1918, NACE EL ESTADO DE LOS
SERBIOS, CROATAS Y ESLOVENOS
El líder croata Esteban
Radić dice de los delegados croatas que envían a Belgrado que ellos
partían "como gansos en la neblina". Y es así como son víctimas
fáciles de la astucia serbo-bizantina, y a la ayuda prestada a Serbia por sus
"aliados" ingleses, franceses y rusos. Los grandes proyectos
políticos soñados para un gran imperio serbio en los Balcanes parecían tomar
cuerpo:
- la resurrección del Imperio del zar Dušan (Duchan);
- el reino teocrático del patriarcado de Pecs del siglo XVI;
- el proyecto de Garašanin de 1844;
- el proyecto de la "Mano negra", hecho suyo por
Alejandro I.
Las conquistas
territoriales y la creación del gran Imperio serbio, aparte de ser una
inspiración bizantina, son justificados por los serbios por ciertos lemas:
- "los serbios
son todos y están en todas partes", de Vuk Karadžić;
- "en donde vivan serbios, incluso si son la minoría,
es Serbia", según el sabio y sociólogo serbio J. Cvijić; "en
donde existan tumbas serbias, es territorio serbio" vuelven a recordar
esta frase los dirigentes serbios en 1991 para justificar su agresión a Croacia
y Bosnia.
Como podemos apreciar, las
ideas del "espacio vital", "pueblo elegido de Dios",
"destino manifiesto" y otras expresiones similares, no fueron
inventadas por el fascismo italiano o el nazismo hitleriano, eran ideas que ya
existían entre los hegemonistas serbios y la ponen en aplicación en 1918:
La conquista de todos los
territorios en donde existan serbios y más allá aún para lograr una
"salida directa al mar para Serbia". No pudiendo obtener esta salida
a través de Salónica durante la guerra, como regalo de los Aliados, el rey
serbio Alejandro I, prepara en 1924, un plan de ocupación de Albania utilizando
para ello a los refugiados rusos blancos (80'000) que habían llegado a Serbia
en 1921.
La nación serbia ortodoxa
es una "gran nación dominante" y debe someter a las otras naciones
para convertirse en el gran Imperio serbio:
"los macedonios,
montenegrinos, valacos, y la minoría búlgara en Serbia son, por definición,
serbios, ya que son ortodoxos"; "los albaneses del Kosovo y los
musulmanes (Bosnia y Sandjak), considerados como turcos, serán, una parte,
expulsados a Turquía, los otros, a la larga, deberán convertirse en ortodoxos,
ya que antes de las conquistas otomanas, ellos no eran musulmanes";
"los croatas como los
eslovenos y otras minorías son los "serbo-croatas", por lo tanto, una
tribu perteneciente a la gran nación serbia"; "al fin de cuentas, en
el Imperio, no pueden existir sino que solamente serbios ortodoxos".
Desgraciadamente para estos
grandiosos planes serbios, los croatas, liberados de la opresión política,
económica y cultural del Imperio de Austria-Hungría en 1918, no tenían ni la
menor intención de aceptar esta dictadura serbia, que demostrará ser
catastrófica para Croacia, tanto en lo económico, lo político y social. El
desconocimiento sobre la historia de Croacia y sus relaciones con Serbia, ha
permitido a seudo "expertos" en los Balcanes, a políticos y
periodistas incluso, difundir la falsa idea de la existencia del "odio
secular y casi tribal entre ambos pueblos."
Este fenómeno se produce
sobre todo en 1991, año en que Serbia inicia su guerra de agresión y rapiña
contra el territorio croata; los políticos y la prensa europea, de una manera
muy ligera y sin conocimientos básicos de la Historia, proclaman que la guerra
es el resultado del odio entre croatas y serbios Pero, poco a poco, la verdad
fue dándose a conocer, logrando disipar la espesa madeja de mentiras con que la
clase dirigente serbia en su conjunto (desde socialistas a la extrema derecha)
intentaba confundir a la opinión pública mundial durante la guerra de agresión
iniciada en 1991.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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