Starcevic, vivificador del nacionalismo croata

Alejandro Dussaut

La Prensa del 21 de noviembre de 1971 Buenos Aires, ha publicado este artículo que reproducimos en sus partes esenciales:

"E] pueblo croata, cuyos orígenes, se remontan, al siglo VIl, está en la historia desde la coronación del primer rey Tomislav, dinastía nacional del año 925. A partir de entonces mantiene no sólo su continuidad histórica, sino también sus atributos de soberanía.

"En 1102 se elige a Coloman, de la dinastía de los Arpades, y tiene lugar el pacto de unión personal con los reyes de Hungría. En 1527 re-entroniza a Ferdinando, de la dinastía de los Habsburgo, rey de Croacia.

"Después de la guerra de 1848 y del absolutismo de Bach, en 1868, se ratifica el tratado político-administrativo con Hungría que rige hasta el 29 de octubre de 1918, fecha en que el Parlamento, croata rompe todos sus compromisos con Austria y con Hungría.

"La lucha contra los turcos obligó a Croacia a inclinarse hacia los países occidentales, que habían ocupado Budapest y sitiado en varias ocasiones a Viena, aunque sin lograr jamás, como enfáticamente blasonan los croatas, `abrevar sus caballos en las fuentes de agua bendita de la catedral de Zagreb'.

"Después de un frustrado intento de germanización por parte de Viena en 1861, Austria y Hungría firman entre sí un pacto, por el cual Dalmacia (territorio croata) deberá unirse a Austria y el resto de Croacia pactar con Hungría. La reacción no se hizo esperar, apareciendo en el escenario político el que habría de ser el vivificador del nacionalismo croata, el héroe nacional, el padre de la patria: Ante Starcevic.

"Nacido en la aldea de Zitnik, próxima a Gospic, el 23 de mayo de 1823, es el más grande croata del siglo XIX, el que habría de levantar la bandera de las legítimas reivindicaciones de un pueblo milenario que, por trece siglos, venía siendo víctima de las aspiraciones hegemónicas principalmente del gran imperio Austro-Húngaro.

"Estériles luchas reducen a Croacia a una diminuta expresión: a lo que el Parlamento llamaba Reliquiae reliquiarum olim inclyti regni Croatiae y el Padre Santo León X denominó por su heroísmo Antemurale Christianitatis, allá por el 1519 en que vivían en permanente guerra.

"Starcevic cursó sus estudios primarios en Klanac; a los 23 años obtuvo el título de doctor en Filosofía y dos años después terminó sus estudios en Teología, pero no tomó el hábito sacerdotal, sino, que ingresó en un estudio de abogado, donde actuó hasta 1878, habiendo ejercido el pronotariado de Fiume (Rijeka, verdadero nombre croata, Obs. de la Red. SC), entre 1861 y 1863.

"A partir de 1678, con 55 años de edad, se dedicó exclusivamente al periodismo y a la política. Croacia venía soportando la injusticia de sus vecinos; no solamente debía luchar contra los turcos, sino también contra sus propios aliados, como los austríacos que actuaban como en país ocupado, cometiendo toda clase de depredaciones y crímenes que inflamaron el espíritu de Starcevic.

"Político vigoroso y combativo, atemorizaba el anticroatismo, estimulando el ardor patriótico de los croatas. Conmovió al Parlamento y pronto se convirtió en el auténtico intérprete del sentimiento nacional.

"Fue siempre muy pobre y sólo aspiraba a subsistir, pero el pueblo, que lo idolatraba, adquirió por suscripción pública una magnífica residencia de la que le hizo entrega, en solemne acto, el 15 de julio de 1895. Starcevic la disfrutó poco tiempo, pues murió en 1896, y fue la sede del Club Civil, del Club Parlamentario y de la dirección del diario del partido `El Derecho Croata'. Hasta hoy se la designa como El Hogar de Starcevic...

"Starcevic fundó el Partido del Derecho Constitucional Croata, de inequívoca tendencia democrática, con calificados intérpretes y seguidores de su ideario, como Stjepan Radic, Vlatko Macek, Trumbic, Supilo y otros.

Considerado como el Mazzini de Croacia, Starcevic tenía por lema de su inconfundible posición democrática que `Los partidos políticos son el signo y la prueba de la libertad y la fuerza del estado, de tal manera que donde no hay partidos, ahí tampoco hay libertad'.

"En un documento `Adresa al Emperador', dirigido a Francisco José de Habsburgo en 1878, Starcevic le decía `Majestad: en los estados de derecho y así es el reino de Croacia, la soberanía es del pueblo, y si los soberanos no están convencidos de esta verdad y no se atienen a ella, la situación cambiará en perjuicio, de ellos'.

"Su amor a la tierra, su extraordinaria cultura y su inquebrantable fe en la libertad y la democracia, fueron los atributos que hicieron de él el alma del pueblo. En relación con el Fiume (Rijeka), recordando que Croacia era un país asociado, le dice más adelante:

"`Del mismo modo como la familia de vuestra majestad no ha conquistado con las armas ni una pulgada del dilatado estado austríaco, así el reino de Croacia por su sola voluntad, libre y espontáneamente ha elegido a la augusta familia Habsburgo-Lorena por sus reyes constitucionales. El pueblo croata es el único entre los pueblos de Austria que jamás renunció a sus derechos, ni éstos le fueron quitados bajo algún pretexto de sus culpas. No obstante, el pueblo croata es el único que competía contra la traición y la persecución en aras de sus soberanos'.

"El 26 de junio de 1861 había pronunciado ya un discurso en el Parlamento atacando vigorosamente a Austria citando las bases de lo que habría de ser el Partido del Derecho Croata. Y en relación con el destino de esa monarquía agregaba: `Que no se mofe Austria de nosotros; no, vaya a ser que la suerte se dé vuelta y la burla salga sobre ella. El pueblo croata, en todas las desdichas que injustamente sufre por culpa de Austria, conserva siempre un don inapreciable que es la fe en Dios y en sus propios brazos'.

"Como profetizando proseguía: `Pues como algunos tronos conspiran contra la libertad y la felicidad de los pueblos del mismo, todos los pueblos, sin distinción de nombres y de manifestaciones exteriores, conscientes de ser todos hijos de Dios, pueden unirse contra los ataques de sus enemigos'. Vaticinando la guerra mundial, le auguró a Austria que terminaría por ser juguete en manos de Rusia.

"Volvió sobre el asunto el 14 de octubre de 1878, presentando al Parlamento una nota dirigida al rey de Austria-Hungría, en la que reclamaba la independencia total de Croacia, puntualizando: `No comprendo lo que quieren decir quienes afirman que el reino de Croacia, que por siglos resistió al oriente y al occidente, no puede vivir solo, independiente. Ningún pueblo puede existir fuera de la comunidad de otros pueblos. No obstante cada aldea puede ser como un estado independiente.

"Su amor a la libertad y su acendrado patriotismo lo hacían irreconciliables con los ilíricos, yugoeslavos, servios-croatas y eslavos en general, con quienes no se sentían los croatas identificados. El líder croata no concebía un régimen electoral cuya facultad de votar se reducía al 5 por ciento de la población y que sólo beneficiaba a comerciantes y burócratas, siempre dispuestos a servir como lacayos al más vesánico de los tiranos, de cuyos favores y prebendas gozaban.

"Concebía a las cooperativas como las asociaciones más sagradas y ventajosas. `Tales asociaciones se sostienen por sangre y por el parentesco, es decir en forma natural, práctica y útil. Ninguna otra asociación puede ser más eficaz, saludable y económica', fueron sus palabras en el discurso que pronunció el 20 de mayo de 1871.

"Su inquebrantable fe en su pueblo le hizo decir en un discurso electoral, el 14 de octubre de 1878: `no me preocupa quedarme en minoría en el Parlamento, siempre que fuera de él quede en la mayoría del pueblo, como estuve hasta ahora. Su obstinada lucha debió vencer la oposición de la nobleza, de la burocracia y de buena parte del clero, que forjaban la opinión pública a su manera. Al pueblo no se le consultaba; sus intereses se debatían en los salones y en los gabinetes.

"En el orden político luchó, sin lograrlo, por modificar la legislación electoral con objeto de que el Parlamento croata fuera la expresión de la voluntad popular. Se esforzó porque su pueblo tuviera una constitución generosa y democrática, estrellándose contra los despotismos monárquicos, sobre todo el austríaco, que, en definitiva, pasó a ser juguete de Rusia como él lo había pronosticado.

"El héroe nacional de Croacia falleció el 28 de febrero de 1896, a los 73 años de edad, siendo enterrado modestamente en la aldea de Sestine, entre campesinos. En el cementerio de esa aldea, a pocos pasos de la puerta de su iglesia, duerme su sueño eterno Ante Starcevic. El pueblo rindió allí homenaje a su hijo predilecto emplazando el 11 de octubre de 1911 un monumento a su memoria, obra del celebrado escultor Ivan Radic (Rendic, se trata de un error tipográfico, obs. de SC).

"Su basamento ostenta un bajo relieve con evocación histórica de Croacia. Sobre él aparece un león rompiendo con sus garras y sus fauces un enrejado de hierro, y a su lado una mujer que representa a Croacia y cuyos puños apretados la muestran en actitud de hacerlo, mismo con unas cadenas. Por encima de este macizo alegórico está el busto de Starcevic. Es un vigoroso conjunto evocativo de una historia gloriosa, simbolizada en el monumento al vivificador del nacionalismo de este pequeño y benemérito pueblo. El 28 de febrero de cada año, Zagreb, en procesión, le rinde homenaje.

"Esteban Radic (1871-1928), presidente del Partido Campesino Republicano Croata, asesinado por un diputado servio en el Parlamento de Belgrado, pronunció el 11 de junio de 1922 un discurso en la tumba que guarda los restos de Starcevic, y entre otras cosas dijo:

`...esta gloriosa tumba, alrededor de la que nos hemos reunido hoy como hombres y como croatas, es un gran altar de aquella magnífica y grande idea que otorga a nuestra nacionalidad croata verdadero contenido y valor. Esta idea es la idea del derecho, más fuerte que todo otro poder; la idea de la autodeterminación de un pueblo contra cualquier tipo de tiranía... ¡Oh grande e inconmovible hijo de la pequeña y pedregosa Lika! (su provincia natal). Cuando estabas poniendo los cimientos del partido de la autodeterminación del pueblo, los poderosos gobernantes se burlaron de ti, insinuando poder trasladar en un canasto a todos tus seguidores por sobre la cima del Sljeme (montaña cerca de Zagreb). ¡Pero, mira! Hoy todos nosotros los croatas somos a "pravasi", es decir seguidores del derecho de la autodeterminación; todos somos seguidores de una política humanista de paz y de orden...'.

"August Harambasic, contemporáneos de aquel gran demócrata, cantó sus glorias a través de marchas heroicas y canciones alusivas impregnadas del alma de Starcevic. A su vez, Eugen Kumicic (omitido por error en La Prensa) es el autor de la novela histórica `La Conspiración de los Zrinski y Frankopan', que sirvió a la causa de la libertad en manos del apóstol nacional, del incondicional amigo del pueblo, de quien, armado de principios universales, iluminó a Croacia y la vistió con esa claridad que habrían de empeñar circunstancias del futuro. Por su parte, el doctor Ante Kovacic, novelista, cuya sátira hería profundamente a los enemigos de la libertad, integró ese conjunto de hombres que lucharon por la independencia de su noble pueblo".