SOBRE LA NACIONALIDAD DE LOS MUSULMANES EN BOSNIA Y HERZEGOVINA

Dinko Tomasic

Studia Croatica, volumen 3-4, 1961

I

En el censo de población de Yugoeslavia efectuado en 1948 la mayoría abrumadora de los musulmanes de Bosnia-Herzegovina declaró sólo su filiación religiosa, mas no la nacional. Los motivos de semejante actitud de las masas musulmanas son de carácter histórico y político. El nacionalismo - postulado de un grupo étnico para su afirmación cultural e independencia política-, si bien fenómeno conocido en la historia, tomó mayores proporciones apenas en el siglo XVIII. La disgregación definitiva del sistema feudal y de los vestigios feudales, la institución de Estado con el papel preponderante de la clase media, especialmente de la nueva inteligentsia, intensificaron los postulados para la independencia y la afirmación política nacionales. Los intelectuales, identificándose con el grupo étnico propio, habían formulado ese tipo de nacionalismo. Los intelectuales han definido las ideas acerca de las particularidades nacionales del grupo respectivo, sobre sus valores culturales y sus aspiraciones, asumiendo la dirección de dicho grupo en la lucha por su emancipación política, presupuesto esencial de su desarrollo cultural y su aporte cultural a la humanidad. En consecuencia, el nacionalismo concebido en esos términos fue determinado por disgregación del sistema feudal y por la formulación de la ideología nacional por parte de los intelectuales.

Es comprensible, pues, que el nacionalismo se desarrolló por etapas y en décadas diferentes en distintos grupos étnicos, según se producía la desintegración del sistema feudal (o colonial) y a medida que se formaba la inteligentsia nacional, que se identifica con su pueblo y propaga una ideología nacional peculiar. De lo que resulta también que el nacionalismo, interpretado en este sentido, se extiende de arriba hacia abajo, es decir, de un grupo de intelectuales, relativamente restringido, que formula la ideología nacional, esa ideología penetra a las amplias capas populares, gradualmente y a menudo a ritmo lento. La rapidez y la hondura con que la conciencia nacional prende en las masas populares depende de las circunstancias existentes, como ser opresión o dominio por un país extranjero, identificación de la religión con la nacionalidad o ausencia de esta identificación; grado de las identificaciones regionales y locales; grado de la conciencia política, alfabetismo desarrollo de las vías de comunicación y de otros medios de transporte rápido y no obstruido, etc. Uno de los problemas fundamentales de la ideología nacional es la superación de distintas identificaciones locales y emocionales y la formación de la conciencia nacional común, en base a los valores culturales comunes, a las experiencias históricas comunes, de las aspiraciones políticas y de otra índole comunes, asegurando y facilitando a la vez la afirmación y el desarrollo libre de los diversos grupos provinciales y religiosos dentro de la comunidad nacional.

Este tipo de nacionalismo cobrá empuje en la Europa Oriental y en los Balcanes a partir de mediados del siglo pasado, mientras que en ciertos países asiáticos y sobre todo en Africa, prendió apenas en el XX. La causa de ese atraso es que la desintegración del feudalismo y del colonialismo, como asimismo la formación de la clase intelectual con conciencia nacional se produjeron un siglo o más después que en la Europa Occidental. En algunas regiones de la Europa Oriental, de Asia y Africa, el nacionalismo pasa ahora por su fase inicial, pues la eliminación definitiva de los vestigios feudales, el colapso del sistema colonial y la formación de la inteligentsia nacional se verificaron muy recientemente. En esas condiciones, varios factores y en primer término la lealtad tribal obstruyeron el progreso rápido de la conciencia nacional común, conforme lo comprueban actualmente muchos casos ocurridos en los países africanos.

Por lo tanto, en nuestros tiempos de extinción definitiva de los vestigios feudales y del colapso definitivo del colonialismo, el índice más seguro para apreciar los problemas de determinación nacional de un grupo étnico en la actualidad o en el futuro próximo se refleja en la orientación de la inteligentsia, del grupo respectivo. Pues, tarde o temprano, esa misma identificación nacional se extenderá a las masas campesinas, obreras y burguesas. Y no precisamente porque las masas populares vean en su inteligentsia a los únicos y exclusivos líderes, que deben seguir a ojos cerrados, sino más bien porque esa inteligentsia, proveniente e identificada con un determinado grupo étnico, enarbola la ideología nacional concordante con los valores culturales y otros de las masas populares con su manera de vivir y pensar, con sus aspiraciones y sueños, con su filosofía y ética, con sus creencias y esperanzas. La inteligentsia, es decir un grupo de hombres especializados en formular ideas, sabe expresar con palabras lo que el pueblo piensa y siente. O sea cuanto mejor la inteligentsia sepa expresar lo que las amplias capas del pueblo anhela y espera, con tanta mayor rapidez la ideología formulada será apropiada por el entero pueblo. Por eso cuando se formula una ideología, reviste suma importancia saber conjugar las tradiciones locales y otras con los valores y aspiraciones nacionales, como asimismo saber integrar las lealtades locales a la adhesión nacional.

Si desde este punto de vista analizamos la situación de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina, veremos que ya a fines del siglo pasado empezó a formarse la inteligentsia, que formuló su ideología nacional y que dicha ideología se extendía y penetraba paulatinamente en las masas de la población musulmana. Los factores históricos y políticos retardaron ese desarrollo sin detenerlo. Sin embargo esa evolución retardada era causa de la confusión y el desconocimiento que había en el extranjero respecto a los musulmanes de Bosnia y Herzegovina.

El Reino de Servia perseguía en su política expansionista antes de la primera guerra mundial la anexión de Bosnia y Herzegovina y se esforzaba por propagar en el mundo occidental la idea de que los musulmanes de dichas provincias eran, desde el punto de vista nacional, servios y que, por consiguientes, Bosnia y Herzegovina pertenecían a Servia. En aquel tiempo los intelectuales croatas no tenían posibilidad de desmentir esa propaganda en el extranjero, pues no disponían de representaciones diplomáticas y otras instituciones de propaganda exterior, como era el caso del Reino de Servia. Además, en aquel tiempo las potencias occidentales se mostraban benévolas con respecto a las aspiraciones expansionistas de Servia, a causa de la situación internacionales de entonces, dominada por el conflicto entre los Aliados (Inglaterra, Francia y Rusia) y las Potencias Centrales (Alemania y Austria). Apenas después de la primera guerra mundial, lo mismo que hoy día, todos los hombres de ciencia objetivos y demás hombres públicos en el plano internacional, se dieron cuenta de que los musulmanes de Bosnia y Herzegovina no se sienten servios. ¿Se sienten croatas o tal vez "yugoeslavos"? En cuanto al "yugoeslavismo" o "la conciencia nacional yugoeslava", se sabe en general que esa ideología fue desechada por completo, pues distintos pueblos sureslavos (croatas, eslovenos, búlgaros, macedonios, servios, etc.) son pueblos completamente diferentes entre sí. Cada uno de esos pueblos se formó de modo diferente, en condiciones distintas y bajo influencias diversas; cada uno fraguó durante siglos su propia individualidad cultural y, por fin, su profunda conciencia nacional, que exige su Estado nacional y, por lo tanto, no pudo diluirse en el "yugoeslavismo". Por la misma razón los musulmanes de bosnia y Herzegovina no pueden ser "yugoeslavos". En consecuencia, la respuesta adecuada a la cuestión planteada acerca de la filiación nacional de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina se obtiene al verificar los sentimientos y las exteriorizaciones nacionales de la inteligentsia musulmana y comprobar si su afiliación nacional concuerda con los valores culturales, los sentimientos y anhelos de la población musulmana en Bosnia y Herzegovina. En la historia de la formación de la conciencia nacional de todos los pueblos, los escritores, poetas e historiadores han jugado el papel más importante. Veamos pues, qué sentimientos nacionales expresaban los escritores y poetas musulmanes. En primer término, se servían casi exclusivamente de letras latinas y no cirílicas. Escribían en el idioma y en el estilo literario croata y no en el idioma y el estilo en que solían escribir los escritores y poetas servios. En la mayoría de los casos manifestaban su nacionalidad croata y no servia, considerándose parte integrante del pueblo y de la literatura croatas, a la que contribuyeron en forma apreciable. Considerábanse llamados a cumplir una misión especial en el pueblo croata y en el mundo occidental: aunar los valores culturales del Occidente y el Oriente. Así, por ejemplo, el conocido poeta musulmán Safvetbeg Basagic, escribía: "Los sonidos del idioma croata pueden ennoblecer y unir al Oriente y el Occidente, el corazón y la mente."

Estas palabras fueron citadas abundantemente entre los musulmanes y tomadas como lema en la revista Osvit, de Mostar.

El mismo caso lo tenemos ahora, prescindiendo de los raros individuos que por oportunismo y provecho material se orientan hacia los que detentan el poder teniendo en cuenta que todo el poder, tanto en la Yugoeslavia comunista como en la monárquica, estaba y quedó en manos de los políticos profesionales servios, es digno de elogio que muy escaso número de los intelectuales musulmanes sucumbió a las promesas seductoras. Así. por ejemplo, hoy, como en la Yugoeslavia monárquica, los jefes religiosos musulmanes, ulemas, destacadas personalidades y profesores, salvo contadas excepciones, subrayaban y siguen subrayando su conciencia croata, pese a que los círculos gobernantes miraban con suspicacia esa actitud y casi la equiparaban, antes y hoy con la traición. Miremos asimismo de qué lado estaban los líderes políticos de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina en el comienzo del Reino de Yugoeslavia, en la época en que la afiliación nacional era tolerada, pese a las presiones de orden político y psicológico. En los comicios del año 1927, de los 17 diputados nacionales de la población musulmana de Bosnia y Herzegovina, 11 se declararon croatas, 5 indefinidos o se declararon así y uno solo se declaró servio, no obstante que las posibilidades oportunistas y, ventajas económicas al identificarse con los servios eran tan grandes en la Yugoeslavia monárquica como lo son hoy bajo el régimen comunista. Svetozar Pribicevic, destacado líder de la minoría servia en Croacia, gran nacionalista servio y uno de los fundadores y forjadores del Reino de Yugoeslavia, se percató con claridad del grado de la conciencia nacional de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina y en su libro sobre la dictadura del rey Alejandro, escribió:

¿Donde computar a los musulmanes bosnios que se disputan croatas y servios y que hablan el idioma literario y llegan a 700.000? Sus intelectuales en su gran mayoría son de origen croata. Las masas populares, en todas las acciones políticas, andan a ciegas tras los intelectuales. Aquí no cabe engaño alguno. Particularmente, el sistema hegemonístico de Servia - según el cual todo el poder estatal está en manos de los servios, es decir, de sus representantes, sin estar autorizados para ello- motivó que los musulmanes bosnios se identificasen totalmente con los croatas en sus aspiraciones y enfoques del porvenir[1].

Como se colige de la cita anterior, Svetozar Pribicevic percibió con perspicacia que la hegemonía intensifica los sentimientos latentes, favorece la integración de los grupos étnicos oprimidos y fortalece su conciencia nacional. Si los sentimientos latentes y los valores culturales de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina hubieran estado orientados hacia Servia, las masas populares musulmanas en dichas provincias se habrían identificado con la hegemonía servia, lo que les aportaría beneficios económicos y políticos. Por el contrario, la hegemonía servia fortaleció sus sentimientos croatas y su conciencia nacional croata. Idéntico caso tenemos con la hegemonía de los políticos profesionales comunistas servios y los oportunistas, quienes gobiernan con métodos dictatoriales. Actualmente en Bosnia y Herzegovina, con mayoría musulmana y católica y minoría servia, el poder se halla íntegramente en manos de los comunistas profesionales servios, asistidos por un puñado de oportunistas católicos y musulmanes, desnacionalizados y orientados como "yugoeslavos" o servios[2].

Es evidente que esa hegemonía comunista, aún más brutal y patente que la anterior monárquica, fortalecerá los sentimientos croatas de los musulmanes en Bosnia y Herzegovina, provincias éstas que los musulmanes consideran su tierra natal, heredada de sus antepasados desde tiempos remotos.

La hegemonía de los políticos y oportunistas profesionales servio- comunistas en Bosnia y Herzegovina es continuación del irredentismo servio que inició su campaña propagandística en Bosnia y Herzegovina después del advenimiento de la dinastía Karageorgevich al trono servio. En esa propaganda, cuyo fin era la anexión de Bosnia y Herzegovina al Reino de Servia, desempeñó un papel particular la famosa organización terrorista y conspirativa servia "Unión o muerte", conocida también como "La Mano Negra". Dicho irredentismo hizo todo lo posible para granjearse las simpatías de los intelectuales musulmanes de Bosnia y Herzegovina, otorgando numerosas becas estudiantiles. Pues los propulsores de la idea expansionista gran-servia sabían muy bien que, no teniendo de su lado a la población musulmana, no podían arrogarse Bosnia y Herzegovina y proclamarlas provincias servias. Luego, cuando ni la propaganda ni las becas otorgadas surtieron efecto alguno, el irredentismo gran-servio recurrió a la mistificación, declarando que los musulmanes de Bosnia y Herzegovina eran "servios puros". Mas, si hubiese existido siquiera un destello del sentimiento latente pro-servio entre los musulmanes de dichas provincias, esos sentimientos se habrían manifestado en las circunstancias favorables. No sucedió así, sin embargo, ya que la mayoría abrumadora de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina, como queda dicho, no se declaró servia en los comicios, dirigidos por las autoridades comunistas.

II

Es un hecho comprobado en la psicología contemporánea que los sentimientos latentes y subconscientes, arraigados profundamente, irrumpen en los tiempos de crisis sociales, revueltas colectivas, revoluciones y guerras. En la segunda guerra mundial, e.g., los latentes sentimientos nacionales de la población musulmana en Bosnia y Herzegovina se manifestaron en forma inequívoca. Durante esa guerra, los musulmanes de Bosnia y Herzegovina, casi sin excepción, rehusaron participar como voluntarios en ninguna agrupación u organización nacionalista servia y menos, sobre todo, en las unidades de los chetniks, guerrilleros nacionalistas servios por antonomasia. Hubo algunas excepciones en cuanto a los guerrilleros comunistas, mas cabe subrayar que los musulmanes que peleaban en las filas comunistas, integradas mayormente por los servios, debieron ocultar su credo islámico y simular ser ortodoxos. Aun más, enteras aldeas musulmanas, incluyendo mujeres, ancianos y niños, fueron exterminadas y arrasadas por los chetniks.

El Dr. Zivko Topalovic, colaborador del general Draza Mihailovic, confirmó esas fechorías cometidas por los chetniks contra los musulmanes en su reciente libro[3].

Esos desmanes constituirían la reincidencia en el mismo crimen que después de la primera guerra mundial fue perpetrado con las indefensas poblaciones musulmanas, cuando los fanáticos ortodoxos incendiaron varias aldeas musulmanas degollando a sus moradores. Verdad es que tampoco los guerrilleros comunistas durante la segunda guerra mundial, pese a su presunto "yugoeslavismo", se comportaron mejor que los chetniks con los musulmanes. Ellos también exterminaban a la población musulmana sin compasión al topar con la menor resistencia, sin tener piedad con las mujeres ni con los ancianos. El escritor servio Branko Copic, en su reciente novela La pólvora sorda (Gluvi barut), relató con detalles y vívidamente la matanza de una aldea musulmana por parte de los guerrilleros comunistas, mientras que el político y escritor montenegrino Milovan Djilas describió en forma conmovedora en su libro autobíográfico Bezsudna zemlja (Tierra sin Justicia), Nueva York; 1959, la horrenda exterminación de la población musulmana por parte de los fanáticas ortodoxos. No cabe duda que en todos esos casos culminó el antagonismo secular, surgido de las diferencias religiosas y políticas entre los ortodoxos y los musulmanes.

Surge por sí mismo el interrogante: ¨Por qué los intelectuales musulmanes y las masas populares musulmanas se orientan nacionalmente hacia Croacia y no hacia Servia y por qué la presión oficial, varias promesas seductoras y la opresión brutal no han podido alterar esa orientación a favor de Servia) La respuesta a este interrogante la encontramos en la primera parte de este artículo. Es decir, únicamente aquella ideología nacional, concebida y formulada por los intelectuales en consonancia con los valores culturales, los sentimientos, las aspiraciones y los postulados de las amplias masas populares, puede tener éxito. Tomemos, por ejemplo, el nacionalismo servio. Uno de los rasgos fundamentales de ese nacionalismo es identificar religión con nacionalidad. En esa ideología nacional, al igual que en las ideologías de otros pueblos de la Iglesia ortodoxa oriental, religión, pueblo y Estado se identifican e integran completamente. Religión e Iglesia en esos casos cobran carácter de instituciones nacionales y políticas. Religión e Iglesia en esos casos deben estar completamente al servicio del Estado. Por eso, los servios denominan a su religión "servio-ortodoxa". Idéntico caso se da con la religión "ruso-ortodoxa", "búlgaro-ortodoxa", etcétera.

Los croatas no musulmanes que profesan el credo católico, ni siquiera pueden hablar de la identificación de religión con nacionalidad, puesto que la Iglesia Católica es por su ideología supranacional y universal.

Es de suma importancia destacar aquí que al identificar religión, Estado y nacionalidad, surgen tendencias a considerar a quienes no profesan la religión del Estado como elementos extraños, foráneos e inseguros, de cuya lealtad nunca se puede fiar por completo. Así, e.g., en el mencionado léxico de la élite de la "nueva clase" en Yugoeslavia, si bien ciertos musulmanes se declararon servios, el número de los musulmanes promovidos a la clase gobernante resulta muy pequeño en comparación con la fuerza numérica relativa de la población musulmana en Bosnia y Herzegovina y en Yugoeslavia en general. De los 6.000 nombres que contiene dicho léxico, corresponde a los musulmanes de Bosnia y Herzegovina sólo 115, o sea el 1,1%, mientras que por su fuerza numérica les correspondería por lo menos el 6%. En ese léxico figuran en total 182, o el 3% musulmanes de toda la Yugoeslavia, si bien por su fuerza numérica (cerca de 2.000.000) les correspondería el 12%. Lo que quiere decir que incluso en el caso de que un musulmán se declare servio o comunista, no se le considera del todo igual a los comunistas servios ortodoxos, quienes son los que realmente detentan todo el poder en la Yugoeslavia comunista.

Semejante discriminación origina forzosamente la intolerancia política y religiosa y hasta el fanatismo religioso y político. Huelga poner de relieve que las autoridades comunistas ni siquiera intentaron aminorar ese fanatismo religioso sino, por el contrario, procuran explotarlo para sus fines políticos e incluso agudizarlo. Textos los que se ocupan de los problemas del comunismo saben que el odio empecinado es uno de los instrumentos principales del poder político, de la propaganda y la guerra psicológica de los comunistas. Los manuales pedagógicos comunistas, así como su literatura y su ideología política, sostienen abiertamente la necesidad del odio. El concepto mismo y la práctica de la lucha de clases están impregnados de odio a los que no siguen el derrotero comunista. Pero, semejantes concepciones contradicen rotundamente los valores religiosos y éticos de los musulmanes, pues las musulmanes de Bosnia y Herzegovina acusan alto grado de tolerancia religiosa y de altruísmo. La tolerancia religiosa no se destaca únicamente en los principios del Corán, sino que se lleva a la práctica. Así, por ejemplo, en Bosnia y Herzegovina, dominadas varios siglos por los musulmanes, la población no musulmana no sólo no había disminuido sino que se incrementó. El mismo caso no se dio en Servia y Montenegro, cuando esos Estados fueron regidos por los gobernantes ortodoxos. En esos Estados, los musulmanes fueron eliminados paulatinamente desde fines del siglo pasado. El poema épico La guirnalda de montaña (Gorski Vijenac), considerado por los servios como una de las obras cumbre de su literatura, trata sobre la lucha y el exterminio total de la población musulmana. Njegos, autor de esa obra, era al mismo tiempo jefe religioso y el gobernante de Montenegro, país ortodoxo. Njegos estaba influido por la poesía épica servia, cuyos protagonistas son caciques, caudillos y haïducs (medio guerrilleros y medio bandidos balcánicos. N de la R.) y cuyo mérito principal era la lucha, sangrienta y cruel, con los "infieles" musulmanes. La poesía épica servia influyó también durante el romanticismo literario sobre el escritor croata Iuan Mazuranic, mientras componía su poema La muerte de Smail-aga Cengic, en el que idealizó a los combatientes por la ortodoxia y glorificó su lucha contra los musulmanes.

Desde el punto de vista de la antropología física y cultural, los musulmanes de Bosnia y Herzegovina pertenecen en gran parte al llamado "tipo racial báltico", con la característica pigmentación rubia. Al mismo tipo físico pertenece también la mayor parte de la población croata de distintas regiones. Asimismo, la cultura autóctona de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina pertenece al tipo agrícola (la cultura comunitaria), a la que pertenece también buena parte de los demás croatas.

Lingüísticamente, los musulmanes pertenecen al dialecto croata ikavski, que hablan únicamente los croatas en distintas regiones. Por otra parte, el arte popular de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina es idéntico al de los demás croatas. Para dar un ejemplo, las canciones populares musulmanas son en primer término de carácter amoroso, sentimental y humanista, dirigidas al ser humano y a la naturaleza. y luego, en orden secundario, de carácter heróico. El instrumento musical popular de los musulmanes como de la gran mayoría de los croatas es tamburitsa, lo que es comprensible, pues este instrumento es muy apropiado para expresar los sentimientos de amor y otras canciones, mientras que gusle (monocordio) es el instrumento popular idóneo para los cantadores y recitadores de las poesías épicas y leyendas. La organización social en el nivel popular de los musulmanes de Bosnia y Herzegovina se funda en los principios de igualdad, ayuda mutua, filantropía y de la dignidad humana, muy parecida a la cultura comunitaria que se mantuvo en otras zonas de Croacia. Dentro de esa cultura, las relaciones familiares, por ejemplo, son ordenadas según los principios democráticos, la mujer es muy estimada, el trato dado a los niños, ancianos y a todos los impedidos se funda en los principios humanitarios y de beneficencia.

Al igual que los demás croatas, los musulmanes de Bosnia y Herzegovina, desde el punto de vista cultural y político son mucho más afines al Occidente que al Oriente, conforme lo destacó ya Safvetbeg Basagic. Consideran que su papel histórico consiste en unir, en la frontera occidental del mundo musulmán, y como parte integrante del pueblo croata, los valores culturales del Oriente musulmán con los valores culturales del Occidente.

Indiana University, U.S.A.

 



[1] Svetozar Pribicevic, Dictadura del rey Alejandro, 2° edición, Belgrado, 1953, pág. 24.

[2] Ver los datos detallados en el ensayo del mismo autor Nueva Clase y Nacionalismo, publicado en el primer número de esta revista, págs. 61-77, 1960,

Según la estadística oficial de la Yugoeslavia comunista de 1948, en Bosnia y Herzegovina había 2.700.000 habitantes, aproximadamente. Según la filiación religiosa había alrededor de 1.150.000 miembros de la iglesia ortodoxa servia, o sea el 42%. Había 900.000 musulmanes o el 33 % y 700.000 católicos es decir, el 25 %. En cuanto a su orientación nacional, 100.000 de ellos, o sea el 9 %. se declararon como servios o como croatas. Las autoridades comunistas yugoeslavos, empero, procurando servizar a los musulmanes de Bosnia y Herzegovina, favorecen en todo aspecto a aquellos musulmanes, intelectuales y no intelectuales, que se declaran servios. Si analizamos el léxico biográfico oficial de la actual Clase gobernante en Yugoeslavia Ko je Ko (Quién es Quién) (Editores S. Jankovic y M. Mihajlovic, Belgrado 1957), que contiene la élite de la "nueva dase" veremos que allí figuran 115 musulmanes de Bosnia y Herzegovina. De ellos, 74, o sea el 64%, son musulmanes que se declararon servios.

[3] Z. Topalovic, Pokreti narodnog otpora u Jugoslaviji 1941-45, París, 1958. (Movimientos de la resistencia nacional en Yugoeslavia 1941- 45.)