1805-NAPOLEON, CROACIA E ILIRIA

 

 

1805-NAPOLEON, CROACIA E ILIRIA

 

Con la Paz de Presburgo en 1805, Napoleón retoma Venecia y las antiguas posesiones venecianas en Croacia: Istria y Dalmacia. Después del triunfo en la batalla de Wagram en 1807, Napoleón se apodera también de Eslovenia, con Trieste y los territorios croatas al sur de Zagreb. Todas estas provincias, las reagrupa y forma con ellas las llamadas "Provincias Ilirias", incluyendo también en 1809 a Dubrovnik, con lo que Napoleón pone fin así a la república independiente once años después del fin de Venecia. Las Provincias Ilirias se extenderán desde Trieste hasta la frontera albanesa, comprendiendo esto, todo el litoral de Montenegro, el cual había hecho parte de Croacia hasta el siglo once. La capital de esta provincia "francesa" era Liubliana (capital de la actual Eslovenia). Dalmacia regresaba a Croacia, después de cuatrocientos años, cuando había sido vendida a Venecia en 100'000 ducados por Ladislao de Anjou.

 

Desde la caída de Venecia, y el consiguiente traspaso de Dalmacia a la administración austríaca, en las ciudades dálmatas se crea una fuerte corriente de opinión para que Dalmacia regrese al seno de Croacia. Con la formación de una delegación de notables croatas dálmatas en la que forman parte por ejemplo el arzobispo de Split, el obispo de Makarska, algunos nobles y ciudadanos de Sibenik, Zadar etc., también hacen parte de esta delegación algunos representantes de los Serbios de Bosnia. Los cuales parten a Viena a expresarle al emperador Francisco I, el deseo del pueblo dálmata de que se restablezca la unidad histórica y natural de Dalmacia con el resto de Croacia. El emperador, apoyándose en la minoría italiana, hace rechazar por la corte esta demanda de la población que estaba apoyada por el sabor de Croacia y el parlamento de Hungría. Pero en 1805, Napoleón le arrebata Dalmacia a Austria (la paz de Presburgo), motivado principalmente por el peligro ruso ya que la pequeña Montenegro se había convertido en un aliado de Rusia, y ésta ya tenía sus barcos de guerra en el Adriático. La idea de Napoleón era, que a partir de Dalmacia y con la libertad de pasaje acordado por los Turcos en Bosnia, atacar Rusia a partir de los Balcanes. Por diversas razones, esta idea no se lleva a cabo pero la presencia de los ejércitos napoleónicos en Dalmacia, sirvieron en primer lugar para terminar con la explotación y la ruina económica a la que había sometido a Dalmacia la dominación veneciana-italiana:

 

Ø       devastación de los bosques de Istria y de Croacia, para consolidar las fundaciones de Venecia;

 

Ø       todas las mercaderías para exportación o importación, debían pasar primero por Venecia y así pagar derechos de aduana;

 

Ø       explotación sistemática de la mano de obra dálmata así como la imposición del servicio militar obligatorio para resguardar sus territorios o para nuevas conquistas.

 

Es así como Venecia se había convertido de más en más rica y lujosa a costa de Istria y Dalmacia ya casi extenuadas y empobrecidas. Napoleón hará por Dalmacia e Istria, en diez años, todo lo que no hizo Venecia en cuatrocientos años. Los generales Lauriston y Marmont, con la ayuda del administrador civil Dandolo llevan a cabo las obras siguientes:

 

q       construcción de rutas, por la primera vez desde los tiempos del Imperio Romano;

 

q       atribución de tierras a los campesinos;

 

q       separación de la administración y de la justicia;

 

q       una nueva política para el desarrollo de la ganadería, la reforestación, las nuevas culturas como el tabaco, etc.;

 

q       creación de escuelas en todas las ciudades y pueblos, liceos en ciudades importantes, con la enseñanza primaria y secundaria, escuelas para el estudio de artes y oficios, cuatro seminarios católicos y uno para los ortodoxos;

 

q       edición de los primeros periódicos croatas;

 

q       introducción de la lengua croata en la administración y en las escuelas.

 

Al general Marmont le sucederá como gobernador en Iliria, Fouchet, el famoso policía y ministro francés, enviado al exilio a Iliria por Napoleón. La presencia francesa en Dalmacia, a pesar de que fue de corta duración. deja profundas huellas en la memoria del pueblo croata. El sentido de la libertad, el derecho del pueblo croata al uso de su lengua, su cultura, su autonomía, le da nuevos impulsos y bríos a la lucha de los Croatas por sus derechos históricos y naturales.

 

 

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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de la historia de Croacia

Studia Croatica - electronic edition

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