CROACIA Y LOS HABSBURGO

 

CROACIA Y LOS HABSBURGO

 

Con la entrega de la corona de Croacia-Hungría, en 1526 a Fernando de Austria, entra en escena esta importante familia noble germánica. Originaria de Alsacia, durante el siglo X empieza a extender sus dominios sobre los territorios de la actual Suiza. Llegan al trono imperial germánico con Rodolfo I en el año 1273. Su preocupación principal es incrementar el patrimonio familiar para lo cual se apodera de Argovia y Turgovia (cantones suizos) y, tras vencer a Otoccar de Bohemia en la batalla de Marchfeld en 1278, llegan a sus manos los territorios de Austria, Estiria, Carintia y Carniola, con lo que el centro de gravedad que hasta entonces se encontraba en Suabia y en Suiza, pasa a Austria, y desde entonces se les conocerá indistintamente con los nombres de Casa de Austria o Habsburgo (el nombre Habsburgo proviene de un castillo-fortaleza en Argovia, Suiza). Desde entonces los Habsburgo aseguran la sucesión a sus descendientes, los que llegarán a extender el dominio de esta familia, a través de Hungría, España, Países Bajos, una parte de Italia e incluso al Nuevo Mundo.

 

María Teresa, hija del Emperador Carlos VI, llevará sus dominios hasta la Casa de Lorraine por su matrimonio con el duque Francisco III quien será el futuro Emperador germano. A pesar de las batallas libradas en su lucha por el dominio territorial, se dice que el gran mérito de los Habsburgo fue comprender la solidaridad que unía a los diversos estados de la región danubiana: Bohemia, Hungría, Croacia y Austria y en lugar de combatir a sus vecinos, los supo atraer mediante una hábil política matrimonial que inspiró mas tarde un célebre verso:

 

«Bella gerant alii, tu felix Austria nube,

Nam quae Mars aliis, dat tibi regna Venus.»

 

(que los otros hagan la guerra, tu feliz Austria, contrae matrimonios, ya que los reinados que Marte (la guerra) le da a los otros, a ti es Venus (el amor) quién te los asegura.)

 

Fue ciertamente esta búsqueda de beneficiosas herencias lo que permite a Rodolfo IV (1358-1365) de adquirir el Tirol, a Alberto II, cuñado del Emperador Segismundo, de recuperar, definitivamente esta vez, la corona imperial (143 8), y a su hijo Federico V (1440-1498) de forjar la orgullosa divisa: A.E.I.O.U. «Austria est imperare orbi universe» (Austria debe dirigir el mundo entero).

 

Al primer Habsburgo sobre el trono de Hungría-Croacia, Fernando I, le sucederá Maximiliano (1564-1576), quien también deberá enfrentar el problema aún pendiente con el rey húngaro Zapolya, y desde luego continuar la defensa del reino en contra de los Turcos. Pero, Maximiliano da más importancia a su lucha con Zapolya descuidando el verdadero peligro para Croacia como eran los Otomanos. Esto explica la increible actitud de Maximiliano que no acudió en ayuda de los defensores de Siguet en 1566, sacrificando a los croatas y a Nicolás Zrinski, quien muere heroicamente.

 

Los Húngaros, los Croatas y las otras pequeñas naciones, que habían puesto todas sus esperanzas en los Habsburgos, comienzan rápidamente a ser decepcionados por Fernando y Maximiliano, los cuales van a centralizar todo el poder en Viena y al mismo tiempo abandonando a su suerte a los territorios por los cual debían reinar. Fernando de Habsburgo había dividido sus dominios entre sus tres hijos: Maximiliano: Austria, Hungría, Croacia; Fernando: el Tirol; Carlos: Eslovenia, Istria incluyendo Trieste y el puerto de Rijeka.

 

 

 

Rodolfo II de Habsburgo (1576-1608)

 

Rodolfo II hijo de Maximiliano: educado en España en donde aprende a amar el arte, la cultura y las ciencias ocultas, aparte de ser un profundo católico; establece su residencia en Praga en donde se encierra en su castillo Hradcany (jradschani); abandona el poder a su hermano Ernesto y la defensa militar a su tío Carlos de Estiria. Para reforzar la seguridad ante el peligro Turco, organiza una defensa permanente, creando progresivamente una legión militar en territorio croata, en las fronteras con Bosnia. Las bases de este sistema ya habían sido establecidas por Segismundo de Luxemburgo y continuadas después por Fernando. Rodolfo II decide la construcción de una nueva fortaleza en Karlovac, al sur de Zagreb, para impedir el paso de los Turcos hacia Italia, Eslovenia y Austria. El será el comandante de esta nueva región militar en Croacia hasta el año 1590, cuando le sucede en este cargo su hijo Fernando II, futuro emperador de Austria.

 

En el año 1608, Rodolfo es obligado a dejar el poder, pero le sucede su hijo mayor Matías, aunque Rodolfo se mantiene como emperador de Bohemia en donde otorga la libertad de culto a los protestantes; muere en 1612. Matías, intenta derogar la libertad de culto dada a los protestantes, los cuales reaccionan violentamente en la ciudad de Praga, en donde los nobles protestantes checos arrojan por las ventanas de los palacios a los regentes imperiales, dándoles muerte, iniciándose así el preludio de la Guerra de los Treinta Años. Esta acción ocurrida en 1618, es llamada «la defenestración de Praga».

 

Los protestantes serán derrotados en la batalla de la Montaña Blanca en 1620, pero los problemas verdaderamente no pondrán fin ni en Bohemia ni en Europa, sino que continuarán durante treinta años, o sea hasta 1648, cuya paz será lograda por el tratado de Westfalia. Los conflictos ocurridos en Bohemia provocan también las reivindicaciones de Húngaros y Croatas, los cuales exigen el restablecimiento de su autonomía. Sobre todo Croacia exige la supresión de la región militar en Croacia (Kraj ina). Pero Matías no cumple sus promesas.

 

 

 

Fernando II de Habsburgo (1619-1637)

 

El emperador Matías, enfermizo y sin descendientes, abandona el trono entregándoselo a su tío Fernando, gobernador en la región militar en Croacia. Nuevamente los Croatas insisten en la supresión de esta región militar y la unión de todas las regiones croatas entre el río Drava y el mar Adriático. Los Croatas le rechazan a Fernando su título de rey de Croacia y consecuentemente no asisten al acto de su coronación. Fernando confirma entonces todos los derechos de los Croatas, pero no hace nada por aplicarlos. Al contrario, mediante una ley aprobada por él, la «lex valacorum», confirma los privilegios acordados a la minoría ortodoxa (Valacos y Serbios), en la región militar (Krajina) en Croacia. La minoría de Valacos y Serbios, se había instalado en esta región militar, en la frontera de la Bosnia ocupada por los Turcos, ya sea huyendo de las tropas Turcas que ocupaban Bosnia y Serbia, o también habían llegado por las ofertas ventajosas ofrecidas por los austríacos, superiores a lo ofrecido por los Turcos. Esta política austríaca de dividir para reinar, tendrá consecuencias funestas para la soberanía croata en el futuro. Fernando II rechaza también a los Húngaros sus demandas de autonomía, lo que hace decidir a los señores húngaros de elegir un nuevo rey de Hungría, en la persona del señor de Erdedy.

 

 

 

Fernando III de Habsburgo (1637-1657)

 

Durante el reinado de este soberano, los austríacos mantendrán su política de negar toda autonomía a Croatas y Húngaros, e intentando a través de la supresión de los derechos constitucionales de estos dos pueblos, convertir a Croacia y Hungría en simples provincias austríacas, tal como ya lo era Bohemia desde 1620. Fernando III, respetaba escrupulosamente el tratado de paz firmado con el Imperio Turco, pero a pesar de eso, los Turcos de Bosnia continuaban por su cuenta las agresiones a Croacia, efectuando incursiones devastadoras y arruinando todo a su paso.

 

 

 

Leopoldo I de Habsburgo (1658-1705)

 

A Fernando III, le sucede su hijo menor Leopoldo I, quien no gozaba de buena salud, y era débil de carácter, lo cual es aprovechado muy pronto por quienes le rodean. Sus favoritos en la corte, le influencian para que centralice aún más el poder. Pero en la guerra en contra de los Turcos, tuvo la suerte de contar con grandes generales, razón por la cual Leopoldo III, era apodado irónicamente como "Leopoldo el Grande". A raíz de la nominación como rey de Hungría del señor de Erdedy, estalla la guerra con los Turcos. El ejército cristiano resulta vencedor, pero en vez de aprovechar esta victoria para perseguir a los Turcos y liberar de una vez a los países cristianos que aun estaban bajo el yugo otomano, la corte de Viena firma una paz vergonzosa con los Turcos en Vasvar en 1664. Será la gota que desborde el vaso, ya que se une a esta «paz» con los Turcos, el no respeto de los derechos constitucionales en Croacia, la no supresión de la región militar y un poder cada vez mas centralizado, lo que lleva a los hermanos croatas Nicolás y Pedro Zrinski, nietos del héroe de Siguet, a dirigir una revolución en Croacia a la cual se asocian los señores húngaros.

 

 

 

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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de la historia de Croacia

Studia Croatica - electronic edition -

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