Ivo Omrcanin: Diplomatic and Political History of Croatia

(La historia diplomática y política de Croacia), Dorrance & Company, Philadelphia, 1972, pp. 252.

Después de la publicación de esta obra en el año 1968 en idioma alemán (véase Studia Croatica, Vol. 36-37, 1970, p. 78/ 9), el profesor I. Omrcanin enriqueció la por demás escasa literatura sobre la historia croata en idiomas extranjeros publicándola ahora en inglés.

Aunque a la obra no la precede ninguna introducción o prefacio del autor explicando la idea básica de la misma, es dable colegir de la distribución de la materia en determinados capítulos que aquí no se trata de una obra histórica convencional, sino de la historia con especial énfasis en la soberanía de la nación croata y de sus restricciones y restablecimientos a través y a la luz de los acontecimientos y sucesos que marcan hitos en la vida constitucional y política de los croatas en la comunidad internacional o dentro de las comunidades multinacionales de las cuales el pueblo croata formó parte a lo largo de su historia.

La presente edición inglesa no es fiel traducción de la alemana. Existen diferencias en algunos detalles y hasta en conceptos fundamentales, como por ej. respecto del origen de los croatas. En efecto, en la edición alemana el autor sostuvo que los croatas son de origen iranio, mientras que en la presente edición cambia de opinión y dice que son un pueblo autóctono de origen ario, quedando como tales hasta el siglo V (A.D.), cuando fueron eslavizados en el imperio de la Croacia Magna. La Croacia Magna, según el autor -que extrae sus argumentos de la obra del emperador bizantino Constantino VII Porphyrogeneto-, existió entre los siglos IV y X en la región comprendida entre Leipzig- Praga- Cracovia- Danzing y Viena. El interés del autor en la historia croata más antigua lo reflejan los primeros seis capítulos de los veintitrés en que se divide la obra, o sea: "La llegada de los croatas" (I) de la Croacia Magna, a Croacia Blanca, al territorio nacional croata actual entre el mar Adriático y los ríos Drava, Sava, Danubio y Drina. El origen de los croatas es tratado por el autor bajo el título "Los croatas: un pueblo eslavo de origen indoeuropeo" (II). "El nombre Hrvat (croata)" (III), como también el origen étnico de los antiguos croatas, lo retrotrae desde la costa adriática, a través de la Croacia Magna -Tanas en el mar Negro-, Harahvatish en el Afganistán, hasta el océano Indico, simultáneamente con las mutaciones del nombre Hrvat a través de Horvat -Horohvat - Harahvat - Harahvaiti- Harahvatija -Harahvatish, hasta Sarasvati en la India 2000 años a. C. "El itinerario de los croatas durante la invasión de los Bárbaros" (IV), y "El imperio centroeuropeo de la Croacia Magna" (V) son los capítulos en que se describen las relaciones entre los medos, persas, parthos y croatas, los que vencidos por los kushans, tuvieron que abandonar la "hermosa Harahvaiti" para siempre, y -retirándose a través del Cáucaso- se establecieron finalmente en la zona en que fundaron la Croacia Magna. Resumiendo lo anteriormente expuesto en cuanto a la migración milenaria de los croatas hasta establecerse definitivamente en el territorio actual, el autor pone de relieve en el capítulo "Los croatas y su idea estatal" (VI) que ellos, toda vez que hicieron su aparición en la historia, organizaban su propio estado, aunque éste no gozara siempre de plena soberanía.

Con el capítulo "Los tratados internacionales de los croatas con Bizancio (cca. A. D. 628 y 638)" (VII), comienza la historia de los croatas en su territorio actual, y como consecuencia de dichos tratados, o sea, el derecho a ocupar y tomar posesión de las regiones arrancadas a los ávaros vencidos. Los capítulos "Comienzo de las relaciones diplomáticas con la Santa Sede" (VIII), y "El tratado de los croatas con la Santa Sede (680)" (IX) representan la descripción de la entrada de los croatas en la comunidad internacional de la época y especialmente en virtud del tratado del año 680 con el Papa Agathon sobre la no-agresión, que -según el autor- se constituyó como fundamento del derecho estatal del Estado Croata.

La historia diplomática y política durante la dinastía nacional croata está relatada en los capítulos "El Reino de Croacia desde el séptimo hasta el noveno siglo" (X), y "El Reino de Croacia desde el décimo, hasta el duodécimo siglo" (XI), que abarcan 500 años, o sea desde los primeros príncipes, a través del primer rey Budimir (cca. 740 - cca. 790) -según la opinión más reciente-, hasta la extinción de la dinastía Trpimirovic a fines del siglo XI. Cabe destacar aquí que, contrariamente a la opinión reinante hasta el presente, el primer rey no fue Tomislav (910-929) sino el mencionado Budimir (740-790), siendo Tomislav el primer rey mencionado en los documentos diplomáticos.

Después de trazar brevemente la historia de las antiguas regiones croatas Zahumlje, Travunja, Duklja e Illiricum desde 753 hasta mediados del siglo XV, bajo el título "El Reino de Croacia del Sur" (XII), sigue la historia política y constitucional croata durante la dinastía húngara, de los Arpad, período de casi doscientos años en el que los croatas y los húngaros formaron la unión personal en virtud del tratado entre el rey húngaro Koloman I y las autoridades croatas, conocido como Pacta Conventa del año 1102. Sin embargo, el prof. Omrcanin sostiene que sería más adecuado llamar a este pacto del año 1102 "El pacto de Zagreb (1102)" e intutula así el capítulo XIII, porque tal compromiso pudo haberse pactado solamente en el capitolio del obispado de Zagreb y no en la orilla del río Drava. Con este capítulo el autor comienza a dilucidar los problemas y las nociones de orden jurídico y constitucional en las relaciones húngaro-croatas, y posteriormente austro-húngaro-croatas, que han de perdurar por más de 1300 años y de las cuales el Pacta Conventa, o Tratado de Zagreb, es una de las leyes fundamentales, sujeta a transformaciones en el curso de los siglos.

Al extinguirse la dinastía de los Arpad se disuelve por primera vez la unión personal húngaro-croata en 1300, cuando los croatas eligen a la dinastía Anjou de Nápoles, natural adversaria de Venecia, como reyes de Croacia, y con ella se inicia el período "Varias dinastías en el trono croata desde 1300 hasta 1526" (XIV), todas encargadas de defender las tierras croatas y húngaras contra las pretensiones venecianas y ataques de los turcos a partir del siglo XV.

Con el fin de presentar la imagen completa de las provincias que forman Croacia el autor dedica un capítulo separado al "Reino de Bosnia," (XV), y a "La república de Dubrovnik" (XVI), describiendo los altibajos de sus respectivas soberanías y en relación con la situación general del sudeste europeo.

Los 400 años de la historia política y constitucional croata bajo la dinastía de los Habsburgo, o sea desde 1527 hasta 1918, el autor los desarrolla en cuatro capítulos. En el capítulo "Los Habsburgo en el trono croata" (XVII), el autor describe la elección de los Habsburgo por la Dieta croata de Cetina del 1º de enero de 1527, como un acto completamente separado de la elección de la Dieta húngara, sosteniendo que la decisión del Sabor croata tiene carácter de elección y no de mero reconocimiento de Fernando I como rey en base a los tratados de sucesión entre los Habsburgo y los Jagello en 1491, 1506 y 1515.

La "Sanción Pragmática", o sea: la "Ley familiar sobre el derecho de sucesión en la familia real de los Habsburgo", dada a conocer por el rey Carlos III (Carlos VI como emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico) el 19 de abril de 1713 no solamente representa un acontecimiento de trascendental significado, sino también se considera como la consecuencia directa de la decisión del Sabor (Dieta) croata del 11 de marzo de 1712. Efectivamente, un año antes el Sabor croata declaró reconocer solamente aquella "línea femenina de la augusta sangre austriaca que posea no sólo Austria sino también Estiria, Carintia y Carniola y resida en Austria". Además -y esto agrega un factor significativo a la decisión del Sabor croata- la misma fue tomada independientemente de la del parlamento húngaro, que sólo once años mas tarde decidirá al respecto. El Dr. Omrcanin dedica el XVIII capítulo -"Después de la Sanción pragmática croata (1712)"- a esta declaración del Sabor, a la que atribuye carácter contractual entre los croatas y la familia real, y a los 120 años posteriores a la misma, en los cuales los reyes de la casa de Habsburgo no siempre mostraron su reconocimiento por la iniciativa croata de 1712.

"La soberanía croata en 1848" (XIX) es el capítulo en que se describen las relaciones austro- húngaro- croatas en el transcurso de este año revolucionario europeo. Bajo la descollante figura política y militar del ban de Croacia, barón José Jelacic, se rompen las relaciones entre Croacia y Hungría y hasta estalla la guerra entre estos dos Estados, la que en definitiva salva el trono a los Habsburgo. El capítulo "El reino de Croacia en 1868" (XX), describe desde el punto de vista constitucional los últimos cincuenta años de la historia croata en la monarquía austro-húngara bajo el régimen del compromiso húngaro-croata, impuesto a los croatas en 1868 después del compromiso austro-húngaro del año 1867. En el capítu1o "El reino de Servios, Croatas y Eslovenos en 1918" (XX), abarca el período 1918-1941, en el cual Croacia había perdido todo carácter estatal, conservado en mayor o menor medida durante los 800 años anteriores de su historia política, en comunidad con otras naciones. Este Estado se derrumbó vergonzosamente en abril de 1941, pues "ninguno de los pueblos sojuzgados quiso defender su cárcel" destaca el autor. Sin mencionar la "Banovina Hrvatska" (el Banato de Croacia), que como ente autónomo, pero territorialmente truncado, existió entre agosto de 1939 y abril de 1941, el autor dedica el capítulo XXII al "Estado croata en 1941". En sólo cuatro páginas se describe la creación del Estado Independiente de Croacia el 10 de abril de 1941, sus relaciones diplomáticas con los demás Estados de uno de los bloques en que se dividió el mundo durante la Segunda Guerra Mundial y su defensa contra sus enemigos principales: los chetniks servios y los comunistas yugoeslavos. En el último capítulo -"La nación croata en 1945"-, en que se describe muy brevemente la desgracia del pueblo después de terminada la guerra en 1945, el autor califica la situación de los croatas como "historia triste de uno de los más viejos pueblos europeos y constantemente independiente, desde los tiempos prearianos, o sea, cerca de dos milenios antes de Cristo, hasta nuestros días".

A las 180 páginas del texto histórico, que tratamos de resumir en la forma más sucinta posible, siguen más de 30 páginas con 378 notas de referencias y reproducciones de citas de documentos en sus versiones originales, más de 30 páginas de bibliografía croata y extranjera y fuentes y referencias. La tabla completa de gobernantes de Croacia desde el año 2000 a. C. (Croacia asiática -Harahvaiti) hasta Josip Broz Tito de la Yugoslavia comunista, dividida en 14 secciones o grupos, facilita la orientación cronológica de la historia croata, que también en esta forma y junto con sus mapas históricos merecería traducciones en más idiomas.

M. Blazekovic