Testimonio de San Isidoro de Sevilla sobre la llegada de los croatas al Mediterráneo

Dominik Mandic, OFM, Chicago, EE.UU.

Studia Croatica, Año VIII, Buenos Aires, 1967, N° 24-27

 

El hombre croata (Hrvat) figura por primera vez en dos lápidas memoriales en los edificios públicos en la ciudad de Tanais, sita en la desembocadura del Don al mar de Azov, escritas en griego a principios del siglo III de la era cristiana. La primera lápida fue escrita en la época del emperador de Tanais (basileos) Sauromates (175-211 p.Cr.). En ella se menciona un patricio, hijo de Horvat (Xoρoαθoς)[1]. En la segunda lápida, escrita en 220 durante el reinado del emperador Rescuporido, hijo de Sauromates, entre los cuatro jefes de Tanais, figura Horvat Xandarsios[2]. En el Estado de Tanais de aquel entonces vivían distintas tribus iranias y una debió llamarse Horvati (los croatas, N. de la R.) y su jefe en el año 220 d. de Cr. era Hovat de Xandarsios[3].

Durante las incursiones de los hunos en Europa en 375 d. de Cr., los croatas del Don fueron desplazados hacia el noroeste y llegaron a la actual Polonia meridional. Allí se mezclaron con los aborígenes eslavos y asimilaron el idioma eslavo. A fines del siglo V, desintegrado el Estado de los hunos, los croatas fundaron un gran Estado eslavo que se extendía desde el Oder hasta el Bug y su capital era Hrvat (Croata), sita en el lugar de la Cracovia actual[4]. El Estado se llamaba Gran Croacia o la Croacia Blanca[5].

La llegada de los croatas al Adriático

Durante el reinado del emperador bizantino Foka (602-610) y en los primeros años del reinado de Heraclio I (610-641), los ávaros, tribus turanias, invadieron Panonia, Dalmacia, los Balcanes centrales y meridionales y amenazaron seriamente con destruir el mismo Bizancio, centro y capital del imperio bizantino. En ese trance difícil el emperador Heraclio recurrió a los croatas allende los Cárpatos y les ofreció Dalmacia y otras tierras aledañas si entablaban la lucha con los ávaros y alejaban ese peligro mortal del Bizancio. Conforme lo anotó a la vez el emperador e historiador bizantino Constantino Porfirogeneto, según los datos conservados en el archivo de Constantinopla y de acuerdo a la tradición popular croata, buena parte de los croatas norteños, unos 300.000, hizo caso al llamamiento imperial[6]. Bajo la guía de cinco hermanos y dos hermanas, miembros de la familia gobernante croata, los croatas cruzaron el Danubio y en luchas que duraron un decenio vencieron a los ávaros y los arrojaron al norte del Danubio. Luego los croatas se radicaron, según lo anotó Porfirogeneto, en toda la Dalmacia, en la Panonia meridional, además en Ilírico de entonces[7] que abarcaba las regiones costeras de las provincias romano-bizantinas: Praevalis, el Epiro Viejo y Nuevo, es decir las partes costeras desde la actual Boka de Kotor hasta Valona en Albania[8]. Otros pequeños grupos de los croatas, combatiendo a los ávaros, llegaron a Macedonia, Acaya y Peloponeso. En dichas provincias se establecieron, vivieron durante siglos y dieron a algunos lugares el nombre de "Hrvati" (croatas) que conservan incluso hoy día. Así en el lago Ohrid hay una aldea "Hrvati"; en el distrito (comitatus) medieval de Brenik dos aldeas llevaron el nombre "Hrvati", mientras que en Grecia hay localidades y aldeas "Haravati" cerca de Atenas, no lejos de Maratón, cerca de Micenas en el distrito de Argos, en Peloponeso. Incluso en Creta hay un pueblo que se llama "Harvati" [9].

Como lo registró el cronista coronado C. Porfirogeneto, el emperador Heraclio concertó con los croatas dos tratados por escrito: el primero, que en la terminología imperial se llamaba Prostakasis (la Orden) concierne al llamado del emperador a los croatas a emigrar al sur y su promesa de darles Dalmacia cuando la liberasen de los ávaros. Mediante el otro, que se llamaba Keleusis, Ilussio (el Decreto). Heraclio arregló la relación de los croatas con el imperio bizantino y jurídicamente les entregó Dalmacia. Panonia e Ilírico que habían liberado y en donde los croatas ya se habían radicado al derrotar y expulsar a los ávaros al norte del Danubio[10].

¿Cuándo llegaron los croatas al Adriático?

El emperador Porfirogeneto escribe que los croatas pelearon con los ávaros varios años, que por fin los vencieron y expulsaron de Dalmacia y otras comarcas contiguas donde se radicaron[11].

Como Dalmacia, Panonia e Ilírico pertenecieron a la jurisdicción del patriarcado de Roma[12] según el mismo emperador escritor, el emperador Heraclio solicitó del Papa que estableciera en Dalmacia la jerarquía eclesiástica y enviara allí a los sacerdotes para bautizar a los croatas[13]. Todo ello ocurrió mientras vivía Heraclio I, muerto el 11/11/641. Ello indica que los croatas debieron haber llegado al Adriático por lo menos unos 10 o 15 años antes de morir Heraclio, es decir entre el año 625 y 630.

A la misma conclusión nos induce la referencia contenida en el romano Liber Pontificalis, en que el autor coetáneo registró que el Papa Juan IV (640-642) envió en 640 a Istria y Dalmacia al abad Martín con importante suma de dinero para rescatar a los cautivos cristianos y juntar las reliquias de los mártires en las iglesias, destruidas por los ávaros[14]. Análoga conclusión cronológica cabe deducir también de la información suministrada por Pablo Diácono, quien acotó que los croatas en 641 habían cruzado el Adriático para ayudar a los bizantinos en la liberación de la Italia central de los longobardos[15]. Por cierto que el Papa Juan IV no habría enviado al abad Martín con tanto dinero ni los croatas se habrían atrevido a dejar la costa oriental adriática si no hubieran vencido a los ávaros, si no se hubieran radicado en la Dalmacia de entonces y en las comarcas vecinas, y establecido en ellas la paz estable y la seguridad. Hasta que los croatas vencieron a los ávaros y se establecieron en forma permanente en esas regiones, asegurando la paz, debieron transcurrir por lo menos de 10 a 15 años. De donde cabe inferir que los croatas llegaron al Mediterráneo en la tercera década del siglo VII, o sea entre 620-630.

A estas conclusiones cronológicas llegamos mediante investigaciones y deducciones históricas. Sin embargo, en las obras del célebre obispo San Isidoro de Sevilla está anotado el año preciso en que los croatas arribaron al Mediterráneo. Es la noticia contemporánea más vieja acerca de la venida de los croatas al Mediodía.

Testimonio de San Isidoro de Sevilla sobre el arribo de los croatas al Mediterráneo

San Isidoro de Sevilla escribió varias obras teológicas e históricas. De las obras históricas la más célebre es su Chronica Maiora, conservada en muchos manuscritos y un número considerable de ellos data del siglo VII y IX. Esos manuscritos se dividen en dos grupos. En el primer grupo, la Crónica termina con el año quinto del emperador Heraclio, es decir, con el año 615, y el segundo grupo con el año sexto, vale decir con el año 626. Al primer grupo pertenecen Codex claromontanus, en París del siglo VII-VIII y dos códices, en el Vaticano, del siglo IX, Codex albenis del siglo VIII, etc.[16]. Al segundo grupo pertenecen los manuscritos: petropolitanus, sangallensis y helmstadiensis, los tres del siglo IX; luego bernensis del siglo X y florentinus del siglo XI [17]. Eso prueba que Isidoro de Sevilla publicó su Chronica maiora por primera vez en 615 y por segunda vez después de 626, es decir 627, el mismo año en que redactó su otra obra, la llamada Crónica breve (Epitome chronicorum)[18], de hecho un extracto de la Chronica maiora.

En la segunda edición de la Chronica maiora, Isidoro de Sevilla escribe: "Heraclio, empero, reinó el año décimosexto, al comienzo del cual los eslavos tomaron de los romanos Grecia, los persas Siria, Egipto y muchas otras provincias"[19].

En su obra Etymologiae, Isidoro de Sevilla describe su Grecia en estos términos: "Grecia... Grecia tiene siete provincias: la primera por la parte occidental es Dalamacia, luego Epiro, a continuación Hélade, Tesali, siguen Macedonia, luego Acaya y dos provincias sobre el mar, Creta y las Islas Cícladas"[20].

En dicha nota de Isidoro de Sevilla no se trataba de una acción insignificante o aventurera de los "eslavos", como la de 263 cuando algunos eslavos del Peloponeso atacaron a Creta[21]. Tampoco se trataba del ataque de los ávaros y eslavos al Bizancio en 626 [22], pues muy pronto se difundió la nueva por todo el imperio romano, que integraba también España, de la derrota de los ávaros y de las tropas eslavas a ellos subordinadas.

Los persas ocuparon en 613 a Siria y Jerusalén, lo que Isidoro anotó ya en la primera edición de su Chronica maiora[23]. En 619 los persas conquistaron a Egipto, el granero bizantino, hecho que no incitó a Isidoro a intercalarlo en su Crónica. Recién cuando los "eslavos" en el año decimosexto del reinado de Heraclio "tomaron a Grecia de los romanos", el hecho conmovió tanto a Isidoro que lo incluyó en su obra, vale decir que preparó la segunda edición de su Crónica mayor. Eso indica que la toma de "Grecia" en el año decimosexto del reinado de Heraclio fue una acción tan llamativa y a la vez un acontecimiento de envergadura que Isidoro consideró apropiado registrarlo en su Crónica. De las fuentes históricas no se infiere, sin embargo, que algún pueblo eslavo por los años 625 hasta 630 guerreó y conquistó las tierras de la llamada "Grecia", salvo los croatas. Por consiguiente, la información de Isidoro de Sevilla en la segunda edición de su Chronica maiora puede referirse únicamente a los croatas, lo que debe considerarse como el dato contemporáneo más viejo que menciona la llegada de los croatas al Adriático.

De acuerdo a las primeras noticias recibidas, Isidoro anotó en 627 que los eslavos croatas habían irrumpido a "Grecia" a principios del año decimosexto del reinado del emperador Heraclio, año que corrió del 5 de octubre de 625 al 5 de octubre de 626. No es probable que los croatas arribaran al Adriático en los meses fríos e invernales de 625 o al comienzo de 626. Aun menos suena verosímil que los ávaros se hubieran atrevido al comenzar la primavera de 626 [24] a volcar todas sus fuerzas contra Bizancio para tomarlo, si los croatas en el invierno de 625-26 iniciaron la lucha en Dalmacia y en otras provincias de la ex "Grecia" romano-bizantina. Por consiguiente, los croatas debieron haber llegado a Dalmacia y a otras provincias "griegas" en el curso del año decimosexto del reinado del emperador Heraclio, mientras los ávaros sitiaban a Bizancio, es decir desde mediados de julio hasta mediados de agosto de 626.

En el muy vetusto manuscrito de la Crónica de Isidoro, en Codex sorianus del año 743, quedó anotada la doble conclusión de la Crónica: la primera es idéntica a los códices del primer grupo que concluyen la Crónica con el año quinto del emperador Heraclio, y en la segunda dice así: Heraclio reinó el año decimoctavo, al comienzo del cual los eslavos tomaron a Grecia de los romanos... [25]. Esto nos dice Isidoro al estar informado detalladamente, anotó por tercera vez al margen del original con que se sirvió el Codex sorianus, que los croatas tomaron a Dalmacia y otras provincias "griegas" en el año decimoctavo del emperador Heraclio, es decir del 5 de octubre de 627 al 5 de octubre de 628.

Todas las circunstancias apuntan, según hemos alegado, que los croatas irrumpieron en Dalmacia y otras provincias "griegas", entonces en manos de los avaros[26], en el verano de 626 mientras los ávaros sitiaban Bizancio. Siguiendo el deseo de los representantes imperiales bizantinos los croatas debieron penetrar primero hasta el Adriático en Dalmacia y de allí marchar a lo largo de la costa adriática hacia el sudeste para expulsar a los ávaros de las provincias marítimas "griegas": Prevalis, el Epiro Viejo y Nuevo. Para esta empresa necesitaban más de un año, según lo acotó el autor coetáneo al margen del original del códice soriano. Aunque los croatas guerrearon como aliados de los bizantinos, conforme a lo pactado se apoderaban de las tierras conquistadas y, por lo tanto, con justa razón anotó Isidoro de Sevilla que los eslavos-croatas tomaron de los romanos, es decir bizantinos, las provincias de "Grecia".

 



[1] B. Latyschev, Inscriptiones antiquae orae septetrionalis Ponti Auximi, vol. III, Petropoli 1890, n.o. 445, p. 262.

[2] B. Latyschev, op. cit., n.o. 430, p. 237.

[3] Consultar acerca de las tribus iranias en la actual Rusia suroriental en la cuenca del Don y acerca del origen iranio de los croatas en: L. Niederle, Slovanské Starozitnosti, vol. 1, Praga 1882, 321-434; M. I. Rostovtzeff, Iraians and Greeks in South Russia, Oxford 1922; M. Vasmer, Untersuchungen über ältesten Wohnsitze der Slapen, I. Die Iranier in Südrussland, Leipzig 1923; Lj. Hauptamann, Kroaten, Goten und Sarmaten, Germanoslavica, III, Praga 1935, 35-325; Sakac, Iranische Herkunft des koratischen Volksnamens, Orientalia Christ. Periodica, XV, Roma 1949, 313-340; W. Hensel, Etnogeneza Slowian, Versovia 1956.

[4] Sobre los croatas al norte de los Cárpatos y en la Croacia Banca ver: F. Racki, Biela Hrvatska i Biela Srbija, Rad Jugosl. akademije u Zagrebu, vol. 52 (1880) 141, 189; L. Hauptamann, Prihod Horvatov, en Bulicev Zbornik, Zagreb-Split 1924, 515-545; G. Ilinskij, Belaja Horvatija, en Slavia Occidentalis, IX (1930), 132-138; J. Rus, Slovenstvo in vislanski Hrvatje 6. do 10. stoletja, en Etnolog V-VI (1933), 31-45; G. Vernadsky, Great Moravia and White Chorvatia, en Journal of the Amer. orient. society, LXV (1945), 257-259; T. Lewecki, Panstvo Wislan-Chorwatow opisie al -Madudiego, en Sporawozdania PAU, XLIX (1948), 24-34; Dvornik, The making of central and eastern Europe, Londres 1949, 268-394; M. Vach, Ceski Charvati, en Ces. Cas. Hist., L (1047/49), 132 y ss.; T. Lehr Splawinski, Zagadnienie chrorwatow nadwislanskieh, en Pamtiviek slowianki, II (1051) 17-32; B. Grafenauer, Prilog kritici izvjestaje K. Porfirogeneta o deseljenju Hrvata, en Hist. Zbornik, v (1952), 1-56; D. Mandic, Rasprave i prilozi iz stare hrvatske posijesti, iv. Dolazak Hrvata na Jadran, Roma 1963, 51-76.

[5] "Los croatas que ahora habitan en las regiones de Dalmacia descienden de los croatas no bautizados, llamados `los blancos' que habitan allende Turquía, cerca de Franconia...", K. Porfirogenitus, De administrando Imperio, cap.30, ed. GY. Moravcsik R. J. H. Jenkisn, Budapest 1949, 146. Porfirogeneto llama Turquía a la actual Hungría, por cuanto los húngaros son oriundos de Turquestán. Bajo Franconia se sobreentiende el Imperio franco oriental en los siglos VIII-X que se extendía en las actuales comarcas alemanas.

[6] La mayor parte de los croatas que emigraron al sur provino del espacio central de los entonces croatas septentrionales, vale decir de la actual Moravia septentrional y de Eslovaquia, de la Silesia meridional y de la Polonia suroccidental. Con ello se debilitó el viejo grupo central de los croatas, lo que originó que desde mediados del siglo VII en el norte se formaron dos grupos croatas: el occidental, en la actual Bohemia con capital en Praga, y el oriental, en la actual Polonia meridional, cuya capital era Hrvat, en el lugar de la Cracovia actual. La casa gobernante de los croatas en Bohemia se llamaba Slavkik. De esa familia descendió san Adalberto, obispo de Praga y apóstol de los polacos. Incluso santa Ludmila, abuela de san Wenceslao de Bohemia fue croata. (F. Dvornik, op. cit., 92-97, 160 y ss., etc.). Los croatas septentrionales del siglo X al XII son mencionados por: C. Porfirogeneto en 849/52, el documento sobre la fundación de la diócesis de Praga en 1086, el cronista ruso Néstor a principios del siglo XII, varios itineratistas y cronistas árabes (ver la literatura citada en la nota nº 4). El nombre croata en los alrededores de Cracovia se conservó hasta nuestros tiempos. Los emigrantes de esas comarcas se registraron incluso a principios de este siglo en los libros de las autoridades norteamericanas como "Bielochorvats" -croatas blancos- Cracovians), U. S. Senate; Reports of the Imigration commission, Dictionary of races or peoples, Washington, D.C., 1911, págs. 40, 43, 105. Sobre el número de los croatas que arribaron al sur, ver: D. Mandic, Crvena Hrvatska, Chicago 1957, 191-198.

[7] "Los croatas habitaban en aquel tiempo... donde hoy moran los croatas blancos (Bjelohrvati). Una de sus tribus, o sea los cinco hermanos: Klukas, y Loben, y Kosentzes, y Muhlo, y Hrobatos y dos hermanas, Tuga y Buga, se separaron de ellos y llegaron junto con su gente a Dalmacia y encontraron a los ávaros en posesión de esta tierra. Después de luchar varios años entre ellos, los croatas vencieron... Desde entonces en esa provincia dominaron los croatas... De los croatas, por otra parte, que arribaron a Dalmacia, se separó una parte y se adueñó de Ilíciro y de Panonia". C. Porphyrogenitus, De Adm. imperio, cap.30, ed. cit., 142.

[8] D. Mandic, Crvena Hrvatska, 54-73, 117-130. Idem, Rasprave i prilozi, 70-73, 530.

[9] Sobre las colonias croatas y eslavas en Grecia véase: A. Vasiliev, Slavjanev, Grecit, Vizant. vremennik, V (1898), págs. 626-670; P. Skok, Dolazak Slavena na Meditaram, Spliet 1934; M. Vasmer, Die Slaven in Griechenland, Abh. der Press. Akad., Phil. -hist. Klasse, XII (1941), 1-350; F. Dölger, Ein Fall slavischer Eeinsiedlung im Hinterland von Thessalonike im X Jahrh, Sitzunger, der Bayer. Akak, der Wiss, 1 (1952), 22-28.

[10] "Entonces los croatas por orden del emperador Heraclio entablaron la lucha, expulsaron de esas regiones a los ávaros y se radicaron por decreto del emperador Heraclio en las tierras de los ávaros donde hoy habitan. En esa época el gobernante de los croatas era el padre de Porin", Porphyrogenitus, De adm. imperio, cap. 31, ed. cit., 142. Ver también: D. Mandic, Rasprave i prilozi, IV. Dolazak Hrvata na Jadran, págs. 51-76.

[11] Ver la nota 7.

[12] Cf. D. Mandic. Bosna i Hercegovina, vol. 1, Chicago 1960, 361-373.

[13] "El emperador Heraclio envió y trajo de Roma a los sacerdotes, haciéndolos arzobispos, obispos, sacerdotes y diáconos y bautizó a los croatas, y esos croatas en esa época fueron gobernados por Porga", C. Porphyrogenitus, De adm. imperio, cap. 31, ed. cit., p. 148. Sobre el bautismo de los croatas véase los detalles en: D. Mandic, Rasprave i prilozi, Porkrstenje Hrvata, 109-144.

[14] "Iohannes, natione Dalmata, ex patre Venantio Scholastico, sedit. ann. I (menses) VIII dies XVIII. Hic temporibus suis misit per omnem Dalmatiam seu Histriam multas pecunias per sanctissimum et fidelisimum Martinum abbatem propter redemptionem captivorum qui depraedat, erant a gentibus. Eodem tempore fecit ecclesiam beatis martyribus Venantio, Anastasio, Mauro et aliorum multorum martyrum, quorum reliquias de Dalmatias et Histrias adducei praeceperat, et recondit eas in ecclesia suprascripta, iuxta fontem lateranensem, iusta oratorium beati Iohannis Evangelistae, quam ornavit et diversa dona optulit...". Lib. pont. (Duchense I 330; Mommsen 177).

[15] "...venientes Sclave cum multitudine navium non longe a civitate Seponto castra posuerunt", Paulus Diaconus, Historia Longob., IV, cap. 44, Mon. Ger., is. Scriptores rerum longobardarum, 135; Chronica S. Benedicti, op. cit. III, 200; Cf. D. Mandic, Rasprave e prilozi, 60-76.

[16] Cf. Isidorus Hisp., Chronica maiora, EMGH, Auctores antiquissimi, XI, 392.

[17] Cf. Idem, ídem.

[18] Cf. las deducciones de Th. Mommsen, op. cit., 391-395, 411, 422 y ss.

[19] "Rraclius dehinc sextum agit imperii annum, cuius initio Sclavi Graeciam Romanis tulerunt, Persi Syriam et Aegytum plurimasue provincias", Mommsen, op. cit., 479.

[20] "Graecia ...sunt autem provinciae Greaeciae septem: ruarum prima ab occidente Dalmacia, inde Epirus, inde Hellas inde Thessalia, inde Macedonia, inde Achaia, et duae in mari, Creta et Cyclades". Isidorus Hispalensis, Etymologiae XIV, c. 4, n. 7s. Migne, Patrologia Latina, vol. 82, col. 505.

[21] Ver nota 9.

[22] Sobre los sucesos antes y después del asedio del Bizancio en 626, véase: Chronicon Paschale (Dindorf, I, 716-726); Georgius Pisida, Carmina (MPG, 92, 1197-1294); Nicephorus Constantinopolitanus, De rebus post Mauricium gestis (MPG, 100,896-905; Theophanes, Chronographia (Boor, I, 315s); Cedrenus, Hist. comp. (Bekker, I, 727ss.); Anonymus Byzantinus, De impiorum Abarorum atque Persarum... incursione (Mai, Bibliotheca nova patrum, VI, 423s.); A. Pernice, L'imperatore Eraclio, Florencia 1905, 96-155; Sisic, Povijest Hrvata, Zagreb 1925, 230-235; F. Barisic, Le siège de Constantinople par les Avares et les Slaves en 626, en Byzantion 24 (1954), 371-395.

[23] Isidorus Hisp.; Chronica maiora (Mommsen, 478).

[24] Si bien hay fuentes, aducidas en la nota 22, que indican que el ataque ávaro-persa contra Bizancio tuvo efecto en verano de 625, hoy generalmente se toma que sucedió en julio y agosto de 626. Si el asedio de Bizancio se verificó en 625, entonces la información de Isidoro sobre la llegada de los croatas "a principio del año decimosexto del emperador Heraclio" resultaría totalmente exacta.

[25] "120. Heraclius dehinc 18 agit imperii annum, cuius intio Sclavi Graeciam Romanis tulerunt, Persae Syriam et Aegyuptum plurimasque provincias... 121. Fiunt igitur ab exordio mundi usque in praesentem aeram 655, hoc et, in anno 18 imperii Heraclii et 7 religiosi principis Suintilani, 5826". Isidorus Hisp., Chronicon, c. 120s., según la segunda redacción del códice soriano (Migne, Patr. Latina 83, 1056; Isidorus His., Chronicamaiora, Mommsen, 165s. 406).

[26] Cf. Porphyr., Adm. Imp., 29,30, 31, 32, 33, 36; (Moravesik-Jenkins, 124; 46-489; 142, 56-60; 148, 18s.; 152, 24;164, 6-7).