Las relaciones entre Tito y
Stalin comienzan a enturbiarse con las primeras divergencias habidas entre
ambos en 1945 cuando Tito decide que ha llegado el momento de iniciar la revolución
proletaria en Yugoslavia, y esto sin pedirle el parecer a Stalin. Podría ser la
causa de la evidente falta de ayuda de Stalin a Tito durante la guerra y
también el rechazo por parte de Tito de someterse a la jefatura de
Mihailović el jefe de los chetniks. La hostilidad hacia Tito, llevó a
Stalin de proponerle a Pavelić el reconocer su gobierno en 1944. Esta
actitud poco amistosa de Stalin hacia movimientos revolucionarios socialistas
también se había manifestado con los comunistas griegos. Lo que prueba que los
comunistas rusos, más que luchar por el socialismo mundial, lo hacían por los
intereses geopolíticos de la nación rusa. Y en estos planes, no estaban
contempladas por el momento estas dos regiones, por lo que las revoluciones que
se llevaban a cabo en Yugoslavia y Grecia no concordaban con sus estrategias.
Después del ataque de
Hitler contra la URSS en 1941, Stalin contaba con la valiosa ayuda en armas por
parte de los Aliados, por lo que menos aún deseaba contrariarles apareciendo
como promotor de revoluciones anti burguesas. Curiosamente, será Churchill y no
Stalin el que dará su respaldo y apoyo en armas a las fuerzas de Tito, lo que
en la práctica significó que Inglaterra abandonara al rey Pedro II y que con su
ayuda facilitara aún más la llegada al poder de los comunistas yugoslavos en
1945.
Se dice que Churchill fue
influenciado en esta buena opinión sobre Tito, a través de un grupo de espías
que Inglaterra había enviado como consejeros a Mihailović para obtener
información sobre la situación en los Balcanes. Estos agentes secretos informan
a Churchill que el general monárquico-chetnik es poco inclinado a hacer la
guerra a los alemanes, y que el verdadero líder en la guerra de resistencia es
Tito. Se debe de tomar en cuenta que el agente secreto que los ingleses habían
enviado a reunirse con Mihailović, llamado Donald Mac Lean pertenecía en
realidad a un grupo de espías británicos que trabajaban para el KGB (espionaje
soviético). Así es como Churchill se decide y envía a unirse a Tito a su propio
hijo en 1944 más una importante ayuda militar.
En la Conferencia de
Teherán, Stalin y Churchill llegan al acuerdo de ayudar material y
políticamente a Tito que logra entonces un reconocimiento a nivel
internacional. En dicha conferencia habida en noviembre del 43, Stalin hace
saber a los Aliados su descontento por que éstos aún no cumplían su promesa de
efectuar un desembarco y así disminuir la presión de los ejércitos alemanes
sobre Rusia. Churchill y Roosevelt vuelven a prometer este desembarco tan
pronto puedan. En un primer tiempo se preveía de efectuarlo a través de las
costas croatas (Istria, Dalmacia, Rijeka). Dos ministros de Pavelić toman
contacto con los Aliados para facilitar este posible desembarco, por lo que
Pavelić habría estado en condición de volverse contra los alemanes y
apoyar a los Aliados. Cuando el proyecto es abandonado, los dos ministros son
asesinados. Se dice también que cuando los alemanes y Tito se enteran de este
proyecto, éste envía a Zagreb al comunista croata Hebrang, oficialmente para un
intercambio de prisioneros, pero que lleva la misión también de concluir un
pacto con los alemanes para impedir dicho desembarco a través de Croacia.
El interés de los alemanes
para impedirlo era evidente, encontrándose la frontera austríaca a tan solo 200
kilómetros, y para Tito, el posible desembarco le significaría el fin de la
revolución en Yugoslavia, ya que Pavelić sería reconocido por los Aliados.
La gran invasión aliada se producirá finalmente el 6 de junio de 1944 por las
costas de Normandía en Francia. Los Británicos al apoyar abiertamente a Tito
contra Mihailović, no abandonan aún totalmente al gobierno en el exilio
del rey Pedro II de Yugoslavia. Para Churchill, el rey era todavía un factor
importante para mantener en el futuro un sistema de gobierno yugoslavo acorde
con los intereses de Gran Bretaña y del mundo Occidental. Utilizando su
influencia, Churchill obliga a Tito y a Pedro II de formar un gobierno de
coalición en Yugoslavia, que existirá hasta las elecciones libres que se
realizarían después de la guerra.
Tito, que tiene ya en sus
manos el poder real en el país, pero como la guerra está aún lejos de terminar,
sabe que necesita de la ayuda Occidental y por lo tanto acepta la imposición
británica la que también apoya Stalin. Como jefe de gobierno es nombrado Iván
Šubašić (a pedido de Churchill), ex ban croata en 1939 y representante de
Yugoslavia en EEUU. Šubašić visita en el verano de 1944 a Tito quien se
encuentra refugiado en la isla de Vis, para los detalles del gobierno
provisorio que Tito acepta, sabiendo que él no tendrá mayores dificultades para
después de la guerra de mantenerse en el poder. Un gobierno común será creado
en marzo de 1945, en el cual Šubašić será nombrado ministro junto a otros
dos representantes del rey. Siendo Tito y el ministro ambos croatas, los
nacionalistas y comunistas serbios criticarán la composición de este gobierno,
diciendo que era un acuerdo entre croatas contra los serbios.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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