La política extranjera del Estado
de los Serbios, Croatas y Eslovenos, se hace en función a la política de los
Aliados, vencedores de la guerra, sobre todo en relación a Francia, a causa de
los combates comunes librados en el frente de Salónica en 1918 contra Bulgaria.
Estos hechos de armas ya se han convertido en otra gran epopeya en la historia
de Serbia; ello explica la gran amistad existente entre los antiguos
combatientes serbios y franceses que inspirarán hasta nuestro días a la
diplomacia francesa. Alejandro 1 pagará generosamente la estadía de las tropas
francesas estacionadas en Yugoslavia, claro que con los créditos otorgados a su
vez por el mismo Estado francés. A iniciativa de Francia, el reino de Alejandro
I, adhiere a la Pequeña Entente junto a Rumania y Checoslovaquia, para la
defensa eventual contra los Estados vencidos en la guerra, y principalmente
contra Alemania. La reanimación de esta pequeña Entente en 1934 por Luis
Barthou, ministro de Relaciones Exteriores de Francia, se terminará
trágicamente con el asesinato en Marsella de Alejandro I y la muerte de Luis
Barthou gravemente herido.
La santa Rusia, la antigua
gran hermana ortodoxa de Serbia, se ha convertido en un enemigo al mismo nivel
de Alemania, ante el rey Alejandro I y la Iglesia ortodoxa serbia, después de
la Revolución de Octubre. Alejandro I, aceptará en Serbia cerca de 80'000 Rusos
blancos que han huido de Rusia en 1921, después de haber sido derrotada la
contrarevolución por Trotski. Estos soldados rusos serán utilizados por
Alejandro I para combatir, junto a las milicias serbias de los chetniks, a la
guerrilla búlgara en las regiones obtenidas por Serbia luego del Tratado de
Neuilly en 1919. Alejandro I organiza también un complot contra Albania, en
1924, para obtener una salida al mar, con la participación de soldados rusos.
Pero, Stalin el zar bolchevique, no perdonará jamás a Serbia de haber acogido a
los contrarevolucionarios y se opondrá a la hegemonía serbia en los Balcanes,
tal como lo habían ya hecho los zares del Imperio ruso; el instrumento de lucha
contra Serbia será el Komintern y el Partido comunista yugoslavo. Las
relaciones diplomáticas entre Serbia y Rusia, serán restablecidas solo a la
víspera del ataque alemán a Rusia, el 5 de abril de 1941. A pesar del deseo de
cinco millones de católicos serbios, Alejandro I no aceptará jamás de
establecer un concordato con el Vaticano, a causa de la hostilidad de la
Iglesia ortodoxa serbia. Una tentativa en este sentido será llevada a efecto
por el regente Pablo Karageorgevich en 1937.
El precio pagado por Serbia
para la realización de la -gran Serbia- sin contar las destrucciones, es de
alrededor de 350'000 soldados y campesinos serbios muertos durante la guerra.
El gobierno serbio dio unas cifras exageradas de 700'000, pero incluían
ciertamente al conjunto del nuevo Estado de Serbios, Croatas y Eslovenos. Los
serbios, considerando que ellos habían ganado la segunda guerra (la primera fue
la de las guerras balcánicas), y al combatir al lado de los vencedores,
pretendían hacer pagar por "daños e intereses" o "reparaciones
de guerra", a las naciones vencidas, vale decir, a las naciones que hacían
parte, antes de la guerra, del Imperio de Austria. Estas regiones estando
ocupadas por las tropas serbias, estaban sometidas a una imposición que doblaba
a las de los campesinos serbios, por lo que el descontento popular se extiende
rápidamente por todo el territorio.
La crisis económica que
llega finalizada la guerra, más los pesados impuestos aplicados a los
campesinos croatas sobre todo, llevan a éstos a negarse a pagar dichos
impuestos abusivos, a lo que las autoridades serbias replican desatando un
verdadero terror policial sobre el campesinado croata. Los que no pueden pagar
sus deudas con una moneda devaluada en un 100%, se ven arrebatados a la fuerza
de su ganado e incluso de sus bienes. Para el reino del rey serbio
Karageogevich, este despojo al que se sometía al campesinado, era necesario no
solo para la reconstrucción de Serbia y el país, sino también para poder llenar
las vacías cajas de un Estado cuyas necesidades eran inmensas para poder
financiar un ejército enorme, la policía, la burocracia serbia y la
construcción de un Belgrado moderno, que hasta esa fecha seguía siendo nada más
que una gran aldea. Así es como estas medidas de explotación, opresión y terror
provocarán pequeñas revueltas campesinas las que se saldarán con los primeros
muertos desde 1919. Se aplica una reforma agraria que tendrá como objetivo el
de quitarle las tierras a los campesinos de religión musulmana, a la Iglesia
católica y a algunos ricos propietarios en Voivodina, para entregárselas a los
serbios y a los soldados serbios de la Primera Guerra, favoreciendo así el
asentamiento de la minoría serbia en esas regiones. "Reforma
agraria", que no surtirá ningún efecto en el plan económico, hará aumentar
aún más la desconfianza hacia el poder serbio.
La serbización del nuevo
Estado, se acompaña también con la imposición de la Iglesia oficial, y para
esto se comienza a construir iglesias y catedrales que generosamente financia
el Estado. El ejemplo más significativo y escandaloso es la catedral ortodoxa
que Alejandro I hace levantar en Liubliana, Eslovenia, y que es destinada a los
pocos funcionarios ortodoxos serbios. Las nuevas fiestas oficiales del Estado
son fiestas serbias, por lo tanto, la de san Sava y Vidovdan, con la única
excepción para la fiesta del obispo croata Strossmayer, defensor del
"yugoslavismo" del siglo XIX. También la historia del Estado, será
esencialmente la historia gloriosa del pueblo serbio: el Imperio del zar Dušan,
el Kosovo, la Iglesia ortodoxa serbia y sus patriarcas...
En el primer censo de 1921,
los croatas dejan de existir, igual que los Macedonios, Montenegrinos y
musulmanes. Todos ellos se convierten en serbiocroatas, vale decir serbios, con
lo cual se aumenta artificialmente el número de serbios y demostrar así la
nueva unidad de Yugoslavia en el plano demográfico. Las estadísticas falseadas
de este censo, serán ampliamente difundidas en Europa y serán utilizadas
incluso hasta 1991. Según las estadísticas de 1921, los Serbiocroatas
representan el 75% (9 millones) sobre un total de 12 millones de habitantes.
Las naciones o minorías nacionales no asimilables rápidamente figuran en las
estadísticas del censo de 1921:
Albaneses
(440'000),
Húngaros
(470'000),
Alemanes
(505'000),
Italianos
(120'000),
Turcos
(150'000),
Eslovenos
(1'000'000), etc.
Desde 1921 y hasta 1991, las
estadísticas publicadas por Belgrado serán siempre "arregladas", ya
que ellas tienen por fin el de aumentar el número y el porcentaje de los
serbios en perjuicio de las minorías nacionales, y más aún contra los croatas,
quienes se han convertido en los principales adversarios de la Gran Serbia
yugoslava. Las cartas geográficas publicadas durante la primera Yugoslavia (la
del rey Alejandro I), como así mismo en la Yugoslavia de Tito, serán siempre
impresas sin sus fronteras internas, para demostrar la existencia de un solo
Estado serbio-yugoslavo. El rey Alejandro Karageorgevich está determinado a
imponer a la fuerza su régimen pro Gran Serbia a sus sujetos no serbios,
católicos y musulmanes, los cuales no le comprenden y lo rechazan.
El drama del nuevo Estado es por lo tanto triple:
a) los serbios, cuyo
desarrollo cultural y económico es netamente inferior al de croatas y
eslovenos,. no tienen en cuenta esta diferencia, y que croatas y eslovenos no
pueden aceptar.
b) la historia serbia es
impuesta a croatas y eslovenos, con lo que se demuestra ignorancia y desprecio
por la historia de estos pueblos; lo que produce a su vez un rechazo en ellos
hacia todo lo que fuese serbio.
c) el problema de las
nacionalidades cristaliza rápidamente todos los descontentos de las naciones no
serbias: En 1919, una revuelta de los albaneses del Kosovo explota, la cual es
ahogada en sangre por el ejército serbio. A continuación, el gobierno hace
inmigrar a cerca de 100'000 serbios para obligarles a vivir en ella y así no perder
la provincia en donde la población albanesa es ampliamente mayoritaria y que se
vuelve de más en más hacia Albania.
En Macedonia, la
organización secreta "VMRO" continúa la lucha contra la serbizacion
de Macedonia. Los musulmanes, miles de ellos expulsados a Turquía después de la
Primera Guerra, se demuestran cada vez mas hostiles hacia la población serbia
protegida por la policía, el ejército y la milicia serbia de los chetniks. Los
búlgaros en Serbia continúan la guerrilla en contra los serbios; Alejandro I
utiliza a los rusos blancos y chetniks para defenderse. En Croacia, las
tensiones entre croatas y serbios sigue en aumento, provocadas por la
persecución de campesinos y católicos, la prohibición de todo lo que sea
croata, asesinato de fieles a la salida de la misa, o también durante el
desarrollo de procesiones, y eso porque en las banderas religiosas habían
palabras o emblemas croatas inscritas en ellas.
El traslado de los restos
mortales de Zrinski y Frankopan en 1919 los héroes croatas asesinados por
Austria en 1671 en Viena, y a los cuales se les celebra una misa en la catedral
de Zagreb, así como la celebración del milenario del reino croata del rey
Tomislav (925-1925), hacen renacer con más fuerza la conciencia nacional que la
juventud croata está dispuesta a defender.
En los nuevos territorios
del ex Imperio de Austria, los serbios se comportan no solamente como los
conquistadores, sino sobre todo, como opresores, algo que ni los turcos en sus
tiempos de dominadores en Serbia hicieron, ya que ellos a lo menos respetaban
las diferencias nacionales y religiosas. No es de extrañar por lo tanto, el
fracaso absoluto del régimen monárquico serbio para poder conducir el nuevo
Estado hacia una verdadera unión de los Eslavos del Sur. Con su política de
desprecio hacia los pueblos y naciones que conformaban esta unión, el rey
termina por agravar aún más la situación política al ordenar el vil asesinato
del líder croata Esteban Radić. El Estado se encamina así, lentamente
hacia su destrucción final. La guerra de todas las naciones no serbias en
contra los dominadores y opresores serbios, se hace cada vez más cierta y solo
falta la ocasión propicia. Esta ocasión se presentará con la Segunda Guerra
mundial. Frente a la tiranía y opresión serbia, dos revoluciones organizadas
surgen:
- la resistencia pacífica y política de los croatas;
- la resistencia revolucionaria del Partido comunista
yugoslavo.
Para dar la impresión de
ser un régimen democrático, la monarquía serbia, tolera la existencia de
numerosos partidos políticos, y entre ellos, varios partidos socialistas y
nacionales que terminan por unirse y pasan a formar el Partido comunista
yugoslavo bajo la inspiración de Lenin y el Komintern. A pesar de una clase
obrera poco numerosa, sobre todo en Serbia, el Partido comunista ejercerá una
gran influencia en la vida política de la post guerra, gracias a su propaganda
y a las promesas de un porvenir mayor para cuando triunfase la revolución
socialista. Tal como en muchas otras partes del mundo, las condiciones
sociales, políticas y económicas en el Reino de Serbios, Croatas y Eslovenos,
favorecían el crecimiento de los partidos socialistas primero, y del Partido
comunista a continuación. El carácter despótico del régimen de Alejandro I era
un factor que incitaba a la revolución y al deseo de producir el derrumbe del
sistema monárquico-serbio, ya que con su política de terror y explotación nada
bueno podían esperar de él los pueblos que lo componían.
En 1919, la fiesta del
Primero de mayo es prohibida por el régimen, lo que trae como consecuencia una
oleada de huelgas y movimientos de protestas que se extiende por todas partes.
La represión policial aumenta, y en Sarajevo más de 2'000 obreros son enviados
a prisión. Una huelga general que abarca todo el país se lleva a efecto el 20
de junio de 1919, que se termina con nuevos arrestos masivos. Poco tiempo
después, la revuelta de los Albaneses del Kosovo es ahogada en sangre. El
terror policial se instala en el reino serbio de Karageorgevich, golpeando a
amplias capas de la población.
En 1920, la policía serbia
comienza a marcar el ganado perteneciente a los campesinos como una manera de
control para el cobro de sus abusivos impuestos. Con este clima de tensión y
angustia,, un domingo a la salida de misa, en Hercegovina, y sin mediar
provocación, la policía serbia dispara contra la gente que viene saliendo de la
iglesia católica: numerosos niños y adultos croatas son muertos.
Los diferentes partidos socialistas,
luego de su primer congreso de abril de 1919 efectuado en Belgrado, fundan el
Partido obrero socialista (partido comunista), el cual ingresa a la Tercera
Internacional. Su primer secretario es F. Filipović, quien pasará
numerosos anos en las prisiones de Alejandro I antes de desaparecer durante las
purgas de Stalin. En las elecciones comunales de 1920, el Partido comunista
obtiene un gran número de elegidos, especialmente en Croacia. Después de este
éxito, su presencia irá ganando cada vez más importancia en instancias obreras,
sindicalistas e intelectuales. En 1920, cuenta con 60'000 miembros y 200'000
adherentes-sindicalistas. En las elecciones generales, obtendrá como Partido
comunista yugoslavo, 59 diputados al parlamento sobre 413 y se convierte en el
tercer partido del país, después del Partido radical serbio y el Partido
campesino croata de Esteban Radić.
Asustado por la ola
revolucionaria que se extiende en Europa y el éxito del Partido comunista
yugoslavo, Alejandro I decide prohibir la existencia de dicho partido en
diciembre de 1920, mediante el decreto llamado -Obznana-, y que se mantendrá
vigente hasta el año de 1941. Centenares de militantes comunistas serán
torturados y enviados a prisión, más aún después del atentado fallido en contra
de Alejandro I, al cual le sigue un nuevo atentado, con éxito esta vez, en la
persona del ministro Drašković. Una nueva ley será puesta en vigor:
"ley para la protección del Estado (serbio)", mediante la cual se
permite la detención y la cárcel para todo ciudadano sospechoso no solo de
actividades conspirativas en contra del Estado, sino incluso por simples
actividades políticas contra el gobierno. Tan pronto el Partido comunista
yugoslavo es puesto fuera de la ley, este pasa a la clandestinidad y sigue
actuando a través los movimientos sindicales, y desde el extranjero, sobre todo
desde Moscú.
La policía de Alejandro
intensifica la persecución y sigue llenando las prisiones. El mismo Tito es
detenido después de su regreso de Rusia y condenado a cinco años de cárcel
(1928-1933). El Partido comunista yugoslavo, no solo debe enfrentarse ahora a
la persecución policial y a una vida clandestina, sino también a los problemas
internos que sufre por consecuencia de las distintas fracciones y divergencias
ideológicas que lo dividen. Una de las razones que contribuyen a esto, es que
está formado por miembros de diferentes nacionalidades y culturas, y otra de
las causas son los sucesos que se desarrollan en el país y en Europa. Tito es
enviado a Yugoslavia desde Moscú en 1925 para que ponga orden y ajuste el
programa del Partido yugoslavo al de Moscú (Komintern). En el cuarto congreso
del Partido comunista yugoslavo, celebrado en Dresde, Alemania, en 1928, son
derrotadas las fracciones y se restaura así la unidad.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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