COLONIZACIÓN DE LOS SERBIOS SO PRETEXTO DE LA REFORMA AGRARIA

Rikard Flögel

Las relaciones agrarias en la Croacia propiamente dicha[1] de la época del feudalismo fueron eliminadas en 1848 con la abolición de la servidumbre. La tierra pasó a ser propiedad de los campesinos, colonos hasta entonces. No obstante, los nobles conservaron la propiedad de la tierra que explotaban directamente. De esa manera se mantuvo cierto número de grandes propiedades, aunque se trataba de extensiones que en ambas Américas no representan grandes posesiones. Estos latifundios, que en casos excepcionales alcanzaban algunas decenas de miles de jutro catastrales[2] se hallaban principalmente en la parte noroeste de Croacia, es decir, en Eslavonia, mundialmente conocida por su excelente madera de roble.

El noroeste de Croacia, luego Istria, parte de las islas dálmatas[3] y del litoral estaban densamente poblados y allí prevalecía el minifundio. Dicha superpoblación agraria era la secuela de la presión turca, que duró cerca de 250 años y recién desapareció con la Paz de Karlovac en 1699. Los croatas católicos, huyendo de los otomanos, se radicaban en grandes masas en la parte de la Croacia cristiana, especialmente en los alrededores de Zagreb, en el litoral y en las islas. Gran número de croatas emigró a otros países: Hungría, Austria, Italia, incluso a Francia. Desde el siglo pasado muchos croatas emigraron a ambas Américas, en total más de un millón de personas, en su mayoría, hombres. El problema de la superpoblación agraria en parte pudo resolverse mediante la colonización interna, pues en Eslavonia todavía quedaban tierras de los particulares, de la Iglesia, de las comunidades agrarias, del fisco y de los municipios. Una parte de esas tierras no se explotaba racionalmente, de modo que una reforma agraria, bien planificada y aplicada, pudo haber redundado en beneficio económico y social.

Los latifundios más extensos y conocidos pertenecían a los condes Normann (Valpovo) con 53.733 jutro; a los condes Pejacevic (Nasice) con 34.158 jutro; a los condes Majlath (Donji Miholjac) con 43.692 jutro; a la diócesis de Djakovo con 35.838 jutro; a los barones Guttman (Slatina-Nasice) con 19.232 jutro; a los condes Draskovic (Slatina) con 27.604 jutro; al conde Aladar Jankovic (Cabuna), con 10.838 jutro; al conde José Jankovic (Lukac) con 6.125 jutro; al conde Andrés Jankovic (Suhopolje) con 7.886 jutro; al patriarcado ortodoxo (Karlovci) con 10.639 jutro; a los barones hermanos Turkovic (Kutievo) con 18.405 jutro; a Wiener Bank Verein (Daruvar) con 22.683 jutro[4]; luego algunas propiedades sin los datos precisos en cuanto a su extensión, como por ejemplo la propiedad del conde Eltz (Vukovar), del conde Khuen-Belassy (Nustar), de la condesa Clara Alldringen (Ruma.), etc.

Junto con las disposiciones legales adecuadas, con la parcelación de los latifundios, con la reforma agraria, las mejoras respectivas, el desagüe, con la acción de colindar las parcelas chicas, todo ello unido al imprescindible proceso industrial habría podido proporcionar a cada familia campesina croata una hacienda propia y posibilidades de una vida digna sin necesidad de buscar pan en los países de ultramar.

Nuestro propósito es ocuparnos del destino de esas posesiones después de la desintegración de Austria-Hungría y la incorporación de Croacia al recién constituido Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos[5]. Al mismo tiempo señalaremos cómo fueron tratados los problemas de la reforma agraria en Croacia cuando ésta se convirtió en parte integrante del nuevo Estado creado en función de Serbia engrandecida.

II

Con su política de colonización interna y so pretexto de la reforma agraria con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población campesina, Yugoslavia de hecho promovió la expansión serbia. Mediante las medidas, elogiadas como una gran conquista social, a los campesinos croatas se les adjudicó unas cuantas parcelas y a los serbios miles de hectáreas de la mejor tierra croata. El escultor Ivan Mestrovic en su libro de memorias habla de las intenciones de los círculos políticos serbios respecto a esas tierras en Croacia aun antes de que se creara Yugoslavia, mientras todavía se libraba la primera guerra mundial 1914-18 [6]. Su testimonio cobra mayor importancia cuando se sabe que él observaba una actitud amistosa hacia Serbia. Mestrovic relata que V. Matijevic, presidente de Privrednik, asociación serbia para la promoción de comercio e industria, le había facilitado durante la primera guerra mundial un informe elaborado para el gobierno serbio respecto a la futura promoción de la reforma agraria. El informe contenía los datos sobre las tierras que poseían en las regiones croatas los integrantes de la minoría serbia, alemana (los suabios) y de otras nacionalidades, luego los campesinos católicos (Matijevic pone "digamos los croatas"), los grandes propietarios, la Iglesia Católica, etc. Proponía la expulsión de la minoría alemana[7], la reducción máxima de las propiedades eclesiásticas y la expropiación de los terratenientes de modo que toda esa tierra fuera repartida a los colonos serbios.

Ante Smith Pavelic refiere que su padre el Dr. Ante Pavelic[8] había propuesto en su carácter de vicepresidente del Consejo Nacional del Estado de los Eslovenos, Croatas y Servios, en la sesión del 28/X/1918 que se prolongó hasta la madrugada del día siguiente de ser el líder campesino croata Esteban Radic designado ministro de agricultura en el gobierno provisional de Croacia proclamada independiente un día después, el 29 de octubre de 1918, y actuó como Estado independiente hasta el 1º de diciembre de 1918 cuando efectivamente fue anexada a Serbia mediante la fuerza. A la medida propuesta se opuso el partido de la minoría serbia, encabezado por Svetozar Pribicevic. Lamentablemente el autor no aduce los motivos y argumentos esgrimidos por los representantes de la minoría servia. Sin embargo, es fácil colegir que en Svetozar Pribicevic y en la opinión pública que él representaba había madurado la idea de colonizar los latifundios en Croacia con servios, so pretexto de premiar a los voluntarios de la primera guerra mundial. Por supuesto que Esteban Radic como ministro de agricultura se hubiera opuesto enérgicamente a esos planes, en su condición de patriota croata, fundador y líder del Partido Campesino Republicano Croata, largamente mayoritario, que en todos los comicios celebrados entre las dos guerras ganó la abrumadora mayoría de votos en Croacia.

Ya en 1919, poco después de constituirse el Reino de los Servios. Croatas .y Eslovenos, por decreto se prohibió enajenar o hipotecar las grandes posesiones con el propósito de evitar dificultades en la ejecución de la reforma agraria.

En 1920 fue promulgada la ley de la reforma agraria. Enmiendas y agregados posteriores no modificaron esencialmente su espíritu y sentido. Según dicha ley quedaron expropiadas a los fines de la reforma agraria, todas las superficies cultivables que excediesen 500 jutro en la zupania (comitatus) de Srijem; 350 jutro en las de Pozega y Virovitica; 180 en las de Zagreb y Bjelovar-Krizevci, y sólo 70 jutro en la zupania de Krizevci. Las demás zupanias no tenían latifundios.

Entre los beneficiarios de la reforma agraria la aludida ley incluye como beneficiarios a los interesados lugareños, a los voluntarios de guerra y en virtud de sus complementos ulteriores, a los colonizadores servios.

Según la misma ley, interesados agrarios eran los campesinos de las aldeas alejadas de las áreas expropiadas no más de 3 a 5 km, y siempre que no poseyeran más de 1 jutro de tierra propia por cada miembro de la familia. Cada interesado agrario podía obtener como máximo 1 jutro por cada miembro de familia. En caso de que no fueran suficientes las tierras aledañas apropiadas, la cuota de la tierra adjudicada por cada miembro se reduciría proporcionalmente. Por eso en las regiones densamente pobladas a cada familia se le daba la superficie de unos cuantos centenares de metros cuadrados, totalmente insuficientes para fundar una hacienda campesina. Después de esa distribución entre los lugareños, las tierras remanentes deberían adjudicarse a los voluntarios de guerra.

Se consideraba como voluntarios a las personas procedentes de los territorios de la ex Austria-Hungría y de Montenegro, los que prisioneros en el frente ruso o italiano. integraron el ejército servio o las llamadas "legiones yugoeslavas". Se las clasificó en combatientes y no combatientes. A los primeros les correspondía la extensión de 8 jutro y 3/4 y a los segundos 5 jutro. Los certificados correspondientes los expedía el Ministerio de Guerra de Belgrado. Las autoridades que se ocupaban de la reforma agraria no estaban autorizadas a discutir su veracidad. Los voluntarios eran casi exclusivamente de nacionalidad servia. "Entre ellos no había diez familias croatas, como a posteriori pudo averiguarse cuando se intentó revisar la reforma agraria en el segundo semestre de 1925 y durante 1926. En 1923 el número de los voluntarios verificados de ese modo era 26.817 [9].

De acuerdo a posteriores enmiendas, los colonizadores eran quienes se radicaron en la tierra de los voluntarios que no lo hicieron o vendieron su derecho. Dichos colonizadores eran generalmente parientes o vecinos de los voluntarios servios, vale decir, también servios.

La ley de reforma agraria resolvía también el problema de la indemnización por la tierra expropiada. Los campesinos croatas, interesados agrarios, debieron pagar la compensación a los propietarios en cuotas por diez años. El precio debía establecerse conforme al ingreso neto catastral de la tierra. Los voluntarios, es decir los servios, recibían la tierra gratis. La indemnización la pagaba el Estado con bonos sorteables en los años sucesivos, a cargo del presupuesto nacional.

En virtud de leyes especiales, los colonizadores voluntarios (servios) estaban exentos del pago de impuestos municipales y estatales durante diez años. En cambio, los interesados agrarios croatas abonaban impuestos tanto por la tierra que poseían anteriormente como por la adjudicada.

De esa manera, el pueblo croata no sólo no entró en posesión de tierras expropiadas a los fines de la reforma agraria en su propia patria y según un módulo justo en relación a la minoría servia, sino que mediante los impuestos tuvo que pagar la compensación a los terratenientes para que los servios colonizasen su propia patria

El Dr. Milan Ivsic, en la obra precitada, trató de averiguar, según los datos oficiales, cómo fue repartida la tierra hasta 1923, es decir, hasta el año en que concluyó la redacción de su estudio.

En Eslavonia y con mayor precisión en la jurisdicción de la Delegación Agraria de Osijek (dependiente de la Dirección de la Reforma Agraria de Zagreb) y en la jurisdicción de la Delegación Agraria de Vukovar (dependiente de la Dirección de la Reforma Agraria de Novi Sad), Ivsic constató 7.253 voluntarios o colonizadores con 63.244 jutro del total de 162.193 jutro de las tierras expropiadas por el plan de la reforma agraria. Subraya a la vez que es imposible verificar la cifra exacta, pues el número de voluntarios premiados crecía diariamente.

En qué medida son inseguras las estadísticas, lo indica el ejemplo tomado del estudio de M. Stojadinovic, publicado en la revista Jugoslavenska Njiva en 1925 [10]. Este político servio estima en la página 288 que el número de los voluntarios no pasaba 7.339 y en la página 314, para el mismo período, afirma que la cifra de los voluntarios premiados ascendía a 10.112 y de ellos 7.540 radicados; en la página 377 se puede leer que el número de los voluntarios llega a 21.121, de ellos 11.009 lugareños y 10.112 forasteros.

El Dr. Mladen Lorkovic, especialista en demografía[11], trató de averiguar la magnitud de la colonización servia en relación con el censo de la población de Yugoslavia de 1931. Lorkovic concluye que el crecimiento de la minoría servia en Croacia no era natural, sino resultado de la colonización de los voluntarios y otros. En la jurisdicción de la Delegación Agraria de Osijek se establecieron 25 colonias de voluntarios e igual número en la jurisdicción de la Delegación Agraria en Vukovar. Se radicaron en total 8.000 familias con 20.000 hasta 25.000 personas. Del 1890 a 1910 la minoría servia en Croacia aumentó en 21.600 almas, de 1900 a 1910 en 26.800 y de 1921 a 1931 en 43.000. Si se toma en cuenta que la colonización empezó antes de 1921 y continuó después de 1931, con certeza obtenemos la cifra mencionada de los colonizadores servios en Eslavonia hasta 1931.

Sin embargo, con el censo de la población no es posible establecer el número exacto de los premiados voluntarios servios. Muchos no pudieron radicarse, ya que las áreas se transformaron en terrenos inapropiados para el cultivo a causa del abandono de los canales de desagüe, otros no se radicaron por no haber construido la vivienda y otros anexos. La estadística no pudo abarcarlos.

Sobre todo no se puede establecer mediante el censo el número de los voluntarios premiados, integrantes de la minoría servia en Croacia ni tampoco el área total de la tierra agraria, adjudicada a los servios.

A raíz de la revisión de la reforma agraria en la segunda mitad de 1925 v durante 1926 -de la que hablaremos en adelante- se estableció que en la jurisdicción de Osijek y Vukovar había 11.000 voluntarios y colonizadores servios, y eso en las tierras más fértiles de Croacia.

Según Ivsic, en ambas jurisdicciones hasta 1923 se expropiaron 162.193 jutro. Después no hubo más expropiaciones.

Las parcelas de los voluntarios tenían normalmente 8 y 3/4 Jutro y como excepción 5. Con ello más de la mitad de la tierra expropiada fue entregada al elemento servio, y de la mitad restante más del 50% lo recibieron nuevamente los servios, pues la adjudicación aquí era mucho más liberal y la distancia de las aldeas a la tierra expropiada se medía siempre a favor de las aldeas servias.

En Srijem, donde hay fuertes núcleos servios, en muchos lugares fueron adjudicados a los campesinos lugareños 2 Jutro por persona en lugar de uno. Los croatas de apellidos no eslavos, es decir los alemanes y húngaros croatizados, sencillamente no fueron tomados en cuenta. Allí donde había aldeas servias se trataba de adjudicar la mayor parte a los lugareños, y en las aldeas croatas reservar la mayor parte de la tierra a los voluntarios o sea colonizadores servios.

Las mejores tierras fueron entregadas a los voluntarios. Se llegó a tal extremo que se entregaba la tierra a los voluntarios en las regiones más densamente pobladas, lo que, en el año 1936, fue luego una de las causas de la revuelta campesina y la muerte de los voluntarios servios en Kerestinec cerca de Zagreb[12]. Incluso en los suburbios de Zagreb, capital de Croacia, los voluntarios servios fueron favorecidos en la repartición de las tierras expropiadas.

Un campesino de Valpovo describió al autor de estas líneas la aplicación de la reforma agraria en los siguientes términos

"Los campesinos de mi aldea antes de la reforma agraria trabajaban en el latifundio vecino, pues no tenían tierra propia suficiente. El trabajo en el latifundio era su principal fuente de ingreso. A raíz de la reforma agraria el latifundio desapareció de nuestro municipio catastral. Pero las tierras no se nos adjudicaron. Nos dijeron que estábamos lejos, mientras que los voluntarios, alejados 500 km no estaban lejos. Ahora estamos obligados a trabajar la tierra de los voluntarios como jornaleros. La reforma agraria creó nuevos terratenientes. Como trabajamos antes, lo hacemos ahora. Por otra parte, los nuevos propietarios no pagan impuestos municipales por estar exentos de ellos. Nosotros los lugareños debemos cargar con todos los gravámenes municipales. Si no cultivamos la tierra de los voluntarios, se taparán los canales y correrá peligro nuestra tierra propia. ¿A qué hemos llegado por haber sido integrados a Yugoslavia? Nos hemos convertido en los servidores de los extranjeros en nuestra propia patria".

III

Las consecuencias de semejante reforma agraria fueron funestas tanto desde el punto de vista socio-económico como nacional. En el aspecto económico, otrora feraces sembradíos que rendían en trigo de 12 a 17 quintales por un jutro, ahora daban un rendimiento muy bajo. Hubo casos en que ni para semilla daban.

No se tenía en cuenta la idoneidad técnica del beneficiario. Tampoco se examinaba si el beneficiario de la reforma agraria era derrochón, beodo o vago. Como ni la ley ni el reglamento lo tenían en cuenta, malas consecuencias no podían faltar.

La reforma agraria servia en Croacia, según su planeamiento y ejecución, privó al campesinado croata de la última posibilidad de asegurarse una vida mejor en su propio país mediante la colonización interna. Las últimas tierras disponibles fueron entregadas, mayormente, a los servios.

El pueblo croata recibió de la reforma agraria sólo un hueso como perro y eso en su patria. Como consecuencia, se intensificó la corriente emigratoria a los países de ultramar, lo que Milan Ivsic, autor del estudio referido, expresó en su conmovedora dedicatoria en francés y en inglés[13].

La reforma agraria refleja fielmente la cruda realidad croata de entonces y es el punto clave de las relaciones croata-servias: la relegación premeditada y planificada del pueblo croata en el punto más sensible: obligarlo a abandonar sus hogares ancestrales y su patria.

Por ejemplo, en el distrito de Virovitica (Eslavonia), a causa de la colonización de los voluntarios el porcentaje de los croatas bajó del 80% a menos del 60%.

En cualquier análisis serio de las relaciones croata-servias en Yugoslavia no podría omitirse la mención de esos hechos. Asimismo debería tomarlos en cuenta cualquier foro internacional que se ocupa de la problemática yugoeslava. La colonización artificial de los servios en el territorio nacional croata mediante la reforma agraria adquirió tal proporción que amenazó el carácter croata de algunas regiones de Croacia.

Esta sola razón sería suficiente para que Croacia se separase del conglomerado yugoslavo para convertirse en un Estado independiente y soberano[14].

IV

Tras varios gobiernos en los que la influencia servia era decisiva, pues los diputados croatas boicotearon la Skupstina de Belgrado, el 10 de julio de 1925 se formó el primer gobierno yugoslavo con la participación del Partido Campesino Croata, ampliamente mayoritario en Croacia. Ese hecho se produjo después de la visita del líder croata Esteban Radic a Londres, Viena y Moscú y al fracasar sus esfuerzos por restablecer la república independiente de Croacia mediante la presión extranjera sobre Belgrado. Los factores influyentes de Londres le aconsejaron reconocer la situación existente y participar en el gobierno con el fin de conseguir la igualdad del pueblo croata y los demás pueblos oprimidos nacionalmente con el servio.

En ese gabinete, de la cartera de la reforma agraria se encargó Pablo Radic, sobrino de Esteban Radic. Asumió este cargo importante en momentos que la reforma agraria se encontraba en la fase ya descripta precedentemente. Por iniciativa de Pablo Radic con motivo de la formación del gobierno se resolvió: se procederá a la revisión de la reforma agraria en el territorio nacional croata para reparar las injusticias cometidas contra los campesinos croatas, sean interesados lugareños, sean colonizadores de las regiones superpobladas. Las tierras serán adjudicadas a los croatas y a los integrantes de la minoría servia en forma proporciona, de modo que ninguna parte resulte favorecida ni relegada.

Era una posición justa.

Se resolvió también que el diputado nacional Jorge Basaricek seguiría con la selección de los futuros colonizadores en las regiones croatas superpobladas dentro del marco de la organización existente, "Gruda". De esa manera las regiones croatas superpobladas se beneficiarán de la reforma agraria. Al autor de este trabajo le fue confiada la ejecución de la revisión en Croacia.

Pablo Radic y Jorge Basaricek consideraban que la participación croata en los gobiernos de Belgrado sería superflua si no condujera a la reparación de las injusticias cometidas con la reforma agraria.

En efecto, nombrado ministro, Pablo Radic como primera medida dispuso la revisión de la reforma agraria, con el fin de recuperar la tierra de manos de quienes, según las normas vigentes, no pueden considerarse beneficiarios de la reforma agraria y las áreas así obtenidas deberían adjudicarse a los que fueron omitidos ilegalmente.

En esa tarea participó un equipo de jóvenes técnicos croatas, entre agrónomos, agrimensores, veterinarios, juristas con criterios claros y firmes, pues salieron del seno del pueblo que luchaba por su emancipación.

Las tierras quitadas a los terratenientes fueron adjudicadas gradualmente a las aldeas croatas. Se fundaron además dos colonias con gente procedente de las comarcas superpobladas que hasta entonces no participaron de la reforma agraria.

Sin embargo, contra esos procedimientos de las oficinas locales agrarias se levantaron todos los partidos políticos servios, primero los opositores y luego los que integraban el gobierno.

Un periódico provincial del gobierno atacó la revisión de la reforma agraria y propuso volar con dinamita la Delegación Agraria de Osijek. Su artículo fue reproducido por el diario Politika de Belgrado, en la primera página donde solía publicar sus artículos de fondo. Este principal diario de Belgrado, con pretensiones de observador imparcial y de amplios horizontes, apoyo siempre las aspiraciones granservias, parapetado tras su encubierta objetividad.

Yugoslavia durante los primeros siete años de su existencia llevó a cabo la reforma agraria en Croacia y no en Servia. Se fundaron 50 colonias servias en Croacia y ninguna croata. Politika durante 7 años no dijo una palabra al respecto. Empero, al fundarse dos colonias croatas en Croacia dio la voz de alerta de que los servios corren peligro. ¡A quienes se ocupan de la revisión de la reforma es preciso volarlos con dinamita!

Por último, hubo interpelación en la Skupstina: las tierras se quitan a los servios (sin mencionar, por supuesto, que les faltaban las condiciones previstas por la ley) y se entregan a los croatas que, como conjunto, son considerados "elementos anacionales".

El 1/2/1927 cayó el gobierno en que participó el Partido Campesino Croata. Su caída se debió a que los servios se oponían constantemente a otorgar la igualdad a los croatas en cuanto a la reforma agraria y en todos los ámbitos de la vida nacional.

Por esa razón la revisión de la reforma agraria, elaborada con tantos empeños y cuidados, no pudo llevarse a cabo en su totalidad. Además, la revisión practicada en forma parcial fue anulada en su gran parte por los gobiernos ulteriores.

No obstante ello la revisión de la reforma agraria servia dejó hondas huellas en el campesinado croata y un soplo revolucionario en la opinión pública.

El 20/6/1928 en el recinto del parlamento de Belgrado se cometió el asesinato organizado con la complicidad del mismo rey Alejandro de los diputados croatas Esteban Radic y otros. El asesino, diputado Punisa Racic, fue sorteado entre los diputados servios para cometer esa fechoría.

No es difícil pues darse cuenta por qué en aquella oportunidad asesinó precisamente a Jorge Basaricek y por qué gritó, a Pablo Radic, mientras lo acribillaba con balas mortíferas: "¡A ti justamente te buscaba!".



[1] Trátase de la Croacia septentrional regida por el ban (prorex) y la Dieta de Zagreb, que tras el retroceso de los turcos, o sea del siglo XVIII al XX, abarcaba la superficie de 43.822 km2. Estaba dividida en zupanie (comitatus) de Lika-Krbava, Modrus-Rijeka, Zagreb, Varazdin, Pozega, Virovitica y Srijem. El ban y la Dieta por sus facultades jurídico-estatales representaban la continuidad milenaria del reino de Croacia con los atributos de la soberanía. La aspiración principal del movimiento nacional croata durante Austria-Hungría era unir a todas las regiones croatas bajo el gobierno del ban en Zagreb, a saber Croacia-Eslavonia, Dalmacia, Bosnia, Herzegovina e Istria.

[2] Vieja medida para la superficie: jutro (yugada catastral) equivale a 7454 m2.

[3] Trátase del territorio que entre 1815 y 1918 era una de las provincias de la corona austríaca (Kronland), poblada casi exclusivamente por los croatas. Dalmacia fue la cuna de la monarquía medieval nacional croata que, en opinión del prestigioso historiador Domingo Mandic, ya en la Dieta celebrada en 753, en el campo de Duvno, en la actual Bosnia occidental, llegó a la organización completa con las leyes de carácter constitucional.

[4] Milan Ivsic, titular de la cátedra de la Economía Social de la Universidad y en la Alta Escuela de Ciencias Económicas y Comerciales de Zagreb, en su libro Les problemes agraires en Yugoslavie, con prefacio de Víctor Boret, Paris, 1926.

[5] El Reino de los Servios, Croatas y Eslovenos fue reconocido internacionalmente en virtud de los acuerdos de paz de 1919. El rey dictador Alejandro I de la dinastía serbia Karageorgevic abolió en 1929 la constitución y decretó que en adelante se llamaría Reino de Yugoslavia. Con ello se quiso borrar el nombre nacional croata. El Reino de Croacia, después de 1250 años de su existencia continua fue anexada a Serbia como un territorio más, dividido en pequeñas unidades administrativas, gobernadas en forma centralista desde Belgrado. El Reino de Yugoslavia se desintegró en 1941 y fue restaurado en 1945 por los comunistas como República Federativa Popular de Yugoslavia. Desde 1964 se llama República Socialista Federativa de Yugoslavia. Los comunistas, pues, conservaron el nombre Yugoslavia, impuesto por el rey dictador Alejandro.

[6] Ivan Mestrovic: Uspomene na politicke ljude i dogodjaje, Buenos Aires, 1961.

[7] "Dr. Ante Trumbic - Problem Hrvatsko-srpskih odnosa" - Munich, 1959.

[8] El Dr. Ante Pavelic, dentista, vicepresidente del Consejo Nacional en 1918, no debe confundirse con su homónimo, de profesión abogado, que fue el jefe del Estado Independiente de Croacia, 1941-1945.

[9] Dr. Milan Ivsic: o. c.

[10] M. Stojadinovic fue un funcionario influyente de la Dirección de la Reforma Agraria de Zagreb y uno de los principales actores de la colonización servia en Croacia.

[11] M. Lorkovic: Narod i zemlja Hrvata, Zagreb.

[12] En el proceso político incoado contra los campesinos croatas que tomaron parte en la rebelión el autor de este artículo actuó como defensor.

[13] "A mis amigos y hermanos croatas, apóstoles de una nación que ha emigrado a los Estados Unidos con el fin de preparar, con el sudor de su frente, un futuro mejor para su patria".

[14] Durante el proceso promovido por las autoridades comunistas yugoeslavas en 1959 contra Andrés Artukovic, ex ministro del Interior del Estado Independiente de Croacia, que tuvo a su cargo el juez Theodoro Hocke en los tribunales de Los Ángeles, la defensa lamentablemente omitió referirse a la reforma agraria llevada a cabo en Croacia por los servios. Era una ocasión muy propicia para brindar al eximio magistrado norteamericano la posibilidad de esclarecer también este aspecto de las relaciones servio-croatas como lo hizo en el plano político, económico y cultural. Dicho juez evidenció una capacidad excepcional de captar la realidad, de eslabonar las causas con sus efectos y seguramente en su sentencia absolutoria habría subrayado con mayor vigor que el restablecimiento de la independencia nacional croata en 1941 fue la consecuencia de una evolución natural. Ver acerca del proceso en Studia Croatica, 1960, Nº 1, pp. 94-95.