Reseña histórica de la lengua literaria croata

Branko Franolic

Studia Croatica, Año XII, Buenos Aires, 1971, N° 40-41

A comienzos del siglo VII, en la costa adriática, los croatas introdujeron y desarrollaron la lengua paleocrata, rama del paleoslavo, dividida en varios dialectos entre los cuales predominaban en el norte el kajkavski, en el sur y en una parte de Bosnia el caikavski y en sur-este el stokavski[1]. Había también dialectos mixtos. Con la cristianización, los croatas adoptaron en el siglo IX, como lengua litúrgica, un dialecto paleobúlgaro que modificaron y adaptaron a sus usos y necesidades y que hoy día se llama el eslavo-croata o "el paleoslavo eclesiástico de recensión croata". Esta lengua de culto y de literatura, escrita en caracteres glagolíticos existió hasta mediados del siglo XIX como lengua literaria de los sacerdotes glagolitas que se oponían a los sacerdotes latinizantes. Como lengua litúrgica se usó todavía hasta nuestros días y fue reemplazada, muy recientemente, después del Concilio de 1965, por el idioma literario croata contemporáneo. Por lo tanto, ese eslavo-croata fue el primer idioma literario croata. El primer texto escrito en eslavo-croata es la losa de Baska, del año 1100, que registra el acto de donación de un terreno efectuado por el rey Zvonimir al convento benedictino de la isla de Krk. Respecto al paleobúlgaro, el eslavo-croata constituye un paleoslavo croatizado en el campo de la fonética, la morfología y la sintaxis y sobre todo del vocabulario. Esta lengua semiartificial fue utilizada en los actos notariales, en el culto y en la literatura glagolítica que, por otra parte, era muy rica en una época en que el número de literatos europeos era bastante restringido[2]. Cabe suponer que, paralelamente a esta lengua, existía en los siglos XIV y XV una lengua literaria popular (vernácula) utilizada en la poesía popular de tradición oral y en la poesía creada por los laicos para el uso del oficio eclesiástico vespertino, o sea en "prosas" para el culto divino. Pero ya de los siglos XII y XIII disponemos de documentos y de recopilaciones de leyes escritas en el croata vernáculo, como por ej. Isprava Kulina Bana, 1189 (Documento de Ban Kulin) y Vinodolski Zakonik de 1288 (Código de Vinodol). Parece que los poetas versificadores de temas litúrgicos se llamaban zacinjavci, los "entonadores"[3]. Fueron ellos y otros literatos quienes introdujeron poco a poco la lengua popular en el ámbito literario [4], lo que permitió a Kombol constatar: "De ese modo en la literatura croata, desde la Edad media, se operó la transformación que en la literatura rusa tuvo efecto en los tiempos de Pedro el Grande y en la literatura servia y búlgara en el siglo XIX, vale decir que en la literatura croata la lengua popular predominaba ya en aquella época" (cf. M. Kombol, Povijest hrvatske knjizevnosti do narodnog preporoda, pág. 22). Hay versificaciones [5] en lengua popular desde el siglo XIV aunque Marko Marulic (1450-1524) es considerado como el primer poeta, cuyo poema Judit (Istorija svete udovice Judit v versih hrvacki slozena, Historia de la santa viuda Judit compuesta en versos croatas) publicado por primera vez en 1521, lleva en la introducción la fecha de 1501. Al mismo tiempo aparecieron en Dubrovnik los poetas Sisko Mencetic Vlahovic (1457-1527), Dzore Drzic (1461-1501), Marin Kristicevic (fallecido en 1531), Andrés Cubranovic y otros que escribían en ragusino cakavizado, reemplazado más tarde por el ragusino stokavski en los escritores de los siglos XVI y XVII, posteriores a la primera generación, tales como Gundulic, Bunic, Palmotic y otros que escribían en stokavski jekavski.

Mientras nacía la lengua literaria croata en el seno de la pequeña república de Dubrovnik, al mismo tiempo se formaba la literatura croata en el dialecto cakavski en las ciudades de Split, Zadar y Hvar (isla de Hvar). Los escritores, sucesores de Marulic, fueron Hanibal Lucic, Petar Zoranic, Sime Budinic, Brno Krnarutic, Juraj Barakovic, redactando en dialecto cakavski.

En el siglo XVI, sobre el escenario literario croata, apareció también el dialecto kajkavski, usado por los escritores de Croacia septentrional, cuya metrópoli era la ciudad de Zagreb. Los iniciadores y figuras principales de esta literatura fueron Antun Vramec (Kronika, 1578, Postila, 1586) e Ivan Pergosic (Tripartitum, 1574).

Sin embargo, ya en esa época se pensaba adoptar el dialecto stokavski como base de la lengua literaria oficial y esta idea estimuló a muchos croatas de esos siglos a utilizarlo en su creación literaria. Así Bartol Kasic de la isla de Pag (1575-1650), si bien compuso en 1604 una gramática en cakavski (Institutionum linguae illyricae libri duo), escogió, sin embargo, en 1622, el stokavski para su traducción de la Biblia. Pensaba, en efecto, que la lengua croata, más hermosa sería la que tuviera como base el stokavski. Lo mismo ocurrió a Jakov Mikalja quien proclama en su Vocabulario y en su Gramática (1649-1651) que la lingua bosnese (es decir el stokavski ragusino) e la più bella. A. Kasic se debe también atribuir la stokavización de la lengua en Palmotic. Este predominio del stokavski jekavski se explica por la influencia que ejerció sobre los croatas la literatura ragusina en stokavski jekavski del siglo XV al XVIII. Por ello, ese dialecto se convirtió en la lengua literaria de los escritores de Bosnia, M. Divkovic, S. Matijevic, P. Posilovic y P. Papic (siglo XVII). Por ese tiempo en Bosnia y en Dalmacia predominaba el stokavski ikavski; por ejemplo, en F. Grabovac y A. Kacic-Miosic (1704-1760), cuyo poemario Plática amena del pueblo croata (1756) ejerció gran influencia en todas las capas sociales. El stokavski ikavski se extendió también como lengua literaria en Eslavonia (actualmente Croacia del noreste) y fue usada por los escritores A. Reljkovic, Kanizlic y Katancic. De modo que ese dialecto (de habla jekavski o ikavski), desde el siglo XV al XVIII, conquistó la mayor parte de las regiones croatas, lo que originó la aparición de diccionarios y gramáticas en stokavski: Dizionario de A. Della Bella (en ragusino, con citas de escritores ragusinos, publicado en 1728, reimpreso en 1785), Grammatica della lingua illyrica de F. M. Appendini (1808), igualmente en ragusino jekavski, lo mismo que los diccionarios voluminosos (en 6 tomos, 4721 páginas) del franciscano ragusino J. Stulli (1801, 1806, 1810).

Obras similares aparecieron también en Eslavonia y Bosnia, todos en stokavski. Durante la acusación napoleónica, incluso en el litoral croata (Hrvatsko primorje), región de habla cakavski por excelencia, una gramática croata-francesa (Nova ricoslovnica iliricko-franceska) de S. Starcevic y una gramática croata (Nova ricoslovnica iliricka) del mismo autor fueron escritas en stokavski ikavski y publicadas en 1812 [6].

De lo antedicho cabe concluir que la literatura croata escrita en el dialecto stokavski se remonta al siglo XV y se desarrolla hasta el siglo XIX, difundiéndose constantemente e imponiéndose sobre las dos restantes literaturas dialectales (en cakavski y kajkavski).

Sin embargo, incluso hoy, la literatura en cakavski y kajkavski está viva y rica, si bien relegada a segundo plano. Numerosos son los poetas y hasta los mejores que siguen escribiendo en kajkavski (Domjanic, Goran-Kovacic, Calovic, Krleza, Pavic) o en cakavski (Nazor, Balota, Gervais, Franicevic). Después de la segunda guerra mundial y también muy recientemente se pudo observar un resurgimiento de esas literaturas regionales (cf. la revista literaria Kaj, uno de los mejores periódicos mensuales publicados en Croacia). Con justo título cabría distinguir el idioma croata literario en stokavski, kajkavski y cakavski. Por lo demás, los escritores que no son oriundos ni de Bosnia-Herzegovina, ni de Eslavonia ni del norte de Dalmacia, se sienten mucho más a gusto en su habla regional, cakavski o kajkavski que en stokavski que aprendieron en la escuela. Como esos autores escriben a veces indistintamente en stokavski y en cakavski o kajkavski, se produjeron numerosas interferencias entre los dos dialectos tanto en lo que atañe a la gramática como al vocabulario. Introducen en el stokavski literario vocablos y una fraseología particular, de usos regionales, lo que genera diferencias cada vez mayores entre el croata literario, basado en el habla de Herzegovina y el servio, literario, basado en las hablas de Voivodina y Sumadija.

En Croacia, la tradición ha ejercido influencia muy grande en la formación de la lengua literaria del siglo XIX y en evolución del siglo XX. El sentimiento de la continuidad, del pasado, y de lazos con los escritores del siglo XV y XVI resulta muy fuerte en los autores contemporáneos croatas y es evidente el encadenamiento entre Marulic y Ujevic, entre Vramec, Brezovacki y Krleza, entre Gundulic, Mazuranic y Nazor. Sean cuales fuesen las alternativas sufridas por el léxico y por los elementos gramaticales a través de los tiempos, es obvio que la lengua literaria del siglo XVI y la del siglo XX observan el principio de la continuidad lingüística.

Cuando a principios del siglo XIX el servio Vuk Stefanovic Karadzic publicó un pequeño diccionario en stokavski jekavski (Srpski rjecik, 1818, reimpreso en 1852, 1898, 1935) y una pequeña gramática (Pismenica, en 1818), este acontecimiento tuvo cierta importancia para los servios que hasta esa época escribieron en el paleoeslavo rusificado llamado también "el eslavo-servio"). Pero la situación era muy diferente para los croatas[7] bajo el impacto del romanticismo, del renacimiento nacional y patriótico los croatas proclamaron, durante el movimiento denominado "ilírico", cuyo jefe era Ljudevit Gaj, que la lengua literaria de Dubrovnik y de otros escritores en stokavski era la lengua literaria oficial, que debía llevarlos a la unidad lingüística. Los ilirios trataron de renovar la antigua lengua literaria para unificarla y con gran interés siguieron los esfuerzos paralelos de Vuk Karadzic (entre los servios). Pero, mientras con su reforma de la lengua literaria Vuk rompía brutal y deliberadamente con la tradición "eslavo-servia" y con el pasado, en cambio los croatas buscaban unificar las lenguas literarias regionales, basándose en la tradición. La acción de Vuk y de los "ilirios" croatas tuvo por resultado que los servios (sobre todo los que vivían en Austria-Hungría) y los croatas decidieron elegir como lengua literaria común el dialecto stokavski jekavski. Las diferencias que surgieron desde el comienzo de esa tentativa y que en gran parte subsisten todavía hoy pueden atribuirse a la influencia de civilizaciones heterogéneas.

El punto culminante de esos esfuerzos para crear una lengua escrita común a todos los croatas y todos los servios fue el "Acuerdo de Viena" (Becki knjizevni dogovor) en 1850. Fue firmado por los escritores croatas Ivan Mazuranic, Dimitrije Demeter e Ivan Kukuljevic y por los filólogos servios Djuro Danicic y Vuk S. Karadzic. En el primer artículo de dicho acuerdo léese "que no es razonable mezclar los dialectos para crear uno nuevo que el pueblo desconoce, sino que es mejor escoger de entre los que existen un dialecto como lengua escrita". En el segundo artículo se subraya que es recomendable elegir como la lengua escrita de los croatas y de los servios un dialecto ijekavski, el de Herzegovina, escribiendo las sílabas largas -ije (bijelo) y las cortas -je (bjelina). Esta elección la dictó la gran extensión de la lengua ijekavski, la célebre literatura en ijekavski de Dubrovnik y las canciones populares. Pudo pensarse entonces que el camino estaba preparado para una lengua escrita común servio-croata. Pero en el siglo XIX los servios y los croatas estuvieron repartidos en tres, hasta en cuatro Estados el principado (luego reino) de Servia; la monarquía de Austria-Hungría (Croacia, Eslavonia, Dalmacia, Istria, Voivodina); el imperio otomano (Bosnia y Herzegovina), mientras los montenegrinos poseían su propio principado. Una política cultural uniforme no era pues viable[8]. Por otra parte, no obstante otros importantes esfuerzos, el sentimiento nacional y el espíritu de independencia se robustecían en Croacia cada día más, al igual que en Servia. Todo ello desempeñó un papel importante en la cuestión del idioma común. Además, huelga acotar que en sus respectivas tentativas para reformar la lengua, Gaj y Karadzic no persiguieron el mismo fin[9]. La reforma de Vuk era netamente servia y los croatas le reprocharon su particularismo servio.

Los representantes del ilirismo buscaban principalmente unificar la lengua escrita, mientras que la pronunciación podría variar. Consideraban la lengua y la gramática de Karadzic como provinciales puesto que tomaba en consideración un solo dialecto, el habla neostokavski de Herzegovina y dejaba de lado los dialectos cakavski y kajkavski; en cambio, los ilirios (Babukic, Antun Mazuranic) también tenían en cuenta en sus gramáticas formas antiguas y palabras de otros dialectos, es decir de kajkavski, cakavski e incluso del esloveno. Trataron de realizar la unión lingüística y nacional mediante la fusión gradual de los dialectos en una lengua común. De ese modo en la formación de la lengua nacional y en el desarrollo de la koinê croata, cuya base es el dialecto stokavski, los préstamos dialectales (cakavski y kajkavski) desempeñaron un papel importante. El cakavski aportó los términos marítimos y náuticos. Además, el cakavski fue el intermediario de la mayoría de los términos mediterráneos y, durante mucho tiempo, de las palabras italianas. El propósito del movimiento ilírico era crear un idioma común a todos los yugoeslavos. En el plano lingüístico su programa era ecléctico y toleraba la mezcla de dialectos, pero se basaba fundamentalmente en el dialecto stokavski. Por eso, Lj. Gaj, el genuino fundador del movimiento ilírico y reformador de la ortografía croata, no había firmado el famoso acuerdo de Viena de 1850 que debía regir en materia de la lengua escrita de los servios y de los croatas. En definitiva, dicho acuerdo tuvo el valor de una mera declaración, por cuanto no lo respetaron ni la prensa croata ni la servia.

Por otra parte, los "ilirios" no pensaban sólo en unificar la lengua sino que sentían la necesidad de introducir muchos vocablos nuevos para uso de las escuelas secundarias y de las universidades, de la ciencia y de la técnica. Esos vocablos faltaban, desafortunadamente, en los diccionarios de Karadzic, quien recurría al habla popular y al folklore. Como el vocabulario, para asegurar su función, debe estar en constante expansión y renovarse sin cesar, los "ilirios" consideraban que el préstamo era una manera normal del enriquecimiento léxico, ya que amplía los medios de expresión de un dialecto que tiende a convertirse en el órgano cultural de un pueblo. Su selección de los vocablos prestados para enriquecer la lengua escrita correspondía a su deseo de crear una lengua uniforme para el uso de todos los sureslavos.

Por esta razón encontramos palabras del dialecto kajkavski en los textos del gramático Babukic y de sus contemporáneos. A la vez notamos allí muchas palabras prestadas de otros idiomas eslavos, especialmente del checo y del ruso[10]. En el diccionario alemán-croata de Mazuranic y de Uzarevic de 1842 (Njemacko-ilirski slovar) encontramos ya muchos bohemismos y rusismos (por ej. casopis, lucba, obzor, okolnost, tocan, tocka, etc.). Bogoslav Sulek, fundador de la terminología croata, procedió de igual forma en sus diccionarios. El primero lleva por título Njemacko-hrvatski rjecnik (Diccionario alemán-croata) de 1860 y el segundo Rjecnik znanstvenog nazivlja (Diccionario de la terminología científica) de 1874. El primero jugó un papel importante en la fijación de la norma lingüística. El segundo apareció con su nombre, pero, de hecho, era el trabajo conjunto de los filólogos de Zagreb, es decir de Vatroslav Jagic, Josip Torbar, Bogoslav Sulek, Franjo Erjaveb, etc. De ese modo se daban las condiciones necesarias para el desarrollo de la lengua en 1874. El lexicógrafo Sulek adoptaba las palabras de los dialectos stokavski y científica en la época de la fundación de la universidad croata, kavski, kajkavski y algunas del cakavski; además, introdujo muchos vocablos culturales prestados, bohemismo, y rusismos, como también neologismos en la lengua escrita y de ese modo hizo posible que la lengua popular respondiera a las necesidades de la literatura y de la ciencia. Resultaba pues inevitable que la lengua escrita iliria (o más tarde croata) se alejase cada vez más de la lengua de Karadzic.

Sin embargo, si el vocabulario de Sulek no debía aceptarse íntegro, su penetración en la lengua escrita fue tan considerable que incluso hoy se reconoce la importancia de su aporte. Citemos sólo algunas palabras: brzojav, dojam, geslo, dusik, kipar, olovka, pogon, pojam, poduzetnik, postotak, srecka, stroj, tvornica, tvrtka, znanost, etc. Pero hay otro equivalente para esas palabras en servio, a saber: telegram, utisak, azot, lozinka, vajar, preduzimac, loz, masina, fabrika, firma, nauka, etc.[11].

El desarrollo ulterior de la lengua escrita croata demostró que no se podía pasar sin un cierto número de las palabras introducidas por Sulek. En 1953 Petar Skok, miembro de la Academia, calificó al lexicógrafo Sulek como genio lingüístico que podía compararse por sus grandes méritos con Vuk Karadzic.

En resumen, todos esos hechos ligados a la formación de la lengua croata en el siglo XIX demuestra que no se puede dirigir la evolución de una lengua en virtud de una convención concertada entre hombres de letras.

Por lo demás, ni los servios ni los croatas acataron fielmente las cláusulas del acuerdo de Viena de 1850. En la literatura servia del siglo XIX la lengua neostokavski-ekavski prevalecía ampliamente sobre el neo stokavski-ijekavski. Aunque se hable ijekavski en algunas pequeñas comarcas de la Servia occidental, la mayoría de los servios usan la variante ekavski de Voivodina, porque la capital intelectual servio en el siglo XIX fue Novi Sad, ciudad de Voivodina y sede de Matica Srpska. Pero esta lengua escrita ekavski se desarrolló de modo diferente de la ijekavski. En la segunda mitad del siglo XIX se enriqueció, en forma independiente, con la terminología erudita y científica, con un importante aporte ruso, igualmente como se formó una nueva terminología en Croacia bajo la influencia de la lengua checa. Además, como el Principado de Servia se opuso a la lengua de Vuk Karadzic hasta 1868, el pueblo servio tanto en Hungría (Voivodina) como en Servia propiamente dicha, usando las hablas stokavski ekavski de Voivodina y de Sumadija, de los alrededores de Belgrado, aceptó a fines del siglo XIX la lengua de Vuk pero bajo una forma alterada, es decir el stokavski ekavski como lengua literaria oficial. Fueron los escritores servios de los centros culturales del norte (Novi Sad y Belgrado) quienes impusieron el habla ekavski como base del servio literario. De esa manera se alejaron de la lengua de Vuk, puesto que los buenos escritores son los que fijan las lenguas literarias y no los dramáticos. Hoy la lengua literaria servia constituye un compromiso entre la lengua de Vuk y la de los centros literarios de Novi Sad y Belgrado, entre la reforma y la tradición de Dositej Obradovic[12]. Por último, es menester acotar que en el servio ekavski hay un elevado número de homónimos debido al reflejo del jat paleoeslavo. Para evitar la colusión homonímica, la lengua ekavski recurrió a los términos nuevos, diferentes de los empleados por los croatas. Así se acumularon las diferencias. ¿No cabe pues extraer la conclusión de que el acuerdo de Viena fue totalmente inútil?

Por cierto que el desarrollo de la lengua escrita de los croatas y la de los servios en el siglo XIX fue bastante irregular y sus resultados no eran precisamente lo que quería Gaj ni lo que había previsto Karadzic. No obstante, su obra no fue inútil, ya que tanto los croatas como servios adoptaron el dialecto stokavski como base de sus lenguas literarias escritas. Las diferencias que surgieron con el tiempo se deben a dos hechos: por un lado, la existencia de dos centros culturales distintos, Zagreb y Belgrado, y por el otro la existencia de dos naciones, la croata y la servia, considerando cada una su lengua literaria como un rasgo nacional esencial. Lo que a veces se denomina sin más "el genio" de un pueblo, a menudo lo contiene su lengua nacional y Ferdinand de Saussure observa que "la lengua en gran medida hace a la nación". Esos hechos dieron por resultado que al comienzo del siglo XX, antes del desmembramiento de Austria-Hungría, los croatas y los servios usaban una lengua oficial biforme, ekavski en Servia y jekavski en Croacia y esta divergencia se viene arrastrando hasta nuestros días[13]. Se manifiesta en el nivel de la fonética, la morfología, la sintaxis y sobre todo el léxico. A la diferencia de hablas se agrega la de alfabetos: los cirílicos son los caracteres de los servios ortodoxos, mientras que el alfabeto latino es la escritura de los croatas católicos y musulmanes de Bosnia [14].

Por otra parte, las diferencias de orden fonético, morfológico y sintáctico se vieron incrementadas bajo la influencia del léxico que se formó separadamente en los dos idiomas y proviene, en general, de las altas capas de la civilización: la terminología científica y técnica de los tiempos modernos, la formación de palabras bajo la influencia de civilizaciones heterogéneas (Roma-Bizancio, catolicismo-ortodoxia), numerosos vocablos prestados del ruso por los servios, del alemán y del checo por los croatas. Son precisamente estas diferencias que dan la impresión, tanto a los que hablan como a los que escuchan, de que francamente se trata de dos estructuras comunicativas bien diferentes, aunque se use el único término "servio-croata" para designar los idiomas servio y croata y se tome una sola base lingüística en cuanto a la diacronía[15]. Incluso desde el punto de vista del materialismo dialéctico o histórico que sostiene que la acumulación de diferencias de orden material debe traducirse en una nueva calidad, podríamos hablar de dos estructuras, ya que las diferencias cuantitativas entre ambas lenguas resultan muy importantes en ciertos contextos, aunque en algunos otros aparecen sin importancia o mínimas[16].

Dejando de lado la dialéctica hegeliana, podemos constatar que en 1940 Matica Hrvatska de Zagreb publicó un pequeño diccionario, bastante incompleto, conteniendo diferencias entre los idiomas croata y servio literario [17] y que hoy nos promete la publicación de un diccionario mejorado diferencial servio-croata (el primero contenía hasta 5.000 palabras y el nuevo tendrá 10.000 términos)[18]. Entre tanto, en la Yugoslavia actual únicamente el término "variantes" ha sido legalizado y no se habla sino de dos variantes de un mismo idioma literario[19]. Sin embargo, son muchos los croatas que exigen la autonomía completa de las variantes y que la Constitución Federal reconozca el idioma literario croata y el idioma literario servio en lugar de decretar el término ambiguo de servio-croata[20]. Acaso en el futuro próximo veamos la solución de esos problemas que se plantean con mucha vehemencia y están estrechamente ligados a las cuestiones nacionales y a la situación política en el país. En efecto, en Yugoslavia subsiste desde 1918 hasta hoy una constante lucha entre los centralistas servios y los federalistas croatas, eslovenos, macedonios, montenegrinos, albaneses y otros, y un conflicto permanente entre el megaloservismo y las fuerzas opuestas. La convergencia lingüística entre los dos idiomas fue favorecida y forzada por razones políticas por el gobierno federal de Belgrado, que impuso como "lengua oficial" el idioma servio ya en uso en el ámbito político, administrativo y militar. Pero se entremezclan motivos culturales, nacionales y sociales que se oponen a la convergencia. De ese modo, vemos presentarse al mismo tiempo y en el mismo lugar los dos fenómenos: la convergencia y la divergencia.

Nosotros creemos que el término la lengua literaria croata se justifica totalmente: en efecto, la literatura croata ha conocido una evolución específica, como tratamos de demostrar y, además, este idioma comporta una fonética, una morfología y un léxico a menudo diferentes de los del idioma literario servio[21].

Sin embargo, aunque un idioma es, ante todo, parte de la herencia cultural[22] y si bien esta herencia es diferente entre los croatas y los servios, cabe constatar que el croata y el servio, estrechamente emparentados desde el punto de vista genético y siendo vecinos geográficos, se interpenetran cada vez más, sobre todo desde el momento en que estos dos pueblos pasaron a integrar el mismo Estado (*).

(Reproducido de la acreditada y especializada revista Lingua, Vol. 25 Nº 2, 1970, North-Holland Publishing Company, Amsterdam).

Versión castellana: Branko Kadic

 



[1] Estos dialectos se denominan según el pronombre interrogativo qué: kaj en el dialecto homónimo, ca en cakavski y sto en stokavski. El dialecto sltokavski por lo que toca, al reflejo del jat paleoslavo se dividió en las hablas ikavski, ekavski y ijekavski, y mientras el kajkavski es mayormente ekavski y el cakavski es ikavski allí donde no es ikavski-cakavski.

[2] Sobre la evolución del eslavo croata, cf. J. Hamm, Hrvatski tipcrkvenoslavenskog jezika, Slovo Staroslavenskog instituta 133, 1963, pág. 43-67; Vj. Stefanic. Tisucu i sto godina od moravske misije, ibid., 5-42 y A. Nazor, Jezicni kriteriji pri odredjivanju donje granice crkvenoslavenskog jezika u hrvatskoglagoljskim tekstovima, ibid., 68-86. Sobre la literatura en eslavo-croata, cf. el material de S. lvsic en M. Kombol, Povijest hrvatske knjizevnosti do narodnog preporoda, 1945, primeros capítulos.

[3] Cf. P. Skok en Prilozi za knjizevnost, jezic, filologiju i folklor 18; F. Fancev en Nastavni vjesnik 48 y Gradja JAZ 15. En lo que concierne a los "entonadores" de los templos cf. K. Moskatelo en Danica istarska, 1952. Cf. También Korablja zacinjavaca, Antologija cakavske poezije, Rijeka, 1969.

[4] "Los católicos, en el siglo XV, empiezan a romper con la tradición eslava y en todas partes entre los católicos, salvo un remanente de los caracteres glagolíticos en el litoral croata" (A. Vaillant, La formation de la langue littéraire serbo-croate, Revue des Etudes Slaves XXVIII (1951), pág. 81, 82.).

[5] Sobre lo que sigue, concerniente a la literatura croata de los siglos precedentes, cf. M. Kombol, o. c., passim, con la bibliografía al final del libro (también en la zevnosti du XIX st. en Encicklopedija Jugoslavije vol. IV. pág. 520-521, a. 1960; cf. artículos de Mate Hraste, Kajkavski knjizevni jezik, pág. 525-526. La obra de M. Kombol y los artículos precitados contienen la bibliografía de esta materia; cf. también en historial de la lexicografía croata y servia de V. Putanec en Enciclopedija Jugoslavije, Vol. V (1962), pág. 503-511.

[6] Cf. P. Skok. La littérature croate sous Napoléon, Annales de l'Institut français de Zagreb, VIII (1944) Nº 24-25, pág. 71-83.

[7] Respecto a la historia de la constitución de la lengua literaria moderna entre los croatas y los servios ver: A. Vaillant, La formation de la langue littéraire serbo-croate, R. E. S. XXVIII (1951). pág. 8092; Ljudevit Jonke. Die Entstehung der neuren Schriftsprache bei den Kroaten und Serben im 19 Jahrhundert (Aus der Geisteswel der Slaves) Mélanges Erwin Koschmieder, 1967, pág. 5567.

[8] "Los servios y los croatas han vivido separados hasta la primera guerra mundial, desarrollando paralelamente y no conjuntamente su actividad cultural y su literatura" (A. Vaillant, ibid., pág. 91).

[9] Cf. Lj. Jonke, op. cit., pág. 57-68.

[10] Cf. Lj. Jonke, Ceski jezicni elementi u hrvatsko-srpskom knjizevnom jeziku. Radovi Zavoda za Slavensku Filologiju, Zagreb 1963, Nº 5, pág. 35-46.Tomo Maretic, Ruske i ceske rijeci u knjizevnom hrvatskom jeziku, Rad JAZ, Zagreb, 1892, ps. 68-98.

[11] Cf. Lj. Jonke, Knjizevni jezik u teoriji i praksi, Zagreb, 1965, 2ª edición, pág. 138, 150.

[12] "Un historiador de la literatura servia como Skerlic no nota la ruptura entre la lengua literaria del comienzo del siglo XIX y la lengua literaria moderna: la ve como una lengua que se ha depurado progresivamente, a medida que se desarrollaba la literatura servia" (A. Vaillant, ibid., pág. 87).

[13] Cf. Z. Vince, Filoloske skole 19. stoljeca u razvoju hrvatskog knjizevnog jezika, en Radovi Zavoda za slavensku filologiju 10, 1968, pág. 159-174 y Lj. Jonke, Razvoj hrvatskog knizevnog jezika u 20. stoljecu, ibid. pág. 99-110.

[14] "Existe identidad de la escritura y de la religión, hay identidad de la religión y del sentimiento nacional, puesto que el sentimiento religioso en los eslavos estuvo siempre íntimamente unido al sentimiento nacional... Pero subsiste el dualismo de alfabetos, de escrituras que resulta siempre tan fastidioso en la práctica como la diversidad idiomática... Lo que produce la división que sigue siendo bastante profunda en ese país donde el sentimiento yugoeslavo y la voluntad de unión son evidentes". (A. Vaillant, L'écriture et la psychologie des peupues, París 1964, pág. 307). Sobre el dualismo de las escrituras manifestó Simeon Potter: "Actualmente, pues, la línea demarcatoria corre entre Belgrado y Zagreb, dividiendo a Yugoslavia en dos. De hecho, el mundo eslavo entero está dividido por este significativo problema" (Modern Linguistic, Londres 1957, pág. 57).

[15] Cf. S. Babic, Htijenja i ogtvaienja Novosadskog dogovora, "Jezik", 15, 1967-68, pág. 313; M. Mogus, Varijante prelaze puke okvire komunikativnosti, "Jezilk" 16, 1968-69, pág. 13; Z. Malie, Pismeno i usmeno komuniciranje, "Jezik" ibid, pág. 6-7.

[16] El artículo de S. Babic, citado en la nota precedente, Jezik 15.

[17] Su título completo: Petar Guberina-Kruno Krstic, Razlike izmedju hrvatskoga i srpskoga knjizevnog jezika, Zagreb, 1940, pág. 218. Véase también el informe de B. Jurisic en Nastavni Vjesnik, 1942, pág. 268-81.

[18] Cf. B. Vancik, en Hrvatski knjizevni list (1969), Nº 10 del 31-1-1969.

[19] Lo que era la lucha por la libertad de las "variantes" se desprende de los artículos publicados en el periódico Jezik, editado por Hrvatsko filolosko drusstvo (Sociedad filológica croata) de Zagreb que se publica anualmente en cinco fascículos. Es preciso consultar especialmente los años 13, 14 y 15 donde se encuentran muchos artículos sobre el problema e incluso resoluciones emanadas de clubes, sociedades y comités ejecutivos del Partido comunista.

[20] a) Ver la famosa declaración sobre la denominación y el status de la lengua literaria errata del 15 de marzo de 1967: Deklaracija o nazivu i polozaju hrvatskog knjizevnog jezika; b) Cf. Hrvatski knjilevni jezik i pitanje varijanata (La lengua literaria croata y la cuestión de las variantes) Zagreb, 1969; e), Cf. La discusión sobre el status del idioma literario croata entablada en el seno de la Sociedad de escritores croatas y publicada en Telegram, Zagreb, octubre de 1969, Nº 463, del 14 de marzo de 1969; d) cf. Thornas Magner, Language and Nationalism in Yugoslavia, Canadian Slavie Studies, Vol. 1, Nº 3 Fall 1967; e) Cf. D. Brozovic, Rjecnik jezika ili jezik Rjecnika? Varijacije na temu varijanata, Zagreb, 1969.

[21] Las diferencias de léxico entre el croata y el servio literarios se refieren a unas dos mil palabras; ochenta y cinco fenómenos de orden fónico representan las diferencias fonéticas, asimismo, podríamos citar cientos de casos, en cuanto a la formación de palabras y cierto número de reglas relativas a la sintaxis, la declinación y la conjugación que difieren en los dos idiomas. (Véase el artículo de Bozidar Vancik en Bilten Interstena, Varazdin, Nº 22, de setiembre de 1967.).

[22] Según Weisgerbeor, "...el idioma es el producto cultural supraindividual, la herencia de las generaciones pasadas" (cf. Robert Lord, Comparative linguistics, Londres, 1966, pág. 241.

* Sobre el estado actual ver: La voz de los croatas, pág. ... del presente volumen.