Bosnia y Herzegovina

 

Aportes al esclarecimiento del origen de la Primera Guerra Mundial

 

Studia Croatica - Edición Especial

Buenos Aires, 1965

EL FENÓMENO "GRUPO ÉTNICO" MUSULMÁN Y SU FUTURO

Algunos aspectos de la actualidad étnico-nacional de Bosnia-Herzegovina

FRANCISCO NEVISTIC

Resulta siempre tarea difícil captar la realidad en su presente. Especialmente para los que están acostumbrados a mirar y tener la visión de la realidad, sea en su totalidad o en sus fragmentos, como de un cosmos", de una realidad definitiva e inmutable, y no como de una cosmogonía" -realidad en movimiento, en transformación y permanente cambio-. El pasado lo contemplamos en sus formas concluidas, "definitivas", lo que nos proporciona los elementos de averiguación y de seguridad para nuestras conclusiones. El futuro, al contrario, se nos escapa, pudiendo apenas vislumbrarlo intuitivamente, sin seguridad de que los acontecimientos no nos desmientan. La realidad en el presente, por fin, es una realidad que es y no es al mismo tiempo, hallándose en pleno proceso de evolución. Lo que pretendemos captar como realidad actual, mañana ya no lo es, porque su actualidad entraña su superación y anhelo a ser otra cosa[1].

Las dificultades se multiplican aún más, si uno pretende captar una realidad humana en su presente. Al lado de las dificultades, digamos, lógico-cognoscitivas, surgen de otra índole: psicológicas, sentimentales, de intereses, prejuicios, etc. En casos similares, en consecuencia, hay lugar para la extrema precaución. Especialmente en cuanto a la posibilidad de múltiple reacción por parte de esa realidad humana viviente sobre la cual disertamos.

Con estas observaciones preliminares queremos formular algunos juicios sobre la realidad humana viviente en aquellas provincias, que el régimen comunista de Belgrado denomina "República Socialista de Bosnia y Herzegovina". Al hacerlas, queremos destacar nuestro máximo esfuerzo por servir a la más completa obietividad. evitando conscientemente distorsiones de toda clase que podrían ofuscar la verdad. Además, nos limitamos a considerar únicamente las "efervescencias", movimiento de integración en el proceso de formación de la conciencia nacional de la población de Bosnia-Herzegovina.

 

I

A qué pueblo-nación pertenece la población de Bosnia-Herzegovina? Nuestra pregunta resultará improcedente, extraña a cuantos desconocen la realidad. Bosnia y Herzegovina son dos provincias, que constituyen un "Estado federal" de Yugoeslavia; en consecuencia, su población no es yugoeslava? A tal interlocutor imaginario debemos contestar inmediatamente, que no existen una nación ni siquiera un pueblo yugoeslavos. Formal- jurídicamente sí, dado que la población de este Estado federal será supeditada al poder central de Yugoeslavia y su ciudadanía es yugoeslava. Pero étnica, cultural y políticamente las cosas son completamente distintas[2].

Los juristas y políticos saben bien, que, en rigor, no hay instituciones político-jurídicas propiamente dichas, si no descansan sobre la voluntad de los interesados. Eso especialmente en el ámbito doctrinario y la vida efectiva de la democracia moderna. Caso contrario tendremos apariencia, más nunca una verdadera realidad o institución político-jurídica.

Esto último se da en el caso yugoeslavo en todas sus dimensiones: le falta el elemento material, la voluntad de sus pueblos, que podría autorizarnos a admitir la existencia de la nación yugoeslava. Además, le falta por lo menos el libre consentimiento de un grupo humano para integrarse en una homogeneidad, que podría considerarse una nación in fieri, una voluntad común, que podría desembocar en la formación definitiva de la nación yugoeslava. Sustituyendo este elemento material de la voluntad por el elemento de obligación, por la imposición administrativa, por la violencia, el Estado yugoslavo resulta a todas luces un Estado pseudojurídico, una institución política en permanente conflicto con la voluntad de sus ciudadanos. En realidad Yugoeslavia es un Estado multinacional. El pueblo croata nunca aceptó libremente su existencia ni lo consideró la concreción de su derecho a la autodeterminación nacional. Lo mismo se puede decir de los eslovenos, los macedonios, los albaneses y los montenegrinos, como asimismo de las minorías nacionales húngara, alemán, rumana, etc.

Creemos haber dado a nuestro imaginario interlocutor la suficiente explicación, por lo menos teórica, que nuestra pregunta, a qué pueblo-nación pertenece la población de Bosnia-Herzegovina? no es improcedente.

Pero nosotros nos movemos firmemente también sobre el terreno de los hechos. Las estadísticas oficiales yugoeslavas confirman la justificación de nuestra pregunta. De acuerdo a ellas, hubo en Bosnia-Herzegovina en 1961 un total de 3.109.443 habitantes. De estos se han declarado serbios 1.406.057, croatas 711.655, musulmanes como "grupo étnico" 972.954.

Los serbios y los croatas de la región católica de aquellas provincias han alcanzado el estado de desarrollo de su conciencia étnica-conciencia nacional-, que podemos considerar como definitivo a esta altura de la evolución histórica, y el problema del "grupo étnico" hasta cierto punto queda abierto.

¿Qué es entonces este "grupo étnico"? Quiénes son étnicamente los musulmanes de Bosnia-Herzegovina? De dónde vienen históricamente y hacia que nación apunta el desarrollo de su conciencia de grupo?

Que hay desarrollo, basta decir que en las estadísticas oficiales yugoeslavas de 1953 hubo 998.698 "yugoeslavos de nacionalidad indefinida", y el "grupo étnico" no figuraba, mientras en las estadísticas de 1961 apareció la nueva categoría: "grupo étnico" con 972.954 almas y el número de "yugoeslavos nacionalmente indefinidos" se redujo a sólo 317.125 habitantes, cuya mayoría debe estar constituida por los musulmanes de Bosnia[3]. Hay proceso, pues, evolución, una superación del estado actual, la tendencia de cristalizarse en una individualidad étnico-política perfecta, en una nación.

Cómo es posible que en siglo XX, a menos de cien kilómetros de las orillas del Adriático, parte integrante del Mediterráneo, cuna de la cultura universal, haya un grupo humano "nacionalmente indefinido", carente de conciencia nacional?

Este "grupo étnico" vive en el corazón mismo de Croacia y, para explicar su fenómeno, es indispensable buscar su origen en la historia croata. No hay fenómeno actual que no esté firmemente concadenado con su pasado. Qué nos dice, entonces, el pasado de Croacia sobre este particular tan extraño?

 

II

EN un momento crítico, en el siglo VII, de la vida del Imperio Romano, Heráclito, basileus bizantino, invitó a los croatas, que vivían en aquel tiempo en la Polonia de hoy, a prestarle ayuda, atacando a los avaros, que tenían ocupada la Dalmacia romana, devastándola previamente. Como recompensa, les "prometió" a los croatas la posesión de Dalmacia en caso de conjurar el peligro avaro. Los croatas, asumida la tarea, vencieron a los avaros y se quedaron con las tierras hasta entonces romanas. Desde el primer momento Roma y Bizancio tratan de civilizar a sus nuevos huéspedes bárbaros, neutralizando así su agresividad y peligro, que en sus entrañas llevan todos los pueblos bárbaros. El cristianismo fue la gran fórmula y la doctrina cautivante, con la que el Imperio y la Roma cristiana civilizaban a los bárbaros, integrándolos a una comunidad más amplia, a la órbita de la civilización greco-romana, renovada y vigorizada por el cristianismo.

Se aplicó, repetimos, la misma táctica en el caso croata. Los documentos históricos registran el bautismo de los croatas ya en el siglo VII. Pero la cristianización del pueblo croata se completó recién en la segunda mitad del siglo IX. Los Papas Juan IV (640-642), S. Martín I (649-655), Eugenio I (655-656), S. Agatón (678-682), Nicolás I (858-876) y Adriano II (867-872) son los pontífices romanos propulsores de la evangelización del pueblo croata[4].

Resultará extraño, si afirmamos que justamente en ese período tomó su origen el fenómeno "grupo étnico" actual, que tratamos de explicar. A pesar de todo, nosotros vemos las cosas así. Las luchas políticas y religiosas, que encontró el pueblo croata en aquel momento dentro del Imperio romano y en el seno de la cristiandad, produjeron un dualismo dentro de su alma y en su historia. Dos hechos históricos fueron decisivos en ese sentido. El conflicto de carácter racial, político y cultural entre la población ilirio-greco-romana de las ciudades dálmatas y los nuevos dueños de la tierra adentro, los croatas bárbaros. El contraste y el odio político-nacional, con las debidas limitaciones del concepto, desempeñó un papel importantísimo. Los romanos, especialmente la jerarquía eclesiástica, intentaban imponer su superioridad, que era real, y su mando, y los croatas, a su vez, resistían defendiendo su individualidad, tratando de imponer sus costumbres, su idioma y sus hombres. Una parte, particularmente la clase superior, se conformó, asimilando nuevos ingredientes culturales, mientras la otra, especialmente la que vivía lejos de los centros de la cultura greco-romana, resistía repudiando cuanto venía de otras fuentes a borrar su estilo de vida, formándose así un estado psicológico de rebelión. En eso vemos el primer factor, que está en el origen del fenómeno "grupo étnico" en Bosnia-Herzegovina.

El segundo factor sería el conflicto político y político-religioso entre la mitad occidental y la oriental del Imperio romano que terminó en 863-924 en el cisma religioso, produciéndose una gran escisión en la cristiandad. El impacto de ese escándalo cristiano en el alma del pueblo croata podrá entenderse bien, si tenemos presente que el cisma de la cristiandad se operó coincidiendo con la cristianización de los últimos croatas de las regiones montañosas. Quienes, además, han estudiado el libro Cómo se hizo Europa, de Cristopher Dawson, advertirán que la vida auténticamente cristiana no había arraigado muy hondo en ninguna época de la vida de los pueblos europeos, especialmente entre la población campesina. Es lógico pues y de fácil comprensión, que el escándalo cristiano de aquel momento no pudo ser edificante para el fondo del alma todavía pagana de nuestros antepasados en las casi inaccesibles montañas de Bosnia. Si ellos no son mejores que nosotros ¿por qué tenemos que aceptar cuanto viene de ellos, renunciando a lo nuestro?, pudo facilmente surgir la pregunta en la mente de aquella población croata.

Pero estas conjeturas de carácter más bien teórico, son confirmadas por los hechos. La política practicada por Roma y Bizancio, enemistados formalmente por cuestiones religiosas y realmente por las de carácter político, aporta nuevos y decisivos elementos para ponderar nuestro lema. La historia nos enseña efectivamente que en dicho conflicto los obispos y la población romana de Dalmacia reconocieron la autoridad del patriarca bizantino, mientras los croatas con sus jefes políticos y espirituales permanecieron fieles al Papa. Recién cuando Basilio I Macedonio ayudó a que su favorito Sedeslao (877-879), asumiera la jefatura política de Croacia, los croatas por dos años reconocieron formalmente la autoridad de Bizancio[5].

Pero Branimiro, sucesor de Sedeslao, reconoció, junto con la población en forma solemne, la autoridad de la Santa Sede. Los obispos de las ciudades dálmatas y su población seguían siendo adeptos de Bizancio hasta 923 [6].

¿Por qué sucedió así? ¿Es posible que los croatas, semibárbaros y semicristianizados, fueran mejores cristianos que la población de las ciudades dálmatas con sus obispos? ¿O es un milagro carismático, signo especial del cielo para el pueblo croata? Nosotros descartamos semejantes suposiciones. Preferimos ver en esa actitud de los croatas de aquel tiempo un interés político-nacional. Si los "civilizadores" se inclinan por un bando en disputa, por Bizancio, los "bárbaros" al otro, el de Roma. Así acentúan su personalidad, conservan su peculiaridad nacional.

Los hechos confirman éstas nuestras conclusiones también. Aprovechando el conflicto Roma-Bizancio, los croatas solicitaron y obtuvieron de Roma un privilegio transcendental. Por no haber adherido con los obispos dálmatas al Bizancio, Roma fundó la diócesis croata en la ciudad de Nin, sede de los soberanos croatas, nombrando al obispo croata Teodosio, cuya jurisdicción se extendía por toda la Croacia, quedando la jurisdicción del arzobispo de Split y sus sufraganos reducida sólo a unas pocas ciudades, que formaban el tema bizantino, llamado Dalmacia. El Papa permitió también el uso del idioma croata en la liturgia. El obispo croata quedó directamente subordinado a Roma. Con ese privilegio, sostienen los historiadores, los croatas empezaron a crear en el nuevo ambiente su genuina cultura nacional. El Papa Juan VIII dice a propósito: "Nosotros reconocemos el mérito de los caracteres inventados por el S. Constantino... No es contrario a la fe ni a la doctrina cantar la santa misa y leer el evangelio en el idioma eslavo..." [7].

Tal situación cambió cuando los obispos y las ciudades dálmatas regresaron nuevamente bajo la jurisdicción de la Iglesia romana. El conflicto y la vieja disputa entre los croatas y los obispos dálmatas con su feligresía romana brotaron nuevamente con intensidad. Si los Papas premiaron a los croatas por su fidelidad, ahora deben castigarlos por su "herejía" e infidelidad, tal el lema de los obispos romanos de Dalmacia. El conflicto de intereses y de política se disfrazó de preocupación por la pureza de la doctrina cristiana. Denigraciones y acusaciones afluían continuamente a Roma. Los sacerdotes croatas y sus obispos son "heréticos". Detrás de su idioma "bárbaro" se esconden doctrinas contrarias al Evangelio, etc. Hay que prohibir el idioma eslavo en el culto divino y suspender la ordenación sacerdotal hasta que el sacerdote croata no dé suficiente prueba de conocer el latín.

A influjo de las denuncias, muy poderosas por cierto, el Papa Juan X convocó el concilio regional en Split (año 924), a pedido del arzobispo de dicha ciudad, que había regresado al seno de la Iglesia romana ese mismo año. El concilio tuvo que ocuparse del idioma croata en el culto divino y de la posición del obispo croata de Nin. La mayoría de los integrantes del concilio estaba constituida por los romanos, la cual condenó el uso del idioma nacional en el culto divino, disponiendo también la subordinación del obispo croata al arzobispo de Split. El mismo Papa reprochó al arzobispo de Split el tolerar el uso del idioma croata en la liturgia, y le escribe en 925..." sería feo y pecaminoso, si el hijo proceda de otra manera que su madre", considerando a los croatas como hijos y la Iglesia como madre.

El gran arqueólogo e historiador croata, monseñor Dr. Francisco Bulic, refiriéndose a los motivos de la convocatoria del concilio de Split, dice textualmente: "...en el último tiempo decayó la autoridad territorial de los romanos y del arzobispo de Split, porque los croatas tenían su propio y único obispo croata en Nin, quien tenía la palabra decisiva no sólo en la corte real, sino también en la abrumadora mayoría de la población dálmata. Los arzobispos de Split habían vuelto la espalda a Roma, inclinándose a favor de Bizancio. Por esa razón Roma hacia todos los favores al obispo croata... El idioma nacional en el culto divino, Roma y el obispo croata forjaron la unión del pueblo croata frente a los romanos"[8].

Es fácil comprender del texto citado que la nueva política inaugurada en Split no encontró eco favorable en la mayoría del pueblo croata. A pesar de haber sido reconocido y coronado por el legado papal, el rey croata Tomislav, en pueblo hubo fuerte resistencia a las decisiones del concilio. Algunos historiadores croatas ven en esa resistencia un verdadero movimiento nacional. Con la coronación de Tomislav se trató de mitigar la oposición. Hay que conquistar a los príncipes para imponerse al pueblo. Además se adoptó el viejo lema: Grecia capta captivum fecit captorem. Dalmacia latino-bizantina dominada tuvo que someter a los croatas, al dueño conquistador. El interés político de los romanos en las ciudades dálmatas y de sus obispos se encubría con el interés religioso. Además, dicho entre paréntesis, ¿cómo es posible que elementos que aceptaron el cisma durante más de veinte años, condenen ahora a los croatas, que permanecieron fieles a Roma? Desde ese momento, la oposición secular croata y su rencor reciben un nuevo y muy sensible alimento para su descontento.

La integración de una parte del pueblo croata en el nuevo ambiente greco-romano y en la civilización cristiana empieza a tropezar con serios obstáculos. Sólo la presentación por escrito y personal del obispo croata en Roma, inclinó al Papa a suspender las decisiones del concilio. Pero poco más tarde los papas Nicolás I y Alejandro II levantaron dicha suspensión, prohibiendo el idioma nacional, sometiendo al obispo croata al arzobispo de Split y suspendiendo la ordenación de los sacerdotes croatas hasta tanto comprueben conocer el latín. ¡Qué grande hubo de ser la amargura en el alma de los partidarios del movimiento de resistencia y de aquella humilde gente, que tenía afecto a sus sacerdotes, únicos portadores de la doctrina divina en su idioma nacional y únicos promotores de su cultura tradicional! Con razón acotan los historiadores croatas, desde entonces, la liturgia en idioma nacional se replegaba cada vez más al interior de Croacia[9]. Este interior de Dalmacia. donde se desarrollaba el conflicto en su forma más visible, pudo ser, en primer lugar, la Bosnia, de hoy día, natural retaguardia de Dalmacia.

Así, a nuestro parecer, los elementos semicristianizados, renuentes por su tradición, reciben a nuevos descontentos, acumulándose e intensificando un estado psicológico de resistencia y oposición, propenso a adquirir cuerpo histórico en forma de acontecimientos concretos.

En ese clima recíproco sobrevino la segunda mitad del siglo XI, acentuándose aún más la disputa. Los obispos dálmatas y sus secuaces romanos condenan y hasta encarcelan al obispo croata Ulf (Vuk), época en que interviene la gran figura del papa Gregorio VII. El era no sólo un gran eclesiástico, sino también un gran diplomático, combinando magistralmente todos los factores para defender su poder temporal y la unidad doctrinaria. Para ligar a los soberanos de aquella época al poder eclesiástico, Gregorio VII esbozó un plan general, perfeccionando el sistema feudal, cuyo centro y vértice era el Pontífice romano. Para alcanzar ese objetivo también en Croacia, Gregorio VII hizo concesiones al movimiento de resistencia croata: liberó al obispo croata, restableció la diócesis croata y permitió también el uso del idioma nacional en el culto divino.

Todo eso parece, a primera vista, incomprensible, casi contrario al gran plan del Papa para unificar las fuerzas temporales y espirituales de la Cristiandad, gravemente herida por la separación definitiva de la iglesia bizantina. Pero el Papa sabía bien a qué atenerse. Para apaciguar a las fuerzas centrífugas del "movimiento nacional" croata, tuvo que hacer concesiones en el campo religioso. Así resultaría más fácil someter la jefatura política croata a su voluntad y a la nueva política de Roma. En efecto, después de la muerte del rey croata Kresimiro, acaecida en 1075, subió al trono croata el candidato de los descontentos, el rey Slavic. Uno de los historiadores croatas más destacados, el Dr. F. Sisic, dice que eso ha sucedido "después de una revuelta". Gregorio VII, de acuerdo a su opinión, conocía bien al nuevo rey y sus inclinaciones, considerándolo inclusive "herético"[10]. Entonces, en 1075, sobrevino un acontecimiento de efecto y repercusión infaustos en toda la historia posterior de Croacia. En aquel año irrumpieron en Croacia desde Italia meridional los normandos, capturaron a Slavic, quien murió después recluso en un monasterio[11].

Sea como fuere, el Papa Gregorio VII corona solemnemente en 1076, por intermedio de su legado, al rey Zvonimir, adicto totalmente al Papa. Zvonimir luchó con armas junto al Papa contra sus adversarios germanos y se preparaba a emprender una cruzada para liberar el sepulcro de Jesús. Pero ahí encontró su fin trágico. De acuerdo a una Crónica del siglo XII, los partidarios del "movimiento nacional" se rebelaron contra el rey, negándose a ir a Tierra Santa y en un tumulto general lo mataron en 1089 [12].

Desde ese momento, el orden interno degenera y Croacia se vio obligada a concertar en 1102 un Pacto, llamado Pacta Conventa, con los húngaros, formando con ellos la Unión Personal. Bosnia no participa en ese convenio. Allí se refugian los nuevos descontentos de la política de la Unión con los húngaros. Los adversarios de los croatas, digamos mediterráneos, desde ese momento encuentran aliados en los húngaros, que durante siglos tratarán de disminuir los elementos de soberanía croata hasta proclamar en el siglo XIX la inexistencia del pueblo croata (Kossut). Y cuando aparecieron los primeros patarenos-bogumili en Dalmacia (Trogir y Split), ante la persecución del arzobispo de Split, se refugian en Bosnia, encontrando la protección del ban de Bosnia Kulin[13].

Con la llegada de los patarenos a Bosnia se inicia un efectivo distanciamiento de la población de Bosnia del resto de Croacia. La nueva doctrina cristiana herética encontró ahí terreno propicio. Las persecuciones y el odio seculares agruparon a todos los elementos descontentos, creando así el clima para una nueva confesión, coronación de su casi completa peculiaridad e independencia, sin tener nada que ver con Roma ni Bizancio. Los semicristianizados, los perseguidos y humillados por querer rendir el culto a Dios en su idioma nacional o por falta de suficiente enseñanza religiosa, fueron fácil presa de un nuevo credo. Rezar en su idioma en bosques y prados, sin templos costosos e idioma incomprensible. Una unidad, comunidad casi completa[14].

Esta doctrina neomaniquea constituía un gran peligro para la unidad del cristianismo. Para conjurarlo en las partes de Croacia, los Papas y los reyes húngaro-croatas, los primeros por motivos religiosos y los últimos más bien pon intereses políticos-porque los ban de Bosnia eran casi del todo soberanos-, emprenden guerras de exterminio contra los heréticos. Mas todos los esfuerzos o fracasaron o consiguieron éxitos a medias. Al principio, la nueva herejía la abrazó la "clase dirigente", pero después fue extendiéndose entre toda la población. Las presiones exteriores, las denuncias, las guerras y cruzadas, que se caracterizaron a menudo por su crueldad, aceleraron el despertar de la conciencia de una nueva comunidad, cuyos jefes políticos, los ban de Bosnia, que figuraban en primer lugar de la lista de los electores del rey de Croacia, se proclamaron reyes. Roma adopta nuevamente la probada táctica de atraer a los jefes políticos, ban y reyes, al seno de la Iglesia, esperando que la población seguiría a sus conductores. Pero, desgraciadamente, no se quedó en eso. La propagación del Evangelio por intermedio de la palabra pacífica de los franciscanos no bastaba. Hasta se obligaba a los banes y reyes bosníacos a convertirse al catolicismo y a perseguir a los heréticos a hierro y fuego[15].

Así se creó una vez más el dualismo entre la población croata, esta vez en Bosnia, causa principal de su caída bajo el avasallador poder islámico de los turcos. El penúltimo rey de Bosnia Tomás (1443-1461), bajo la presión de Papa y Rey húngaro-croata, decidió en 1459 desterrar a los patarenos-bogomili de su país[16].

El descontento y la división internos en Bosnia culminaron justamente cuando su unidad tuvo que ser más firme entre el inminente peligro turco. Por un lado el Rey y sus secuaces católicos, y por el otro los bogomili con gran número de jefes políticos y militares. La unidad no pudo restablecerse más ni con la coronación oficial del último rey de Bosnia Esteban Tomasevic (1461-1463), realizada por el papa Pío II. Por el contrario, el solemne acto pudo sólo acrecentar la amargura de los desterrados.

Conociendo bien la debilidad del país, los turcos penetraron en Bosnia, ocupándola sin resistencia, capturaron a su rey y lo decapitaron. En poco tiempo unos 25.000 patarenos abrazaron el islam[17] y Bosnia empezó así a distanciarse fatalmente del resto de Croacia. Durante más de cuatrocientos años de dominio turco, los ex bogomili, con la constante islamización del resto de la población de Bosnia, se convirtieron en los verdaderos sostenedores del poder turco en aquella parte de Europa. Los musulmanes bosníacos se convirtieron en un foco, en un núcleo de alimentación física e intelectual del Imperio otomano[18].

Tal el proceso que se caracterizó al principio por su oposición a la romanización, un proceso de resistencia conservadora de la individualidad nacional croata en su estado semipagano, por concurrencia de los factores imprevistos y prolongados que acaba de trocarse en la negación casi total de la individualidad nacional croata, que venía forjándose en el ambiente occidental. Lo que al principio parecía un movimiento de "resistencia nacional", involuntariamente, terminó por ser una de las más graves catástrofes del pueblo croata: el dualismo en el alma, credo religioso, forma de civilización y del territorio mismo de Croacia, su madre común.

Pese a todos los privilegios disfrutados en el Imperio otomano y de todas las luchas turcas contra los cristianos del Occidente, donde los demás croatas se desangraban contra los turcos y contra sus hermanos musulmanes de Bosnia, su conciencia nacional croata, o por lo menos la memoria, de haber sido una vez croatas, nunca pudo apagarse por completo[19].

III

DESAPARECIDO el Imperio otomano y ocupada Bosnia-Herzegovina (1878) por los generales croatas (Filipovic-Jovanovic) y sus soldados al servicio de Austria-Hungría, que a su tiempo fue una gran comunidad supranacional justamente en función de la defensa de la cristiandad frente a los otomanos, los musulmanes de Bosnia-Herzegovina empezaron a reflexionar, a buscar su propia ubicación histórica, nacional y poíltica. "Mientras la conciencia religiosa-destaca un historiador serbio-oprimía a la nacional y se identificaba con ella, no era posible unir a los croatas mismos, a causa de su separación en dos religiones: la católica y la islámica" [20](20). En más de cuatro siglos de lucha a muerte entre el catolicismo y el islamismo, la religión dominó todos los sentimientos del uno como del otro bando. Cristo y Mahoma ocuparon las conciencias y los corazones[21]. Pero una vez retirados los turcos, en Bosnia quedaron sus musulmanes.

Ellos hablan sólo el croata, con precisión, uno de sus dialectos más usados y exclusivamente usado por los demás croatas dentro de la comunidad linguística que suele llamarse la lengua croata-serbia o serbio-croata. ¿Quiénes somos nosotros? hubo de repetirse inevitablemente todos los días la pregunta en la mente de los intelectuales bosníacos musulmanes. Turcos evidentemente no somos, a pesar de que durante siglos nuestra suerte de grupo dependía del Imperio otomano[22].

Desde ese momento la mayoría de ellos declaran ser croatas. El proceso de la "recroatización" subjetiva empieza a ritmo acelerado, aun cuando no es tan fácil superar los obstáculos, acumulados durante siglos a raíz de las diferencias religiosas, de civilización y estilo de vida, lo que podemos denominar obstáculos internos, inherentes a la misma mentalidad de los musulmanes en Bosnia.

IV

DESPUES de la primera guerra mundial, en el parlamento de la recién creada Yugoeslavia, los diputados nacionales musulmanes de Bosnia se registran de nacionalidad croata[23]. En 1941, al proclamarse la independencia de Croacia, los musulmanes participan en la revolución, la defensa y la administración del flamante Estado croata con sumo entusiasmo, sacrificio y heroísmo. Esta última exteriorización libre de sus sentimientos y su conciencia nacionales croatas se produjo en el peor de los momentos, cuando el único privilegio que podían esperar era el de morir luchando por su patria Croacia. A pesar de todo, obraron así, sintiendo a Croacia como su madre "ab initio" [24].

Pero los serbios, dueños absolutos de Yugoeslavia hacen todo lo posible para impedir este proceso de "recroatización" subjetiva, lo que calificamos como obstáculos externos.

Los croatas católicos de Bosnia están claramente definidos, igual que los serbios. Obligar entonces a "los turcos" a pasar a la religión serbia nacional, o degollarlos, fue el propósito acariciado por los serbios desde mediados del siglo pasado con miras nostálgicas de expansión serbia hacia la Bosnia croata. En estos sueños e intentos de la expansión serbia hacia tierras croatas se halla el fondo del tremendo conflicto nacional croataserbio. La propaganda serbia invierte grandes sumas de dinero para convencer al mundo occidental que Bosnia histórica y étnicamente es tierra de los serbios[25], Pero la ciencia histórica desmiente cuanto venía pregonando arteramente dicha propaganda[26].

¿A qué se debe, ello no obstante, la existencia del "grupo étnico" actual ?

Con la proclamación de la independencia de Croacia, el proceso evolutivo de la conciencia nacional croata de los musulmanes de Bosnia resurgió con vigor.

Por ello los serbios actualizan su viejo plan de "degollar a los turcos"[27], Mediante el segundo plan -"la reforma agraria"-, los serbios despojaron de sus bienes en la Yugoeslavia monárquica, a la clase pudiente musulmana, obligando a un elevado número a emigrar a Turquía.

Con eso tampoco consiguieron su objetivo: crear la mayoría serbia en Bosnia y Herzegovina. Pero, al desatarse la segunda guerra mundial y al aceptar los musulmanes con entusiasmo la independencia de Croacia, el general D. Mihailavic, máximo exponente del nacionalismo chovinista serbio, dio prioridad al viejo plan serbio "degollar a los turcos"[28].

Terminada la segunda guerra mundial, Bosnia con Croacia entera se halló nuevamente bajo el poder del Belgrado. Allí se instaló un régimen de venganza. ¨Cómo protegerse de la nueva ola del exterminio? [29], Los musulmanes adoptan una forma de mimetismo político. Para "economizar" su sangre, no había que provocar a los serbios.

Para serbios no hay mayor provocación que la declaración musulmana de ser croatas. Por eso hay que volver a los viejos moldes históricos: musulmanes sin nacionalidad definida, bosniacos, grupo étnico, etc.

Serbia arriesgó el atentado de Sarajevo y provocó la primera guerra mundial para apoderarse de Bosnia, y ahora un millón de "turcos" se oponen como una fatalidad.

¿Por qué entonces no se declaran serbios? Porque no son ni se sienten serbios. Pero si no quieren ser serbios, tampoco pueden ser croatas, tal es la política actual de Belgrado. A pesar de que el "grupo étnico" no quiso declararse serbio en el momento del triunfo serbio después de 1945, que desmiente categóricamente esperanzas serbias, ellos todavía las abrigan, inventando siempre nuevos planes para concretarlas. Antes de resignarse ante ese hecho, los serbios instigan actualmente la "guerra fría" contra los musulmanes de Bosnia, para paralizar el proceso de evolución de su conciencia nacional croata. Como a su tiempo Kallay, ahora propagan ellos la idea de una "nación bosníaca". Ellos, como a su tiempo Kossut, político húngaro, quien en su nacionalismo más virulento llegó a negar la existencia misma de la nación croata, reconocen la existencia de las masas musulmanas, pero no les reconocen el derecho de autodeterminación. Los serbios sienten aquellas masas humanas como croatas y no pueden permitir que continúen desarrollando su conciencia nacional. Al completarse este desarrollo, la batalla serbia por Bosnia quedaría definitivamente perdida.

Todos los factores objetivos indican que los musulmanes de Bosnia-Herzegovina, el "grupo étnico" actual, son parte integrante del pueblo croata. El proceso histórico singular de su alejamiento del centro de la vida del pueblo croata había ya alcanzado su cima y el péndulo empezó a regresar a su centro original croata. Una vez depurada la idea de una concepción teocrática islámica, profundamente arraigada en el alma de los musulmanes de Bosnia, y a medida que se vaya acentuando el liberalismo y el racionalismo políticos -o mejor dicho, cuando se adopte en la política una orientación general "occidentalizante"- como por ejemplo en Turquía, desaparecerán las últimas reservas y vacilaciones tormentosas por adentro, obstáculos internos, como los denominamos, que todavía median entre ellos y el resto del pueblo croata, para que se declaren croatas a pesar de todo. La violenta interferencia serbia puede postergar, obstaculizar, más no impedir definitivamente que el péndulo vuelva a su lugar, previsto por la gravitación de las leyes naturales, históricas y las de la Providencia. El proceso de la "recroatización" subjetiva, de la formación de la conciencia nacional croata de los musulmanes de Bosnia-Herzegovina, del "grupo étnico", nos parece incontenible. La "cosmogonía" de los musulmanes de la República Socialista de Bosnia-Herzegovina" y, en consecuencia, también de aquella tierra, está en la gestación croata, creemos, inevitable.

Dijimos al principio que el futuro queda vedado a la vista de todos. Pero todos los factores controlables en el pasado y en el presente de este fenómeno, exótico por cierto, nos autoriza a suponer, a "profetizar", que su conciencia de grupo de hoy será la conciencia nacional netamente croata de mañana.

Buenos Aires.

 



[1] P. Teilhard de Chardin: El Porvenir del Hombre. Madrid 1962 DP. 21-36.

[2] "...no se puede considerar (al Estado yugoeslavo) como un Estado homogéneo con algunas minorías nacionales." Antes bien, se podría decir que tenemos un Estado, en que "la clase dominante de una nación (serbia) oprime a todas las demás nacionalidades". Así se expresó el Partido Comunista Yugoeslavo en el III Congreso 1923. El dictador Stalin, a su vez, polemizando con el secretario general del P. C. Yugoeslavo, el serbio S. Markovic, dijo en 1925, "que no se puede considerar el actual Estado yugoeslavo, resultado de la guerra y el terror, como una solución, el punto de partida y la base para la solución de las cuestiones nacionales. Si estalla la guerra o la revolución en Europa, es fácil que figure en el orden del dia la separación de los croatas y eslovenos". Cf.: Wissenschaftlicher Dienst Sudosteuropa, Nro. del 1/2/1960. El mariscal Tito en el VII Congreso de la juventud socialista yugoeslava, al hablar de la integración económica de las repúblicas populares y la formación eventual de una nación yugoeslava unitaria, dijo que la primera es natural y que debe realizarse sin perjuicio para la existencia de las nacionalidades. "Esta gente confunde la nación y el Estado", dijo textualmente. Cf.: Wissenschaftlicher Dienst Sudosteuropa. Nro. 2/3. año 1963, pág.33.

[3] "Politika", 1/2/1963, Belgrado y "Statisticki Godisnjak" (Anuario Estadístico) de 1961.

[4] J. Kocijanic: Pape i Hrvati, Zagreb 1925, pág. 7; Dr. D. Mandic: Bogomilska Crkva Bosanskih Krstiana, Chicago 1962, pág. 425.

[5] J. Kocianic: Op. cit., pág. 12.

[6] Dr. D. Mandic: Bosna y Herzegovina, Chicago 1960, pág. 371.

[7] J. Kocijanic: OD. cit.. pp. 16-17.

[8] J. Kocijanic: Op. cit., pág. 18.

[9] L. PEIROVIC: Krscani bosanske crkve, Sarajevo 1953: J.Kocijanic, Op. cit.. pág 20.

[10] De acuerdo a los recientes resultados científicos, es probable que el Papa tuviese sobrante razón. La historiografía anterior sostenía que los patarenos-bogumiles aparecieron en Croacia alrededor de 1200, pero el dr. Mandic, en su obra citada sobre este problema, ha comprobado en forma categórica su presencia ya en el siglo XI.

[11] He aquí el tema tan discutido entre los historiadores croatas. Unos, liberales, explotándolo contra Roma y la Iglesia, y otros negando categóricamente toda la responsabilidad del Papa en la aventura de los normandos y la muerte de Slavic. Con todas las reservas necesarias, hay que tener presente que justamente en aquellos años se produjo el cisma oriental en forma definitiva y que sus derivaciones fueron múltiples, no excluyendo sorpresas de ninguna clase.

[12] El hecho nunca pudo ser confirmado con seguridad por la ciencia histórica. Es interesante subrayar la afirmación de la Crónica, de acuerdo a la cual los promotores de la rebelión, el tumulto y el regicidio son continuadores de aquellos elementos "nacionales", que a su tiempo eran secuaces de Sedeslao, el más grande adversario de la politica de Roma en Croacia hasta aquel momento. Existe, pues, un hilo constante de oposición, muy interesante para nuestro tema.

[13] Prof. F. Racki en J. Kocijanic, Op. cit., pág. 24.

[14] D. Mandic: Bosanska Crkva i Bosanski Krstiani, pp. 424-432.

[15] D. Mandic: Op. cit., pág. 138-147.

[16] En gran contraste con la amplia tolerancia tradicional de los banes y reyes bosníacos. Mandic: op. cit., pág. 402.

[17] D. Mandic: Op. cit., pág. 422.

[18] V. Murvar: Hrvatska i Hrvati, Chicago 1953, pp. 68-70.

[19] D. Mandic: Bosna i Herzegovina, Chicago 1960, pp. 172-175; V. Murvar: Op cit., pp. 81-88.

[20] V. Bogdanov: Historia Politickih Stranaka u Hrvatskoj, Zagreb 1958, pág. 133.

[21] Sobre la relación entre la religión, la legalidad y la unidad de Estado, véase: Ortega y Gasset: Una Interpretación de la Historia Universal, Madrid 1960.

[22] Dr. Nasif beg Biscevic: Etnicka i nacionalna pripadnost muslimana Bosne i Hercegovine en "Hrvatski Kalendar", Chicago 1953, pág. 224, donde se dice textualmente: "Es un hecho histórico que los nobles croatas de Bosnia, prevalentemente patarenos y parcialmente católicos, abrazaron el islam al ocupar los turcos a Bosnia. Pasando al islam esos nobles aseguraron su posición de clase dominante, conservaron sus bienes y el uso de su idioma croata". Todos esos bienes esenciales estuvieron hasta entonces en constante peligro. (N. observac.) Además, el doctor Biscevic, amigo del profesor B. Zarnik, discutió largamente con él acerca de las características antropológico raciales de los musulmanes de Bosnia. El prof. Zarnik, autoridad en ese campo científico, ex profesor de la universidad en Estambul y después en Zagreb, afirmaba que los musulmanes de Bosnia, desde el punto de vista antropológico, nada tienen en común con los turcos. Sus caracteristicas raciales son idénticas a las de los católicos croatas de Bosnia. Prevalecen tipos altos, rubios, con ojos azules. Por otra parte, los musulmanes de Bosnia usaban la escritura bosancica, escritura que usaban también los franciscanos croatas de Bosnia. Los serbios, que llegaron a Bosnia recién con los turcos, usaban la cirilica serbia y un dialecto, que no es familiar a los católicos ni a los musulmanes bosniacos. La nobleza de los musulmanes de Bosnia es una prueba más de que no son turcos, siendo la nobleza hereditaria territorial un fen6meno social- jurídico típicamente europeo, y en aquella parte de Europa la encontramos sólo en Croacia".

[23] D. A. TOMASIC: Sobre la nacionalidad de los musulmanes en Bosnia y Herzegovina, Studia Croatica, año II, Nos. 2- 3, pp. 174-180.

[24] Dora Milenowa: Die Lage der Kirchen in Jugoslavien en West-Ost-Berichte, Vlotho 1958, número nov./diciembre, pág. 194, dice textualmente: "En la monarquía yugoeslava ( 1918 - 1941), oprimidos por las ambiciones hegemonistas serbias, los musulmanes de Bosnia se orientaron hacia los croatas, lo que les valió la atroz venganza por parte de los nacionalistas serbios chetniks..."

[25] D. Mandic: Rasprave i prilozi iz stare Hrvatske Povijesti, Roma 1963, pág. 491-2.

[26] D. Mandic cita a un catedrático serbio de la Universidad de Belgrado, quien reconoció que en la época anterior a la llegada de los turcos a Bosnia no hubo en aquella tierra greco-orientales, es decir, serbios. (Bosna i Herzegovina, Chicago 1960, pág. 458).

[27] Ivan Mestrovic: Uspomene na politicke ljude i dogadjaje, Buenos Aires 1961, pp. 73-74.

[28] Ivo Omrcanin: Istina o Drazi Mihailovicu, Munchen-N. York, 1957, pág. 171 y 174.

[29] Dora Milanowa: Op. cit. pág. 194.