AUSTRIA Y EL MAR ADRIÁTICO
En
Eslavonia, los tres distritos croatas liberados, podrán enviar a sus representantes
elegidos al parlamento de Hungría, como así mismo al sabor croata, y esto solo
gracias a las enérgicas protestas croatas. Mientras tanto, las verdaderas
ambiciones austríacas se perfilan y se precisan en la costa dálmata. Rijeka y
los dominios de Zrinski son incorporados a las posesiones austríacas, para
obtener así una salida al mar, tanto tiempo deseado por el imperio austríaco;
lo obtiene pasando a llevar los derechos de los Croatas y demostrando un
desprecio total por pueblos que ya los creía sometidos. Rijeka es proclamada
ciudad austríaca, y su consejo «real» queda subordinado al consejo «real», de
Hungría, lo cual servirá de pretexto a los húngaros, para que lleguen a
declarar que Rijeka es una ciudad "húngara", y así ganar una salida al
mar también para el pequeño reino de Europa central. Pero los italianos se
acordarán de esto, y en 1919 es invadida por los fascistas de Mussolini,
creyendo tener mejores derechos que los austríacos o húngaros sobre la costa
dálmata.
José II (1780-1790)
A la
emperatriz María Teresa, le sucede su hijo José. Un hombre con mucha cultura,
que durante el reinado de su madre recorre el reino, visitando cada una de sus
regiones y países. Ya emperador, influenciado por las ideas del siglo XVIII
comienza una serie de reformas para reforzar la unidad del imperio y poner
término a los restos de feudalismo que aún quedan. Con él se inicia el llamado
«despotismo ilustrado»; sistema de gobierno con poder absoluto, basado en las
ideas del Enciclopedismo, pretendiendo hacer la «revolución desde arriba,»,
mediante una suerte de filantropía resumida en la frase «todo para el pueblo,
pero sin el pueblo». Fueron déspotas ilustrados: Carlos III en España, Luis XIV
en Francia, Federico II en Prusia, Catalina II en Rusia y José II en Austria.
Comienza por rechazar su coronación como rey de Hungría-Croacia, pero
centraliza todo el poder en sus manos; mediante las siguientes medidas, suprime
los vestigios que aún sobrevivían de la época feudal:
Ø
En 1781 José II
otorga total libertad a los protestantes y a judíos, los cuales podrán desde
entonces, ocupar funciones públicas en el Imperio.
Ø
Reduce
drásticamente el poder que hasta entonces gozaba la iglesia católica; se le
prohibe a los obispos y al clérigo en general, a ejercer funciones civiles. El
idioma alemán se convierte en la lengua oficial del Imperio. En 1785 suprime el
sistema de servidumbre.
Este gran
impulso reformista de José II, es frenado por los Otomanos, quienes declaran la
guerra en 1787. Teniendo necesidad de dinero para la organización y la adecuada
preparación de sus ejércitos, y sintiendo aires de revuelta entre los señores
feudales húngaros y croatas, José II anula todas las leyes, salvo las relativas
a la tolerancia religiosa y la servidumbre. Antes de morir en 1790 restablece
las instituciones en Croacia y en Hungría.
Leopoldo II (1790-1792)
Nacido en
Viena (1747) hermano de María Antonieta, emperador, archiduque de Austria;
durante su corto reinado deberá enfrentar la guerra con los Turcos y el
creciente descontento en Hungría y Croacia. Leopoldo 11 logra firmar un tratado
de paz con los Turcos en 1791, poniendo así fin a la guerra iniciada en 1787,
pero que no significará verdaderamente la retirada otomana de los Balcanes, ya
que estos se mantendrán aún por durante un siglo más. Leopoldo II se dedica
entonces a tratar el problema que le opone a húngaros y croatas y para esto
convoca al Parlamento en la ciudad de Buda. Ya los croatas y húngaros se han
reunido, y sobre todo a instancia del Parlamento croata, que ante el peligro
que ellos ven en los planes de germanización intentan obtener el apoyo político
de los húngaros y actuar en forma conjunta en la defensa de sus pueblos y sus
culturas. Desgraciadamente los representantes croatas ante el afán de lograr este
apoyo, cometen graves errores que en el futuro de Croacia pesarán hondamente:
acuerdan crear un gobierno conjunto para Hungría y Croacia y solo el Parlamento
de Hungría, tendrá la facultad de legislar sobre los impuestos.
Los Húngaros
ya no solo están pensando en su autonomía respecto a Viena, sino que elaboran
un programa para crear la Gran Hungría, la cual la ven ocupando un territorio
que va desde los Cárpatos hasta el mar Adriático y por supuesto, con la lengua
húngara como idioma oficial y obligatorio.
Ante el
rechazo natural e indignado de los Croatas en el Parlamento húngaro, estos
aceptan la no imposición obligatoria de la lengua húngara y permiten el uso del
latín como lengua alternativa. El Parlamento de Hungría acepta también que
Leopoldo II efectúe su juramento, garantizando los derechos del reino de
Hungría-Croacia con los textos de María Teresa y Carlos III. Leopoldo II, para
limitar las ambiciones, autoriza a los Serbios que habitan en Hungría del Sur
(Voivodina) a poseer una asamblea ortodoxa en Timisoara, pero sin llegar a
tener una región autónoma serbia. En el parlamento de Buda el emperador apoya
las pretensiones húngaras a despensa de Croacia y todo el poder se concentra en
dicho Consejo real húngaro, lo que coloca por primera vez a Croacia bajo la
dependencia húngara.
Francisco I (1792-1835)
Francisco I
llega al poder, mientras que en París es guillotinado Luis XVI, hermano de
María Antonieta de Austria; Francia está siendo sacudida por la revolución que marcará
una nueva época, dando inicio a la Edad Contemporánea. El emperador Francisco,
por su formación y carácter, está convencido de que ha sido elegido por la
gracia de Dios, no comprendiendo en absoluto las nuevas ideas que ya se
difunden en el mundo. Se opone tercamente a todo cambio en el Imperio y a
cualquier intento que pretenda hacer reformar lo establecido. Es por lo tanto
natural que se convierta en un acérrimo enemigo de Napoleón y por ende, un fiel
aliado de los emperadores de Prusia y Rusia. Para obtener el apoyo en dinero y
soldados por parte de Hungría y Croacia, convoca el Parlamento en 1792, ocasión
en la cual confirma los derechos soberanos de ambos países, como una manera de
ganárselos para su causa que es la guerra de Austria contra Francia. Francisco
I se comporta exactamente como sus predecesores, pronto a olvidar sus promesas
de respeto y legalidad hacia Hungría y Croacia, cuando sus problemas ya sean
resueltos. Las tropas francesas penetran en Italia y en Alemania, ante lo cual
Francisco concluye un pacto con Prusia; pero cuando ya las fuerzas francesas se
aproximan de Viena, éste firma la paz en Campoformio (cerca de Udine), en 1797,
entregándole a Napoleón, Lombardía y Bélgica, pero el Emperador Francisco I
gana para sí las posesiones de Venecia (Italia, Dalmacia y la región de
Venecia) de esta manera poco gloriosa.
1797, fin de la República de Venecia
Fundada en
el año 454 por emigrados de Aquilea, a raíz de la destrucción de ésta por los
Hunos, se organizó en república aristocrática de mercaderes que, en ocasión de
la IV cruzada (la del asalto a sangre y fuego de Zadar), extendió sus
establecimientos por todo el Mediterráneo oriental, en pugna con Génova.
Emporio de las mercancías orientales, que distribuía principalmente por la Europa
central. Venecia fue un centro de refinada cultura. La consolidación del
dominio turco en el Mediterráneo y el descubrimiento portugués de la ruta de
las especias por el Cabo de Buena Esperanza y el Indico, señalan el comienzo de
su decadencia, consumada en el tratado de Campoformio, que la puso bajo el
dominio de Austria. La República veneciana constituye uno de los ejemplos más
perfectos de oligarquía que conoce la Historia. El gobierno estaba enteramente
en manos del patriciado : Maggior Consiglio, Consiglio dei Pregadi (Senado) y
Dux o Dogo (jefe electivo del Estado), eran las instituciones más destacadas, a
las cuales hay que añadir, desde comienzos del siglo XIV, el Consejo de los
Diez, tribunal secreto y perpetuo para la defensa de la República que, de
hecho, acabó por regir la política veneciana, característicamente sagaz y
tortuosa.
Napoleón pone fin a la República el 12 de Mayo de 1797
Desde el
siglo XV, las continuas incursiones armadas francesas venían precipitando la
irresistible declinación de la República de los Dogos. Las relaciones políticas
entre Venecia y la Curia Romana fueron empeorando hasta llegar al Interdicto
(Paolo Scarpi 1606), mientras España intentaba conquistar la ciudad aún con la
traición (Bedmar 1618). El 12 de mayo de 1797 Ludovico Manin duque de la
República Serenísima, depuso las insignias del mando en las manos de los
franceses. En Campoformio, aquel mismo año, Napoleón cede Venecia y su
territorio a Austria, y como hasta esa época Dalmacia estaba considerada como
parte de los territorios venecianos, ésta pasa bajo el poder austríaco.
Austria
continúa perdiendo posesiones ante el avance de Napoleón. En 1805 cede
territorios en Alemania, en el Tirol, Istria y Dalmacia, y en 1807 serán
Eslovenia y la región de Croacia al oeste de Zagreb. Con estas regiones,
Eslovenia, Istria, Dalmacia y el oeste de Zagreb, la administración Francesa
creará las llamadas provincias ilirias, cuya influencia en el devenir de la
historia de Croacia jugará un importante rol. Todas estas conquistas del
Imperio Napoleónico se derrumbarán, cuando éste invade el vasto imperio ruso.
El Congreso de Viena, 1815, restablece el viejo orden europeo, y aún peor para
los destinos croatas; en lugar de reunir todas sus provincias entregándoselas a
Croacia se las atribuyen a su corona. Es entonces cuando se instala en Austria
el absolutismo mediante un sistema en el cual el terror y la represión caerá
sobre los pueblos Croatas y Húngaros.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition -
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