1943: nuevas ofensivas
alemanas
Para Tito y sus miles de
hombres en armas, 1943 será aún más difícil. Empezando el año, la suerte de la
guerra en general no estaba aún decidida, por lo que Hitler presiona a su mando
en los Balcanes para que hagan el máximo esfuerzo en aplastar la guerrilla
titistacomunista, pero también Churchill se afana en que la resistencia se
desarrolle aún más. Hitler ofrece una importante recompensa por la cabeza de
Tito y éste responde destruyendo más líneas férreas y dinamitando puentes.
La cuarta ofensiva alemana
para capturar o desalojar a Tito de Bosnia del Oeste y de la Lika comienza a
fines de enero de 1943: cerca de 60'000 soldados alemanes con tanques y
aviones, más alrededor de 40'000 soldados de sus aliados (ustachas, chetniks e
Italianos). El ejército de Tito, mucho menos numeroso, se repliega hacia el
sur, camino de Hercegovina, hacia el río Neretva, acompañado de miles de
civiles, muchos de ellos heridos, niños, mujeres, ancianos, que irán muriendo
víctimas del hambre, enfermedades y también por los bombardeos de la aviación
alemana. Ante la fuerte presión enemiga, los partizanos se repliegan en el
triángulo que forman Bosnia, Montenegro y el Sandjak. En el Neretva, los
Alemanes logran cercarlos, pero Tito consigue escapar con su Estado Mayor hacia
Bosnia del Este y Montenegro, dejando detrás suyo a varios miles de muertos
entre soldados y población civil, un gran número de ellos fallecidos a causa de
una epidemia de tifus. Los Alemanes, habiendo fracasado nuevamente en atrapar a
Tito, comienzan un mes después a preparar la quinta ofensiva contra los
partizanos. Una vez más estarán a punto de atraparle esta vez a orillas del río
Sutješka, en donde le tienen rodeado y sometido a un intenso bombardeo aéreo,
Tito escapa con sus hombres y se refugian en la ciudad de Foča (Focha) a
orillas del río Drina.
Una sexta ofensiva
efectuarán aún las fuerzas nazi, pero dirigida principalmente a eliminar a
pequeñas partidas guerrilleras a través de toda Yugoslavia. Los bombardeos, las
represalias contra la población civil y las ejecuciones de rehenes harán miles
de víctimas y de héroes populares, lo que no debilitará el ardor de lucha
contra los invasores, sino inflamarlo aún más.
A la capitulación de Italia
después del desembarco Aliado, más las derrotas alemanas en Rusia y de sus aliados
en los Balcanes, y el prestigio que Tito comienza a tener en Yugoslavia, hacen
que de más en más los chetniks, ustachas y domobranis croatas se le unan,
aparte que los partizanos aprovechan de apoderarse de una cantidad enorme de
armas que los ejércitos italianos han abandonado a fines de 1943. Tito dispone
así de un ejército aguerrido, audaz y bien armado.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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