1527 LOS HABSBURGO Y CROACIA-HUNGRÍA
Después de la
muerte del rey Ludovico en la batalla de Mohacs, Húngaros y Croatas se
enfrentan al problema de la sucesión. Tanto los señores de Croacia como de
Hungría están divididos entre ellos; algunos abogan por ofrecer el trono a
Fernando de Austria, quizás con una mayor visión para poder enfrentar con éxito
los difíciles tiempos que transcurrían. Sus adversarios apoyan al señor húngaro
Iván Zapolya juzgando que nada se obtendría de parte de los Habsburgo: El Sabor
de Croacia es convocado en octubre de 1526, al cual Fernando envía sus
emisarios solicitando la corona de Croacia. El sabor croata acepta finalmente a
Fernando de Habsburgo como rey de Croacia bajo dos condiciones:
- que
Fernando mantenga un ejército suficiente en Croacia para la defensa del
territorio de sus enemigos externos y sobre todo en contra de los Turcos;
- que
Fernando reconozca todos los derechos soberanos de Croacia, como durante la
dinastía de los Arpad en el 1102, y su autonomía administrativa y política.
El acto
solemne, escrito en Latín, el cual se conserva en Viena, se firma el l de enero
de 1527 entre el Sabor y los embajadores de Fernando. Pero cinco días más tarde
otros señores croatas reunidos en el Sabor de Eslavonia, eligen como rey de
Hungría a Iván Zapolya. Esta misma división se produce en la Hungría del Este
que elige a Zapolya y en la Hungría del Oeste, más próxima a Austria, a
Fernando. Húngaros y Croatas tienen por lo tanto dos reyes, lo que la guerra
por la sucesión se convierte en algo inevitable. A pesar de que Fernando es
reconocido por el Sabor de Eslavonia en octubre de 1527, coronado rey de
Hungría el 3 de noviembre de ese año, no logra poner fin a las rivalidades
entre los señores en Hungría y Croacia.
Mientras
tanto Iván Zapolya, dispuesto a todo para conservar su corona acepta
convertirse en el vasallo del sultán Soliman, quien bajo su protección, lo
instala como rey en Buda, y parte con sus tropas turcas, por segunda vez, para
intentar tomar Viena. Recién en 1538 se logra un acuerdo entre los dos reyes,
por el cual se establece que los Habsburgo se convertirán en reyes del conjunto
de Hungría, cuando Iván Zapolya fallezca. Pero a pesar de este acuerdo, los
Húngaros insistirán en tener como rey esta vez al hijo de Zapolya; querella de
sucesión que se pondrá término solo en 1571, como consecuencia de la muerte del
hijo de Zapolya. Desde entonces y hasta 1918, los Habsburgo serán los soberanos
de Hungría-Croacia
1527 SOLIMAN - EL AZOTE TURCO
Mientras
tanto los Turcos, aprovechando el desorden provocado en Croacia, continúan la
guerra, apoderándose de numerosas ciudades croatas en Dalmacia en 1527 y en
Bosnia del Oeste en 1528. En 1529 será Hungría del Este que caerá bajo el
dominio turco cuando Iván Zapolya acepta la soberanía de Soliman el que
aprovecha esta nueva situación para atacar por segunda vez Viena, pero
nuevamente sin éxito. Intentará otra vez la conquista de Viena en 1532, y en el
viaje hacia dicha ciudad, al atravesar Hungría, debe enfrentar la fortaleza de
Kissek defendida por el croata Juričić.
En 1537 los
Turcos se apoderan de Kliš en Dalmacia y de Poïega en Eslavonia. En 1541, por
cuarta vez, los soldados de Solimán entran en Hungría. Al llegar a Buda,
proclama toda la Hungría del Este como provincia turca (pachaluk), con capital
en Buda, que se mantendrá como tal durante cuarenta y cinco anos. En 1543,
Solimán penetra por quinta vez en Hungría apoderándose a su paso por Eslavonia
de las ciudades de Valpovo, Pakrac, Orahovica, y de numerosas ciudades en
Hungría, las que serán divididas en regiones militares (sandjaks). Fernando de
Austria, viendo que la resistencia a tan poderoso enemigo ya se hace imposible
de continuar, firma una paz de cinco años en 1547 más un pago a los Turcos por
30'000 ducados. El tratado permitirá consolidar el reinado del soberano, aparte
también de evitar la conquista total de Croacia, de Hungría y de Viena misma.
1566 NICOLÁS ZRINSKI
Terminados
los cinco años de paz firmados entre Solimán y Fernando, el Imperio Otomano
intenta por una sexta vez la conquista de la codiciada Viena. Soliman
aconsejado por su visir Sokolović (de origen bosnio-croata), prepara un
ejército de más de 200'000 soldados y una gran cantidad de canones. Ya en
Hungría, dirige a una parte de su armada (90'000 soldados y 300 cañones) hacia
la ciudad de Siguet la cual está siendo defendida por el ban croata Nicolás
Zrinski con apenas 2'500 soldados. La ciudad será asediada durante semanas por
las fuerzas turcas que lanzan una y otra vez todo su poder de fuego sin lograr
quebrar la determinación y el heroísmo de Zrinski y sus soldados. Soliman sigue
retardando la continuación del avance hacia Viena, en espera de ver caer
Siguet, pero la ciudad no se rinde. El jefe otomano ofrece entonces al ban
Zrinski, toda Croacia si abandona la ciudad, pero todo es en vano, el ban
croata no acepta. Sokolović recurre al chantaje, los soldados turcos han
apresado al hijo de Zrinski y amenazan con darle muerte si su padre no se
entrega.
Pero ni esto
permite a los otomanos convencer a los valientes defensores de Siguet. Después
de miles de muertos entre los soldados turcos, y como ni el chantaje ni las
promesas lograban poner término a la resistencia, el visir Sokolović cava
un túnel hasta la ciudad, a través del' cual logran penetrar sus soldados.
Nicolás Zrinski, esperaba aún una promesa de ayuda hecha por Maximiliano, el
nuevo emperador de Austria, quien se encontraba con sus tropas a menos de 200
kilómetros de la ciudad sitiada.
1566 - El sacrificio de Zrinski
Ante una ayuda
que no llega y la invasión de la ciudad por las tropas otomanas, Zrinski decide
morir antes de rendirse. Se viste con sus mejores trajes de soberano, y coloca
a continuación en sus bolsillos cien ducados de oro, para el que saquee su
cadáver y, el 7 de septiembre de 1566, hace abrir las puertas de la ciudad a
través de la cual pasa acompañado con sus quinientos últimos soldados. Se
lanzan entonces como un solo hombre, en contra de la masa de incontables
soldados turcos. Quedarán apenas solo siete combatientes croatas con vida. La
cabeza del ban heroico, sobre la punta de una lanza, será enviada por Sokolovic
a su hermano en Buda desde donde éste a su vez la enviará a Maximiliano. Así
como Leonidas el héroe griego, muere heroicamente ante los Persas en la batalla
de las Termópilas, también este Leonidas croata dió su vida antes de rendirse a
Solimán. Pero el sultán turco de todas maneras no logra saborear su victoria,
ya que en realidad, tres días antes del derrumbe de la ciudad sitiada, Soliman
muere en su tienda de campaña, pero su astuto visir Sokolovic oculta su
fallecimiento para que en sus soldados no entrara el desaliento, y solo anuncia
la muerte del sultán, cuando sus tropas entran como vencedores en la pequeña
pero tenaz fortaleza. Sokolovic debe hacer regresar a los ejércitos otomanos a
Estambul, fracasando una vez más en sus intentos de apoderarse de Viena, y de
nuevo serán los Croatas y su heroísmo los que se lo impiden. Como ya hemos
visto, el emperador Maximiliano, con sus tropas compuestas de cien mil
soldados, habría podido salvar a Siguet, ya que se encontraban a una distancia
desde la cual podían haber llegado con la ayuda necesaria, pero el emperador
hizo primar sus intereses personales en su lucha en contra de Zapolya en
Hungría.
1593 - LA BATALLA DE SISAK
Soliman El
Magnífico llevó ciertamente al apogeo al Imperio Otomano, durante su reinado en
el siglo XVI, así como su sucesor Amurat III, vencedor de los Persas, pero a
fines del mismo siglo, la expansión y los triunfos de los Otomanos, conocerán
serias derrotas que marcarán el comienzo del fin. El primero de estos reveses
turcos, será la famosa batalla de Lepanto (1571), en la cual la escuadra
cristiana de Felipe II, el Papa y Venecia, al mando de Juan de Austria, vencen
a la flota turca en el golfo de Lepanto o Corinto. Don Miguel de Cervantes
Saavedra, el autor de El Quijote, tuvo en esta batalla una actuación heroica.
Veintidós
años después, en 1593, el nuevo sultán Amurat III, decide junto a Hassan Pachá
de Bosnia, de apoderarse de Zagreb. En viaje hacia la ciudad, los ejércitos
turcos deben primero vencer la resistencia que les opone la ciudadfortaleza de
Sissak, la que está siendo defendida por los ejércitos croatas y austríacos.
Cien años después de la gran batalla de Krbava perdida por los Croatas ante los
Turcos (1493), es el turno esta vez de los otomanos de surtir una aplastante
derrota. El ejército del sultán es destrozado y el mismo Hassan Pachá pierde la
vida junto a miles de sus soldados, los que morirán por centenares ahogados en
las aguas del río Kupa. Este nuevo triunfo croata y cristiano, repercute en
toda Europa como una gran victoria de la Cristiandad. Desde entonces Sisak se
convierte en el último límite de las conquistas turcas en Croacia, y jamás los
Turcos lograrán conquistar Zagreb.
Después de
más de 150 años de estar permanentemente a la defensiva ante el avance y
expansionismo turco, estas dos batallas marcan una nueva época en esta guerra,
que ahora se convierte en guerra de reconquista, y que durará mas de ciento
cincuenta años aún y sin que los Turcos sean totalmente expulsados de los
Balcanes. Por eso es que se consideran de igual importancia tanto la batalla de
Sisak en 1593, como la de Lepanto en el Mediterráneo, en la cual los Croatas
aportaron al triunfo del combate naval, con una docena de barcos de guerra. En
Estambul, conmocionados por la derrota de Sisak, el sultán Amurat III pretende
declarar una nueva guerra en contra de Austria, pero Sinan Pachá le hace
comprender que debe abandonar sus planes bélicos y concentrar sus esfuerzos en
consolidar los territorios que aún domina el Imperio.
LA DECLINACION DEL IMPERIO TURCO
Mientras
tanto en Europa, el Papa Clemente VIII, intenta organizar una nueva cruzada en
contra del Imperio Otomano para expulsarlo de todas las naciones cristianas
libres o en poder de los Turcos. En Croacia, la ciudad de Kliš es liberada, así
como Petrinja al sur-este de Zagreb. Son dos ciudades mas, liberadas del yugo
turco. Finalmente en 1606, se firma en Hungría, un pacto de paz por veinte
años, entre el sultán Amurat III y Rodolfo II. Cada parte mantiene en su poder
los territorios ocupados a esa fecha; Rodolfo debe pagar al sultán la suma de
200'000 ducados y los Otomanos se comprometen a no penetrar en los países
cristianos. Por este acto, el primero en doscientos años, ambas partes
concluyen una paz en igualdad de condiciones, marcando así, el inicio de las
reconquistas cristianas y por ende, la declinación del Imperio Otomano.
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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de
la historia de Croacia
Studia Croatica - electronic edition -
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