Estos años en el Imperio
Austríaco, fueron un tiempo de luchas, en el terreno parlamentario y en la
práctica cotidiana para la defensa de Croacia y de los otros pueblos bajo la
administración húngara. Es el tiempo también, en que aparecen en Croacia,
distintos partidos y movimientos que plantean diversidad de pensamientos e
ideas. Las divisiones aparecen. ¿Debían los croatas defender la causa
"yugoslava" o sea, la causa común de croatas y serbios, que vivían en
gran cantidad sobre todo en Voivodina? Era la tradición del movimiento
ilirio", después "yugoslavo" de inicios de siglo. La cual es
retomada por el Partido Nacional que dirige Monseñor Josip Juraj Strossmayer
(1815-1905), patriota croata ardiente y activo, fundador en Zagreb de la
Academia yugoslava de Ciencias y de las Artes.
Esta tesis suponía que la
nacionalidad estaba fundada primero sobre la lengua, la cual era común a
croatas y serbios, y que las otras diferencias estaban llamadas a desaparecer
progresivamente. En el concilio del Vaticano en 1870, Monseñor Strossmayer será
uno de los adversarios más resueltos de la proclamación sobre la infalibilidad
del papa, ya que ella alejaba aún más a los católicos de los ortodoxos. Su
movimiento deseaba la unificación de todos los países sud-eslavos de la
monarquía austro-húngara, para formar un Estado yugoslavo el cual podría estar
unido a los Habsburgos o simplemente optar por una total independencia. El
problema de una eventual unión con Serbia comenzará recién a ser tema de
discusión en los inicios del siglo XX. En la misma época se desarrolla también
un movimiento puramente croata el Partido del Derecho, dirigido por Ante
Starčević, quien reclama un Estado nacional croata, continuador legal
del antiguo reino de Croacia, sin concesiones ni a los Húngaros ni a los
serbios. Mientras que la política de magiarización era muy activa, los serbios,
cuya autonomía cultural estaba protegida por sus instituciones religiosas, se
sentían menos amenazados que los croatas. También algunos croatas reprochaban a
los serbios de colaborar con las autoridades húngaras en Croacia.
En 1902, se producen
enfrentamientos entre serbios y croatas en las calles de Zagreb, como
consecuencia de la publicación, en un periódico serbio de la ciudad, de un
artículo negando la existencia de la nación croata. Aún así, la "coalición
croato-serbio", que engloba a los partidos croatas de orientación
yugoslava y a los partidos serbios, obtendrá la mayoría a la asamblea de Zagreb
en 1906. Ella la mantendrá hasta 1918. La anexión de Bosnia por Austria en
1908, producirá una gran decepción entre todos los croatas.
Bosnia recibe el estatuto
de "tierra del imperio" (Reichsland), administrada conjuntamente por
Viena y Budapest, en lugar de haber sido unida a los países croatas. Los
serbios, que tenían una mayoría relativa en Bosnia, reivindican este país. Ante
la política opresiva y mezquina de Austria, el sentimiento nacional serbio se
exaspera y envalentona, sobre todo después de las victorias serbias en las
guerras balcánicas. En Viena, una nueva orientación parece anunciarse. El
príncipe heredero Francisco-Fernando, es hostil al exceso de poder de los
Húngaros en la monarquía y favorable al reconocimiento de una cierta entidad
yugoslava en el seno del Imperio, afín que el movimiento yugoslavo actúe así en
favor de la monarquía y no más en contra de ella.
Esta política, que
satisfacía los deseos de mucha gente de los partidos croatas, levantaría
hostilidades no solo entre los húngaros, sino aún más entre los serbios, cuyos
planes de expansión hacia el oeste se encontraban bloqueados. Era fácil para
los dirigentes serbios de Belgrado, suponer que la visita de este Habsburgo a
Bosnia, traería un redoblamiento de la represión en contra los partidarios de la
anexión de ésos a Serbia y que Francisco-Fernando daría el anuncio de la puesta
en obra de su nueva política. Pero ya para ese verano de 1914, un 28 de junio
en las calles de Sarajevo, la organización terrorista serbia la "mano
negra", tenía todo dispuesto para su muerte. Antes de entrar en el
atentado de Sarajevo y sus consecuencias más inmediatas, como la Primera guerra
mundial, el fin del Imperio Austro-Húngaro y la creación de la primera
Yugoslavia, es necesario conocer de una manera somera a algunos de los países
que serán protagonistas importantes en el devenir histórico de los Balcanes:
________________
Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition
_______________________________________________________________