Comenzada en septiembre de
1990, la rebelión de los serbios de la región de Knin, en Croacia, continúa
durante todo el otoño e invierno provocando diversos incidentes. Los alzados
siguen bloqueando caminos y rutas como así mismo los trenes de Split a Zagreb
por Knin ya no pueden circular. El 28 de febrero de 1991, la dirección de los
insurgentes, junto con proclamar la separación del territorio que controlan con
la ayuda del ejército serbio yugoslavo declaran su intención de ser anexados a
la república de Serbia, a Montenegro, y a los serbios de Bosnia. El objetivo es
que la Krajina se separe de Croacia en la medida en que ésta se separe de
Yugoslavia. En el momento en que la rebelión se extiende a Eslavonia oriental,
en donde los serbios son numerosos pero sin llegar a constituir mayoría en
ninguna de las comunas, incidentes más o menos graves se van sucediendo cada
día.
El 2 de marzo de 1991,
violentos incidentes estallan en Pakrac, Eslavonia occidental. Los serbios
quitan la bandera croata de la municipalidad y declaran no reconocer a las
autoridades de Croacia. Fuerzas policiales croatas intervienen y ocupan la
localidad para restablecer el orden. El ejército federal interviene y
simultáneamente desde Belgrado los medios de información del gobierno y del
partido socialista serbio dan la noticia de que fuerzas policiales croatas han
asesinado a once serbios y entre ellos a un sacerdote ortodoxo, entregando
incluso una lista con los nombres de los supuestos muertos. Todo es falso, ya
que ni siquiera hubo muertos, pero ya la noticia ha sido escuchada por los
miles de serbios que viven en Croacia y estos se convencen de que sus vidas
están en peligro en Croacia por causa de las nuevas autoridades croatas.
Rasković, uno de los líderes serbios habla de "declaración de guerra
al pueblo serbio" por parte de Croacia y del "comienzo de un nuevo
genocidio". La guerra psicológica contra Croacia, aparte de la guerra real
con tanques, aviones y cañones que empleará el ejército serbio yugoslavo, ha
comenzado.
Las primeras víctimas
caerán en el Parque nacional de Pl itvice. Esta magnífica atracción turística,
"la octava maravilla del mundo" como la llaman muchos croatas, con
sus numerosos lagos que descienden formando cascadas en medio de los bosques,
está situado en una comuna de fuerte mayoría serbia de Krajina, Titova
Korenica, y da también sobre otra mayoría croata, Slunj, pero el parque mismo y
la zona en la que se encuentra, no tiene más habitantes que los animales
salvajes como osos y venados, aparte del personal que trabaja en sus hoteles.
El 31 de marzo (un domingo de Semana Santa), un destacamento armado de
milicianos serbios llega a tomar posesión de los hoteles y de la dirección del
parque a nombre del "gobierno" de la Krajina. Un contingente de
policías croatas es enviado al lugar, en donde les reciben los serbios
disparando contra ellos. En el intercambio mueren dos serbios y un Croata.
Serán los primeros muertos de esta guerra de agresión y expansión iniciada por
los socialistas de Belgrado, impulsados por la presión ejercida en Serbia por
fuerzas anti comunistas, ideólogos fascistas, e incluso algunos monárquicos
nostálgicos, todos ultra nacionalistas, que esperan desbancar del poder a los
socialistas y llevar a cabo el programa del "Memorandum". Al día
siguiente de la "conquista" del parque nacional de Plitvice, llega el
ejército serbio yugoslavo para tomar posiciones e "interponerse"
entre los "beligerantes". Su presencia tiene por efecto inmediato de
sustraer definitivamente el lugar disputado a la influencia de las autoridades
croatas de Zagreb. Desde el mes de abril, bastaba a los serbios de provocar
desórdenes en esas regiones, para que de inmediato intervinieran soldados
federales con tanques y armamento desproporcionado, e impedir la actuación de
la policía croata y dejar el lugar bajo control de los insurgentes serbios.
Esta es la táctica que emplearán hasta agosto, ya que desde ese mes el ejército
intervendrá directamente en los combates y tomará en sus manos el control de la
guerra de conquista territorial. El 29 de abril, el ejército ocupa Kijevo, una
aldea croata situada cerca de Knin, de la que expulsa a la policía croata y
corta toda comunicación de este pueblo con el resto del país. Esta agresión
abierta del ejército serbio yugoslavo, despierta la ira en toda Croacia; y en
el puerto de Split salen a las calles a manifestar su indignación numerosos
miles de croatas que se congregan frente al cuartel general de la marina serbio
yugoslava. A principios de mayo, los enfrentamientos, atentados y disparos se
multiplican en diversos puntos de Croacia. El 2 de mayo, un policía croata
muere en Dalmacia, en Polaca, aldea croata en donde un grupo de chetniks
serbios ataca el cuartel de policía.
El mismo 2 de mayo en Eslavonia,
en Borovo Selo, pueblo habitado por serbios a orillas del Danubio (territorio
croata), se producen los primeros crímenes masivos. Un destacamento de la
policía croata llega para buscar a varios de sus compañeros que al parecer
están en poder de los serbios. Al entrar al pueblo y detenerse frente a unas
barreras levantadas para impedirles el paso, los policías croatas son recibidos
con una fusilada sorpresiva que provoca entre ellos trece muertos y otros
cuatro entre los civiles. La emboscada fue preparada especialmente para cometer
esta primera masacre contra los croatas, y como una advertencia para las
siguientes. Acto seguido, interviene el ejército "yugoslavo" ocupando
el pueblo y tres de los puentes sobre el Danubio; es una nueva región que escapa
a la soberanía croata.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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