CROACIA:
MITO Y REALIDAD
C.
Michael McAdams
[continuación]
La República de Croacia
El pueblo croata se declaró libre e independiente el 25 de junio de 1991. Un año después, virtualmente el mundo entero había reconocido a Croacia dentro de los límites designados en 1945. En su mayor parte, la frontera croata, de 1200 millas, se basa en antiguas fronteras que Croacia trajo consigo cuando se formó Yugoslavia en 1918. En aquellas áreas donde las fronteras cambiaron, Serbia ganó y Croacia perdió. A pesar de esta realidad fundamental, la República de Croacia no efectuó ningún reclamo territorial contra país alguno. Desde 1813, Serbia y sólo Serbia se expandió constantemente, en búsqueda de una "Gran Serbia" que se extendiera desde Bulgaria hasta el mar Adriático. Es una búsqueda que costó millones de vidas en el último siglo y medio y que ya causó el conflicto bélico más brutal en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Como en las anteriores guerras de agresión que llevara a cabo, Serbia fue premiada por su brutalidad, ya que la mitad de Bosnia le fue otorgada a la Gran Serbia en 1995 por la partición de Dayton.
La sed insaciable de Serbia
Aun con este precio, la insaciable sed que tiene Serbia por las tierras de otro no ha sido satisfecha. Después de que fuera firmada la partición de Dayton, y ya sellada "Yugoslavia", como la "Gran Serbia" se sigue llamando a sí misma, reclama el minúsculo istmo o prevlaka de Ogtra, una lengua de tierra de sólo 170 metros de ancho, ubicada a la entrada del puerto de Boka, Montenegro. Todo el puerto y la tierra que lo circunda fueron croatas durante siglos, pero el puerto fue dado a Montenegro después de la Segunda Guerra Mundial, y su población croata (que era mayoría en 1945) fue expulsada. En 1996, al igual que en 1918, las llamadas "Grandes Potencias" no podían comprender por qué Croacia querría mantener sus tierras fuera de las manos de Serbia y urgieron "negociaciones" para mediar la "disputa".
Prevlaka fue parte de la República de Ragusa (Dubrovnik) desde el siglo XV hasta 1808, y parte de Dalmacia desde entonces. En toda su historia, nunca fue parte de Montenegro o de Serbia, pero habiendo robado la Bahía de Kotor en 1949 y habiendo expulsado a su mayoría de población croata en los años subsiguientes, la pequeña península fue vista como una amenaza a la seguridad del puerto natural que sirve de base a la Armada "Yugoslava".
La realidad es que ni en el siglo XX ni en el pasado Serbia perdió un solo kilómetro cuadrado, en el mapa o en el terreno, a favor de Croacia o de Bosnia.
El sueño de Serbia de una "Gran Serbia" pasó a ser una pesadilla por cuarta vez en el siglo XX.
Es tiempo de dejar descansar a los mitos acerca de las fronteras de Croacia y de Bosnia que tratan de justificar esta pesadilla.
Edición
electrónica de Studia Croatica, 1998