La toma del poder absoluto
por el Rey Alejandro apoyado por la clase que detentaba el poder político y
económico en Belgrado, la "charchia" (Ćaršija=mercado,
negocios), hace subir rápidamente la cólera y la indignación entre las otras
nacionalidades y la mayoría de los partidos políticos. Esteban Radić, uno
de los más agudos críticos de la monarquía serbia y presidente del Partido
campesino croata, participa con su partido el 2 de febrero de 1919, dos meses después
de la firma de la Unión de Serbios, Croatas y Eslovenos en Ginebra, en una
reunión en la que se adopta la resolución de convocar a una Constituyente para
Croacia. El 3 de marzo, bajo su proposición, su partido adopta una resolución
en virtud de la cual el partido campesino croata no reconoce al nuevo régimen
de Alejandro I.
El 26 de junio de 1921, dos
días antes de la "constitución de Vidovdan", Esteban Radić hace
votar una "constitución croata" que se convierte en el programa de su
partido por una Croacia autónoma y por que no, independiente. En las segundas
elecciones generales del 18 de abril de 1923, el partido de Radić obtiene
el 93% de los votos en Croacia y se convierte en el líder indiscutido.
El 14 de abril de 1923,
Radić declara: "No se encontrará jamás a alguien entre nosotros
que diga que los serbios y los croatas son una sola nación. El verdugo y la
víctima no pueden hacer uno solo".
El Partido campesino croata había sido
fundado en Zagreb por los hermanos Ante (1868-1919) y Esteban Radić (1871-1928),
y su apoyo central eran los pequeños propietarios campesinos deseosos de
mantener la autonomía de Croacia, sin desdeñar el participar en una federación
yugoslava democrática y respetuosa de las naciones que hicieran parte de ella.
En 1924, Radić el líder del Partido campesino croata, a su regreso de un
viaje en que visita Moscú, Londres y París, es enviado a prisión por el déspota
Alejandro I, junto a numerosos otros responsables de su partido. En las
elecciones legislativas del 8 de febrero de 1925, que se desarrollan en un
ambiente de opresión y terror político, con cientos de muertos, el Partido
campesino obtiene el 100% de los votos croatas, ya que su líder Radić no
es solamente el jefe de su partido, sino que se ha convertido en el líder croata
de los jóvenes, estudiantes, intelectuales y de la pequeña burguesía croata.
Ante la inquebrantable firmeza de los croatas, Alejandro I que ha utilizado la
fuerza sin obtener los resultados esperados y teniendo en cuenta su fracaso en
las urnas, pone en práctica una serie de negociaciones y astucias intentando
comprometer a Radić ante los croatas y al mismo tiempo darse una buena
imagen de demócrata ante la opinión internacional.
Radić, estando aún en
la cárcel, sigue los consejos dados por algunos ministros occidentales y acepta
un compromiso con Belgrado. Solicita a su sobrino Pedro Radić, de
participar en el parlamento de Belgrado. El 17 de marzo de 1925, éste lee un
mensaje de Radić quien reconoce la dinastía de los Karageorgevich y la constitución
de Vidovdan a condición que ella sea modificada con el acuerdo de las tres
naciones: croatas, eslovenos y serbios. Radić, sale de prisión y es
nombrado en el gobierno de Belgrado como Ministro de educación. También aceptan
cargos en el gobierno el esloveno Korošec y el bosnio Spaho. Pero muy pronto
Radić renuncia a su cargo ante la arrogancia y soberbia de la monarquía y
sus aliados políticos serbios. Hace efectivo el abandono del gobierno, en
febrero de 1927. Distinta es la actitud del esloveno Korošec y del bosnio
Spaho, quienes continúan en el gobierno serbio-yugoslavo por las razones
siguientes:
a) Los eslovenos, en el
Imperio de Austria, no estuvieron reconocidos como una nación y nunca gozaron
de autonomía política como los croatas.
b) En Eslovenia no existía
ni una escuela y menos aún una universidad en lengua eslovena, al revés de la
lengua alemana que era obligatoria en la Administración eslovena.
Así, se comprende que los
eslovenos nada perdieron al entrar a formar parte del Estado de los Serbios, Croatas
y Eslovenos, sino al contrario, ganaron el derecho a ser reconocidos como
nación, a tener una enseñanza en lengua eslovena, la creación de una
Universidad eslovena, y el reemplazo de la lengua alemana por la propia en la
Administración. Convencidos de que el centralismo serbio no sería durable, los
eslovenos con Korošec, participan en el gobierno de Belgrado para proteger los
"intereses eslovenos" tanto en el plano político como también en el
plano económico. Esta posición será mantenida en la Yugoslavia de Tito hasta
1990.
Los musulmanes de Bosnia
con M. Spaho, no deseaban entrar en conflicto con la "charchia" de
Belgrado y Alejandro I por "razones históricas". Serbia, que soportó
cinco siglos el yugo otomano, al liberarse de éstos, inició en el siglo XIX una
guerra de "limpieza étnica" en su territorio, expulsando a todos los
"turcos" y destruyendo todas sus mezquitas. Para los serbios y la
Iglesia ortodoxa, todo lo que era musulmán tenía que ser "turco",
siendo que la mayor parte de los musulmanes son, sea albaneses, eslavos o
croatas de Bosnia. Vale decir, gente que vive desde hace más de mil años en las
"nuevas regiones" de la gran Serbia o del Estado de los Serbios,
Croatas y Eslovenos. El odio de los serbios hacia los musulmanes, después de la
independencia de Serbia en 1878, se manifestó en numerosas oportunidades y por
esta razón los musulmanes de Bosnia temían "progroms", represalias en
su contra, después de la ocupación de Bosnia por el ejército serbio en
noviembre de 1918.
La mayor parte de los
musulmanes que se declararán como croatas, crean un partido musulmán
"yugoslavo" y colaborarán con Belgrado hasta después de 1921 para
preservar el máximo de intereses de la población de Bosnia y no dar un pretexto
a los serbios para expresar su "odio histórico" hacia la población
musulmana. En 1927 por lo tanto, los croatas quedan solos en oponerse
directamente, junto al Partido comunista yugoslavo, al régimen dictatorial de
Alejandro I. El paso de Radić en el gobierno de Belgrado, será castigado
por el pueblo en las elecciones de septiembre de 1927, su partido perderá
numerosos puestos, principalmente en Zagreb, en provecho de Trumbić y Ante
Pavelić, el futuro jefe del Estado croata en la Segunda Guerra mundial.
Svetozar Pribičevič, el dirigente de la minoría serbia de Croacia, a
quien Alejandro I le agradece sus servicios, crea su propio partido en Croacia
y se aproxima a Esteban Radić, convirtiéndose así también en un decidido
adversario de la constitución de Vidovdan, y esto, por que Pribičević
se ha convencido que la política que aplica Belgrado; es tan nefasta para los
serbios de Croacia como para los croatas mismos, y para todos los pueblos del
nuevo Estado. Su agradecido rey Alejandro I, le hace meter en prisión de la que
sale gracias a la intervención del checo Masarik quien le otorga el asilo
político.
Para Alejandro I, las
inquietudes respecto al porvenir de su dinastía y el de la gran Serbia crecen
cada vez más. Después de fracasar en sus intentos de obtener la cooperación de
Radić, debe hacer frente a la agitación sindical y la acción clandestina
del Partido comunista yugoslavo, radicalización de otros partidos políticos,
dificultades en el plano económico y social y para colmo de males, la muerte de
su viejo ministro Pašić en 1926. Sus únicos sostenes son aparte del
Partido radical serbio, el ejército y la policía serbia.
La milicia serbia de los
chetniks, la cual se llena de triste gloria contra la guerrilla búlgara entre
1913 y 1924, se convertirá en una fuerza suplementaria para salvar al régimen.
Esta milicia de voluntarios serbios, siembra el terror en la población croata y
musulmana, en Croacia y Bosnia. Los asesinatos, bastonazos y tropelías en
contra los campesinos católicos y musulmanes por parte de las fuerzas represivas
serbias irá acumulando el odio hacia los serbios el cual se descargará en su
contra en 1941.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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