Al comienzo del siglo XII,
con una superficie no mayor a los 11.000 kilómetros cuadrados. Serbia vivía
bajo el dominio permanente ya sea de Bizancio o de los búlgaros. Esteban
Nemanja, aprovechando la declinación del Imperio de Bizancio, obtiene la
independencia de Serbia y de paso logra controlar Montenegro, por sus lazos
dinásticos. Los sucesores de Esteban Nemanja se lanzarán a la conquista de los
Balcanes en dirección de Constantinopla. El zar Duchan, a mediados del siglo
XIV, ocupa toda Macedonia y una buena parte de Grecia, y se proclama zar de
serbios y griegos. Esto no pasaría de un simple título banal, si detrás de este
título tan pomposo y pretencioso, ocultaba los verdaderos objetivos con los que
soñaba Dušan, y que era de llegar a conquistar nada menos que a Bizancio y
sentarse en el trono de Constantinopla, con, a su lado, el famoso trono vacío
reservado a Cristo cuando descienda a la tierra, y con el patriarca serbio a su
costado o hincado ante el emperador. Ya que el emperador de Bizancio era el
único representante de Dios sobre la tierra y la Iglesia ortodoxa está al
servicio del emperador y del Imperio. Pero los turcos desembarcan en Gallipolo
en 1352 y derrotan a los ejércitos de Dušan, quien muere sorpresivamente un
tiempo después en 1355. Su Imperio se derrumba como un castillo de naipes; los
Turcos aplastan al ejército del zar Lazar en 1389, y ocupan a la vieja Serbia,
pero el Estado serbio no cae definitivamente sino en 1459. Esta historia del
Imperio del zar Dušan, podría ser un capítulo más en la historia de cualquier
otro pueblo; pero para la comprensión real de esto, hay que tomar en cuenta que
estamos ante la presencia de una historia ortodoxa y bizantina, que transforma
en un mito la grandeza de su Imperio en la tierra y, según la tradición
bizantina, este mito inspirará a las generaciones ortodoxas futuras las que
restaurarán el imperio original.
La ortodoxia serbia nació y
se ha mantenido en el cuadro de la ortodoxia bizantina. Cuando san Sava
organiza la Iglesia serbia, Bizancio estaba bajo la dominación latina. La
Iglesia ortodoxa serbia es creada oportunamente para impedir que el catolicismo
penetre en Serbia y haga desaparecer el cristianismo primitivo serbio. Creada
en este espíritu por san Sava, la Iglesia ortodoxa serbia influencia
decisivamente en la formación de la mentalidad colectiva del pueblo serbio en
el reino de los Nemanić. Fiel a la trilogía de la ortodoxia (un zar, un
imperio, una Iglesia), el destino del pueblo serbio es de ser fiel a la Iglesia
y al Imperio Serbio, y estar siempre dispuestos para el servicio del zar quien,
como un déspota reina sobre la vida y las almas de sus sujetos. Es de este
verdadero culto de la unión de la Iglesia y el Estado serbio en donde nace el
orgullo desmesurado de los serbios, que se transmite por la tradición oral
entre ellos, hasta el siglo XIX, cuando las enseñanzas de san Sava se
convierten en la piedra angular de la mentalidad serbia moderna. Para los
serbios, las otras naciones, sobre todo el Occidente (croatas), que no tienen
esta mentalidad de superioridad balcánica, son bárbaros. Los serbios poseían la
misma ideología de desprecio y superioridad hacia los croatas católicos, como
la que existía entre Bizancio y Occidente, los Occidentales eran considerados
como bárbaros. San Sava, es la más grande personalidad de la historia serbia.
Funda la iglesia ortodoxa serbia en 1219 y al mismo tiempo el mito de la grandeza
del imperio serbio. Su hermano Esteban, será el primer coronado, siempre
presente en las pinturas de los monasterios serbios con su obra Nomokanon
traducida y adaptada del griego, convertida también en un mito por la Iglesia
ortodoxa serbia y el Estado serbio. Esta grandeza de san Sava inspirará también
a las generaciones siguientes. El es la piedra angular del antiguo Imperio
Serbio, que consolida la unión entre el Imperio y la Iglesia ortodoxa serbia, a
falta de un trono vacío en Serbia para cuando Cristo descienda sobre la tierra.
Con san Sava, el pueblo serbio tiene también: su imperio, su Iglesia ortodoxa
serbia y su cultura espiritual.
La batalla del Kosovo, una
entre tantas otras, existe en la memoria serbia como la más gloriosa de sus
batallas y la gran derrota serbia, siendo que, históricamente, ella no fue de
una gran importancia. Ningún estudio histórico se ha realizado para demostrar
las consecuencias reales de la batalla de Kosovo en 1389. Esta batalla, un hecho
histórico menor, a llegado a tomar unas proporciones considerables en la
imaginación serbia hasta convertirse en un verdadero mito nacional.
Desde la derrota sufrida en
1389, los serbios jamás han abandonado la idea de la restauración de Serbia,
pero no la que es derrotada en 1459, sino la Serbia del Kosovo. Si parodiamos
las famosas frases del Evangelio la "resurrección después de la
muerte", el mito del Kosovo representa no solo la resurrección espiritual
y cultural del pueblo serbio, suponiendo que éstas realmente hubiesen existido
en los siglos XIII y XIV, pero primero y sobre todo, una resurrección del
Imperio Serbio sobre la tierra, como condición indispensable para una
resurrección espiritual y cultural. Esto como una condición indispensable y absoluta.
Para los serbios, Kosovo es la vieja Serbia, que contaba solo con algunos
monasterios, algunas decenas de iglesias de la Edad Media, y sobre todo el
centro, "la cuarta Roma" para la ortodoxia serbia, pero también el
centro de la grandeza del Imperio Serbio. Esta batalla trágica, será cantado
desde entonces por la tradición popular serbia y evocada sin cesar por la
tradición oral. Este retorno del "paraíso perdido" es una copia
conforme de la ortodoxia y de la tradición bizantina del Templo de Jerusalén.
El mito del "paraíso perdido" y de su resurrección o restauración
está constantemente utilizado por la Iglesia ortodoxa serbia, y no solamente en
Serbia, sino también entre toda la población serbia emigrada en Bosnia, Hungría
y en Croacia.
El mito del Kosovo, se
transforma en 1844, en el mito de la gran Serbia gracias a Garachanin y Vuk
Karadžić; el resto de las naciones balcánicas, se convertirán para los
serbios, en "las tribus serbias" y las fronteras de la gran Serbia
pasarán a través de hasta la más minúscula aldea o villorrio en donde vivan
serbios, encuéntrense estos en Bosnia, Hungría del Sur o Croacia. Después de la
balcanización otomana, la balcanización serbia provocará conflictos con las
otras naciones y sobre todo con los croatas desde 1918. La batalla de Kosovo,
en la cual combatieron juntos serbios y croatas de Bosnia, se convierte en una
verdadera tragedia para el pueblo serbio, símbolo de la caída del Imperio de
Dušan e inicio del éxodo y la esclavitud serbia durante más de quinientos años.
Mientras que los serbios en
Serbia, se comportaban como fieles vasallos de los Turcos, los serbios que
vivían en el exilio, con su mentalidad bizantina y su espíritu de conquista de
tierras, no cesarán de reclamar tierras y privilegios, aún a costa de las
poblaciones autóctonas, lo que evidentemente creará problemas de coexistencia y
tolerancia entre estos serbios y los Musulmanes en Bosnia, en Croacia y en
Hungría. Sobre todo cuando los serbios se unen a los poderes políticos en
contra de los intereses de las poblaciones autóctonas.
Alejandro Karageorgevich
(1842-1858)
Con la elección de 1842 se
inicia el Estado serbio moderno. El Código Civil de 1844 garantizaba ciertas
libertades en Serbia y principalmente lo tocante a las relaciones económicas, financieras,
comerciales y justicia. Comienza la explotación de bosques y minas, se organiza
el correo, la construcción de rutas y la apertura de las primeras escuelas. La
lengua literaria, prohibida bajo Obrenović, se convertirá en la lengua
literaria serbia. Los pilares de este nuevo Estado serbio serán el ejército,
reorganizado por Alejandro Karageorgevich, los grandes comerciantes y la
Iglesia serbia. Los cuales no dejarán mucho espacio para el advenimiento de una
verdadera democracia en el país.
En su política exterior,
Karageorgevich se apoya de más en más en Austria, lo que no le gusta nada a
Rusia quien había ayudado a Serbia a obtener su autonomía. Rusia comenzará a
fomentar problemas en Serbia, apoyando a los Obrenovic en contra los
Karageorgevich. En Serbia se acrecentaban las aspiraciones de poder recuperar
las antiguas provincias serbias y, si era posible, restaurar el imperio del zar
Duchan del siglo XIV Los promotores de esta idea son Vuk Karadžić y el ministro Garašanin,
quien las expresa en un documento llamado "Intensiones", el cual se
mantendrá en secreto hasta fines del siglo XIX. Como Karageorgevich sigue
ejerciendo el poder como un déspota lo que le va ganando muchos enemigos, se ve
obligado a convocar a una asamblea serbia, en la cual será destituido en 1858 y
se vuelve a llamar al viejo Miloch Obrenović, que había abdicado en 1839.
La antigua pequena burguesía de las aldeas, en Belgrado se va transformando
progresivamente en una burguesía financiera, al comenzar ésta a efectuar prestamos
usureros a los campesinos serbios y llevarlos a la ruina. Obrenović, para
reforzar su ejército, crea una milicia que debe ser financiada y mantenida por
los habitantes de los pueblos y aldeas,, y en caso necesario, ingresar a ella
para participar en guerras contra los enemigos o en las conquistas que ya se
proyectan para la realización de la gran Serbia, según el proyecto de
Garašanin, siempre ministro y esta vez al lado de Mijailo Obrenović, quien
nuevamente a sucedido a su padre.
Mijailo Obrenović (1860-1868)
Mijailo Obrenović, al
reemplazar a su padre en el poder en Belgrado, nombra de nuevo como ministro a
J. Garašanin quien, junto a Vuk Karadžić, son los promotores del
expansionismo serbio, mas determinados aún después de la unificación de Italia
y la de Alemania. Karadžić se ha convertido en el agente de enlace y de
propaganda pro-serbia, en todos los países bajo la dominación austríaca
(croatas, eslovenos, montenegrinos) y también en Austria, Hungría e Italia, en
donde Mijailo Obrenović vivió veinte anos exiliado y que los aprovechó
anudando lazos políticos. Obrenović se decide entonces a firmar alianzas
con otros países balcánicos, y en 1864 la establece con Bulgaria, con
Montenegro en 1866, Grecia en 1867 y Rumania en 1868. La alianza con Bulgaria
tenia la meta de llegar a formar una federación entre ambos países y la
creación de un reinado balcánico, en el cual sería Serbia la nación dominante.
Este proyecto es presentado par Jugović al emisario ruso Pozorovski en
1864. En 1867, un banal incidente en Belgrado, provoca la muerte de un joven
serbio, por un soldado turco, lo cual hace estallar una revuelta serbia y el
consiguiente bombardeo de Belgrado por los turcos. Serbia agita a toda Europa y
obtiene la partida de las guarniciones turcas instaladas en Serbia. Durante los
años 1860, Garašanin desarrolla una amplia red de comités y agentes secretos,
pagados por el gobierno serbio, para defender la causa de la liberación y
reunificación de las "provincias serbias" con Serbia. Numerosas asociaciones,
con el concurso de la Iglesia serbia, son creadas en las regiones bajo dominio
otomano, y más tarde, en el Imperio austríaco; asociaciones que desarrollan
actividades culturales y artísticas, en donde se baila y se canta la tradición
folclórica serbia.
Así se va preparando la
nueva Serbia para que entre en los tiempos modernos, con una administración
confiada a los comerciantes y oficiales, y con una Iglesia serbia, aún muy
pobre, pero que espera robustecerse para desarrollar las actividades
espirituales y nacionales. El campesinado serbio se mantiene también muy
miserable, ignorantes y frustrados de la independencia y de las nuevas
victorias serbias. El ejército será entonces la única alternativa para la
juventud serbia. Todos estos bellos sueños se derrumban con el asesinato, en
1868, de Mijailo Obrenović, a quien se le reprochaba su despotismo.
Milan Obrenović
(1868-1889)
Después del asesinato de
Mijailo Obrenović, los conjurados no logran tomar el poder ya que la
oficialidad se mantiene fiel a la dinastía. En 1869, la regencia hace
concesiones a la oposición política y autoriza la creación de una nueva
asamblea, en la cual el rey nombra a un tercio de los diputados, y no tendrá
mayores problemas para tener otro tercio y así dominar los debates y decisiones
de la asamblea. Milan Obrenović reina de nuevo como un déspota. Sus
partidarios aseguran la regencia hasta 1872 con los oficiales del ejército
serbio, quienes, a partir de esta fecha, tendrán un rol cada vez mayor en la
política serbia. En 1875, estalla una revuelta en Bosnia, y Serbia junto a
Montenegro, declaran la guerra a Turquía. Los turcos, cuando están a punto de
derrotar a los ejércitos serbios, detienen su ofensiva a instancias de Rusia,
ya que ésta a intervenido para salvar a su pequeña aliada ortodoxa. Serbia conserva
su territorio, pero fracasa en su intento de apoderarse de Bosnia. Cuando a su
vez, Rusia le declara la guerra a Turquía, Serbia le sigue los pasos y se
declara también en guerra contra los turcos apoderándose de los territorios
actuales de Serbia del Sur con las ciudades de Nis y Pirot, pero la
intervención esta vez de Austria, impedirá a Serbia de tomar posesión de
Bosnia. Austria se convertirá entonces, en el obstáculo principal para la
creación de la gran Serbia, pero el cambio de política y de alianza con
Austria, no se hará sino que en 1903, después del asesinato de Mijailo
Obrenović.
La tentativa de Rusia de
crear una Gran Bulgaria con la paz de San Esteban, en 1878, en que
Bulgaria obtiene Macedonia, no será logrado principalmente por la oposición de
Inglaterra. Ese mismo año, 1878, se firma en Berlín otro tratado de paz,
mediante el cual Austria obtiene el protectorado sobre Bosnia y la pequeña
región del Sandjak, y Macedonia es -restituida a Turquía. La ambición de
griegos, búlgaros y serbios por apoderarse de Macedonia, dará origen a las
guerras balcánicas en 1912 y 1913. Pero ya en 1885, después de la unión entre
Bulgaria y la región de Rumelia, Serbia, temiendo por sus futuras posesiones en
Macedonia, declara la guerra a Bulgaria. El ejército serbio es derrotado por
los búlgaros, pero Austria interviene para salvar a Serbia. En el Congreso de
Berlín de 1878, Serbia y Montenegro son reconocidos como Estados independientes
en el plano internacional, en las fronteras de 1878, y con la obligación de
respetar los derechos de las minorías nacionales viviendo en Serbia.
Vuk Karadžić
(1787-1864)
Estudia en Travnik, Bosnia.
Enseguida, ya mayor, Vuk Karadžić prosigue sus estudios en el liceo de
Belgrado, en donde vivirá con un primo y en donde también habitaba el profesor
Jugović, quien se había desempenado como delegado de Serbia ante las
reuniones con los rusos. Karadžić, escucha al profesor Jugović hablar
de la gran historia de Serbia. Durante su primer viaje a Viena, hace contactos
con los eslavófilos y filólogos eslavos, Dobrovski y Kolar. Estos le incitan a
dedicarse a escribir los poemas, epopeyas y fábulas existentes en el pueblo
serbio y que se transmitían oralmente. Karadžić se dedica entonces, a
viajar a través de Serbia como también en Bosnia e incluso Croacia, declarando
enseguida que todo ese tesoro recolectado por él, era exclusivamente serbio.
Escribe un diccionario, y propone como lengua literaria el serbio, en lugar del
viejo eslavón (lengua de la Iglesia serbia), y que también era hablado en
Bosnia y Croacia. Pero sus proposiciones no serán aceptadas sino en 1861, a
causa de la resistencia de la Iglesia serbia, pero el dialecto finalmente
adoptado será el de la Serbia del Este y no el de Bosnia. Karadžić
escribirá también un libro intitulado "El arca de la historia", a
través el cual propaga la teoría de que los croatas, eslovenos y serbios son
tres tribus componentes de una misma nación, vale decir, la nación serbia. Para
Karadžić, "los serbios son todos y en todas partes", por lo que
croatas, eslovenos, musulmanes y albaneses, no tenían otro futuro sino que
algún día convertirse en ortodoxos y por lo tanto, en serbios, tal como ya lo
habían hecho los Valacos. Hasta el día de su muerte, Vuk Karadžić será el
gran activista y propagador de la idea de la "gran Serbia". De esta
"teoría" nacerá enseguida otra sobre "el rol dominante del
pueblo serbio en los Balcanes".
Ilia Garašanin (Garashánin)
es el ministro de Miloch y Alejandro Obrenović durante más de veinte años
y él es el autor, en 1844, de un documento político, "plan o proyecto
político" (Nacrtaje) el cual se mantendrá en secreto, salvo para los reyes
y los principales ministros, hasta inicios del siglo XX. En el origen de este
documento existieron dos personajes extranjeros, un polaco y un checo, que
recorrían Europa con el fin de obtener ayuda para Polonia, siempre compartida
entre Rusia, Prusia y Austria. Estos dos luchadores de la causa polaca,
entregarán un plan para la liberación de los países balcánicos del yugo
otomano, y esto dentro del espíritu del paneslavismo.
Garašanin retoma este plan
con pequeñas modificaciones, en la que una de ellas consiste en reemplazar la
palabra "eslavo", por la palabra "serbio", la frase
"los Balcanes para los Balcanes" la convierte en "los Balcanes
para la Gran Serbia". Es un proyecto a largo plazo que va a inspirar a los
dirigentes serbios. Los países o regiones reivindicadas en los documentos de
Garašanin son:
Croacia no será agregada a
esta lista sino hasta comienzos del siglo XX. Con el programa de la "gran
Serbia", no se intentaba solamente restablecer y revivir el mítico Imperio
de Dušan, sino que además, agrandarlo, como seguramente lo hubiese hecho el
propio Dušan si no hubiese muerto prematuramente. Las grandes potencias
tendrían que comprender el "gran proyecto histórico serbio", su
grandeza y el rol al que estaba llamada a cumplir Serbia en los Balcanes. En el
optimismo serbio, se contaba con la comprensión y la ayuda de las grandes
potencias y sobre todo con Rusia y Francia, que deberían facilitar
"pacíficamente" la realización del "gran proyecto serbio".
Los propagadores de estas ideas serán sobre todo la Iglesia serbia y los
profesores que enseñaban a sus alumnos la "gloriosa historia" del
pueblo serbio, y al mismo tiempo dejándoles en una total ignorancia respecto a
la historia de otras civilizaciones o países balcánicos, y especialmente sobre
Croacia, respecto a la cual, si se decía algo, era sobre todo con desprecio
para mejor glorificar a Serbia. El resultado de esta propaganda serbia hacia su
"grandeza" es que comenzarán a suscitar las hostilidades de otras
naciones y finalmente convertirse en sus enemigos, siendo que, durante muchos
siglos, siempre existió tolerancia y cohabitación entre las diferentes étnias o
religiones. El restablecimiento de la "gran Serbia" utilizando para
esto todos los medios de fuerza y astucia, se reflejarán nuevamente en la
guerra de agresión iniciada en 1991 contra Eslovenia, Croacia, Bosnia y Kosovo,
con los desastrosos resultados que todo el mundo conoció y que llevaron
definitivamente a la liberación de Croacia y Eslovenia.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
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