1663-1667 ZRINSKI Y FRANKOPANI, HEROES CROATAS
En Croacia y
en Hungría, la situación política seguía deteriorándose cada vez más, por las
razones siguientes:
- la guerra
permanente en contra de los Turcos;
- la
política conciliante de Viena hacia los Turcos; la no supresión de la región
militar de la Krajina;
- la
arrogancia y abusos por parte de los oficiales y generales austriacos en
Croacia;
- las
medidas y políticas tomadas en la corte de Viena hacia la minoría serbia en
Croacia;
- la
centralización creciente del poder de Viena, en contra de los derechos constitucionales
de Croacia.
Hacia la
mitad del siglo XVII, crece el descontento en Croacia, sobre todo después del
asesinato del Ban Nicolás Zrinski y la paz vergonzosa aceptada por Viena ante
los Turcos en 1664. A la cabeza de la revuelta en Croacia y en Hungría, se
colocan los hermanos Zrinski y Krsto Frankopan. Los hermanos Zrinski (Nicolás y
Pedro), estudian en el Liceo Jesuita de Graz (Austria), y continúan sus
estudios superiores en Trnava (Eslovaquia) y en Roma, en donde son recibidos
por el Papa Urbano VIII. Hablan numerosas lenguas: croata, latín, húngaro,
italiano y alemán. Nicolás escribe una epopeya, =La sirena de! Adriático= en
húngaro, constituyéndose ésta en la primera obra literaria en ese idioma; su
hermano Pedro la traduce a su vez al idioma croata. Nicolás Zrinski que es Ban
de Croacia entre 1647 a 1664, se distinguirá en la guerra contra los Turcos.
Muere, según la corte de Viena, en una partida de caza, herido por un jabalí,
pero la realidad es que fue asesinado por órdenes de Viena.
Se inicia la
revolución contra la corona. Del lado croata está en primer lugar Pedro Zrinski
el hermano de Nicolás (ambos son nietos del héroe de la batalla de Siguet) y
Krsto Frankopan, cuñado de Pedro. Por el lado húngaro, está el primado de
Hungría, el jefe del gobierno en Buda, Vezeleny y otros importantes señores
húngaros. La justificación de esta revuelta en contra la corte de Viena, estaba
avalada por la Bula de oro firmada en el año 1222 por el rey de Hungría; en
1527, Fernando de Habsburgo había declarado que los señores tenían el derecho
de rebelarse contra el rey si éste no respetaba los derechos fundamentales y no
defendía los intereses vitales del país. El absolutismo de Viena y su política
conciliatoria hacia los Turcos, eran razones más que suficientes para la
rebelión. Húngaros y Croatas, pensaron en la posibilidad de ofrecer la corona
de Hungría-Croacia, al rey de Francia Luis XIV, quien estaba en guerra con
Austria desde hacían 150 años.
Se hace
llegar esta proposición al rey francés, por intermedio del embajador de Francia
en Venecia. Luis XIV duda, y finalmente rechaza la oferta ante el acuerdo
suscrito con Austria a propósito de la sucesión de la corona a España. También
el rey de Polonia no acepta la oferta por lo que se le envía una proposición al
sultán turco, de reconocerle su soberanía y protección más el pago de un
tributo; en contrapartida el reino de Hungría-Croacia se mantendría con su
autonomía interna. A pesar de que el sultán está dispuesto a aceptar dicho
acuerdo, es disuadido por su gran visir Kuprilić, y rechaza a su vez la
corona.
Ante el
fracaso de la conjuración, y estando ya bien informado el emperador Leopoldo,
invita a Petar Zrinski y a los otros complotados, a viajar a Viena,
prometiéndoles el perdón y la reconciliación. Apenas llegados a Viena, los
conjurados son puestos en prisión y condenados a muerte. Pedro Zrinski, Krsto
Frankopan y el húngaro Nadazj serán ejecutados el 30 de Abril de 1671, a pesar
de los llamados de clemencia enviados por el Papa y varios reyes europeos.
Otros patriotas húngaros y croatas serán ejecutados más tarde y el húngaro
Raskocy logra salvar su vida contra un pago de 400'000 florines. El odio de
Leopoldo I y su corte, no termina aún. El hijo y la esposa de Pedro Zrinski van
también a prisión, en donde la madre morirá de locura en 1673 y su hijo en
1703, después de 20 años de cárcel. El hijo de Nicolás Zrinski será muerto en
una batalla contra los Turcos en Voivodina, en 1691, desapareciendo así estas
dos ilustres familias croatas, los Zrinski y los Frankopani. Todos los bienes
de los Zrinski serán vendidos por la corte en 50'000 florines, convirtiéndose
así sus tierras en posesión de la corona. Estas propiedades de los Zrinski solo
serán devueltas a Croacia doscientos años más tarde. La tragedia de estas
familias, fue a su vez la tragedia de Croacia. Los croatas no los podrán
olvidar jamas. Las cenizas de ambos héroes fueron trasladadas a Croacia en
1919, en donde reposan en la Catedral de Zagreb.
Después de
la muerte dada a estos próceres croatas, Viena piensa tratar el "problema
croata" como lo hizo con Bosnia en 1621, o sea, transformarla en una
simple provincia de la corte. Las guarniciones militares austríacas empiezan a
asaltar y robar a ciudades croatas aún peor que como lo hicieron las tropas del
sultán turco. En 1672, en Hungría se produce una nueva revuelta de los
protestantes húngaros quienes tienen como líder a Emeric Tokoli, casado con la
viuda de Raskocy, uno de los conjurados con Pedro Zrinski, quien es a su vez
también la hija del mártir croata Pedro Zrinski. La corte de Viena, temerosa de
que la revolución se extienda a Croacia, renuncia a sus proyectos y nombra un
ban. Este será Nicolás Erdedy (1680-1693), quien es solemnemente coronado en el
sabor de Croacia.
1683 LOS CROATAS SALVAN A VIENA
Bajo el
mando del ban Erdedy, los croatas salvarán a Viena en 1683, que estaba siendo
seriamente amenazada nuevamente por los Turcos. Logran expulsar a las tropas
otomanas de Eslavonia, hasta el Danubio, de la región de la Lika y de la
Dalmacia del norte. Se distinguirán en estas batallas, principalmente Luka
Ibrimović en Eslavonia y el sacerdote Matías Mesić en Dalmacia, ambos
de la orden de los Franciscanos. Pero una vez más, la pretenciosa corte de
Viena, aprovecha este triunfo para imponer una ley mediante la cual le da
derechos de herencia al hijo mayor del emperador, suprimiendo así el derecho de
los croatas y húngaros de desconocer la soberanía del emperador y hacer uso de
la rebelión.
Con el
término de los veinte años de paz según el tratado que se había firmado con los
Turcos, en Estambul el sultán Mehmed IV, prepara ya una nueva guerra contra
Viena y de los países aliados cristianos. También en el Imperio austríaco el
descontento de Croatas y Húngaros va en aumento. Viena es nuevamente sitiada
por las fuerzas turcas, las cuales están conformadas por un inmenso ejército de
250'000 soldados y con el visir Kara-Mustafá a la cabeza. Viena y su corte
están ya casi derrotadas y a punto de ser aplastadas por las fuerzas otomanas,
cuando llegan como salvadores los ejércitos polacos dirigidos por Juan
Sobieski. Este había sido proclamado rey de Polonia en 1674 después de una
brillante victoria obtenida ese año en contra del Imperio Turco.
Juan Sobieski
es considerado con toda razón, un gran héroe nacional polaco. Esta nueva
victoria en contra del yugo turco, levanta una inmensa esperanza de liberación
por parte de los países cristianos que estaban sometidos a Estambul. Se
organiza una Santa Liga a la iniciativa del Papa Inocente XI, y entran a
integrar dicha unión países como Austria, Croacia, Hungría, Venecia y casi a
fines de la
guerra anti
otomana, el zar ruso Pedro el Grande decide también el ingreso de Rusia. La
guerra contra el Imperio Otomano se da en cuatro frentes y con los resultados
siguientes:
- En
Hungría, la ciudad de Buda es liberada en 1686, y en Belgrado los Turcos son
expulsados mas allá del Danubio.
- En Croacia
del Norte y en Eslavonia, el ban de Erdedy al frente del ejército croata,
libera toda la Eslavonia hasta el río Sava y el Danubio.
- En Croacia
del Sur, con la ayuda de Venecia, los Turcos son rechazados de Dalmacia del
Norte y de la Lika.
- Moldavia y
Rumania son liberadas.
Las
ofensivas de los ejércitos cristianos, prácticamente liberan todos los
territorios ubicados al norte de los ríos Sava y Danubio y al este del río Una
en Croacia. Estas victorias sobre los Turcos provocarán cinco hechos
principales que son necesarios tener en cuenta para la comprensión del giro que
tomará la historia:
Ø
Leopoldo I de
Habsburgo (1640-1705), emperador desde 1658, convoca un Parlamento en
Presburgo, en donde obtendrá, aprovechándose de su prestigio por las victorias
ante los Turcos, de imponer el derecho a la sucesión sobre el trono a los hijos
mayores de los emperadores por una parte, y por otra parte, la de suprimir las
cláusulas de la «Bula de Oro» de 1222 que instituía como un derecho inalienable
a Croatas y Húngaros de poder rebelarse en contra del emperador si éste no
cumplía sus deberes hacia estas naciones.
Ø
En Turquía, las
derrotas a manos cristianas, traerá como lógica consecuencia, la destitución
del sultán Mehmed IV, quien será reemplazado por su hermano Soliman III
(1687-1691).
Ø
El tercer
acontecimiento es el ataque lanzado por Luis XIV, llamado el Rey Sol, en contra
de Austria sobre sus tropas acantonadas a orillas del río Rin. Lo que lleva a
Austria a retirar una parte de sus fuerzas en los Balcanes, lo cual es de
inmediato aprovechado por Soliman III, que contra ataca y obliga a los
ejércitos de los aliados a retirarse al otro lado del Danubio.
Ø
El cuarto hecho
importante, es la huida, junto a la retirada del ejército aliado, del patriarca
serbio Cmojević, y de 40'000 familias serbias (más de 150'000 personas),
con la esperanza de volver a Serbia en un futuro próximo junto al avance de los
ejércitos cristianos. Como la esperanza se aleja cada vez más, esta emigración
en masa, se convierte en el comienzo de la conquista de los territorios croatas
y húngaros en Hungría del Sur (actual Voivodina) por esta importante
inmigración de la minoría serbia. El ataque de Luis XIV, trae como consecuencia
la pérdida de estas regiones croatas y húngaras. Soliman III será derrotado en
estas tierras en 1690 y el nuevo sultán turco Mustafá III correrá la misma
suerte en 1697 en la batalla de Senta; distinguirá el príncipe Eugenio de
Saboya, general y político al servicio de Austria. Tendrá el honor de
arrebatarles Belgrado a los Turcos en 1717.
Ø
El quinto suceso
histórico en esta larga guerra es la aparición de Rusia sobre la escena europea
y balcánica. Rusia comienza a inquietar a Turquía en el Cáucaso, en la región
que durante la existencia de la Unión Soviética, fue llamada como «repúblicas
musulmanas soviéticas».
Ø
Turquía, agotada
como consecuencia de esta larga guerra balcánica y amenazada ahora por Rusia en
Asia, propone la paz. Nuevamente Austria comete el error de aceptarla, en vez
de aprovechar sus victorias para eliminar de una vez por todas el dominio turco
en los Balcanes. La paz se firma en Sremski Karlovac en 1699.
Por otra
parte, los Habsburgo endurecen su política en contra de las naciones no
germánicas y continúan sus planes de centralización y de opresión contra
Croatas y Húngaros, despreciando en absoluto los derechos legítimos e
históricos de estas naciones. A Leopoldo I, le sucede José I (1705-1711), el
cual debe hacer frente a una nueva revuelta húngara capitaneada por Francisco
Rakoczi, por el reconocimiento a la libertad de religión para los protestantes
en Hungría. Los revolucionarios anulan el derecho de los Habsburgo sobre el
trono de Hungría. Se firma la paz en 1711, dándole libertad a los protestantes
en Hungría, y la Casa de los Habsburgo recupera su derecho al trono húngaro.
Los protestantes magiares desean también que estas conquistas obtenidas en
Hungría, sean otorgadas a la pequeña comunidad protestante de Croacia, pero los
croatas la rechazan de acuerdo a una ley votada por el sabor en 1608. De esta
manera comienza un nuevo motivo de disputas y tensiones entre Croatas y
Húngaros, debilitando su unión en la lucha conjunta que llevaban en contra su
enemigo común otomano y la defensa de sus intereses ante la corte de Viena.
El reino de San Esteban
La muerte súbita
de José I en 1711, plantea el problema de la sucesión a la corona, ya que el
emperador deja a sus dos hijas las únicas descendientes de los Habsburgo en ese
momento. La ley de 1687 prevé la sucesión al trono solamente a un descendiente
masculino, motivo por lo cual se hace venir a Carlos VI quien había sido
nombrado rey de España. La hija de Carlos VI es María Teresa, para quien
prepara ya la sucesión al no tener tampoco descendiente varón. En Croacia el
sabor vota una ley llamada «Sanción Pragmática» en 1712, mediante la cual
Croacia acepta una descendencia femenina en el trono de Austria. Esta
declaración del sabor croata no menciona a Hungría ni la decisión que los
húngaros tomen al respecto.
A pesar de
la oposición obstinada de los húngaros a esta ley, Carlos VI hace proclamar
esta «sanción pragmática» según la cual: =el
Imperio de Austria es indivisible, ante la falta de un descendiente masculino,
la sucesión será asegurada por la descendencia femenina directa o, por falta de
ella, por un otro miembro masculino de la dinastía de los Habsburgos= La
ley de Carlos VI es rechazada por los húngaros y su Parlamento, que se reúne en
Presburgo en 1714 y 1715, y decide libremente, si el caso se produce, a quién
elegir como rey.
A pedido del
sabor de Croacia el mismo parlamento de Hungría vota una ley en la que indica
que el sabor de Croacia es soberano y que el parlamento de Hungría no debe
inmiscuirse en los asuntos internos de Croacia. Carlos VI, logra hacer aceptar
en Europa el derecho de sucesión a una descendiente femenina y, finalmente,
Hungría también lo acepta en 1723, tanto la indivisibilidad del Imperio, como
así mismo el reino de San Esteban, nombre que se le daba al reino de
Hungría-Croacia. Mediante esta ley llega al trono la hija de Carlos VI, María
Teresa, la que se convertirá en una excelente reina para el Imperio austríaco,
en el cual efectuará una serie de reformas, utilizando para ello métodos
sutiles, inteligentes y también a veces con fuerza. Su primer dolor de cabeza
se lo procura Federico II de Prusia, quien no la reconoce en sus derechos y la
arrastra a dos guerras por la sucesión, entre 1741-1748 y en 1756-1763; guerras
que hacen perder a Austria la Silesia.
María Teresa (1717-1780), encanto y habilidad
Las reformas
a las cuales María Teresa se aboca, tienen que ver principalmente con la
centralización del poder y por lo tanto, la modificación de las estructuras
políticas existentes, poniendo fin al orden feudal, pero de una manera menos
brutal que lo hará su sucesor, el emperador José II. Siendo el Imperio
austríaco un conjunto de naciones y reinados, María Teresa se hace rodear de
consejeros inteligentes y pragmáticos, para que, al mismo tiempo de producir
las reformas necesarias, mantener la unidad del imperio aún a costa de otras
naciones no germanas. Para llevar a cabo sus planes invita a Viena a los
señores de Croacia y de Hungría, en donde los rodea de atenciones y fiestas y
que terminan por sucumbir ante su encanto personal y de la corte que la rodea.
Ø
Crea una gran
escuela "Teresianum" para las futuras clases dirigentes de las
naciones no germánicas, en la cual el idioma alemán es obligatorio.
Ø
Crea la orden de
San Esteban (1764), exclusivamente para ofrecer honores y distinciones
(gratuitas) a sus más fieles súbditos.
Ø
A través de los
matrimonios, la lengua alemana, y la devoción a la reina, hace que estos bravos
señores feudales, orgullosos por los honores y favores otorgados por tan gentil
reina, comiencen a olvidar sus orígenes y los intereses vitales de sus naciones
a las cuales representan.
Ø
María Teresa con
sus encantos femeninos, al parecer logra impresionar al propio Papa, ya que
éste no solo le da el título de "reina muy apostólica", sino que
incluso le otorga el poder de nombrar obispos y arzobispos, y hasta canónigos.
Inclusive los santos hombres de la iglesia, serán subyugados por su feminidad,
sus vagas promesas y sobre todo por las prebendas generosas.
Ø
Pero María Teresa
dominó también la manera fuerte, y es así como poco a poco va introduciendo las
reformas que van dejando atrás la época feudal, y la influencia de las ideas
del siglo de las luces se hacen sentir.
Ø
Hace pagar
impuestos a los señores y a los nobles, algo que hasta entonces solo pagaban
los campesinos, cada vez más pobres y desamparados.
Ø
Cuando el sabor en
1764 rechaza un aumento de impuestos, María Teresa suprime el sabor y entrega
las órdenes directamente a los distritos, tal como ya se hacía en Bohemia. A su
vez en Croacia, los jefes de distritos son nombrados por la corte y ya no más por
el sabor.
Ø
En Croacia, ante
la supresión del sabor, ella crea un "Consejo real croata», en donde serán
tomadas todas las medidas concernientes a Croacia. Suprime no solo al sabor
croata sino también al ban, tal como ya lo había hecho para Hungría en 1723
Carlos III y en Bohemia en 1621.
Para dar
satisfacción a los húngaros de su corte, el Consejo real de Croacia es
subordinado al de la Hungría. Es el inicio del sueño húngaro de crear una Gran
Hungría, de los Cárpatos hasta el mar Adriático y el comienzo del acuerdo que
se concretizará cien años mas tarde entre Austria-Hungría en 1867. En Croacia,
según el interés del Imperio austríaco, se procede a dividir en tres los
distritos liberados de los Turcos en Eslavonia: Virovitica, Požega y Srijem (en
Voivodina), pero una parte de los territorios en Eslavonia se integran a la
región militar que desde entonces contará con once capitanías (administraciones
militares), en lugar de restituir a Croacia todos esos territorios liberados de
los Turcos. Nada más que en esta zona militar, la frontera croata, María Teresa
podrá disponer de hasta 50'000 hombres para ser llamados a fila, ya que cada
adulto masculino, de 16 a 60 años, según la ley, podía ser soldado.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition -
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