En 1919, el Reino de los
Serbios, Croatas y Eslovenos es arbitrariamente dividido en 33 distritos, sin
respetar las fronteras históricas y sobre todo, en vista de las futuras
contiendas electorales en las cuales los serbios desean asegurarse la mayoría
para la Asamblea Constituyente que deberá crearse. La administración del Estado
es esencialmente la misma que tenía Serbia y que seguirán controlando incluso
durante la Yugoslavia de Tito y aún más allá, hasta 1991:
v
Fuerzas armadas: una parte de los antiguos ejércitos de los croatas y
eslovenos (Austria) son integrados en las fuerzas armadas del nuevo Estado,
pero no así los oficiales de grados superiores, ya que estos fueron
"formados en escuelas militares no serbias", o sea en Austria. El
alto mando de estas fuerzas armadas estará compuesto por más de un 80% de
serbios y montenegrinos, considerados más seguros por el régimen; porcentaje
que tampoco variará durante todos lo años de la Yugoslavia socialista hasta
1991.
v
Policía: también se compone en su mayoría de serbios de Serbia o de
las minorías nacionales serbias en las distintas regiones.
v
Diplomacia: también compuesta en su gran mayoría por serbios y un
número insignificante de funcionarios de otras naciones. Situación que dura
hasta 1991.
v
Administración del Estado (ministerios, banca, economía, finanzas) Es
la misma que la de Serbia. Pocos representantes de otras nacionalidades.
v
En Macedonia todos los puestos están en manos de serbios. En los casos
en que un puesto esté en manos de alguien que no es serbio, un ayudante serbio
"controlará" su trabajo y sobre todo, su comportamiento político. Y
es que en todos los asuntos del Estado, los serbios actúan únicamente en el
interés de la gran Serbia: moneda, impuestos, monopolios, inversiones, derechos
de aduana, intercambios comerciales.
v
Alejandro I, y su gobierno, se comporta como el rey de la gran Serbia
que él debe consolidar y "pacificar".
Según la tradición de
Bizancio y como en todos los Estados ortodoxos, la Iglesia nacional serbia está
estrechamente ligada al régimen al cual ella bendice y del que recibe a cambio
prebendas y privilegios. También es cierto que la Iglesia trabajó mucho para
mantener la conciencia nacional serbia a través los siglos, bajo la ocupación
otomana de quinientos años, y para propagar la ortodoxia en otras regiones
fuera de Serbia. La Iglesia ortodoxa serbia, para llegar a ser uno de los
pilares del Estado, así como lo son el ejército y la policía, pide y obtiene de
su soberano terrestre, la centralización de la ortodoxia en Belgrado:
a) El patriarcado de
Karlovac en Croacia, para Croacia y Voivodina, es transferido a Belgrado; los
ortodoxos de Bosnia y Macedonia dependían del patriarcado de Bizancio en
Estambul. La Iglesia ortodoxa serbia obtiene que les sean anexados al
patriarcado de Belgrado, claro que previo pago en dinero constante y sonante.
Mucho más adelante, por decisión personal de Tito, Macedonia tendrá nuevamente
su Iglesia ortodoxa, independiente de Serbia.
b) Montenegro, que también
tenía una Iglesia autónoma, le es anexada ésta al patriarcado de Belgrado.
c) Todos los ortodoxos en
el nuevo Imperio serbio son proclamados serbios por la Iglesia ortodoxa serbia,
quien se da la tarea de educarlos en la santa ortodoxia. Así, según la
tradición bizantina y san Sava, la religión del Estado serbio ortodoxo, la
Iglesia ortodoxa serbia, se opondrá ferozmente a un concordato con el Vaticano
para la Iglesia católica de Croacia y de Eslovenia.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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