Vinko Nikolic: Dúga nad porusenim mostovima (El arcoiris sobre los puentes destruidos); Pred vratima domovine (En el umbral de la Patria)

Por Branko Kadic, Buenos Aires

 

Dúga nad porusenim mostovima (El arcoiris sobre los puentes destruidos). Buenos Aires, 1964; Pred vratima domovine (En el umbral de la Patria), Buenos Aires, 1966, pp. 416.

El problema de los exiliados políticos se remonta a los albores de la sociedad humana. Cuando el exilado es un escritor, un poeta (acordémonos tan sólo del profeta Jeremías, de Ovidio, de Dante Alighieri y de Unamuno) su destino se vuelva aun más trágico y su angustia crece. Sobre la poesía de los desterrados se ha escrito mucho. Así Albert Thibaudet, analizando la difícil situación de los exilados durante la Revolución Francesa, recalca: "Las élites exiladas viven trágicamente. Están obligadas a una vida dura, a una vida de aislamiento y humillación. Bajo la presión del extranjero y de distintas pruebas deben modificar sus puntos de vista anteriores, conocer otros o crear nuevos".

Entre decenas de miles de refugiados croatas, al término de la segunda conflagración mundial -cuando Croacia fue sometida al régimen opresor comunista e incorporada al conglomerado multinacional yugoslavo, sumida en terror y sangre a raíz de matanzas colectivas de centenares de miles de civiles y soldados desarmados, conocidas como la Tragedia de Bleiburg-, hubo también varios poetas que se radicaron en distintos países europeos y del Nuevo Mundo. Entre los que llegaron a las costas argentinas se encontraba el profesor Vinko Nikolic, hombre de múltiple acción, cuya obra poética y la actividad literario-cultural y editora queremos resumir aquí con motivo de su reciente traslado a París.

Vinko Nikolic nació en Sibenik, vieja ciudad de la costa adriática. Se recibió de profesor de filosofía y letras en la Universidad Nacional de Zagreb y en 1947, prófugo de la persecución comunista, se radicó en Buenos Aires. En Croacia había publicado tres libros de poesía (Los amaneceres primaverales, Las vías luminosas y Mi ciudad, esta última colección en el dialecto de su ciudad natal). En Roma, en 1947, vio la luz su libro La patria perdida, y en Buenos Aires La primavera violada (1947) y Plegaria por mi Croacia (1949). Sus poemas posteriores se hallan publicados en varias revistas y periódicos de los refugiados.

En 1964 salió su antología Dúga nad porusenim mostovima (El arco iris sobre los puentes destruidos). La selección estuvo a cargo del poeta y crítico literario croata Raimundo Kupareo, actualmente decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Católica de Santiago de Chile. Dicha antología abarca la producción poética de tres décadas, de 1934 a 1964.

Nikolic es, por excelencia, un poeta lírico, encuadrado en la corriente literaria croata de preguerra, de dúctil versatilidad, capaz de captar y trasmitir, en forma adecuada, sus propias vivencias y la angustia de toda una nación. Sus temas preferidos son la figura de su dulce y lejana madre, la patria cautiva, los sufrimientos de sus connacionales y el espectro de la muerte. Lejos de todo hermetismo y abstracción premeditados, su verso es diáfano y fluido, y su inspiración, por lo demás, sincera y espontánea. Nikolic escribió sonetos muy logrados. Su mundo poético está poblado de tiernas reminiscencias amorosas, de horripilantes escenas de la barbarie humana y, sin deseos vengativos, trasunta la absorbente nostalgia de un desterrado y de un hombre desarraigado. Prevalecen acentos doloridos; el poeta se debate entre la desesperanza y los nuevos amaneceres luminosos. En las últimas composiciones líricas, maduradas a la vera de la costa atlántica argentina, Nikolic, recurriendo a nuevos registros, logra un diapasón poético mucho más amplio, sustentado por imágenes y metáforas refrescantes.

Nikolic, buen conocedor de la poesía de Alfonsina Storni, tradujo al croata algunos de sus poemas representativos. Con la gran poetisa sanjuanina tenía en común la capacidad de vivificar, con pocas pinceladas policromáticas, determinados paisajes y el entrañable amor al mar y sus misteriosas sugestiones.

Aparte de su labor literaria, Nikolic desplegó una intensa y meritoria actividad en el campo cultural. En 1951 fundó el trimestral cultural-literario Hrvatska Revija (La Revista Croata) que desde entonces dirige y edita en forma ininterrumpida. Esta publicación nunca contó con el apoyo financiero o subvención de institución o fundación alguna. Gracias al empeño y esfuerzos perseverantes de su director, que la dotó de una amplia plataforma democrática, la Revista Croata se convirtió en verdadera atalaya literaria, cultural y política de los exilados croatas, dispersos por los cinco continentes. Su director, abierto a todas las inquietudes, logró la colaboración gratuita y el apoyo moral casi unánime de los intelectuales croatas emigrados. Su meta era: estimular la labor creativa de los refugiados, promover la cultura de su país, interpretar las aspiraciones del pueblo croata, impedido de expresarlas libremente, y contribuir a la liberación de Croacia. En sesenta tomos, ilustrados gráficamente, hay abundante y variado material, relacionado con el pasado y el presente de la nación croata y con los salientes acontecimientos en el plano mundial. La mayor parte de las colaboraciones está escrita en nivel científico, aparte de los aportes originales literarios y artísticos. La Revista Croata es la suma de los esfuerzos intelectuales de los exilados croatas y, al par, un foro de libre discusión dentro de las normas democráticas. Constituye y, a justo título, un orgullo para todos los croatas y una prueba, pese a las circunstancias tan adversas, de su madurez cultural y política. Cuadra destacar aquí que en cada número se publicaba el artículo de fondo en español y, reunidos, constituyen un compendio sobre los hechos salientes de la vida pasada y presente en Croacia y entre los exilados. La Revista Croata se honra de haber contado entre sus colaboradores con las eximias figuras del quehacer cultural y político argentino, a saber: Rvdo. Padre Franceschi, ex director del Criterio, José León Pagano, Julio E. Payró, Troiano Troiani, Alfredo Bigatti, Humberto Eduardo Cerantonio, Romualdo Brughetti y José Garo, ex cónsul argentino en Zagreb, capital de Croacia.

Nikolic, además de dirigir, redactar y administrar la referida publicación trimestral, y trabajar como un empleado subalterno en la administración pública argentina, fundó la editorial "La Biblioteca de la Revista Croata", evidenciando sus raras aptitudes de organizador y editor exitoso, sobre todo si se tiene en cuenta que su mercado es muy restringido. Hasta ahora editó trece libros, de esmerada presentación gráfica, y vale la pena consignar sus títulos y temas, pues son una prueba fehaciente de la capacidad de trabajo del editor y de la intensa labor cultural de los exiliados croatas. Pod tudjim nebom (Bajo el cielo extranjero), antología de la poesía de los exiliados croatas, Bs. As. 1957; Bez Povratka (Sin el retorno), cuentos de Antun Nizeteo, Buenos Aires, 1957; Dr. Ante Trumbic, estudio político del Dr. Ante Smith Pavelic, Munich, 1959; Pola stoljeca hrvatske politike (Medio siglo de política croata), estudio histórico-político de Jere Jareb, Buenos Aires, 1960, Uspomene na politicke ljude i dogodjaje (Recuerdos de hombres y sucesos políticos), memorias del escultor Ivan Mestrovic, Bs. As. 1961; Blagoslov zvijezda (La bendición de las estrellas), poemas escogidos de Raimundo Jupareo, Buenos Aires 1960; Sabrane pjesme Viktora Vide, colección completa de las poesías del malogrado poeta Victor Vida, Bs. As., 1962; Dúga nad porusenim mostovima (El arco iris sobre los puentes destruidos), antología de poesía de Vinko Nikolic, Bs. As. 1964: Put k Mestrovicu (Camino a Mestrovic), un ensayo sobre Mestrovic del joven escritor Zlatko Tomicic, Bs. As. 1965; Exodus, poemas de Luciano Kordic, Roma-Buenos Aires, 1964; I poslije nas ostaje tuga (Después de nosotros también queda la tristeza), poesías de Borislav Maruna, Buenos Aires 1964; y el último libro, al que nos referiremos a continuación, Pred Vratima Domovine (En el umbral de la patria), de Vinko Nikolic, Buenos Aires 1966.

El año pasado Vinko Nikolic visitó colectividades, instituciones y colonias croatas en Venezuela, Estados Unidos, Canadá y varios países europeos. El fruto de este largo itinerario, de sus encuentros y diálogos con las destacadas figuras del quehacer político y cultural entre los croatas, en el extenso reportaje titulado Pred vratima domovine (En el umbral de la patria), cuyo primer tomo acaba de salir de la imprenta. Nikolic, con el ameno relato de su itinerario, nos ofrece el panorama de la emigración croata, sus logros y aspiraciones inmediatas, sugiriendo a la vez lo que queda por realizar o lo que se omitió hacer. Las impresiones, apuntes y apreciaciones del autor se complementan con interesantes diálogos e intercambios de opiniones, mantenido s con personas de destacada actuación en el medio de los inmigrantes croatas sobre los problemas relacionados con la actualidad y con la acción futura. El fin que se persigue es la coordinación de todas las fuerzas intelectuales, morales y financieras para continuar, de modo más eficiente, la lucha por la liberación e independencia de Croacia, tanto en el plano cultural como político. Por otra parte, el libro que comentamos está salpicado de apuntes de un viajero poeta que en rápidas pinceladas nos brinda enfoques panorámicos, impresiones originales y tomas instantáneas de los países, modo de vida y costumbres de los países y ciudades que visitó (el presente tomo abarca únicamente Venezuela, los Estados Unidos y Canadá).

Quisimos, en rasgos sumarios, delinear la trayectoria fecunda y trazar la figura polifacética de Vinko Nikolic, feliz conjunción de auténtico poeta lírico, de hombre emprendedor, de constante animador, de promotor de la cultura croata e insobornable luchador por la independencia de su patria, quien, radicado en París ahora, se propone ensanchar aun más su campo de acción.