Entre estos tres reinados,
en el año de 1914 existían 3 curiosas similitudes: 1) sus reyes eran viejos (Austria,
Serbia) o como el zar de Rusia, embrujado por Rasputín; 2) sus gobiernos eran
mediocres; 3) la política exterior de estos países estaba ampliamente
influenciada por los estados mayores de sus ejércitos. Existían alianzas e
intereses comunes entre los estados mayores de Rusia y de Serbia. Para Rusia,
su objetivo era la conquista de Estambul y para Serbia, apoderarse de Bosnia.
Esto Austria lo sabia muy
bien, pero ella contaba con Alemania. En este juego politico-militar,
Francisco-Fernando de Habsburgo es un enemigo común. La corte de Viena no lo
quiere a causa de las reformas que el llevará a efecto tan pronto se haga cargo
del poder; pero sobre todo, lo que no le podrán perdonar jamás es haberse
casado con una plebeya checa. Esto explica el que la corte y el estado mayor de
Austria a pesar de estar bien informados por sus servicios secretos, no
hicieron nada para impedir el atentado que le costó la vida al príncipe
heredero.
Desde luego, el estado
mayor de Rusia estaba también perfectamente informado de la preparación del
atentado por la "Mano negra", e incluso le entrega esta información
al estado mayor austríaco. El atentado no se explica solamente por el odio que
sentían los serbios hacia Austria. Serbia estaba al corriente de las reformas
que se producirían con Francisco-Fernando: y si estas reformas se llevaban a
efecto, sería el fin de las esperanzas para la realización de la "gran
Serbia". En conclusión: existía una voluntad común en las clases
gobernantes de estos tres países, Rusia, Austria y Serbia, para asesinar a
Francisco-Fernando, y la oportunidad era su visita a Sarajevo.
El estado mayor serbio, ya
había sacado sus cuentas, solos no podrían jamás quitarle Bosnia a Austria.
Pero ellos sabían que podrían contar una vez más con la ayuda de los aliados de
la Entente (Francia e Inglaterra), para obtener la paz después de una guerra
general cuyo precio a pagar serían centenas de miles de campesinos serbios que
morirían por la patria como carne de cañón. Serbia perseguía dos metas: impedir
las reformas de Francisco-Fernando (la unión de Croacia y Bosnia) y apoderarse
de Bosnia para realizar el sueño de la gran Serbia. El día del atentado era
todo un símbolo para Serbia: el día de Vidovdan, la fecha en que
perdieron Kosovo en 1389, a manos de los otomanos.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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