnología adelantada y que, dentro del espacio yugoslavo, mejor aprovechan las reservas y potencial productivo; asegurar la integración con los países europeos en condiciones de igualdad en cuanto al adelanto tecnológico y promover una amplia red de instituciones de instrucción de carácter supranacional o de carácter europeo (con la posibilidad del intercambio de profesores) en nuestro país. Y, por ende, despertar la conciencia en las filas de los productores y los intelectuales de que vale la pena sacrificarse por este país...

Esto es alcanzable, a mi parecer, sólo si los ciudadanos de los pequeños pueblos en vías de desarrollo tienen una conciencia social desenvuelta, poniéndose en este sentido en un puesto de avanzada entre los pueblos más desarrollados. En nuestra patria esto puede suceder solamente si tenemos una concepción especial de la revolución social, es decir un anhelo de realizar el socialismo de autogestión.

Dos períodos de la revolución

Cada una de las revoluciones sociales tiene su dinámica y, lógicamente, la tiene también la revolución socialista. Se la puede limitar a la clase total, si la identificación con sus objetivos es máxima, si el "Yo" individual se incorpora en el nuevo "Nosotros" social, si el ideal utópico de la realidad social se acerca a la máxima proximidad. Se la puede limitar también a la fase destotalizada, si el plan individual empieza a diferenciarse del nuevo "Nosotros" social (y "Nosotros" se convierte en aquel primero); si se abre el abismo entre la realidad utópica y la de la sociedad (abismo entre palabra y hechos); si la estructura real, con sus estratificaciones sociales e ideológicas, empieza nuevamente a resquebrajarse y en lugar de los objetivos comunes se empieza a hablar de la rectitud o no de las instituciones sociales. El futuro empieza a desaparecer del horizonte, y el pasado en nuestro país renueva, con recuerdos tan espantosos, su pedido de derecho a la vida.

Es natural que precisamente en la fase de destotalización se haga patente cómo muchos cambios revolucionarios fueron cambios "reales" y cómo la nueva conciencia social fue una "conciencia socialista" y no solo una fase vacía, detrás de la cual, en una nueva forma, se escondían los viejos y conocidos fenómenos: pequeña burguesía, el egoísmo individual y pequeño-burgués, el fanatismo, el nacionalismo y el chovinismo. Podríamos parafrasear a Nietzsche y decir que también el socialismo es como aquella fuerza que siempre quiere lo nuevo y siempre engendra lo viejo. Los conservadores, lógicamente, están entusiasmados por eso... ¿Son las revoluciones los más grandes consumidores del elan y las ilusiones humanas? ¿No dejan detrás de sí un montón de esqueletos humanos, terribles por su aspecto, que corren a las monturas y armaduras de los caballeros medievales? Evidentemente no hay todavía tan brillantes monturas del pasado que podría cubrir la desnudez de aquellos espíritus que han perdido las ilusiones de su juventud. La pérdida de las ilusiones puede todavía cubrirse solamente con el poder conquistado y esto esi sólo un embozo de la impotencia mediante un poder aparente.

El sentimiento nacional

La psicología de los "acompañantes" de la revolución, su entusiasmo y su declinación, si se trata de la revolución y del comunismo, nos plantean el problema de la orientación humana. La misma revolución evidentemente no se puede medir de acuerdo con dicha oscilación, porque ella tiene una dimensión transcendental y no la afectan rebeliones superficiales. En cuanto al comunismo hay que decir que para aquel que tiene el coraje de reconocerse comunista, el comunismo existe no sólo como la confrontación de clases, como el conflicto entre el comunista y los capitalista, que no desaparece con la desaparición de la lucha de clase, con la derrota y la desaparición del capitalismo, ni con la transformación de todos los hombres en el "pueblo trabajador". Existe no solamente como lo contrario del nacionalismo burgués, y no está aquí tampoco para dar la libreta roja al "nacionalismo progresista" (que todavía no pudo definirse a sí mismo). Antes bien, el comunismo sobrepuja tanto la orientación clasista como la nacional...

Muchos consideran actualmente que el "sentimiento nacional" es el elemento esencial no sólo de la identificación nacional sino también de la identificación social sin más. Pensando así, el sentimiento nacional se usa en una forma indeterminada e irracional para defender con su ayuda desde las posiciones izquierdistas hasta las más extremas de la derecha. De hecho, esto sirve en la actualidad para disimular y mistificar las posiciones y las ideas reales que con su ayuda deberían ser protegidas. Pero hay que decir en seguida que el "sentimiento nacional" de ninguna manera presenta un misterio dende el punto de vista de la psicología y la sociología modernas. Sobre la base de múltiples estudios de carácter tanto teórico como experimental, se puede hoy determinar con precisión cuando se esconden detrás de él las tendencias y las posiciones progresistas y cuándo las reaccionarias. El "sentimiento nacional",, pues, puede, como cualquier otra identificación de grupo, descansar sobre dos especies de identificación, entre las cuales una puede oscilar ora por uno, ora por otro lado, lo que da al sentimiento nacional un carácter de variados significados, un carácter ambivalente. Se funda, así, sobre el mecanismo de la solidaridad interna del grupo (Gruppen intern, expresión alemana. — Obs. del traduc.) y del antagonismo con el grupo externo (Gruppen-extern). Uno se identifica, con su grupo, se siente perteneciente a él y se encuentra atrapado por sus relaciones internas, sin tomar en consideración si se trata de la familia, de la tribu, de la nación o de la raza. El husmea e indica las fronteras ante aquellos que no pertenecen a su grupo, que están Gruppen-extern, es decir fuera de su propio grupo...

"Etnocentrismo" y nacionalismo

Se plantea el problema de si existe en general una identificacióin in-terna de grupo sin un antagonismo con el grupo externo, es decir, si el sentimiento nacional se puede manifestar sin la enemistad con otra nación. Las investigaciones demuestran que hay identificaciones internas de grupo que no son fruto incondicionalmente del antagonismo con un grupo externo. Tenemos un caso especial, en este sentido, cuando la identificación del grupo interno no es; solamente la propia nación o el propio pueblo sino la humanidad entera. El romanticismo, que había reanimado el sentir nacional, se esforzaba al mismo tiempo por desarrollar este sentimiento interno de grupo para toda la humanidad. Si en el "sentimiento nacional" predomina como condición para la identificación nacional la enemistad con otros pueblos, entonces se habla de "etnocentrismo", de una permanente tendencia de destacar la superioridad de su propio pueblo y de difamar al otro. Este etnocentrismo constituye la esencia del nacionalismo y por eso nunca puede ser progresista, como lo afirman ciertos ignorantes...

¿ Cómo podemos reconocer el etnocentrismo? Un nacionalista no puede, por ejemplo, entender que se puede ser leal a la vez a una creación social más restringida y a una más amplia, que uno puede ser al mismo tiempo un buen croata o un buen servio, un buen yugoslavo o europeo y por fin, un buen ciudadano mundial...

A pesar de las diferencias dentro de una sociedad o de un pueblo, que son más grandes que entre pueblos que alcanzaron una similar escala de desarrollo, los nacionalistas tratan de destacar las diferencias entre los pueblos y disimular las diferencias dentro del propio. Están convencidos de que las diferencias dentro de su pueblo no son consecuencia de las relaciones sociales reales, sino más bien de no sé qué "ideas importadas"... "El patriotismo" presiona a su etnocentrismo hacia el odio a las "ideas ajenas" y los "agentes ajenos" que las están importando. Lógicamente, estos agentes ajenos y estas ideas ajenas sirven como chivo expiatorio para los inconvenientes y adversidades propias... El nacionalismo y el chovinismo en una sociedad adelantada son siempre un signo de neurosis colectiva, por lo cual no hay que extrañar que ellos unan un número grande de personas tan desiguales e inmaduras, produciéndose así fusiones entre "mentalidades primitivas" o de "primitivos". que se desempeñan de buena gana de tribunos, y los intelectuales que, desilusionados en sus ambiciones, dislocados por sus conflictos sin aclarar e inseguros con respecto a su objetivo, desean una fuerte autoridad social y un "firme orden social..."

Mussolini y Hitler consideraban como su deber transformar los sindicatos de clase de los obreros en "sindicatos nacionales", es decir, liberarlos del internacionalismo proletario. Para los nacionalistas, el internacionalismo de la clase obrera y aquel de la Iglesia católica fue el "enemigo principal del pueblo alemán". También en nuestro país algunos nacionalistas exigen la supresión de los sindicatos de clase, es decir la eliminación de su internacionalismo, piden la lucha contra "el comunismo internacional" y el "catolicismo internacional". Muchos de estos ideólogos llevan en su bolsillo la libreta de la Liga Comunista de Yugoslavia (del Partido Comunista. — Obs. del traductor) ...

La experiencia histórica nos enseña que los nacionalistas no son capaces de resolver el problema de las relaciones de igualdad entre los pueblos. Ahora se nos revela por qué es así. Este problema puede resolverse únicamente desde un punto de vista internacionalista, desde la posición de la gran comunidad de los pueblos, de la que hay que expulsar a todo etnocentrismo, todo odio recíproco y a toda otra clase de prejuicios..."


"Praxis" - Una revista falsamente liberal

Zlatko Markus (*)

DESPUES de señalar las dudas y confusiones que causó la revista Praxis en el ambiente de Zagreb y en el "yugoslavo" en general por sus ideas y terminología filosófica incomprensibles, el autor expresa: "No obstante, el papel y el significado de Praxis se hicieron claros en las situaciones concretas. Si algunos individualmente no entendieron lo que Praxis escribió, las acciones concretas, digámoslo abiertamente, de sus hombres aclararon lo que realmente piensan acerca de toda una serie de cuestiones de suma importancia. A saber: cuando estos hombres en 1968 intentaron convertir la revuelta estudiantil (movimiento de junio) en un polígono exclusivamente anti-titoista, por un lado, y de la oposición unitarista-granservia, por el otro, desde ese momento el "sistema" de pensamiento de Praxis no necesitó más ser descifrado en los laboratorios alquimistas de los seminarios de filosofía acerca del joven Marx. No destacaron como el peligro principal ni al unitarismo ni al dogmatismo staliniano, sino a los movimientos nacionalistas en Croacia por sobre todas las cosas. Así empero mostraron la tarjeta de presentación de Praxis, y la cara que apareció ante el público croata, mirada desde la amplia plataforma de su lucha por la libertad nacional y social, no resultó ni simpática ni aceptable en lo más mínimo. Muchos sintieron alivio al comprender que ante sus ojos se estaba deshaciendo una ilusión más: Praxis pues, no fue un mensajero de la libertad y, esto es más importante, no tenía, ni remotamente, elaborada su posición con respecto la preparación y la ejecución de la lucha por la libertad nacional. El socialismo para aquella gente fue y quedó sólo un problema teórico: unas entidades abstractas que en sus textos flotaban en el vacio tanto nacional como social. Pero, no obstante, el pueblo vivía, vivía de hecho, sufriendo injusticias tanto en lo nacional como en lo social, principalmente si se trataba de los croatas en Yugoslavia. Para este aspecto concreto del problema, para ese continuo llenar de las cárceles con presos croatas, Praxis, ridiculizando así su propio nombre, no tenía oído ni genio. Incluso, todo acto anticroata encontraba en las páginas de este periódico aprobaciones manifiestas. Pero para despejar la neblina teórica que encubría las intenciones de Praxis resulta necesario, como ocurre siempre en casos análogos, recurrir a la ayuda de hechos incontroversibles y conocidos por todos.

1) Praxis apareció por primera vez en septiembre de 1964 como el periódico de la Sociedad de Filosofía Croata. Al comienzo, la palabra principal fue de filósofos croatas, quienes intentaron dar un sentido humanista como componente de la teoria económica marxista. Se intentó dar al marxismo un significado concreto y humano. Pero sin éxito. Algunos de dichos textos de aquel momento quedarán en la historia de la filosofía como un aporte a la humanización y concretización de las abstracciones marxistas, que tuvieron un sentido en el tiempo en que nacieron y que a partir del siglo XIX y paralelamente con los cambios económicos y políticos lo empezaron a perder. Por lo demás, las previsiones generales de la revolución de Marx en la Europa occidental se mostraron como fundamentalmente equivocadas.

2) En las fechas 10/VI/65 y 11/XII/66 Miko Tripalo (el número 2 del liderazgo comunista croata, destituido por Tito en 1971 apoyándose en la fuerza militar. — Obs. del traductor) decía acerca de Praxis y su gente "no participaron en la liquidación social del stalinismo, sino que se incluyeron verbalmente en esa lucha cuando la principal batalla ya había sido ganada..." que "al grupo de Ranković, naturalmente, no le convenía el rol que tenía el liderazgo croata (Tripalo se refería a los intentos de "aportar en la forma más eficaz a la realización de una real igualdad del pueblo croata y de nuestra República dentro de la Federación Yugoslava". — Obs. del autor). Por eso se intentó dirigir a una parte de los intelectuales contra el Comité Central de la Liga Comunista de Croacia, y con esto provocar su descrédito. Desgraciadamente, algunos, quizá sin saberlo, desempeñaron un papel poco grato..."

En aquella misma época se abre también la primera polémica entre M. Tripalo y Danilo Pejović, a la sazón redactor de Praxis. Hoy el mismo Pejović ("depurado" también después de la "purga" contra la "primavera croata" en 1971. — Obs. del traduc.) reconoce que jamás hubo una polémica más honesta entre un hombre político y un filósofo. Tripalo tenía suficiente fuerza, inteligencia y convicción para una polémica abierta, aunque no llegó a que Praxis fuese perseguida, por los croatas, a pesar de que constantemente actuaba contra sus conductores comunistas. Intuyó bien la trampa que se le preparaba a él y al liderazgo croata, en la opinión internacional, si hubiera perseguido las ideas filosóficas. Además, Tripalo sabía de sobra que la política de los líderes croatas era mucho más popular y aceptada por el pueblo que todo lo que aparecía en las páginas de Praxis.

En 1967, con la aparición de la "Declaración sobre la denominación y la situación del idioma literario croata", Praxis tuvo que mostrar sus cartas. Para Praxis un acto de esta índole resultó sumamente sospechoso. En Croacia y en Yugoslavia en general se habló abiertamente de que Praxis recibía ayuda de Belgrado por intermedio de la gente de Ranković (temible jefe policial de entonces. — Obs. del traduc.), que permaneció inconmovible en el aparato federal. Además, no es un secreto que algunos de les más destacadas hombres de Praxis estuvieron presos en Goli Otok (una pequeña isla desierta en el Adriático, lugar de expiación de tantas víctimas del régimen de Tito. — Obs. del trad.) por stalinistas o seguidores del Informburo. (Actualmente el régimen aprovecha este argumento en su desquite con ocho filósofos de Belgrado).

3) En 1968 Praxis intentó imponer a la rebelión estudiantil un contenido oposicional donde figuraba como punto principal el unitarismo. En segundo lugar, el voto contra la reforma económica, iniciada en Croacia. La fuente y la inspiración de las soluciones de Praxis, lo que su gente no escondía en lo más mínimo, fue la vieja "economía planificada" de Ranković. El grupo de Ranković estaba interesado en llevar a los estudiantes de Zagreb al alcance de las palizas policiales. He participado en dichos acontecimientos muy activamente y escrito acerca de la real necesidad del pensamiento neoizquierdista en Croacia. En la asamblea estudiantil en Zagreb, en el mes de junio de 1968, el derramamiento de sangre fue impedido sobre todo por Ivan Supek y Vanja Sutlić (Vanja Sutlić es hasta ahora, y después de la última guerra, uno de Ios más destacados nombres en la filosofía croata). Yo estaba entre la masa estudiantil de entonces junto con la hija de Sutlić, quien —al escuchar hablar a su padre a Ios estudiantes y advertirles que las fuerzas oscuras stalinistas por intermedio de Praxis deseaban aprovechar la rebelión para sus objetivos— tomó posición contra él, por lo menos al comienzo. Fue un discurso de suma importancia y gran decisión. Sutlić no balbuceaba, a pesar de ver la gravedad de los hechos y de sentirse obligado a levantar Ia voz contra sus propios colegas filósofos. Lo hizo con tranquilidad y dignidad. Intenté convencer a su hija de que Sutlić salvaba en aquel momento literalmente la piel de la juventud croata, al igual que a la inteligentzia política y nacional croata. En las demás facultades de la Universidad de Zagreb hablaron el Dr. Marko Veselica y el Dr. Šime Djodan, en servicio del objetivo de Sutlić, es decir planteando a los estudiantes croatas la opción del unitarismo o la libertad.

4) Entonces sobrevino "la primavera croata", período en el que Praxis se hundió paulatinamente en aguas intrascendentes y agotó su actividad "filosófica" en las borracherías de Korčula. (Se trata de los congresos filosóficos internacionales, inaugurados y efectuados por la gente de Praxis en la isla croata de Korčula durante varios años seguidos. — Obs. del trad.). Luego interviene Karageorjevo. Praxis se encontró otra vez en lo "suyo". Uno de los más mórbidos del nuevo grupo quisling, Marinko Gruić, en un seminario efectuado en Krapinske Toplice, entregó a Praxis la más grande distinción unitarista señalando cómo este periódico, en período ya pasado de la "primavera croata", "defendió tesis correctas en cuento a lo nacional y lo nacionalista". En vez de sentir vergüenza por la mano benéfica de un representante del régimen sectario stalinista, Praxis se hinchó de regocijo y su redactor explicó públicamente cómo Praxis nunca actuaba políticamente, excepto en 1971 contra los dirigentes croatas (comunistas, se entiende. — Obs. del trad.), cuando intentó presentar a la "primavera croata" como un movimiento de ia "clase media". En la terminología marxista la clase media es siempre reaccionaria, entre otras cosas.

5) Después del conflicto por la declaración acerca del idioma nacional, los filósofos croatas abandonaron a Praxis uno tras otro. Se fueron: Danilo Pejović, Ante Marin, Zlatko Posavac, Vladan Švacov, Muhamed Filipović y, recientemente, Besim Ibrahimpašić. Mientras tanto, Praxis no había terminado su misión unitarista. Al alejarse los filósofos croatas, se convertía cada vez más en el vocero de los filósofos servios, fundamentalmente de los profesores de Belgrado, hoy destituidos. (En el mes febrero del año en curso. — Obs. del trad.). El enjuiciamiento de los mismos no debe ser global. Entre ellos hay filósofos y sociólogos encumbrados. El trabajo y el pensamiento de Ljubo Tadić y de Svetozar Stojanović merecen y despiertan admiración. Se trata de hombres honestos y lúcidos que con su trabajo se aseguraron a un número no pequeño de amigos y admiradores, especialmente en Croacia. El caso de Mihajlo Marković es otro cantar, por ejemplo. No es un secreto ni una revelación que Marković, al finalizar la guerra, fue desmovilizado como oficial de OZNA (policía secreta) y mereció "la denominación" de nacionalista gran-servio. Al fundarse en Zagreb el periódico Enciclopedia Moderna, y mientras se preparaba el proyecto de la Enciclopedia de Nuestro Tiempo, le fue encargado a Marković redactar la sección filosófica. Venía a menudo a Zagreb y nosotros, que trabajábamos en la redacción del periódico, lo recibíamos y almorzábamos con él en el hotel Palace, donde discutíamos con frecuencia. Marković nos habló acerca de los motivos de su engagement. Nos dijo una vez que hay en Zagreb tres órganos importantes que difunden ideas a modo de Strossmayer (el gran orador en el Concilio I de Vaticano, ver SC N° 32-35, pág. 44-88. ensayo de I. Tomas. Obs. del trad.) por toda Yugoslavia. Es decir, el Instituto Lexicográfico o la Enciclopedia Yugoslava, la Academia Yugoslava y, actualmente, la Enciclopedia de Nuestro Tiempo. Según él, tendrá el poder y la influencia en Yugoslavia aquel lugar que dirija estas instituciones o empresas, eminentemente espirituales y por nada menos políticas, y éste es, sin duda, Zagreb. Es por esto que él sostenía que debía empeñarse en nombre de Servia. Le contesté que nosotros los croatas con gusto desearíamos llamar con nombre croata a la Academia Yugoslava de Ciencias y Artes. Ya después de la publicación de los primeros textos de Sime Djodan (ex combatiente de Tito, profesor croata especialista en cuestiones de economía política, actualmente en precarias condiciones de salud, condenado por Tito a 6 años. de reclusión. — Obs. del trad.), Marković hizo muy ruidosamente su protesta.

Le advertimos, especialmente el Prof. Supek (ex rector "depurado" de la Universidad de Zagreb, uno de los especialistas más destacados en cuestiones de energía atómica en Yugoslavia, profesor de física teórica. — Obs. del trad.), que no había razón para su protesta y que exigía cosas antidemocráticas, es decir, el derecho de escribir para sí y la prohibición del mismo derecho a Djodan. El odio con que Marković habló en aquella oportunidad sobre Djodan salió fuera de las normas de comportamiento de un académico.

Uno de los redactores de Praxis —hasta el último momento de su existencia—, Gajo Petrović se encontraba en 1945 en la Facultad de Filosofía de Zagreb junto a aquellos que llegaron con pistolas en los cinturones y camisas militares americanas. El mismo en aquel momento exigió la derogación de la Lógica como materia de estudio por ser "una disciplina burguesa". El Dr. Vladimir Filipović, el filósofo croata más conocido, advirtió a los recién llegados que este asunto no era una cosa tan simple. Y no pasó mucho tiempo antes de que el Dr. Filipović apareciera ante el tribunal por haber dictado cursos de filosofía durante la existencia del Estado Independiente de Croacia. Petrović, mientras tanto, se recibió de doctor en filosofía y fue nombrado profesor de la materia que precisamente quiso derogar en 1945. El Dr. V. Filipović nos contó el hecho como testigo del mismo, informando a los estudiantes sin malicia, profundamente consciente de que fue él justamente quien educó y enseñó a pensar filosóficamente a aquel grupo que apareció con pistolas en los cinturones en los seminarios de filosofía.

6) Justamente del círculo filosófico croata salió una aguda y poco agradable crítica de Praxis durante la "primavera croata". En la misma, entre otras cosas, se habló de la "masturbación del marxismo del joven Marx". (Intencionalmente omito el nombre del filósofo que pronunció dicha apreciación, porque sé que Praxis tiene todavía muchos amigos en el mismo régimen).

Luego el autor reproduce las conocidas opiniones de Marx y Engels acerca de su desprecio respecto de los pequeños pueblos, calificando especialmente al pueblo croata como "reaccionario". Los Habsburgo se sirvieron de los soldados croatas para estrangular la revolución de Viena. Luego continúa textualmente: "El hecho de que Marx y Engels pensaran de esta manera y que escribieron estas opiniones según las cuales un pueblo pudo ser por naturaleza «contrarrevolucionario», no es indicio de la brillantez intelectual ni madurez política de sus autores. Les parecía normal la negación a los croatas de su idioma y de su patria. Además, y no sólo para consolarme, Marx y Engels, me atrevo a decir, fueron pre-cursores de Hitler en cuanto a su oscura teoría racista, según la cual los eslavos serían, de acuerdo con el criterio revolucionario, seres inferiores. Así escribían: "Repetimos, exceptuados los polacos, los rusos y, quizás, los eslavos en Turquía, ningún otro pueblo eslavo tiene futuro propio por la simple razón de que no tienen condiciones elementales históricas, geográficas, políticas e industriales para la independencia, que podría resultarles vitales..." Precisamente de estas ideas del joven Marx se alimentaba Praxis cuando se trataba de Croacia. En sus múltiples viajes al exterior los colaboradores de Praxis —Marković sobre todos, los demás menos— decían después del golpe de Karageorjevo que la encarcelación de los intelectuales y los obreros croatas fue un "asunto interno de Yugoslavia". Todo este tiempo, ellos instruían en tal sentido a sus amigos en Occidente y no sin resultado. En esta maniobra dieron preferencia a los EE.UU., considerando a América como decisiva en la política de Occidente respecto de Yugoslavia. Se ponía especial atención en el exterior a cada palabra, a cada paso que ellos daban. El decano de la Facultad de Filosofía de Belgrado, Sima Ćirković, presentó la renuncia por la separación de esa gente de la facultad. Hay que decir también algunas palabras sobre este personaje. Es "conocido" como el autor de la historia de Bosnia, donde, según sus propias palabras, trató de lograr que "los croatas no se adueñaron de Bosnia". Este criterio revela el carácter científico dei historiador Ćirković.

7) Luego se levantó tormenta en torno de dichos profesores. Olvidemos el hecho de que el régimen de Belgrado no mostró ni una centésima parte de la paciencia que tuvo a los profesores servios cuando se trató de los profesores croatas, y miremos lo que escribió NIN (un periódico de Belgrado, órgano policial-militar servio. — Obs. del trad.) en su edición del 2 de febrero de 1975: "La decisión de la Asamblea de la República Socialista de Servia del martes pasado priva a este grupo de la posibilidad para que continúen sirviéndose de estudiantes en vista de sus objetivos políticos. No obstante, sus sueldos personales y las demás posibilidades para los trabajos científicos quedan intactos. Sólo recibirán, desde ahora, sus sueldos de la tesorería del Secretariado de la República para la Instrucción". ¿Tiene, en consecuencia, sentido hacer una comparación entre lo que sucede con los profesores de Belgrado y lo que se hizo con los profesores y estudiantes croatas? Ningún profesor croata recibe su sueldo; familias enteras quedaron de golpe a merced de condiciones económicas más que graves. Los profesores croatas fueron encarcelados en lugares donde se los envenena paulatinamente. A los profesores servios los alcanza sólo el cambio de puestos, pues siguen recibiendo sus sueldos anteriores y tienen la posibilidad de continuar con sus trabajos científicos. Dos criterios yugoslavos están aquí presentes en todas sus dimensiones...

Repito que, lo que nos dolió a Ies croatas fue la despreciable maniobra de la gente de Praxis a nuestras espaldas; se trató de una permanente instigación al régimen para que golpee a los líderes croatas; también, de denuncias de la misma gente en el exterior contra la lucha croata tildándola de "fascistas". A donde llegaban Praxis y su grupo declaraban que los croatas son fascistas. En el semanario alemán Der Spiegel del 3 de febrero de este año fue publicada una entrevista con Ernest Bloch. Se trata de un nonagenario que no puede, aun en caso de que así lo quisiera, tener conocimiento real de las condiciones en Yugoslavia. No obstante, el nombre de E. Bloch tiene actualmente gran repercusión en Europa. Lo hemos visto en Croacia, en Korčula, en los seminarios de Praxis. Gajo Petrović y otros lo llevaban del brazo hablándole con suavidad y conscientemente, no de problemas filosóficos, sino de los malos y corrompidos croatas —de los croatas "fascistas"—. Ahora el viejo repite estas "informaciones" a Der Spiegel. Contestando a la pregunta de si en Yugoslavia "se confunden la miseria económica con emociones nacionalistas propias de un Estado multinacional", Bloch contestó: "Si, éste es un momento peligroso en el caso croata. Pero la prohibición está dirigida contra los profesores de Belgrado y no los de Zagreb. Los croatas, como fascistas, fueron peligrosos, yo me lo puedo imaginar..." Evidentemente se refiere aquí a la "primavera croata", al período anterior a 1971, bautizándolo, contra la opinión pública generalizada aquí en Occidente, de "fascistas". ¿Qué contestar a Bloch por esta desconcertante acusación? Vale la pena poner atención en las informaciones del Time, tanto en el londinense como en el de Nueva York, que destacaban que en Croacia no hay fascismo, pero sí que lo hay en Servia, especialmente en el movimiento de Stojadinović. Los corresponsales americanos e ingleses destacaban que Zagreb tomaría una dirección contraria a Belgrado suceda lo que sucediere, y así fue. Pero que en nombre de los croatas la mejor contestación a Bloch está contenida en una idea de Camus, pronunciada después del estrangulamiento de la revolución húngara de 1956: "Si la verdad absoluta pertenece a no sé quién en este mundo, ella no pertenece al hombre o al partido que afirman poseerla. Si se trata de una verdad histórica, cuanto uno más afirma poseerla, tanto más miente. En el análisis final, uno se convierte en verdugo de la verdad. La rebelión húngara explotó contra la mentira generalizada. Fue, pues, necesario matar a los hombres que lucharon contra la mentira y luego denigrarlos mediante una mentira contraria declarándolos fascistas". Estas palabras no necesitan explicación. Fueron pronunciadas por uno de "los espíritus más lúcidos de este siglo", y coincidían con la mayoría de las opiniones. Hay que acordarse que en Occidente la rebelión húngara, como hoy la croata por boca de Bloch, fue tildada de "fascista". Agrego que un libro de Bloch fue publicado en Yugoslavia. Fue traducido por Davor Rodin, croata, y la introducción fue escrita por otro filósofo croata, Danilo Pejović. El libro fue impreso en idioma croata en una edición de Nolit. de Belgrado. Entre los pocos libros que llevé conmigo al exilio se halla también Introducción Tübingena a la filosofía. Lo llevé ante todo porque anunciaba al hombre como posibilidad. Al final de su libro Bloch dice: "El hombre que está erigiéndose y es posibilidad real que todavía no está completamente determinada; éstas son, por cierto, categorías incontrovertibles para el desarrollo de nuestra vida. la literaria, la filosófica y la práctica. Mantenerlas abiertas en el experimento hombre y en experimento mundo, éste es el objetivo de la presente introducción".

Preguntaría públicamente a Bloch: ¿ha excluido él de su "experimento hombre" a los croatas? ¿Son ellos también hombres? Según él son "fascistas".

Sea como fuere, no hay que instigar emociones en este caso, porque se trata... de una cosa bastante simple: Bloch ha repetido lo que había oído de parte de la gente de Praxis y. ante todo, de Gajo Petrović. Que esto es así, podemos demostrarlo también materialmente. En 1968, Petrović atacó a Veselica (ex diputado federal, ex profesor en la Universidad de Zagreb, croata, condenado a siete años de prisión. Obs. del trad.) después de habérsele frustrado todos sus intentos en servicio de Rankoviéć para atraer a la juventud croata. En aquel momento escribía Petrović: "La verdadera cara de Veselica aparece tanto en la desconfianza policial con que se interesa por los «diversos motivos políticos y otros» que están presentes detrás del borrascoso estribillo estudiantil «estudiantes - obreros» y «Zagreb - Belgrado» (a Veselica, quizás, le gustaría, oír "obreros - capitalistas" o "Zagreb - Madrid") como en el entusiasmo con que habla acerca del discurso de Šime Djodan en la Facultad de Filosofía, que fue imposibilitado por un prolongado cantar: "Fraternidad - Unidad". Al momento de ser llevado a la cárcel en 1972 el Dr. Veselica, Mata Rajković, un hombre poseído patológicamente por el odio a los croatas, citó justamente este fragmento del texto de Praxis. En cuanto a las mentiras de Petrović sobre los supuestos estribillos, muchísimos estábamos allí presentes cuando un par de gritones del gastado slogan "fraternidad - unidad" fue silenciado. ¿No se acuerda Gajo Petrović que los estudiantes croatas cantaban: "Zagreb plače, Beograd se smije, ubiše nam naše najmilije"? ("Zagreb llora, Belgrado se ríe, nos mataron a los más queridos").

No queda pues ninguna duda de que Petrović habló a Bloch de que los croatas están soñando con el eje Zagreb - Madrid. No hay duda alguna, y la fuente de esta diminuta malicia dicha por boca de Bloch recibe otras dimensiones, pues aquel que lo dijo lo dijo simplemente por odio, es decir, que no tiene tampoco valor cuando lo repite un nonagenario de renombre mundial.

Aquí está cerrándose el círculo de Praxis. Tito es la persona, última instancia, cuyo juicio en este asunto podría tener importancia decisiva. Pero no se puede decir lo mismo acerca de las informaciones que él está recibiendo y que le permitieran decir en el IX Congreso de la Liga Comunista de Yugoslavia: "Aquí tenemos varios filósofos de Praxis, varios dogmáticos, incluidos los que hacían diferentes deformaciones en la administración de la seguridad de Estado, etc. Todos éstos actualmente se han unido. Tito, si no hubiera tenido fundamento real para su declaración, no lo habría dicho justamente en el Congreso del Partido, poniendo juntos a los filósofos y funcionarios de UDBA (incluso los peores...) (UDBA es el servicio policial omnipotente de la Yugoslavia. — Obs. del traductor).

Así regresamos finalmente al comienzo de Praxis, es decir, al hecho ya señalado por Tripalo de que algunos de sus integrantes empezaron su trabajo únicamente para desacreditar a los dirigentes croatas. Regresamos al comienzo de Praxis, cuando esta gente en nombre de la economía planificada de Ranković atacó la reforma económica croata y la economía de mercado. La magnitud reaccionaria de este hecho y la idea son cada vez más confirmadas por la opinión pública mundial. Hace poco, uno de los redactores del semanario Newsweek, Andrew Nagorski, viajó por toda la Europa oriental llegando a la siguiente conclusión: "Dicho en términos simples, la reforma económica era siempre elemento detonante en la Europa oriental" (Newsweek, 10/11 /1975).

En efecto, se trató en primer término en Croacia de esta clase de "dinamita política", detrás de la cual estaban Tripalo, Crvenkovski, Dabčević-Kučar, Kavčić y otros. Contra ellos estaba el viejo equipo federal de Ranković, que encontró a sus voceros, amigos y mercenarios en un periódico filosófico, cuyo editor figura hasta hoy en la Asociación Filosófica Croata.

Por fin, y desde hace poco, Dobriša Ćosić, hoy líder de los escritores servios se convirtió en inevitable parte del cuento relativo a Praxis. Por su culpa fue retirado de circulación el último número de Praxis. Ćosić esteribió sobre su país y dijo que su historia sería una "historia de cuchillo". (Con estas palabras empieza su novela Deobe (Divisiones), donde con pleno derecho y convicción intentó descubrir motivos, inspiraciones y la energía de los četniks en el suelo servio. Mejor que cualquier otro, Ćosić sabe que en Croacia no se pudo imprimir un libro acerca de los motivos del fenómeno "ustaša" en ningún momento después de la última guerra, incluso en el año 1971. Por lo demás, el mismo Ćosić niega el derecho de escribir y publicar un libro de esta índole, lo que dio origen al problema de su relación con los croatas). En Hrvatski Tjednik (El Semanario Croata), N° 32, del 26 de noviembre de 1971 (periódico suprimido por Tito. — Obs. del Trad.), he publicado una crítica del libro de Ćosić, titulada "El poder y el miedo". Este libro representó en aquel momento una clásica provocación al desarrollo democrático en Croacia. Su autor no era más que un servio-comunista, escritor de la mítica lucha servia, de partizanos, durante la segunda guerra mundial. No, éste fue un libro de otro Ćosić. Este nuevo Ćosić regresaba no sólo a Vuk (Karadžić, un autodidacta servio del siglo pasado, que con un espíritu de megalómano primitivo proclamó a todos los pueblos, especialmente a su folklore y canciones populares, como servios y cuya flagrante falsificación sirvió de la información a la opinión pública de entonces. — Obs. del trad.) y a Dositeo (otro escritor servio de aquella época de semejante mentalidad megalómana granservia. — Obs. del trad.), sino también, y ante todo, a Nicolás Pašić (el presidente del partido radical servio y uno de los mayores responsables políticos servios por el catastrófico desarrollo político de la Yugoslavia creada en 1918 mediante el fraude, el terror y la introducción de un régimen granservio. — Obs. del trad.), a una Servia victoriosa, a una Servia "con misión". Escribiendo de eso, mencioné que fue más que característico el tiempo en que Ćosić empezó a escribir su último y, digámoslo abiertamente, tan desacostumbrado textos del engagement político, unido todo en un solo libro. Su tema principal es una defensa de la integridad servia después de Ranković. (Vale la pena decir hoy que fue Ćosić quien escribió bajo seudónimo un libro sobre Goli Otok en tiempos del poder de Ranković).

Los motivos de Ćosić son claros y nosotros podemos fijarlos de la siguiente manera: Él estaba contento con la Yugoslavia de posguerra hasta aquel momento, que marcaba el límite del dominio primordial de la idea yugoslava en su filosofía dictatorial de poder; y cuando decimos idea yugoslava es más que normal pensar en la idea servia y la granservia como energía básica y lucro principal provenientes de la idea de yugoslavismo de esta clase. Al abrirse con la desaparición de Ranković un nuevo horizonte, necesario y sin duda más democrático para la vida, Ćosić se mostró muy preocupado. Desde ese momento y de golpe empezó a hablar y escribir acerca del "genocidio ustaša" y sobre el pueblo servio, que "se empeñó sin especulación y medida por el futuro". Entonces llegó a la, conclusión de que la "Declaración sobre la denominación y la situación del idioma literario croata" es algo "que no resulta difícil identificar al unitarismo (una parte de los ortodoxos dentro de Croacia que siglos atrás aceptaba la unión con el catolicismo y se identificaba nacionalmente con la mayoría nacional croata. — Obs. del trad.) con el viejo nacionalismo grancroata y que, según mi opinión, últimamente pasó a una evidente ofensiva". La diagnosis de Ćosić es evidentemente simple: los servios somos un pueblo honrado y que lucha honradamente "sin especulación y medida", pero aquí están estos croatas, causantes del "genocidio" y que ahora nuevamente provocan desórdenes, destruyen y "desvirtúan el ideal yugoslavo". El hecho de que los croatas —desgraciadamente— crearon y con un insistente idealismo alimentaron este ideal, así como también la circunstancia de que el poder granservio tanto en la Yugoslavia monárquica como en esta de después de la última guerra hizo de el un matadero para los croatas, no los quiere o no los puede ver Ćosić, lo que es piedra de toque para su conciencia. Ćosić destaca hasta la náusea su propia opinión de que hay "un sistema simétrico del nacionalismo, tanto servio como croata". Pero a la vez, según él, esta simetría no debería existir, porque el nacionalismo servio es fuerza creadora de Estado, como lo repiten también los generales en los institutos militares de Belgrado. Ćosić tampoco ve que el movimiento "Ustaša" emergió como pura reacción a los tan notorios crímenes de la burguesía de Belgrado y de su rey Alejandro..." Reproduciré aquí a propósito una opinión acerca de lo que pasaba en la Yugoslavia monárquica. Justamente en estos días se está proyectando una serie de emisiones por la televisión británica denominada "El poderoso continente", con el subtitulo: Una visión de Europa en el siglo XX. El autor de dichas emisiones es el historiador inglés John Terraine. Al referirse a la Yugoslavia de entre las dos guerras, escribe: "Ella (Yugoslavia) tuvo que ser una federación, pero fue realmente un Estado regido cruelmente por los servios. Nadie resistía a esa política más que los croatas, quienes creyeron que fueron ellos y no los orgullosos servios los verdaderos artífices de la independencia yugoslava. En 1928 el mundo sufrió una vez más el impacto de la violencia balcánica: un diputado nacional servio en el Parlamento yugoslavo sacó su revólver, matando a los líderes croatas uno trás otro, hiriendo mortalmente a dos de ellos y a otros tres de gravedad, para abandonar luego libremente el espacio del Parlamento. Entonces los croatas empezaron a hablar de que lo pasaban mejor bajo el cetro de los Habsburgos..." (The Mighty Continent, pág. 196, edición British Broadcasting Corporation and Hutchison). Hay actualmente muchos escritos que describen y aprecian de una manera similar la vieja Yugoslavia. El tiempo y la distancia con respecto a los acontecimientos producen su efecto, y la verdad acerca del contrasentido de Yugoslavia está asomándose cada vez más a la opinión pública mundial. Y para captar mejor el sentido de dichos textos, hay que destacar que los están escribiendo hombres a los que no podríamos considerar como amigos de los croatas. Todo lo contrario. Terraine al finalizar su libro comete un grave error al decir que los croatas no "han olvidado" sus riñas con los servios, lo que indica que el autor no comprende que nosotros no tenemos ni la más mínima posibilidad de olvidar, trátese no sé de qué, porque el terror granservio y las cárceles yugoslavas nos recuerdan incesantemente donde estamos y lo que tenemos que hacer, si pretendemos que se nos considere todavía como una nación, si deseamos subsistir..."

Luego el autor continúa: "Mientras estaba en vigencia la política de Ranković, que aseguraba a Servia el puesto y el papel de un dueño sin límites, Ćosić estaba contento; cuando empezó a cambiarse algo en arte sentido, Ćosić se puso a llorar amargamente invocando todos los "ideales" en su ayuda. Y no sólo a ellos.

Ćosić no se quedó con unos textos de carácter polémico. Escribió también una novela —Tiempo de Ia muerte—, en que detalladamente aclara su posición. El texto fue impreso en Viena en un periódico oscuro y por entregas auspiciado por un pequeño grupo de partidarios de Ranković y apoyado por la embajada yugoslava. Ahora podemos preguntarle a Ćosić si puede imaginar ¿qué le sucedería a un escritor croata si hubiera publicado una novela en el exterior y en un periódico no reconocido por el régimen? Sin más, éste no podría pasear libremente por Zagreb como lo hace Ćosić por Belgrado. ¿Hay aquí, camarada Ćosić, algo del "sistema de simetría"? ¿Puede él darse el lujo de adular a su pueblo, señalándolo como grande, audaz y honrado, mientras que su vecino ha sufrido todas las depravaciones del mundo? ¿Puede Ćosić permitirse no ver que los "četniks" y los "ustaša" son dos caras del mismo problema: del problema del terror balcánico? ¿Es posible que él no sepa que el número de víctimas del terror de los "četniks" en Croacia es más grande que aquel de los servios a manos de los "ustaša"? El debería saber que los "četniks" de Zlatibor empezaron en la Croacia meridional sus matanzas. El puede pensar lo que quiera acerca de los musulmanes croatas, pero la matanza de esta población por parte de los "četniks" ha provocado (una vez más) represalias por parte de los "ustaša"... Todo esto que estamos escribiendo acerca de Ćosić me recuerda un detalle de las memorias de Meštrović. (El autor se refiere al libro del gran escultor croata I. Meštrović: Uspomene na političke ljude i dogadjaje — Recuerdos sobre los hombres y acontecimientos políticos, Buenos Aires, 1961, edición de la Revista CroataHrvatska Revija. — Obs. dei trad.). Meštrović nos relata allí cómo lo alarmaron los servios al visitar una vez a Belgrado, tratándose de hombres públicos y "demócratas", porque los croatas "mataban" a los servios en Croacia. Se trata de un caso en el que perdió la vida un gendarme servio en ocasión de un sangriento conflicto conocido como "Víctimas de Senj". (En 1937, en efecto, con motivo de la visita del Coro Croata "Trebević", de Sarajevo, a la ciudad croata de Senj, el día 9 de junio de dicho año, los gendarmes servios abrieron fuego en una emboscada contra la juventud croata de Gospić, capital de la provincia croata Lika, dando muerte a seis muchachos y una joven, mientras fueron heridos muchos otros. — Obs. del trad.). En otra trágica oportunidad fueron matados unos diez croatas, continúa el autor, y un solo gendarme servio, por lo que en Belgrado reaccionaron como si se trataba de una matanza de servios. Nadie mencionó a los croatas rnatados tan ferozmente. ¿Por qué? Posiblemente, porque una vida servia "vale más", ya que los servios estan permanentemente y "sin límite" detrás del ideal yugoslavo, etc."

Finalmente el autor reproduce un largo trecho del texto de Ćosić, publicado en el último número de Praxis. Nos limitamos a reproducir ó:o algunas de las ideas de Ćosić, referentes a la situación actual en la Yugoslavia comunista.

"En este número no quiero enumerar causas por todos conocidas y esenciales. ¿Par qué, después de tres decenios de la victoria de la revolución, no se ha cambiado la situación social de la creación intelectual, porque no se ha realizado la liberación fundamental del pasado y de tradicional inercia de este suelo, por qué nos negamos a nosotros mismos y al mundo la esperanza de un socialismo democrático y de una alternativa a la cultura de consumo?... El abuso de la libertad es posible, y es lo que se está hacienda cada vez más, pero no desde la esfera de la creación. En la historia del mundo, así como también de este país, el más grande abuso de la libertad siempre fue hecho por parte de los hombres de poder y ias pasiones políticas... El socialismo democrático o, mejor, la sociedad de autogestión es aquella sociedad en que los representantes del poder y los fueros políticos no son los únicos representan-tes de la verdad, jueces de los valores espirituales, especialistas autoritarios para el socialismo, los que decretan la historia... La búsqueda de las verdades esenciales de nuestra realidad y el reconocimiento de la verdad se convirtieron en la sociedad yugoslava en una muy rara pasión... La verdad está hundiéndose en la ilegalidad cada vez más honda. La moral está subordinada en extremo al cálculo político y la utilidad material. Las grandes virtudes del hombre descansan actualmente sobre estantes de bibliotecas. Bajo el nihilismo también los que están creando algo se convierten en nihilistas por la desesperación egoísta... Ser intelectual en nuestras condiciones y trabajar por la cultura y el futuro, actualmente significa ser revolucionario; crear en forma socialista, y según propia conciencia, significa «crear peligrosamente». Sí «peligrosamente»!... Estoy convencido de que la cuestión fundamental de nuestro suelo es cómo convertirnos en la sociedad del socialismo democrático sin precipitarnos en el stalinismo de consumo. Para realizar una alternativa más feliz, creo todavía que es necesario... un cambio de la situación social, del papel del sentido de la cultura..., en, la unión y la organización de todas las fuerzas intelectuales del pueblo y su conversión en el sujeto de la historia. Todo esto para que la inteligencia no quede sirvienta de la burocracia y se tienda un mantel moral para los fracasos históricos, mientras un pequeño estrato de la misma permanece solo como élite privilegiada en la miseria y la pobreza espiritual del pueblo. Para mí no hay otro sendero. .."

Markus termina sus observaciones : "No hay duda alguna de que este texto nos muestra a un hombre desilusionado y amargado. En esto nosotros podemos comprender a Ćosić, pero sólo hasta que él no empiece otra vez romper el bastón sobre nuestras cabezas, afirmando que todo ha fracasado por culpa de los croatas, como si nosotros fuéramos causantes de aquel abismo sangriento balcánico, como si nosotros no fuéramos los primeros que reaccionaron contra ese abismo, desgraciadamente, también con los mismos medios. Pero, allí donde Ćosić permanece, con testadurez y suciamente, como continuador de la política del sangriento abismo balcánico es en la condenación dei intento croata por conquistar un poco más de libertad, intento denominado la "primavera croata". Ćosić procede al respecto cautelosamente, pero para los que conocen el asunto es muy claro. El, en dos palabras, se "traicionó". Ha escrito, pues, "el socialismo de consumo". Estas dos palabras de Ćosić se refieren directamente a la "reforma económica" de Savka (Dabčević-Kučar, ex presidenta de la Liga Comunista de Croacia, destituida por Tito en 1972. — Obs. del trad.), de Tripalo y de su "primavera". Resulta difícil creer que Ćosić no conoce la verdad, tan clara y generalmente reconocida, es decir, que la "reforma económica" no sólo en Yugoslavia, sino en toda Europa, fue el sendero hacia las libertades políticas. Fue condenada sólo por los espíritus oscuros policíacos como Ranković. Lo hacía también Praxis, un periódico mercenario. Se ha incorporado, repito, quedando en el abismo balcánico y criminal. Ćosić no conseguirá engañar a nadie llamando al período de "primavera" como "el stalinismo de consumo". No hubo entonces stalinismo. Al revés, desaparecía sobre todo en Croacia, destruyéndolo las fuerzas democráticas croatas. Así Croacia aparecía nuevamente ante el mundo con su cara real. Y sólo este nuevo nacimiento de Croacia fue el motivo por el que Ćosić proclamó aquel periodo como el "stalinismo de consumo". En aquel tiempo en que entre los meridianos y los paralelos yugoslavos cabalgaba realmente el stalinismo como el jinete apocalíptico, Ćosić permaneció en silencio, mudo".


Causa de las revueltas en Kosovo

Un elemento permanente de la inseguridad de Yugoslavia

T. R.

EL acuerdo de paz ruso-turco en San Stefano (1878) y la Conferencia de Londres (1913) sobre la terminación de las guerras balcánicas adjudicaron a Servia y Montenegro importantes zonas albanesas, especialmente Kosovo y Metohija. Simultáneamente, en 1912, fue establecido el estado independiente de Albania y, como es natural, desde entonces hasta hoy un millón y medio de albaneses en Yugoslavia aspira a unirse a su madre patria. Ese anhelo es particularmente fuerte en Kosovo, actual provincia socialista autónoma, en el marco de Servia, donde la población albanesa sobrepasa el millón de habitantes, es decir, más del 75 % de la población total.

Tras la caída de Ranković en 1966, famoso por su ensañamiento contra los albaneses, se produjeron en Kosovo violentas revueltas, sobre todo a fines de 1968, en el día del héroe nacional albanés, Jorge Castriota (Skenderbeg), cuando los jóvenes albaneses reclamaron en sangrientos enfrentamientos con la policía el status de una república federal e incluso la incorporación a Albania de Kosovo y Metohija. Pocos días desnués, en tina entrevista ad hoc aparecida en el diario belgradense Politika, Tito trató de subestimar esa rebelión manifestando "que no iba a permitir que diversos elementos hostiles imposibilitaran el normal desarrollo interno de Kosovo". Un año antes, el mariscal rojo visitó a Kosmet procurando convencer a los albaneses de oue la declaración sobre la posición de la lengua literaria croata apuntaba contra "la fraternidad y la unidad"... Desde entonces hasta ahora las perturbaciones en Kosovo son periódicas, y últimamente estallaron en forma más violenta,, sobre todo a fines del año pasado con motivo de las fiestas religiosas islámicas.

A la altura de Bangladesh

En octubre de 1968, o sea un mes antes de las sangrientas manifestaciones, el representante albanés en Kosovo, Ismael Bajra, advirtió a Tito sobre la explosiva situación entre la población albanesa a causa de su pésima situación económica y del abuso que se hacía en cuanto a créditos económicos. Según su costumbre, Tito eludió dar una respuesta adecuada, y preguntó acerca de las "organizaciones partidistas en las regiones rurales", entre otros temas, sin tocar ni cambiar nada en los problemas esenciales. Bajra luego fue reemplazado por Veli Deva, partidario de la solución yugoslava del problema albanés y, recientemente, este papel lo asumió Mahmut Bakal sucesor de Deva en el cargo de presidente del Comité Provincial de la Liga Comunista de Kosovo.

Los jerarcas del Partido se suceden, más la situación económica de los albaneses de Kosovo no mejora. Con un ingrese per capita de 250 dólares, los albaneses de Kosovo tienen un nivel de vida hasta seis veces inferior a los eslovenos, cerca de 5 veces inferior a les croatas y casi dos veces y media inferior a sus vecinos montenegrinos. La relación es análoga en el campo cultural y económico, pues a cada 160,000 habitantes de Kosovo corresponde un solo hospital, es decir tres camas por cada 1.000 habitantes. De las 1.400 localidades (aldeas) de Kosovo sólo 90 disponen de agua corriente; el 50% no cuenta con luz eléctrica; el 6º% de la población urbana carece de obras de canalización; el analfabetismo alcanza el 30% entre los adultos, etc.

Debido al elevado crecimiento vegetativo —hasta 3% anual y a la política colonial económica que practica Belgrado en Kosovo, la participación de la población activa en el total no alcanza ni el 30%. La concepción del desarrollo económico y social después de la guerra tenía en Kosovo carácter colonialista y se basaba en la explotación de minerales. En estas operaciones se utilizaba mucho capital pero poca mano de obra, lo que originó que apenas 70.000 albaneses estén empleados hoy en el sector estatal de la economía. Igual número tuvo que emigrar a Europa occidental en busca de trabajo, mientras que más de 100.000 familias viven de la agricultura, en parcelas de 1 a 4 hectáreas, siendo Kosovo la única región en Yugoslavia donde la población rural va en aumento.

Kosovo y los Congresos de la Liga Comunista yugoslava

El IX Congreso Comunista, celebrado en marzo de 1969, es decir pocos meses después de las sangrientas revueltas en Kosovo, recomendó "dedicar una atención especial al más rápido desarrollo de la provincia autónoma de Kosovo". Se sabe que en la VIII Reunión del Presidium de la Liga Comunista de Yugoslavia en 1970 y en el X Congreso del año pasado se discutió el problema de los albaneses. El resultado de las "posiciones" y decisiones tomadas fue el llamado plan a mediano plazo para Kosovo -1970-1975—, según el cual habría que fomentar un "desarrollo más rápido". Este plan no se realizó, como ninguno de los anteriores, según se dijo en las deliberaciones en Trogir sobre los problemas de Kosovo.

En las deliberaciones de Trogir se puso en evidencia que desde hace decenios el fondo para los subdesarrollados, al que los croatas y eslovenos contribuyeron con considerables sumas de dinero, no daba resultado alguno en cuanto a Kosovo y que era necesario cambiar esa política. Incluso en 1970 declaró Arsian Fazlija, entonces presidente "de la Liga Socialista del Pueblo Trabajador" de Kosovo, que el Fondo para las Regiones no Desarrolladas no era adecuado, ya que de dicho fondo dispone Servia, en virtud de su Constitución y de la Constitución de Yugoslavia.

Después de la "primavera croata" (en 1971) Fazlija desapareció, pero los problemas continuaron. Por eso se propuso en Trogir que la ayuda a Kosovo fuera trasladada a las empresas, eximiéndolas del pago de impuestos en caso de invertir más del 50% de su valor en algún establecimiento de allí.

Por supuesto, esta propuesta constituyó una solución a medias, pues las empresas de Croacia y Eslovenia deberían, por lógica, asumir todos los riesgos de esa operación en colaboración directa con las empresas y las autoridades de Kosovo, lo que es imposible si no se reconoce previamente su "soberanía, aunque esto sea dentro de los alcances de las actuales "repúblicas" que forman la Yugoslavia federal. Belgrado no quiere reconocer ese carácter de Kosovo. Por otra parte, para una ayuda ulterior a Kosovo es necesario el llamado "acuerdo interrepublicano". Por consiguiente, la actual república de Croacia podría exigir que se asegure a Kosovo su "particularidad estatal". Pero ¿quién en Zagreb o Ljubljana tiene tanto coraje político como para plantear esta cuestión, si bien dentro del marco de la Yugoslavia federal?

Kosovo no es Montenegro

En los lineamientos de la política común del desarrollo a largo plazo de Yugoslavia hasta 1985, con frecuencia se habla "de la necesidad del desarrollo acelerado de las regiones subdesarrolladas" y especialmente de Kosovo, pero de hecho se están asegurando los recursos para otras zonas. Ya se sabe que hasta 1985 Montenegro invertiría en su economía 50.000 millones de dinares actuales; de esta suma el 60%, lo aportarán "otras repúblicas" y créditos foráneos. Mientras tanto, sobre Kosovo se "sigue deliberando" : están previstos unos cuantos centenares de millones de dinares de fondos que todavía no existen. La central eléctrica "Kosovo" arroja una pérdida por año de más de 300 millones de dinares, aunque se hallan allí los yacimientos carboníferos más ricos de Yugoslavia.

Los treinta años de la Yugoslavia comunista como los veinte años de la anterior monarquía demuestran que esta formación estatal no es capaz de asegurar el desarrollo normal de la minoría étnica albanesa ni de otros pueblos. Por consiguiente, el conflicto actual entre albaneses y servios en Kosovo se ahondará aún más y se tornará más frecuente. Tanto más puesto que Albania disfruta de la ayuda de China, geográficamente alejada pero política, y diplomáticamente muy activa en el Mediterráneo e incluso en los Balcanes. La primera fase de la liberación albanesa podría ser la de "república federal" en el marco de Yugoslavia, y luego su anexión a la madre patria. Semejante proceso favorecería los intereses de Croacia, pues de esta manera se aceleraría la "escandinavización" de Yugoslavia y con ello la creación de un moderno estado croata.

Trad. por bk.

 

 

Roko Matjašić, pintor en Chile

Milan Ivelić *

Su vida:

En el pequeño pueblo Pučišće, en la isla de Brač, cuyo rostro mira hacia la histórica y más que milenaria ciudad de Split nació, junto con el siglo, Roko Matjašić.

Como la mayoría de los habitantes de esa isla del Adriático, era hijo de una familia de agricultores. La isla, que es una gran cantera, proporcionó y sigue proporcionando al pueblo de Roko, las piedras, que ayer la mano del hombre y hoy, con la ayuda de las máquinas, las elaboran para transformarlas en piezas ornamentales, lápidas y material de construcción. Fue aquí, al lado de los rudos canteros, donde desarrolló su incipiente capacidad artística, dibujando y tallando la roca con caprichosa imaginación. Al poco tiempo, ni las paredes de la casa familiar se libraron de su precoz inquietud, dibujando con carboncillo, cruces, figuras de santos y formas muy variadas. Su paso por la enseñanza primaria fue un pretexto más para seguir dibujando.

El limitado horizonte que le ofrece su isla natal es un acicate que lo impulsa a viajar al continente; por primera vez toma contacto con históricas obras de arte en la ciudad de Trauguir, antiquísima colonia griega, con numerosos objetos artísticos.

En estos menesteres lo sorprende la Primera Guerra Mundial; pese a su juventud debió alistarse en el ejército, participando en el frente italiano; las acciones militares lo llevaron hasta Udine. El término de la Gran Guerra deja al país en difícil situación: el Imperio Austro-Húngaro se ha desmoronado, el territorio "yugoslavo" está ocupado por tropas italianas y las penurias económicas son intensas. Su isla no ofrece perspectivas, asolada, además, por una espantosa peste que ha diezmado las plantaciones de viñas, uno de sus principales recursos, trayendo la ruina y la miseria a muchos hogares.

Frente a un cuadro tan desolador, Marko Matjašić decide abandonar la patria; a igual que él, numerosos compatriotas toman una decisión semejante. La isla de Brač contempla el éxodo de sus jóvenes que, enfrentados a un destino sin esperanzas, emigran en busca de nuevos horizontes: América es su norte y a este continente llegará la gran mayoría. Fundan un hogar, constituyen una familia y aportan su trabajo al desarrollo de los países que los han acogido. Hoy, sus descendientes contemplan con orgullo la obra de sus padres.

En el año 1919, Roko llega a Bolivia; durante cuatro años trabaja en las minas de estaño de Cataví y Siglo XX; en sus ratos libren estudia dibujo y pintura por correspondencia. Pero, como la inquietud y el ansia por conocer nuevas tierras están ya muy arraigados en él, emprende viaje a Chile; a fines de 1924 está en Santiago, su capital.

A estas alturas de su vida, la vocación artística lo reclama imperiosamente: ingresa como alumno a la Escuda de Bellas Artes y para subsistir consigue un empleo coma sereno y cuidador del Cerro Santa Lucia. Durante dos años estudia incansablemente con los maestros Ricardo Richon-Brunet, Exequiel Plaza y Juan Francisco González, obteniendo notables calificaciones. Se gana la admiración y la amistad de este último, que se acrecentaría en los años posteriores. Fue el discípulo predilecto de ese gran maestro y eximio artista de la pintura chilena.

Una vez diplomado y habiendo demostrado su calidad (2" medalla en el Salón Oficial de 19d8; 1er. Premio en el Salín de Talca, el mismo año) viaja a Valparaíso; el puerto y el océano lo atraen porque despiertan su recuerdo del Adriático, de su mundo insular y de sus sueños juveniles; sin embargo, no se establece definitivamente. Su sed de conocimiento lo lleva a recorrer nuevos paises.

En el año 1932 lo encontramos en Europa, permaneciendo un año, que lo reparte entre España y Francia. Su anhelo de viajar lo justifica recordando la recomendación de Rodó: "Todo el que tenga un ápice de artista debe viajar para acrecentar su riqueza expresiva. Viajar en cualquier forma, aunque sea a pie". En el Viejo Continente visita los museos y copia las obras maestras de la pintura universal, para depurar su dibujo y acrecentar su experineica en el oficio. Es más bien el trabajo académico, la artesanía, la que perfecciona sólidamente en su contacto con las obras de los maestros consagrados. Su calidad no pasó desapercibida en los círculos artísticos: fue invitado a exponer sus obras en París, en el Salón de Otoño, honor que no era frecuente con respecto a artistas poco conocidos.

De regreso a Chile inicia una vastisima producción que exhibe periódicamente en las exposiciones: recibe numerosas recompensas, el elogio de la crítica y el aplauso del público. El impenitente viajero recorre infatigablemente el país, especialmente la zona sur hasta Magallanes, mostrando especial predilección por la región de Valdivia, cuya naturaleza lo motivó profundamente.

En el año 1936 se encuentra en Colombia contratado como Director y profesor de la Escuela de Bellas Artes, que él mismo ha organizado: Cali, Medellín y Manizales conocen sus bondades artísticas y su calidad docente. Su estadia se prolonga y la aprovecha para visitar otros paises de América latina, empapándose de su atmósfera colórica, de las costumbres de sus pueblo y de la exuberancia tropical de sus campos. Le llegan a su hermano Marko, que reside en Santiago, recortes de diarios con elogiosos comentarios sobre la labor artística y docente de Romo.

En 1945 está, una vez más, de regreso a Chile continuando su vocación de pintor, porque tal como lo dijera en una ocasión "el día que no pinto sufro un atroz remordimiento". Exhibe en Santiago y provincias los trabajos realizados en Colombia con gran éxito, sin descuidar la ejecución de nuevas obras. Su cariño por la nueva patria lo decide a solicitar la nacionalidad chilena, que le es concedida por Decreto Supremo del Gobierno el 29 de junio de 1947.

En 1948 es contratado como profesor en la Academia de Pintura y Dibujo de Valparaiso, prolongando así la experiencia docente recogida en Colombia.

Un día, muy de madrugada, Roko Matjašić salió rumbo a las playas de Viña del Mar, como lo hacía diariamente. Lo hizo con su caja de pinturas y algunos cartones bajo el brazo para captar directamente la belleza marina. Fue un viaje sin regreso, desapareciendo misteriosamente, sin que se lograra encontrar su cuerpo. La inmensidad del mar, que tanto amó, fue su tumba. Era el 11 de noviembre de 1949.

Su obra:

Roko Matjašić ocupa un sitial de honor en la historia de la pintura chilena. Fue un artista que supo asimiliar el nuevo mundo que se le proponía a su percepción artística, liberada de prejuicios visuales o estéticos.

Tuvo la suerte de llegar a Chile en un momento significativo de la evolución de su pintura: comenzaba a quedar atrás la pintura conservadora, rígidamente académica, casi naturalista en su proposición. El impacto de la obra de su maestro Juan Francisco González y Ias audacias plásticas del grupo Montparnasse formado por pintores chilenos, que habían asimilado en Europa las tendencias vanguardistas, fueron influencias que rápidamente y con certera intuición asimiló el incipiente pintor. No fue por casualidad el que haya elegido a Juan Francisco González como au maestro preferido. De él aprendió an apostura indócil a cualquier prejuicio y es sugerente a este respecto su frace: "He resistido a todo aquello que pueda ser Tina amarra en mi pintura y en mi vida". Por esta misma razón, siempre se expresó en forma irónica del maestro Richon-Brunet, que exigía un rigor académico que distaba mucho de ser compartido por este aventajado alumno.

Hay una interesante y reveladora coincidencia de pensamiento y de actitud ante el arte entre el maestro González y Roko Matjašić. En una carta que le enviara el primero, antes que el discípulo viajara a Europa, le aconseja: "Le deseo rue no pierda su tiempo en hacer copias en el Louvre ni otra parte, sino que vea acido lo que pueda: museos, exposiciones y cuanto sea digno de verse; ver es enriquece-se. Así mismo compenetrarse de lo que contiene la cultura francesa, de fino y original. Estudiar vivo todo lo que representa. Mucho cuidado con las influencias de escuelas: sea independiente hasta morir. Eso si que vivir pintando. Echele mucho croquis todas las noches en la gran chaumier o en cualquier academia libre..."

Roko Matjašić estuvo siempre abierto a los movimientos de vanguardia, no para imitarlos, sino que para adaptar sus técnicas en la medida que lo exigieran sus propias exploraciones plásticas. De ahí que haya entendido plenamente el sentido de las corrientes modernas, sin caer en juicio condenatorios producto de un dogmatismo estético: "Los impresionistas nos trajeron la luz, los cubistas la construcción. Los primeros tuvieron su borrachera de color; los enhiestas su afín intelectualista que linda en la pura especulación algebraica. Lo que vale es le expresión propia del artista y que se sirve de las técnicas que han aportado las diversas corrientes. Es lo mismo que se desdeñara a escribir a máquina para seguir escribiendo con pluma de ganso. ¡Absurdo! Escribir a máquina es mas cómodo y más rápido.

Al seguir trayectoria pictórica, se puede apreciar una aguda captación de ias cualidades sensibles de la atmósfera americana, poniendo su fina visión en consonancia con el mundo que comenzaba a descubrir: "El paisaje de América —di;o en una oportunidad— resulta más rico en formas, en matices, en vigor, que el europeo". Al referirse a Bolivia expresó en otra ocasión: "Todo en esta tierra es calor".

En efecto, su paleta vibró con el cromatismo luminoso del aire americano; en este sentido, su obra se encadena al luminismo a plein air de Ios franceses de fines del siglo XIX. En íntima relación con el goce sensorial que le produce la naturaleza, su dibujo es libre, móvil, cambiante y saturado de color. No elude el desafío que ella le plantea en sus formas multicolores, en sus cambiantes tonalidades, en la inestabilidad de sus coloraciones por efectos del paso de la luz: su paleta mezcla con profusión los colores y con ágil y suelta pincelada deja en la tela su impronta. No tiene inhibiciones para saturar la tela de materia colórica, ofreciendo verdaderas topografías plásticas; no se siente intimidado por la tradición académica, que exige un dibujo depurado que delimite a la perfección los contornos y no traicione el tema con "excesos imaginativos". Para Roko, por el contrario, línea y color son su lenguaje y los hace "hablar" según su designio; así, la línea será inane o firme, el trazo suave o duro; el color no se acomoda a las exigencias del modelo, sino que a las solicitaciones que derivan de su creador. Sus obras invitan al acercamiento o al alejamiento, porque sus formas se deshacen o se rehacen según el punto de vista y la distancia que tome el espectador con respecto a la tela.

Su ductibilidad le permitió explorar diversas técnicas: pinta al óleo, al fresco, a la acuarela. Merodeó también la gran construcción mural, dejando algunas obras importantes en Colombia. En sus composiciones murales demostró su ahondamiento y su comprensión del alma americana y su obra Aguadoras es una recreación humana del continente nativo; así como su Alma Andina es sugerente como reveladora de las peculiaridades que emanan del pueblo americano.

Roko Matjasić se ubica, en el contexto de la pintura chilena, en la vanguardia de su tiempo; supo adecuar las corrientes más renovadoras a su modo original de expresión. No se dejó arrastrar por la tradición, sino que su innata intuición le permitió reconocer y seleccionar lo que era mera reiteración de moldes y concepciones ya agotadas, de lo que era auténtica y legítima proposición revitalizadora. Y si no coincidió con movimiento netamente vanguardista de Europa fue, simplemente, porque no respondían a su visión del mundo y a su personal modo de expresión artística.


Opiniones francesas sobre la obra de un comunista croata

Stanko Lasić: Les intellectuels et la contrainte ideologique — Los intelectuales y la coacción ideológica. Deniël, Les lettres nouvelles. La obra tiene su título original croata: "Sukobi na literarnoj ljevici" (Conflictos en la izquierda literaria). La traducción francesa es de la señora J. Matillon, esposa de Lasić, quien actualmente es lector de los idiomas croata y servio en Sorbona.

(Lasić es croata de nacimiento. — Obs. del traductor) .

Este libro no debe pasar inadvertido. Por cierto que no hay nada que podría seducirnos de inmediato: se refiere a las controversias que sacudían a la inteligentzia comunista y progresista de la Yugoslavia entre 1928 y 1952, y el autor no hizo muchos esfuerzos para hacerlo agradable; Ias disputas "teológicas" que relata parecen tan lejanas e irreales como aquellas de la escolástica; este efecto de alejamiento es sorprendente y confirma que nosotros en los años cincuenta hemos cambiado de época. No obstante, este es un documento apasionado sobre un problema esencial y todavía mal explicado y que evoca probablemente locuras y grandezas de la Europa de después de la primera guerra mundial: el regreso al medievo, bien sentido por Berdjajev, con su imposición dogmática, la inquisición de héresis y las interminables discusiones de conceptos, que evidentemente no se preocupaban por Ia verdad sino por la violencia de un poder que define la verdad.

S. Lasić se propone examinar "la teología staliniana del Partido Comunista yugoslavo", pero ¿se trata realmente de "teologia"? La palabra deberíamos examinarla y explicarla. Teología no se identifica con el "espíritu obstinado de afirmación", que caracteriza en efecto los debates de esa época entre varias tendencias comunistas. Esta afirmación es tanto más vehemente por cuanto su objeto no existe, no está en ese lugar. Es justamente esto lo que Lasić entiende por teologia: "hablar acerca de lo que alli está sin ser".

El arte y la revolución son dos "trascendencias" que hay que conciliar a toda costa. Pero ¿por qué esta voluntad tan exigida para hacer la síntesis? Estas preguntas de carácter teórico, ¿qué clase de relación tienen con las cuestiones concretas? Si bien este libro es apasionado, no nos da la respuesta. Pero si la tuviéramos, entenderíamos sin duda alguna la profunda verdad de la época, única esencia del totalitarismo. El autor nos da a entender que de otra manera no puedo ser, que la política estética de los partidos comunistas no puede ser diferente de lo que ella fue: enrolamiento de los artistas y los escritores al servicio de una estrategia política. Pero ¿por qué? Ante todo porque estos partidos debían conformarse con el stalinismo para no romper con la Unión Soviética, sin la cual ellos habrían sido entregados sin recursos al fascismo. La movilización total presionaba de manera absoluta y el maniqueismo de espíritu refleja la dicotomia fascismo-antifascismo. Es ésta la opinión de Lasić? Dado este caso, la cuestión esta trastrocada: ¿qué ha producido esta inexorable dicotomía? El nazismo, por cierto. Pero ¿no ha prosperado el mismo nazismo sobre este terreno? Este es el problema central que nunca fue tratado, a pesar de grandes libros dedicados al totalitarismo.

Yugoslavia ofrecía para este estudio un campo privilegiado por tres razones: la inteligentzia allí juega un papel excepcional; el surrealismo propulsó un ramo especialmente vital, y, por último, el gran escritor croata Krleža llegó, por la eminencia de su gran talento, a equilibrar el fanatismo del Partido y mantener a toda costa abierto el espacio de discusión; se puede imaginar, en este ejemplo, qué papel habría sido el de d'Aragon, en Francia si hubiera tenido coraje.

Resulta imposible resumir las peripecias de la discusión, todas las figuras de la combinación realismo —dialéctica— creación que bailan un pesado balet teórico. Abajo están las exigencias de una estrategia, la guerra que se prepara. Arriba. este grande, este insoluble problema que retomará Sartre, de diversas y contradictorias maneras: ¿cómo el artista, el escritor, puede evitar la traición de la lucha de los oprimidos? Esto es imposible, por fin, contesta Lasić en una bella conclusión, por-que el arte no avisora solamente la alienación de clase, una situación concreta, sino también "la constante tragedia del hombre..., su alienación fundamental del existir... El arte disuelve y abole todo pragmatismo, incluido también el pragmatismo revolucionario y, con más razón, la teología revolucionaria".

La historia política ha destruido lo que había edificado. La inteligentzia yugoslava, queriendo o no, unida con la teología staliniana mediante la lucha antifascista, se halló, por la ruptura con Stalin, otra vez, quizás por propia voluntad, liberada de esta "conciencia absolutista", que se quema por la creación pero que libera de la cuestión que aprieta: "¿Es posible la salvación?" ¿La liberación? Por cierto Tito no prescribe normas legales sobre el arte. Se pinta lo que se quiere en Yugoslavia y se puede leer casi todo lo que se quiere. Pero el discurso político desangrando, flota sobre un país donde el consumo anula a la poesia. El Partido Comunista, como la Iglesia, demuestra cómo resulta difícil salir del dogmatismo y recomponer lo universal que las síntesis prematuras no han tomado en consideración.

(En Esprit, octubre de 1974, firmado por Jean-Marie Domenach. Traducido por F N)

El arte y la revolución

(La imposibilidad de su conciliación dentro del cuadro de la doctrina marxista. — Redacción de SC.)

La Quinzaine litteraire, París, del 1'' al 15 de junio de 1974 publicó también el siguiente artículo de Maurice Nadeau sobre el mencionado libro de S. Lasić y que reproducimos en versión castellana:

"Se me perdonará la libertad con que quiero hablar aquí de una obra publicada por «Lettres Nouvelles». Se trata en la misma sobre tema que tomo con particular pasión y que es rico en observaciones, en continuación de reflexiones, de interrogantes fundamentales y, si bien yo no me siento capaz de relatar sobre todos los «momentos» de un pensamiento ágil, de una reflexión que nada deja en la sombra, por lo menos puedo asegurar que su autor aporta una respuesta decisiva a las cuestiones que se plantea aqui un cierto número de intelectuales de izquierda.

"Se trata de las relaciones de estos intelectuales con el marxismo tal como se realiza en los partidos comunistas, ya sea que estén en la oposición (legal o clandestina), ya sea que detenten el poder. Con el propósito de eliminar charlatanerías “liberales” y descartar del campo de nuestro interés a quienes consideran que el problema está resuelto de antemano, señalamos que los escritores de quienes se trata en esta obra son los que han aceptado la perspectiva de un pasaje necesario al socialismo y son parte de esas masas que esperan poder realizarlo. Ellos no se ven como seres aparte Y no piden para sí un estatuto especial. Se consideran incluso como escandalosamente privilegiados. ¿Cómo es que hay problemas en sus relaciones con los partidos comunistas y por qué razones?

"La respuesta no sería de orden moral o metafísico. Por lo menos de entrada. Si se las desea recoger, no hay otro recurso que el estudio, preciso y documentado, de dichas relaciones en el tiempo y el espacio y para ese propósito de unos casos bien delimitados y con las componentes del problema netamente determinadas. Entonces todas las condiciones tienen la chance de ser reunidas para que el estudio particular y circunscripto al campo más estrecho autorice conclusiones de orden general.

"A este estudio se dedicó un escritor croata, afiliado, hasta tiempos recientes, a la Liga Comunista (el partido). Se refiere a 25 años de la historia: de 1928 a 1952, es decir, a una Yugoslavia donde el Partido Comunista conoció una existencia difícil y a una república federal socialista, donde el partido de Tito detenta todos los poderes. Se trata únicamente de la cuestión de los escritores de izquierda, comunistas en dependencia del partido, tanto antes como después de la guerra.

"Si bien algunos de ellos, entre tanto, perecieron en las filas de los partizanos (guerrilleros de Tito) o en los campos donde fueron asesinados por los «ustala» (preguntamos a Lasić y al Sr. Maurice Nadeau, ¿por qué no mencionan también a los asesinados por parte de los «četniks» servios —por ejemplo Goran Kovaćić!—cargando la responsabilidad sólo a los «ustašia» quienes tuvieron que luchar por la independencia de su patria contra la minoría comunista y servia en su propio pais?), sus representantes más eminentes —Marko Ristić, Mirosiav Krleža, Milovan Djilas—(se enfrentaron) bajo Tito con los mismos problemas de preguerra, lucharon en las mismas posiciones, manejaron las mismas armas, con única diferencia, evidentemente de talla, de que unos tenían a aprobación tácita o expresa por parte del Poder y otros, incluso estando en pleno acuerdo con el régimen, tuvieron que culdarse de no ser vistos como opositores politicos, como también evitar toda discusión acerca de un punto —también literario— que podría atraer la atención de toda una orientación ideológica. Lo que hay que señalar, a despecho de todo, es que la discusión entre los escritores fue continuada casi libremente, y si la Yugoslavia socialista tuvo a sus Zdanov de pequeña talla, jamás, hasta el conflicto croata de dos años atrás, el Poder usó de la coerción física contra los intelectuales, quienes no lo cuestionaban públicamente (lo que no es el caso de Mijalov o el más reciente de Djilas, lo que también hay que lamentar porque no pueden expresarse libremente). Nada comparable, pues, para Yugoslavia con lo que ha pasado y continúa pasando en la Unión Soviética y las demás democracias populares. (Sin embargo, hay voces autorizadas que sostienen que en la Yugoslavia actual los escritores pasan momentos peores que los que les toca vivir a los escritores rusos. Toda una serie de escritores croatas severamente condenados y cruelmente tratados, y la nueva condena de Mihajlov desmienten a los señores Lasić y Maurice Nadeau. Ver nota en este número de S.C., pág. 75 — Obs. del trad.).

"Stanko Lasić señala, ante todo, que «la izquierda literaria» yugoslava formaba un todo: «Todos tenían la obsesión de la salvación... del Hombre. Ellos deseaban descubrir y vivir con sentido... Entre ellos no hubo ni cínicos, ni funcionarios... Pertenecían a aquella generación revolucionaria que no pudo pasar por alto una síntesis universal...» De suerte que la cuestión se plantea en términos casi puros:¿ésta «obsesión de la salvación» se podrá realizar en la síntesis hacia la cual todos aspiraban y que para los escritores de izquierda no pudo ser otra que la síntesis del arte y la revolución? Para unos, en efecto, que rechazaron el estetismo. se trató de transformar «la universalidad potencial» del arte en una «universalidad de hecho», que encierra juntos las relaciones políticas con las sociales, auténticas. Para otros, la revolución es inconcebible sin la total transformación del ser, con la cual el arte, en su práctica y su resultado, está asociado. Esta síntesis nadie, antes como después de la guerra, pudo realizarla. Ella constituye, no obstante, un horizonte para todos, perdura como «exigencia, como voluntad o como el objeto de estudio». A despecho de las dudas que tocan algunos, como Ristić y Krleža, en cuanto a la posibilidad de su realización, la izquierda literaria parte en su conjunto de este a priori: la revolución no puede ser sino total, es decir debe abarcar a todas las manifestaciones humanas y todos los campos o, como se decía en aquella época, transformar el mundo y cambiar la vida.

"En efecto, muy pronto, unos se ponen del lado del arte, los otros del lado de la revolución, dedicándose todos, cada uno por su cuenta, a las tentativas de anexión. No por el gusto, el temperamento o por la posición filosófica, sino por la práctica de discusiones, manifiestos, congresos, toma de posiciones que oponen diferentes concepciones de la creación artística, mientras que, del otro lado, el curso de la revolución en la Unión Soviética y la «bolchevización» de los partidos comunistas plantean cuestiones concretas. En la marea de los acontecimientos, los «defensores de arte» tienen por lo menos la seguridad de posiciones sólidas, que no están sujetas a fluctuaciones. Sus adversarios, Djilas y Kardelj, quienes propiciaban una «literatura social», es decir un «neorrealismo» que se convertiría en un «realismo socialista», intentan hacer salir de estas posiciones a hombres, por cierto escritores y artistas, que se reconocerían como comunistas. La controversia se prolongó, pero las armas no son más las mismas para los que sostienen que «el arte realiza la revolución» y para aquellos que están hablando en nombre de esta revolución, en nombre de la Historia, que ellos pretenden encarnar. Entonces llega el momento, bajo el pretexto de definir la función del artista y del arte y la naturaleza de su trabajo, en que aparecen los términos cortantes, tales como «revisionismo», «subjetivismo» y, lo peor de todo, «trotzkysmo». Ristić, para quien la poesía es, por su esencia, revolucionaria y subversiva, se vio calificado de campeón de un arte «burgués en su peor forma de decadencia»: el surrealismo. Si bien se continúa considerando a Krleža como el más grande escritor yugoslavo actual, se le aconseja, no obstante, tomar algunas lecciones de marxismo. Se opone a sus concepciones «retrógradas» un arte «más total, más consciente, más pasional, que lleva en sus entrañas elementos de un futuro más bello, más verdadero, más humano»: el arte del Partido. Los «revisionistas» de ayer no tardarán en devenir simples «reaccionarios», seguidores de una «literatura degenerada» que trabajan para desarmar ideológicamente a «la clase obrera». Estas expresiones son traducciones directas del ruso y marcan el triunfo del «realismo socialista» entre los años 1945 y 1952".

La intervención de Tito

"Ristić, Krleža, los investigadores científicos como Richtman, los ensayistas como Bogdanov, no se quedan callados. No se conformaron hasta ahora con defender un arte «subversivo» y la búsqueda sin cadenas: ellos atacaron, alrededor de los años 40, el aspecto estrechamente propagandista del arte del Partido, el disfraz que subyuga a una realidad compleja y concreta, la cadena que impone, por su orientación única a la «libertad de movimiento y de investigación». Fue éste el punto en que Tito en persona se vio obligado a intervenir. Se cuidó de nombrar a su amigo Krleža, pero condenó a sus colaboradores. Krleža optó por callarse, dejar pasar la vaguedad. Se tomó revancha en el Congreso de la Unión de Escritores en Ljubljana (capital eslovena. — Obs. del trad.) en octubre de 1952, que marca el fin del «realismo socialista», mientras que Stalin, quien después de mucho tiempo, vio cómo Tito se le escapó de su tutela, iba desapareciendo. Krleža tuvo el coraje de decir, sin que las murallas se rompieran, que el arte subordinado a la práctica revolucionaria no sirve más que el arte que se subordina a sus propios fines. A partir de ese momento, la controversia retornó a la fuente: ¿cómo realizar la famosa síntesis? Habían pasado veinticinco años de discusiones, enfrentamientos, de precauciones, de exclusiones, de condenaciones formales por una parte u otra. Y no puede decirse que han pasado en balde.

"Ellas permiten, en efecto, al S. Lasić reflexionar sobre este pasado, de interrogarlo y de interrogarse a si mismo. ¿Es posible la síntesis? ¿Incluso, es deseable? ¿ Son compatibles la actividad artística y la práctica revolucionaria? Hay una cuestión todavía más grave: «¿En la revolución la salvación?»

"El teorético que substituye aquí al historiador rechaza la posibilidad de moverse en lo abstracto. El parte de la experiencia, de lo vivido, y lo que le enseñó la supervivencia es que tanto unos como otros habían perdido de vista lo esencial: el papel y la función del intelectual en las sociedades existentes. Consciente de sus privilegios y «culpable» por eso ante sus propios ojos, el intelectual rehúsa el mundo burgués y afirma los valores revolucionarios de la clase explotada. Si estos valores se «institucionalizan» (por un partido o un régimen), él cae en otra «alienación»: aquella que lo conduce, sea eso sin la constricción aparente, a adoptar otro pensa-miento diferente del suyo, a hacer del pensamiento de otro su propio pensamiento. Si quiere quedar en paz consigo mismo, es conducido a trocar su «mala conciencia» por la «conciencia absolutizante»: hacer del arte, de la revolución o de su síntesis imposible un absoluto, sin que por eso uno se sienta menos fiel con respecto al arte o respecto de la revolución. Así adquiere lo que Stanko Lasić llama la «conciencia teológica), la «enfermedad intelectual del socialismo universalmente difundida» y que reside en el rechazo de todas las cuestiones, de plantear cuestiones. «El ideal del hombre tranquilo... Un hombre de una muy seria mala fe, un impostor lúcido, perfectamente consciente de vivir fuera de la salvación, en las contingencias y en lo absurdo, pero decidido a hacer como si fuera salvado... esta especie de hombre que encarna ante nuestros ojos, la más completa alienación, la peor forma de la traición intelectual.

"Si el pensamiento es una interrogación permanente, ella debe también interrogarse, pedir por sobre los partidos comunistas y la práctica revolucionaria, al marxismo mismo para que rechace la implantación de una doctrina que tendría respuestas para todo, que fuera un absoluto. Si este es la filosofía del hombre alienada o «la historia del hombre de clase», esta tarea debe serle suficiente, y aunque nada tenga que ver con la dialéctica de la naturaleza que se mueve de acuerdo con otras leyes y cae, en el plano del conocimiento, bajo otras jurisdicciones. En las ciencias no existe un «pensamiento marxista» y un «pensamiento burgués», sino un pensamiento «exacto» o no. Este es el campo de la razón analítica. Por otro lado, el hombre que se aprehende desde el interior como la «totalización en curso» revela su razón dialéctica. No se puede tratar de la misma manera un objeto «cuya ley es la exterioridad» y una conciencia que experimenta su libertad en la práctica. Haciendo del arte y de la revolución o de sus síntesis los absolutos, los escritores yugoslavos han construido entidades que no tienen lugar en ninguna conciencia artística, porque ésta vive sus relaciones «como una relación trágica» donde la una y la otra se aparentan, pero en forma contradictoria. De acuerdo con la elección, no se puede tratar más que de una «traición»: sea del arte, sea de la revolución. «La conciencia artística no puede más que asegurarse lúcidamente su traición y buscar soluciones sabiendo que no existen». Su suerte es la angustia, pero esta angustia es el signo de su libertad.

"Pasando por miles de retornos de un pensamiento que lamentamos haber esquematizado, habrá de reconocerse bien los acentos sartrerianos. Lo interesante resulta que los mismos son menos prestados al autor de la Crítica de la razón dialéctica que suscitados por la historia de las relaciones mismas que describe y analiza Stanko Lasić, dando contiunamente al respecto las explicaciones pertinentes. La historia y la teoría se compenetran para terminar en la ausencia de la respuesta que es la veradera respuesta: aquella que pone en claro la suerte del hombre desheredado, quien no tiene el derecho a la palabra y en cuyo nombre los artistas y los militantes revolucionarios pretenden hablar. Una vez limpiado el terreno y preparada la fiesta, ya nos resulta posible atender otros interrogantes".

La búsqueda del "homo sapiens"

El mismo periódico francés y en la edición anteriormente mencionada escribe:

"Hay que leer varias veces el libro de Stanko Lasić para darse cuenta de su riqueza. «Los intelectuales y la coacción ideológica» es realmente una obra que po-demos abordar, con gusto, desde el punto de vista de un historiador o de un filósofo, de un militante o de un creador.

"El contenido resulta ingrato para un lector francés: las tesis que sostiene Lasić vienen elaborándose a partir de aquel clima que existió en la Yugoslavia después de los años 30 hasta 1954, más o menos. Por su minuciosidad, intentará ante todo dejar la lectura de la obra. Pero equivocadamente, porque las conclusiones a las que llega Lasić conciernen a todo lector que persiste, un cuarto de siglo después de cuestionar a Sartre, en plantearse a sí mismo el problema de la creación literaria mediante un engagement político.

"Lasić realmente intenta extraer el sentido de la creación literaria desde «situaciones extremistas», partiendo de una práctica que se está desarrollando en el seno de una crisis. Por cierto, en el curso de estos últimos 25 años nuestro mundo ha sufrido muchas metamorfosis. Pero los textos de Krleža, de Ristić, etc conciernen (extrañamente» a nuestro porvenir.

"«El arte es una lucha entre el individuo y la estructura», afirma Lasić. Es ésta la lucha que hace al artista. «Lo individual, escribe Krleža, no es absurdo, sino prefundamento de lo humano».

"El hombre verdaderamente humano no es este pequeño dinosaurio y motorizado que conocemos nosotros; nos queda por hallar el homo sapiens. Lo mismo que a la revolución.

"El error de los países comunistas, así como también de los occidentales, surge probablemente del hecho de que el arte no es considerado cen su movimiento) como medio de acceso al conocimiento,

"Las dificultades materiales que han visto los paises de Este explican perfectamente el aspecto prosaico que puso el comunismo sobre el arte. En 1974, Occidente, por diferentes motivaciones, paraliza también la riqueza artística y priva la colectividad de una útil prospectiva. En efecto, toda investigación integral en materia de literatura choca en todo el mundo contra la mística del trabajo, contra una concepción que proviene del «trabajo». Nuestro planeta está ya arrimado. a raíz del mismo «progreso», al Conocimiento o al Suicidio. Toca a nosotros comprender ahora «la ambigüedad de la experimentación y la investigación artística».

"Que no se hable más de la mala conciencia (lo que pasa en este mundo que nos puede dar la náusea y en el que nosotros continuamos viviendo). Lasić percibe que el creador tiene la obligación de ir hasta el fin de su creación. La timidez de algunos viejos lobitos disfrazados de marxistas es un lujo: el lujo de aquellos que no viene a elegir entre la militancia y la creación". (Firmado por Paul Hordequin, traducido por fn.)


Noticias y comentarios

La realidad argentina

Hace seis meses hemos intentado, en estas mismas páginas y bajo el mismo título, esbozar una imagen de la República Argentina en sus rasgos más salientes y más generales de aquel momento. El diálogo abierto entre el poder político, el sindical y el de las fuerzas económico-productoras, con las fuerzas armadas, dentro de sus límites estrictamente constitucionales, ofrecía al país y al pueblo una perspectiva promisoria, a pesar del fenómeno inflacionario y de la presencia de la violencia, que producía la inseguridad casi general. Habíamos expresado también nuestro optimismo personal y moderado, tanto más moderado cuanto más deseábamos verlo superado positivamente por una evolución cada vez más esperanzada y genuinamente feliz.

Hoy —seis meses después— ¿podemos decir que nada ha cambiado substancialmente? En este lapso fueron substituidos un ministro de economía, notoriamente antiinflacionista, por otro de inclinación contraria, y un comandante en jefe de las fuerzas armadas, supuestamente "intervencionista", por otro que se declara firmemente "legalista". Los dos altos funcionarios substituidos, parece, no pudieron cambiar nada. La inflación sigue avanzando, como también la violencia. Uno no pudo detener y hacer desaparecer las causas económicas, esenciales, como se suele afirmar, del descontento y la violencia, y el otro no pudo reprimir el brote de la violencia.

Tomando este aspecto de la realidad, nada ha cambiado substanicalmente en estos seis meses, salvo que apliquemos aquí, en la política, un conocimiento y un criterio prestados del campo científico, a saber físico-nuclear. Uno de los expertos en la materia afirma que entre una unidad subatómica y millones de la misma hay una diferencia no sólo de cantidad sino también de calidad, una diferencia substancial. El aumento de la inflación y la violencia en nuestro país ¿alcanzó las proporciones necesarias como para cambiar substancialmente el curso de vida de la comunidad? No lo creemos. Pero hay otro elemento que nos inquieta a todos. Hemos oído, tanto por parte de la oposición (el radicalismo) corno por parte de un sector de los colaboradores del gobierno nacional, que el diálogo como método más seguro en el desenvolvimiento normal del país y de su institucionalización democrática habla sufrido un deterioro considerable, incluso a veces se había interrumpido. Aquí, nos parece, estriba la razón principal de la aprensión de los que aman la libertad y la quieren ver realizada y garantizada dentro de un cuadro pluralista de las fuerzas socio-políticas. La causa del fenómeno estaría en lo siguiente. Mientras que el sector obrero-sindical insiste cada vez más en la importancia de su palabra en la comunidad, el sector empresarial se siente menoscabado en sus derechos, sus utilidades y, consecuentemente, en el espíritu mismo de la iniciativa creadora de bienes, en perjuicio de todos. Al ausentismo y al desgano laboral correspondería la huida de utilidades al extranjero, convertidas en dólares, en lugar de ser invertidas en el país. Lógicamente, el poder político, de origen sindical y popular, difícilmente puede mantener el equilibrio e imparcialidad en estos casos concretos y conflictivos, que no son los únicos. Se trata, en lo esencial, de determinar lo que corresponde a cada una de las partes del diálogo nacional, que no es siempre un diálogo o una discusión estrictamente académicos. Suum cuique tribuere, este viejo principio del derecho romaro cambia en el curso del tiempo y las épocas. El suum se ha convertido en nuestra época en el tema más importante y central no sólo en la República Argentina, sino en todo el mundo.

Un culto y agudo observador, recientemente fallecido, de la vida moderna (Daniélou), decía en un enfoque socio-político, que no hay plan que fuere ideal de los hombres en que el "diablo" no pusiese su pata para destruirlo. Ante la amenaza de la repetición de esta experiencia casi universal en nuestra comunidad argentina, no hay premura más importante que evitarla, manteniendo el diálogo y un permanente esfuerzo para superar criterios parciales y armonizar a las partes en pugna de la vida pública, naturalmente opuestas pero no necesariamente enemigas. El suum sectorial debe desembocar en el suum nacional, en el bien común, que es y debe ser la meta final de todos. Del gobierno, de los obreros y del sector empresarial. El verdadero "diablo" de Daniélou es la imposición del suum de un sector con la pretensión del bien común. De aquí brotaron y siguen brotando las causas de la mayoría de las revoluciones en el decurso de la historia. A pesar de su regular repetición, Ias revolucviones como fenómeno que sacrifica a tantos inocentes y causa tantos dolores, es un fenómeno que contradice a la racionalidad del hombre y lo degrada a un ser que está por debajo de esta categoría. Bien consciente de la tragedia que provocan ias revoluciones violentas, una comunidad inteligente puede y debe evitarias a toda costa. — La Redac. de S. C.

 

Croacia, un pueblo cuyo espíritu no quebrantó Tito

Por GUILLERMO MARTINEZ MARQUEZ, enviado especial de "La Prensa"

NUEVA YORK, 1975. — La lucha de los pueblos sojuzgados por el comunismo se extiende por todo el mundo, pero es casi desconocida.

Los hombres libres están demasiado ocupados en la solución de sus problemas económicos y sociales y no tienen tiempo para preocupaciones ajenas. Esta indiferencia aumenta la angustia de los que, arrojados del suelo donde nacieron, se han dispersado por tierras extrañas y sólo anhelan la comprensión que podría sustentar falsas speranzas de retorno.

Los croatas errantes

Los croatas, privados de sus derechos nacionales por el gobierno totalitario de Tito, constituyen uno de esos grupos errantes.

"Somos cerca de dos millones, de los cuales más de la mitad viven en los Estados Unidos; en Nueva York pasamos de los cincuenta mil... ", afirma el colega Kruno Mashina, editor de la revista croata Vjesnik (Noticias) y animador de un programa radial que se transmite tres veces por semana, con el nombre de «La voz de Croacia libre».

Mashina es hombre joven, aunque hace unos diez años que reside en Norteamérica y antes vivió alrededor de cinco años más en Paris. Tuvo que emigrar de Croacia cuando su hermano John, condenado a once años de prisión, fue asesinado en la cárcel. Todo lo que supo la atribulada madre del estudiante estaba sintetizado en un lacónico telegrama que decía: «Su hijo ha muerto».

Miles y miles croatas presos

"Hay miles y miles de croatas presos por el comunismo «titoísta» —dice Mashina—. Muchos de ellos desde hace años, sin causa justificada; algunos sin juicio ni condena previa. A nosotros desde afuera, nos es imposible precisar su número".

Los croatas son tenaces, y prosiguen su lucha sin desmayos, en defensa de sus tradiciones milenarias, de su cultura, de su religión, de su idioma... En Norteamérica se han organizado en asociaciones patrióticas y artísticas, se reúnen periódicamente, trabajan y viven con la mente fija en el retorno a la patria libre. Tienen una academia, que cuida de la pureza de la lengua de sus mayores. Se denomina "Matica Croata" (madre croata), y ha establecido filiales en las grandes ciudades de este país, como Nueva York, Cleveland, Chicago, Los Angeles. No pierden el contacto con los tres grupos esparcidos por Europa y el resto del mundo.

Los diarios del mundo

Recientemente, "Le Monde", de París, dio cuenta de la protesta formulada por el escritor alemán Boel durante la reunión del "Pen Club" en Jerusalén sobre la dramática situación de los presos políticos en Croacia. Hace poco más de un mes, "Amnesty International", de Londres, proclamó al estudiante Dražen Budiša, como el "preso del mes", e inició gestiones por su liberación. Budisa había sido condenado poco antes a cuatro años de prisión

Noticias de su encarcelamiento habían llegado a varias capitales europeas en forma inusitada. Fue uno de los sancionados. Pavle Perovic, el portador de los detalles del caso. Bajo falsas acusaciones dieciséis estudiantes habían sido sentenciados. Uno de ellos era Perovic. Por ser hijo de un guerrillero de la época de Tito, y posteriormente jefe de la policía, quedó en libertad. Le propusieron que se trasladara al extranjero, para que espiara cuánto hacían los desterrados. Así se le permitió salir de Yugoslavia. Pero al Llegar a tierras libres, informó a sus compatriotas desterrados de lo sucedido en Croacia.

Recuerdo del cardenal Stepinac

Los croatas de Nueva York tienen un centro para sus reuniones en el corazón de la isla Manhattan. Este mes conmemorarán el VI aniversario de su fundación. Antes recordarán la muerte del cardenal Stepinac, condenado a 16 años de cárcel y fallecido el 16 de febrero de 1960.

El acto revestirá extraordinaria solemnidad. El cardenal Cooke, de Nueva York, ha prometido asistir. De remotas regiones norteamericanas vendrán creyentes y patriotas croatas.

Varias veces al año, los exilados de esta ciudad organizan desfiles: cientos de automóviles recorren por horas las calles de la ciudad, con letreros alusivos al inhumano trato que reciben en Yugoslavia sus compatriotas. Una multitud de más de cinco mil personas se congregó ante el edificio de las Naciones Unidas, en diciembre último, para protestar contra la esclavitud comunista.

El "día de la Croacia libre", los croatas de todo el mundo se juntan para dar testimonio de su resolución de seguir la lucha, hasta ganar el derecho a volver a ser un Estado libre e independiente. Desde 1971, ese día recuerdan los dramáticos incidentes de la llamada "primavera croata", cuando alentados por la reforma constitucional promulgada por Tito, comenzaron a organizarse y fueron pronto sometidos a una situación peor que la anterior.

Seguirán luchando por la independencia

"No tengo nada personal que agregar —declara Mashina al terminar su exposición informativa. Proseguiremos la lucha porque la libertad y la independencia de Croacia es nuestro único fin".

Pero Juan Rojnica —industrial argentino, nacido en Croacia, que ha presenciado el diálogo con Mashina— nos da un detalle revelador de la inhumana actuación de los comunistas: "Cuando las autoridades informaron de la muerte de su hermano John, los familiares pidieron la entrega del cadáver, y la respuesta fue que no podían hacerlo porque había sido condenado a once años, y el cadáver tenía que cumplir toda la condena".

"Cosas como ésa no pueden perdurar —afirma Rojnica—. Tengo fe en la justicia. Soy optimista y creyente. A la larga, la democracia y la libertad tienen que triunfar".

La Prensa, 2 - II - 75.

Represión en Yugoslavia

El final de una revista con doble cara

El periódico francés "Esprit", de diciembre de 1974, escribe sobre la revista "Praxis": Hace ya diez años que esta revista filosófico-sociológica de Zagreb se ha convertido en blanco principal de Ias críticas de los dirigentes de la Liga Comunista yugoslava. Los ataques son más virulentos en Belgrado, a pesar de que se edita en Zagreb (suprimida, como es ya de público conocimiento, en febrero último, junto con la destitución de ocho profesores universitarios de Belgrado, sus principales colaboradores. — Obs. del traduc.), capital croata. La explicación de esta aparente paradoja es muy simple: la revista es considerada por todos como la revista de Belgrado, porque su redacción si bien es yd constituida principalmente por profesores servios de Zagreb y por algunos otros considerados como "unitaristas" yugoslavos, cuenta entre sus colaboradores a un considerable número de profesores de la Universidad de Belgrado.

Precisamente durante los últimos meses, estos profesores de Belgrado, filósofos y sociólogos, junto con una parte de sus alumnos, Iucharon valientemente contra su expulsión de la Universidad, apoyados por peticiones e intervenciones que llegaban desde la Europa occidental y los EE.UU.

Estos profesores habían trabado realmente muchas amistades y lazos universitarios fuera de Yugoslavia. A través de los seminarios estivales de Korčula (la isla de la República de Croacia en el mar Adriático. — Obs. del traduc.), que fueron organizados durante muchos años por "Praxis", en la Croacia meridional, y después de muchos viajes por los países occidentales, estos universitarios servios habían adquirido el simpático renombre de los "pensadores más libres" del país "más libre del mundo socialista". No sin fundamento, porque "Praxis" desarrolla las ideas "marxistas liberales", ya profesadas en los años treinta por Theodor Adorno y su grupo: los estudios del "joven Marx" y la crítica atrevida de la "existente realidad socialista", incluida también la yugoslava.

Hay, no obstante, un aspecto de la "realidad socialista yugoslava" que "Praxis" sistemáticamente olvida, y este es la "cuestión nacional" en general y en Yugoslavia en especial. Esta es, probablemente, la razón principal por la cual "Praxis" (y sus traducciones en los idiomas francés, inglés y alemán) siempre tenía derecho a subvenciones del gobierno. Por la misma razón "Praxis" fue durante nueve años, el objeto de las críticas de la izquierda en el interior de Yugoslavia.

"«Praxis», se decía, es «liberal», y no obstante sus redactores mantienen excelentes relaciones con Beria yugoslavo, Alejandro Rankovic (el temible jefe de la policía secreta yugoslava — UDBA—, servio, destituido en 1966 y actualmente considerado la cabeza que, invis!blemente, tiene todos los hilos de la conspiración prosoviética en aquel país. — Obs. del traduc.); y consideraban la época de terror como el periodo en que Yugoslavia habia alcanzado «el cenit de su desarrollo democrático».

Praxis» se halla siempre en la primera línea de combate por los intereses de la clase obrera menos cuando se trata de la clase obrera croata y de otros subproletariados de la Europa occidental y de la desocupación masiva en el país mismo;

Praxis» presiona para construir un «socialismo» con semblanza humana, pero se combate con furor «la primavera de Zagreb» (el intento de los comunistas croatas de obtener a igualdad de Croacia con Servia, y que culminó en los años 1970-1971 con una huelga masiva de los estudiantes croatas universitarios reprimida con el golpe de Estado, ejecutado por Tito sirviéndose de fuerza brutal policial y militar. — Obs. del traduc.);

Praxis» defiende constantemente a los intelectuales perseguidos por su opinión, pero no a Ios intelectuales croatas bajo el pretexto de tratarse de un asunto yugoslavo interno»".

Nosotros no emplearemos este argumento contra "Praxis". Si bien "Praxis" es liberal en general, pero conservadora en las cuestiones yugoslavas, su publicación como también la seguridad personal e intelectual de sus colaboradores constituyen una cuestión de libertad sobre la que resulta imposible transigir.

Las autoridades yugoslavas han iniciado múltiples procesos contra estudiantes e intelectuales amigos de "Praxis". Si terminan con condenas, los amigos de "Praxis" se encontrarán en cárceles junto con las artífices del "socialismo de semblanza humana" en la Croacia de 1970, a quienes hablan "olvidado" sostener en los años 1971-1872. (Los profesores servios, ahora destituidos, viajan libreemnte al exterior, pueden continuar sus estudios y reciben sus sueldos mensuales inalterados. — Obs. del traduc.)

Pero las condiciones de vida de los encarcelados políticos croatas, de estudiantes, obreros e intelectuales, son actualmente deplorables. En su mayoría están en la cárcel de Stara Gradiška, reservada, según la reglamentación, para los que reiteradamente lesionan la justicia del derecho común; estos representantes de la nueva izquierda croata, condenados por primera vez, están relegados al rango de criminales comunes y privados de los derechos más elementales. Limitémonos a algunos ejemplos concretos:

El señor Sime Djodan, profesor de economía política en la Universidad de Zagreb, ex combatiente y ex afiliado al Partido, el más popular del equipo intelectual de la "primavera croata", condenado en 1972 por delitos "verbales" y escritos, a seis años, se halla en peligro de muerte: está gravemente enfermo (hipertensión arterial, cavernas pulmonares, afectados los riñones y una pierna rota), pero, no obstante, es obligado a cargar el carbón. Tras su protesta ("Ustedes quieren a todo precio matarme"), ha sido "aislado" de los demás reclusos.

La solidaridad de otro recluso con Djodan le costó idéntica "medida disciplinaria": la aislación; se trata de José Ivičević, profesor universitario de Zagreb y secretario general de la asociación cultural croata Matica Hrvatska, autor de una admirable declaración ante el Tribunal de Zagreb que "Esprit" publicó en enero de 1974 (pág. 140) La misma declaración fue publicada en "Studia Croatica" N° 48-49 de 1973, págs. '77-78. — (Obs. del traduc.)

Vlado Gotovac, filósofo y poeta, ex redactor jefe del vocero de la "primavera croata", Hrvatski Tjednik, sufre de atrofia de la mano derecha. Todas las solicitudes por atención médica le fueron rechazadas durante cuatro meses. Su esposa, también ex combatiente, se vio privada dei derecho de llevarle medicamentos. Está privado, como los otros "politicos", del derecho de leer y escribir, excepto una carta por mes. Su esposa tiene autorización para verlo una vez por mes durante veinte minutos y en presencia de un guardián. Además, tiene derecho de recibir un paquete de tres kilos y medio cada dos meses. El Daily Telegraph de Londres escribió al respecto en noviembre último: "Para un escritor, estar privado de la lectura y de medios para escribir es peor que verse obligado al trabajo físico. Incluso Adrey Siniavsky, escritor ruso que actualmente está seguro en Francia, fue autorizado a escribir y llevar sus notas de la carcel fuera del campo soviético, que ya han sido publicadas en Occidente".

¡Cuando uno se acuerda de que el mariscal Tito también fue un recluso político en los años treinta y que el reglamento de las cárceles e entonces ("monarquía burguesa granservia") fue tal que Tito en persona pudo aprovechar su condición para estudiar el marxismo y traducir obras de los "clásicos" del marxismo!

Hay islas en el Archipiélago que no se comunican. Toca a nosotros restablecer un puente entre las mismas y reunir en la misma protesta al grupo perseguido de "Praxis" y las víctimas, menos conocidas, de la represión en Croacia. Los "aislados" de Stara Gradiška y de Lepoglava (otra penitenciaria en el norte de Croacia) no deben sofocar las audaces voces del vicerrector estudiantil de la Universidad de Zagreb, Ivan Zvonimar Chichak, y del líder estudiantil croata Dražen Budiša, como tampoco de otros numerosos seguidores menos conocidos de la práctica de una "primavera" destruida. Porque, según la ley yugoslava y la práctica común de todos los paises Llamados socialistas, la categoría "políticos" en la cárcel no existe.

(Trad.F.N.)

(Si articulo de Z. M. pág. 75 resulta parcialmente inaccesible por muchos elementos y nombres específicos de aquel ambiente, esta nota de "Esprit" lo sintetiza en forma muy clara).

Reaparecen los croatas

Con mal disimulada ansiedad algunos observadores conectan el atentado del sábado último contra el vicecónsul yugoslavo en Lyon, Francia, con la inminente celebración del 34° aniversario de la Restauración de la Independencia de Croacia, hecho ocurrido el 10 de abril de 1941 y que enfrentó entonces y en la posteridad a dos hombres de trayectorias antagónicas: el profesor universitario Ante Pavelić y el jefe guerrillero Josip Broz, Tito, convertido luego en líder de Yugoslavia.

El martes, un flamante grupo nacionalista llamado "Resistencia Croata" reivindicó la autoria de los ocho balazos que remitieron al hospital a Mladen Djogović en aquella antigua ciudad de tejedores y marineros. Los resistentes croatas en el exilio acusaron al funcionario de actuar en realidad como director de la policia secreta yugoslava en su lugar de desempoo diplomático.

Por su parte, la poderosa y temible organización nacionalista "Ustaš" advirtió nuevamente ayer que "los patriotas croatas continuarán la lucha en todos los campos hasta lograr la libertad de la Madre Patria". Esta amenaza, está destinada a cubrir una eventual opción política que originaría la desaparición del presidente Tito, croata de nacimiento, cuyo nombre de combate es la sigla de una célula comunista a la que perteneció en su juventud.

Croacia, nombre que significa "Muy libre" en una antiquísima lengua persa, es una de las cinco repúblicas federativas que componen el inquietante damero yugoslavo, constituido también por pueblos de raigambres étnicas y culturales tan dispares y encontradas como Servia, Eslovenia, Montenegro y Macedonia. El territorio croata es el mayor de todos ellos y su población local orilla los 7.000.000 de personas. A estos hay que agregarles los 2.000.000 que a partir de 1945 emprendieron la senda del exilio y un número similar de trabajadores temporarios croatas en distintos países de Europa Occidental, hacia donde marchan en procura de mejores oportunidades de empleo y estudio.

Región altamente industrializada, el régimen de Belgrado (antigua capital servia) nunca pudo dominar per completo el sentimiento nacionalista de sus habitantes, circunstancia que terminó por extenderse al resto de las repúblicas sin excluir a Servia, de donde procede el núcleo políticamente predominante bajo el titoismo, ni a la escasamente desarrollada Macedonia, donde existen fuertes tendencias en favor de una eventual incorporación a la vecina Bulgaria.

Proclamada la "primera Yugoslavia" al disolverse el imperio austro-húngaro de Francisco José, apenas terminada la Primera Guerra Mundial que estalló al ser asesinado el heredero al trono por terroristas servios de la organización "La Mano Negra", el poder recayó en el monarca Alejandro I Karageorgevic, personalidad notoriamente vinculada a su enigmático jefe, el "coronel Apis".

Alejandro ejerció una verdadera dictadura de corte fascista hasta que en 1934 la réplica croata del extremismo servio "Ustaša", lo asesinó en Marsella junto al canciller francés Louis Barthou. Al frente de ese grupo autonomista estaba Ante Pavelić, antibolchevique que había cursado sus estudios en varias universidades europeas y que logró nuclear en torno de su programa a los principales sectores de la opinión pública de su patria.

Moviéndose con gran habilidad, Pavelić consiguió el apoyo alemán e italiano —ese último al precio de algunas estratégicas concesiones sobre el Adriático que le valieron antipatías entre sus seguidores— y el 10 de abril de 1941 anunció al mundo envuelto en los fragores de la Segunda Guerra Mundial la "Restauración de la Independencia de Croacia".

Catorce estados, entre ellos la República Argentina, Estados Unidos y la Santa Sede, establecieron relaciones con el flamante gobierno. Fue entonces cuando surgió Tito, veterano de la Guerra Civil Española, hombre de modestos orígenes y afiliado a la Internacional Comunista durante su cautiverio en Rusia como soldado imperial en el conflicto 1914-1918.

Josip Broz organiza la resistencia contra Pavelić al frente de sus famosos "partizanos" y, aprovechando las desinteligencias entre el jefe del Estado Croata y sus aliados del Eje los lleva al triunfo final en 1945, aniquilando en Bleiburg, Maribor y otros puntos a los restos del ejército nacionalista, que desde tiempo atrás se batía no solo contra las huestes "amigas" de Hitler y Mussolini.

Las viejas organizaciones de la resistencia croata, no obstante, pudieron sobrevivir, ramificándose por todo el mundo y han inquietado permanentemente los afanes centralizadores de Tito.

El 15 de marzo de 1967, ciento treinta prominentes literatos y científicos croatas, muchos de ellos comunistas, firmaron en Zagreb, su capital, un manifiesto exigiendo -"el fin de la hegemonía servia y la plena soberanía de Croacia". La respuesta fue una serie de "depuraciones" políticas y administrativas en esta república que culminó días atrás con el cierre de la revista Praxis, donde difícilmente se hubieran podido encontrar admiradores del difunto Pavelić. Este murió en España a fines de 1959, víctima de las balas que le dispararon en Buenos Aires unos desconocidos.

En este contexto, el atentado del sábado último contra el vicecónsul de Belgrado, en Lyon seria la carta de presentación de la renovada resistencia nacionalista croata, que excede los alcances de su recordatorio patriótico del 10 de abril. El objetivo, en definitiva, es que no se los olvide al desarrollarse el proceso de redefiniciones que se abrirá en una Yugoslavia sin Tito.

Martín Allica

(Clarín, Buenos Aires, 4 de abril de 1975.

(Publicamos este artículo inspirado, por cierto, por la buena fe y el espíritu de amistad con la causa croata por parte de su autor. Sin embargo debemos señalar que, de acuerdo con las informaciones de las autoridades francesas que entienden en el asunto, el atentado que movió a escribir al Sr. M. Allica, fue perpetrado por los četniks servios. Hace poco, uno de los suyos fue matado en Bélgica por parte de los agentes secretos de Tito y el atentado contra M. Djogović deberla ser la venganza entre los que conocen sólo venganza y contra-venganza durante siglos. Para despistar a las autoridades, los terroristas hicieron volantes para acusar a los croatas —Ustacha— que deberían ser un chivo de expiación eterna para los crímenes de los extremistas servios, cometidos contra el pueblo croata retribuidos, posiblemente, por parte de "Ustacha".

Además, Pavelić nunca fue profesor universitario y tampoco estudió en las universidades extranjeras. Se recibió de abogado en la universidad de Zagreb, allí ejerció su profesión y fue, en su calidad de hombre político, elegido en 1927 diputado nacional croata en la misma capital de Croacia, Zagreb. Después de la matanza de las diputados nacionales croatas en el parlamento de Belgrado en 1928, cuya víctima fue incluso el presidente del partido campesino croata Esteban Radić, Pavelić se decidió a la "acción directa". De allí surgió el movimiento de liberación de Croacia "Ustacha" que más tarde desempeñará un papel histórico, oponiendo la propia fuerza contra la violencia del ocupador serbio, aquí la esencia del problema, mientras los demás aspectos quedan supeditados a muchos intereses y de más variada índole. — Obs. de la Redacción de S C.).

Ivo Andrić falleció en Belgrado

BELGRADO, 8 (ANSA). — El escritor yugoslavo Ivo Andric, falleció ayer en una clínica de Belgrado.

El escritor, que sufría de una grave enfermedad desde hace más de un mes, había empeorado en los últimos días.

Considerado uno de los dos mejores escritores yugoslavos de su tiempo —el otro es Miroslav Krleza—, el nombre de Andric se hizo mundialmente famoso cuando en 1961 se le concedió el premio Nobel de literatura. Sus obras —dijo entonces uno de sus críticos— eran las propias de quien "tras asumir plenamente sus responsabilidad supo tratar con inteligencia el material que la tierra, el hombre y la historia natal ponían al alcance de su mano"

Andric —prefería definirse antes que como un creador como un observador—nació en 1892 en Travnik antigua capital de Bosnia, cuyo ambiente, en el que se mezclaban, sin confundirse, católicos, musulmanes, ortodoxos y judios, debia proporcionarle casi todos los temas de sus libros. Vivió más tarde en Sarajevo, donde están datados sus poemas de juventud y, durante Ios años de la segunda guerra mundial, en Belgrado, donde escribió sus principales novelas y narraciones. Ellas, mezcla de crónica y de ficción, expresan el ensimismado horror de un testigo de aciagos acontecimientos: guerras, persecuciones, masacres, inseguridad, lucha por la supervivencia. Así su "Crónica de Travnik" (1962), su "Crónica de Bosnia" (1963) y, antes, "El puente sobre el Drina" (1945), "La señorita" y sus numerosos cuentos y relatos breves, que aparecidos a partir de 1920, han sido celebrados por la perfección de su forma y la fuerza de su expresión. Andric abarcó en su obra la vida de Bosnia desde la llegada de los turcos hasta la actualidad, pero su producción total pertenece a la literatura, antes que a la historia. Una literatura sensualista a veces, tenebrosa otras y a menudo llena de horror y desesperanza.

De "La Nación", 9 de marzo de 1975.

IVO ANDRIČ MURIO EN BELGRADO

BELGRADO, 13 (UP). — El ganador del premio Nobel de Literatura de 1961, Ivo Andric, murió a los 83 años de edad, tras sufrir un derrame cerebral, informaron médicos del hospital del ejército yugoslavo.

Era el único yugoslavo que había logrado ganar el premio Nobel de Literatura.

Viajó extensamente por el mundo y trabajó bajo una gran variedad de gobiernos. Pero sus crónicas de su Bosnia natal daban una imagen intima de la región, que despertaban sentimientos comunes en gentes de todos los países.

El símbolo y título de su obra más conocida es "El puente sobre Drina", el gran puente de piedra cerca de Visegrad, en Bosnia, construido durante el apogeo del Imperio Otomano y que permaneció intacto bajo el régimen del imperio austro-húngaro, la monarquía yugoslava y la actual administración comunista.

Andrić, nacido en el antiguo pueblo musulmán * de Travnik en 1892, pasó gran parte de su niñez en Visegrad, donde se encuentra el puente que le inspiró la novela épica que le significaria el premio Nobel de Literatura de 1961.

Como muchos jóvenes de su tiempo, Andric, que pertenecía a una familia pobre, sufrió persecuciones y arrestos por su actividad contra del imperio austro-húngaro, que administraba Bosnia antes de la Primera Guerra Mundial.

Educado en las universidades de Zagreb, Viena, Cracovia y Graz, el escritor también era miembro de la organización nacionalista revolucionaria "Joven Bosnia", que planeó y perpetró el asesinato del archiduque austriaco Francisco Fernando, el 28 de junio de 1914, en Sarajevo, atentado que desencadenaría la Primera Guerra Mundial.

Este trascendental hecho en la hostoria de la humanidad, que hizo concentrar la atención mundial en Bosnia, es el punto culminan=e de la crônica de cuatro siglos del puente sobre el río Drina.

Después de la guerra, Andric entró en el servicio diplomático y sirvió en Roma, Bucarest, Trieste, Budapest, Madrid y Ginebra. Al comienzo de la segunda conflagración mundial, en 1939, era embajador de Yugoslavia en Berlín.

Durante la guerra el escritor vivió en retiro en Belgrado, y durante la ocupación alemana de su país no actuó en asuntos públicos.

Fue en ese tiempo que produjo sus obras más conocidas, incluyendo la llamada Trilogía Bosniana, que consiste en la novela "Miss", la "Crónica de Travnik" y "El puente sobre el Drina".

La guerra civil entre yugoslavos realistas y las fuerzas del mariscal Tito, que ocurrió durante el conflicto mundial, hizo que las simpatías de Andric se colearan hacia los comunistas.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los círculos literarios de Yugoslavia lo aclamaron como el más grande escritor en la lengua serbio-croata. Andric era miembro del Consejo Nacional, un organismo parlamentario.

A pesar de sus años, nunca perdió contacto con su Bosnia natal, visitando a menudo la región, especialmente Travnik.

("LA Prensa", Buenos Aires, 14 de marzo de 1915).

* Según el censo oficial de 1971 hay: 43,9% musulmanes; el 40,6% católicos y el 13,5% ortodoxos servios).

Los nazis casi tenían la razón

Alicia Jurado es en la actualidad una renombrada escritora argentina. Sus obras literarias y sus artículos en la prensa porteña tienen su público. Ella misma se declara políticamente como partidaria cie la orientación liberal. Claro, no tiene inconvenientes en aceptar todos los elementos constitutivos del pasado argentino, donde el catolicismo representa el eje alrededor del cual se ha estructurado la cultura y la historia del país. Siendo el autor de estas líneas asiduo lector de los escritos de Alicia Jurado, debe reconocer que a veces le parece que existe una contradicción, un conflicto irreconciliable entre su posición general y algunas enunciaciones suyas parciales.

Así, por ejemplo, la muy estimada escritora en su artículo El Problema del Poder publicado en LA PRENSA del 6 de mayo de 1975, nos parece, ha formulado ciertas ideas fundamentales difícilmente conciliables con las de la orientación cultural, filosófica y religiosa argentina. En efecto, refiriéndose al problema del poder en la sociedad humana en conexión con el mismo fenómeno dentro del ámbito animal, especialmente el de los monos, Alicia Jurado se identifica con la posición de A. Huxley formulada en su novela "Isla". El artículo a que nos referimos termina así: "Los habitantes de la isla feliz habían conseguido mantener a raya las tendencias de los mandones con «diagnóstico precoz y tres cápsulas rosadas por día, antes de las comidas». Sería más provechoso, sin duda, que los esfuerzos de los investigadores se dedicaran a descubrir la composición química de esas cápsulas, que a perfeccionar las armas nucleares; una vez aplicada esa terapéutica preventiva, es casi seguro que las armas resultarían innecesarias", concluye A. Jurado.

Nos parece que aquí el remedio es peor que la enfermedad. La fabricación y el perfeccionamiento de las armas nucleares es, o puede ser, un grave mal. Se trata de asegurar así el poder del más fuerte en el mundo y no del más justo. Pero alterar la naturaleza humana mediante castraciones bioquímicas, nos parece, es todavía peor. La grandeza moral del hombre consiste en poseer pasiones provenientes de su naturaleza biofísica y luego dominarlas por motivos éticos y culturales, en general mediante la libre decisión. Allí donde tenemos el comportamiento del hombre automáticamente "bueno", es decir sin posibilidad de someterlo a los criterios éticos de una voluntad libre, no hay más comportamiento humano. Admitidas las "cápsulas rojas" hoy, mañana serán admitidas y recomendables negras, blancas o verdes, variando substancialmente la naturaleza humana en su substrato material. Y ¿entonces? Los nazis empezaron con castraciones sexuales. El mundo civilizado los condenó. Ahora deberíamos proseguir ampliando métodos repudiados. La moral humana y la perfección ética, sin campo de ejercicio, pierden sentido. Sólo en el superar las fuerzas instintivas a la luz de los valores superiores es en donde se hallan méritos y el sentido de la moral, el derecho y la cultura en general. Si no, los nazis casi tenían la razón.

La "ausencia" de servios en la actual Yugoslavia de Tito

Reproducimos a continuación el cuadro de los funcionarios del Partido, verdadero dueño neofeudal del Estado comunista yugoslavo que actualmente rige la suerte de aquella comunidad política:

 

Nacionalidad

Comité Central

Comisión estatutaria

Comisión control

Total

Servios

46

9

5

60

Croatas

26

2

2

29

Eslovenos

22

3

2

27

Montenegrinos

22

3

2

27

Macedonios

18

3

2

24

Albaneses

13

2

15

Musulmanes

11

1

1

13

Húngaros

4

1

5

"Yugoslavos"

2

2

Rumanos

1

1

Eslovacos

1

1

Turcos

1

1

Totales

166

24

15

205

 

Estos datos proporcionados oficialmente por las autoridades de aquel país señalan que al elegir a los integrantes del Comité Central del Partido y de sus organismos auxiliares se ha tenido en cuenta "la estricta proporción nacional". La afirmación es inexacta. El asunto es así: en los tres organismos, los servios tienen 60 representantes y los croatas sólo 29. Además, para cercar mejor a los croatas, la disposición de los representantes de las demás nacionalidades fue efectuada en perjuicio del principio de proporción y en favor de los servios y de los que gravitan hacia sus intereses. Así los eslovenos están representados por sus 27 delegados, contra 29 croatas, a pesar de que el total de la población eslovena es de 1.700.000 contra 4.520.000 de los croatas. Los montenegrinos tienen igual número de representantes -27— que los eslovenos, es decir sólo 2 delegados menos que los croatas, y su población totaliza 508.000. Los macedonios a su vez, simpatizantes naturales de los croatas, a pesar de su 1.595.000 almas, tienen sólo 24 delegados. Los albaneses, también aliados potenciales de los croatas, cuentan con sólo 15 delegados, mientras que el número de su población es de 1.310.000. Los musulmanes, croatas y procroatas, que tienen 1.730.000 de almas, cuentan con sólo 11 delegados en ese organismo central. En síntesis: a pesar del monolitismo partidario, el bloque servio-proservio tiene unos 34 funcionarios más en el centro del poder que el bloque croata-procroata.

En consecuencia, los que están hablando sobre el pretendido ausentismo servio en la Yugoslavia actual no conocen el asunto.

El 70 aniversario del Partido Campesino Croata

(1904 - 1974)

El año pasado el Partido Campesino Croata festejó el 70° aniversario de su existencia. El papel del Partido en la vida nacional es de importancia histórica. No solamente la conciencia nacional moderna de las masas campesinas —el 85 % en aquel entonces (1904)- sino también una concepción democrática, humanitaria y socio-política está íntimamente ligada con dicho Partido. Esteban Radic, su líder indiscutible, fue también el político más votado y más amado por su pueblo. Pero el murió a tiros de revólver en el "parlamento" de Belgrado en 1928. Así murió también la idea de una comunidad democrática entre los croatas y los servios, porque fue un servio que disparaba casi impunemente. El comunismo de Tito significa sólo una empeorada edición del despotismo servio monrárquico. Por eso, el actual presidente del Partido —el Dr. J. Krnjević— vive en el exilio. Apoyado por las organizaciones que gravitan hacia él con epicentros en el Canadá y Bélgica, el Dr. Krnjević desarrolla la actividad en pro de la liberación de Croacia. La Conferencia de la Seguridad Europea ha recibido plausiblemente un Memorandum preparado por él; el Dr. M. Zorkin, presidente de las organizaciones partidarias en el Canadá, consiguió la intervención de las autoridades canadienses para liberar a un ciudadano canadiense de origen croata que fue llevado ante el tribunal comunista de Tito al visitar a sus padres en Croacia. "La Historia de la Humanidad", preparada por UNESCO, registra el papel de este Partido ignorando la existencia de la Yugoslavia comunista. Esto, y la atención que dedica esta obra a la cultura y politica croatas más que a la de Servia, irrita a Belgrado. La verdad y valores auténticos deben triunfar. Este partido, de una larga tradición democrática sigue siendo el instrumento más idoneo en la lucha por la liberación de Croacia.

Micronoticiero

14 mil croatas "inundaron" a Roma para festejar el Año Santo en mayo último pasado. El encuentro de los peregrinos con su episcopado y el papa Paulo VI fue más cordial que nunca. En el discurso del Pontífice fueron valuados la historia de Croacia (XIII siglos) y sus mártires —eclesiásticos y civiles— de una manera elogiosa sin precedente. Las estaciones de radio y televisión europeas destacaron que el grupo croata fue el más numeroso de todas las demás naciones hasta ese momento. L'Osservatore Romano dio gran relieve al hecho, dedicándole su editorial y muchas fotografías en la primera página. The New York Times informa acerca de la presencia de unos 10.000 croatas. La prensa francesa e italiana habla de unos 14.000. Il Tempo, prestigioso diario de Roma, dedica elogios a los croatas que llenaron la Basilicia di S. Pietro para celebrar la Santa Misa con todos sus obispos en la presencia del Sumo Pontífice. Allí pronunció Paulo VI su significativo discurso. Pero significativo es también que ciertas agencias noticiosas internacionales o silenciaron o tergiversaron el hecho. Si no se pasaba por alto, el "fenómeno" croata se intentó hacer pasar envuelto en el nombre común "eslavo".

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El biólogo Julian Huxley, ex primer director de la UNESCO, falleció el 15 de febrero del año en curso. Se lo consideraba como uno de los biólogos más destacados de nuestro siglo. Era integrante a la vez de una familia de biólogos, filósofos y literatos de renombre mundial. El recién desaparecido científico era partidario del monismo materialista, contrario al dualismo materia-alma y a la religión. Hace uno 10 años hubo una vivaz discusión acerca de este tema entre él y su connacional E. L. Mascall, profesor universitario y sacerdote católico, autor, entre otros trabajos, también del libro "Cristianismo Secularizado". Con motivo de esta discusión con eco casi universal, hubo voces en el continente europeo que indicaban a Sir Julian como su sendero natural al que conduce a Moscú. En efecto, entre el materialismo dialéctico y un monismo materialista mecánico y políticamente liberal hay sólo una diferencia de método. Resta por saber ¿hasta cuándo?

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A los 83 años de vida murió repentinamente en Viena -6/V/1975— el cardenal J. Mindszenty, símbolo católico de resistencia al comunismo. Durante su largo "exilio" en su Hungría, la política exterior del Vaticano marginó a los dignatarios de su urdimbre "Ostpolitik" del cardenal Casaroli sigue marginando a los tradicionalistas, tendiendo la mano a quienes se excomulgaba hasta hace poco. ¿No toca, discretamente, la misma suerte a nuestro cardenal Stepinac? Tempora mutantur...

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"La Revista Croata" cumple un cuarto de siglo de la existencia en el exilio. Apareció en 1950 en Buenos Aires y sigue publicándose en München-Barcelona. Se ha convertido en el órgano central de los escritores croatas literarios, políticos, sociales, históricos, etc. Su segundo número "europeo" en París de 1967 fue destruido por la policía francesa a instancia de Belgrado. Seis años después el Tribunal Administrativo francés reconoció el error y pronunció un fallo dando la satisfacción moral al director de la revista, el Prof. V. Nikolić, y cubriendo todos los gastos del proceso y el resarcimiento por la destrucción gráfica de dicho número. Este fallo ahora definitivo hace honor tanto a la Judicatura francesa como el reconocimiento de rectitud a la "Revista Croata" y a su director.

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Los profesores Bogdan Radica y Christopher Spalatin de la Fairleigh Dickinson University y de Marquette University, EE.UU., respectivamente, fueron distinguidos por las instituciones mencionadas. En la Universidad mencionada en primer término existe ya "The Bogdan Raditza History Award" que anualmente premiará al mejor alumno de Historia. Spalatin a su vez recibió un diploma "for teaching excellence" con un cheque de mil dólares. Los dos profesores son croatas y colaboradores de la revista Studia Croatica.

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El ex arzobispo de Zagreb, actualmente prefecto de la Congregación para la doctrina de fe, el cardenal F. Šeper, hace poco fue nombrado camerlengo del papa Paulo VI. Ahora insisten rumores que el alto dignatario, a causa de su disconformidad con la "Ostpolitik" del Vaticano, debería ceder sus posiciones a otro. ¿No se trata aquí de la conocida práctica eclesiástica promoveatur, ut amoveatur?


Reseña de libros

Aleksa Benigar: Alojzije Stepinac — hrvatski kardinal —

Luis Stepinac, cardenal croata, Edición "Ziral", Roma 1974, páginas 939 con 70 ilustraciones.

"Tomando todo esto en consideración, especialmente el material probatorio del que una parte mencioné aquí, mientras el resto lo conoce el tribunal, mi conciencia no me permite ponerme de acuerdo con la proposición definitiva del fiscal.

"Los periódicos publicaron en estos últimos días numerosos telegramas, pero yo les opongo no sólo la declaración de los 150 sacerdotes de Zagreb, presentada al tribunal desvirtuando la acusación del arzobispo, sino también oraciones de miles y miles de feligreses del pueblo croata que en sus iglesias y hogares ya hace algunos días, sin interupción vienen rezando y ahora mismo lo están haciendo para que Dios le otorgue la liberación como el veredicto más justo posible.

"Yo también en mi calidad de defensor propongo que el tribunal popular supremo se digne liberar al acusado, el arzobispo Dr. Luis Stepinac".

Así nos retrotraemos espiritualmente al año 1946, anotado en la dolorosa historia de Croacia. Con estas palabras finales del abogado defensor —el doctor Ivo Politeo— a cuyo cargo estuvo la defensa del arzobispo de Zagreb, más tarde elevado a la dignidad de cardenal, se cierra un capítulo trágico más en la vida de este hombre singular y para nuestres días tan excepcional. Las componentes de dicho capitulo, por cierto múltiples y muy complicadas, pese a su carácter prevalentemente religioso, llevarán al historiador concienzudo cuando se decida a escribir y dedicar su pluma a la reciente época de la historia de Croacia hasta la fecha 1' de diciembre de 1918, es decir a la fecha de la proclamación de la unión de Croacia con Servia. Allí, según nuestra profunda convicción, tienen comienzo tanto el caso humanamente trágico del cardenal como la situación general de su pueblo croata en la actualidad.

El día 11 de octubre de 1946 el arzobispo fue condenado a la pena de "privación de la libertad con el trabajo forzado durante 16 años".

Esta condena estaba ya preparada de antemano y fue proclamada por el tribunal, cuya tarea consistió en "cumplir con la orden de cierta organización", como lo dijo el arzobispo mismo a sus jueces. Conociendo bien todo esto, el arzobispo Stepinac expresó en su corto y condensado discurso lo siguiente:

1") "Personalmente no me defenderé;

2°) "Declino (rehúso) toda posible defensa de abogados;

3°) "Contra la condena, termine como terminare, no voy hacer recurso alguno, porque no veo utilidad en el mismo como tampoco un sentido posible, porque es sabido que el tribunal no pronuncia otro que el que quiso una bien determinada organización".

Es evidente y claro de qué organización se trataba. La verdad de lo que dijo el arzobispo será confirmada más tarde tanto por parte de Tito como de Milovan Djilas, conversando con el escultor croata Ivan Meštrović.

Tito en persona dijo al mencionado escultor que el arzobispo croata fue condenado para satisfacer a los ortodoxos granservios, mientras Djilas le dijo textualmente: "Para decir verdad y con toda honradez —creo que no soy yo sólo que piensa así— Stepinac es un hombre irreprochable, de carácter firme y que no deja quebrarse. El fue condenado inocente...

Todo esto lo conocía casi todo el mundo. Todos los elementos esenciales del proceso montado contra el arzobispo, individualmente o en su conjunto, fueron publicados por la prensa libre de Occidente. No obstante todo quedó así como se había previsto por razones del oportunismo político. Después de 5 años de encarcelamiento en Lepoglava, el arzobispo fue el 5 de diciembre de 1951 "condicionalmente" excarcelado y confinado en su aldea natal Krašić, donde murió el dia 10 de febrero de 1960.

Sacamos estos elementos que nos refrescan la memoria de la monumental obra del padre Aleksa Benigar, recién publicada en Roma. Se trata de una obra muy bien documentada y que ninguno que se dedique a la historia de la Iglesia Católica en Croacia, empezando allí en 1943 y hasta nuestros días, podrá pasarla por alto, incluso será indispensable para su trabajo. Especialmente será imprescindible para quien se decida a estudiar la vida de esta gigantesca personalidad, que fue a su tiempo el centro viviente de toda la vida religiosa, cultural, social y, en una gran medida, de la vida política de Croacia. No como si Stepinac fuese un hombre político o se dedicara a la política en el sentido común.

¡No! Su vida intensamente religiosa — bonum difusivum sui— irradiaba espontáneamente la entera vida de su pueblo, incluso la política, dándole la orientación fundamental que radica en los valores éticos invariables. La existencia del cardenal Stepinac fue muy agitada, pero profundamente incisa y guiada por la voluntad y designios divinos. En una entrega total a Dios y a la fe de su pueblo, él dedica todas sus fuerzas a los feligreses, enseñándoles en sus innumerables pastorales, donde aconseja, pacifica, consuela, advierte, pero también reprende y protesta siempre y cuando lo considere como deber en su calidad de pastor de la grey confiada a su cuidado.

Los capítulos de esta obra del padre Benigar "En el remollino de guerra", "Stepinac en la Yugoslavia comunista", "Ante el tribunal comunista" son especialmente conmovedores por la seriedad de los acontecimientos que se describe y en los que Stepinac es la figura central, protagonista y portador del peso de los acontecimientos. Sus cartas y sus pastorales reflejan perfectamente aquella realidad. El arzobispo, en ellas, interviene y ruega, advierte o con una necesaria decisión rehúsa o rechaza haciéndose siempre protector de los perseguidos, defensor de los humildes y aquel que recibe a los privados de sus hogares. En estos documentos se refleja el alma del arzobispo. Una alma serena, cándida, magnánima. No hay problema que agobiara al pueblo en aquellos tiempos, especialmente durante la última gran guerra, que Stepinac no tocó a pesar de tantos adversarios y enemigos, exponiendo su propia vida al peligro. No conocía el temor cuando fue necesario exponer públicamente la enseñanza de la Iglesia acerca del racismo. Haciéndolo, no tomaba en consideración que el nacionalsocialismo estaba en el cenit de su poder. Igualmente no se sentía atemorizado para emprender todo lo que estaba a su alcance en pro de la protección a los ortodoxos. los que injustamente fueron perseguidos, o judios objetivo principal de la persecución. El mismo intrépido mostró el valor espiritual oponiéndose al materialismo comunista en el peor de los momentos de la tiranía de Tito.

Stepinac fue en aquella época la personalidad eclesiástica acerca de la cual se escribía y discutía más que de ninguna otra. Su actitud, sus prédicas y sus consejos fueron recibidos por muchos con entusiasmo, mientras otros los ponían en tela de juicio.

La mayor parte de su vida de arzobispo coadjutor la dedicó a la organización interna de su diócesis, lo que continuó también una vez en el cargo de arzobispo efectivo, fundando nuevas parroquias y propagando la necesidad de las organizaciones laicas religiosas (Acción Católica).

Una personalidad firme que amó la verdad por sobre todas las cosas, su comportamiento fue consecuente y uniforme tanto en los contactos diarios con fieles o prójimos como en el púlpito o las cartas pastorales. La verdad, la moral cristiana y la comprensión general constituyen el fundamento inalterable de todas las manifestaciones de la vida de este dignatario.

Una simplicidad y un comportamiento humilde son dos características ulteriores de este hombre de Dios. El secreto de toda estas virtudes reside en su fe: In Te, Domine, speravi — Confio en Ti, Señor —, éste es lema de nuestro cardenal. Teniendo ante sus ojos el ejemplo de Santa Teresa de Jesús, creyó y fue consciente el arzobispo de Zagreb de que ninguna acción humana puede tener un efecto per-durable sin la vida espiritual profunda y sentada en la fe. Stepinac en este sen-tido fue un ejemplo vivo tanto para sus feligreses como para todos sus prójimos.

Estas virtudes irradiaban lógica y espontáneamente de sus conversaciones con los más encumbrados igual que con los más humildes. Hay ciertos detalles en su vida que atraen la atención del atento lector de este libro: un gran amor para con su madre, hacia los niños y la familia, pero por sobre todo un patriotismo sin manchas de índole alguna. A pesar de su origen de una familia bastante pudiente, un sentido y comprensión por la pobreza fueron altamente desarrollados en él, tan altamente que todo lo que le pertenecía lo dividió hasta el último momento de su vida con su prójimo.

La vida de cada uno de los hombres es un gran misterio, casi indescifrable. Pero la vida de Luis Stepinac, arzobispo de Zagreb, con todos sus sacrificios. su trabajo y un amor desinteresado hacia los hombres en general, en una palabra, toda la vida de él es un secreto por sobre todos los secretos, comprensible únicamente a Ia luz de .la gracia divina Así fue él y así lo presenta en este trabajo de gran valor el padre Benigar. Si vale la verdad de que el 95% de los libros que actualmente se escriben y publican es absolutamente innecesario y sólo el 5% necesario, este libro tan documentado, bien escrito, con seriedad, responsabilidad y el amor por la personalidad que nos presenta, pertenece, a todo título, a este 5%. Un libro tan útil y necesario a nuestra generación. Al terminar su lectura nos sentimos más fuertes y más decididos para la constante superación de nuestras debilidades humanas; más alentados y más tranquilos en nuestras inquietudes anímicas diarias. La personalidad de un gigante espiritual nos atrae, nos serena, nos inspira confianza y el valor necesario para enfrentarnos con todo lo maligno que se anida en nuestras entrañas, en nuestra naturaleza tan íntimamente ligada con las leyes fisiológico-materiales en desarmonia con la ley ética y el Amor, única que nos eleva por encima del mundo animal y nos garantiza a todos un porvenir más luminoso que debemos merecer. El ejemplo del arzobispo Stepinac es un signo de la intervención divina en la oscuridad tan caracteristica para la humanidad actual. La integridad de aquella "imagen del Pastor Divino", como lo llamó el papa Juan XXIII, resplandece en este libro y disipa su luz para todos los que quieran ver. La luz y el esplendor que no conocen limites y a los que hay que abrir nuestros ojos y, sobre todo, nuestros corazones. La editorial "Ziral" se hizo gran acreedora de todos nosotros y, en primer término, de los croatas, al publicar este libro de inmenso valor. Conmemorando el decimoquinto aniversario de su desaparición del mundo visible, "Ziral" no pudo hacerle un mejor homenaje.

El gobierno yugoslavo protestó ante las autoridades italianas por la publicación de la obra del padre Benigar. Este paso yugoslavo tiene un doble significado: la verdad quita al despotismo de Belgrado la tranquilidad y, todavía peor, ese despotismo pretende trasplantar sus métodos policiales a Italia!

M. Rakovac

Smail Balić: Kultura Bošnjaka - muslimanska komponenta

(Cultura de los bosníacos - componente musulmana), Viena 1973, pág. 247 (Edición propia)

El Dr. Balić, experto y relator para los asuntos orientales en la Biblioteca Nacional de Viena, trata de presentar en forma íntegra las realizaciones culturales del grupo de eslavos del Sur que en la actualidad se denominan oficialmente "musulmanes en el sentido étnico", por lo que en croata se escriben con mayúscula, o sea "Musulmanes". El autor parte de la afirmación de que en la literatura sobre la cultura en Bosnia la componente musulmana es marginada por completo, dejando la impresión que la época de ocupación turca de Bosnia, desde el siglo XV hasta fines del siglo XIX, representa, en lo cultural, una época de atraso y oscuridad. Esta impresión se debe al poco conocimiento del acervo cultural que nuestros antepasados de religión mahometana han legado, no solamente a su propio país, sino también al mundo musulmán en general.

A fin de cumplir con su propósito, el autor ha esbozado un amplio plan para abarcar todas las expresiones culturales de los musulmanes bosníacos. Por lo tanto, su obra comprende las siguientes secciones: A) Introducción; B) Cultura popular; C) Cultura de tipo escolar (cultura avanzada); D) Cuadro sinóptico del desenvolvimiento actual; E) Conclusiones; F) Resumen en alemán; G) Bibliografía; H) Registro de personas. e I) Ilustraciones (13 tablas).

En la introducción el autor describa los pocos testimonios existentes de la cultura en Bosnia con anterioridad a la conquista turca: iglesias católicas en Bihać y Srebrenica, de estilo gótico, por ejemplo, convertidas en mezquitas; misal del príncipe Hrvoj (1399); Evangelio de Hrvoj (1404), con excelentes ilustraciones; el intercambio cultural con los vecinos, especialmente con el litoral croata, etcétera.

La cultura popular la trata desde un doble enfoque: espiritual y material. En aspecto espiritual de la cultura comprende en primer término la poesía popular que se compone de poemas heróicos, cuyos iniciadores han sido cantores y poetas residentes casi siempre en las sedes de "agas" y "bajás" que fomentaban este arte, y de poemas líricos, cuya expresión más cabal son las "sevdalinke", de carácter amoroso y finos sentimientos líricos en su mayoría que se cantan en ocasiones alegres y tristes por igual, con o sin instrumento. Un ejemplo de aceptación, diríamos, universal de la "sevdalinka" lo testimonia la película alemana "Die letzte Brücke" (El último puente), donde el fondo musical es la canción "Kad ja pojdoh na Bendbašu ("Cuando me fui a Bendbaša"). Dentro de los poemas líricos, le corresponde un lugar especial a las baladas, que recitan. La primera balada musulmana que entró en el ambiente cultural occidental es la "Hasanaginica" ("La mujer de Hasan-aga"), la que publicó por primera vez Alberto Fortis, en 1774, en su obra "Viaggio in Dalmazzia". Esta balada, declamada en el dialecto "ikavski", por lo que pertenece al acervo lingüístico croata, ha sido traducida a varios idiomas repetidas veces. En la página 147/7 el autor nos proporciona un resumen de las traducciones por países y autores, a saber: al checo, 4 veces; al inglés, 15; al francés, 15; al latín, 1; al húngaro, 1; al malayo, al alemán, 40; al polaco, 7; al ruso. 5: al esloveno, 3; al sueco, 1, y al italiano. 2. ¡Al turco, árabe y persa no ha sido jamás traducida!

El autor reproduce en forma íntegra, o en parte, otras bellas baladas como "Majka Bajrambegovica" ("La mujer de Bajram-bey cual madre") y "Omer y Merirna" que representa la variante bosniaca del amor clásico de "Romeo y Julieta".

Las demás componentes de la cultura popular espiritual son: la música popular, en la que a pesar de las influencias orientales los elementos principales permanecieron autóctonos; los cuentos populares, como por ejemplo los cuentos cómicos de Nasrudin-hodža, y el arte dramático popular, en el cual el más representativo es el teatro de sombras, llamado Haradjoz (Qaragõz), al igual que su personaje central, y parecido al teatro de títeres.

El aspecto material de la cultura popular está representado por el arte popular decorativo en metal y madera, especialmente en la confección de armas, profusamente decoradas con filamentos y grabados, y por la cultura habitacional, la que el autor explica a través de sus tres tipos principales: "kula" (castillos fortificados), "ćardak" (castillo, sede de la familia del bey) y odiak" (sede de familias pudientes; en realidad, un čardak con altas chimeneas y con una "manzana" de madera o metal que indica que el transeúnte encontrará alojamiento gratis). Comparando con las relaciones habitacionales en la vecina Servia, la cultura habitacional bosniaca de la época turca representa un verdadero adelanto, dice el doctor Balić.

La segunda parte de esta obra trata de la cultura de tipo escolar, que comprende sus manifestaciones literarias a través de las épocas osmanlí, austríaca, yugoslava, croata (1918-1945) y actual.

El autor presenta la época osmanli en forma extensa, primero bajo el aspecto de la cultura espiritual y después de la cultura material, lo que no será igual al tratar las épocas posteriores.

Disertando sobre el significado y la ubicación de la componente oriental en la literatura de los eslavos del Sur, el autor sostiene que es científicamente insostenible la desfavorable evaluación de su acervo cultural durante la época osmanlí. Mientras, con razón, se niega a la literatura servia de la época el carácter de letras, por ser exclusivamente de índole religiosa y mística, la literatura bosniaca es, además, histórica, lingüística, filosófica, poética, etcétera, obras qua según todos los criterios constituyen letras en el verdadero sentido de la palabra. Por ello, el autor, en cierta manera critica la opinión de Salko Nazečić, en la Enciclopedia de Yugoslavia, de que "cuatro siglos de dominación turca trabaron completamente todo progreso económico y cultural". Por la tanto, según el autor, el esclarecimiento del pasado osmanlí no es solamente una necesidad científica, sino también un aporte para la eliminación de supersticiones y prejuicios nacionales.

Su crítica en este sentido se dirige en especial contra el premio Nobel Ivo Andrić, quien había concebido sus conceptos acerca del atraso intelectual y moral de los "turcos bosníacos" como un descubrimiento científico, ya que escribió en este sentido su tesis doctoral en la Universidad de Graz, en 1923, y la incorporó, apenas un poco modificada, a sus dos obras princnpales, Na Drini ćuprija ("El puente sobre el Río Drina") y Travnička kronika ("Crónica de Travnik").

El propósito de esta obra también es proporcionar un panorama de aportes culturales de los bosníacos en los idiomas orientales. En efecto, entre 1463 y 1878 los bosníacos han dado al Imperio Osmanli. Mientras, con razón, se niega a turco, árabe y persa. La época más fructífera en el campo literario de los bosníacos corresponde al período en que el Imperio se encontraba en la cúspide de su poderío (1544-1683). Por razones religiosas los bosníacos dedicaron mucha atención al idioma árabe, adoptando el alfabeto árabe hasta para anotaciones en el idioma materno, o sea, en croata. Esta clase de literatura se llama "aijamiado" o "alhamiado", lo que es una derivación española del árabe "al-agami" (ajeno), es decir, literatura ajena. Una discriminación de los escritores según el idioma de que se sirvieron (turco, árabe, persa) y una lista de escritores y poetas por orden alfabético, con datos biográficos de cada una y de sus más importantes creaciones, da la pauta del enorme aporte de los bosníacos a la cultura islámica en general.

La epistolografia como rama literaria no está suficientemente investigada. Sin embargo, el autor cita algunos ejemplos, como los fragmentos de la correspondencia del Orner bey Begzadić, del siglo XVII, con los ragusinos (Dubrovnik).

Dada la floreciente poesia popular no se sintió mayor necesidad de una poesia artistica. Creada sobre la base de ia métrica árabe y escrita con letras árabes adaptadas al idioma croata —"arabica" esta literatura es la ya mencionada "aljamiado-literatura". El poema más antiguo en esta categoría data del año 1588 ó 1589 y es de un tal Mehmed, que en aquel entonces vivia en Transilvania. Está escrito en "ikavski" y se titula "El poema croata". Es de carácter amoroso-reflexivo, lo que es una rareza pues la mayoría son de índole religiosa, moral, humana y, en menor medida, política, y muy pocos de carácter amoroso. Varias páginas dedica el doctor Balić al poeta Muhammad Uskufi Hawai, el más importante de "aljamiado-literatura", cuyo poema de 100 versos, dirigido a los cristianos en Servia, ha provocado, por mala interpretación, distanciamientos. En efecto, cada una de las veinticinco estrofas termina con el verso "Hod'te nami vi na vira!", lo que los servios interpretaron coma incitación a abrazar el Islam ("Vengan a nosotros, a nuestra religión") en vez de interpretarlo con este sentido: "Vengan a nosotros, palabra de honor!" También este poema está escrito en "ikavski", dialecto propiamente croata, aunque el poeta mismo suele llamarlo "bosníaco".

Un capítulo dedica el autor a las bibliotecas islámicas públicas, de las cuales una treintena fundaron los bosníacos. La más importante fue la Gazi Husrevbegova, fundada en 1537 en Sarajevo. La biblioteca particular del erudita croata Dr. Safvetbeg Bašagić, especialmente su rica colección oriental, se encuentra en la biblioteca de la Universidad de Bratislava, adonde fue vendida. A fines del siglo XVIII en Sarajevo hubo cinco bibliotecas publicas y doscientas bibliotecas privadas.

Después del aspecto espiritual anterior-mente descripto de la cultura de tipo escolar, el autor nos proporciona un cuadro del aspecto material de la misma al describir ias principales características de la arquitectura y de las artes plásticas (gráficas) en Bosnia.

En lo que atañe a los edificios, la mayor atención la merecen las mezquitas, lo que no debe entrañar sabiendo que durante el lapso de 52 años en que el cargo del gran visir estaba en las manos de los musulmanas bosníacos éstos levantaron en su patria y en todo el mundo musulmán, especialmente en Istambul (Constantinopla), mezquitas artísticamente decoradas y magnificamente dotadas. En 1958 había en Bosnia 946 mezouitas, de las cuales unas 30 tenían cúpulas, siendo diez de un valor artístico apreciable. "Medrese" (escuelas), "tekije" (casas de los "derviš" para los actos religiosos —la primera fundada antes de 1463—) y mausoleos completan la descripción y enumeración de los edificios sacros. Las construcciones de puentes, de desaparecidos "karavan-saraji" (albergues para las caravanas), "bezistani" (mercados techados —solamente en Sarajevo existen hoy—), "sabat kule" (torres reloj), acueductos, baños y bebederos, sobre todo, las "imareta" (cocinas públicas gratuitas cerca de las mezquitas más grandes) complementan el cuadro de los edificios o estructuras profanas justamente con los nombres de los principales arquitectos y mecenas.

El rubro "Artes plásticas" (likovna umjetnost) el autor lo inicia con la aclaración de que, debido al gran significado dei Corán en la vida de los musulmanes, las letras arábigas y su formación artística pertenecen a las ramas más elegantes del arte de Oriente. De ahí el gran número de calígrafos y miniaturistas bosniacos. El autor menciona 234, indicando sus trabajos principales y el año de deceso de cada uno. Entre otras fuentes para realizar tan minucioso trabajo, el autor destaca la obra del Dr. Savfet Bašagić Los ilustres croatas bosníacos en el imperio turco (Zagreb 1931) y la obra de Djoko Mazalić El arte pictórico en Bosnia y Herzegovina durante la época turca (Sarajevo 1965). Sobre la base de estos datos el Dr. Balić refuta enérgicamente ciertas aseveraciones de que el Islam prohibe las artes plásticas.

En la última subdivisión de la sección "Cultura avanzada" el autor proporciona un cuadro sinóptico de la literatura antigua de Bosnia en el mundo, a traves de una nómina de autores cuyas obras han sido traducida del árabe y turco al inglés, francés, alemán,húngaro, rumano, ruso y croata. El rubro siguiente proporciona el cuadro, un tanto incompleto, de los escritores bosniacos de la escuela osmanli y de sus obras publicadas en idiomas orientales.

Carácter enciclopédico reviste el capítulo dedicado a las creaciones culturales en Bosnia durante la época austríaca, o austro-húngara (1878 - 1918), en que se manifiestan los primeros cautelosos pasos hacia la modernización y europeización de la literatura en las obras de los conocidos: Mehmedbeg Kapetanović-Ljubušak, Sevfetbeg Bašagić, Edhem Mulabdić, Osman Nuri-Hadžić y Musa Čazim Čatić. Del exiguo rubro sobre la literatura memorial se desprende que el autor está en posesión del manuscrito de 727 páginas de memorias de Ademaga Mešić, destacado filántropo y mecenas de ciencias y de artes, fallecido en 1947.

La época yugoslava y croata (1918-1945) el autor la trata someramente, enumerando a los escritores que habían alcanzado cierta reputación literaria, mientras que la época actual, o sea el desarrollo cultural después de la segunda guerra mundial, la describe extensamente a través de las secciones: literatura, arte pictórico, arte dramático y teatral, música y folklore, y la actividad científica bajo el aspecto de ias ciencias humanísticas, naturales y técnicas. En el capítulo dedicado al periodismo el autor registra 80 periódicos y revistas bosniacos, que en una época u otra se publicaban en Sarajero o en otros centros culturales nacionales o extranjeros.

Por fin, en sus conclusiones constata que las indagaciones efectuadas hasta la fecha han demostrado que la parte de la población de Bosnia que en los siglos XV, XVI y XVII abrazó el Islam ha sido portadora y creadora de valores culturales, continuando en cierto grado su tradición preislámica y llevando estos valores culturales más allá de las fronteras nacionales hacia otras partes del Imperio Otomano, sin que ello signifique valoraziciones sobre la base de criterios de orden internacional.

Los análisis realizados en esta obra y las conclusiones que de ellas emanan nos indican el camino —dice el autor— que tenemos que seguir para intentar una respuesta a tres importantes preguntas relacionadas con la esencia y el desenvolvimiento de la cultura musulmana bosniacas:

1) ¿Existe una relación genética entre la herencia cultural bogomila y bosniaco-musulmana?

El autor sostiene la existencia de tal relación, basando su afirmación en la viva participación de los bosníacos islámicos en la literatura mística y en la filosofia gnóstica. También revelan la presencia de la tradición anterior las casas (tekija) de los "dervish", que han sustituido las "hìža" de los bogomiles, y la erección y ubicación de los cementerios.

2) ¿ Cuál es la relación de esta herencia cultural con las demás componentes de la cultura bosníaca?

No existen vínculos directos, aunque esporádicamente llegan a encontrarse la componente musulmana junto a las demás componentes bosniacos, la croata católica, por ejemplo, en la selección de temas (bíblicos, filosóficos e históricos), en la forma de pensar y en el estado de ánimo. Lo autóctono en la poesía popular guarda estrecho vínculo con la poesía "aljamiado", haciéndola así también autóctona, manifiesta el autor.

3) ¿En general, hasta qué punto se justifica hablar de cultura musulmana bosníaca?

El autor da respuesta a esta pregunta con la aseveración de que en lo que hace al tipo avanzado de ia creatividad cultural la misma pertenece al ámbito de la civilización islámica, sin que ello excluya la calificación de nacional. Por sus portadoras, estas creaciones culturales son, sin lugar a dudas, una herencia bosníaca.

La presente obra ha sido ya publicada en forma más sucinta en el simposio Croacia: Land, People, Culture, tomo II (Toronto 1970), con el título "Cultural Archivementes of Bosnian and Herzegovinian Muslims", y como tal fue reseñada en Stndia Croatica, Vol. 46-47, 1972, pág. 215/6. En su forma actual revela la amplitud e importancia del tema, capaz de entusiasmar y cautivar a un historiador de cultura durante toda su vida, sin haber proporcionado nada más que un esbozo del temario para los futuros investigadores de la cultura en Bosnia y Herzegovina.

Milan Blažeković

 

Dionyslus Lasić, O.F.M.: De vita et operibus Sancti Jacobi de Marchia

Biblioteca Franciscana (Ancona), 1974, pág. 471.

Fray Dionysius Vicente Lasić es un franciscano croata, profesor en la universidad central franciscana —Anthonianum— en Roma. Nació en Hercegovina, cerca de široki Brijeg, localidad que contó con el colegio clásico franciscano, monasterio, seminario, iglesia monumental y hogar para los alumnos externos. Estas instituciones y edificios fueron quemados o semidestruidos por los comunistas de Tito al finalizar la última guerra mundial. Por eso esa localidad es considerada hoy como el Cassino croata. El padre Lasić tuvo que quedarse en Roma, donde actualmente desarrolla una actividad múltiple como sacerdote, profesor y escritor, al igual que muchos de sus compatriotas en otros lugares del mundo libre.

Se destacó por su austera vida seráfica y su erudición y las autoridades de su Orden le confiaron la enseñanza de la doctrina ascética, cultivada intensamente también por los franciscanos durante siglos.

Después de su obra Theologia Perfectiva, Roma, 1956, páginas 400 y tantas otras monografías y artículos publicados en revistas especializadas en teología y filosofía, ésta es la segunda gran obra científica del padre Lasić. En ella el autor, además del talento teológico, evidencia también la vocación de un historiador acabado. Ante la solicitud del renombrado historiador croata, doctor D. Mandić (ver S C. volumen 50-51, 1973, págs. 120-126 y 127-131, dos artículos de D. Žanko y de M. BIažeković, respectivamente) de que le hiciera llegar desde Roma a su residencia en Chicago la fotocopia de la obra "Dialogus contra hereticos bosnenses", de San Jacobo de Marchia, el padre Lasić, al no poder encontrarla en ningún manuscrito, se dedicó al estudio del caso. Después de largas y detenidas investigaciones terminó esta su obra en latín, preparada con criterio estrictamente científico.

San Jacobo de Marchia era un franciscano italiano, uno de los famosos predicadores y especialistas en las cuestiones teológicas de aquella época (1394-1476), que la Curia Romana, de acuerdo con las Ordenes religiosas, enviaba a propagar el cristianismo e impedir la divulgación de la doctrina herética en varias partes del mundo. Luego de efectuar intensa actividad en Alemania, Bohemia y Hungría, el mencionado predicador llegó también a Bosnia para luchar contra el patarenismo o bogumilismo en aquella provincia croata que se había constituido en aquel momento histórico en el reino independiente.

Esta obra de Lasić —además de interesar a los especialistas —es de importancia para la historia religioso-cultural croata—. En la obra de San Jacobo — Itinerrarium— no se sabe a ciencia cierta si fue escrita exclusivamente por él o la hizo en colaboración con otros, especialmente con San Juan Capistrano, hay una precisa comparación entre la doctrina de un cristiano romano y un patereno bosniaco que nos permite ver exactamente los errores doctrinarios y da creencia de aquella secta cristiana. Allí se menciona también algunos lugars de Bosnia: Sutjeska, Fojnica, Visoko. Mostar, Gabela, etc. —como también algunos ríos y lagos: Neretva, Crna Rijeka, etc.—, por donde pasaba y actuaba el santo. En uno de los monasterios franciscanos que contribuyó a edificar se asegura que una de las piezas fue de él y Ia otra del padre Angel Zvizdović. a quien tocó la suerte de enfrentar al sultán turco Mehmed el Fatih, que conquistó a Bosnia, pero que, a petición de Zvizdović, aseguró a los franciscanos croatas y a la población católica un "modus vivendi" tolerable por mucho tiempo. Más tarde, en los seculares choques y guerras entre el Cristianismo y el Islam. Ia situación empeoró y trajo una doble consecuencia negativa: una gran parte de la población croata de Bosnia abrazó el Islam y se alistó en las tropas victoriosas y conquistadoras otomanas y la otra, la católica, formó parte de los ejércitos cristianos conducidos primero por jefes croatas propios y luego por húngaros y austríacos, lo que vulneró considerablemente la unidad espiritual y nacional del pueblo croata, impacto que se siente hasta el dia de hoy. Además de esto, las continuas luchas armadas, que duraron cuatro siglos, costaron al pueblo croata millones de vidas, tanto por las batallas como por las emigraciones a los países cristianos limítrofes con Croacia o al interior del imperio turco.

La obra de Lasić está escrita en latín eclesiástico y preparada gráficamente en forma pulcra y esmerada.

Franjo Nevistić

Douglas Darby: "Why Croatia?"

(Por qué Croacia?) Edición del autor, Cheltenham, Victoria, Australia, pág. 51, sin indicación de año.

Es natural que todo grupo de inmigrantes que goza de libertades cívicas y de cierta seguridad económica en la nueva patria adoptiva comience, tarde o temprano, a actuar también políticamente. Con ello trata de ganar amistades de personas o de agrupaciones de igual o similar idiosincrasia política e ideológica en general. Por otro lado y por las mismas razones, dicha inmigración se hace objeto de enemistades, de desconfianza o de indiferencia por parte de las corrientes opuestas en el mismo ambiente. En el nivel gubernamental, empero, no existe gobierno alguno al que le agradaría la actividad política de grupos de inmigrados fuera de los límites por él marcados. Traspasados éstos, los infractores se hacen pasibles de medidas de rigor de acuerdo con las relaciones políticas y diplomáticas existentes con el gobierno de la patria de origen de sus nuevos ciudadanos o simples moradores. Además, resulta lógico —y éste es el caso de todos los emigrados en el mundo— que el Estado contra el cual la actividad de sus emigrados podría ser dirigida, trate de neutralizarla. Sus agentes siguen toda la actividad de esta gente, trata de localizarla y denunciarla y, esto ocurre a menudo, liquidar a los integrantes de la misma. Con el correr del tiempo, esta táctica toma otras y más pérfidas formas de acción. Tal lo que caracteriza la acción antiyugoslava de los croatas en el exterior y aquella de los agentes secretos del gobierno yugoslavo. Esta nueva táctica es visible especialmente después del fracasado intento de liberalización de Yugoslavia, cuyos protagonistas fueron los comunistas croatas. En efecto, ahora se trata no de seguir pautas de la eventual actividad subversiva de los emigrantes, sino, disfrazados de indomables adversarios del régimen, tomar parte en ella, organizarla, conducirla y entregar a los engañados idealistas croatas a manos de sus verdugos.

Este hecho agrava, y a veces imposibilita distinguir, cuándo se trata de actos genuinos de la emigración, cuándo de los que realmente emprenden los agentes del gobierno comunista yugoslavo, infiltrados en las filas de la emigración croata. Esta dificultad produce confusión e interpretaciones contrarias, también dentro de las fuerzas activas de la emigración croata, de acuerdo con sus conveniencias políticas o no del momento. Por eso, el fantasma de la infiltración cuelga cual espada de Damocles sobre cada acción de la emigración croata. Desconfianza e inseguridad caracterizan, como consecuencia de esta pérfida acción enemiga, el ambiente emigratorio, tanto en la relación entre sus miembros como entre ellos y el ambiente y el gobierno de sus nuevas patrias.

Con tales problemas e incertidumbres debe haberse enfrentado Douglas Darby, miembro del Parlamento de New South Wales y presidente del Comité de Naciones Cautivas del mismo Estado desde 1968, cuando se propuso llamar la atención de sus conciudadanos sobre el peligro para Australia de la infiltración comunista, exponiendo el trato del cual fueron objeto los inmigrantes croatas en Australia con motivo de la explosión en la Agencia Turística Yugoslava en Sydney —el 16 /9/1972— y, en especial, con motivo de la visita a Canberra del ministro presidente del gobierno yugoslavo, Eijedić, en marzo de 1973. De ahi el titulo del presente opúsculo: "¿Por qué Croacia?"

Gracias a sus numerosos contactos con diversos grupos de inmigrantes croatas en Australia, Douglas Darby, autor de varias obras de tono anticomunista, se convirtió en un bastante buen conocedor de la historia y de la problemática nacional croata en la actualidad. Lo demuestra el presente opúsculo, a pesar de algunas insuficiencias respecto de ciertos hechos históricos. En realidad, esta obra representa una apologia de la causa croata a veces en forma polêmica y sacárstica. Por ello, basándose en obras en el idioma inglés sobre la gran tragedia de Bleiburg (Operation Slaughterhouse, por Ivan Prceia y Stanko Guldescu; Massacre of the Croatian Army in 1946, por Oton Knezović, y In Tito's Death Marches and Extermination Camps, por Joseph Hećimović) reprocha a Miss Phyllis Auty, autora de la obra biográfica Tito, su parcialidad diciendo: "Ella se aniquila a si misma como historiadora cuando en su obra ni siquiera menciona lo ocurrido en Bleiburg" (pág. 18).

Los primeros siete capítulos de la obra tratan de la historia croata, haciendo interesantes parangones con ciertas épocas de la historia inglesa, especialmente abarcando las épocas de la convivencia con otras naciones hasta el "Exodo de 1945"; los siguientes tres capítulos describen los sucesos en Australia y el triste papel de los senadores Murphy y Turnbull al organizar ia persecución de los croatas con motivo de la visita de Bijedić, mediante medidas que convirtieron provisoriamente a Australia en un Estado policial para los australianos de origen croata. En el capítulo "Ei enigma Australiano" critica severamente al gobierno australiano por su falta total de energía al tratar el asunto de los ciudadanos australianos Vejsil Kekić, Djuro Horvat y Mirko Vlasnović fusilados en Yugoslavia, imputándoseles el intento de invasión de Yugoslavia, lo que organizó la policía secreta yugoslava. Douglas Darby describe el suceso de la siguiente manera:

"En el verano de 1972 algunos integrantes de la policía secreta yugoslava, actuando como miembros de la organización clandestina de liberación croata, encontraron a un grupo de jóvenes croatas australianos en Austria. Después de intercambiar confidencias, apareció un camión. Bajo la impresión de perspectivas favorables para un levantamiento espectacular, se les adhirieron otros. Instigados por sus nuevos amigos se dirigieron hacia las montañas de Bosnia a 300 millas de distancia, esquivando a los puestos de control fronterizos y eludiendo a las ciudades.

"No se dieron cuenta de que habían sido detenidamente observados todos aquellos que los saludaban pasando por las aldeas. Estos desgraciados habrán recibido muy pronto la visita en la madrugada, para ser trasladados a prisión a los efectos de preatar declaración con el fin de identificar con facilidad a los reales o potenciales revolucionarios domesticos —como se los suele llamar—.

"En la región de Bugojno, donde pararon para efectuar reconocimiento, el grupo australiano empezó a desconfiar Todo resultó tan fácil y hubo situaciones, poco claras. Comprendieron que habian sido engañados. Decidieron huir. El chofer, que hasta entonces había sido tan amable con ellos, se opone y lo matan. Con una rapidez sorprendente aparecen helicópteros armados y numerosa infantería. Luchas esporádicas sobre una vasta región se llevaron a cabo por un tiempo considerable".

El autor dice que esta maniobra reveló a la policía secreta yugoslava que toda Croacia está potencialmente preparada para levantarse y que una bien organizada y dirigida guerrilla de invasores podría contar con éxito. Por lo tanto, opina autor, no hay que sorprenderse de que el señor Bijedić haya tratado que el gobierno australiano actuara como agente de Yugoslavia en el descubrimiento (pesquisa) de la eventual actividad croata antiyugoslava en Australia". Ei señor Whitlam, por mucho que quisiera prestar su apoyo, no pudo convertir a Australia en un Estado de tipo policial, al que Bijedić está acostumbrado. Si el gobierno australiano va a tratar oficialmente a los emigrantes croatas de la manera como espera el señor Bijedić —sigue argumentando el autor— proporcionará mayor ímpetu a la infiltración comunista en las filas de la joven generación croata con el propósito de convertirla en «quinta columna» de sus fuerzas de asalto para la toma del poder en Australia — the take-over of Australia. Lo lograrán, dice el autor, calumniando a los padres de la joven generación croata en Australia que lucharon por la independencia de Croacia, tildándoles de "ustashas" y fascistas, por un lado, encubriendo sus horrorosos crímenes, especialmente el de Bleiburg, por el otro.

La "acción Bugojno" el autor no la conecta ni con el plan "Polarka" (recientemente descubierto por el general checo J. Šejna) ni con el juicio iniciado en Zagreb, en 1972, contra los protagonistas de la "primavera croata". Douglas Darby escribió su obra en defensa de los croatas de Australia, víctimas de una campaña de odio y terror inspirada por los comunistas en Australia. Por ello, en su último capítulo —"La conclusión es la libertad"— propone: "1) El gobierno de Australia no debe acatar las recomendaciones del gobierno yugoslavo contra los croatas, puesto que traicionaría sus propios principios fundamentales. 2) A pesar de las relaciones diplomáticas existentes, Australia debería poner claramente de manifiesto su parecer: tendría que ponerse en práctica la autodeterminación de los croatas y su separación de Yugoslavia si así lo quieren. 3) Australia debe reconocer que Croacia quiere ser libre y que en ello debe apoyarla, "pero sin ninguna actividad terrorista contra las agencias yugoslavas en Australia y sin preparación de acciones militares de cualquier clase en cualquier lugar que sea". (Pág. 50).

Con esta última recomendación el autor admite su propia incertidumbre respecto a quién es realmente el autor de algunos actos terroristas a los que hemos aludido incialmente.

Respecto de algunas incongruencias históricas, hay que lamentar la evidente falta de cooperación entre los intelectuales lugareños croatas y el autor, de indiscutible buena voluntad, previa a la redacción definitiva de un libro, pues no es posible que tenga cabida en la presente obra una frase como ésta:

"En el año 1861, un grupo del parlamento croata conducido por Ante Starčević, declaró que Croacia debe ser una nación independiente, y se constituyó efectivamente una organización clandestina" ("...and an undercover organization was effectively constituted", pág. 8).

¿De dónde extrajo Douglas Darby este falso dato? No lo sabemos. Pero si sabemos que existen dentro del servicio secreto yugoslavo reparticiones encargadas de difundir mentiras históricas con fines políticos, o sea, de difamación política. Pues ¿quién suministró a Jo Franahal, autor del artículo "Terreur sur les Balkanes — Trois generations de conspirateurs" (L'Histoire Pour Tous, N° 15, 15/7/1961, París) datos para una mentira histórica como ésta:

..L'agitateur croate Starchevitc' i fonda un groupe terroriste, le Parti du Droit, dont le programme ne visait rien de moins qu'à créer un vaste État Croate, englobant tous les territoires situés entre l'Allemagne et la Grèce. Le caractère outrancier de cette doctrine ne lui attira pas un grand nombre de partisans, mais ceux qu'il allia étaient tous de fanatiques qui n'hésitaient pas à utiliser la bombe et le poingnard pour propager leur idées". (Por más detalles al respecto, véase el artículo "El Dr. Ante Starčević en las recientes publicaciones francesas", Studia Croatica, Vol. 36-37, 1970, págs. 59/62).

La precedente cita no contiene ni una frase, ni una sola aseveración rescatable siquiera como semi-mentira. ¡Todo es mentira sin reserva!

De manera parecida, y a pesar de la literatura precedentemente enumerada en inglés sobre el exterminio de croatas en 1945 y, más aún, a pesar de numerosas descripciones de los sucesos históricamente correctas, en las páginas 26 y 27 del capítulo "Exodus" los distintos episodios de la retirada y extradición se mezclan entre sí y se presentan de tal manera que todos los factores intervinientes —los representantes croatas que ofrecieron la rendición, el general inglés que no la aceptó y los comandantes partizanos culpables de la matanza— parecen por igual, buena gente. ¡Todos un tanto ingenuos! ¿Cómo y por qué, entonces, pudo haber ocurrido el crimen más grande que el de Katyn? —se pregunta el lector.

A pesar de muchos errores en la parte histórica, esta obra representa un aporte positivo al conocimiento de la realidad política de la emigración croata en todo el mundo y en especial en Australia.

Milan Blažeković

 

El rinconcito de poesía: Ana María Petričević, monja y poetisa

La señorita profesora Anka (Ana) Petričević es actualmente una monja de la Segunda Orden de San Francisco, llamada también la Orden de Santa Clara. Vive en Split, capital de la Croacia marítima o Dalmacia. Su nombre de Clarisa es María. Después de haber obtenido el título de profesora en la Universidad de Zagreb y atraido la atención de los especialistas sobre su talento literario-poético, Ana-María se retiró joven, inesperadamente, detrás de Ias rejas claustrales y en la semioscuridad de las austeras paredes del monasterio de clarisas, mientras miles y miles de jóvenes —connacioneles y del extranjero— exponen sus bellezas al sol, al mar, al amor y las estrellas del encantador ambiente de aquella antiquísima ciudad adriática, nuestra profesora y poetisa —ella misma un femenino atractivo— renuncia a todo esto. El sol que se pone, el mar inestable, el amor pasajero y las estrellas que se apagan —la belleza y el amor de la juventud que rápidamente marchitan— no son el ambiente auténtico de este ser excepcional. Ella habrá sentido lo que decía el poeta francés: "L' automne déjà! — Mais pouquoi regreter un éternel soleil, si nous sommes engagés à la decouverte de la clarté divine — loin des gens meurent sur les saisones".

Ana-María sintió profundamente un otoño universal del mundo visible. Por eso renuncia a lo pasajero. Habrá sentido un susurro de gracia sobrenatural, susurro discreto, pero para esta alma fina y sensible significó un verdadero impacto, sellándola para siempre. Acerca de esta conjetura nuestra nos habla ella misma: nos comunica su "historia" interna, de esa alma cándida, expiatoria para toda la juventud del mundo, pero en primer término de su patria Croacia, cuya juventud está expuesta —además de Ias inclinaciones de una pasión desordenada general— a las tentaciones que diariamente le prepara un régimen ateo que oficialmente también intenta destruir en sus corazones a todo vestigio religioso, transcendental y metafísico. En un libro de poesía, aparecido en 1974 en Split, nos "explica" el comienzo de su drama personal:

"Sacudiste los fundamentos de mi ciudadela

y destruiste todo lo no sostenido por Ti.

Sentada sobre ruinas estoy llorando,

¡CONSUELEME ...

DIGA, qué templos más bellos

y torres blancas de mármol levantarás,

que sus paredes con perlas de mis lágrimas adornarás...

DIGA...

¡Que nunca más llore

por la belleza que muere!

¿No es este el drama de todos? No llorar por las bellezas que pasan pueden sólo aquellos de nosotros que, iluminados por la claridad divina, sienten la presencia de la belleza eterna.

Franjo Nevistić

 



[1] "Las tropas al mando del general Dapčević (Peko) y de Popović (Koča) están constituidas fundamentalmente por servios..." Estos dos generales y sus tropas son los principales responsables de la matanza efectuada en aquella oportunidad. Ver telegrama del brigadier Maclean al Foreign Office del 2/II/45. En el telegrama del mismo brigadier del 26 de enero de 1945, punto 3, decía: "Tito me dijo ayer que el número de Ias fuerzas de Pavelić es de uno 200.000 hombres..." Ver: "VUS", Zagreb, de julio de 1973, N° 1108. (Doc. británico: F. O. 48809, R. 1987/6/92).

[2] Naša Reč — Our World, Londres, N° 235/1972, donde D. Tosić, servio y anticomunista, reconoce abiertamente el hecho. Consulte S.C., vol. 44-45, pág. 5, nota 4, año XIII, Buenos Aires.

[3] Tragedia de Bleiburg, edición especial de S. C., Buenos Aires, 1963, 391 págs.; luego: Operation Slaughterhouse, Edición de J. Prcela y S. Guldescu, Dorrence y Cía., Philadelphia, 1970, 557 págs., y Lord Nicholas Bethell, The last secret — forcible repatriation to Russia 1944-47, Andrés Deutsch, London 1974, especialmente páginas 87 - 88, referentes al caso croata. Sañalamos en esta oportunidad que Nova Hrvatska, Londres, N° 9/75, pág. 5 y págs. 10-15, publicó detalles de gran importancia al respecto. Allí, Edvard Kocbek, el más renombrado escritor esloveno, ex guerrillero y ex ministro de Tito, relata acerca de los métodos que los comunistas aplicaron contra los que estaban en la resistencia para asegurar los "méritos" finales de la guerra y la lucha exclusivamente para sí. Allí hay también el testimonio de B. Todorovié, servio y ex guerrillero de Tito. En el momento de la entrega de los anticomunistas eslovenos, croatas y servios se desempeñó como oficial de enlace e intérprete con los oficiales británicos, para poco más tarde "elegir la libertad". Pre-sentando al teniente británico Lockhead en Rosenbach, Austria, oficial de enlace de la "6' Unidad especial", Todorović relata: "...Este nos dijo que para el día siguiente a las 10 horas deberíamos preparar un tren de 30 vagones... y que cargaría en la estación Maria Elend a unos 1.500 prisioneros... Al dia siguiente llegó ese transporte con atraso. En él venía la mitad del 3er. batallón, destacado en otro lado del túnel Hrušćica, en territorio yugoslavo. Estos soldados (nuestros) fueron ubicados en los vagones de manera tal que no los viesen los prisioneros y no se dieran cuenta de que los iban a llevar a Yugoslavia, ya que los británicos les habían prometido enviarlos a Italia. Al llegar el tren a la estación Maria Elend nuestros soldados se escondieron en la misma hasta que los prisioneros ascendieron a los vagones y los mismos fueron cerrados. Los prisioneros subieron al tren bajo el control inglés. Pero cuando aparecieron nuestros soldados se produjo el pánico entre los prisioneros, lo que pudo bien leérseles en sus caras. Algunos empezaron a gritarViva los ingleses». sNo nos entreguen, porque nos van a matar». Pero el tren se puso en movimiento y 15 minutos después llegamos a Rosenbach. Allí esperaban al tren más soldados nuestros, quienes lo cercaron. También había centinelas ingle-ses... Llegados a Hrušćica (territorio yugoslavo. — Obs. de S.C.), el tren fue cercado por todo el batallón por orden del comandante de la brigada, transmitida por teléfono". Luego informa Todorović cómo se presentaron los oficiales de Tito para matar a 54 oficiales seleccionados entre los prisioneros. Después de tremendos suplicios —golpes des bastones hasta que caían al suelo— los llevaron al anochecer "a un bosquecito, a unos centenares de metros de distancia de la sede del batallón. Allí discutieron acerca de quién iba a matarlos ... Creo que participaron todos.. ." Luego el testigo continúa: "Todos estos oficiales-asesinos regresaron cantando. Entre ellos estaba un tal Mile, servio, comandante de una batería ametralladoras del 3er. batallón, el preferido del comandante. Fue quien más mató. Para ver qué pasó, me dirigí allí y encontré los cuerpos que los soldados estaban enterrando. Vi charcos de sangre y un cuerpo degollado, lo que me autoriza a suponer que también los demás fueron matados a cuchilladas, ya que oí sólo unos dos o tres disparon de revólver y hubo 54 muertos". El relato de Todorović empezó con la fecha de 24/V/45 y termina con la de 3/VI/45. En esta última, se había organizado una cena para los oficiales británicos. "Yo creia —dice— que iba concurrir solo, como represen-tante de los oficiales partizanos. Pero, visto que se preparaba para el día siguiente otro gran transporte, se presentaron también aquellos oficiales que ejecutaron la ya mencionada matanza, todos menos el comandante. De parte de los ingleses esta-ban el capitán Brown y dos capitanes del regimento estacionado en St. Jacobo, como también el teniente Lockhead y el teniente Galbraith (?) ... " Ver el documento británico: F. O. 371/ (48920) R 13674/728/92. Omitimos los demás detalles en que Todorović narra acerca de los horrores que vio personalmente. Este último relato —la cena con los británicos y la preparación de otro grande y triste envío—confirma la suposición de que los transportes continuaban uno tras otro, esperando a sus "pasajeros" la misma suerte "liberadora". Confirma este relato también la veracidad de los testimonios reproducidos en el libro "Tragedia de Bleiburg". Transportes y masacres aumentaron y el número de los degollados también. Hasta cifras casi increíbles. Allí terminó la flor de la juventud croata y la "élite" intelectual de aquel pueblo.

[4] Ver: Croacia y la actual crisis de Yugoslavia, Edic. esp. de S. C., Bs. As. 1972.

[5] Ver páginas 75 - 77 del presente volumen de S. C.

[6] Ver: Bernard George, L'Occident joue et perd la Yougoslavie dans la guerre, París, 1968, Editions de la Table Ronde, 283 págs., y el ya mencionado libro de Lord Nicholas Bethell, The Last Secret, Londres 1974. 224 págs. Agregarnos aquí: ;. M. Addis, un alto funcionario de aquella época en el Ministerio de Relaciones Exteriores británico, en un documento de instrucciones para su sucesor en el cargo, al confiársele otra tarea —actualmente embajador británico en Pekín— expresó, entre otras cosas: "Pasó un considerable lapso hasta que nos enteramos que los pobres (subraydo por S.C.) croatas y eslovenos, desalojados de Carinthia (Austria), fueron en su mayoria degollados por las tropas de Tito después de cruzar la frontera yugoslava. La mejor descripción de esos degollamientos se halla en el decumento R. 13674/1728/92..."

[7] En efecto, en 1951 se había formado una comisión de la Cámara de Represen-tantes en Washington para investigar el caso de la matanza masiva de los oficiales polacos en los bosques de Katyn. Al terminar su trabajo en 1952 ese organismo expresó: "La Comisión tomó declaraciones de testigos que evidencian la existencia de otros Katyn. Deseamos que, con los medios a nuestra disposición, la investigación de Katyn llegue a descubrir otros numerosos crímenes contra la Humanidad, cometidos por los regímenes totalitarios. Esta comisión opina que habría que for-mar un tribunal internacional para examinar las supermatanzas dondequiera que fuesen perpetradas. Las Naciones Unidas dejarán de cumplir con sus obligaciones hasta tanto no anuncien al mundo que el katynismo es un plan preciso y diabólico para la conquista del mundo". Ver: The Katyn Forest Massacre, Union Calnedar, N° 762; House Reporter, Nro. 2430, Washington, 1952. Citado por "La Tragedia de Bleiburg", Ed. esp. de S. C., Buenos Aires, pág. 28.

[8] Dime, te conmino a que me contestes: imaginate que la suerte de la Humanidad dependiera de ti, y que tu objetivo fuera el de dar a los hombres la felicidad, la paz. Ia tranquilidad, pero que para ello fuese necesario que hicieras morir torturando nada más que a un solo pequeño ser, a ese mismo niño que con sus puños se golpeaba el pecho, para construir su edificio sobre las lágrimas irredentes, ¿ con-sentirias tú en ser arquitecto en tales condiciones? ;Dilo, no mientas!" Dostoievsky en Los Hermanos Karamazov. Ver León Chestov: La Filosofía de la Tragedia, Emece Editores, Buenos Aires, 1949, pág. 139.

[9] Hace poco. el Dr. C. Cuchetti pronunció una brillante conferencia en el Club Cultural Croata Argentino, en Buenos Aires, organizada justamente para conmemorar el 30' aniversario de la tragedia de Bleiburg. En su magistral exposición el conferenciante recordó a su auditirio el famoso caso del sabio griego Solón. Al llorar éste por la muerte de su hijo. uno de sus alumnos le reprendió en cierto modo. El llorar, le decía, de un sabio de su talla no tenía sentido. El llorar ante la presencia de la muerte no sirve para nada. El sabio le contestó: "Estoy llorando justamente porque mi llanto no sirve para nada, incluso ni para conmover a mi propio alumno",

[10] El padre Cuchetti nos dijo en la misma oportunidad que una voz desconocida le preguntó por teléfono: "¿Ud. va hablar a los croatas? Pero ¿quiénes son esos trotas? ¿ Cuántos son...?, etc., tratando de que desistiera de dar la conferencia, insinuando, la misma voz, unas cuantas inexactitudes históricas que se repiten sólo y únicamente para denigrarnos y desprestigiar la causa por la que luchamos y morimos.

[11] Vladimir Sergejević Solovjev, un excelente conocedor de las dos principales civilizaciones que se enfrentan en la actualidad, dice acerca del criterio de división que las caracteriza lo que reproducimos: "...Quien es fuerte, tiene también el derecho. En consecuencia, oponerse al más fuerte es un hecho sin sentido. Los fuertes en el Oriente sí que pueden competir entre si y luchar también, pero sus luchas siempre resultan de corta duración y por nada cambia la situación general de las cosas. El primer signo del predominio de una parte decide la suerte de lucha, porque los súbditos nada tienen más apurado que correr a someterse a la parte más fuerte, ya que en ella ven el instrumento del destino o de una voluntad superior. De esta lucha surgen a veces cambios de los regímenes despóticos, mientras que el despotismo permanece sin cambiar". Esta sería la característica fundamental de Oriente y de su civilización, por lo menos politica. En cuanto a Occidente, acota: "En presencia de la oposición de las fuerzas politicas, más o menos iguales, en donde ninguna no puede obtener la preponderancia absoluta sobre las otras, el Estado no puede ser más el señorío sino una expresión de equilibrio entre fuerzas en pugna. El equilibrio halla su realización en la Ley. Cada una de dichas fuerzas trata de afirmar a su derecho. Estos derechos, sin embargo, a pesar de ser en sí indeterminados e ilimitados, y de excluirse recíprocamente, son sujetables a un equilibrio poniéndoles condiciones que valgan igual para todos. Este límite general de todos los derechos, en donde todos son iguales, es la Ley, por lo cual el Estado de Occidente, realizando el equilibrio de derechos en pugna, es el Estado de Derecho por excelencia". Ver: R. Maričić: Die Krise des Staatsgedankens in der Gegenwart — La crisis de Estado en la actualidad. Rottenburg, 1960, pág. 5.

[12] Ver: Platón, Der Staat, K. Weinbrenner und Sëhne, Stuttgart, 1949, págs. 10-17, Libro Primero.

[13] F. Maclean, Eastern Approches. Londres 1956. págs. 322-23. Cit. según La Tragedia de Bleiburg, Buenos Aires 1963, pág. 68.

[14] Nicholas Bethell, Op. cit. pág. 87.

[15] Ya el clarividente Ortega y Gasset había dicho a cuenta de esta decadencia británica cosas que dan que pensar. En efecto: ";Tu quoque! (También tú!) decía yo dentro de mí a Inglaterra..." Se refería el filósofo español a la inspección de las cartas postales que le escribían sus hijos desde España durante la última guerra. "No me importaba... que los censores ingleses tomasen sobre sí el trabajo de cometer una impertinencia...; lo que me empavorecia era contemplar la incorrección con que hasta un pueblo como Inglaterra colaboraba a fondo en la destrucción del último y mínimo derecho que quedaba..." Más adelante comenta: "...ya los revolucionarios de la llamada justicia y los autoritarios del llamado orden habían aniquilado casi todo el derecho que había en el mundo, y he aquí que también un país, ni revolucionario ni autoritario, como Inglaterra, venía a dar la puntilla al mínimo resto de él que quedaba..." Ver: Ortega y Gasset: Una interpretación de la Historia Universal, Madrid, 1960, pág. 337.

[16] F. Heer, Der Glaube des A. Hitler — La Fe de A. Hitler, Munchen 1968, pág. 171.

[17] Los elementos fieles a la línea política soviética.

* R. S. es profesor de Sociología en la Universidad de Zagreb. Croata de na-cimiento, su formación intelectual es marxista y su orentación politico-nacional "integralista", es decir, acepta la unión política croata-servia a pesar de todo. Es también uno de los colaboradores croatas de la "famosa" revista Praxis que se quedaron allí con la mayoría servia hasta la supresión de la misma, en febrero de este año. Se quedó allí a pesar de que la casi totalidad de los colaboradores croatas se había retirado de la Redacción de aquel periódico o había negado su colaboración desde 1971, cuando Tito inició una espectacular persecución contra el movimiento nacional croata, conocido como la "primavera croata".

Rudi Supek nos demuestra lo ilusorio de dicha autogestión, señalando, asimismo la deformación del socialismo en su realización staliniana. Ni la autogestión yugoslava ni el stalinismo liberan al hombre de su alienación socio-política. Tampoco la democracia "burguesa". Prescindiendo de esta ambigüedad, R. Supek sigue creyendo en la misión liberadora del comunismo. Esta podría ser la razón fundamental por la que abandona el campo científico y pasa al "profético". Además, su posición respecto dei nacionalismo, especialmente del nacionalismo croata, carece de seriedad. Sirviendo a una idea utópica —tanto que se convirtió en un naciolista yugoslavo de la peor condición— a la idea de la "unidad y la fraternidad" entre los croatas y los servios, "no vé" los sufrimientos de su propio pueblo croata o los pasa por alto, se diferencia de su hermano Ivan, quien proclama falsos a los "universalistas" y "progresistas" que lloran por la suerte del pueblo de Vietnam y son insensibles por la trágica suerte de su propio pueblo. Ivan Supek acepta esta idea "de Krleža" y le da cabida en su comportamiento efectivo en la vida del pueblo croata, mientras Rudi, al igual que "el maestro" Krleža, continúa por un sendero falsamente progresista y "universalista", sirviendo tanto a la utopia comunista como al "yugoslavismo" de edición gran-servia, catastrófico en todos sus aspectos para el pueblo croata.

Este ensayo fue publicado en Praxis, N° 3-4 /1971 y reproducido, un poco abreviado, en alemán en la revista Wissenschaftlicher Dienst Südosteuropa, pág. 20-31, Munich. Nos hemos atenido a este texto por falta del original croata. Llamamos la atención de los señores lectores de SC sobre este texto que consideramos de una importancia excepcional y orientadora. (Obs. del trad.). Trad. por fn.

 

* Z. M. es un joven escritor croata que se interesa intensamente por la política, la cultura y los problemas sociales desde un punto de vista superior —literario y filosófico— y que participó activamente en el movimiento juvenil croata en los años 1969-71, para exilarse en Londres, donde actualmente vive, estudia y escribe. Este artículo fue publicado en croata (Hrvatska Revija, 1/75, páginas 78-88, München-Barcelona).

* Milan Ivelić es profesor de la Estética en la Universidad Católica, Santiago de Chile. De nacimiento, chileno; de origen, croata.