Historias de Vida de Inmigrantes
Croatas.
Los croatas que arribaron a
Magallanes, en su gran mayoría provenientes de la provincia austríaca de
Dalmacia, y por ende súbditos del Imperio Austro Húngaro desde 1814,
representaron una de las colonias más significativas que llegaron y se
establecieron en la región austral[1].
Tal inmigración al territorio magallánico, data desde sus orígenes hacia fines
de la década de 1870 y comienzos de 1880 aproximadamente, años en donde podemos
encontrar un número muy reducido de ellos, siendo éstos los verdaderos
adelantados en venir a probar suerte a la zona austral de nuestro país[2].
Posteriormente, bien avanzada la década de 1880 y comenzando los años de 1890,
vemos que la llegada a Chile de tales inmigrantes aumenta con el correr del
tiempo por diversos factores. Entre ellos el factor económico tras las crisis
de los cultivos de la vid, político al estar bajo el régimen del Imperio
austriaco y social tras querer librarse del complejo sistema del servicio
militar, comenzando entonces la emigración masiva y en cadena con la intención
de colonizar la región magallánica, la cual comienza a tomar fama entre los
distintos tipos de inmigrantes a raíz de su auspicioso desarrollo económico y
mercantil tras la instauración de la actividad ganadera y los recientes
descubrimientos auríferos[3].
Además, según las fuentes y la
bibliografía consultada a lo largo de nuestra investigación, podemos señalar
que la sociedad croata posee fuertes rasgos de índole tradicional, tema ya
analizado en trabajos anteriores. Decimos esto, debido a que luego de analizar
los tipos de oficios y actividades que fueron desempeñando a lo largo de su
historia tanto en Dalmacia como en Magallanes, siempre vemos presentes como
base de su idiosincrasia prácticamente los mismos aspectos que se van
repitiendo, heredando y adaptando según las circunstancias y el contexto en que
se analicen.
Entonces, la actividad agrícola
de las cosechas de la vid, los cultivos del olivo, la explotación de las canteras
de la cal, el rubro de la pesca, el empedramiento de calles, la minería y la
navegación fueron de alguna forma la base de su economía[4].
Pero a pesar de estos rubros que
caracterizaron al hombre croata trabajador, lo cierto es que al igual que todo
inmigrante, creemos que los croatas no estuvieron exentos de la intención por
probar suerte en nuevas ramas de trabajos que le hicieran mejorar su calidad de
vida a través de la acumulación de capital, adentrándose entonces en el rubro
empresarial incipiente y comercial a través de industrias de aserraderos, de
construcción, estancias ganaderas, negocios afines con la distribución de
mercaderías, hoteles, establecimientos de juegos, entre otros.
Entonces, partiendo de la base
que todo sujeto emigra con deseos de mejorar su calidad de vida producto de
diversas situaciones adversas, principalmente buscando la estabilidad económica
y por lo tanto conseguir el anhelado ascenso en la sociedad a través de la
reiterada búsqueda de distintas labores en que emplearse que le produzcan
rentabilidad económica, es de nuestro interés en el siguiente trabajo conocer y
analizar qué tipo de actividades realizaron algunos de los inmigrantes croatas
más representativos una vez estando en Magallanes y en qué oficios y rubros se
habrían desenvuelto y probado suerte para cumplir tales pretensiones.
Esto con el fin de dilucidar las
aspiraciones, proyectos y motivaciones de vida de tales inmigrantes en torno a
la esfera económica, la cual les servirá a muchos aventureros como un
instrumento para finalmente alcanzar una seguridad monetaria que les permitiese
formar familia, radicarse en nuestro país de forma definitiva y escalar
socialmente, rompiendo entonces con esa continuidad tradicionalista de sus
pautas de vida.
Además, como segundo objetivo
nos planteamos el hecho de dilucidar si estos inmigrantes siguieron teniendo
lazos con su familia dejada atrás en la tierra natal, ya sea por medio de
enviar remesas de dinero, contacto vía correspondencia, pedimento de favores
como asuntos legales o cobros de dineros, o incluso matrimonios por encargo. La
idea es llegar a conocer si dentro del imaginario colectivo del sujeto que
migra se encuentra la idea del eterno retorno con los suyos y con su tierra,
tanto de forma física como abstracta.
- Natalio Foretic, de pequeño
maestro de obras a gran empresario de la construcción.
Al parecer, el rubro de la
construcción y derivados fue un negocio bastante rentable para los que se
dedicaron a éste si tomamos en cuenta que además ya era un oficio conocido por
parte de los que provenían de la Isla de Brac. Si analizamos el estado en que
se encontraba la región magallánica en la década de 1890, lo cierto es que
había mucho por hacer sobre todo en la materia de obras civiles y edificaciones
privadas, por ende, no serán pocos los croatas que probarían suerte en las
labores de la construcción, fabricación de ladrillos, carpinterías, herrerías,
entre otros oficios afines.
Así, Francisco Tomsic fue uno de
los primeros croatas que se dedicó a las labores de la construcción experimentando
sus dotes de ladrillero en el año de 1892 tras poner en marcha un horno en la
zona del Río las Minas y su fábrica de ladrillos[5].
Junto a él estuvieron “Lorenzo Marusic, Miguel Tafra, Esteban Kovacic y
Novak[6].”
Posteriormente formaría una sociedad con Juan Depolo y Luis Ragosa para
finalmente emprender una empresa de ladrillos con Natalio Foretic, que al cabo
de unos años finalizaría dedicándose cada uno al rubro de la construcción por
separado[7].
Otros empresarios del rubro con
talleres de construcción de edificios o buques serán Simón Pizzulich, Bonacich
y Compañía, Hamman y Spanich[8].
Pero sin duda, Foretic fue uno de los empresarios de la construcción más
conocidos y bien considerados al momento de emprender una obra por lo que nos
sumergiremos en su vida.
La primera información que
manejamos de Natalio Foretic Smerkinic data de 1892, quien habría llegado por
la embarcación Potosí a Punta Arenas luego de haber estado 3 años en Argentina,
encontrándose entonces dentro de los llamados pioneros de la inmigración croata
en la zona austral de nuestro país. Era oriundo de la ciudad de Curzola (Korčula)
en Dalmacia de donde emigró dejando a sus padres para emprender rumbo a América[9].
Con su progenitor Vicente
Foretic seguirá manteniendo el contacto según lo que nos dice el documento del
3 de mayo de 1893, en donde “Natalio Foretic da poder especial a su padre
Vicente Foretic, residente en Dalmacia, en la ciudad de Curzola (Korčula),
para que lo represente en todos los intereses del compareciente que posee en
dicha Provincia”[10].
Sus primeras incursiones en la
construcción serán a partir del mismo año de 1893, comprometiéndose junto a
Gastón Casanova por contrato con Elias H. Braun para la edificación de un
matadero por la suma de $4.500 pesos[11].
En 1894 probará suerte al formar una empresa social bajo la firma de Foretic y
Compañía junto a sus socios industriales Juan Guerisivic, Francisco Tomsic y
Juan Bilus. El objeto sería trabajar en hornos de ladrillos, en donde Foretic
aportará el capital que sea necesario para su construcción y sus socios le
devolverán la cuarta parte de la sociedad[12].
Bajo esta sociedad trabajarán
para el Fisco en 1895, ya que Ismael Gandarillas los contratará para la sección
de albañilería en la construcción de la casa consistorial de la colonia,
dejando en 44 pesos el metro cúbico del edificio como ganancias[13].
Pero a poco menos de un año, la sociedad se disolverá por problemas económicos
de los demás socios, por lo que Juan Guerisivic y Juan Bilus venden la parte
que les corresponde de la empresa de ladrillos a Foretic en mil pesos el
primero y en $2.830 pesos el segundo, quedando solamente asociado con Tomsic[14].
Aprovechando el éxito económico
con sus labores de constructor y con su empresa de ladrillos, Natalio Foretic
decide contraer matrimonio al estar pasando por un buen momento financiero.
Entonces, el 17 de febrero de 1896, a la edad de 27 años, se casa con Clara
Mansilla Triviño, chilena, de 23 años de edad[15].
Posteriormente conocemos de la existencia de por lo menos un hijo de este
matrimonio, Vicente Foretic, quien se radicaría en la zona de Porvenir
dedicándose a la industria de los aserraderos, teniendo además estudios en
Europa[16].
En cuanto a la familia personal
de don Natalio, ya hablamos que con su padre, Vicente Foretic, quien vive en la
ciudad de Korčula en Dalmacia seguirá manteniendo el contacto por diversos
motivos de índole económico y judicial. Así también, por los mismos motivos
sabemos de la existencia de un hermano menor, Jorge Foretic, quien se habría
quedado en Korčula con su padre sin emigrar entonces de su tierra natal[17].
Pero además, posee otro hermano
menor que él, Juan Foretic, comerciante, quien también emigró y vivió en Punta
Arenas. Lo interesante es que su hermano Juan expresa en 1894 que “tiene
celebrados esponsales para contraer matrimonio según el rito de la iglesia
católica con Caterina Vilovich, mayor de edad, soltera e hija legitima de
Andrés Vilovich y Elisabetta Yercevic, vecina y residente de la ciudad de Curzola
(Korčula), y que siéndole imposible trasladarse a esa ciudad como lo desea
debido a la gran distancia que lo separan y las ocupaciones graves que se le
prohíben, entrega poder especial a su padre Vicente Foretic para que este
contraiga matrimonio con la dicha señorita en su nombre”.[18]
De lo expresado recién, se puede
desprender una de las formas de cómo el inmigrante logra retornar de forma
imaginaria a su patria natal y la importancia que esto tiene para ellos, esta
vez queriendo casarse con una mujer coterránea suya, incluso oriunda del mismo
pueblo natal con la cual compartirá las mismas pautas de vida y códigos
sociales. Finalmente logrará traerla consigo a Magallanes, casándose en 1898 en
Punta Arenas para validar la situación recién contada.
Volviendo entonces a su vida
laboral, junto al socio que le quedaba de la antigua compañía de ladrillos,
Francisco Tomsic, formará en 1896 una sociedad comercial aportando un capital
total de $21.716 pesos con el objeto de producir y vender ladrillos, las ¾
partes del capital son aportadas por Natalio con la intención de que la empresa
dure tres años[19]. Pero no
sólo con Tomsic se asociará, puesto que luego creará una compañía con Juan
Depolo para dedicarse nuevamente al rubro de la construcción por dos años,
aportando la suma de 2 mil pesos cada uno[20] y otra sociedad con Rufo
Pascuali para construir el Faro de Punta Dungenes en 1897 [21].
Era tal la fama de Natalio, que
diversos avisos en la prensa regional promocionan sus excelentes servicios como
constructor y empresario de las fábricas de ladrillos, poseyendo además un
personal muy bien calificado, “en el Liguria ha regresado de Buenos Aires
Natalio Foretic trayendo seis obreros albañiles, muy buenos estucadores y
excelentes hornos para fabricar ladrillos”[22].
Por lo mismo, los trabajos para el Fisco seguirán, por eso bajo un contrato
celebrado con Octavio Señoret en el año de 1899, Foretic construirá y
pavimentará algunas de las principales calles de Punta Arenas[23].
En 1904, construirá el edificio para la Compañía de Luz Eléctrica formando
contrato con su presidente Moritz Braun por la suma de $23.030 pesos[24].
De forma paralela, tras los
progresos económicos que Foretic estaba alcanzando con sus empresas de
ladrillos, se dedicará a comprar terrenos y animales, ya que para incrementar
sus ingresos probará suerte en el rubro de la ganadería como así también en la
reventa de terrenos. En 1895 aparece comprándole a Pedro Battle 17 animales cabalgares
en la suma de $725 pesos[25],
y dos terrenos a Juan Bitsch en $2.500 y $1.500 pesos respectivamente[26];
así también venderá a Carlos Harmand una casa y sitio en calle Valdivia por la
suma de $5.500 pesos.[27]
Con el avance que hubo con la
explotación ganadera en la zona magallánica, Foretic no se quedará atrás y
formará junto a Federico Soto una sociedad para la crianza y explotación de
ganado y maderas por 5 años, aportando Foretic el capital de $10 mil pesos[28].
Claro que no por eso Natalio se encontrará exento de deudas, justamente antes
de emprender la empresa ganadera, pedirá un préstamo al Banco de Londres y
Tarapacá por la suma de 4 mil pesos[29],
pero así también le adeudarán platas como el caso de la señora Maria Pelegrin
que le deberá $680 pesos[30].
Incluso querrá adjudicarse una
mina que ha sido abandonada en la zona de Tierra del Fuego, ya que posteriormente
abrirá sus horizontes hacia la explotación de yacimientos de la cal, oficio muy
conocido en Brâc. Por eso, en 1904, junto con Nicolás Cebalo y José Antic,
formarán una sociedad para la explotación de unas canteras de piedra situadas
en los alrededores de Puerto de Hambre, para preparar piedras que sirvan para
la construcción y así venderlas; el capital social será de 6 mil pesos en donde
Foretic aportará 3 mil de estos[31].
Nuevamente formará una empresa
en 1904, esta vez estableciendo sociedad con Nicolás Stambuck (Stambuk) con el
objeto de construir edificios, explotar las minas de cal, fabricar ladrillos,
venta de mercaderías en general y crianza de animales, es decir una mezcla de
todo lo que alguna vez Natalio emprendió. La firma será por 5 años y el capital
consiste en la suma de $68.458 pesos aportados por ambos en partes iguales[32].
En 1907 se asociará con Elías H.
Braun y realizarán los trabajos para el ensanche de las cuadras para la tropa
de la policía de Punta Arenas por la suma de $4.492 pesos[33].Y
para finalizar, uno de los últimos trabajos que se le conocen data de la fecha
de 1913, en donde construirá la Capilla de Última Esperanza por la suma de
$34.500 pesos[34].
Natalio Foretic, versátil y
afamado trabajador croata de Magallanes dedicado a la rama de la industria de
la construcción y fabricación de ladrillos, fuera de probar suerte en la
explotación ganadera y de las canteras de la cal siendo la primera de este
rubro, además estableció el primer horno de fabricación en Tierra del Fuego. No
satisfecho con esto, instaló la primera carpintería a vapor en la zona y
construyó los mayores edificios de mampostería erigidos en Punta Arenas[35].
Partiendo en sus orígenes como
un humilde constructor y fabricante de edificios, demostró a lo largo de su
vida sus ansias de surgir, mejorar su condición económica y ascender
socialmente por medio de sus esfuerzos, para terminar siendo el empresario del
rubro de la construcción más importante de principios del siglo XX en Magallanes.
Además, el vínculo e imaginario
personal del retorno hacia su tierra natal y por los suyos se encontrará
presente en sus pautas de vida al igual que su hermano Jorge, manteniendo
contacto por diversos motivos con su padre y hermano radicados en su ciudad de
origen, Korčula, y con su hermano arraigado en Punta Arenas.
- Mariano Bilus, el marino que
soñó con los grandes negocios del mar.
Proveniente de la ciudad de
Split, Don Mariano Bilus habría llegado a Punta Arenas a finales de la década
de 1880, formando parte de una de las primeras y pequeñas oleadas de
inmigrantes croatas avecindados en la región magallánica[36].
Marino de profesión como muchos otros hombres provenientes de las costas
dálmatas, su accidentada estadía en la región austral de nuestro país se
condimentó con la esforzada e insegura vida de los hombres dedicados a la
navegación.
Amante del mar, en 1894 lo vemos
comprando con sus compatriotas Andrés Svilicic, Mateo Trebotic y Agustin
Denegri, una goleta perteneciente a Nicanor Antonic, junto con dos chalupas por
la suma de $4.600 pesos[37] como lo deja entrever el
siguiente documento “a partir del año noventa, entre los dos Mateo Trebotic,
Mariano Bilus, y Gregorio Svilicic, adquirieron la goleta San Pedro”[38].
Al parecer el negocio de las
goletas marchaba por buen camino, ya que unos meses después “entre el marino
Agustin Denegri, Mateo Trebotic, Andres Svilicic y Mariano Bilus, existía la
sociedad Denegri y Compañía”[39]
. El objetivo era abastecer de víveres a los mineros de Tierra del Fuego,
vendiendo mercaderías y transportando pasajeros por esos lejanos parajes de
difícil acceso donde solo los más expertos se arriesgaban a llegar.
En 1897, Agustín Denegri,
Mariano Bilus y Mateo Trebotic se confiesas deudores de Juan Ursic por la suma
de $770 pesos que les fueron prestados, los cuales se comprometen a pagar en el
plazo de 3 meses bajo el interés del 1% mensual[40].
Desconocemos si tal préstamo se
debió a que los asuntos financieros de la sociedad se tornaron complicados, o
muy por el contrario realizaron una inversión para mejorar los servicios de la
compañía.
Sea como sea, lo cierto es que
Mariano Bilus dedicó su corta estadía en Punta Arenas a los asuntos y negocios
marítimos como buen marino de profesión que era.
Deducimos por lo mismo, su intención
y deseos de surgir al formar la sociedad naviera con sus compatriotas. De igual
forma, sabemos que poseía un hotel en donde todos los colonos recién llegados
se hospedaban, siendo entonces Bilus muy conocido en el pueblo.
Lamentablemente, la suerte no lo
acompañó del todo debido a que en 1897 la muerte lo alcanzó de improviso como
se nos cuenta en el siguiente relato, a las 6.15 de la tarde del domingo, el
ciudadano austriaco Mariano Bilus, tuvo un ataque que lo dejó antes de cinco
minutos. Tenía 36 años. Llegó a Punta Arenas como ocho y medios años atrás,
ocupándose siempre de negocios de mar, pues era muy buen marino de profesión.
Nació en Spalato (Split), Dalmacia, y era casado con Catalina Jelich.”[41]
Del enlace matrimonial con
Catalina Jelich muy poco sabemos, de hecho no se encontró información de tal
casorio en Magallanes, lo que nos hace pensar que ambos emigraron ya estando
casados en Split. De igual forma, son interesantes las líneas que se le dedican
al fallecimiento de Bilus en el principal diario de la ciudad, símbolo del
pequeño reconocimiento que la población magallánica quiso dejarle a raíz de su
repentina muerte, lo que nos deja claro que su paso por las tierras australes
de nuestro país no pasaron desapercibidas.
Posterior a su muerte, su viuda
mujer Catalina Jelich comienza a realizar los trámites de la herencia dejada
por don Mariano, entonces “el 2 de abril de 1898, Catalina de Bilus, libre
administradora de sus bienes, da poder a Juan Marovich para que la represente
con todo lo relacionado con la venta de una propiedad que la sucesión de su
finado esposo Mariano Bilus posee en esta población”.[42]
Junto a esto, nos enteramos que
tal matrimonio habría dejado como descendencia a más de un hijo, teniendo que
cargar la mujer sola con sus pequeños niños, uno de ellos llamado Juan, “se
concede la posesión efectiva de la herencia de Mariano Bilus a su menores hijos
representados por el tutor Juan Marovich, al haber acreditado su condición de
hijos legitimos”.[43]
Oriundo de Split, a los 27 años
de edad, luego de haber cumplido con su deber de realizar el servicio militar
como súbdito del Imperio Austro-Húngaro y marinero de profesión, emigró a
tierras americanas. Mientras que pudo siguió manteniendo contacto con sus
familiares dejados en la tierra natal lo que demuestra de alguna forma el apego
a sus raíces.
Así lo demuestra el documento
del 23 de julio de 1895, en donde don Mariano “da poder especial a Luisa
viuda de Bilus, residente en Spalato (Split) Provincia de Dalmacia, para que lo
represente en recibir la cantidad de 34 florines que le corresponden como
soldado del Imperio Austro-Húngaro”.[44]
Pero esta nueva batalla, la lucha contra la vida en Magallanes no la pudo
ganar.
- Mateo Peric, de minero a
industrioso de los aserraderos.
Los primeros datos que manejamos
de Mateo Peric en Magallanes datan de 1887-1888, cuando de mano del famoso
Julio Popper comience la explotación aurífera del Páramo, Bahía de San
Sebastián, envolviéndose la población colonizadora y los primeros adelantados
con la fiebre del oro[45].
Entonces, Peric es contratado por Popper en Buenos Aires para trabajar en sus
factorías como minero en la zona de Tierra del Fuego junto con otros
compatriotas que transitarán momentáneamente por la zona austral.
Como se acaba de mencionar, a
partir de los descubrimientos auríferos en las islas australes a finales de
1880, Popper comenzará a reclutar gente para sus expediciones hacia el Páramo y
Bahía Slogget entre los cuales contará en sus filas con alrededor de 70
croatas, la mayoría ya establecidos en Buenos Aires o en algún lugar de la
patagonia argentina[46].
Algunos de ellos residieron de
forma temporal en la zona austral mientras se dedicaron a las labores mineras,
otros luego del cese del auge aurífero en 1893, optarán por radicarse en la
ciudad de Punta Arenas o permanecer temporalmente en algún lugar del territorio
magallánico[47].
No sabemos con exactitud hasta
qué fecha Mateo Peric trabajó para Popper, pero en el año de 1893 ya lo tenemos
radicado en la ciudad de Punta Arenas, lo que nos hace pensar que él habría
sido uno de los afortunados con las ganancias obtenidas en los yacimientos
auríferos, ya que logra asentarse de forma definitiva en el territorio de
Magallanes, comenzando a invertir en terrenos e intereses económicos.
Así vemos que en 1893, Mateo
Peric otorga poder general a favor de Octavio Langruman, para que tome posesión
de sus bienes en Tierra del Fuego y los administre[48].
Luego, en 1894 Miguel Cacic
vende a Peric un sitio y casa en Punta Arenas a $1.800 pesos[49],
y Silvio Olivelli vende a don Mateo un edificio con 6 piezas en $250 pesos[50],
el que luego será revendido por este mismo en $290 pesos, empezando entonces a
sacar ganancias de sus movimientos financieros.
Posteriormente, los frutos de su
trabajo como minero comienzan a ser invertidos.
A mediados de 1894, Mateo Peric
junto con Domine, reducen a escritura publica un contrato para formar una
sociedad con el objeto de obtener una hacienda de ganado lanar en Gallegos
Chico, aportando un capital social de $20 mil pesos en partes iguales[51],
cifra nada despreciable. Tal sociedad luego se expande, contratando Peric y Domine
a Miguel Doolan para que realice el talaje de los animales[52].
Al parecer, los asuntos de la
sociedad Peric y Domine marchan por buen camino, debido a que don Mateo en
reiteradas oportunidades aparecerá como prestamista de otros colonos. En 1895,
concede un préstamo de $2.700 pesos a Octavio Langman[53],
meses después Herbert Boaten se declara deudor de Peric en la suma de $1.000
pesos[54],
y en 1896 Luis Fridly le deberá al ciudadano croata la cantidad de $1.100 pesos[55].
Y claro que los asuntos
económicos de Peric irán por buen rumbo, debido a que en 1896 lo vemos
expandiendo su horizonte al inmiscuirse en un nuevo desafío, esta vez probando
suerte con la industria de los aserraderos, empresa que se dedicará por el
resto de su vida.
Peric se asocia con José Fabris
y juntos compran a Herbets Bauten un establecimiento de aserraderos en la suma
de $7.700 pesos, pero posteriormente Fabris decide desistir de la sociedad
vendiéndole su parte a Peric en $1.200 pesos[56].
Bauten nuevamente le venderá la mitad de otro aserradero que posee en 6 mil
pesos, para que finalmente ambos decidan formar una sociedad en 1897 [57].
El objetivo es la explotación de los dos aserraderos que ambos poseen,
aportando el capital social de 12 mil pesos durante los cinco años que dure la
empresa[58].
De su vida laboral y futuro
económico con su nueva sociedad formada no conocemos mucho más salvo que la
empresa se extendió por los cinco años estipulados sin problemas, por lo que
haremos un apartado en tal esfera para señalar aspectos de su vida más íntima y
familiar.
Mateo Peric Ostoic es oriundo
del pueblo de Lajisti en Dalmacia (los textos originales dicen Lajisti; otras fuentes
nos confirman que se trata de Ložišća en la isla de Brač).. Según lo
que hemos podido deducir, habría llegado a Buenos Aires siendo contratado por
Julio Popper alrededor del año 1887-1888 teniendo la edad de tan solo 17 años.
En 1904, a la edad de 33 años, se casa con Antonia Vrsalovic Slako de 26 años[59].
Sabemos además de la existencia
de por lo menos dos hermanos más, emigrados también de Dalmacia y avecindados
en Magallanes. Su hermano Juan, de oficio carretero, sería mayor, ya que en
1902 aparece casándose a la edad de 42 años con Margarita Vrsalovic Geric de
23.[60] Lo interesante es que ambos
hermanos se casan con dos mujeres Vrsalovic, al parecer primas ya que no
comparten el segundo apellido, práctica que sería muy común en la época como
estrategia para mantener el patrimonio familiar.
Además, Juan Peric Ostoic
aparece entregando poder general a Tomas Piscuic (Piskulic) residente en Novi
Croacia (Novi Vinodolski) para que lo represente en todos los asuntos judiciales
que pueda tener pendientes, lo que indica el vínculo que seguiría manteniendo
con sus conocidos y tierra natal[61].Así
también, otro hermano llamado Pedro se habría dedicado al igual que él a las
labores mineras.
Bien sabemos que mientras duró
el auge del oro, los trabajadores que lograron recaudar sumas considerables de
dinero o por lo menos que pudieron mejorar sus condiciones económicas, hicieron
correr la voz de la existencia de una segunda California en la región
magallánica, incentivando de esta forma a sus compatriotas para que
emprendieran rumbo a la aventura austral de los yacimientos auríferos. Tal como
nos dice Lucas Bonacic, “estas primeras agrupaciones étnicas yugoeslavas,
constituían puntos psicológicos de atracción, para fomentar su inmigración
espontánea a la Colonia de Magallanes.”[62]
Puede haber sido el caso de
Mateo Peric, quien luego de tener un fortuito paso por el Páramo, haya
incentivado la llegada de sus demás hermanos. Como haya sido, Pedro Peric junto
con Nicolás Marinovic pedirán una petición de minas para explotar un yacimiento
aurífero ubicado en Chorillos[63].
Luego aparecerá con un establecimiento de carnicerías.
Conocemos de la existencia de
otro hermano, Antonio Peric Ostoic, de profesión gañan, es decir un peón
trashumante dedicado preferentemente a las labores agrícolas, quien se casa en
1905 a la edad de 33 años con Maria Ostoic Bezmalinovic de 22 años[64].
No sabemos si son familiares o sólo es una coincidencia de apellidos, pero no
nos parece nada de extraño que se tratase de alguna prima ya que por la escasez
de mujeres y por una cosa de costumbre en la época, era normal casarse entre
primos/as, por un tema también de estrategia social. Entre los tres mantuvieron
contacto, ya que por lo menos los nombres de éstos se repiten en los testigos
de sus respectivos matrimonios.
Mateo Peric Ostoic, minero de
profesión, trabajador de Popper en las lejanas islas australes, intentó surgir
por medio de su esfuerzo al realizar distintas empresas, ya sea con su hacienda
de talaje de animales o con su gran proyecto de la industria de los
aserraderos.
Sin duda, otro pionero que se
arriesgó a probar suerte con su espíritu emprendedor y ansias de estabilidad
económica y anhelo social, manteniendo además los lazos con su familia.
- Simón Boric, el multifacético.
Simón Boric Baresic habría
llegado a la zona de Magallanes alrededor de 1885 según lo que se expone a
continuación: “durante la segunda mitad de la década del 80, arribaron a
Punta Arenas en forma aislada Gregorio Svilicic, los hermanos Juan y Simón
Boric, estos naturales de la isla de Ugljan, y otros inmigrantes croatas…”[65],
por lo que habría sido junto con su hermano Juan el inmigrante croata número
ocho en pisar suelo austral.
Inmediatamente, Simón se
dedicaría a las arduas faenas auríferas de las islas australes de la zona de
Tierra del Fuego, específicamente en los alrededores del Canal Beagle, frente a
la compañía perteneciente a Julio Popper, donde con otros colonos se
aventurarán a probar suerte con el oro mientras las faenas sean fructíferas,
por mientras se hablaba de una botella llena de pepitas de oro que les
pertenecía.[66]
Sabemos que junto con su hermano
Juan, iban y venían según el término de la temporada aurífera a Punta Arenas,
al igual que lo hecho por otros mineros. Incluso ambos deben haber pasado
largas temporadas en las islas australes dedicándose a las labores mineras, ya
que en 1892 se señala lo siguiente: “Simon Borich dice que el 26 de
diciembre de 1891, encontrándose en Isla Lenox (Lennox) se le quemó una pequeña
casa que había construido, destruyéndose cuanto había adentro, y entre esas
cosas los papeles de su hermano Juan Boric donde se encontraba su papelete como
soldado austriaco”.[67]
Entonces, fuera de haberse
construido ambos una casa para hacer de las largas temporadas frías en Isla Lennox
una estadía más placentera, lo relevante de este documento es la importancia
que tenía para los croatas, súbditos del Imperio Austro-Húngaro, el poder
comprobar su participación ya sea como soldados o como marinos del Imperio
debido a que posteriormente podrían cobrar la suma de 33 florines como pensión
militar.
La obsesión por el oro, por lo
menos a Simón le habría durado hasta los primeros años de 1900, al dedicar su
tiempo en el trabajo de nuevas minas explotadas. En 1894 junto con Cipriano
Berrios desean explotar una mina en la zona de Leña Dura que denominará Santa
Maria[68].
Posteriormente, en 1899 “Simón
Borich y Gregorio Tomasic dicen que en el río Los Ciervos, como a legua y media
de su desembocadura, existen yacimientos de arenas auríferas que desean
explotar, contando para ello con los elementos necesarios, solicitando cada
uno, tres pertenencias de cinco hectáreas, denominadas Suerte, Rosa y Buena”.[69]
Pero cuando la temporada del oro
cesaba o las faenas no rendían las utilidades necesarias, Boric se dedicará a
distintos tipos de actividades para poder mantener o acrecentar su nivel
económico, como muchos otros fanáticos del oro lo hicieron. En 1889, compra un
carro con una yunta de bueyes en la suma de $250 pesos para transportar
mercaderías que luego puedan ser vendidas en la zona de los mineros por ser un
lugar propicio para el comercio de utensilios y víveres[70].
Posteriormente, lo vemos en 1890
arrendando una casa de propiedad de Damián Díaz que consta de 9 piezas, una
ruleta, una mesa de billar, una pizarra y otros objetos en 70 pesos mensuales[71].
Se deduce que la idea era instalar una casa de juegos, negocio bastante
rentable para un pueblo que contaba con una población mayoritariamente
masculina y muchos de oficio mineros que tienen una cierta fascinación hacia el
juego.
En 1891, lo encontramos
dedicándose al cabotaje y trabajos afines con las embarcaciones a orillas de la
playa cuando los barcos llegaban al puerto[72].
Al parecer el rubro del mar era lo suyo al dejar por temporadas la minería,
debido a que junto con su amigo Mariano Bilus, comprarán una goleta a Pedro
García en 800 pesos, la que luego venderán a Juan Zaglevic en 900 pesos[73].
Seguramente la venta de esta
goleta la hizo para juntar más capital, ya que luego de esta adquisición sí que
sabemos que se dedicará al comercio marítimo. Lucas Bonacic nos señala que “entre
los comerciantes de las islas australes se destaca Boric, que fletaba sus
víveres por la goleta Ripling Wave, y otras embarcaciones de la matricula
puntarenense que le pertenecían, especies que eran negociadas en gramos de
oro”.[74]
Como ya hemos señalado, entre las islas australes, la zona de Tierra del Fuego
y la ciudad de Punta Arenas, fue construyéndose una vía de comercio incipiente,
en donde arriesgados marinos de profesión como Simón Boric, utilizarán sus
conocimientos en el mar para dedicarse al comercio marítimo, abasteciendo de
víveres y utensilios a los solitarios mineros del territorio Magallánico.
Otro trabajo afín, era el de
transportar a los pasajeros recién arribados a la ciudad o el trasladar
contingente de trabajadores a las islas. Por eso, luego de haber arribado cerca
de 100 colonos croatas a Punta Arenas “a la llegada de este elemento humano,
subió primeramente al trasatlántico, el nunca bien ponderado (debería decir
siempre bien ponderado) Simón Boric. En una lancha y con marea alta, los bajó
en la playa, y condujo al hotel de Mariano Bilus”[75],
o también “a la llegada de Andrés Stambuck (Stambuk) se presentó a bordo de
una de sus chalupas Simón Boric, el hombre de múltiple ubicuidad”.[76]
Incluso en una oportunidad, por
ser uno de los pocos personajes que siempre se encontraba con alguna de sus
goletas para auxiliar de cualquier forma a los trabajadores de las islas
australes, dio asistencia médica suministrándole atención y medicamentos al enfermo
Ansorje en el Páramo, recibiendo luego de la mujer de éste la suma de 375 pesos
por la ayuda y los servicios brindados[77].
Con estos trabajos de mezclar la
minería, el comercio marítimo y negocios de distinto rubro como el billar, al
parecer Boric tendrá una condición económica estable ya que en 1895 arrendará a
Luis Navarro por la suma de 40 pesos mensuales, la casa donde por años vivirá
junto con su extensa familia[78].
Finalmente, en 1904 el Fisco le otorgará titulo definitivo de propiedad,
concediéndole un sitio en la manzana del sitio ocho de Punta Arenas, casa que
sin gastar ni un peso luego venderá a Fortunato Bevan (Srećko-Fortunato-
Beban) en 2.500 pesos[79].
Además, sumergiéndonos en su
vida privada debió tener una condición económica sino holgada, por lo menos
estable y cómoda para mantener una familia tan numerosa como la que sabemos que
tuvo y que contaremos a continuación. En 1890, Simón Boric que declara tener
como profesión la de comerciante, contrae matrimonio a los 29 años de edad con
Casimira Brunel, chilena de tan solo 16 años[80].
Al año siguiente ambos tienen un
hijo, el cual fallece de una pulmonía, muriendo a su vez la mujer de Boric
meses después. Quedando viudo y con la pérdida de un hijo, Simón decide casarse
nuevamente, por lo que en 1892, con 32 años de edad se casa con María Rosaura
Bulquen de 18 años[81].
Lo interesante, es que sabemos
por testimonios entregados por descendientes de Simón Boric, que María Rosaura
Bulquen era perteneciente a una comunidad yagana, y que se habrían conocido en
alguna de las islas australes, quizás en Lennox donde vivía Boric, cambiando a
la mujer por pepitas de oro[82].
Además, se casaron por la Iglesia y tuvieron una extensa descendencia de 9
hijos.
Simón Boric Baresic, oriundo de
Ugljan habría llegado a Magallanes a los 24 años de edad, luego de haber
cumplido con su deber de enrolarse como marino para la escuadra austro-húngara.
Sabemos que además mantuvo lazos con su familia en su tierra natal, ya que el
10 de mayo de 1891 le entrega un poder especial a su hermano Jacobo Boric,
residente en Dalmacia para que cobre la cantidad de 34 florines que les
corresponden por haber sido marinero de la escuadra[83].
Así también, su hermano Juan
quien fue soldado para el Imperio emigró a Magallanes alrededor de 1885. Ambos
partieron trabajando juntos en el oro e incluso compartieron casa con sus
respectivas señoras por varios años. Pero luego Juan, a partir de 1900 se
dedicará a la explotación de la industria de astilleros[84].
A diferencia de su hermano
Simón, Juan Boric Baresic, nacido en 1863 en Ugljan donde si casó en 1893 con
Natalia Crnosija. Pero como Juan desde 1885 ya estaba en Magallanes, volvió 8
años después a Ugljan para casarse con su prometida.
Luego regresa nuevamente a Punta
Arenas solo, y en 1895 nace su primer hijo Ive, por lo que vuelve a su tierra
natal, esta vez para llevarse a su señora e hijo con él al territorio austral
de nuestro país.
Sin dudas un caso interesante si
analizamos que estos personajes siguieron manteniendo contacto incluso físico
con sus parientes, al regresar a Dalmacia para ver a su familia en el caso de
Juan Boric, lo que no era nada de fácil por el costo del viaje y la demora del
mismo.
Simón Boric Baresic, es otro
claro ejemplo del esforzado camino que tuvieron que seguir los inmigrantes en
general para lograr surgir y mejorar sus condiciones económicas.
Probando distintos tipos de
oficios como muchos lo hicieron, ya sea el dedicarse a las labores de la
minería, el comercio marítimo y probar suerte en negocios privados como el
billar, logró afirmar su posición económica, formando además una extensa
familia.
Junto con su hermano Juan,
mantuvieron un constante lazo con sus familiares dejados atrás, incluso este
último regresando dos veces a su tierra natal, lo que nos hace pensar que el
imaginario del permanente retorno del inmigrante con los suyos y con su tierra
es más fuerte de lo que podemos llegar a pensar.
Ljuba Boric Bargetto
Licenciada en Historia
Estudiante Magister en Historia
[1] Antic,
Ljubomir 2000, “Los Croatas y América”, Fundación para la Emigración Croata,
Zagreb, pp. 170
[2] Martinic,
Mateo 1998 “La inmigración croata en Magallanes”, Impresos Vanic, Punta Arenas,
pp. 22
[3] Antic,
Ljubomir 2000, “Los Croatas y América”, Fundación para la Emigración Croata,
Zagreb, pp. 171
[4] Domic,
Antun 1995 “Breve Historia de la Isla de Brac”, Santiago, pp. 108-114
[5] Bonacic-Doric,
Lucas 1943 “Historia de los Yugoeslavos en Magallanes”, Vol.2, Ediciones de la
Imprenta La Nacional, Punta Arenas, pp. 105.
[6] Ibíd. ,
pp. 105-106.
[7] Ibíd.
[8] El Magallanes (Punta Arenas), 1 de septiembre de
1898.
[9] Bonacic-Doric,
Lucas 1943 “Historia de los Yugoeslavos en Magallanes”, Vol.2, Ediciones de la
Imprenta La Nacional, Punta Arenas, pp. 118.
[10] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 22, 3 de mayo de 1893, sin
foja.
[11] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 22, 23 de octubre de 1893 foja
295.
[12] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 25, 3 de agosto de 1894 foja
202.
[13] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 26, 11 de febrero de 1895,
foja 52.
[14] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 26, 31 de mayo de 1895, foja
210; volumen 33, 11 de agosto de 1896, foja 596.
[15] Partidas
de matrimonios extraídas del Registro Civil de Magallanes y del Obispado de
Magallanes, 1875-1914
[16] Kramarenko
y Sackel editores 1934, “Colonizadores de Tierra del Fuego”, Imprenta El
Magallanes, Punta Arenas.
[17] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 74, 24 de marzo de 1903, foja
302.
[18] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 38, 3 de agosto de 1894, sin
foja
[19] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 34, 23 de noviembre de 1896,
foja 838.
[20] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 34, 1 de diciembre de 1896,
foja 860.
[21] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 37, 18 de mayo de 1897, foja
284.
[22] El Magallanes (Punta Arenas), domingo 12 de
septiembre de 1896.
[23] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 46, 3 de enero de 1899, sin
foja.
[24] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 77, 14 de enero de 1904, foja
31
[25] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 26, 13 de febrero de 1895,
foja 53.
[26] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 31, 12 de marzo de 1896, foja
145.
[27] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 38, 7 de julio de 1897, foja
382.
[28] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 46, 31 de enero de 1899, foja
141.
[29] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 45, 28 de abril de 1899, foja
13.
[30] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 45, 2 de mayo de 1899, foja 5.
[31] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 77, 27 de mayo de 1904, foja
365.
[32] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 78, 21 de julio de 1904, foja
41.
[33] Archivo
Nacional, Fondo: Gobernación de Magallanes, volumen 36, 2 de diciembre de 1907,
sin foja.
[34] Archivo
Nacional, Fondo: Gobernación de Magallanes, volumen 21, 17 de octubre de 1913,
foja 183.
[35] Martinic,
Mateo 1998 “La inmigración croata en Magallanes”, Impresos Vanic, Punta Arenas,
pp. 30
[36] El Magallanes (Punta Arenas), jueves 23 de diciembre
de 1897
[37] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 24, 25 de abril de 1894, foja
111.
[38] Bonacic-Doric,
Lucas 1943 “Historia de los Yugoeslavos en Magallanes”, Vol. 2, Ediciones de la
Imprenta La Nacional, Punta Arenas, pp. 87
[39] Ibíd.,
pp. 88
[40] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 36, 14 de enero de 1897, foja
18.
[41] El Magallanes (Punta Arenas), jueves 23 de diciembre
de 1897
[42] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 40, 2 de abril de 1898, sin
foja.
[43] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 45, 8 de febrero de 1898, sin
foja.
[44] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 28, 23 de julio de 1895, foja
290.
[45] Martinic,
Mateo 1998 “La inmigración croata en Magallanes”, Impresos Vanic, Punta Arenas,
pp. 25-27
[46] Bonacic-Doric,
Lucas 1943 “Historia de los Yugoeslavos en Magallanes”, Vol.2, Ediciones de la
Imprenta La Nacional, Punta Arenas, pp.77
[47] Ibíd.,
pp. 78
[48] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 22, 25 de febrero de 1893,
foja 37.
[49] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 24, 13 de febrero de 1894,
foja 40.
[50] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 24, 31 de mayo de 1894, foja
147.
[51] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 25, 7 de agosto de 1894, foja
sin foja.
[52] Archivo Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen
25, 7 de septiembre de 1894, foja 250.
[53] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 28, 17 de junio de 1895, foja
237.
[54] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 29, 28 de diciembre de 1895,
foja 668.
[55] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 32, 17 de abril de 1896, foja
251.
[56] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 33, 23 de julio de 1896, foja
536.
[57] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 34, 7 de septiembre de 1896,
foja 670.
[58] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 34, 7 de septiembre de 1896,
foja 670.
[59] Partidas
de matrimonios extraídas del Registro Civil de Magallanes y del Obispado de
Magallanes, 1875-1914.
[60] Partidas
de matrimonios extraídas del Registro Civil de Magallanes y del Obispado de
Magallanes, 1875-1914.
[61] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 36, 2 de febrero de 1897, foja
57.
[62] Bonacic-Doric,
Lucas 1943 “Historia de los Yugoeslavos en Magallanes”, Vol.2, Ediciones de la
Imprenta La Nacional, Punta Arenas, pp. 63
[63] El Magallanes (Punta Arenas), 12 de marzo de 1894.
[64] Partidas
de matrimonios extraídas del Registro Civil de Magallanes y del Obispado de
Magallanes, 1875-1914.
[65] Martinic,
Mateo 1998 “La inmigración croata en Magallanes”, Impresos Vanic, Punta Arenas,
pp. 22
[66] Bonacic-Doric,
Lucas 1943 “Historia de los Yugoeslavos en Magallanes”, Vol.2, Ediciones de la
Imprenta La Nacional, Punta Arenas, pp.79
[67] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 20, 12 de febrero de 1892,
foja 21.
[68] El Magallanes (Punta Arenas), 15 de abril de 1894
[69] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 13, 1 de julio de 1891, sin
foja.
[70] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 18, 27 de febrero de 1889, sin
foja.
[71] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 18, 1 de agosto de 1889, sin
foja.
[72] Archivo
Nacional, Fondo: Gobernación de Magallanes, volumen 55, 27 de octubre de 1899,
foja 64.
[73] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 24, 21 de julio de 1892, foja
113.
[74] Bonacic-Doric,
Lucas 1943 “Historia de los Yugoeslavos en Magallanes”, Vol.2, Ediciones de la
Imprenta La Nacional, Punta Arenas, pp.112
[75] Ibíd., pp.
115
[76] Ibíd.,
pp. 117
[77] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 65, 10 de abril de 1901, foja
473.
[78] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 28, 11 de julio de 1895, foja
265.
[79] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 78, 29 de noviembre de 1904,
foja 274.
[80] Partidas
de matrimonios extraídas del Registro Civil de Magallanes y del Obispado de
Magallanes, 1875-1914.
[81] Partidas
de matrimonios extraídas del Registro Civil de Magallanes y del Obispado de
Magallanes, 1875-1914.
[82] Entrevista
realizada a Nicolina Scarpa.
[83] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 24, 12 de febrero de 1892,
foja 21.
[84] Archivo
Nacional, Fondo: Notarios de Magallanes, volumen 60, 22 de agosto de 1900, foja
1189.