A mediados de octubre de
1991, un nuevo frente aparece: el ex ejército federal yugoslavo, totalmente en manos
serbias y utilizando tropas montenegrinas, llega a las alturas de Dubrovnik y
comienza a cañonear impunemente la ciudad declarada años atrás como
"Patrimonio cultural de la humanidad". Esta ciudad histórica está
situada en el extremo sur del territorio croata. Tiene fronteras con Montenegro
y Hercegovina oriental. La inmensa mayoría de los habitantes de Dubrovnik son
croatas, por lo que no podía darse como pretexto de que había que dar
"protección" a una hipotética población serbia inexistente.
Desde hacía varias semanas,
reservistas montenegrinos habían atravesado toda Hercegovina, sembrando el
terror y la muerte entre la población croata y musulmana que encuentran a su
paso. Llegan finalmente a la costa y desde las alturas que dominan la ciudad, emplazan
sus cañones y comienzan a bombardear. Sus objetivos son primeramente los
hoteles que se ubican fuera de la ciudad histórica, a los cuales van
destruyendo sistemáticamente. Se unen a este ataque cobarde y brutal algunos
barcos de la marina de guerra que participa en el asedio de la ciudad. Su
objetivo primero es destruir la capacidad turística de sus habitantes. Pronto
las bombas comienzan a caer sobre el sector histórico de Dubrovnik, destruyendo
sus valiosos edificios y monumentos. La indignación ante tamaño atentado al
patrimonio cultural no solo de Croacia sino del mundo, conmueve a la opinión
pública mundial y a Unesco, la organización que había declarado a Dubrovnik,
"patrimonio cultural de la humanidad".
Esa era quizás la causa del
odio serbio que le lleva a intentar su destrucción. Dubrovnik representaba el
triunfo de la civilidad y la cultura, en oposición al lamentable atraso del
pueblo agresor. Su odio primitivo les hace igualmente agredir pequeños
balnearios costeros como Slano, en donde destruyen no solo sus casas y hoteles,
sino también un valioso bosque con especies protegidas, el Arboretum; desde la
costa de Slano, bombardean la isla de Šipan (shipan) y hunden a cañonazos al
barco que hace la línea regular entre Dubrovnik y las islas elafitas (Lopud,
Kolocep y Šipan). En esta última isla, sus habitantes dieron un ejemplo de
coraje y valentía, que tipifica la actitud de todo el pueblo croata ante la
agresión serbia: los pobladores de Šipan logran apoderarse de un puesto del
ejército federal instalado en una altura que domina la bahía. Sufrirán por
largo tiempo el bombardeo que desde Slano lanzan contra ellos pero no
permitirán el desembarco en la isla de tropas serbias.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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