"La no
alineación" define la política exterior de Tito que se ve impulsado a
buscar una línea innovadora como consecuencia de su ruptura con el bloque
socialista. Como Yugoslavia no pertenecía a ninguno de los dos bloques
políticos del mundo, Tito se apoya en los países extra europeos, aún no
llamados "tercer mundo", que luchaban aún por la descolonización. En
1954, Tito visita a Nehru en la India y toma contactos con otros líderes de
Asia y Africa. Después de la Conferencia afro-asiática de Bandung, en 1955, que
se pronuncia por la descolonización y contra los bloques militares, Tito reúne
en 1956 en la isla de Brioni la primera conferencia de los países no alineados.
Tito es, junto a Nehru y Nasser, el líder egipcio, uno de los fundadores del
movimiento de los países no alineados. El movimiento apoyará al FLN de Algeria
en su lucha por liberarse de la tutela francesa como también a otros
movimientos anticolonialistas en el mundo. Gracias a esta política, continuada
con perseverancia durante más de treinta años, Yugoslavia pasa a tener una
influencia a nivel mundial que no había tenido nunca antes y adquiere un
prestigio importante en todo el mundo.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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