SIGLOS XII AL XV, CIUDADES CROATAS

 

 

SIGLOS XII AL XV, CIUDADES CROATAS

 

A partir del siglo XII ciudades dálmatas como Dubrovnik, Šibenik, Nin, Škradin, las islas de Hvar y Korčula, deseaban y obtienen la autonomía y los privilegios tal como la tenían las ciudades romanas. El desarrollo de las ciudades croatas es muy parecido al camino recorrido por otras ciudades europeas, sobre todo las instaladas a orillas del mar. Estas ciudades marítimas, después de la caída del Imperio Romano, obtienen su autonomía ante el vacío de todo poder central y que, sobre todo a partir del siglo XI y XII, la población croata en dichas ciudades se convierte en mayoritaria.

 

 

ZAGREB CAPITAL DE CROACIA

 

Antes de ver algunas ciudades del Adriático croata, es interesante conocer Zagreb y su historia, que comienza con dos colinas vecinas sobre las cuales se construyen dos ciudades: Kaptol - rico centro eclesiástico - y Gradec - población de buenos artesanos y de aún mejores comerciantes, locales y foráneos. En 1094, siendo ya Kaptol un obispado, en un documento aparece por primera vez el nombre de Zagreb. A pesar de las mutuas rivalidades y escaramuzas, las dos ciudades vecinas se mantuvieron hasta el 1241, año en que el rey Bela IV, perseguido por los Tártaros, se detiene con su séquito en Grades. Dichos artesanos y comerciantes, por lo visto predecesores de los hosteleros actuales, cogieron la oportunidad al vuelo y durante ocho meses enteros le brindaron al rey el mayor confort y protección posibles. Este se sintió agradecido y en 1242 le otorgó a Grades el título de "Ciudad real libre" concediéndole así mismo una serie de privilegios. El documento en donde constan estos hechos se denomina «Real Cédula Aurea». Aquellos privilegios y aquel status no incluían a Kaptol. Esta circunstancia originó nuevas enemistades que en vez de disminuir fueron aumentando, sin soñar siquiera que un día se unirían, las dos ciudades vecinas arremetieron violentamente una contra otra en 1396. En recuerdo de aquel conflicto, una calle lleva hoy el nombre de "Puente Sangriento". En 1557 Zagreb se convierte en la capital de Croacia, en donde tendrá su sede el gobernador (Ban). El parlamento croata (Sabor), se reúne ya sea en Gradec o también en Kaptol. La nobleza feudal hace construir sus palacios en Gradec, a pesar de que en las cercanías posee castillos y tierras cultivadas por siervos y campesinos libres, pero desposeídos. También aquí existían espíritus rebeldes y con ideas propias. Algunos de ellos se dieron cuenta tempranamente de que el mundo no debe necesariamente ser organizado de modo que unos solo tuvieran que trabajar y los otros gozaran de todos los derechos. En 1573, encabezado por Matija Gubec, el campesinado organizó una de las rebeliones más grandes de aquel tiempo, a la que el ejército feudal ahogó a sangre y fuego. El espíritu rebelde sin embargo, se mantuvo intacto.

 

En 1606, los jesuitas, recién llegados, fundaron el primer Colegio y luego en 1669 la Universidad. Zagreb se convirtió en el centro escolar, universitario y científico mas importante de toda la región. Al interior de Croacia, sobre todo en Croacia del Norte, en donde las antiguas ciudades fueron destruidas durante las invasiones bárbaras, se van creando progresivamente poblados, aldeas y ciudades a través de todo el territorio, ayudado también por las ocupaciones y fortalezas construidas por los señores feudales croatas. Pero un cierto numero de entre ellas serán destruidas por la invasión de los Mongoles (1241). El peligro de una nueva invasión Mongol beneficia el nuevo desarrollo de las ciudades fortificadas a las cuales los reyes les otorgarán privilegios y libertades. Las siguientes ciudades, como la ya fundadas anteriormente, obtienen estatutos de ciudades libres:

 

Varaždin (1209), Samobor y Zagreb (1242), Križevći y Jastrebarško (1257). Estas ciudades envían también a sus representantes al Sabor de Croacia como a los Sabor locales.

 

 

 

DUBROVNIK

 

Una de las ciudades que jugaron un gran rol en el desarrollo comercial y cultural de Croacia así como de los Balcanes en general, fue la ciudad de Dubrovnik. Bien merece un estudio especial, ya que su historia casi la separa completamente de Dalmacia. Fue la ciudad independiente por excelencia, la fortaleza inaccesible y al mismo tiempo la ciudad siempre abierta para aquellos que la desgracia y los tiranos hacían huir. Construida sobre una roca volcánica que la convierte en inexpugnable durante siglos, Ragusa, cuyo nombre croata es Dubrovnik, resistió a los asaltos mas furiosos ya sean venidos de la naturaleza o de los hombres. Los terremotos más devastadores, y los ataques más tenaces de sus enemigos, nada pudieron contra la tenacidad y el coraje de esta ciudad-fortaleza. Una teoría nos habla que Ragusa fue fundada en el año 265 de nuestra era, cuando la pequeña ciudad romana de Epidaurus es destruida por los Godos. Sus habitantes huyendo de los bárbaros, se refugian en una roca inaccesible en la cual construirán sus hogares, con lo cual serán las primeras construcciones de una ciudad que se llamará sucesivamente, Rausia, Lavusa, Raugis, Rachusa, Ragusa. El nombre de Dubrovnik es un derivado de la palabra «roble», y que eran los bosques que hacían vecindad a la ciudad, y cuya madera sirvió para su construcción. Los Turcos a su vez, corrompían el nombre croata, para llamar a la ciudad como «Dobro Venedik» (la Buena Venecia), quizás para distinguirla de su enemiga jurada, la Venecia de los dogos.

 

En el siglo XIII, el pequeño canal que separaba la ciudad es rellenado, el cual pasa a ser la arteria principal de ella, y en la que la población croata a pasado a ser mayoritaria. Después del acuerdo del año 812 entre Carlomagno y Bizancio, Dubrovnik hace parte de cinco ciudades de la Dalmacia bizantina, y con el correr del tiempo reconoce la protección sucesiva de los Ban de Zeta (Montenegro), de los reyes de Croacia, a los Normandos, Venecia, y a los reyes de Anjou, antes de convertirse en una ciudad libre a partir del siglo XVI, cuando debe pagar un tributo a los Turcos para así conservar su independencia hasta el año 1807 (Napoleón). Para mantener su independencia desde el siglo XI, la ciudad debe firmar numerosos tratados que le permiten preservar su autonomía y asegurarse el libre comercio sobre el Adriático y el mar Mediterráneo: con Pisa, Bizancio, Nápoles, España y sobre todo con los soberanos de los estados balcánicos, como Stjepan Nemanja y el zar Dušan de Serbia, con el Ban Kuline de Bosnia en 1189, tratado escrito en lengua croata y en el cual, por la primera vez, la ciudad lleva su nombre croata de Dubrovnik. Una crónica árabe del año 1154 menciona que Dubrovnik es la última gran ciudad de Croacia hacia el Mediterráneo. Lo cual prueba que Dubrovnik como las otras ciudades romanas en Croacia dálmata, eran habitadas en su mayoría por los Croatas, a pesar de la población siempre existente del Imperio Romano. Con el tratado de Zadar de 1358, Venecia renuncia a sus derechos sobre Dubrovnik quien es incorporado nuevamente al reino de Hungría-Croacia.

 

A partir de 1358, es el período más próspero de Dubrovnik, el cual dura hasta el terrible terremoto de 1667, que destruirá la ciudad hasta sus cimientos y el incendio de sus palacios "iluminarán la noche como si fuese de día." De los siglos XIII al XV, Dubrovnik extiende su territorio desde las Bocas del Kotor hasta el río Neretva al norte, incluyendo islas como Mljet, Lastovo, Šipan y la península de Peljesac.

 

Dubrovnik con su autonomía y su prosperidad comercial, se convertirá en la «Atenas croata» durante numerosos años, y el faro para Croacia en sus peores momentos de resistencia en contra del Imperio otomano. En el año 1460, llega a las puertas de Dubrovnik, Mehmed I (1379-1421), sultán otomano que en el 1453 conquista Constantinopla, en el 1459 se apodera de Serbia y conquista Bosnia en 1463, y ahora se encuentra ante la pequeña república que osa oponerse ante tan poderoso conquistador. La ciudad ya está sitiada y rodeada por las tropas del sultán. La leyenda dice que una noche Mehmed tiene un sueño, en el que ve a un viejo de largas barbas el cual le provoca un gran espanto, ya que le profetiza su muerte y la derrota si intenta tomar la ciudad; al día siguiente recibe al embajador enviado por la ciudad para parlamentar y con estupor el conquistador otomano ve que en el escudo de armas de los defensores está el mismo viejo del sueño de la noche anterior, el cual no es otro que San Blas, patrón de la ciudad. Los ejércitos de Mehmed se retiran sin tocar a Dubrovnik.

 

Esta ciudad es también la patria de Iván Gundulić, poeta y pensador inigualable del siglo XVII. Hasta el día de hoy, Dubrovnik se llama con razón la "Ciudad de Drzić, Gundulić y Voinović", ya que el pensamiento y la obra de estos tres grandes, vive aún en Dubrovnik y son la admiración de sus contemporáneos. Las espléndidas composiciones dramáticas "Osmán", "Dubravka", "Las lágrimas del hijo pródigo" hacen aparecer a Gundulić como un combatiente implacable por la justicia, como un poeta que se levanta en contra de la esclavitud de los pueblos, en contra del yugo turco de esos tiempos; él aparece como el cantor de la libertad y de la independencia de Dubrovnik y como un genio cuyo pensamiento vuela hacia los mares y los cielos. Por la altura y la profundidad de su espíritu humanista y patriota, Gundulić es el más grande de los escritores de los hogares y familias de Dubrovnik, un orgullo cierto para toda Croacia.

 

 

 

MARCO POLO-DUBROVNIK Y AMERICA

 

En el curso de la segunda mitad del siglo XV y durante el siglo XVI, Dubrovnik refuerza su marina mercante, lo que unido al alto valor de sus marinos, a la vasta red de sus colonias comerciales (50 consulados) y a sus posiciones en el Mediterráneo y puertos de Europa y el Atlántico hasta los mares del Norte, logrará crear en su ciudad las condiciones indispensables, a un desarrollo universal de las actividades culturales y espirituales. Es la época de una gran prosperidad económica y expansión de la influencia de esta pequeña república.

 

Pero no solo Dubrovnik fue la única ciudad croata en lograr este desarrollo en su comercio y su navegación. Otras ciudades como Trogir, Split, Šibenik, Zadar y las islas de Hvar y Korčula, fueron importantes centros comerciales y culturales de Croacia en la Edad Media; un cierto numero de croatas trabajaban al servicio de Venecia, entre ellos Marco Polo, quién muy probablemente se llamara Marko Polić y que nada tenía de veneciano, sino originario de la isla de Korčula (kórchula). En esa época muchos croatas latinizaban sus nombres y apellidos. Por lo demás, los croatas dálmatas se habían forjado desde hacía mucho tiempo, su fama como grandes marinos, y por lo tanto viajeros innatos.

 

No es de extrañar así, la tradición o leyenda que habla de que entre los 120 marineros de las tres carabelas con que Cristóbal Colón descubre América en 1492, se hallaban también marinos croatas. España fue uno de los países del Mediterráneo con el que Dubrovnik mantuvo excelentes relaciones comerciales durante siglos. Así la República de Ragusa, croata y libre, fue honrada ya en el año de 1422 por la presencia de un cónsul aragonés. Hacia el fin del mismo siglo los croatas de Ragusa acababan de concluir un importante convenio comercial con Fernando V el Católico. Este rey, así como sus sucesores, mostraba un favor constante hacia la República de Ragusa. Por fin, no es menester mencionar, que entre los marinos de las carabelas de Colón hubo algunos marinos croatas, y que las galeras de la República croata de Ragusa, como conjunto separado, participaron con éxito en la batalla de Lepanto, donde la victoria de Don Juan de Austria sobre los Turcos, aumentó la gloria y la grandeza del cristianismo y de España.

 

 

 

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Gaspar Glavic: Mis lecturas sobre los 2000 años de la historia de Croacia

Studia Croatica - electronic edition -

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